Inducción Miofascial. Técnicas Estructurales: Seminario Ii

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Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE

Universidad Autónoma de Madrid

INDUCCIÓN MIOFASCIAL. TÉCNICAS ESTRUCTURALES

SEMINARIO II

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Universidad Autónoma de Madrid

ƒ Material editado con fines didácticos.


ƒ Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial
por cualquier medio gráfico, audiovisual o electrónico, sin previa
autorización.
ƒ Derechos de los gráficos McGraw – Hill Interamericana.
ƒ El contenido es responsabilidad del autor.

Editado por: Escuela de Terapias Miofasciales “TUPIMEK”

Madrid-Caracas, Enero 2008


Sexta edición. Corregida y actualizada.
ISBN 980 - 071 - 742 - 0
ISBN 980 - 345 - 015 - 8
ISBN 980 - 345 - 026 - 3

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TRATAMIENTOS DE LA
REGIÓN DEL TÓRAX

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PATOMECÁNICA Y LAS CONSIDERACIONES MIOFASCIALES
RELACIONADAS A LAS RESTRICCIONES DEL SISTEMA FASCIAL
DEL TÓRAX

Las envolturas fasciales en la parte anterior del tórax, a nivel superficial, se


extienden como la continuación de la fascia superficial del cuello. Esta lámina fascial
se dirige hacia los músculos pectoral mayor, infraespinoso, redondo mayor, trapecio
y dorsal ancho. Por delante, se continúa hacia los músculos rectos del abdomen y,
lateralmente, a través de las conexiones con los músculos oblicuos mayores del
abdomen, se une con la gran aponeurosis dorsolumbar. Las conexiones de la fascia
pectoral con las extremidades superiores se realizan a través de las fascias axilar y
superficial del hombro.

En el plano intermedio se encuentra la fascia clavicopectoral, que se extiende desde


el borde inferior de la clavícula, continuándose sobre la parte anterior del esternón y
uniéndose lateralmente a la fascia del deltoides. Por delante, está firmemente
integrada con los músculos intercostales y las costillas.

La lámina profunda (la fascia endotorácica) forma una delicada lámina que rodea la
cara interna de las costillas, así como también los músculos intercostales internos.
Hacia abajo, se dirige al diafragma .

En la parte posterior encontramos la fascia superficial del dorso, que cubre los
músculos trapecio y dorsal ancho. En el plano intermedio y profundo se ubica la
fascia toracolumbar, que controla la musculatura profunda del dorso. Esta lámina
facial, tan importante para el funcionamiento de la columna vertebral y del tórax, se
divide en dos. La lámina superficial está ubicada por debajo de los músculos
trapecio, dorsal ancho y romboides; por arriba es la continuación de la fascia de la
nuca, y en la parte interna se integra a las apófisis espinosas de las vértebras
dorsales. Esta lámina continúa hacia abajo, insertándose también a las apófisis
espinosas de las vértebras lumbares y en los segmentos del sacro, llegando
lateralmente a los ángulos de las costillas y continuando hasta la cresta ilíaca.

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Esta distribución del sistema miofascial permite, de una manera muy completa,
integrar a la musculatura de la región de la caja torácica en el acto respiratorio. Hay
que subrayar que el control de la respiración se realiza también de una manera
involuntaria, por ejemplo, durante el sueño. Este control involuntario asegura la
supervivencia; y la calidad de esta respiración automática no depende de un
entrenamiento de la respiración voluntaria, sino de un libre y coordinado
funcionamiento del sistema miofascial de las estructuras implicadas.

El momento de nacer marca una transición al movimiento más importante en el ser


humano: la respiración. Probablemente, éste es el momento en que se determina el
patrón respiratorio por el resto de la vida. Por la posición fetal, las costillas
superiores tienen una posibilidad de movimiento muy limitada; la respiración es
principalmente diafragmática e implica a las últimas costillas. La primera respiración
al nacer debe iniciar la expulsión del líquido de los pulmones, por lo que es muy
probable que esta primera respiración y la posición en la que realiza sea la que
determine el patrón de la respiración posterior. También hay que recordar que el
patrón de la respiración puede verse alterado por diferentes traumatismos, tema
comentado en el capítulo dedicado a los traumatismos del sistema fascial.

