Tema 1. Historia, Sociedad, Literatura en El Siglo Xix
Tema 1. Historia, Sociedad, Literatura en El Siglo Xix
Tema 1. Historia, Sociedad, Literatura en El Siglo Xix
El romanticismo parte la literatura por la mitad, antes del romanticismo y después del
romanticismo. El Manierismo es imitar los clásicos a su manera, el Barroco es una exageración.
Hay una moderación y control racional que se va a pique con el romanticismo y está
ocasionado por la introducción del “yo” en la literatura. Antes se imitaba a los clásicos para
que así se apreciara los modelos clásicos. Una de las claves de los románticos es que escriben
como viven, y los libros surgen de las experiencias vividas de manera inmediata.
Para Peers (aunque no tenga peso académico), la rebelión producida entre 1834 y 1837 en la
literatura española reasentaba el romanticismo como elemento de centralidad, vinculado en
general al Barroco y solo arrinconado con el neoclasicismo. Es real que las manifestaciones
románticas fueron tardías por condiciones políticas y culturales, sin embargo no se tiene en
cuenta su identificación con el romanticismo reaccionario es excesiva y no tiene en cuenta el
enriquecimiento que vivió según se iba desarrollando.
Sin embargo Sebold propone un corte entre Barroco y Romanticismo y propone una línea de
continuidad entre los siglos XVIII y XIX en el que el romanticismo surgiría del empirismo
sensualista del siglo XVIII. Sebold no alude a esto como un anticipo al romanticismo sino como
un autentico romanticismo. En efecto, no cabe explicar el romanticismo sin el sensualismo
dieciochesco; pero incorporarlo como elemento conformador de aquel, y en definitiva como
evidencia de la concatenación de la historia de las ideas y de la misma estética, no puede
hacerse a costa de negar carácter innovador a la literatura propiamente romántica: aquella
que se pronuncia en España a partir de la muerte de Fernando VII.
- La recepción del romanticismo europeo
El contacto se produce sobre todo tras la muerte de Fernando VII y la entrada de los exiliados a
España los que habían estado en contacto con lo que era el autentico romanticismo europeo.
Hacia finales del siglo XVIII los gustos literarios en Alemania y Francia se alejan
progresivamente de las tendencias clásicas y neoclásicas. Los autores románticos encuentran
su primera fuente de inspiración en la obra de dos grandes pensadores europeos: el filósofo
francés Jean-Jacques Rousseau y el escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe.
MARCO HISTÓRICO
Una época de cambios y de desorientación con las ciencias. Cambios sociales y laborales
(máquina de vapor y ferrocarril) comunicar las vías y aumentar las minas, e incluso
reaccionaran contra esto y buscaran destruirlas. Disolución del monolitismo ideológico
absolutista, que da lugar a posiciones distintas y enfrentadas (ideologías). Sociedad estamental
(el Antiguo Régimen queda destruido en toda Europa) a favor de la sociedad clásica. Los
obreros comienzan a organizarse: socialismo utópico, socialismo científico, anarquismo.
- 1815. Vivan las caenas. Congreso de Viena. Santa alianza. Primer exilio.
-1833. Muerte de Fernando VII. Regencia de María Cristina. comienza la guerra carlista. En
el 33 empiezan los exiliados, pero con muchas precauciones. Pero que hacen los exiliados?
Traer el romanticismo. Regreso de los primeros exiliados. “Transicion democrática”. Carlos
Maria Isidro y comienzo de la guerra carlista.
En general nos encontramos con un romanticismo complicado puesto que es una época llena
de luchas internas y con una situación nada pacifica. Esto hizo que en la época se considerase a
España un país meramente romántico puesto que el romanticismo es eso, el sentimiento
interno, la resistencia, la voz del colectivo, el yo frente a lo demás. España que luchara con
valores nacionales (típicos del romanticismo) se convertirá en un país romántico por
excelencia. Además España poseía unos siglos oscuros, y esto siempre es importante para la
ideación romántica del pasado, por no decir que al tratar en época medieval con los árabes
tenia un pasado exótico, cosa también muy alabada en el romanticismo.
Tiene muchísimo desfase, en el 33 mientras que empiezan los realistas europeos se lleva el
romanticismo europeo, que además es una moda… y es una moda que esta muerto, enlatado…
cuando en Europa ya se está haciendo otra cosa. A partir del 34 estas muertes, amores locos…
se convierten en huecos. La primera parte del siglo tenia guerra civil y un romanticismo que en
fin… en cuanto a la literatura son obras huecas que no corresponden a la realidad.
Nace en 1808 (cuando comenzó la entrada de Napoleón en España, aunque no vivió la guerra
de la Independencia), Almendralejo y se forma en Madrid con un gran profesor Alberto Lisa
(colegio de San Mateo). Vive una vida breve pero intensa como los románticos. En el 23, con
15 años se vio metido en medio del trienio liberal, lleno de represión. Forma una asociación
revolucionara (los numantinos) llegando a hacer atentados. Lo detienen y lo mandan a un
convento de Guadalajara unas semanas, esto hará que se le cierren las puertas para trabajos
futuros y tenga que emigrar. En el 27 tiene que exiliarse de Portugal también y se va a Londres,
además de que viaja por su cuenta por Europa. Finalmente se alojara en Francia. En París
tambien formo parte de las oleadas revolucionarias en 1830. Se alista entre el 32-33 en la
milicia nacional pero lo arrestan por ser sospechoso de mítines, conspiraciones… Despues de
esto Espronceda volverá a España tras la muerte de Fernando VII y se alistara en la milicia
nacional en 1834. Dejara un gran recuerdo en Almería donde llegara a ser diputado, pero eso
no es todo sino que el tambien fue redactor de un periódico El siglo censurado por Martinez de
la Rosa lo que provocaría desafección entre Larra y Espronceda. Finalmente en 1834 por estar
en la milicia es encarcelado y desterrado por conspiración.
Es exaltado en la política, el amor y vida social. Participó en las ideas del socialismo utópico,
marxismo y anarquismo. El anarquismo es situado en los 50 pero lorca lo situa en 1935. Las
ideas estaban en el ambiente europeo. Espronceda es el poeta europeo homolograble: un
sufridor universal en busca de una revolución absoluta y un ideal imposible (de ahí vendrá su
hastio).
3.2.Primeros poemas
En el colegio se crea la Academia de Mirto, porque a pesar de que los ejercicios de creación
literaria en su colegio quedasen excluidos, los profesores del centro se comprometieron a
examinar la prosa o verso que sus alumnos sometieran a su juicio, entonces algunos
interesados crearon este grupo previo.
Esta academia es importante porque en una época tan agitada como esta este es el único foco
poético de Madrid y de esta academia surgirán los poetas de la generación de 1830.
Hay que situarse en el periodo, desde el siglo XVIII se producen en el país una serie de
tentativas cuyo objetivo es el de reorganizar el país. Además en esta época, se condena a los
que según Lista eran “miserables copleros” los barrocos de lenguaje vulgar alambicado o muy
familiar y se ensalza a los clásicos o a aquellos que como Garcilaso, Fray Luis de León los han
llegado a igualar. A partir de Meléndez Valdés la poesía sigue dos caminos: las odas morales y
filosóficas, y las obras de divertimento o anacreónticas. Lista en general se mantendrá fiel a
Meléndez Valdés y Moratín y a los grandes poetas del XVI.
Primer Espronceda: este tenia una recepción previa. Vive con mucha intensidad y se ve lo
anterior lo que estudio en el cole. De hecho, en esta época imita a Horacio de una manera
semejante a la de los poetas del s. XVIII (se cuestiona si realmente son poemas propios del
Joven Espronceda). Por otra parte, como cualquier alumno de Lista, le obsesiona la perfeccion
de la forma más que el tema. Sin embargo, a partir de que se denuncia la enseñanza que su
maestro Lista estos poetas empiezan a juzgar al estado tiranico de manera discreta.
En general desde 1825 hasta 1827 el joven Espronceda se aparta por completo de la política,
dedicándose a la composición de sus poemas juveniles y a la concepción general y redacción
de gran parte de El Pelayo, en el que continuará trabajando hasta 1835. La creación de estos
primeros poemas refleja las enseñanzas de Lista y la influencia de los poetas sevillanos y
salmantinos, o de los autores clásicos que eran considerados los modelos por el neoclasicismo
como se plasma en su Vida del campo, versión romántica del Beatus ille Horaciano, en el
soneto A la noche, o en el Romance a la mañana, y otros poemas de inspiración moderna, con
ecos de Lista y de Menéndez Valdés como La tormenta de noche o la oda celebrando el
cumpleaños del maestro A Anfriso en sus días.
En el extenso poema épico El Pelayo, Espronceda une leyenda (del Conde Don Julián) con
historia (Pelayo), experimentando a lo largo de su elaboración poética, que dura una década,
su evolución desde la estética dieciochesca hasta las doctrinas románticas, de las que se
confiesa partidario públicamente. El poema, escrito en octavas reales y estructurado en
cantos, ha sido estudiado por Marrast en su relación con la épica italiana del Renacimiento,
especialmente con Torquato Tasso y Ludovico Ariosto, determinando las correcciones y
octavas agregadas por Lista.
En 1826, próximo a cumplir los dieciocho años, y con una sólida formación intelectual,
Espronceda, a diferencia de sus condiscípulos, no se prepara para ejercer profesión ni oficio
alguno. Su padre, de setenta y seis, solicita el 31 de enero el ingreso de su hijo en el Colegio
Real y Militar de los Caballeros Guardias Marinas. Su candidatura fue desestimada por no ir
acompañados los documentos de la legalización que se requería, para lo cual no hubo tiempo
dado que la edad del poeta, ya había superado la requerida para su admisión.
3.3. Los poemas de transición
Todos los tópicos del siglo XVIII/XIX están en el yo, recuerdan a una situación limite (subjetiva).
Este yo romántico subjetiviza el paisaje así que ya no es una descripción normal del ambiente o
con los ojos de Cienfuegos, Jovellanos… En Londres, Espronceda pudo conocer a los poetas
lakistas: William Wordsworth, Samuel Taylor Coleridge y Robert Southey. Son poetas
aficionados a los paisajes con fiordos, lagos… entre 1789 y 1815 comenzaron a publicar
poemas de orientación romántica en los que se subjetiviza el paisaje noroeste de Inglaterra.
Además, otros poetas y escritores visitaron la región de los lagos o tuvieron amistad con
escritores que vivian ahí. Hay que tener en cuenta que desde el XVIII se prohíbe escribir novela
pero se empiezan a escribir estos poemas que subjetivizan el ambiente (había empezado con
el sensismo del XVIII).
¿Qué diferencia existen entre el bucolismo, escenas anacreónticas, tópicas renacentista, etc.
Utilizada en la poesía del XVIII y el uso de esos mismos tópicos en el XIX? Se diferencia en que
hay mayor grado de verdad, lo que antes estaba subjetivizado, ahora es cierto, antes esto solo
eran tópicos. Tenemos la subjetivizacion del paisaje londinense en Espronceda, que hable de la
entrada del invierno ingles estando allí triste, sin sus amigos, sad, triste pues bueno. Es muy
romántico.
Baudelaire tiene unos versos que pasan a la historia: “Llueve en la ciudad y sobre mi corazón”.
El romanticismo es eso, que por primera vez el yo sea el protagonista, pero el yo de verdad, no
solo un escenario. Nos aparece el termino de BAJEL, esto, velero, porque es grandioso que sea
destruido, o que se sepa conducir. En fin.
Aquí nos viene el poeta encarnado en personajes que no encajan con los demás porque eso es
un romántico, una persona que no encaja… los que están sufriendo cosa que los demás no. Se
diferencian de los demás. Vemos residuos, un ultimo carácter dieciochesco en estas cosas. La
estrofa favorita del romanticismo son los cuartetos endecasílabos. ¿qué rasgos de modernidad
hay? El yo como eje del poema.
Todos estudiaban poesía y nos encontramos que heredaron sus cosas, así que Espronceda
viene influenciado por esto tambien.
Portugal
Menester es haber vivido lejos de los suyos, con el estigma del proscrito en la frente, y el
corazón llagado de recuerdos, solo entre la multitud que desconfía del extraño, pobre y sin
valimiento propio....menester es haber despreciado la riqueza del extranjero, comparándola
con la pobreza del suelo patrio...para comprender, para sentir la Patria, para no poder
pronunciar jamás tan dulce palabra sin conmoverse" 4
Sin embargo, la fecha de su partida de España no coincide con la de ninguna emigración
de españoles, por lo que se debe suponer que su iniciativa de irse a Lisboa fue decisión
personal, aunque muchos biógrafos del poeta afirman que en esta época fue objeto de
vigilancia personal por parte de la policía en el tenso ambiente político de Madrid. Patricio de
la Escosura en 18705 nos habla de una conspiración liberal que se preparaba en Extremadura y
en la que Espronceda se hallaba involucrado, pero no hay ninguna prueba de dicho complot.
En 1826 y 1827 Portugal durante pocos meses vivió un régimen liberal que propició la
acogida de los españoles enemigos de Fernando VII, pero la vigilancia, a partir de julio de 1827,
y las medidas de expulsión fueron siendo cada vez más severas y Espronceda, confinado a su
llegada en el castillo de Sao Vicente, fue expulsado de Lisboa, junto con los exiliados políticos,
a Londres, donde llegó el 15 de septiembre de 1827. Según consta en carta dirigida a sus
padres su expulsión fue causada "no por ninguna necia calaverada, sino por el amor y el honor
a la patria".
La vida sentimental de Espronceda de esta época pertenece a la leyenda ya que ni sus
cartas, ni los archivos nos revelan nada. García de Villalta, Ferrer del Río, Rodríguez-Solís y
Cortón sitúan el primer encuentro entre Espronceda y Teresa en Portugal en ese verano de
1827. Según Villalta y Rodríguez-Solís los jóvenes se conocieron en Portugal debido a las
visitas de Teresa a su padre, el coronel Epifanio Mancha, preso en el castillo de Sao Jorge en
Lisboa, lo cual tiene visos de verosimilitud; no así la leyenda (propalada por Ferrer del Río,
Rodríguez Solís y Cortón) de que Espronceda fuera a Londres siguiendo a Teresa, ya que el
poeta llegó a la capital inglesa en septiembre y el coronel Mancha y su familia no llegaron
hasta el 6 de diciembre.
Inglaterra
Lengua sentimental del s.XVIII, tópicos de la tristeza, melancolía, tópico del “locus amoenus”.
Tópico del “locus amoenus”, adjetivación lúgubre, nostalgia de clima apacible (sol radiante),
parámetros ilustrados.
La entrada del invierno en Londres. En principio parece un poema plano como el anterior, pero
no hay sentimientos y emotividad. Poesía neoclásica, sentimental, ilustrada, visión del
enrarecimiento del “locus amoenus”, “beatus ille”. Había aprendido de sus maestros y la
vuelta al renacimiento. Evoca su niñez. Aparece el “yo” como concepto, “yo” romántico.
Poema de transición, piensa en su infancia, mandato del absolutismo y alusión al clima de
Londres. Evocación de los campos. Poesía bucólica o sentimental. Ensoñación en primera
persona. Exaltación del patriotismo. Vemos las experiencias vinculadas al “yo”, su
pensamiento. Sentimientos en primera persona (empieza a ser romántico): El “yo” es el
soporte de los pensamientos, tristezas, esperanzas, subjetiviza lo que ve (el paisaje) y la
realidad. Conoce a los poetas en Londres.
