Perspectivas Del Desarrollo Humano
Perspectivas Del Desarrollo Humano
Perspectivas Del Desarrollo Humano
MÓDULO 1
Unidad 1
1
Revista Latinoamericana de Desarrollo Humano. PNUD Chile.
http://www.revistadesarrollohumano.org/biblioteca.asp#all
expresa en el debilitamiento de las organizaciones sociales y las pocas que
existen, no logran la cohesión ni la representatividad necesaria para incidir en las
políticas de estado. Según Güell, nos encontramos en una “impotencia social”,
pues las sociedades se perciben a sí mismas como carentes e incapaces de incidir
sobre el entorno social, generando una detracción defensiva hacia los dos únicos
ámbitos donde las personas sienten que pueden actuar: en sí mismos y en la
familia.
Por su parte Norbert Lechner (1997) nombra la situación política actual como un
desencanto, no tanto porque no se cumplieron las promesas democráticas de
soberanía popular, de autonomía y protagonismo del ciudadano, sino por sobre
todo, porque se han desmoronado las representaciones simbólicas que
sustentaban la democracia. Para él, vivimos actualmente en un desfase entre los
mapas con que trabaja la política y la realidad social, entre la idea que nos
hacemos de la política y las constricciones en que ésta se desenvuelve. Como una
alternativa que surge desde América Latina para consolidar las nuevas
democracias, se proponen un redimensionamiento que ofrezca una visión más
simple del mundo abarcando una realidad global en relación con lo local; la
reestructuración de la simbolización para devolverle a la democracia la densidad
necesaria para darle un nuevo sentido simbólico como orden colectivo; la
posibilidad de ser capaces de soñar en un futuro jerarquizando las urgencias del
presente y sobre todo poder construir democracias que encaucen los desafíos
emocionales de la vida social.
Una distinción importante que nos aporta esta perspectiva es la diferencia entre
necesidades y satisfactores. Lo que hemos entendido por necesidades: servicios
de salud, educación, recreación, alimentación etc. en realidad son satisfactores o
bienes económicos que disponemos para satisfacer nuestras verdaderas
necesidades como personas. Para desarrollarnos plenamente, los seres humanos
debemos tener las condiciones necesarias para satisfacer nuestras necesidades
axiológicas (las que valoramos como indispensables) para tener una óptima
calidad de vida: de subsistencia, de protección, de afecto, de entendimiento, de
participación, de ocio, de creación, de identidad y de libertad. Pero también
tenemos unas necesidades existenciales: en el ser, tener, hacer y estar.
Para B. van Steenbergen (1994) citado en Ramirez “El ciudadano ideal es el que
interviene en la vida pública y está dispuesto a someter su interés privado al interés
general de la sociedad”. El ciudadano/a es aquella persona que deja el dominio
privado para ejercer la libertad política con sus semejantes, y junto con ellos, ayuda
a construir un gobierno que represente realmente los intereses colectivos; no es
aquél que se limita a ejercer su ciudadanía por medio del voto o quien se abstiene
de hacerlo. En términos arendtianos el ciudadano/a debe ser un co-dirigente de la
ciudad, es quien actúa en lo público para transformar la realidad, de esta manera
se hace libre, pues para ella, ser “libre y actuar es una y la misma cosa. Para ser
realmente libre se requiere el coraje de “tomar la decisión de hablar y de actuar,
de insertarse en el mundo y comenzar una historia propia” (Arendt, 1983).
Hanna Arendt nos propone tres maneras de ser ciudadanos/as que pueden
servirnos para salir de la perplejidad y la impotencia social que denuncia Güell:
Podemos actuar como héroes ejerciendo con valor nuestra condición de
ciudadanos, pues en política lo que se juega no es la vida propia sino las
exigencias de libertad del mundo. También podemos ser como el paria consciente:
aquella persona que se siente diferente y lo asume aunque esto le implique ser
excluido socialmente, pero actúa en la esfera pública reivindicando y re-conociendo
su diferencia. De esta manera saca a la luz su identidad individual y hace que sea
reconocida políticamente, con lo cual abre un camino para los otros excluidos. El
ciudadano paria se convierte entonces en un rebelde que se resiste a la
uniformidad y a la homogeneidad, condiciones propias de los totalitarismos que
niegan la pluralidad. Otra forma de ser ciudadanos/as es actuar como
espectadores reflexivos, cultivando nuestra capacidad de juicio frente a lo que
acontece en la ciudad, en el país y en el mundo. No se trata solo de especular y
opinar sobre algo, sino de actuar con palabra posibilitando un sentido desde lo
común que nos convoca.
Una tercera perspectiva son las capacidades, entendidas como las habilidades que
podemos desarrollar para alcanzar condiciones de vida digna para todos y todas.
Estas capacidades se fundan en el ser y en el hacer y nos remiten a la propuesta
de Amartya Sen de lograr un desarrollo como libertad. Para el premio nobel en
economía, el verdadero desarrollo debería ser un proceso de “expansión de las
libertades reales de que disfrutan los individuos (Sen, 2000). Sen también
reconoce que los factores económicos inciden en las libertades, pero sus
investigaciones le llevaron a concluir que el crecimiento económico de un país no
es garantía del ejercicio pleno de las libertades individuales; pues las libertades
también dependen de las instituciones sociales y económicas, de los derechos
políticos y humanos.
Para Sen existen cinco tipos de libertades: las políticas, los servicios económicos,
la libertad de oportunidades sociales, las garantías de transparencia y la seguridad
protectora. Cada uno de ellos contribuye a mejorar “las capacidades de los
individuos para ayudarse así mismos y para influir en el mundo”, es decir, para
desarrollar su capacidad de agencia.
Por eso no basta el otorgamiento de derechos, es indispensable que todos
contemos con las condiciones que configurarán nuestra libertad para actuar y
decidir, para acceder a muchas oportunidades para llevar a cabo nuestro proyecto
de vida, dentro de una gama amplia de proyectos de vida que la sociedad puede
ofrecernos. Esta es la libertad de agencia, que solo es posible si la sociedad nos
proporciona las condiciones, es decir las Titularidades para desarrollar las
capacidades de todos los individuos, no de algunos.
Como hemos visto, todo modelo de desarrollo se hace pensando en los grupos
humanos en general, en relación consigo mismos y con el medio pero en últimas,
cualquier ofrecimiento de desarrollo humano se concreta en los sujetos particulares
quienes finalmente podrán realizar sus proyectos de vida, solo si tienen la
posibilidad de potenciar sus capacidades.
Ningún ser humano llega a serlo si no hace parte de un grupo que lo acoge
afectivamente y lo vincula a su comunidad. Eses grupo en cualquier cultura es la
familia que se convierte en el primer espacio de socialización, entendida ésta
como la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo de una
sociedad o en un sector de ese mundo Berger y Luckman (1986). Esta inducción
remite a preparación, enseñanza, incitación, demostración, de un modo de pensar,
sentir y actuar que un individuo le transmite a otro para ingresarlo en la cultura.