Es interesante analizar las conexiones miofasciales y biomecánicas de la caja


torácica, destacando entre ellas las conexiones entre las costillas y las vértebras.
Hay que recordar que cada costilla se articula con dos cuerpos vertebrales
adyacentes. Durante el acto de inspiración, las costillas se elevan y, al realizarse
este movimiento, la cabeza de la costilla, actuando como una palanca, tiende a
separar entre sí los dos cuerpos vertebrales adyacentes implicados en el
movimiento. Este movimiento estimula el estiramiento vertical de la columna, lo que
permite una apertura del disco, que mejora la hidratación y nutrición del mismo. Para
que pueda producirse este fenómeno, debe existir una elevación suficiente de las
costillas. Desde el punto de vista de las restricciones del sistema miofascial, esta
actividad no la pueden realizar correctamente personas con una protrusión de la
cabeza y, el consiguiente incremento de la cifosis dorsal, resultado de las
restricciones miofasciales comentadas en el capítulo dedicado a la postura. También

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las restricciones de las extensiones profundas de la fascia en la región paravertebral
pueden impedir este movimiento. Esto se produce por la disminución del movimiento
de las costillas, que se elevan solamente al plano del cada vez más inclinado disco
intervertebral, así como también, por supuesto, por las restricciones de la fascia en
este nivel, que afectan principalmente los movimientos del diafragma. Como
consecuencia, no solo se ve afectada la respiración, pero también el funcionamiento
de todas las estructuras que atraviesan al diafragma, como, por ejemplo, la aorta, la
vena cava, el esófago, los canales linfáticos ó el nervio vago.

En la parte anterior del tórax se encuentra el esternón que es un hueso central, el


hueso de la unión. Su función se puede comparar con la del sacro en la pelvis o
con la del esfenoides en la cabeza. La relación mecánica entre el esternón y las
costillas se puede dividir en cuatro segmentos. El primer segmento comprende las
dos primeras costillas, unidas mecánicamente con las actividades de la columna
cervical a través del mecanismo controlado por los tres músculos escalenos,. La
importancia de los escalenos en el acto de la respiración se relaciona con una de
sus principales funciones, la elevación de las primeras dos costillas. El escaleno
anterior, por su ubicación e inserción en la primera costilla y por delante de sus dos
hermanos, contribuye, al estar restringido su sistema fascial, a la formación y
mantenimiento de la posición protruida de la cabeza, llevando hacia adelante las
vértebras cervicales inferiores. Frecuentemente se compara el comportamiento
mecánico del escaleno anterior con el del psoas en la región pélvica. Al seguir esta
observación, hay que subrayar que la hipertonía del escaleno anterior no solamente
puede, como ya se mencionó, llevar hacia adelante las vértebras cervicales
inferiores, si no también llevar hacia adelante la primera costilla. Cerrando el ángulo
entre la columna cervical y la caja torácica, se limita la movilidad de las primeras
costillas, dificultando su participación en el acto respiratorio. Las restricciones del
escaleno medio y el posterior influirán en las limitaciones del movimiento de la
inclinación lateral del cuello.

Las tres costillas siguientes (3,4 y la 5) están mecánicamente asociados al complejo


articular del hombro. El apoyo del sistema miofascial en esta región recae sobre los
dos pectorales: el mayor y el menor. Debe destacarse la importancia de las
conexiones de las fascias del pectoral menor con la cabeza corta del bíceps

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braquial. En el otro extremo, la conexión fascial se efectúa entre los pectorales y el


recto del abdomen extendiendo, de esta manera, la conexión mecánica desde el
hombro hasta la pelvis.

El funcionamiento de las costillas 6,7,8, y 9 está íntimamente unido con las acciones
de los músculos abdominales y, por su inserción en el extremo inferior del esternón y
considerando la gran capacidad de elasticidad del movimiento de la apófisis xifoides
del esternón, aseguran la respuesta de defensa si se producen los golpes
inesperados en esa zona. Las mencionadas costillas protegen también al hígado, el
estómago y el páncreas.

Las costillas flotantes (por lo general la 11 y la 12, pero también a veces la 10), son
las que gozan de una mayor libertad de los movimientos. Están unidas, a través del
sistema miofascial, a los músculos oblicuos del abdomen y a los cuadrados
lumbares.

Las conexiones miofasciales del tórax permiten integrar la caja torácica con la
pelvis, por un lado, y por el otro, con el diafragma. Bajo su protección se encuentran
los riñones y, parcialmente, los órganos de la región pelviana.