- W.WORDSWORTH Y S.T.COLERIDGE
En una encerrona los fusilaron. Es un soneto, una forma que utilizan los románticos y tenemos
que ver su uso en el verso largo que indica la reflexión. Es un poema de transición y de tema
ilustrado. Tiranía y libertad se funden con la sensibilidad romántica. Sintetiza el odio, su
importancia para cargar con la situación y no poder conseguir lo que quiere es algo que
podemos ver. El llanto, es un llanto vivido por el poeta. Hay exaltación excesiva, alteraciones,
dolor y sangre. Poeta alterado y la naturaleza y él están comunicados.
- W. Scott, Byron Goethe. Poesía que se lee en grupo (sincretismo), tomará elementos aislados,
Espronceda los conoce, pero lo asimila con el tiempo. Ossian es el que más influye.
Gran impostor, llamado James McPherson, de 26 años que la lio y no usaba el lenguaje
correcto de la época de Ossian y además al parecer cuando lo pillaron se suicidó. Se hacía
pasar por un poeta ciego del s.III. Canta las gestas de su padre, causó furor en toda Europa del
s.XVIII y s.XIX y Napoleón se encargó de llevar sus poemas a toda Europa. Sus poemas se
publicaron en 1780 y Admiraron su primitivismo, que era para ellos un sinónimo de pureza, lo
consideraban verdadero y puro, pero era un joven que había falsificado los poemas. En España
se conocía a Ossián y Espronceda lo toma en consideración y por eso escribió una serie de
fragmentos, una epopeya perdida elevada a la categoría de la Ilíada. Estos fragmentos (él
escribió unos pocos) se atribuyó a un poeta gaélico. Abate Marchena se ocupó de Ossián en
España. Isidoro Montiel, Ossián en España, se conoció tarde el movimiento de Ossián y a
través de Feijoo y Abate Marchena, los ilustrados tomaron cierta prevención a Ossián. No
había temas religiosos, era una idea pagana y los ilustrados eran religiosos aunque se guiaban
por la razón. Espronceda conoce a Ossián en sus tiempos de estudiante por un profesor, pero
tenía que llegar una realidad vital para que lo asimilara como poeta divino, está poesía era un
modo de vida. Cuatro poemas osiánicos:
-A la muerte de Don Joaquín de Pablo, Espronceda.
Joaquín de Pablo tiene una vida paralela a la de Espronceda (que era el único poeta romántico
español que vive intensamente y como un ejemplo de poeta romántico). Separa el acto de la
inspiración con el acto de las ideas. La llegada de los 100mil hijos de San Luis le lleva a recluirse
en el Peñón de Gibraltar donde coincide con Espronceda que se convertiría en su seguidor.
Durante la Guerra de la Independencia, Chapalangarra (conocido así) entró en Navarra con
Espronceda y se enfrentaron (con 100 hombres) a los franceses, pero murió.
Tragedia cantada desde la inocencia, le da un final apoteósico al poema, esa comunicación con
la naturaleza “enrojece oh Pirene tus cumbres”, planteamiento novedoso, el incipiente
romanticismo de Espronceda se enriquece con Ossián y no con los poetas románticos (que lo
hará más tarde).
Los temas favoritos del poeta exiliado en este poema son: La aflicción/el dolor amoroso. El
sino adverso del que no se puede escapar y lleva a la vida a situaciones incontrolables. La
nostalgia del pasado y la preocupación del futuro individual y colectivo. La rebelión contra la
tiranía. El patriotismo como sacrificio de la propia vida. La dolorosa alternativa entre
emigración o muerte.
Imitación al estilo de Ossián (1837). Malvina era la hija del Rey de Ulster y esposa de Oscar,
hijo de Ossián. Cantaba los poemas que componía su suegro con el arpa (tiene simbolismo de
representar la inspiración al poeta).
POEMA. A) La despedida (invocación a Ossián). Se asocia la lira al poeta v.22. v.23 dentro de la
mitología era una mansión donde estaban los héroes, en tópico del paraíso. La despedida
superación de Malvina. B) El combate.
Es traducción del anónimo ingles aparecido en 1828 the patriot and the apostate’s daugter, or
the greek lovers farewell (Vicente Llorens)
Los temas y motivos osiánicos. Se trata del poema mejor, mas característico y mas
consciente imitado
Espronceda en la órbita romántica (Byron, Ossián), pero también Horacio, Fray Luis y
Quintana. Inspiración común a poemas como La mañana, La noche. Poemas dedicados a la
noche, las convenciones del astro son neoclásicas y la silva clásica como himno. Las
convenciones del astro son neoclásicas.
El poeta tiene tal talla (ángel caído, ángel rebelde a veces también), se recrea así… se va a
establecer en este poema un reto, un mano a mano, entre el sol/rey de la creación y el
poeta/rey del genero humano entonces van a compararse. Espronceda aprovecha la silva
clásica. Vamos que aprovecha para retar al sol y en ello esta. Hay una salutación directa cara al
sol para retarlo (1-78) Hay un interludio entre en 79 – 92, final recreación del tópico carpe
diem 93-106 Aprovecha la tópica clásica para expresar la concepción vital romántica: Ubi sunt,
Tempus fugit, Carpe diem, Beatus vir, La vida como navegación, como peregrinación rodeada
de peligros etc. El destino trágico termina por igualar al sol y al poeta.
Aprovecha la silva clásica como himno. Se considera un Rey del Universo. Es un milagro (sol).
Alude a un paraje bíblico. Reconvierte la silva, es un clásico y es un romántico. Tres secciones:
exaltación (salutación directa) 1-78v, interludio 79-92v, recreación del “carpe diem”.
Ya lo hemos visto en otros poemas: “Ubi sunt” = hastío de vivir, mal du siède. “Tempus fugit”.
“Carpe diem” (es la otra cara, vivir al límite). “Beatus vir” (vivir frente a la sociedad, ser un
marginal). La vida como navegación, como peregrinaje, rodeado de peligro. Lo utilizo, lo
reconvirtió Espronceda. El navío como símbolo de la libertad.
Ejemplos: -Cuantos siglos sin fin (tópicos), -Goza de tu juventud (“carpe diem”), -Envuelto para
siempre (apelación a la noche), -De los dorados limites (visión idealizada del astro rey).
CANCIONES
CARACTERISTICAS I
El gran problema del romanticismo es que no viven lo que escriben, el único que lo vive en
contacto con la experiencia del exiliado, es Espronceda que se metía en todos los fregados.
Estaba viviendo el romanticismo en contacto con los grandes románticos de la época. El gran
biógrafo (francés) de Espronceda tampoco sabe muy bien como definirlo pero es el escritor de
esta época que mas en contacto estaba con el romanticismo. El que sea un marginado, un
exiliado, un buscado… es el que mejor representa al romanticismo. Pero no se suele tener en
cuenta es a Palafox, que le gustaba todo menos ser militar.
Hace alusiones a los poemas de Ossian porque debió de ser muy muy influyente a pesar de ser
un fraude. Sirve Palafox para ponernos un romántico de verdad, a su pesar, porque sufre por la
situación y acaba uniendo vida y literatura. Pero esto no fue lo normal, incluso Espronceda
vemos que se vuelve romántico poco a poco porque sus primeras canciones eran copias y no
había surgido en el todavía ese sentimiento romántico.
CARACTERISTICAS II SIGNIFICACIÓN
Sus héroes son auto proyecciones simbólicas del propio “yo” del poeta. De un poeta que
reduce todo su mundo a sentimiento. Pero también -y a la vez- símbolos de la rebelión
individual frente a la insensibilidad social burguesa. El yo/Prometeo rompe su encadenamiento
espacio-temporal y toma posesión romántica del mundo. Su bandera: libertad, patria,
internacionalismo.
Sus antecedentes es El Corsario de Byron (1814), largo poema dividido en cantos que narra la
historia del Corsario Conrad que fue rechazado por la sociedad burguesa por sus acciones (se
salvaban las mujeres). Espronceda se identifico con este autor.
Es la presencia del romanticismo, en cuanto al contenido y forma. La forma: porque hay una
libertad métrica, esto no lo hubiesen tolerado los neoclasicistas. Empieza con una estrofa de
octavilla italiana como la segunda, desde “navega velero mio sin temor(v. 16)…” tenemos una
octavilla de pie quebrado, además usa muchos esdrújulos, exclamaciones, desasosegado. Es un
canto a la libertad absoluta, sin limites. Símbolo el pirata, rey de los mares. No admite leyes,
cadenas, normas ni nada. Además el pirata es un ser marginado, esta al margen de las leyes y
sociedades burguesas por supuesto esta sentenciado a muerte si lo pillan: un fuera de la ley,
un forajido. Además es desafiante.
De Victor Hugo, traducción de José Zorrilla en 1837. Su arranque suena a la Canción del pirata
de Espronceda, en la actualidad es cantada de cachondeo pero es el romancero de España. Es
un ejercicio de polimetría, utiliza varias dosmas, octavilla italiana, octavilla con pie quebrado,
sonoridad romántica, octavilla en tetrasílabos. Todo el poema va alternando todas estas
estrofas. Es un canto a la libertad sin límites, no tiene fronteras, el estribillo que se repite. No
hay ley que respete, la única patria la mar. Se sitúa al margen de la sociedad burguesa, se ríe
de la muerte. Reta a las leyes, jueces, a todo, y la vida es un asco, desprecia la vida.
Critica a la nueva sociedad burguesa, todo el poema cantado en cuartetos (prosa favorita de
los románticos). El Cosaco figura paralela al pirata, soldado libre, violento, pero aquí
representa también la libertad colectiva no solo la individual. Propuesta de un nuevo orden
social. No respetan nada sagrado (alusión a la eucaristía) como se ve en Europa (es caduca,
decrepita). Rebelión colectiva (ultimo cuarteto). Opresión a los pobres. Cosaco símbolo del
poeta romántico. Europa que esconde el oro v.18-21. Este nuevo orden está regido por
capricho, no hay leyes burguesas. Propone libertad absoluta en el amor incluso con violencia,
que nadie les pare los pies en el amor. Apología de la fuerza violenta, violación. El héroe
revolucionario es hijo de la niebla, regido por el capricho que evita normas o conductas,
rebelión de lo burgués. Victima del orden burgués. Movimientos revolucionaros que surgen en
las ciudades.
En general es como la del pirata pero no solo representa la libertad individual sino la colectiva.
Hablemos del socialismo, quiere la libertad del proletario y no se duda en incluir un plural
revolucionario. Propone la anarquía colectiva, porque bueno, estamos en una Europa
burguesa. Rebeldía religiosa del 72 al 76, se resume a un impulso revolucionario sangriento.
Vemos sus ultimas manos matar. Sus mentores son Rhomas Carlyne y el escritor de el único y
su propiedad, Max Stirner. Se exaltan los héroes, además tambien Ralph Waldo Emerson, la
confianza en si mismo, solo piensa en lo que hagas tu. Estos autores surgen de la exaltación del
yo, obviamente masculino.
-EL REO DE MUERTE
Podría ser una viñeta costumbrista, estampa que cantaban los artículos de costumbres. El
ajustamiento era público por carácter ejemplar. El caso es que era un espectáculo callejero y
los extranjeros incluso venían a verlo. Existía una hermandad (hermanos de la caridad) que se
cuidaban de atender a los reos de muerte y captaban fondos por el reo de la muerte. Se
ajusticiaba a garrote (sustituye a la horca en 1809), era más limpio y seguro, una propuesta
progresiva del Trienio Liberal. Negro capuz (tópico romántico), se reservaba el fusilamiento
para las acusaciones militares. Espronceda proyecta en él su marginalidad, acusa el desprecio
de las gentes, está condenado, indiferencia del mundo burgués al dolor ajeno. Hay una
dignidad humana que predica el socialismo utópico, afecto maternal (maternal, amor) frente al
desafecto social. Proyección del “yo” romántico. Espronceda se refugia en la niñez, figura
romántica. Encarnación del malditismo y chivo expiatorio de la sociedad. El verdugo es una
viñeta costumbrista, equivale igual al reo. El verdugo es otro proscrito de la sociedad que
hereda el hijo, es una maldición eterna.
En el verso trece se habla de misero reo y el cura que le va a reconfortar duerme a su lado…
solo hay tres que duermen en paz, hay una identificación del yo con el marginado, el reo de
muerte. Se siente como se siente el, hay una identificación, parece que sea su boca, sus oídos…
esta ese contraste entre el mundo y la realidad… del mundo de su madre.
-El verdugo
Sobre el cae una maldición, y es que el borriquillo de los reos no se lo alquilan para cosos de
campo, y la familia esta marginada socialmente… es muy trágico porque es la vergüenza social
por la profesión que tiene. Tiene un destino trágico que se prolongara en su hijo.
Condena de la Europa de los mercaderes. Habla de Europa v1-2-3. Ve las cenizas de Napoleón
y también de la Europa de los mercaderes. Elegía desengañada, que era liberal y al escarbar es
vieja, represiva. Una condena profética al final del poema.
Leyenda negra tras de sí. Jarifa persona misteriosa, en principio prostituta, y él que va al burdel
es el poeta. Se produce una hermandad, llevan el estigma de la marginación. Escribe sus
sentimientos en la primera parte. En la segunda parte pone en cuestión todas sus virtudes, lo
que le enseñaron de niño. Y reniega de la educación burguesa, se queda con la vida realizada
con la prostituta. Va del humanitarismo a la repulsión. Poeta y Jarifa heridos por un mismo
sino trágico, ve un alter ego en la prostituta.
- La libertad civil (frente a las leyes y normas sociales denuncia la corrupción y los
convencionalismos de la nueva sociedad burguesa).
- Libertad moral: respecto al ser humano, moral y humanitaria (no fundada en la
religión).
La ambientación romántica es en base a espectros, tumbas, etc. Hay una vuelta a la Edad
Media con “gótico castillo” v27. Presentación de los personajes, retratos en contraste de Félix
de Montemar (perversión diabólica) y Elvira de Pastrana (pureza, ideal).
-Don Félix de Montemar. Está presente en Don Juan Tenorio (se refiere al Tenorio de Tieso).
“Siempre el insulto en los ojos”. Hace un personaje igual que este pero hace que se arrepienta.
El azar es la única ley que guía a los personajes románticos, el sino.
-Doña Elvira de Pastrana. La vemos brillar dentro de su personalidad, su imagen (que es casi
decadente) y su pudor. Octavas reales nos dan una visión épica de lo narrado. La sed de todo y
es la sed de amor lo que lleva a la muerte. Todo el poema está escrito en métrica variable. El
poeta utiliza la métrica que quiere en cada caso. Unos versos que se van extendiendo v63-64.
V66 se da énfasis a lo que se cuenta. No le tiene miedo a nadie, pasa impasible. Puede señalar
polimetría.
Locura de amor de Elvira y carta de despedida a Félix. Está caracterizado por la polimetría.
Diferentes puntos de vista narrativos. El mundo es un caos. DESCRIPCIÓN DE LA NATURALEZA,
versos breves, intimistas, especie de ingenuidad entorno a Doña Elvira. Paisaje tan bonito e
indiferente a su desdicha, lamenta que la naturaleza sea insensible.