Dimensión ético-moral:
Ética y moral son las dimensiones regulativas de lo humano. La ética provee los
principios reguladores de la vida con otros/as y consigo mismo; la moral alude al
sistema normativo que posibilita a la persona superar la inmediatez en la
satisfacción de sus necesidades particulares. Es un saber que guía la acción en la
vida cotidiana.
La posibilidad que tenemos los seres humanos de tener conciencia del “sí mismo”
y del “otro” nos permite tener conciencia de formas relacionales que van más allá
de la emotividad (Quintero 2009). Existen tres componentes de la moral que nos
ayudan a comprender cómo vivimos, estos son los sentimientos, el pensamiento y
la acción moral.
Por su parte Seyla Benhabib (2006) analizando la política desde la ética, hace una
crítica a la tradición conceptual del desarrollo moral, pues siempre ha sido
analizado desde el punto de vista del otro generalizado. Esta perspectiva nos exige
ver a los otros como seres racionales a los que les corresponden los mismos
derechos y deberes que quisiéramos atribuirnos a nosotros mismos, pero al asumir
este punto de vista, nos abstraemos de la individualidad y la identidad concreta del
otro. Desde esta perspectiva moral lo que constituye la dignidad no es lo que nos
diferencia al uno del otro, sino más bien lo que como agentes hablantes y
actuantes racionales, tenemos en común. El punto de vista generalizado se plantea
como máximo desarrollo moral unas relaciones gobernadas por la igualdad y la
reciprocidad formal; la búsqueda de la autonomía e independencia individual y la
manifestación de lo ético en el espacio público. Las categorías morales que rigen
esta perspectiva son la justicia, la obligación y los derechos. Y los sentimientos
morales que prevalecen son el respeto, el deber, el valor y la dignidad.
Pero existe otra perspectiva del desarrollo moral que ha estado en la sombra
porque ha sido una construcción femenina, y sabemos que históricamente las
mujeres hemos actuado en lo privado del hogar, en lo doméstico, a través de la
crianza donde se establecen los vínculos afectivos y cuidando siempre de los otros
con la labor de nuestros manos. Esta experiencia nos vislumbra otro punto de vista
moral, el del otro concreto en el cual las relaciones están reguladas por la equidad
y reciprocidad complementaria (a cada quien lo que necesita), las normas que
rigen no son exclusivamente privadas (institucionales), si no que se establecen a
partir del vinculo amoroso, en la amistad y en el cuidado. Las categorías morales
que prevalecen son la responsabilidad, el vínculo y el deseo de compartir; y los
sentimientos morales que rigen las acciones son el amor, el cuidado, la simpatía y
la solidaridad.
Dimensión política
Como podemos ver, lo político es una dimensión del desarrollo humano en tanto no
es privilegio de un agente político, si no que nos concierne a todos en la medida
que compartimos unos intereses comunes. “Más allá de la alteridad o el
pluralismo de las democracias representativas, la pluralidad implica un espacio de
visibilidad en que hombres y mujeres puedan ser vistos y oídos y revelar mediante
la palabra y la acción realmente quiénes son” (Arendt, 1959)
Dimensión lingüístico-comunicativa
Pero aunque tengamos una lengua común o una representación del mundo
compartida en sociedad, siempre existe la posibilidad de no entendernos, puesto
que la significación es subjetiva e intersubjetiva. Por eso necesitamos dialogar, en
términos de tratar sobre algo con otro-s. Para Gadamer (1977), lo que distingue
todo dialogo no es principalmente el afán por parte de alguno de los interlocutores
de demostrar la veracidad de sus opiniones cuando la disposición de los hablantes
de poner al servicio del tema de conversación sus concepto y parecer arriesgando
su pretensión de validez
Desde un sentido político, Arendt nos propone diferenciar Labor, trabajo y acción
pues son categorías que dan cuenta de la relación del ser humano con el mundo.
La labor de nuestro cuerpo son aquellas actividades que reproducen y garantizan
la vida biológica individual, corresponden a los ciclos repetitivos de vida porque
apenas se hacen, se terminan, por lo tanto producen incomodidad y fatiga. Lo
producido en la labor no son cosas tangibles y su única gratificación es la
satisfacción inmediata del cumplimiento de la labor. Es invisible y por lo tanto
fuertemente apolítico.
El trabajo es el que hacemos con “nuestras manos” y el que nos ha servido para
fabricar cosas que constituyen el mundo en que vivimos (objetos hechos para ser
usados y gastados pero que adquieren una significación en la medida de su uso).
El uso de las cosas nos da identidad y adquieren una significación simbólica. Esos
objetos son tangibles y nos dan la estabilidad que necesitamos para estar en el
mundo.
Desde una visión sociológica, Bauman (2000) nos invita pensar cuál es la ética que
nos rige, si la ética del trabajo que se instauró en la modernidad o la estética del
consumo que vivimos en la postmodernidad. Con la industrialización, pasamos de
ser artesanos a obreros. Hacer parte de la fábrica exigía que los obreros se
habituaran a trabajar sin pensar, al tiempo que se los privaba del orgullo del trabajo
bien hecho y se les obligaba a cumplir tareas cuyo sentido se les escapaba. Este
tipo de trabajo exige control y subordinación; obedecer sin pensar, rutinas y
horarios establecidos, un ritmo impersonal, inhumano y mecánico y el trabajo es
concebido como sometimiento de la naturaleza. La sociedad industrial impuso el
empleo universal “Dar trabajo y trabajar” fueron las consignas para garantizar el
desarrollo y quien estaba sin in trabajo, es decir, desocupado es considerado
anormal.
El compromiso entre las personas y la relación con los objetos, solo dura mientras
se satisface el deseo; se incentiva en las nuevas generaciones la búsqueda de
satisfacción inmediata, no mantener la atención por mucho tiempo, ser
impacientes, impetuosos y fáciles de entusiasmar. Esta ética tiene unas premisas
explicitas que han permeado las relaciones entre las personas: Nada es gratis por
lo tanto todo se paga con dinero. Dar solo para recibir. Conseguir lo necesario para
vivir y ser feliz a cualquier precio y hacer algo considerado valioso y digno de
pago, que en términos de la ética del trabajo, sería tener un empleo, pero en la
ética del consumo se convierte en hacer cualquier cosa, así lesione la dignidad
propia y ajena para tener cosas, que son las que dan el estatus y la dignidad
anhelada en la postmodernidad neoliberal. Igualmente el descanso solo se concibe
cuando se tiene la seguridad económica, por lo tanto el descanso solo se hace
para reponer las fuerzas para seguir trabajando. “Hoy, los empleos permanentes,
seguros y garantizados son la excepción… los nuevos puestos de trabajo suelen
ser contratos temporarios… o en horarios de tiempo parcial y se suelen combinar
con otras ocupaciones” (Zygmunt Bauman, 2000)
Dimensión Lúdico-estética
La lúdica es el espíritu juguetón que nos ronda y se nos cuela por la piel cuando
así lo permitimos. Digamos que la risa, el gusto y las ganas de vivir, son la
sensación más cercana a la felicidad cuando estamos en una actividad que nos
genera placer. Sabemos que de la tristeza se aprende, pero la alegría es la
posibilidad que tenemos de armar los retazos de la existencia para mostrar que
somos creadores y creativos aún en las adversidades.