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PRINCIPALES HALLAZGOS CLÍNICOS

EVALUACIÓN ESTÁTICA DE LA POSTURA

APRECIACIÓN VISUAL

La observación debe incluir el análisis de:


ƒ asimetría muscular - puede crear el acortamiento de algunos
segmentos como el posicionamiento humeral, esternal, cefálico, etc.
ƒ asimetría fascial
ƒ hipertono muscular
ƒ presencia de palancas compensatorias

DETERMINACIÓN DEL PATRÓN POSTURAL

• Triangulo de la Talle
• Forma del tórax
• Posición de las manos en referencia a la cara anterior del muslo

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VISTA LATERAL

EVALUACIÓN DINÁMICA DE LA POSTURA

PRUEBAS FUNCIONALES GLOBALES

• AMPLITUD DE LOS MOVIMIENTOS ACTIVOS


amplitud de la flexión
amplitud de la extensión
amplitud y simetría de las inclinaciones laterales

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ƒ PRUEBA DEL PATRÓN CIFÓTICO

ƒ PRUEBA DE “LOMO DE GATO”

ƒ PRUEBA DE ADAMS

ƒ SLUMP TEST

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PRUEBAS FUNCIONALES ESPECÍFICAS

ƒ PRUEBA DEL PATRÓN RESPIRATORIO

ƒ PRUEBA DE LA EXPANSIÓN TORÁCICA

EVALUACIÓN A TRAVÉS DE LA PALPACIÓN

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TRATAMIENTOS DE LA REGIÓN DEL TÓRAX

TRATAMIENTO SUPERFICIAL - TÉCNICAS SUPERFICIALES

ƒ DESLIZAMIENTO EN FORMA DE “J”

ƒ DESLIZAMIENTO TRANSVERSO SOBRE LA MASA COMÚN


PARAVERTEBRAL

ƒ DESLIZAMIENTO LONGITUDINAL SOBRE LA MASA COMÚN


PARAVERTEBRAL

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• ELONGACIÓN DE LA FASCIA PARAVERTEBRAL

• ELONGACIÓN LONGITUDINAL EN LA POSICIÓN CUADRÚPEDA

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INTERCOSTALES Y DIAFRAGMA

Dolor referido (Travell): intercostales con dolor local. Diafragma con dolor referido
hacia el borde superior del hombro homolateral, cerca del ángulo del cuello, y hacia
el reborde costal.

Evaluación: observación del patrón respiratorio.

Relacionado con disnea o cualquier dificultad respiratoria. Patrones respiratorios


disfuncionales. Dolor torácico. Hipo. Relación con la hernia de hiato. Sus relaciones
anatómicas y funcionales lo involucran en todo el organismo.

• INDUCCIÓN DE LOS ESPACIOS INTERCOSTALES

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• DESLIZAMIENTO TRANSVERSO DEL DIAFRAGMA

• PLANO TRANSVERSO DIAFRAGMÁTICO

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TRATAMIENTOS PROFUNDOS

¾ PLANO TRANSVERSO NIVEL CLAVICULAR

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ƒ ALTERNATIVAS DE LA TÉCNICA DE MANOS CRUZADAS

1 – MANOS CRUZADAS LONGITUDINAL CENTRAL

2- MANOS CRUZADAS LONGITUDINAL UNILATERAL

3- MANOS CRUZADAS TRANSVERSALMENTE

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• ALTERNATIVAS EN LA APLICACIÓN DE LA TÉCNICA DE MANOS
CRUZADAS EN LA REGIÓN PECTORAL (ANTERIOR)

1- MANOS CRUZADAS TRANSVERSALMENTE

2- MANOS CRUZADAS LONGITUDINALMENTE

3- MANOS CRUZADAS OBLICUAMENTE

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL MÚSCULO PECTORAL MAYOR

Dolor referido (Travell-Simons): superficie del deltoides anterior. Parte anterior


torácica y cara interna del miembro superior. Zona de la mama.
Evaluación:
‐ Fuerza (Kendall et al.): En supino, con el hombro a 90º de abducción y
extensión de codo. Se resistirá la aducción horizontal con un contacto en el
antebrazo.
‐ Longitud (Kendall et al.): prueba en el suelo, sentado o en bipedestación
contra la pared, eliminar lordosis lumbar, evaluar fibras medias-superiores e
inferiores, con rotación externa.
Dificultad a la abducción, flexión y rotación externa. Relación con el patrón de
hombros redondeados y protrusión cefálica.