En ella, Elvira con las ilusiones perdidas, se lamenta de lo que pudo ser y no fue (tópico del
romanticismo), es un marco de lo que le está pasando a Elvira. Arbitrariedad de Espronceda,
pero es un caos (se habla en primera y tercera persona). Locura de amor de Doña Elvira,
diferentes puntos de vista.
v.435-692. Don Félix juega a los dados y termina perdiendo todo, se juega el retrato de Elvira.
Aparece el hermano de Elvira, Diego de Pastrana, quién reta a Montemar a duelo. Don Diego
es atravesado por la espada de Montemar.
Aparición de lo sobrenatural. Encuentro de Don Félix con el fantasma de Doña Elvira (y con
intento de ligársela). Serie de acontecimientos terroríficos, sigue a la visión, ve pasar su propio
entierro (se ríe de sí mismo), más peripecias y unión posmorten.
Lucifer ángel caído, Satán, satánico o malditismo (dos términos que nacen en el romanticismo).
Los acentos y la octava suponen un apuntalamiento expresivo. Llega a retar a Dios, esto en el
romanticismo era un escándalo. En la segunda octava quiere medirse con la inmensidad de
Dios.
Poesia romántica: el yo. Bueno nos vamos con Freud y hay una pequeña parte que conocemos,
pero hay un almacen enorme de deseos reprimidos, insatisfacciones, cosas sad. TEORIA DE
FREUD. Tenemos censura. A partir de Freud llega expresionismo y el surrealismo,
INTRODUCCIÓN
El poeta en la oscuridad de la noche, sobre el poeta revolotean genios malignos que quieren
asaltar la tierra. Aparición del tema del satanismo: el Lucifer romántico, un gigante cabalga
sobre el huracán. El poeta: concepción romántica. Habla Lucifer como un hombre romántico.
Coros y voces de los genios del mal. Amanece y se largan los genios (¿verdad?¿sueño?)
CANTO I
CANTO II
-Canto a Teresa
CANTO III
-El mito de Adán (irrumpe en el Paraíso), eterna juventud (el deseo de la eterna juventud) y
posesión del Paraíso.
CANTO IV
-Adán en la cárcel: lucha por la vida, por la libertad, Adán diferente y perseguido, la Salada
(aventura amorosa).
CANTO V
-Asalto al Palacio
CANTO VI
-El burdel: una madre con su hija muerta (rebeldía social, impotencia, desengaño…)
B) Dialéctica creación/destrucción:
LA MUJER
Los modelos más acabados (Jarifa, Teresa y Elvira), dialéctica idealización / desprecio,
¿solidaridad, humanitarismo?.
LA ESCRITURA ROMÁNTICA
Una escritura sin plan ni orden. El plan supondría una falsificación de los sentimientos y de la
inmediatez que la inspiran. Hasta el destino (el sino) es ciego. Portadora de su “furia cósmica”
y de su capacidad para sentir por toda la Humanidad. Regida por la exaltación, la vehemencia y
la furia: violencia verbal (admiraciones, preguntas sin respuesta…); bruscos contrastes
(adjetivación / campos semánticos); violencia métrica (los metros son diferentes, mezcla de los
géneros literarios).
La obra como suma de momentos: El fragmento y la digresión (por lo mismo: por ausencia de
plan). El fragmento y la digresión nos ubican en el mundo sin orientarnos. Nos señalan la
imposibilidad de una orientación. La vida está regida por el azar. Transcurre a merced de los
caprichos del sino.
Los autores crearon “galerías dramáticas” en colaboración con sus editores y el teatro se
empezó a desarrollar en todos sus aspectos. Se dieron espectáculos donde resulta complicado
establecer la barrera entre lo culto y lo popular. Destaca el caso de la “comedia de magia”
usada como instrumento crítico y muy perseguida por la censura. De ahí que, en el teatro
romántico, se tomen elementos estructurales de la comedia de magia, de santos o de figurón.
Se desarrolla una línea de comedia mágica con tono burgués dejando como protagonista un
personaje cotidiano más admisible (no un mago).
El retraso con el que aparece está relacionado con la situación política durante el
reinado de Fernando VII, que crea un clima adverso a la libre creación artística y mantiene
exiliados a los intelectuales. Aunque el Romanticismo como actitud vital se percibe desde las
Cortes de Cádiz (1812) también su retraso se debe a la fuerte presencia de la educación
literaria neoclásica en la generación de Martínez de la Rosa y el duque de Rivas. La literatura
romántica española porta el germen de su descomposición dado que en ella hay más postura
conscientemente adoptada o acomodación a un estilo, que crecimiento orgánico en virtud de
necesidades espirituales insoslayables. Precisamente, porque sus autores no han llegado a vivir
de verdad y conflictivamente su propia existencia, ni hayan tenido que buscar soluciones a
problemas importados. Por ello, el romanticismo y sus géneros pasa pronto en España y
padecen, en general, incapacidad para la introspección.
El drama romántico nunca triunfó plenamente ni mereció unánime aceptación. Durante los
años 1835-1850 la polémica de clásicos y románticos llena el ambiente literario y revistas
como El Liceo Artístico y Literario, No me olvides… Durante esos años, representantes de
ambas escuelas estrenan obras sin derrotar los unos a los otros. Las características generales
del drama romántico son las siguientes:
En Aben Humeya, la libertad está condenada al fracaso porque quienes se levantan para
conseguirla están divididos y luchan por el poder personal: la libertad como ideal encubre la
ambición del poder poniendo en evidencia el juego de codicias personales. En la libertad se
encuentra el germen de la tiranía, tal y como muestran las últimas palabras de esta obra:
“Mira, ¿ves este reguero de sangre? Ese es el camino del trono”. La conjuración de Venecia
presenta un manejo de la intriga superior donde Martínez de la Rosa busca mantener
suspenso el ánimo del espectador. A pesar del patetismo, no logra crear un clima trágico por la
ausencia total de conciencia de lo trágico en los personajes. Esta obra se presenta en clave:
nuestro autor asumió el reto de devolver a su país el régimen de libertades que como Estado
libre le correspondían. Martínez de la Rosa sabía mucho de agitaciones políticas, conjuras,
desórdenes y represiones. Rugiero, el héroe romántico, comparte el destierro y la
persecución del autor. Un sufrimiento que el héroe soporta en aras de sus ideales generosos
puestos al servicio de su pueblo.
La Conjuración de Venecia, drama en prosa. Acto I. Llegada de los conjurados al palacio del
Embajador de Génova. Contra el poder dictatorial y despótico del dux veneciano. Todos ellos
protestan porque Pietro Gradénigo, el dux veneciano en 1310, ejerce el poder dictatorial y
despótico y los ha excluido del Gran Consejo. Acto II. Introducción de la pareja de amantes:
Rugiero y Laura. Rugiero tiene que confesarle a Laura su condición de conjurado. Nada ni nadie
puede consolarla, ni los consejos de padre, Juan Morosini, ni las palabras de ánimo de Matilde,
su dama. Acto III. La acción transcurre en la casa de los Morisini: intentos de los familiares más
cercanos por arrancarle a Laura la causa de tamaño desconsuelo. Acto IV. Inicio con el toque de
las señales horarias de las doce de la noche en el reloj de la Plaza de San Marcos, señal
convenida para el asalto al palacio del dux. Pero han sido traicionados y huyen hacia el puente
de Rialto, perseguidos por los soldados del dux. La derrota de los conjurados acelera el final
trágico del drama. Acto V. Medidas represoras que va a dictar el régimen del dux: el poder ha
sido atacado y los rebeldes se enfrentan a las penas impuestas por el Tribunal de los Diez. Final
trágico de Rugiero. Desmayo de Laura al abrir una cortina y descubrir el patíbulo que espera a
su amante.
Don Álvaro o la fuerza del sino. Don Álvaro es un joven misterioso de cuyo origen solo hay
rumores. Vive un romance con doña Leonor, joven aristócrata. La relación s prohibida por el
Marqués de Calatrava, padre de doña Leonor, quien considera a don Álvaro vulgar aventurero
no merecedor de su hija. Deciden fugarse, pero son sorprendidos por el Marqués. Don Álvaro
arroja su pistola al suelo como muestra de sumisión y respeto, pero el arma se dispara y el
Marqués muere. Los hermanos de doña Leonor (don Carlos y don Alfonso) persiguen a ambos
con el fin de matarlos: doña Leonor, consumida por la culpa, decide hacerse eremita cerca
del Convento de los Ángeles. Don Álvaro la cree muerta.
Un año después, en Italia, don Álvaro ha acudido como soldado y conoce a don Carlos. Ambos
traban amistad, hasta que al conversar sobre sus vidas se reconocen. Don Carlos le reta
a duelo y termina perdiendo la vida. Don Álvaro sufre a el remordimiento de haber causado
una segunda muerte y decide refugiarse como fraile en el Convento de los Ángeles, donde
pasará cuatro años.
En España, don Alfonso se informa de lo ocurrido y decide buscar a don Álvaro para vengarse.
Descubre los orígenes de don Álvaro (hijo de un noble español y una princesa inca) y su
escondite. En medio del lance, don Álvaro logra herir mortalmente a don Alfonso, pero aparece
doña Leonor para intervenir. Don Álvaro se alegra al verla viva, pero cuando ella intenta
socorrer a su hermano, éste extrae el puñal que se encontraba clavado en su pecho y la mata
por considerarla cómplice. La muerte de doña Leonor precipita la locura de don Álvaro, que
ahora se siente culpable de todas las muertes. Ante los monjes, se suicida arrojándose desde
un precipicio gritando "Soy un enviado del infierno, soy un demonio exterminador".
Sin embargo, otra opción es intentar explicar como el personaje de Don Álvaro nos da la clave
de la sensibilidad romántica: el consuelo del amor es engañoso y el suicidio se ve como
resultado o consecuencia de un presentimiento trágico que existía desde el principio y del que
se había opuesto resistencia con esperanzas e ilusiones. El ejemplo está en las menciones al
Sol (acto I-IV) y a la oscuridad y al infierno (último acto): la muerte se ve como única salida,
nunca como un impulso ciego. Leonor, al igual que Laura, es la heroína romántica que surge
para consolar al amado. Sin embargo, todos los personajes son necesarios porque ya
Preciosilla en el acto I nos anticipa el destino adverso de la pareja. Todo lo que en un principio
parece azar, se va convirtiendo en sino.
La realidad es que no hay divina providencia capaz de contrarrestar la fuerza del sino, una
fuerza que el protagonista es incapaz de soportar. Los sucesos trágicos alcanzan el clímax en el
convento: don Álvaro alcanza la visión trágica relativamente pronto, pero esta se reafirma en
las dos muertes siguientes. Leonor encuentra consuelo en la religión, don Álvaro se vuelve
hacia Dios como prueba última antes de seguir el ejemplo de su amada. La importancia de la
obra no está en sus personajes ni en las escenas de drama o emoción, sino en la absoluta
maestría técnica que hace comprender la obra correctamente (y no como un conjunto de
elementos inconexos).
El trovador. Gira en torno a la figura del doncel Manrique, culto joven que se dedicó en la
pubertad a la trova y a la poesía. Extrañamente fue criado por una gitana, Azucena, siendo
realmente vástago de un noble de alta alcurnia zaragozana. Poco después entra en escena la
dama Doña Leonor de Sesé, de la corte de la Aljafería. Pero Don Nuño de Artal, hermano de
Manrique —ambos desconocen esto—, también pretende a Leonor.
Leonor ama a Manrique y el de Luna, a través de su hermano Don Guillén de Sesé, mueve sus
influencias para que ésta sea llevada a un convento. Pero el doncel la rapta y huyen juntos,
hasta que se les descubre y el trovador es encerrado en el torreón de la Aljafería que llevará su
nombre. Leonor, víctima de la desgracia, decide suicidarse prometiendo antes al de Luna
entregarse a él si liberaba a Manrique. Ella le comunica a Manrique su liberación, y cuando
descubre cómo lo ha logrado la maldice. Ella entonces le revela que se ha envenenado y muere.
Al saberlo el de Luna decide ejecutar a Manrique, y obliga a Azucena a que la presencie. En ese
momento Azucena revela al Conde que ha ejecutado a su hermano, y exclama "Ya estás
vengada, madre".
Destaca la religión como cuestión clave en la obra, sobre todo en el caso de la heroína
(Leonor). La obra no encierra una filosofía religiosa, pero sí una visión personal de la religión y
la moral donde la pasión en vista como algo que conduce a la condenación por parte de un
Dios vengativo e iracundo. Es difícil hablar de esta obra acaparándola al resto de dramas
históricos, puesto que aquí hay una rebelión social y la jerarquía social esta aceptada y
considerada como sancionada por Dios. De ahí que saltarse esa jerarquía traiga consigo el
castigo divino.
La introducción a la idea del destino adverso, el plazo y las terribles ironías refuerzan la idea de
que el verdadero tema del drama histórico no es tan social como metafísico y donde el Dios,
como carcelero de la prisión de los hombres, se deleita sometiendo a sus criaturas a irónicos
tormentos. De ahí, que la prisión y el convento sean elementos fundamentales. Leonor toma el
velo para evitar casarse con Nuño, pero cuando Manrique supera sus iniciales escrúpulos
religiosos y solicita el abandono de los votos, ella no vacila: el amor humano triunfa de forma
clara sobre el amor a Dios porque Leonor sitúa su amor por Manrique por encima del amor a la
salvación eterna.
Por ello, es la heroína romántica más memorable: no hay impulso espiritual tras sus votos,
Gutiérrez prepara una estructura dramática que hace que Manrique llegue justo a tiempo para
que Leonor tome sus votos. Sin embargo, fracasa y los amantes son separados. La intención es
subrayar la ironía de los acontecimientos y el triunfo del amor humano sobre la religión. La
simetría entre los actos II y III (que parecen anunciar un final feliz) es más que evidente frente
al acto IV donde la captura de Azucena precipita la destrucción del ideal amoroso y la muerte
de los amantes. De hecho, los críticos han establecido dos puntos de vista desde los que
estudiar a Azucena: para unos está dominada por una sed de venganza que perdura hasta su
última lágrima al final de la obra; pero para otros el miedo es mucho más decisivo en su
carácter y lo patético es mucho más relevante para comprender su situación de venganza. Al
mismo tiempo, su amor por Manrique y su dependencia de él están tan subrayados, que
difícilmente se puede aceptar que haya estado ocultando durante veinte años su plan de
venganza. Es decir, es tan víctima como el resto y muestra que ese amor se ha creado para
destruir al otro. Todos los personajes reflejan el género humano porque todos sufren y
muestran que la maldad está en la condición humana.
Quizá su obra más ambiciosa sea Juan Lorenzo, que gira en torno a la idea de la revolución en
nombre de la justicia y de la libertad: esto se convierte en instrumento de la ambición, el
resentimiento y la envidia. Juan Lorenzo es un soñador que, fiado de la bondad del corazón
humano, tiene miedo de la revolución que ha ayudado a desencadenar. El autor plantea un
problema que no ha sabido resolver adecuadamente y se refugia en soluciones como tópicos o
lugares comunes. Ilustra mejor que nadie la patológica incapacidad para la introspección y la
ausencia de actitud meditativa y contemplativa que caracteriza al Romanticismo español.