Solo las culturas que han tenido como esencia las expresiones culturales y
artísticas; las que han dedicado tiempo pensar-se; que valoran la actividad
contemplativa como parte de la transformación humana, han logrado permanecer
en el tiempo. El ocio y la recreación como parte de la dimensión lúdica de una
vivencia del desarrollo humano integral, son entendidos hoy, como una necesidad
fundamental que enriquece la vida y la hace más completa y satisfactoria.
Actividades como el juego, las artes, la recreación dirigida o libre hacen parte de la
cultura y pueden ser asumidas como ocio (productivo o no) como una forma de ser
y vivir, no solo para producir bienes materiales, sino para el crecimiento espiritual y
estético de una colectividad.
Estas eran las preguntas que se hacían los griegos para resolver la pregunta por lo
humano. A las prácticas que respondían estas preguntas las llamaban eplimeleia y
las concebían como una preocupación por sí mismo y por los otros, como una
búsqueda del conocimiento de sí, como una observación de sí, como un gobierno
de sí para ser capaces de gobernar a otros.
En este sentido, vale la pena proponer unas nociones sobre el desarrollo humano
que avancen en la síntesis propuesta. Desde nuestra perspectiva, el desarrollo
humano, puede entenderse como el proceso de constitución del sujeto individual y
colectivo; un sujeto histórico, cultural y socialmente posicionado.
2
Luna Carmona, Maria Teresa. Perspectivas del Desarrollo Humano. Cinde 2007
3
Heller, Agnes. Historia y vida cotidiana. Barcelona: Grijalbo, 1.985, p 39
significaciones colectivas, en las que el individuo participa en sus interacciones
cotidianas, se habrá de configurar el sentido de la práctica vital y la consciencia de sí
y del mundo; es decir, se constituye el sujeto.
El estudio del desarrollo humano es una tarea interdisciplinar que debe asumirse
multidisciplinarmente. La unidisciplinariedad no ha logrado resolver los problemas
que la constitución del sujeto plantea; si bien desde esta perspectiva se han
alcanzado conocimientos importantes, todos ellos resultan fragmentarios y
fraccionantes de lo humano. Una perspectiva integradora del desarrollo humano,
como la que se ha tratado de insinuar, requiere del concurso de todas las
disciplinas científicas que aspiran a aportar al proyecto humano, y de todos los
sectores de la vida de una nación.
Estas perspectivas y maneras de entender lo humano, nos muestran que el
desarrollo es un asunto que va mucho más allá de la satisfacción de necesidades
básicas de sobrevivencia o de cumplimiento de metas para la disminución de la
pobreza extrema. Tampoco es posible pensar modelos de desarrollo humano que
no estén en armonía con la naturaleza, en los cuales la gestión de la producción y
el consumo estén regulados por una ética del cuidado de si, de los otros y del
mundo que habitamos. Pero tampoco podemos creer ingenuamente que sea
suficiente pensar con amplitud lo humano si no participamos activamente
(políticamente) en el diseño y ejecución de esos proyectos, y si no garantizamos
que quienes tienen en sus manos el manejo de los recursos económicos que
hacen viables los programas y proyectos, los administren adecuadamente.
Este seminario puede ser el contexto para esta reflexión, o tal vez sea un punto de
partida, lo importante es no olvidar la afirmación de Rosenberg (1.994) en cuanto a
que "el punto clave del concepto de desarrollo humano es que el ser humano es y
debe ser el centro y el foco del esfuerzo de desarrollo"5. En este sentido,
conceptualizar el desarrollo humano, implica pensar al ser en su totalidad y en toda
su potencialidad.
Para terminar o mejor para abrir esta conversación que nos convoca sobre el
desarrollo humano, quiero invitarles a continuar a pesar de los miedos, porque la
búsqueda permanente de sentido y el rescate de la alegría aún en medio del dolor,
son alternativas más vitales en esta guerra contra la muerte. Con humor, con
creatividad, con una gran capacidad de reflexión y autocrítica y sobre todo con la
esperanza de que los sueños se pueden hacer realidad, podemos recuperar el
valor y promover directa e indirectamente el desarrollo en su esencia humana.
4
Bruner, Jerome. Acción Pensamiento y Lenguaje. Compilación de Jose luis Linaza. Madrid: Alianza Editorial, 1.984, p 31
5
Rosenberg, Hernán. El índice de desarrollo humano. En: Boletín de la oficina sanitaria panamericana. O.P.S. Vol 117, Nº 2, Agosto 1.994, p 175
hemos tenido. Estas experiencias novedosas también dicen quiénes somos. Si las
visibilizamos también harán parte de la historia, y si logramos que se generalicen,
hablarán de nosotros como una comunidad que no sólo se destruye sino que se
renueva así misma y, por qué no, puede ser un ejemplo para otras.
Referencias Bibliográficas
http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric00a04.htm
Luna, M.T. La constitución del sujeto: muchos rostros y una sola imagen frente al
espejo. En: Memorias Simposio Infancia y Desarrollo. Fundación para el Desarrollo
Integral del Niño y la Familia. Manizales, 1.998.
Maier, H. Tres teorías sobre el Desarrollo del Niño. Buenos Aires. Paidós, 1958.
Max-Neef, M. y cols. Desarrollo a Escala Humana una opción para el futuro.
CEPAUR-Fundación Dag Hammarskjöld. Chile. 1.986.
Ministerio de Salud de Colombia. Escala Abreviada del Desarrollo. Santa Fé de
Bogotá. 1992.
Ministerio de Salud de Colombia. Escala Abreviada del Desarrollo: Manual de
Instrucciones. Santa Fe de Bogotá, 1991.
Papalia, D., Olds, S. Desarrollo Humano. México. Editorial McGraw-Hill, Cuarta
edición, 1993.
Pedraza, Z. (2006). El trabajo infantil en clave colonial: Consideraciones histórico-
antropológicas. Colombia, Nómadas, ISSN: 0121-7550, 2006 vol. 26 fasc. pp. 80 –
90.
Ortíz, Nelson. Los derechos de la niñez. Una visión integral en procesos de
atención. Fundación Antonio Restrepo Barco. Santafé de Bogotá. 1.997.
Piaget, J. Seis Estudios de Psicología. Ed. Seix Barral. Novena Edición. México,
1977.
Piaget, J. Inhelder, B. Psicología del niño. Ediciones Morata S.A., 1968
Posada, A., Gómez J.F., Ramírez, H. El Niño Sano. Medellín, Universidad de
Antioquia, 1997.
Sandoval, C. Luna, M.T, y Roldán, O. Bases conceptuales de una educación
orientada al desarrollo humano. CINDE. Módulo 1 Desarrollo Humano. Serie
Postgrados. Sabaneta, 1.997.