PRUEBA DE RETRACCIÓN DE LOS MÚSCULOS PECTORALES

• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL MÚSCULO PECTORAL MAYOR

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL MÚSCULO PECTORAL MENOR I Y II

Dolor referido (Travell-Simons): En la región deltoidea anterior. A lo largo del lado


interno del brazo y antebrazo hasta los tres últimos dedos
Evaluación:
‐ Fuerza( Kendall et al.): Con el paciente en supino se resistirá la protrusión del
hombro con un apoyo manual en la superficie anterior de este.
‐ Longitud (Kendall et al.): Tensión con anterioridad e inferioridad de la apófisis
coracoides, hombro más redondeado en supino.
Dificultad para alcanzar algo hacia detrás y a la altura del hombro. Relación con
atrapamiento neurovascular. Relación con el patrón de hombros redondeados y
protrusión cefálica. Dolor en elevación y abducción.

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TRATAMIENTOS DE LA
REGIÓN DEL COMPLEJO
ARTICULAR DEL HOMBRO

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COMPLEJO ARTICULAR DEL HOMBRO

El complejo articular del hombro forma una de las estructuras más lógicas y
biomecánicamente más completas del cuerpo humano, pero a la vez la más difícil
para evaluar y tratar. Esto se debe a la presencia de diferentes tipos de tejidos
blandos que rodean este complejo articular y dificultan al examinador lograr una
clara conclusión diagnóstica. En el proceso de evaluación la historia clínica no
aporta, por lo general, mayores ayudas, al menos que se observen marcados
cambios postraumáticos donde hay una asociación directa entre ellos y el dolor y/o
disfunción.

De igual manera la inervación de los distintos tejidos blandos periarticulares del


complejo articular del hombro se limitan a C5 y así el dolor se manifiesta sobre el
dermatoma correspondiente, es decir, por lo general, sobre la cara media del
deltoides, presentándose así evaluaciones confusas que llevan frecuentemente a un
diagnóstico muy generalizado o erróneo . En consecuencia se trata de cubrir
diferentes patologías, no diagnosticadas correctamente, con palabras universales
como, por ejemplo, ¨bursitis¨, ¨periartritis escapulohumeral¨, o ¨tendinitis del
manguito rotador¨.

Analizando la biomecánica funcional del hombro no podemos limitarnos a una sola


articulación, la glenohumeral (escapulohumeral). Se debe hablar de un complejo
articular que consta de cinco articulaciones funcionalmente unidas entre sí
(escapulohumeral, esternoclavicular, acromioclavicular, escapulotorácica y
subdeltoidea) y divididas en dos grupos funcionales. Desde el punto de vista de la
biomecánica humana este hecho involucra a una gran cantidad de tejidos
contráctiles e inertes. No es extraño pensar entonces que cualquier ineficacia de
uno de estos tejidos, influirá de una manera negativa en la coordinación y el eficaz
funcionamiento de todo el complejo en cuestión. Así, aparentemente pequeñas
lesiones pueden, acumuladas a lo largo de la vida de la persona, llevar a una
progresiva compensación de movimientos fisiológicos, hecho natural, en un proceso
de adaptación definido por la función. Este proceso de adaptación funcional tiene
aún más importancia si analizamos el sistema miofascial del complejo del hombro.

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Este sistema involucra también la región de la columna cervical uniendo


mecánicamente a estos dos grandes niveles funcionales.

El sistema fascial de la región del complejo articular del hombro se compone de las
envolturas musculares. Por delante se extiende la fascia clavicopectoral. El músculo
deltoides está envuelto en su propia fascia que posteriormente continua a las fascias
de la musculatura vecina por detrás a la fascia del infraespinoso, hacia arriba con la
fascia cervical, por delante a la fascia clavipectoral y abajo con la fascia braquial.
Los músculos infraespinoso, redondo menor y el redondo mayor continúan con sus
envolturas fasciales. La del redondo mayor es continua a la del dorsal ancho. En la
parte interna se extiende la fascia axilar como extensión de la fascia pectoral y del
dorsal ancho. Hacia abajo es continua a la fascia braquial.