Las dos claves de esta tragedia son el tiempo y la fatalidad. El dramaturgo acula obstáculo tras
obstáculo para que Diego ausente de Teruel, de done partió años antes en busca de fortuna,
no pueda regresar a tiempo para desposarse con Isabel. Cuando llegue ya será demasiado
tarde porque Isabel, para salvar el honor de su madre, se casa con Rodrigo de Azagra. Al no
poder unirse con la amada, muere en escena, de puro amor (y lo mismo sucede con Isabel).
Los amantes, victimas del tiempo y la fatalidad, se unen en la muerte: estamos ante una
tragedia como concepción del amor humano, ya que para los amantes amar es vivir y
viceversa. El autor se sirve de una intriga donde acumula todos los trucos del drama
romántico, pero deja lo trágico encomendado a un simple mecanismo teatral. El objetivo es
crear en la mente del público el adecuado clima para aceptar que los amantes mueren al
mismo tiempo, y no por una causa externa. Sus muertes simultaneas son el acontecimiento
menos verosímil, y por ello deben tener un significado simbólico. Constituye uno de los dramas
más irónicos porque es el amor el que separa a la pareja. Tanto en Los amantes, como en Don
Álvaro y El trovador vemos que el amor es el único principio positivo, resistente y existencial.
La prueba de que el mundo es un Mundo del Mal es que este principio está condenado a
fracasar, pero no por culpa de los que buscan su felicidad en él. La religión no tiene una fuerza
lo suficientemente grande para contrarrestar la hostilidad del destino que los destruye, y su
promesa de un mundo benevolente y providencial es negado por las ironías de las que están
rodeas (por ejemplo, el símbolo romántico de la prisión).
Hartzenbuch alterna la composición de sus dramas con las adaptaciones de piezas del Siglo de
Oro y la traducción y refundición de dramas de Dumas o Voltaire. Después de este éxito, el
autor siguió cultivando este género, pero ninguna de sus piezas posteriores serán claves en la
historia del teatro romántico español.
El drama está dividido en dos partes: la acción de cada una de ellas transcurre en una noche,
pero entre ambas suceden cinco años. Esta idea del tiempo responde a la lógica estructuración
de la pieza y otorga dinamismo a la acción: nos muestra el cementerio en el que se ha
convertido el palacio de Don Juan y que su amor por doña Inés es vencedor del tiempo. Si en la
primera parte, Don Juan se enfrenta con los vivos afirmando su personalidad frente a todas las
leyes y en rebelión con toda norma, en la segunda se enfrenta con los muertos, con su
conciencia y con Dios. El duelo entre Dios y don Juan hace que la balanza se incline a favor de
Don Juan por la intercesión de doña Inés.
Don Juan Tenorio. Drama en dos partes (cuatro y tres actos, respectivamente). Primera parte.
La acción transcurre en la noche del Carnaval. Don Juan y don Luis habían hecho una apuesta
doble sobre «quién de ambos sabía obrar peor, con mejor fortuna, en el término de un año» y
«quien de los dos se batía en más duelos y quién seducía a más doncellas». Un año después,
ambos se vuelven a encontrar en la hostería del Laurel de Buttarelli, en Sevilla. La apuesta ha
escandalizado Sevilla, aunque nadie sabe bien qué sucede. Durante la noche, arriban a la
Hostería del Laurel, propiedad de Buttarelli, para conocer los detalles de la ceremonia. Don
Gonzalo, padre de doña Inés, se ha enterado de la apuesta, y va a la hostería. Igualmente, don
Diego, padre de don Juan, quiere constatar estos hechos. Los rivales cuentan los muertos en
batalla y las mujeres seducidas, quedando don Juan vencedor. Sin embargo, don Luis lo vuelve
a desafiar diciéndole que lo que le falta es «una novicia que esté para profesar». Vuelven a
apostar y don Juan dice que además le quitará a su prometida, doña Ana de Pantoja. Don Luis
envía a su criado, Gastón, a avisar a la justicia; mientras que don Juan hace lo mismo con Ciutti.
Al oír el desafío, el comendador don Gonzalo de Ulloa, padre de doña Inés y destinada a casarse
con don Juan, deshace el matrimonio. Llegan alguaciles que arrestan a los dos. Don Luis logra
salir de la cárcel y va con doña Ana para que se mantenga firme ante don Juan. Este también
sale, y en la calle de la casa de doña Ana, hace encerrar a don Luis. Luego, conversa con Brígida,
la beata comprada del convento, que le explica cómo entrar. La última acción de don Juan es
llamar a Lucía, la sirvienta de doña Ana, para pedirle que abra las puertas de la casa. Lucía
accede.
Doña Inés lee una carta de don Juan donde declara su amor hacia ella. Cuando ha concluido,
don Juan penetra en la celda, lo que provoca que se desmaye y la lleva a su casa. Don Gonzalo
llega después, a contarle a la madre abadesa que la dueña de doña Inés está comprada, y teme
por su bienestar. Aparece entonces la hermana tornera, anunciando la desaparición de doña
Inés.
En la casa de don Juan, doña Inés cae en sus redes. Unidos por su amor, están dispuestos a
todo. Llega don Luis, que quiere matar a don Juan; y don Gonzalo, con gente armada. Don Juan
manda a don Luis a una habitación contigua para que espere. Don Juan se humilla ante don
Gonzalo suplicando que le conceda a su hija a cambio de pruebas que él mismo dispone. Don
Gonzalo se niega. Don Luis sale y trata de aliarse con el comendador para matar a don Juan,
pero finalmente resulta ser este último el matador, dándole un balazo a don Gonzalo y una
estocada a don Luis. Don Juan huye de Sevilla en un bergantín hacia Italia.
Segunda parte. Cinco años después, don Juan vuelve a Sevilla, buscando el antiguo palacio de
los Tenorio: en su lugar encuentra el cementerio donde están enterrados don Luis, el
Comendador, y del resto de las víctimas muertas a manos de él. Admirando las estatuas, don
Juan descubre un sepulcro inesperado, el de doña Inés (que había muerto de pena al
comprender que don Juan y ella jamás podrán estar juntos a pesar de amarse profundamente).
Llegan al lugar Centellas y Avellaneda, la presencia de estos dos viejos amigos hace que don
Juan los invite a su casa a cenar junto con el espíritu de don Gonzalo. Más tarde, suena un
aldabonazo y hace su aparición el espectro del Comendador para conducir a don Juan
al infierno. Sin embargo, doña Inés intercede y logra que ambos suban al Cielo.
Cabe destacar el paso del Romanticismo al Realismo y los dramaturgos de la “alta comedia”
con la superación de la comedia de costumbres. En este grupo cabe destacar a Ventura de la
Vega. El ideal romántico del “querer ser” se sustituye por el de “debe ser”. La obra de Ventura
de la Vega abrió las puertas a una modernización del teatro, y su obra El hombre de mundo
(1845) recibió halagos de la crítica (sobre todo del primer acto). La caracterización y evolución
de la alta comedia se dará de la mano de Adelardo López de Ayala Manuel Tamayo y Baus:
ambos querían presentar la verdad de una sociedad e individuos representativos de sus más
hondos problemas y tendencias. El enfoque sentimental que darán a sus obras será el error
que lo prive e objetividad y eficacia.
El costumbrismo de la comedia de Bretón no fue solo descriptivo y nostálgico, sino que criticó
la falta de autenticidad en las relaciones humanas, la hipocresía, el egoísmo y el oportunismo.
La comedia bretoniana evitó cuestiones de considerable importancia política y social, aunque
en La redacción de un periódico (1836) se crítica la corrupción en la prensa.
La ambientación de las obras es casi siempre madrileña y casera, ya que constituye el corazón
de la vida burguesa. Penetra en los problemas sociales más corrientes del hogar y no duda en
adoptar un tono prosaico. El deseo de alcanzar el efecto cómico lleva a Bretón a forzar la
cartelización de sus personajes hasta llegar a la caricatura e incluso figurones. Marcela es el
único personaje no tratado caricaturescamente. No enfoca irónicamente tanto la sociedad
como la visión romántica de esa sociedad. Su ironía es de segundo grado y sus personajes no
salen inmediatamente de la realidad social, sin a través de la literatura. Este procedimiento
que puede rozar la parodia manifiesta el desnivel entre la España romántica y la sociedad
romántica de la literatura coetánea. La oposición de dos caracteres radicalmente distintos
desempeña un papel fundamental en su comedia, que precisamente a través de la antítesis
sugiere su posición a favor de un sano equilibrio (El amigo mártir).
Destaca su sentido del diálogo teatral, su capacidad del uso de la versificación, la riqueza de su
léxico. Toda su comedia es rica en locuciones exclamativas, invectivas, proverbios y formas
idiomáticas. La comedia bretoniana tuvo imitadores y seguidores, pero ningún consiguió
igualar al maestro.
TEMA 4.
PERIODISMO Y LITERATURA EN LA ESPAÑA
ROMÁNTICA DE LARRA.
Abstracto: Sin tomar como base una peripecia argumental, el escritor especula sobre
una serie de costumbres en las que no figuran los moldes humanos individuales y
concretos a los que tales costumbres remiten.
Literario: El escritor finge un asunto y crea unos personajes, ofreciendo de esta
manera un cuadro animado cuya mayor o menor semejanza con el cuento está en
función de la dosis argumental.
El artículo de costumbres guarda un estrecho parentesco con el teatro, y de modo especial con
el género chico o la comedia: observa el mundo como una pequeña comedia humana, método
extraído de preceptistas modernos como Luzán o Boileau. En esa línea, puede considerarse 1
que el costumbrismo es el germen de la novela, que, ensanchándose, alcanza el periodo del
realismo (en cuanto a personajes y escenarios 2).3 No es más que un hueco que falta por llenar
en un periódico y por lo tanto, formalmente indefinible, podía tratarse de cualquier cosa. Es la
expresión literaria descriptiva e inmovilizadora de la realidad, una foto fija de la realidad que
rodea al escritor en cuanto tiene de típico, burlesco, apuntes de una realidad parcial, inmóvil y
fragmentaria (no son visiones problemáticas, captan a una clase media que sube de nivel),
Contienen la descripción de la realidad que rodea al escritor; una realidad parcial, inmóvil,
segmentaria, seleccionada, con ojos mesocráticos.
Menéndez Pelayo define el costumbrismo como la descripción de la vida cotidiana del ser
humano y de la sociedad coetánea del autor, careciendo de sentido los límites cronológicos.
Larra hace referencia a la inherente dificultad genérica en plasmar en un estilo aparentemente
ligero y superficial la observación más pausada y filosófica. Mesonero Romanos, por su parte,
tenderá a hacer una descripción más bondadosa y poco reflexiva con la España en transición
de su época, ya suficientemente desfigurada por los escritores extranjeros.
1
Evaristo Correa Calderón
2
Sebold
3
Otros autores señalan que el costumbrismo frena la llegada del Realismo (Montesinos) debido a su
tendencia moralizadora.
la llegada de los grandes autores del siglo XIX: Larra, Estébanez Calderón, y Mesonero
Romanos. Es a partir de 1828, con los artículos de Larra en El Duende Satírico del Día, cuando
el costumbrismo puede darse por inaugurado. Todos estos autores colaborarían de una
manera u otra con la prensa a ellos coetánea, y principalmente, en publicaciones como Cartas
Españolas o el Correo Literario.
El escritor suele encabezar su artículo con una sentencia, refrán, o verso que defina el peculiar
costumbrismo del autor o su perspectiva. Tras esto, el cuadro de costumbres suele iniciarse
con una breve digresión que sirve para que el lector adquiera ligeros conocimientos sobre el
tupo o escena que protagoniza el cuadro. Estas digresiones, aparte de servir para demostrar
los conocimientos del autor, sirven para probar o denunciar ciertas injusticias sociales. A partir
de allí, su contenido puede adoptar un doble enfoque: describir un escenario de manera muy
plástica, ahondando en todo tipo de detalles, pero sin introducir una peripecia argumental; o
fingir unos personajes e introducir así el relato cuentístico (Vuelva usted mañana, En este país,
El castellano viejo).
Con frecuencia fingen sorpresa los costumbristas ante el conocimiento de ciertas conductas
sociales. Este choque de perspectivas se apoya a veces en un personaje extranjero,
beneficiándose de la visión que el estar dentro y fuera de las costumbres proporciona.
Además, los protagonistas de los cuadros costumbristas pasan de un cuadro a otro con
frecuencia y pueden ser fácilmente juzgados por sus patronímicos. Esta pluralidad de análisis o
perspectivas que se refuerza en ocasiones por la presencia del propio autor está encauzada
gracias a la elección de una escena o un tipo. Las primeras dominan sobre las segundas en los
albores del Romanticismo. Aparecen siempre tipos generales a través de los cuales se satiriza
toda una clase psicológica, social, profesional, o local. A partir de 1844, el tipo quedará
totalmente establecido: aparecerán tipos de naturaleza dispar, desde urbanos y rurales hasta
profesionales de distinta procedencia. Las fisiologías, finalmente, constituyeron en Francia una
verdadera epidemia literaria, debido a la tendencia del género a explorar el folclore.
Su repercusión en España se materializó en 1843 por Los españoles pintados por sí mismos. Se
parece a la publicación francesa Les français peint par eux-mêmes, de 1840-1842. Ignacio Boix
fue una figura central en la edición de libros de Madrid a mediados del siglo XIX, y esta
publicación, una de las más importantes de su imprenta. La obra refleja los postulados
románticos que exaltaban la manifestación de la personalidad y buscaban las raíces del
sentimiento nacional en el arte. El texto del libro es de gran valor literario. Tiene una
introducción y 99 artículos cortos de escritores contemporáneos como Ramón de Mesonero
Romanos, cuyos artículos son La patrona de huéspedes y El pretendiente. Además, refleja el
resurgimiento de la xilografía, que, trabajada con la habilidad de los grabadores de esta época,
permitía obtener sobre la madera efectos análogos a los que ofrecían el lápiz o la pluma sobre
el papel. Las xilografías son obra de Francisco Lameyer y Calixto Ortega, en colaboración con
Leonard Alenza.
Los distintos comportamientos del ser humano, enfocados y analizados desde la exclusiva
óptica de sus oficios y profesiones, se encuentran en las colecciones costumbristas.
Colecciones como Los españoles pintados por sí mismos recogen tipos urbanos,
relacionándolos con la vida administrativa del Estado. Estos distintos tipos conviven en un
determinado espacio social susceptible de ser analizado bajo distintas ópticas, así como a las
distintas situaciones a los que son sometidos en los cuadros: oficios y costumbres humildes, el
mundo del espectáculo y la literatura, o las profesiones liberales y las nuevas formas de
enriquecimiento; todas ellas acogiendo las rivalidades y entresijos del gusto del público. Más
allá de estos tipos regionales del Madrid urbano, el costumbrismo aspita también a retratar la
vida distante de la Corte o, por otra parte, la desaparición o transformación de otras formas de
vida regionales en el extrarradio de la Península.
Los temas suelen ser los mismos, desde la xenofobia y nostalgia del tiempo pasado hasta el
patriotismo y pragmáticas reformas sociales. Ante las abrumadoras notas de seriedad, dolor, o
pesimismo que se deslizan entre las páginas costumbristas, surge en torno a los tipos descritos
una sátira burlona no exenta de comicidad, que pretende corregir los defectos que aquejan a
esta misma sociedad. Burocracia española, educación, carnavales, nuevas configuraciones
urbanísticas, teatros, festividades, romerías… no son sino el tejido social del cual se suelen
valer los escritores costumbristas para engarzar a sus tipos con la escena, naciendo así una
peculiar gama de modelos que configuran un completísimo cuadro social.