Sarmiento, M.I. Estimulación Temprana. Bogotá, Universidad Santo Tomás. 1986.
Sattler, J. La Evaluación infantil. Editorial Manual Moderno. México, 1996
Vasta, R., Haith, M., Miller, S. Psicología Infantil. Editorial Ariel Barcelona, 1996
Zazzo, R. Avances y Novedades en la Psicología Infantil. Mexico. Fondo de
Cultura Económica. 1989.
EL DESARROLLO COMO LIBERTAD
EFICACIA E INTERCONEXIONES
La libertad es fundamental para el proceso de desarrollo por dos razones distintas:
En primer lugar, en las visiones más estrictas del desarrollo en las que se
identifica éste con el crecimiento del PNB o con la industrialización, a menudo se
pregunta si algunas libertades políticas o sociales, como la libertad de participación
y disensión políticas o la oportunidad de recibir una educación básica, "contribuyen
o no al desarrollo”. Desde la perspectiva más básica del desarrollo como libertad,
esta manera de plantear la pregunta tiende a pasar por alto una importante
cuestión: estas libertades fundamentales (es decir, la libertad de participación
política o la oportunidad de recibir una educación o una asistencia sanitaria
básicas) se encuentran entre los componentes constitutivos del desarrollo. Su
importancia para el desarrollo no tiene que demostrarse por medio de su
contribución directa al crecimiento del PNB o al fomento de la industrialización. De
hecho, resulta que estas libertades y derechos también contribuyen muy
eficazmente al progreso económico; esta conexión también será objeto de una
gran atención en el presente libro. Pero aunque la relación causal es realmente
significativa, la reafirmación de las libertades y los derechos por parte de esta
conexión causal se suma al papel directamente constitutivo de estas libertades en
el desarrollo.
El tercer ejemplo está relacionado con el papel que desempeñan los mercados
dentro del proceso de desarrollo. La capacidad del mecanismo del mercado para
contribuir a conseguir un elevado crecimiento económico y el progreso económico
general se ha reconocido ampliamente —y con razón— en la literatura
contemporánea sobre el desarrollo. Pero sería un error entender el papel del
mecanismo del mercado sólo como algo derivado. Como señaló Adam Smith, la
libertad para realizar intercambios y transacciones constituye en sí misma una
parte de las libertades básicas que los individuos tienen razones para valorar.
Estar genéricamente en contra de los mercados sería casi tan raro como
estar genéricamente en contra de las conversaciones entre los individuos (aun
cuando algunas sean detestables y causen problemas a otros o incluso a los
mismos que conversan). La libertad para in tercambiar palabras, bienes o regalos
no necesita una justificación defensiva basada en sus efectos favorables, aunque
distantes; forma parte del modo en que los seres humanos viven en sociedad y se
interrelacionan (a menos que se les impida por ley o por decreto). La contribución
del mecanismo del mercado al crecimiento económico es importante, por supuesto,
pero sólo una vez que se reconoce la importancia directa de la libertad para
intercambiar palabras, bienes o regalos.
ORGANIZACIONES Y VALORES
Podríamos poner otros muchos ejemplos para mostrar cuán importante es concebir
el desarrollo como un proceso integrado de expansión de libertades fundamentales
relacionadas entre sí. Ésta es la concepción que se presenta, se examina y se
utiliza en este libro para investigar el proceso de desarrollo en términos globales
que integra las consideraciones económicas, las sociales y las políticas. Este tipo
de enfoque amplio permite apreciar simultáneamente el vital papel que
desempeñan en el proceso de desarrollo muchas y diferentes instituciones, entre
las cuales se encuentran los mercados y las organizaciones relacionadas con ellos,
los gobiernos y las autoridades locales, los partidos políticos y otras instituciones
ciudadanas, los sistemas de educación y las oportunidades de diálogo y debate
públicos (incluido el papel de todos los medios de comunicación).
Este tipo de enfoque también nos permite reconocer el papel de los valores
sociales y de las costumbres vigentes, que pueden influir en las libertades de que
disfrutan los individuos y que tienen razones para valorar. Las normas compartidas
pueden influir en algunos aspectos sociales como la equidad de los sexos, los tipos
de cuidado de los hijos, el tamaño de la familia y las pautas de fecundidad, el
tratamiento del medio ambiente y muchas otras instituciones y resulta dos. Los
valores y las costumbres sociales vigentes también afectan a la presencia o a la
ausencia de corrupción y al papel que desempeña la confianza en las relaciones
económicas, sociales o políticas. En el ejercicio de la libertad influyen los valores,
pero en los valores influyen, a su vez, los debates públicos y las interrelaciones
sociales, en los cuales influyen las libertades de participación. Cada una de estas
conexiones merece un minucioso análisis.
En esta concepción del “desarrollo como libertad”, las libertades instru- mentales
están relacionadas entre sí y con los fines de la mejora de la libertad del hombre en
general.
Aunque el análisis del desarrollo debe ocuparse, por una parte, de los objetivos y
las aspiraciones por las que estas libertades instrumentales son importantes,
también debe prestar atención a las relaciones empíricas que ligan estos distintos
tipos de libertad, reforzando su importancia conjunta. De hecho, estas conexiones
son fundamentales para comprender mejor el papel instrumental de la libertad.
OBSERVACIONES FINALES
Las libertades no sólo son el fin principal del desarrollo, sino que se encuentran,
además, entre sus principales medios. Además de reconocer la importancia
fundamental de la libertad en la realización de evaluaciones también tenemos que
comprender la notable relación empírica que existe entre los diferentes tipos de
libertades. Las libertades políticas (en forma de libertad de expresión y elecciones
libres) contribuyen a fomentar la seguridad económica. Las oportunidades sociales
(en forma de servicios educativos y sanitarios) facilitan la participación económica.
Los servicios económicos (en forma de oportunidades para participar en el
comercio y la producción) pueden contribuir a generar riqueza personal general,
así como recursos públicos para financiar servicios sociales. Los diferentes tipos
de li- bertades pueden reforzarse mutuamente.
CAPÍTULO 1
La perspectiva de la libertad
No es raro que las parejas se planteen la posibilidad de ganar más, pero existe una
conversación sobre este tema que data del siglo VIII a. J.C. aproximadamente y
que tiene especial interés. Tal como se cuenta esa conversación en el texto
sánscrito Brihadaranyaka Upanishad, una mujer llamada Maitreyee y su esposo,
Yajnavalkya, pasan sin dilación a discutir una cuestión más importante que la de la
forma de ser más ricos y los medios para conseguirlo: ¿cuánto les ayudaría la
riqueza a conseguir lo que quieren? 6 Maitreyee se pregunta si podría lograr la
inmortalidad si fuera suya “toda la tierra, llena de riqueza”. “No —responde
Yajnavalkya—, tu vida será como la de los ricos. Pero en modo alguno esperes
conseguir la inmortalidad por medio de la riqueza:” Maitreyee dice entonces:
“¿Para qué me sirve una cosa con la que no voy a volverme inmortal?”