El complejo articular del hombro asegura a la extremidad superior el goce de una


gran movilidad. Permite también realizar una de las conexiones más importantes del
cuerpo humano: la del tronco con la mano. Es curioso que la conexión de tanta
importancia se realiza, a nivel articular, a través de una sola y pequeña articulación,
la esternoclavicular. Esta sería la única estructura al eliminar el apoyo brindado por
los tejidos blandos en su función estabilizadora. Estos tejidos, controlados por el
equilibrio del sistema miofascial, están encargados de mantener el muy preciso
balance posicional de relación entre la extremidad superior, la caja torácica y la
columna cervical. En particular una correcta posición del omóplato y de la clavícula
se mantiene solamente a través del equilibrio miofascial de la musculatura profunda.
La conexión entre la clavícula y el tórax se realiza a través del músculo
esternocleidomastoideo, y la parte anterosuperior de los músculos trapecio y
subclavio.

No debemos pasar por alto a un músculo aparentemente insignificante, el


omohioideo que permite la conexión mecánica entre el hombro (a través de la
clavícula) con el hueso hioides. Es interesante observar la influencia de las
restricciones miofasciales de este músculo con las patologías relacionadas con las
disfunciones de la región cervical anterior.

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EVALUACIÓN

EVALUACIÓN ESTÁTICA DE LA POSTURA

APRECIACIÓN VISUAL

DETERMINACIÓN DEL PATRÓN POSTURAL

La observación debe incluir el análisis de:


ƒ asimetría fascial
ƒ hipertono muscular
ƒ presencia de palancas compensatorias

DESVIACIONES Y COMPENSACIONES POSTURALES

Hombros elevados, deprimidos o inclinados anteriormente.


Escápulas con rotación inferior, deprimidas, ascendidas, en aducción, en abducción,
en punta, alada, y en rotación superior.
Alineación humeral y olecranon. Humero anterior, superior, en abd, en rot int, ext.
Columna torácica, cifosis, escoliosis, plana.

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EVALUACIÓN DINÁMICA DE LA POSTURA

PRUEBAS FUNCIONALES GLOBALES

PRUEBAS FUNCIONALES ESPECÍFICAS

• DESCARTE DE LA RETRACCIÓN GLENOHUMERAL I

• DESCARTE DE LA RETRACCIÓN GLENOHUMERAL II

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• PRUEBA DE CONTROL ESCAPULAR
Evaluación del sinergismo entre trapecio superior y serrato mayor (Sahrmann)

• FLEXIÓN DE HOMBROS Y TRAPECIO SUPERIOR (Sahrmann)

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• PRUEBA DE ESCÁPULA ALADA (Kendall et al)


Recepción.

• POSICIÓN ESCAPULAR AL COMPLETAR LA FLEXIÓN DEL HOMBRO


(Sahrmann)

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• RETRACCIÓN DE PECTORALES

• PRUEBA DE KIBLER

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Un deslizamiento lateral excesivo y el desprendimiento del borde escapular interno


son señales de la ineficiencia de la musculatura estabilizadora del omóplato.

Una posición asimétrica indica la presencia de escoliosis torácica o de retracción


capsular glenohumeral.

El dolor o la imposibilidad de adoptar las posiciones 2 y 3 puede indicar lesión o


inflamación del manguito de los rotadores.

• PRUEBA FUNCIONAL DE ABDUCCIÓN DE HOMBRO (Janda)


Patrón de activación normal: Supraespinoso-deltoides, infraespinoso,
porción media e inferior del trapecio y cuadrado lumbar contralateral.

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• INDUCCIÓN DE LA FASCIA DEL MÚSCULO SUBESCAPULAR

Dolor referido (Travell-Simons): dolor referido tanto en reposo como con


movimiento (adbucción y rotación externa) en la cara posterior del hombro.
Espacios de Velpeau. Dorso de la muñeca y resto tipo muñequera.
Evaluación:
‐ Fuerza (Kendall et al.): En decúbito prono se sitúa el hombro con 90º de
abducción y codo fuera de la camilla colgando (90º de flexión). Se resistirá la
rotación interna.
Otra opción sería aplicar una resistencia suave a rotación interna del brazo en
abducción de 90º desde la posición de supino. No debe producirse el
movimiento escapular ni la alteración de la abducción.
No debe producirse el movimiento escapular ni alteración de la abducción.
‐ Longitud (Chaitow): En decúbito supino con el hombro a 90º de abducción y
con el codo a 90º de flexión se deja caer la extremidad hacia rotación externa
máxima.