El Semanario Pintoresco responde a las preguntas de Larra sobre el destinatario de sus obras,
señalando a un lector ideal que fuera a la vez un lector múltiple, una colectividad total, en
calidad y cantidad. Gran parte del éxito periodístico que Mesonero llegó a alcanzar se debió
principalmente a su conocimiento sobre los mecanismos de funcionamiento de la industria
periodística, sincerándose y admitiendo abiertamente su consagración al público por medio de
impresiones baratas y accesibles. El Semanario Pintoresco busca la simpatía de sus lectores,
evitando la diferenciación en arquetipos en pos de una descripción generalizadora y
bonachona de su público: está esto intrincado en su ideología conservadora (haciendo creer al
lector que se merece estar en la cumbre social solo por el hecho de leer la publicación) y
tendiente al Clasicismo más que al cercano Romanticismo. El esfuerzo didáctico de las etapas
anteriores, todavía presente en el Semanario Pintoresco, acabará dejando paso al
costumbrismo puro expuesto en las Panorama matritense.
Mesonero es consciente del poder social que el periodismo se gana a partir del siglo XVIII. Pese
a este conocimiento, Mesonero también manifiesta su aversión al compromiso político, que le
induce a la no colaboración en periódicos de marcada ideología. De ahí llega a surgir su
Semanario, que le permite desarrollar ese periodismo de divulgación cultural, apolítico según
él pero fuertemente conservador, dirigido a una burguesía urbana que contempla con no poco
recelo el desorden político y moral que entraña la moda romántica. El Curioso Parlante es el
transmisor perfecto dentro de esta publicación, el eje vertebral de los 13 artículos que
conformarán a partir de 1837 las Escenas matritenses4.
El polifacetismo del autor malagueño se plasma en la diversidad de sus escritos, desde una
vertiente novelística (en Cristianos y moriscos) hasta su vocación de historiador en las Cartas
Españolas, pasando por el género histórico (Manual del oficial en Marruecos). Su actividad
periodística se manifiesta en Cartas españolas y en Revista Española, medios en los que figuran
las más renombradas escenas costumbristas de su Andalucía natal. El poco éxito que su
publicación más querida (Escenas andaluzas) llega a alcanzar es fruto del carácter autodidacta
de su autor: su esmero en vocabulario y su obsesión por recuperar el lenguaje del Siglo de Oro
produce un agotamiento en el lector, que dejaba de atender a la curiosa mezcla entre esta
culta verborrea y el habla de los gañanes andaluces. El casticismo de Estébanez es mucho más
pintoresco que el de Mesonero, eliminando la clase media y retratando principalmente la
figura del “majo”. Además, no ofrecen al lector una visión tan totalizadora de Andalucía como
sí hace Mesonero en sus Escenas; tampoco la nota moralizante, que dejará paso a la visión más
desenfadada y obsesionada con el pueblo andaluz desde una perspectiva histórica y erudita
más cercana a Cervantes que al estilo costumbrista contemporáneo.
Nacido en Madrid en 1809, se ve obligado a partir al exilio en París con su familia por las
Guerras Napoleónicas (algo de gran influencia posterior). A partir de 1825, Larra encadena
trabajos en la administración española de responsabilidad censora y penal, o bien en los
Voluntarios Realistas (hecho que no define la posición ideológica del escritor). Es difícil
atribuirle a Larra, en tan temprana juventud una postura política excesivamente definida: pese
a su amistad con personas de clara postura liberal, siempre intentó ganarse el patrocinio de
aquellos más cercanos al poder.
4
El nombre de Escenas es posterior al nombre original de la publicación, Panoramas. Esto puede
deberse a la nueva presencia de láminas o dibujos entre sus páginas.
Sus primeros escritos literarios son poemas de factura neoclásica que ya meditaban sobre
ciertos asuntos negativos de la sociedad española. A partir de 1828 pone en venta su Duende
Satírico del Día, la primera irrupción del autor en la actualidad publicista y con artículos como
“El café”. Los escritos posteriores en los que El Duende polemizaba con el Correo Literario y
Mercantil ya demostraban el empeño de Larra en crear sátiras discursivas en prosa, de
tradición ilustrada. También caben destacar las adaptaciones de obras teatrales francesas que
Larra introdujo en sus páginas. El primer número de su otro gran proyecto personal, El
Pobrecito Hablador, apareció en 1832. Los cambios respecto a El Duende eran muy notables. El
formato era similar y seguía tratándose de un periódico redactado exclusivamente por Larra,
pero ahora el autor prescindía de polémicas de circunstancias y, aparte de dos sátiras en verso
de tradición rigurosamente neoclásica, presentaba sobre todo los productos de su particular
concepción de la literatura de costumbres. Un contraste de puntos de vista, un recurso al
narrador ficticio y a la correspondencia imaginaria (tradición de cartas del siglo XVIII,
Montesquieu y Cadalso). Punto de vista “batueco” del emisor, que se identifica como tal, que
alaba las cosas que cuenta y presume de ellas. Punto de vista escéptico del receptor, que
implícitamente descalifica todo lo que se le cuenta.
Últimos artículos, de agosto a octubre hay un silencio (solo escribe literatura). El 28/11/1836
firma un contrato con El Mundo, con lo que se une públicamente al Gobierno, va dando
bandazos. No obstante ataca a Calatrava con Fígaro dado al mundo o Cesar, morituri ese
salutant. Su filiación personal con la causa de Istúriz, el sucesor de Mendizábal que acabó
siendo derrocado tras la rebelión de La Granja, produjo un pesimismo en Larra que, junto con
otros problemas personales, lo condujo al suicidio en 1837.
Escrito en 1836. Es una encerrona a Larra, los límites del escritor no son su propio ámbito, ni la
nación. El escritor intenta transformar la realidad. Se propone dar la cara al Gobierno, retador.
Estaba presente la medida del Gobierno del exilio a los periodistas que desafíen y Larra estaba
preparado para ello. Larra sale de su contradicción, es un artículo fundamental.
LA NOCHEBUENA DE 1836
Contexto histórico es el gobierno de Calatrava. Los escribe después de seis meses de silencio,
sin dinero. Contexto vital con declives amorosos, se encuentra solo en la política y en el amor,
algo clave para su suicidio. La cuestión económica también era mala. Su mujer lo rechaza
cuando más lo necesitaba. Su criado no entiende la forma de ser de Larra.
Capta este ambiente, crítica social en cada frase. Alude a la guerra carlista que no se ha
acabado. Articulo costumbrista muy crítico. Es un tiempo intenso, subjetivo, al margen del
tiempo del reloj. Abundan las técnicas narrativas, como un cuento. Narrador testigo que
presencia la acción y la cuente. Larra se convierte en personaje, el tiempo está condensado,
interiorizado (es muy moderno). Caracterización del personaje en contraste con el criado.
MODALIDAD DE ESCRITURA
-El articulo puro: sin narración, artículo de fondo, temática critica de actualidad (El siglo en
blanco), más vehículo epistolar (Carta a Andrés, Carta de un liberal de acá…), más recursos
literarios: diálogos, anécdotas, su glosa, diversos registros (científico, sociológico, reducción a
lo absurdo, alegorías).
-El articulo como ficción: elementos narrativos, se sirve de cortas invenciones verosímiles
como plantilla.
-Escena narrativa. Muchos clasificables como relatos y con similares técnicas narrativas:
narrador testigo (en primera persona), narrador no entra en escena (pero omnisciente, se
supone que está presenciando los hechos, relato en tercera persona, a veces con intromisiones
o interferencias del narrador, relato puramente dialógico)
Pero más allá de dejarse llevar por este romanticismo “de bandera” a la manera de Victor
Hugo y encerrando las reglas de Molière y Moratín, Larra abogaba por una literatura joven y
liberal en la cual se perciben los ecos de Heinrich Heine, antagonista del Romanticismo
reaccionario alemán. Un filón esencial del pensamiento de Larra es el que tiene como núcleo la
idea del progreso histórico y la perfectibilidad del hombre. Este se une a la visión obviamente
positiva del progreso económico y político, que, sin embargo, empezó a crear en Larra la duda
de si iba a la par con un progreso cultural que satisficiera las necesidades individuales.
Repetidamente incidió en el tema romántico del aislamiento del escritor en una sociedad cada
vez más tecnificada y hostil. El “mal du siècle” que propio de su visión del hombre moderno
acompaña a esta visión despersonalizadora del progreso.
Desde el punto de vista temático, lo más característico de esos textos es que consiguen dar
forma memorable y prestigiosa a los más diversos asuntos de actualidad, incluidos los
suscitados por la actividad política cotidiana. Elementos como el humor no pueden
considerarse meras formas de presentación de sus ideas sobre la realidad, sino elemento
constitutivo de esas ideas. Por otro lado, determinados procedimientos retóricos, como la
parodia o el ejemplo, definen el esquema compositivo de artículos enteros y la comprensión
de su uso coincide en gran parte con el planteamiento del problema de las tradiciones
genéricas en las que se insertan todos ellos.
Larra enriqueció la tradición satírica castellana con elementos que, aunque pocas veces sean
originales de por sí, quedaron plasmados en ella en forma particularmente articulada, concisa,
y memorable. De la sátira de asunto político (y parodia de ensayo científico) Larra también
cultiva el artículo de costumbres, principalmente influido por V.J Étienne Jouy, al que se añade
una reseña de las Escenas matritenses de Mesonero en El Duende. El tercer género con el que
se asocia la producción de Larra es el del ensayo, haciéndose eco de los ingleses Addison y
Steele pero aumentando los elementos narrativos dentro del mismo. En total, la originalidad
de Larra consiste en haber explorado tan tempranamente muchas de las vías que el artículo
ofrecía para la literatura.
Los artículos de crítica literaria son mucho menos numerosos que los de crítica teatral,
incluyendo reseñas como la de los Panoramas matritenses de Romanos. El otro gran ámbito
temático cultivado por Larra, el de la política, aparece reflejado sobre todo en El Pobrecito
Hablador. En ellos, Larra critica una amplia variedad de temas, desde los gabinetes
progresistas de Mendizábal y Calatrava hasta los motivos que originan las guerras carlistas.
Hechos políticos determinados llevaron también a un cambio en el lenguaje de Larra: por
ejemplo, la apertura de las Cortes basadas en el Estatuto Real le condujo a la crítica de la
nueva retórica parlamentaria que se había trasvasado a la prensa.
En general, los asuntos principales de los artículos más propiamente costumbristas de Larra se
refieren a la vida urbana. Para comprender el valor literario de los artículos costumbristas
resulta indispensable atender también a los distintos modos de composción de los que se vale,
haciendo uso de distintas técnicas de narración (que refleja en el “yo” reflexivo larriano la
problematización del papel del escritor en la sociedad), estructuración (con la inclusión de
partes como la introducción)… En total Larra trató de expresar en sus artículos, con formas
innovadoras, las verdades de la nueva época de la vida española que despuntaba en su
horizonte. Larra se propuso hacer del artículo de periódico (pese a sus limitaciones artísticas)
un vehículo de valores como los de la lírica, el drama, o la novela, residiendo allí la originalidad
de su obra.
-Los tres no son más que dos y el que no es vale por tres -El ministerial
Larra ataca su moderantismo, y su propensión a pactar con unos y otros. Está tan asqueado de
este país que se va de España.
ARTICULOS POLITICOS
Había comenzado la guerra carlista. Hay un emisor que escribe el artículo. Se paseó por toda
España para hacer propaganda del Carlismo y no lo pillaron. Larra es una voz crítica, y este
artículo es modernismo. El primer caso es el Carlismo. Emisor Figaro, receptor los lectores,
transmisión el periódico. El contexto es la guerra carlista y la pasividad del gobierno. Con este
articulo tenemos idea de cómo son los carlistas.
¿Cómo es España? Augusto Conte, las claves para una obra literaria estaban regidas por
realidades empíricas.
A partir de comparaciones metáforas, símbolos, todos estos están tomados del campo de la
ciencia. Traslación de la realidad y se queda con ese lenguaje. La impersonalidad del
investigador, plural de modestia, prudencia en la exposición científica. Explica gradualmente la
planta, descripción ordenada y científica. Vive en la sombra de las conspiraciones. Cita de
autoridad, utiliza ejemplos, la repetición, actitud reformista, regeneracionista. Palabras
utilizadas por Espronceda (regeneracionismo), venía de esa perceptibilidad de los ilustrados.
Sus ideas parten de una actitud ilustrada e historicista (la historia como evolución) y del
socialismo utópico.
Sus razones son los problemas con la censura, hay un ambiente irrespirable (criticaba a todos,
por ello había tensión), una crisis sentimental con Dolores Armijo (los amores fueron una
constante y además clandestinos), conflictos profesionales en las redacciones de las revistas en
que colabora, pero también el deseo de ampliar su horizonte intelectual (el viaje: ideal
ilustrado y moda romántica).
Este viaje produjo cambios en el escritor, una “extraordinaria emotividad” en tierras extrañas,
introducción en la sociedad parisina, culta y refinada, entra en contacto con los autores y las
novedades literarias del momento, colabora con escritores franceses en libros de viajes, y
traduce y prologa El dogma de los hombres libres el abate Lamennais.
A su regreso tiene una ampliación de horizontes, ha visto la situación del escritor en Europa,
ha conectado plenamente con el Romanticismo europeo, asume una idea más social del
escritor (“escribir para la Humanidad”), y se apropia de las últimas tendencias literarias
(ensayismo, teatro, crítica teatral). Todo esto se refleja en la mayor profundidad y modernidad
de su obra desde 1836.
LOS TRES NO SON MÁS QUE DOS Y EL QUE NO ES VALE POR TRES (articulo)
Larra se cruza con tres grupos de gente y los ve como fantoches de carnaval. Las palabras de
Larra las dicen los políticos en la actualidad.
La primera comparsa es Carlista, caminan hacia atrás al pasado. Estudia el carlismo como unas
personas retrogradas. La segunda comparsa liberal (los negros), lo ve como un desfile, algo
esperpéntico. La tercera comparsa, Martínez de la Rosa (de todos los colores), promesas
incumplidas, parte tradicional, parte afrancesado. El conjunto no era nada (políticamente e
ideológicamente), defraudó.
EL MINISTERIAL
Se columpia en las promesas, una visión esperpéntica de un género de políticos (altos cargos).
Los términos que se utilizan es el zoomorfismo, hipérbole, la exageración, humor, ironía.
La policía. Proposición general de partida: “Así como hay en el mundo hombres buenos,
también hay cosas buenas”. No citará hombres más no ofender a la mayoría, se citará “cosas
buenas”, la censura en la primera parte (citará las cosas buenas para ensalzar) y la policía en la
segunda parte.
LA EXTRANJERA
Recurre a la ironía y perspectiva extranjera, en España no hay libertad para pensar pero en
EEUU no hay policía y pueden pensar. Exageración, contraste de ideas, conclusión final de este
articulo, es que es el colofón de la argumentación. La palabra anarquista es habitual en Larra.
Tremenda ironía y lo corrosivo de la realidad.