La pregunta retórica de Maitreyee se ha citado una y otra vez en la filosofía
religiosa india para ilustrar tanto la naturaleza de las dificultades del hombre como
las limitaciones del mundo material. Somos muy escépticos respecto al uso de la
mundana frustración de Maitreyee para suscitar cuestiones espirituales, pero hay
otro aspecto de esta conversación que tiene un interés bastante inmediato para la
economía y para la comprensión de la naturaleza del desarrollo. Se refiere a la
relación entre la renta y los logros, entre los bienes y las capacidades, entre
nuestra riqueza económica nuestra capacidad para vivir como querríamos. Aunque
existe una relación entre la opulencia y los logros, ésta puede o no ser muy
estrecha y puede muy bien depender extraordinariamente de otras circunstancias.
La cuestión no es la capacidad para vivir eternamente a la que se refería Maitreyee
—bendita sea—, sino la capacidad para vivir en realidad mucho (sin morir en la flor
de la vida) y para vivir bien mientras se esté vivo (y no para vivir una vida de
miseria y de privación de libertad), cosas a las que casi todos nosotros
concederíamos mucho valor y desearíamos tener fervientemente. La diferencia
entre las dos perspectivas (es decir, entre la concentración de la atención
exclusivamente en la riqueza económica y la concentración más general en la vida
que podemos llevar) es una importante cuestión en la conceptualización del
desarrollo. Como señaló Aristóteles al comienzo de Ética a Nicómaco (que
recuerda mucho a la conversación que mantuvieron Maitreyee y Yajnavalkya a
cinco mil kilómetros de distancia), “la riqueza no es, desde luego, el bien que
buscamos, pues no es más que un instrumento para conseguir algún otro fin”.
La utilidad de la riqueza reside en las cosas que nos permite hacer, es decir,
en las libertades fundamentales que nos ayuda a conseguir. Pero esta relación no
es ni exclusiva (ya que existen otros factores, además de la riqueza, que influyen
de forma significativa en nuestra vida) ni uniforme (ya que la influencia de la
riqueza en nuestra vida varía con otras influencias). Tan importante es reconocer el
papel fundamental que desempeña la riqueza en la determinación de las
condiciones de vida y de la calidad de vida como comprender el carácter limitado y
eventual de esta relación. Una concepción satisfactoria del desarrollo debe ir
mucho más allá de la acumulación de riqueza y del crecimiento del producto
nacional bruto y de otras variables relacionadas con la renta. Sin olvidar la
importancia del cre- cimiento económico, debemos ir mucho más allá.
Es necesario examinar e investigar los fines y los medios del desarrollo para
comprender mejor el proceso de desarrollo; sencillamente, no es suficiente fijarse
como objetivo básico la maximización de la renta o de la riqueza, que, como señaló
Aristóteles, “no es más que un instrumento para conseguir otro fin”. Por esa misma
razón, no es sensato concebir el crecimiento económico como un fin en sí mismo.
El desarrollo tiene que ocuparse más de mejorar la vida que llevamos y las
libertades de que disfrutamos. La expansión de las libertades que tenemos
razones para valorar no sólo enriquece nuestra vida y la libera de restricciones,
sino que también nos permite ser personas sociales más plenas, que ejercen su
propia voluntad e interactúan con —e influyen en— el mundo en el que viven. En el
capítulo 3 proponemos y analizamos más este enfoque general y lo evaluamos en
comparación con otros enfoques que reclaman nuestra atención.
En todo el mundo hay muchas personas que sufren muchos tipos de privación de
libertad. En algunas regiones continúa habiendo hambrunas que niegan a millones
de personas la libertad básica, de sobrevivir. Incluso en los países que ya no son
devastados esporádicamente por hambrunas, la desnutrición puede afectar a un
gran número de vulnerables seres humanos. Además, un elevado número de
personas apenas tiene acceso a la asistencia sanitaria, a un sistema de
saneamiento o a agua limpia y se pasa la vida luchando contra la innecesaria
morbilidad, sucumbiendo a menudo a una muerte prematura. En los países más
ricos, hay con demasiada frecuencia personas profundamente desfavorecidas, que
carecen de la oportunidad básica de recibir asistencia sanitaria o una educación
funcional o de conseguir un empleo remunerado o seguridad económica y social.
Incluso dentro de los países muy ricos, a veces la longevidad de algunos grandes
grupos no es mayor que la de muchas economías más pobres del llamado Tercer
Mundo. Además, la desigualdad entre las mujeres y los hombres aflige a millones
de mujeres —y a veces termina de manera prematura con su vida— y limita
gravemente de diferentes formas las libertades fundamentales de que disfrutan.
Pasando a otros tipos de privación de libertad, en algunos países hay un gran
número de personas a las que se les niegan por sistema la libertad política y los
derechos humanos básicos. A veces se dice que la denegación de estos derechos
ayuda a estimular el crecimiento económico y es “buena” para acelerar el desarrollo
económico. Algunos han abogado incluso por un endurecimiento de los sistemas
políticos —con la denegación de derechos humanos y políticos básicos— porque ello
tiene supuestamente la ventaja de fomentar el desarrollo económico. Esta tesis
(llamada frecuentemente “la tesis de Lee”, atribuida de alguna forma a Lee Kuan
Yew, antiguo primer ministro de Singapur) a veces se respalda con datos empíricos
bastante rudimentarios. En realidad, algunas comparaciones internacionales más
generales no han confirmado esta tesis, y apenas existen pruebas de que una política
autoritaria contribuya en realidad al crecimiento económico. De hecho, la evidencia
empírica parece indicar claramente que el crecimiento económico se favorece más
con un clima económico más positivo que con un sistema político más duro. Esta
cuestión se examinará en el capítulo 6.
PROCESOS Y OPORTUNIDADES
El análisis anterior debería haber dejado claro que la concepción de la libertad que
adoptamos aquí entraña tanto los procesos que hacen posible la libertad de acción
y de decisión como las oportunidades reales que tienen los individuos, dadas sus
circunstancias personales y sociales. La falta de libertad puede deberse a procesos
inadecuados (como la violación de los derechos de voto o de otros derechos
políticos o humanos) o a las insuficientes oportunidades que tienen algunas
personas para conseguir lo que mínimamente les gustaría conseguir (incluida la
falta de oportunidades tan elementales como la capacidad para escapar de una
muerte prematura, de la morbilidad evitable o de la inanición involuntaria).
Existen dos razones distintas por las que tiene una importancia fundamental
la libertad individual en el concepto de desarrollo, relacionadas, respectivamente,
con la evaluación y con la eficacia. En primer lugar, en el enfoque normativo que
adoptamos aquí, consideramos que las libertades individuales fundamentales son
esenciales. El éxito de una sociedad ha de evaluarse, desde este punto de vista,
principalmente en función de las libertades fundamentales de que disfrutan sus
miembros. Esta postura se diferencia del énfasis en la información de los enfoques
normativos más tradicionales, que centran la atención en otras variables, como la
utilidad, los procedimientos para alcanzar la libertad o la renta real.