Restricción de la ABD y la Rot ext. Dificultad den los movimientos tipo


lanzamiento. Pseudo “hombro congelado”.

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL ANGULAR DEL OMÓPLATO

Dolor referido(Travell-Simons): Base posterior del cuello y ángulo superointerno


de la escápula. Borde medial y zona posterior de la glenohumeral.
Evaluación:
‐ Fuerza (Daniels-Worthingham´s): En sedestación se resistirá la elevación de
los hombros hacia las orejas. También participan las fibras superiores del
trapecio.
‐ Longitud (Chaitow): En supino, se realizará un empuje del muñón homolateral
en sentido caudal para fijar el descenso escapular. Después se introduce de
manera pasiva una flexión con lateralización y rotación contralaterales a nivel
cervical.
Restricción de la rotación cervical homolateral y contralateral. Dolor en ambas
rotaciones. Hombro elevado y cabeza lateralizada ipsilateralmente. Asociación
con “cuello rígido”. Movimiento en bloque para mirar hacia atrás.

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL MÚSCULO INFRAESPINOSO

Dolor referido (Travell-Simons): Profundo, en la cara anterior del hombro y cara


lateral del brazo. También en borde interno escapular.
Evaluación:
‐ Fuerza (Kendall et al.): En decúbito prono se sitúa el hombro con 90º de
abducción y codo fuera de la camilla colgando (90º de flexión). Se resistirá la
rotación externa. También se puede ejecutar en posición sedente o
bipedestación.
‐ Longitud (Chaitow): Gesto mano-espalda. O en decúbito supino con el
hombro a 90º de abducción y con el codo a 90º de flexión se deja caer la
extremidad hacia rotación interna máxima.
Restricción de la rotación interna y la aducción del hombro, problemas para
abrocharse el sujetador (dificultad en el gesto mano espalda). Dolor al peinarse y
lavarse los dientes. Imposibilidad del reposo sobre el hombro afecto. Perdida del
ritmo escapulohumeral.

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL MÚSCULO SUPRAESPINOSO

Dolor referido (Travell-Simons): Profundo, en la región deltoidea media. En


ocasiones referido al epicóndilo lateral.
Evaluación:
‐ Fuerza (Kendall et al.): Sentado, con abducción de 90º de hombro se resistirá
la abducción con un contacto por encima del codo.
Test de supraespinoso: “Test del vaciado de la jarra” (Empty Can Test) (Itoi et
al.), con el pulgar hacia abajo.
Restricción y dolor a la abducción. Dificultad y dolor al intentar alcanzar a la
altura o por encima de la cabeza. Dolor nocturno y en reposo. Alteración del
manguito rotador.

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL DORSAL ANCHO

Dolor referido (Travell-Simons): En zona dorsal media junto al ángulo inferior de


la escápula. En ocasiones cara anterior del hombro e inferolateral del tronco por
encima de la cresta iliaca.
Evaluación:
‐ Fuerza (Daniels-Worthingham´s): Sentado con apoyo de ambas manos al
lado de las caderas. Se pedirá que empuje hacia abajo con las manos para
elevar las nalgas de la mesa.
‐ Longitud (Sahrmann): Paciente supino con las rodillas en flexión, columna
aplanada y el brazo en rotación externa. Debe producirse una elevación
completa del brazo sin incrementar la lordosis lumbar
Restricción de la elevación del brazo con rotación externa. Dolor escaso al
movimiento. Tendencia al descenso de la cintura escapular. Relación con el
hombro redondeado (rotación interna humeral) y la protusión cefálica así como
con disturbios del retorno linfático axilar.

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL BÍCEPS BRAQUIAL

Dolor referido (Travell-Simons): A lo largo de su masa y superficial en la cara


anterior del hombro.
Evaluación:
‐ Fuerza (Daniels-Worthingham´s): Sentado, se ejercerá resistencia a la flexión
de codo desde la supinación del antebrazo.
‐ Longitud (Travell-Simons): Test sentado con extensión de codo y pronación,
desde los con 45º de abducción se lleva a extensión de hombro. El acortamiento
modifica la extensión del codo.
Dificultad y dolor a la flexión y abducción por encima de 90º. Chasquidos o
crepitaciones al abducir el brazo.
Test del bíceps: Speed´s test (Bennett). Resistencia a la flexión del brazo con el
codo extendido y el antebrazo en supinación.