PROCEDIMIENTOS DE LA CRÍTICA
B) Elogio a España
-Expresión de la censura
3.El tratamiento polisémico de la realidad con fines críticos. Ejemplo: LOS CAMINOS Y VEREDAS
D)Se asocia a la inutilidad de confiar en el viejo mina, lento y enfermo (“Dios sabe adónde
llegará)
EL HOMBRE-GLOBO
Contexto: el gobierno moderado, registro científico (ya conocido), disección social a partir de la
técnica alegórica, sociedad (estados de los cuerpos): El pueblo (hombre-sólido, hombre-raíz,
hombre-patata, tipo ambición quevedesca); el hombre-líquido, la clase media; el hombre-
globo u hombre-gas (solo tela, humo, gas, que apoya sus pies en las dos clases anteriores).
-Soluciones económicas
-Dios nos asista (03-04-1836). El más agresivo, le echa en cara sus promesas incumplidas.
El 15 de mayo de 1836 cae Mendizábal (en realidad no había contentado a nadie), Istúriz es su
mayor enemigo, disuelve las Cortes y convoca elecciones, su objetivo es una constitución
todavía mejor que de la del 12, existe un nuevo entusiasmo por parte de Larra.
Larra se muestra eufórico ante la nueva situación política. Había un abogado por esa nueva
Constitución, entusiasmo del dandy ante el nuevo gobierno, aristocrático y elitista, además,
compuesto de hombres de letras. Larra se presenta como procurador por Ávila en la lista
gubernamental, pero paga un alto precio, un pacto de silencio crítico con Andrés Burrego,
directos de El Español y amigo de Istúriz.
Pero Larra se equivoca e Istúriz resulta tan moderado como los anteriores (por temor a los
liberales radicales), dos meses después, la mayoría gubernamental gana las elecciones en
06/08/1836. Hay una rebelión de los sargentos de La Granja el 12/08/1836 fuerzan al Gobierno
al reconocimiento de la Constitución del 12, se anulan las elecciones y entra el gobierno de
Calatrava.
TEMA 5.
REALISMO Y NATURALISMO.
BENITO PÉREZ GALDÓS
Según los manuales la novela histórica empieza con Chateaubriand y con Walter Scott, pero si
nos atenemos a la nueva visión del mundo, revolucionaria o no, la novela histórica es una
materialización al nivel noveslesco de un desequilibrio social. Hay una novela histórica en la
que se exaltan las fuerzas del yo, como las únicas capaces de transformar el mundo; pero
también existe otra novela histórica que sirve de refugio a la derrotada ideología aristocrática,
que le sirve también de catarsis, por medio de la cual se proclama la perennidad de ciertos
valores puestos en duda primero, y después negados, por la burguesía revolucionaria.
NOVELAS HISTÓRICAS
Ambientada en las guerras franco-inglesas por el control de las colonias de América del Norte,
asedio y caída del fuerte William Henry la cual tuvo lugar el 09/08/1757. Masacre de ingleses a
manos de los indios Hurones. Ojo de Halcón y su amigo Unkas, “el último mohicano” inclinan la
balanza hacia los ingleses.
CINQ-MARS – ALFRED DE VIGNY, 1826
Ambientada en la Francia del siglo XVII. Conspiración contra Riche Liev, primer ministro de Luis
XIII cuyo cabecilla fue el Marqués de Cinq-Mars.
Una historia del siglo XV, la gitana Esmeralda que predice el porvenir y atrae fatalmente a los
hombres; Quasimodo, un joven campanero deforme de Nuestra Señora, de fuerza hercúlea y
en cuya horrible fealdad esconde un corazón sensible; y el archidiácono Claude Froilo, padre
adoptivo del campanero Frollo, atraído por la bailarina, pide a su protegido Quiasimodo que la
rapte. El capitán Febo de Châteaupers impide la consumación del secuestro y lleva a
Quasimodo a la condena del suplicio público. Es azotado en la plaza y recibe todo el odio y los
insultos del pueblo, que lo detesta por su fealdad. Quasimodo pide agua y la gitana Esmeralda
sube al patíbulo para calmar su sed. Quasimodo corresponderá a la humanidad de Esmeralda
cuando ésta se encuentra en apuros.
Roque Joaquín de Alcubierre (Zaragoza, 1702 – Nápoles, 1780). Protegido de los Condes de
Burreta. Ingeniero del ejército, diversas obras públicas y fortificaciones en Cataluña (Gerona).
En Nápoles (734) con el ingeniero don Andrés Bonito y Pignatelli, uno de los generales de más
rango de Carlos III, comienza la excavación en 1738, en 1748-49 descubre Pompeya, desde
entonces, visita de moda en todo el mundo.
GALDÓS NOVELISTA
La finalidad que persiguió Galdós al escribir una obra de tal envergadura fue toma por muchos
escritores como Hans Hinterhäuser que expresó que quería realizar una epopeya nacional. Esta
opinión se diluyó al quedar claro que en el mismo escrito se expresase de manera explícita que
su intención era la de “presentar de forma agradable los principales hechos militares y
políticos del periodo más dramático del siglo, con objeto de recrear a los aficionados la
dimensión didáctica que estos mismos podían aportar”.
Para conseguir todo esto llegó a la conclusión de que debía crear una especie de género mixto
en el que la historia interna y la externa se fusionasen de manera homogénea para que todos
los hechos resultasen verosímiles. Por esto debía reproducir fielmente los datos objetivos de la
realidad histórica y al mismo tiempo, recrear una serie de dramas a través de personajes
tomados del tronco común de las ‘generaciones olvidadas’.
Cabe resaltar que a pesar de las características de transmisión histórica y el carácter ético y
didáctico, vamos a que ver que una de las motivaciones es económica. Debido al gran éxito de
la novela veremos que se va a comenzar a transmitir con una estructura folletinesca, esto
quiere decir que iba a dosificando su obra. Esto fue algo hipócrita por su parte debido a que
siempre había criticado los folletines, pero era consciente del enorme gancho que estos
tenían así que dejo de lado sus pretensiones.
Finalmente para escribir estos mismos tuvo que tomar una serie de fuentes, es aquí donde
se aprovecha de elementos como historias de cabecera, fuentes escritas (entrevistas, prensa,
viajes, correspondencias), fuentes orales, experiencias, recuerdos y pinturas de autores de la
época.
La novela por entregas pertenece por derecho propio a la siempre mal definida novela
popular. La novela popular es, ante todo, un genero “derivado”, sin ninguna autenticidad. Su
originalidad reside en su capacidad de imitación, en su inaudita sobrevivencia. Si llamamos
“popular” a esas formas inauténticas de la literatura, no hay duda de que lo popular ha
existido, poco más o menos, desde que apareció la primera obra literaria autentica.
Una novela popular es ante todo un reflejo de la convivencia colectiva, pero un reflejo falso. La
novela por entregas se parece mucho a una mercancía: es fabricada en serie y obedece a unas
leyes del mercado.
El proceso de publicación que llamamos novela por entregas o folletín no parte de la novela
sino que parte del editor mismo. Brevemente, podríamos describir asi las mediaciones que
afectan a todo el proceso de la novela por entregas:
Los editores: mejor podríamos decir empresarios, puesto que nos hallamos ante
verdaderos hombres de empresa. El editor piensa o programa la novela que ha de
venderse a los lectores ya tenidos en cuenta.
Los autores: aunque parezca paradójico, en este tipo de novelas los autores no solo no
son independientes, sino que la mayor parte de las veces son simplemente
productores al servicio de un patrón que les encomienda la tarea de realizar.
Las obras: nos encontramos ante una estructura novelesca predeterminada. No nos
hallamos ante novelas más o menos independientes sino ante una verdadera
sistemática enunciativa: ha de haber un lenguaje característico, un estilo llano o fácil,
unos personajes conocidos ya, un tema dado por el editor y, lo que es más importante,
una problemática también dada de antemano.
2. Principales folletinistas. Ayguals de Izco. María del Pilar Sinués. Manuel Fernández y
González.
Wenceslao Ayguals de Izco. Empieza a publicar hacia 1844 y cultiva la novela política,
la histórica y la dualista.
En cuanto al porque de que el folletín le deba rendir cuentas a Benito Pérez Galdós se debe a
que, aunque el folletín contaba con un éxito establecido, fue a partir de la contribución del
escritor al transformar sus Episodios Nacionales en una novela de folletín, lo que catapultó
este medio.
La gran reputación de la obra de Galdós hizo posible que una gran cantidad de lectores se
interesasen por el folletín y comenzasen a seguir los distintos números en los que se relataban
las historias de los protagonistas. El hecho de que todos los episodios acabasen de manera
abierta dio lugar al “enganche” necesario para que el pueblo bebiese de este género.
Entre nosotros, Galdós tiene en cuenta este proceso en sus tempranas «Observaciones sobre
la novela contemporánea en España», de 1870. Lo que, en este escrito, el novelista español
considera «La aspiración de la sociedad actual a exteriorizarse», que él ve manifestándose en
los cuadros de costumbres de los últimos años, es lo que nosotros llamamos «mímesis
costumbrista». Ya hemos visto antes cómo, en la literatura española, este largo y laborioso
proceso de exteriorización social a que alude Galdós se inicia, dentro de un contexto europeo
de veracidad literaria, con escritores como José Clavijo y Fajardo, autor de El Pensador, Ramón
de la Cruz, Tomás de Iriarte mediante la representación literaria de la vida civil, continuada en
el siglo siguiente por los autores de comedias de costumbres, como Bretón de los Herreros, y
de cuadros de costumbres, como Mesonero Romanos, a los que se refiere particularmente
Galdós. Dije que, a mi modo de ver, la relación entre costumbrismo y novela no es una
cuestión mecánica de causa y efecto, sino de una concomitancia textual. La exteriorización de
la sociedad presente textualizada en el costumbrismo proporciona la «materia novelable» a
que se refiere Galdós en su discurso de ingreso en la Academia: «La sociedad presente como
materia novelable». Sí, la sociedad presente textualizada ya por la mímesis costumbrista. El
costumbrismo es la materia novelable.
Características
Reproducción fiel de la realidad de todas las clases sociales, pero centrándose en el devenir
de la nueva burguesía.
Entre los autores de este nuevo movimiento realista nos vamos a encontrar a Charles Dickens
con su Oliver Twist (1837-1839), Honore de Balzac con De scénes de la vie priveé y Comédie
Humaine (Padre de la teoría de la cristalización de sentimientos, evocaciones y sensaciones) y
Stendhal con Rojo y Negro y La Cartuja de Parma.
IV/ REALISMO
1. El realismo decimonónico.
La representación literaria de la realidad social del Siglo XIX tuvo manifestaciones bastante
diversas en la teoría y en la práctica, ya que estas dependían del país y del autor que las
desarrollara. Los primeros testimonios que indican que hubo un cambio de conciencia estética
a mediados del diecinueve se hallan en Francia. Gustave Planche, en 1833, empleó el
término Realismo para “aludir a la descripción minuciosa de las indumentarias y las
costumbres en las novelas históricas”. Tales rasgos que, hoy, se considerarían características
propias de los observadores románticos[1] trazaron las bases del llamado “Realismo
decimonónico”(Wellek, 1968: 172).
Las múltiples polémicas que surgieron, en la segunda mitad del Siglo diecinueve, relacionadas
con las obras de Coubert[2], con los ensayos “Le Realisme” del novelista Champfleury y las
publicaciones editadas por la revista Realisme (1856-1857), concluyeron que: “El arte debe
dar una representación exacta del mundo real: por tanto, debe estudiar la vida y las
costumbres contemporáneas por medio de la observación meticulosa y el análisis cuidadoso”
(Wellek, 1968: 173).
Escritores tan célebres como Balzac, Monnier y Charles de Bernard comenzaron a cultivar esta
teoría, la cual tendría en tierras galas a su máximo exponente en Flaubert. Sin embargo, su
éxito no estuvo exento de polémica, ya que muchos se opusieron al “uso del mínimo detalle
exterior, del menosprecio al idea, y consideraron a la alardeada impersonalidad y objetividad
como una excusa para el cinismo y la inmoralidad[3]” (Wellek, 1968: 173). Todas estas ideas,
pronto, se extendieron por Europa, América y Rusia y dieron lugar a un intenso debate sobre
qué era un autor “realista”.
En España, la fuerte tradición realista (con obras tan destacadas como La Celestina, El
Lazarillo o El Quijote) la retomaron a finales del periodo decimonónico escritores tan
relevantes como Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas Clarín o Emilia Pardo Bazán. La
desheredada, La Regenta o Los pazos de Ulloa poseen detalladas y ricas descripciones físicas y
psicológicas, realizadas por narradores omniscientes, que muestran cómo era la sociedad
española de la época. Además, una obra teórica como La cuestión Palpitante (1883-1884)
recoge interesantes debates sobre las ideas realistas y naturalistas del momento.
La clase media como materia novelable. La clase mas olvidada por los novelistas se
convierte en el modela, la fuente inagotable. Ella es hoy la base del orden social y
asume por su iniciativa y por su inteligencia la soberanía de las naciones, en ella se halla
el hombre virtuoso.
El novelista ha de reflejar la sociedad en la que vive. Debe reflejar tanto los estragos
del fanatismo de las costumbres devotas, el adulterio, las reformas civiles, la moral
pura, etc.
Inspiración en las urbes. El novelista encuentra la clase media como elemento clave de
la ciudad donde existe el movimiento y donde todos son bienvenidos.
3. El Galdós realista.
El primer Galdós no cumple todavía todos los requisitos del realismo europeo: las tesis
mediatizan los personajes, las situaciones y la construcción de sus novelas, los espacios son
alegóricos, abstractos, no realistas (Orbajosa, Ficobriga, Socartes), también algunos
personajes, las novelas abundan en situaciones folletinescas y, sobre todo, el narrador se
inmiscuye en el mundo narrativo.
Se trata en definitiva, de un realismo hibrido, producto del momento histórico concreto
(regreso de los Borbones), y mediatizado por las tendencias narrativas anteriores: el folletín
(argumentos, soluciones, trucos, efectismo, maniqueísmo…), el costumbrismo, y la novela
histórica (con la que comparte la idealización parcial del pasado).
Pertenecientes a este primer Galdós nos vamos a encontrar con La fontana de Oro (1870),
El Audaz (1871). Ya enfocándonos en un mayor realismo y dejando de lados estas obras que
podrían ser consideradas como “de tesis” vamos a ver el culmen de su obra, Episodios
Nacionales. (no repito las características de los Episodios ya que están en el primer punto)
El naturalismo es un movimiento literario que tuvo lugar aproximadamente entre finales del
siglo XIX (a partir de 1880) y mediados del siglo XX (fundamentalmente hasta 1940). No
obstante las raíces el movimiento son anteriores, pues los escritores naturalistas tomaron sus
ideas y las desarrollaron a partir del movimiento literario dominante durante el siglo XIX, el
realismo.
Algunos críticos han tratado de etiquetar el naturalismo como una especie de realismo radical,
pero este movimiento tiene una profundidad que le separa del realismo. El máximo
representante y principal impulsor fue el escritor francés Émile Zola, que canonizo este género
en su novela Thérèse Raquin. Más tarde este género abandonaría Francia y se iria extendiendo
por toda Europa y llegando a Latinoamérica.
Los temas elegidos son palpitantes. Entre ellos encontraremos tensiones ideológicas y
episodios contemporáneos relacionados con el mundo del trabajo y el dinero como
móvil imperante de la sociedad.