Tener más libertad para hacer las cosas que tenemos razones para valorar,
1) es importante por derecho propio para la libertad total de la persona y 2) es
importante para aumentar las oportunidades de la persona para obtener resultados
valiosos. Ambas cosas son importantes para evaluar la libertad de los miembros de
la sociedad y, por lo tanto, fundamentales para evaluar el desarrollo de la sociedad.
Las razones para adoptar este enfoque normativo (y, en particular, para ver la
justicia desde el punto de vista de las libertades individuales y de las variables
sociales correlacionadas con ella) se examinan más extensamente en el capítulo 3.
La segunda razón para considerar tan esenciales las libertades
fundamentales se halla en que la libertad no sólo es la base de la eva- luación del
éxito y del fracaso sino también un importante determinante de la iniciativa
individual y de la eficacia social. El aumento de la libertad mejora la capacidad de
los individuos para ayudarse a sí mismos, así como para influir en el mundo, y
estos temas son fundamentales para el proceso de desarrollo. La cuestión que nos
interesa aquí está relacionada con lo que podríamos llamar (a riesgo de simplificar
excesivamente) el “aspecto de agencia” del individuo.
POBREZA Y DESIGUALDAD
RENTA Y MORTALIDAD
También merece la pena señalar que dentro del grupo de los afroa-
mericanos que viven en Estados Unidos existe una gran diversidad. De hecho, si
observamos la población masculina negra de algunas ciudades de Estados Unidos
(como Nueva York, San Francisco, San Luis o Washington, D.C.), veremos que es
superada en lo que a supervivencia se refiere por la de China o Kerala a edades
mucho más tempranas.7 También es superada por la población de muchos otros
países del Tercer Mundo; por ejemplo, en Bangla Desh los hombres tienen más
probabilidades de vivir más de cuarenta años que los afroamericanos del distrito de
Harlem situado en la próspera ciudad de Nueva York. Y todo esto a pesar de que
los afroamericanos que viven en Estados Unidos son mucho más ricos que las
personas de los grupos del Tercer Mundo con las que estamos comparándolos.
7
LIBERTAD, CAPACIDAD Y CALIDAD DE VIDA
Por ejemplo, aunque William Petty fue el primero que utilizó tanto “el método
de la renta” como “el método del gasto” para estimar la renta nacional (los métodos
modernos de estimación se derivan directamente de estos primeros intentos), se
interesó de manera explícita por “la seguridad común” y por la “felicidad particular
de cada hombre”. El objetivo declarado de Petty para realizar su estudio estaba
relacionado directamente con la evaluación de las condiciones de vida de los
individuos. Consiguió conjugar la investigación científica con una significativa dosis
de política del siglo XVII (“de mostrar” que “los súbditos del rey no se encuentran
en tan mala si- tuación como querrían hacernos creer los descontentos”). La in
fluencia del consumo de bienes en las diversas funciones vitales también fue
objeto de la atención de otros autores. Por ejemplo, Joseph-Louis Lagrange, el
gran matemático, fue especialmente innovador al convertir los bienes en sus
características relacionadas con sus funciones: las cantidades de trigo y de otros
cereales en su equivalente nutritivo, las cantidades de carne en su conjunto en
unidades equivalentes de carne de vacuno (en función de sus cualidades
nutritivas) y las cantidades de bebidas en su conjunto en unidades de vino
(recuérdese que Lagrange era francés). Al centrar la atención en las funciones
resultantes y no sólo en los bienes, reclamamos parte de la vieja herencia de la
economía profesional.
MERCADOS Y LIBERTADES
El papel del mecanismo del mercado es otro tema en el que reclamamos parte de
la vieja herencia. La relación del mecanismo del mercado con la libertad y, por lo
tanto, con el desarrollo económico plantea, al menos, cuestiones de dos tipos muy
distintos, que es necesario distinguir claramente. En primer lugar, la denegación de
la oportunidad de realizar transacciones, por medio de controles arbitrarios, puede
ser en sí misma una fuente de falta de libertad. En ese caso, se priva a los
individuos de hacer algo que puede considerarse que —en ausencia de razones de
peso en contra— tienen derecho a hacer. Esta cuestión no depende de la
eficiencia del mecanismo del mercado ni de un análisis general de las
consecuencias de tener o no un sistema de mercado; depende simplemente de la
importancia de la libertad para realizar intercambios y transacciones sin
impedimentos ni obstáculos.
Estos dos argumentos a favor del mecanismo del mercado, im- portantes
ambos desde la perspectiva de las libertades fundamentales, deben distinguirse.
En la literatura económica moderna, es el segundo argumento —basado en el
funcionamiento eficaz del mecanismo del mercado y en sus favorables
resultados— el que es objeto casi exclusivo de atención. Se trata, desde luego, de
un argumento de peso, en general, y existen abundantes pruebas empíricas de
que el sistema de mercado puede ser un motor de rápido crecimiento económico y
de mejora del nivel de vida. Las medidas que restringen las oportunidades de
mercado pueden limitar la expansión de las libertades fundamentales que se
conseguirían por medio del sistema de mercado, principalmente por medio de la
prosperidad económica general. Eso no quiere decir que los mercados no sean a
veces contraproducentes (como señaló el propio Adam Smith al defender, en
particular, la necesidad de controlar el mercado financiero). Existen serios
argumentos a favor de la regulación en algunos casos. Pero en la actualidad se
reconocen, en general, los efectos positivos del sistema de mercado mucho más
que hace unas cuantas décadas.
Esta cuestión quizá parezca algo esotérica en el contexto del de- sarrollo
económico, dada la prioridad que tiende a conceder la literatura sobre el desarrollo
a la generación de elevadas rentas, de una cesta mayor de bienes de consumo y
de otros resultados finales. Pero dista de ser esotérica. Uno de los mayores
cambios del proceso de desarrollo de muchas economías es la sustitución del
trabajo en condiciones de servidumbre y del trabajo forzado, característicos en
parte de muchas agriculturas tradicionales, por un sistema de libertad de contrato y
de desplazamiento físico. Una perspectiva del desarrollo basada en la libertad
recoge este punto inmediatamente de una forma que no puede un sistema de
evaluación que sólo se fije en los resultados finales.
Esta cuestión puede ilustrarse con los debates sobre la naturaleza del trabajo
esclavo existente en el sur de Estados Unidos antes de su abolición. El estudio
clásico de Robert Fogel y Stanley Engerman sobre este tema (Time on the Cross:
The Economía of American Negro Slavery) contiene una notable observación sobre
las “rentas pecuniarias” relativamente altas de los esclavos (las controversias sobre
algunas cuestiones que se analizan en este libro no minaron de manera seria esta
observación). Las cestas de bienes de consumo de los esclavos eran mejores —
desde luego, no eran peores— que las rentas de los trabajadores agrícolas libres.