• DESLIZAMIENTO TRANSVERSO EN LA CORREDERA BICIPITAL

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• DESLIZAMIENTO TRANSVERSO PARA EL BÍCEPS BRAQUIAL

• INDUCCIÓN PROFUNDA DE LA FASCIA BICIPITAL

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• DESLIZAMIENTO TRANSVERSO SOBRE EL TENDÓN DEL TRÍCEPS
BRAQUIAL

Dolor referido (Travell-Simons): a lo largo de la superficie del tríceps y en la


región de los epicóndilos.
Evaluación:
‐ Fuerza (Daniels-Worthingham´s): el paciente en prono, con el hombro en
abducción de 90º y el antebrazo flexionado y colgando verticalmente. Se
pedirá extensión de codo y se resistirá en la superficie dorsal de la muñeca.
La maniobra se puede también realizar en supino y en sedentación.
‐ Longitud (Travell-Simons): en bipedestación al elevar los brazos el paciente
presentará dificultad para pegarlo a la oreja manteniendo el codo estirado.
Tendencia a mantener el codo ligeramente flexionado. Codo de tenista, codo de
golfista. Bursitis olecraniana.

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• INDUCCIÓN DEL SERRATO ANTERIOR

Evaluación: PRUEBA DE ESCÁPULA ALADA (Kendall et al)


Recepción.

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• INDUCCIÓN MIOFASCIAL DEL TRIÁNGULO ESCAPULAR

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• INDUCCIÓN TELESCÓPICA DE LA EXTREMIDAD SUPERIOR

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CONTRAINDICACIONES

Contraindicaciones absolutas:
• Aneurismas.
• Fracturas de los huesos y las lesiones agudas del tejido blando (se debe
esperar de 3 semanas hasta 3 meses hasta que se produzca una completa
cicatrización).
• Heridas abiertas.
• Pacientes con terapia con corticosteroides (esperar hasta 2-3 meses).
• Estados febriles.
• Pacientes hemofílicos.
• Tumores malignos.
• Leucemia.
• Pacientes con cáncer del sistema linfático (enfermedad de Hodking).
• Estados inflamatorios del tejido blando en etapa aguda.
• Enfermedades infecciosas.
• Osteoporosis (en etapa avanzada).
• Deficiencias circulatorias agudas (ej. síndrome vertebrobasilar).
• Terapia anticoagulante.
• Diabetes avanzada.
• Hemofilia.
• Flebitis avanzada.
• Osteomielitis.
• Hematomas (no se debe aplicar el tratamiento sobre hematomas).
• Hipersensibilidad de la piel.
• Falta de aceptación de las técnicas por parte del paciente.

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Contraindicaciones relativas:

• Arteriosclerosis avanzada.
• Enfermedades autoinmunes:
− Lupus (en la etapa aguda)
− Artritis reumatoide aguda
− Esclerodermia (en la fase inflamatoria)
• Espondiloartrosis anquilosante (en la etapa aguda).
• Pacientes con enfermedades maniaco depresivas.
• Parálisis cerebral (en estados muy severos).
• Trombosis.
• Epilepsia (evitar hiperventilación).
• Pacientes sometidos a cirugía plástica (se debe esperar hasta 6 semanas).
• Dolor de cabeza y jaquecas no diagnosticadas.
• Pacientes con extremadamente alta tensión.
• Avanzada inestabilidad de la columna vertebral.
• Condiciones ginecológicas especiales:
− DIU
− menstruaciones fuertes
− embarazo (no aplicar técnica durante los primeros 3 meses y evitar
aplicación de técnicas sobre el vientre materno durante el resto del
embarazo
• No se recomienda la aplicación de las técnicas en los deportistas de alta
competencia dos a tres días antes de las mismas.

Nota: Las aplicaciones prácticas de los seminarios del I y II nivel, están diseñadas
para los tratamientos de las lesiones del aparato locomotor relacionadas con las
disfunciones miofasciales de origen ortopédico, reumatológico y post-traumático. No
se recomienda a la persona sin el debido entrenamiento, la aplicación de estas
técnicas en otro tipo de patologías.

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BIBLIOGRAFÍA

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