Los personajes son vulgares y tristes. Carecen de rasgos distintivos especiales, gran
importancia del personaje femenino.
El tiempo que se alarga durante años. El conflicto que trata la novela naturalista se va
a desarrollar durante una larga línea cronológica en el que nos encontramos
regresiones a hechos anteriores del pasado.
Esta nueva manera estaba caracterizada, de un lado, por la adopción del credo naturalista y,
de otro, por el abandono o superación del discurso maniqueo propio de la novela de
tesis. Galdós se había propuesto mostrar la realidad contemporánea con un mayor y más
ambicioso punto de mira. Para ello comienza a usar la ironía y el humor, dos formas de
distanciarse de los personajes y e sus peripecias.
Dejando de lado la deuda de naturalismo de Zola lo que buscaba era realizar un estudio social,
psicológico, histórico, pero al cabo un estudio. De esta manera Galdós puede desenmascarar
la sociedad de su tiempo a través de lo que les sucedía a sus personajes, se convertía en un
“médico” que auscultaba a sus personajes para curarles de los males de la sociedad. Los
principales dardos de Galdós se dirigían a la Restauración y a la Republica (ya que en su papel
de burgués concebía esta como un desorden social)
Escribe una novela militante, ya que buscaba un cambio para la acción. Escribe para la realidad
presente pero estaba filtrada por la política. Por influencia de Zola capta la realidad científica,
en los años 80, después del naturalismo, Galdós se da cuenta que esa verdad es la verdad
burguesa y la desprecia.
-Tristana (1892)
Miau (1888)
Galdós en estos momentos había comenzado a adoptar una actitud mucho más critica con la
sociedad de la Restauración y es en esta obra donde se produce la ruptura con lo anterior. Ya
había pasado el tiempo del mito y llega a la conclusión de intentar representar España como
“así es España y así nos vamos a educando todos en el desprecio del Estado, y atizando en
nuestra alma el rescoldo de las revoluciones”. Nos encontraremos con el personaje, Ramón
que simboliza la destrucción del individuo por el Estado, nos presenta a un ‘tigre’ vencido que
se ve aprisionado por unos vulgares gatos, su mujer, su hija y su cuñada.
Hay riqueza de tramas, pero sobre todo es una novela de personajes. Ramón es el personaje
principal, es la figura del parado. Pasa por distintas fases: piensa que lo van a llamar, se
desespera, pero luego se pone crudo. Su relación con la familia es complicada. La técnica de
presentación de los personajes, se presentan técnicas zoomórficas, simbolismos de los
nombres. Realista lo que se ve y no se ve. La sociedad es un personaje colectivo, apuesta por el
individuo, lo humanizado frente a lo deshumanizado. Hay un tiempo histórico 1888, en la
Restauración. Principios de febrero hasta marzo o abril se desarrolla la novela. El espacio en
general es Madrid, España. Intervención del autor, toma partido, intertextualidad, aparecen
personajes de otras novelas.
Es por todo esto que se produce una introducción en el mundo de la política pasando por ser
diputado por Puerto Rico (1880), a formar parte del partido Republicano y acabando en 1907
como candidato a diputado en las Cortes de Madrid ya dentro de esta tendencia espiritualista
iniciada en el 87.
Entre 1885 y 1900 se publican en París sus principales obras, que rápidamente se traduce en
España:
Mi religión Resurrección
Fiódor dostoievski
Con Nazarín (1895) y Halma (1895), Galdós comienza a enfrentarse frontalmente con el
materialismo de la sociedad burguesa, que ataca desde una perspectiva espiritual, y desde un
determinado sistema de valores, ya no es el mundo del trabajo ni de las ciencias, sino el de la
humildad, la pobreza, la resignación, los pobres, marginados, los humildes… Nazarín y Benigna
de Halma = Cristo + Don Quijote. Misticismo social a lo Chejov.
Misericordia (1897)
Narra la historia de Benina, mujer de una humanidad admirable que sirve en una casa de la
burguesía madrileña en decadencia y se ve obligada a mendigar para ayudar económicamente
a sus amos. El orgullo y la importancia de las apariencias que caracterizaban a estos contrastan
con la bondad de Benina, condenada a sobrevivir en un entorno hostil sin perder ni un solo
instante su dignidad.
El abuelo
Cierra el ciclo espiritualista, reaparece el tema naturalista de la herencia para refutarlo: Le ley
de la herencia puede aplicarse al mundo científico, pero no al mundo moral. Rechaza las
leyes de la herencia y de la herencia al nieto extramatrimonial. Descree el naturalismo y
apuesta por los valores del espiritualismo.
Tuvo una formación universitaria en contacto con los discípulos de Sanz del Río, fue
Catedrático de Derecho Natural, odiaba el programa de la asignatura, pedagogía del dialogo.
Su estancia en Zaragoza (Facultad de Derecho) entre 1882-83, criticas en la prensa, y
algunos cuentos fechados en Zaragoza. Clarín era un catedrático de Derecho que escribía
novelas, el arte y la literatura son inseparables de la formación integral del hombre, la novela
es un vehículo ideológico de transformación de la sociedad, era el ejemplo de Galdós.
La regenta
Bécquer asume algunos de los temas y formas propios del Romanticismo, sin embargo, su obra
se aparta de este movimiento en muchos aspectos y asimila por el contrario algunas
características propias de la poesía de su época, de un intimismo más sencillo, menos exaltado
y en ambientes más cotidianos.
También aparece en las Rimas la Naturaleza como marco y como reflejo de los
sentimientos del poeta; especialmente como fuerza arrolladora y salvaje, imposible de
dominar, que simboliza el destino adverso (olas gigantes, huracán, tempestad…).
Los poetas románticos alemanes, como Heine, a los que Bécquer conoció a través de
traducciones; sobre todo en cuanto a la asimilación de la filosofía idealista de Hegel.
a) El poema como cadáver. Bécquer quiere señalar como ningún poeta se ha preocupado
de decir nada de forma teórica sobre la propia poesía, mientras que los que se han
dedicado a ello se limitaban a situarse delante del poema y diseccionarlo para proceder así
a su estudio. Afirma que esa disección "podrá revelar el mecanismo del cuerpo humano
(entiéndase el poema), pero los fenómenos del alma, el secreto de la vida, ¿cómo se
estudian en un cadáver?" Así pues, para Bécquer, lo que realmente interesa no es el
poema, el resultado, sino el origen y el proceso de la poesía, porque la poesía es un
sentimiento, y ese sentimiento es lo primero que hay que descubrir, ya que no se puede
analizar.
En la mente del autor hay una clara distinción entre hombres y mujeres
respecto a la poesía: en la mujer es una cualidad, un instinto, mientras que
en el hombre es una característica puramente espiritual.
d) El mundo interior. Bécquer nos va a presentar ese mundo interior de los poetas en el que
se van almacenando los pensamientos y las impresiones de forma caótica, en el que tan
solo un leve hilo de luz circunda a todo el marasmo en un intento vano de coherencia. Ese
mundo interior caótico lo compara en algunas ocasiones con el sueño; pero la función del
sueño en Bécquer puede tener otros sentidos que la mera comparación. El sueño y la
fantasía son vehículos perfectos para adentrarse en el mundo interior en busca de la
poesía. Si Bécquer hubiera seguido por ese camino de potenciación del sueño y la
fantasía, habría llegado, sin duda, al hermetismo y a cotas parecidas a las que lograron los
surrealistas. Sin embargo, el poeta sevillano se detiene en el proceso de interiorización y
de creación de una realidad nueva soñada, quedándose en los umbrales, en la ensoñación.
e) La realidad y la fantasía. Entre realidad y fantasía hay una borrosa frontera como
consecuencia de la potenciación que sufre la ensoñación. La confusión puede quedar más
clara a la luz de unas palabras de Bécquer en la "Introducción Sinfónica": "Me cuesta
trabajo saber qué cosas he soñado y cuáles me han sucedido; mis afectos se reparten
entre fantasmas de la imaginación y personajes reales."
f) El amor como potencia cósmica unificadora del Universo. Bécquer se sitúa dentro de la
concepción platónica del mundo, un mundo que estará regido por el amor, "suprema ley
del Universo". Nos decía Bécquer que la poesía es sentimiento, pero para él, el sentimiento
no es más que un efecto del Amor, y el Amor es efecto de una primera causa, Dios. De esta
manera, nos encontraremos en la obra de Bécquer una triple identificación: AMOR =
POESIA = DIOS
h) Dos tipos de poesía. A este respecto, creo que es más conveniente leer lo que dice el
propio Bécquer en su "Comentario a La Soledad de Augusto Ferrán":
"Hay una poesía magnífica y sonora; una poesía hija de la meditación y el arte, que se
engalana con todas las pompas de la lengua, que se mueve con una cadenciosa
majestad, habla de la imaginación, completa sus cuadros y la conduce a su antojo por
un sendero desconocido, seduciéndola con su armonía y hermosura.
Hay otra natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que
hiere el sentimiento con una palabra y huye, y desnuda de artificio, desembarazada
dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen
en el océano sin fondo de la fantasía.
i) El proceso creador. El proceso creador, según la teoría becqueriana, pasa por cinco
etapas. La realidad es el punto de arranque (1ª etapa) de la que el poeta tomará las
imágenes e impresiones que conformarán un peculiar estado poético (2ª etapa). Más
tarde, la memoria (3ª etapa) trae del pasado al presente aquel estado poético: se trata de
regenerar el estado poético, no lo que lo provocó -supone una separación entre la
experiencia vital y poética-. Tras la memoria, llegaremos a la evocación (4ª etapa), en la
que el sujeto evoca la visión; pero ya no es el mismo hombre que sufrió o gozó la
experiencia, sino que se trata de un trabajo de laboratorio, meramente artificial. Estas
visiones evocadas son las que se intentan trasplantar al poema (5ª etapa), y es aquí donde
nos encontramos con el problema técnico: la lucha con un lenguaje insuficiente.
En 1857 emprendió una obra importante, la Historia de los Templos de España (proyecto para
salir de la pobreza), y se cuela en el Palacio Real, consigue que la Reina se lo financie.
Siguiendo a Chateaubriand, trata de estudiar el arte cristiano español uniendo el pensamiento
religioso, la arquitectura y la historia.
Pero hay una segunda corriente cultural que mediatiza el tradicionalismo Becqueriano, el
historicismo. En torno al medio siglo y paralelamente a estos autores que sitúan a una reacción
anticatólica, tenemos otro movimiento, el historicismo. Se pone de moda la historia con una
ideología detrás (a la cabeza va Herder). Con Herder, Bécquer tiene una concepción religiosa
de la historia. Revalorización del pasado (y, en especial de la Edad Media), sintoniza con el
pasado, mantiene una actitud “simpática”, como expresión de logros humanos auténticos y
valiosos, el “espíritu creador del pueblo” como semilla creativa de la humanidad (donde surge
la poesía, etc). Solo son comprensibles debido a una compenetración, una sintonía espiritual
con el pasado.
Bécquer vuelve los ojos al pasado, a la tradición (de Chateaubriand), a la historia (de Herder)
como frentes teóricas y conceptuales y como inspiración artística.
ARGUMENTOS.
EL VALOR DE LA TRADICIÓN
El poeta (frente al historiador) persigue a través de las formas que ve (ruinas, cuadros,
piedras…) la idea subyacente que les da vida. De las formas (columnas, documentos,
pergaminos, cuadros…) a las ideas (infunden aliento a las formas: espíritu universal, espíritu
nacionalista, etc). Por su fijación en la Edad Media, Bécquer va más allá todavía de su
protagonismo, persigue la idea cristiana de la historia, cuya expresión artística más genuina ve
en la catedral “con sus líneas extrañas, con sus sombras y su misterio”. Lo que traducido en
clave poética es que las formas son indicios del mundo del poeta (una puesta de sol, una
mirada, un beso), y la idea es el mundo del poeta y su inagotable capacidad de crear (alegoría
del libro y del arpa). Y la escritura de un poema es la concreción (milagrosa) de ese mundo a
partir de uno o varios indicios motivadores.
Sobre la poesía no ha dicho nada casi ningún poeta, pero en cambio hay bastante papel
emborrado por muchos que no lo son. “El que la sienta se apodera de una idea, la envuelve en
una forma, la arroja en el estadio del saber y pasa. Los críticos se lanzan entonces sobre la
forma, la examinan, la disecan y creen haberla comprendido cuando han hecho su análisis. La
discreción podrá revelar el mecanismo del cuerpo humano pero los fenómenos del alma, el
secreto de la vida ¿cómo se estudian un cadáver?.”
“La poesía eres tú, te he dicho, porque la poesía es el sentimiento y el sentimiento es la mujer.
La poesía eres tú porque esa vaga aspiración a lo bello que la caracteriza y que es una faculta
de la inteligencia en el hombre, en ti pudiera decirse que es un instinto. La poesía eres tú
porque el sentimiento que en nosotros es un fenómeno accidental y pasa como una ráfaga de
aire, se halla tan íntimamente unido a tu organización especial, que constituye una parte de ti
misma. Últimamente, la poesía eres tú; porque eres el foco de donde parten sus rayos”
(Cartas, II).
“Dios es amor”. “El amor es poesía; la religión es amor. Dos cosas semejantes en una tercera,
son iguales entre sí […]”. La religión es amor, porque el amor, es poesía. Presume que teorizó
sobre la poesía, ideología moderada, y sus ideas las aplica a su poesía.
-FINAL DE LA CARTA IV
-RIMA IV
Nos habla de la poesía, mientras exista la naturaleza habrá poesía. El s.XIX es el siglo de la
ciencia, los recovecos a los que la ciencia no llega es un misterio. Hay que captar ese misterio
oculto. La ciencia puede ayudar, pero siempre habrá huecos en el misterio de la vida. Lucha
entre la religión y la razón. Unamuno se bate contra esa lucha. La poesía busca el misterio.
Bécquer desde su ideología conservadora no lo explica todo y cree que ahí aparece la poesía.
“Mientras haya unos ojos… habrá poesía”. Esto le remite a que la mujer es poesía. Canto al
amor, teoría con la que empieza las cartas. Inspiración (hay escritas sensaciones almacenadas)
hay un salto temporal, un abismo y el amor/mujer en marcha la inspiración del poeta.
Bécquer hizo una reseña a la soledad de Augusto Ferrán (un amigo suyo), habla de Sevilla,
sueña despierto, se fija en impresiones (cuarto, Madrid sucio y feo, tibia atmosfera), “yo había
sentido” impresión que él almacena. Hay una poesía de Campoamor Nuñez de Arce se lleva en
las tertulias y salones, magnifica y sonora (muchos recursos musicales), hija del arte, habla de
imaginación, es poesía grandilocuente (melodía que se desarrolla y muere) en la segunda
mitad del s.XIX y del Romanticismo, poesía oficial del s.XIX que no sugiere nada. Además define
su poesía como breve, seca, es un chispazo que huye, no tiene artificio, se observa que la rima
de las rimas son rimas asonantes, sin hacer ruido, hiere el sentimiento y huye, forma libre (casi
etéreas, no tiene la contundencia de las formas clásicas), imagen de ese interior donde se
almacenan las cosas (es como un océano). Su poesía a diferencia de la poesía de Nuñez de
Arce sugiere muchas cosas, su poesía es moderna y los críticos apenas se atreven a decir nada.