Y la esperanza de vida de los esclavos tampoco era, en términos relativos,
especialmente baja: “casi idéntica a la esperanza de vida de algunos países tan
avanzados como Francia y Países Bajos” y “mucho mayor [que] la esperanza de
vida [de] los obreros industriales urbanos tanto de Estados Unidos como de
Europa”. Y sin embargo, los esclavos se escapaban, y había excelentes razones
para suponer que el sistema de esclavitud no servía bien a sus intereses. De
hecho, ni siquiera prosperaron los intentos, tras la abolición de la esclavitud, de
conseguir el retorno de los esclavos para obligarlos a trabajar como esclavos
(especialmente en “cuadrillas”), pero a cambio de elevados salarios.
Marx distingue entre (por utilizar el término que emplea Jon Elster) la libertad
formal del trabajador en el capitalismo y la falta de libertad real de los
trabajadores en los sistemas precapitalistas: “la libertad de los trabajadores para
cambiar de empresa los hace libres en un sentido que no se observa en los
modos de producción anteriores”. El estudio del desarrollo del trabajo asalariado
en la agricultura también es importante desde otra perspectiva. La extensión de
la libertad de los trabajadores en una sociedad para vender su fuerza de trabajo
constituye una mejora de su libertad positiva, lo cual es, a su vez, un importante
indicador de lo que progresa esa sociedad.
Algunos de los debates sobre el terrible problema del trabajo infantil también
están relacionados con esta cuestión de la libertad de elección. La peor violación
de las normas contra el trabajo infantil normalmente es la esclavitud casi total de
los hijos de las familias des favorecidas y el hecho de que sean obligados a realizar
labores en condiciones de explotación (en lugar de ser libres y posiblemente de ir,
a la escuela). Esta cuestión directa de la libertad constituye, una parte integral de
este controvertido tema.
Volvamos ahora a la evaluación. Dado que nuestras libertades son di- versas, es
posible realizar una valoración explícita para determinar la importancia relativa de
los diferentes tipos de libertades en la evaluación de las ventajas individuales y del
progreso social. Todos esos enfoques (incluidos el utilitarismo, el pensamiento
libertario y otros, que se analizarán en el capítulo 3) entrañan, por supuesto,
valoraciones, aunque a menudo se hagan de forma implícita. Los que prefieren un
índice mecánico y no tener que indicar explícitamente los valores que utilizan y las
razones por las que los utilizan tienen tendencia a quejarse de que el enfoque
tasado en la libertad obliga a hacer valoraciones explícitas. Son muchas las
ocasiones en las que se ha manifestado ese tipo de quejas. Pero creemos que esa
obligación constituye un importante activo en un ejercicio de evaluación, sobre todo
para que pueda ser sometido a la crítica y el escrutinio públicos. De hecho, uno de
los argumentos más convincentes a favor de la libertad política es precisamente la
oportunidad que brinda a los ciudadanos de discutir y. debatir —y de participar en
la selección de— los valores utilizados para elegir las prioridades (esta cuestión se
analiza en los capítulos 6 a 11).
OBSERVACIONES FINALES
Segunda Parte
MAX — NEEF, Manfred et. al. Desarrollo y Necesidades. Segunda Parte: En:
Desarrollo a Escala Humana. Development Dialogue; Número especial 1986.
Suecia: Fundación Dag Hammrkskjold. pp. 22 — 51
II Reflexiones para una nueva perspectiva
Tal como una piedra tiene atributos distintos para un geólogo que para un
arquitecto, las necesidades humanas adquieren visos distintos en el ámbito de
la psicología clínica que en el ámbito del desarrollo. Ello no implica, empero,
sugerir la construcción de nuevos reduccionismos. Los ámbitos y los atri- butos
están imbricados en ambos casos. De lo que se trata es de una cuestión de
forma y de énfasis; es decir, de enfoque.
La necesaria transdiciplinariedad
Los aportes que siguen apuntan a ese propósito. Es decir, hacer entendible y
operativa una teoría de las necesidades humanas para el desarrollo. El esfuerzo
no puede sustentarse, sin embargo, en ninguna disciplina particular, por que la
nueva realidad y los nuevos desafíos obligan ineludiblemente a una
transdisciplinariedad.
La evidencia central es que las nuevas calamidades sociales se nos revelan, cada
día más, ya no como problemas específicos, sino como problemáticas complejas
que no pueden seguir atacándose satisfactoriamente mediante la aplicación
exclusiva de políticas convencionales, inspiradas por disciplinas reduccionistas.
Aceptar este postulado —ya sea por opciones étícas, racionales o intuitivas— nos
conduce a formulamos la siguiente pregunta fundamental: “ puede establecerse
que un determinado proceso de desarrollo es mejor que otro?”. Dentro del
paradigma tradicional, se tienen indicadores tales como el Producto Geográfico
Bruto, el cual es, de alguna manera y caricaturizado un poco, un indicador del
crecimiento cuantitativo de los objetos. Necesitamos ahora un indicador del
crecimiento cualitativo de las personas. ¿Cuál podría ser?
“La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de
satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales”. Surge la
tercera pregunta: “ son esas necesidades fundamentales? y/o ¿quién decide
cuáles son?”. Antes de responder a esta pregunta, deben hacerse algunas
disquisiciones.
Necesidades y satisfactores
Cabe agregar que cada necesidad puede satisfacerse a niveles diferentes y con
distintas intensidades. Más aún, se satisfacen en tres contextos: a) en relación con
uno mismo (Eigenwelt); b) en relación con el grupo social (Mitwelt); y c) en relación
con el medio ambiente (Umwelt). La calidad e intensidad tanto de los niveles como
de los contextos dependerá de tiempo, lugar y circunstancia.
La pobreza y las pobrezas
El sistema propuesto permite la reinterpretación del concepto de pobreza. El
concepto tradicional es limitado y restringido, puesto que se refiere exclusivamente
a la situación de aquellas personas que pueden clasificarse por debajo de un
determinado umbral de ingreso. La noción es estrictamente economicista.
Pero las pobrezas no son sólo pobrezas. Son mucho más que eso. Cada pobreza
genera patologías, toda vez que rebasa límites críticos de intensidad y duración.
Esta es una observación medular que conviene ilustrar.
Economía y patologías
Desempleo
Es sabido que un individuo que sufre una prolongada cesantía cae en una especie
de “montaña rusa” emocional, la cual comprende, por lo menos, cuatro etapas: a)
shock, b) optimismo, c) pesimismo, d) fatalismo. La última etapa representa la
transición de la inactividad a la frustración y de allí a un estado final de apatía
donde la persona alcanza su más bajo nivel de autoestima.
Aun cuando son procesos económicos los que generan el desempleo, una vez
que éste rebasa magnitudes críticas tanto en cantidad como en duración, no hay
tratamiento económico alguno que sea capaz de resolver la problemática en que
el problema original se ha transformado. Como problemática pertenece a
una transdisciplina que aún no se ha comprendido ni organizado. Esto último, en
términos de un programa para el futuro, representa el primer desafío. En lo que se
refiere a tendencias, estas patologías colectivas aumentarán.
Deuda externa
La deuda externa del Tercer Mundo también será responsable de otro tipo de
patologías colectivas. Con el fin de mantener al sistema bancario internacional
robusto y sano, una gran cantidad de países y sus poblaciones tendrán que
someterse a costa de quedar debilitados y enfermos.