Carece de medida absoluta. “Es un acorde que se arranca del alma” (Bécquer), la rima no
termina su significación y se queda vibrando en el lector, en su parte imaginativa. Poesía que
te hace pensar y moviliza el pensamiento, su poesía es sentimiento y pasión.
Aparición en la prensa (1855-1871): 13 rimas (y, sueltas, en otros lugares), pero compuestas
entre 1856-58 y 1868 (ya que el manuscrito estaba terminado cuando se perdió en 1868). En
1869, Bécquer rehízo de memoria el manuscrito [Biblioteca Nacional].
Hipótesis sobre la redacción del manuscrito (José Pedro Díaz) del manuscrito a las rimas.
Primera redacción (Bécquer) sin ningún orden, las segundas redacciones (varias: Bécquer en
distintos momentos). Última mano: imprenta, amigos de Bécquer. El manuscrito se presenta
en un orden diferente a la primera edición de 1871, lo que no afecta para la lectura global de
las Rimas, dos numeraciones en algunas ediciones recientes (Palomo y Rubio), la definitiva ¿en
la tradición del Cancionero de Petrarca? Unidad temático-biográfica en su continuidad.
A) Primera serie: I-XI (+XV y XXI). La primera serie está más especializada en el hecho poético.
B) Segunda serie: XII-XXIX. La segunda serie trata de la poesía amorosa, amor gozoso, vivido
con plenitud, marco vital sonriente y acude en esta alegría de vivir, acude al folclore andaluz.
Cancionero menor, muy influenciado por la lírica andaluza (breves), poesía de la luminosidad,
todo es placentero.
C) Tercera serie: XXX-LI. La tercera serie del desengaño amoroso, cierto dramatismo inspirado
en una parte en el folclore andaluz y en todas estas rimas hay motivación biográfica (pasaba
por allí, cuando me lo contaron, sentí), motivación autobiográfica que arranca la vida, tragedia
crueldad de la amada.
D) Cuarta serie: LII-LXXVI. La cuarta serie, todo mezclado y prolongan el tono desengañado e
incluso más acentuado, ya no hay motivación autobiográfica.
La modernidad de Bécquer hay que medirla dentro de la literatura comparada. Hay un autor
que saqueó la poesía del s.XIX en dos ramas. El que mejor nos explica la poesía de Bécquer, es
él mismo.
-RIMAS Y LEYENDAS
Primera serie: I-XI (+XV y XXI)
Reflexiones sobre la poesía, la creación y también poesía amorosa.
Bécquer exitencial (característica del Romanticismo). Esplín (spleen) tópico para referirse al
hastío. Otra característica de Bécquer es la especie de incertidumbre existencialista, el hastío,
está motivado por su vida. Vivía como un bohemio, deseando triunfar. Habla también de
poesía, de la inspiración, todo el poema es una alegoría, metapoética. La saeta, hoja, son
estímulos. En la última cuarteta es la incertidumbre del creador, no sabe el significado
existencial. Se mueve en la incertidumbre. Bécquer se sirve de unos recursos, el subrayado
inicial en cada cuarteta (hoja, saeta…). Una de las claves para que esta poesía breve cale en el
lector es la estructura paralelística o semiparalelística (“escucha señor mi plegaria” va
penetrando o envolviendo al lector, tienen cierta resonancia religiosa. Las repeticiones
acumulan sentimientos. Destacar los gerundios (“templando, buscando”) ralentiza la acción, se
detiene en el pensamiento. Uso moderno de la antítesis, se puede resumir las cuatro cuartetas
en un arranque de intensidad. Va de la concreción inicial (o certeza) a la generalización (e
incertidumbre).
Inspiración grandiosa en el autor. Se mueve por el aire “saeta”, tierra “hoja”, agua “ola” y
fuego “luz”, los elementos, además poder sacar su significado. El poeta tiene una inspiración
grandiosa y parte de lo elemental. Tiene una austeridad de recursos, formas métricas,
planteamientos estéticos. Con una pobreza de vocabulario, la poesía de Bécquer calaba. Esa
pobreza también es musical, utiliza pocas formas métricas. Conclusión: este poema inserta en
los primeros nueve poemas y que es poesía y amor hay claves autobiográficas.
-RIMA XII (fragmento inicial) “porque, son… soplo del aire tiemblen”
El folclore andaluz se nota “niña, tus ojos”. Ritmo del folclore andaluz, descriptivo, meditativo,
alusión a la naturaleza, ritmo juguetón, alegre. Estos vasos comunicantes “ojos verdes como el
mar te quejas”, “verdes los tienen” y “verdes los tuvo”, se comunican, contagia la
sentimentalidad. Ve el verde en un poema de Juan Ramón. El verde significa ya en Góngora, la
juventud. El recurso del verde implica algo irreal, nos introduce en la irrealidad. Para él era
irrealidad, muerte.
Espacio. Bécquer prefiere las ciudades antiguas (Soria, Toledo, Sevilla), los viejos castillos,
templos y monasterios, las ruinas abandonadas, lugares propicios para la imaginación o el
misterio.
Tiempo. En casi todas las leyendas el hecho culminante ocurre de noche. La época es
siempre el pasado, preferentemente la Edad Media. Así ocurre por ejemplo en El rayo de
luna, El Monte de las Ánimas, Los ojos verdes o La corza blanca. Las más cercanas en el
tiempo son El Miserere, cuya acción principal se desarrolla en el siglo XIX, y El beso, que se
sitúa durante la ocupación francesa en la guerra de la Independencia.
La sociedad española de la segunda mitad del siglo XIX tenía en el teatro su diversión primera.
No sólo le proporcionaba entretenimiento, sino que le facilitaba un lugar de encuentro con los
demás miembros de la clase a la que pertenecía o la perspectiva de las otras clases sociales.
Jorge Urrutia indica que “los teatros del siglo XIX se adecuaban a los deseos que los
espectadores tenían de lucirse”. El edificio ideado expresamente para el teatro es
necesario, y juega un papel fundamental en la realización del mismo, pero por sí sólo no
es suficiente. Autores, editores, empresarios, actores, público... son elementos
imprescindibles que se pueden diferenciar, pero que obvia- mente están muy
interrelacionados.
LOS DRAMATURGOS
En el siglo XIX no existen dramaturgos, salvo caso excepcionales. Nos referimos a aquella
persona consciente de todo lo que supone el que hacer teatral, y también, orgullosa de
esta labor. No es necesario un certificado de pureza literaria, ni tampoco un voto especial
para dedicarse a escribir. Centrándonos en la segunda mitad del XIX español, cabe des-
tacar que el autor dramático está muy alejado de la consideración de hombre de
letras de manera exclusiva.
LOS EDITORES
Los autores teatrales no aspiraban tanto a ver sus obras editadas como sobre la escena. La
representación ofrecía más ganancias que la edición. Además suponía muchos menos
riesgos personales, ya que según la tradición teatral hispánica el autor sólo era conocido al
final de la obra. En los periódicos sólo se anunciaban el título y el tono de la obra, a veces
se acompañaban estos datos con epítetos exagerados de autor como “reputadísimo” y
otros adjetivos de mismo talante elogioso.
La edición de las obras teatrales fue tan numerosa como el estreno de las piezas. Emilio
Cotarelo estudió en un interesante artículo Edito- res y galerías de obras dramáticas en
Madrid en el siglo XIX (1928) la evolución de la edición teatral hasta la fundación de la
Sociedad de Autores Españoles que se consolidó como casa editorial en 1901. La Sociedad
de Autores fue adquiriendo las demás casas editoriales con sus derechos y sus obras,
vendiendo parte de los fondos de manera inexplicable. En 1913 edita un Catálogo General
que recoge aproximadamente veinte mil títulos, cerca de la mitad manuscritos y unas dos
mil obras en catalán y valenciano. La Sociedad de Autores, primero como Asociación
mutualista de escritores y artistas, se fundó en 1872 como instrumento adecuado para
evitar los abusos económicos que editores y demás intermediarios sometían a los autores,
consolidándose como Sociedad de Autores en 1899.
LOS ACTORES
En la evolución de los actores en la segunda mitad del siglo XIX se podrían distinguir
dos épocas. La primera época encabezada por Julián Romea y la segunda por Vico,
Calvo, Mario, etc. Dentro de los actores, habría que diferenciar aquellos que actuaban
en Madrid y que luego hacían las provincias en muchas ocasiones con preferencia por
Barcelona y las grandes ciudades como Sevilla, Valencia, Málaga, y aquellos otros actores
y compañías que rara vez actuaban en Madrid, reservándose para la actuación en
provincias y teatros de pueblo donde tenían un público acogedor y escasamente
entendido que asistía enfervorecido a las raras representaciones que se les ofrecían.
El actor empezaba a ser un hombre o una mujer admirado, que era invitado a tertulias
literarias como el caso de Julián Romea, que incluso llegó a escribir teatro y poesía. La
profesión de actor no era denigrante, así en representaciones familiares, personas de
prestigio satisfacían sus ansias de representación. El actor decimonónico, cuando
alcanzaba éxito, se transformaba en un divo mimado por el público y los mismos actores
se tomaron en ocasiones demasiado en serio ese papel ejemplar.
EL PÚBLICO
No resulta fácil hablar del público que asistía a las funciones de teatro en el siglo XIX. No
resulta fácil, porque al teatro iba todo el mundo. Se puede asistir al teatro por muchos
motivos. Ciertamente, nos encontramos en el XIX un público que asistía a espectáculos
más o menos realistas para ver escenificada su realidad contemporánea, para ver en
escena las dificultades y problemas de la comunidad a la que pertenecen y no siempre
buscando soluciones contrarias a su propia ideología.
El público del XIX asistía por entretenimiento y según su clase social nos encontramos con
un espectáculo predominante, pero sin impedir el trasvase más o menos fluido entre los
mismos. En el teatro se mezclan todos los hábitos sociales de la época que se exterioriza
en la confrontación entre la burguesía y la aristocracia por ocupar los palcos teatrales.
El abono ocupa un lugar excepcional dentro de la mecánica comercial del teatro y afecta al
modelo que se implantaba. El abono no era sólo una marca social, sino que también era el
sostén económico de muchos empresarios. El público de abono, que no asistía
exclusivamente por la representación, aplaudía las obras a veces sin mayor atención por
conocida, y este conocimiento exigía al empresario una renovación constante de la
cartelera. El teatro de declamación se mantenía a base de los abonos y un público selecto.
Por otro lado, existe una pequeña burguesía que frecuentaba también el teatro, con
preferencia por aquellas obras melodramáticas y comedias amables, lejos del teatro de
declamación. Es un público que acude en familia y el teatro tiene que ajustarse a una
moral determinada.
El público acude por diversión y su formación teatral por lo general es muy escasa. Le
concederá el favor a una obra o la criticará guiado por la moral, por las modas, por el
patriotismo, o las críticas periodísticas, dejando la calidad aparte. El teatro apasionará de
tal modo a la sociedad decimonónica que todo el mundo opina sobre teatro.
Finalizaremos con las palabras de Felipe Pérez que resume la actitud del público del teatro
de la segunda mitad del XIX:
El público no va al teatro para aprender historias ni filosofías, ni para oír sermones ni
discursos académicos; va en unos casos a buscar la emoción artística conmoviéndose
ante lo que hace llorar, divirtiéndose con lo que le hacer reír, y en otros casos, que
son los más, a “pasar un rato”, buscando solaz y entretenimiento, sin importarle, en
unos ni en otros, un ardite que las acciones sean históricas o fabulosas, que los
personajes sean héroes o chulos, reyes o presidarios (Pérez, F.: 1904, 151).
Obviando el aspecto generalizador de estas opiniones, Felipe Pérez refleja el teatro del XIX
como espectáculo destinado a un público ansioso de diversión antes que como teoría
cultural.
LAS OBRAS
Las obras teatrales de la segunda mitad del XIX resultan difícilmente reducibles a unas
pocas líneas. El volumen de obras editadas y representadas, cercano a los veinte mil
títulos, hace que cualquier reflexión sobre las mismas deba ser revisada. Se puede
afirmar, por obvio y sin riesgo a equivocarse, que el número no es sinónimo de calidad
literaria.
Este elevado número de obras nos muestra que estamos ante un fenómeno literario
de consumo donde la calidad artística, que no negamos que pretendieran los autores,
tiene un segundo papel ante la efectividad escénica. La mayoría de las obras del XIX
son piezas en un acto, con pocos actores y montajes fáciles de realizar. Existen pie- zas
de mayor calibre literario en tres actos como los dramas históricos, comedias
burguesas, melodramas, dramas neorrománticos, etc.
Hay que precisar que la mayoría de los cerca de cinco mil autores que recoge Tomás
Rodríguez en su Catálogo de dramaturgos españoles del siglo XIX escribían piezas breves y que
pocos se atreven con la envergadura de obras en tres actos.
De manera general, se puede afirmar que la calidad literaria de las obras es bastante
escasa. Esto que puede ser interpretado como rechazo literario sin embargo ratifica un
aspecto importantísimo de la concepción del teatro del XIX como realidad escénica.
Cuando leemos obras del XIX pocas veces despiertan interés artístico. Sin embargo, por
mucho que haya cambiado la percepción estética nos negamos a afirmar que la sociedad
del XIX no tenía un gusto determinado. Las obras del XIX se pensaban para su
representación, no para la lectura crítica. Una gran cantidad de obras que hoy nos
parecen absolutamente deslavazadas literariamente con una puesta en escena
adecuada para su época tendrían cierta validez escénica, en especial si se piensa en
representaciones familiares poco críticas o en actores que saben explotar los recursos
más favorables para atraerse la atención del público.
Pocas obras del XIX atraen hoy el interés de los lectores, por supuesto casi ninguna de los
espectadores, y también pocas soportan un análisis crítico exhaustivo sobre la calidad
literaria de las mismas. Pero sería un análisis injusto de un teatro pensado para la
diversión y no para entrar en la historia de la literatura. Sin embargo, estas obras
decimonónicas se encuadran perfectamente dentro del teatro para el que fueron escritas.
Y no se puede olvidar que nos encontramos ante un teatro tremendamente festivo donde
lo importante era la participación, la diversión, la fiesta teatral, y estas obras sacian todas
las expectativas que la sociedad ponía en ellas.
Tras haber visto la importancia y el papel jugado por los autores, los actores, los editores,
el público y la sala nos queda la sensación de que el teatro impregnaba toda una sociedad.
Pero dentro de la vida teatral del siglo XIX, hay al menos tres aspectos que necesitan una
breve nota por su evidente influencia: los empresarios, la censura teatral y los periódicos
especializados.
Ante la cantidad de teatros que existían en la época es lógico pensar que frente a cada
uno de ellos estaba un empresario. Evidentemente, no todos se limitaban a rentabilizar un
espectáculo, algunos de ellos marcaron un estilo en el teatro que dirigían. La competencia
entre los teatros era intensa y no sólo luchaban por conseguir los mejores actores o algún
estreno importante en el caso de los grandes teatros, sino que también intentaban traer la
clientela con otras argucias.
La censura conforme avanzaba el siglo fue cada vez siendo más liberal en lo referente al
teatro que se consideraba más como diversión que como vehículo de transmisión de
ideas, como se entiende de su omisión, o de su no mención explícita en las leyes de
imprentas que se promulgaron a lo largo del siglo XIX.