* Aún cuando el valor relativo del dólar y las tasas de interés evolucionen
favorablemente para los países deudores, como ha estado ocurriendo durante
1986, la carga total seguirá siendo tan grande que las observaciones que
hacemos no quedan invalidadas.
Hiperinflación
La experiencia latinoamericana demuestra que la hiperinflación también trasciende
la esfera económica y condiciona el conjunto de la vida social. Durante los últimos
años, países como Brasil, Argentina, Bolivia y Perú han sido psicosocialmente
devastados por una moneda en la que sus usuarios confían cada vez menos. Más
allá de las consecuencias económicas de devaluaciones diarias (especulación
financiera, disminución crónica de inversiones productivas, deterioro sistemático
de salarios reales) la inflación sostenida, a tasas anuales de tres y hasta cuatro
dígitos, erosiona la confianza de un pueblo, crea falsas expectativas que luego
frustra violentamente, y despierta una profunda incertidumbre respecto del futuro.
El temor por la “salud” de la moneda irradia sentimientos colectivos de creciente
pesimismo respecto del país, del Estado y del futuro de cada persona. El agudo
deterioro de la confianza conlleva inseguridad y escepticismo generalizados,
fenómenos difíciles de revertir, y con los cuales es aún más difícil construir
alternativas capaces de superar esa misma crisis inflacionaria.
Política y patologías
Las persecuciones, producto de intolerancias políticas, religiosas y de otros tipos,
son tan antiguas como la humanidad, Sin embargo, nuestro “logro” más novedoso
es la tendencia de los principales liderazgos políticos actuales, de orientar sus
acciones de acuerdo a generalizaciones tan increíblemente esquizofrénicas
acerca del ‘‘enemigo’’ que nos están conduciendo directamente hacia el omnicidio;
es decir, hacia la posible matanza de todos nosotros.
El miedo
Dicha esquizofrenia política no se encuentra sólo a nivel de confrontaciones
globales entre los grandes poderes: también se dan casos similares en muchos
niveles nacionales. Todos son responsables de la generación de diversas
patologías colectivas del miedo.
Los eufemismos
Los discursos del poder están llenos de eufemismos. Las palabras ya no se
ajustan a los hechos. A lo que debiéramos llamar ANIQUILADORES, lo llamamos
armas nucleares, como si se tratara simplemente de versiones más poderosas de
las armas convencionales. Llamamos “mundo libre” a un mundo lleno de ejemplos
de las más obscenas inequidades y violaciones de los derechos humanos. En
nombre del Pueblo se instituyen sistemas donde el pueblo simplemente debe
acatar, de manera obediente, los dictámenes de un Estado Todopoderoso.
Marchas pacíficas de protesta son severamente castigadas y los que en ellas
participan son detenidos y condenados por “atentar contra el Orden Público y
subvertirlo”. Sin embargo, y al mismo tiempo, las variadas formas de terrorismo de
Estado se aplican en nombre de las leyes y el orden. Podrían llenarse muchas
páginas con ejemplos. El caso es que las personas dejan de comprender y, por lo
tanto, se transforman en cínicas, o bien en masas perplejas, alienadas e
impotentes frente a la realidad.
Resumen
Lo que se ha sugerido en esta reflexión es que: a) cualquier necesidad humana
fundamental no satisfecha de manera adecuada produce una patología; b) hasta
el momento, se han desarrollado tratamientos para combatir patologías
individuales o de pequeños grupos; c) hoy en día, nos vemos enfrentados a una
cantidad de patologías colectivas que aumentan de manera alarmante, para las
cuales los tratamientos aplicados han resultado ineficaces; d) para una mejor
comprensión de estas patologías colectivas es preciso establecer las necesarias
transdisciplinariedades.
Sugerencias
Una línea de investigación fecunda en relación a las tendencias animadas por las
estructuras existentes, es el estudio de problemáticas a fin de estimular enfoques
y perspectivas transdisciplinarias. La creciente complejidad de nuestras
sociedades requiere de aproximaciones más amplias que las meramente
disciplinarias. De ello derivan exigencias metodológicas y epistemológicas que
será necesario identificar y responder.
III Fundamentación
Necesidades humanas: carencia y potencialidad
Concebir las necesidades tan sólo como carencia implica restringir su espectro a
lo puramente fisiológico, que es precisamente el ámbito en que una necesidad
asume con mayor fuerza y claridad la sensación de “falta de algo”. Sin embargo,
en la medida en que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las
personas, son también potencialidad y, más aún, pueden llegar a ser recursos. La
necesidad de participar es potencial de participación, tal como la necesidad de
afecto es potencial de afecto.
Acceder al ser humano a través de las necesidades permite tender el puente entre
una antropología filosófica y una opción política y de políticas; tal parecía ser la
voluntad que animó los esfuerzos intelectuales tanto de Karl Marx como de
Abraham Maslow. Comprender las necesidades como carencia y potencia, y
comprender al ser humano en función de ellas así entendidas, previene contra
toda reducción del ser humano a la categoría de existencia cerrada.
Son los satisfactores los que definen la modalidad dominante que una cultura o
una sociedad imprimen a las necesidades. Los satisfactores no son los bienes
económicos disponibles sino que están referidos a todo aquello que, por
representar formas de ser, tener, hacer y estar, contribuye a la realiza ción de
necesidades humanas. (Ver capítulo 4, pag. 41). Pueden incluir, entre otras,
formas de organización, estructuras políticas, prácticas sociales, condiciones
subjetivas, valores y normas, espacios, contextos, comportamientos y actitudes;
todas en una tensión permanente entre consolidación y cambio.
Para una teoría crítica de la sociedad no basta especificar cuáles son los
satisfactores y bienes económicos dominantes al interior de ella, sino presentar los
además como productos históricamente constituidos y, por lo tanto susceptibles de
ser modificados. Por consiguiente es necesario rastrear el proceso de creación,
mediación y condicionamiento entre necesidades, satisfactores y bienes
económicos.
La reivindicación de Lo subjetivo
Parece legitimo, entonces, suponer que las necesidades humanas cambian con la
aceleración que corresponde a la evolución de la especie humana. Es decir, a un
ritmo sumamente lento. Por estar imbricadas a la evolución de la especie, son
también universales. Tienen una trayectoria única.
Los satisfactores tienen una doble trayectoria. Por una parte se modifican al ritmo
de la historia y, por la otra, se diversifican de acuerdo a las culturas y las
circunstancias, es decir, de acuerdo al ritmo de las distintas historias.
Tal como ya quedó dicho, lo que precisamos es una teoría de las necesidades
para el desarrollo. Eso nos plantea la exigencia de construir una taxonomía
humana de necesidades humanas que nos sirva como instrumento de política y de
acción.
Necesidades
según
categorías Ser Tener Hacer
Necesidades Estar
según
categorías
axiológicas
1/ 2/ 3/ 4/
Salud física, salud Alimentación Alimentar, Entorno vital,
Subsistencia mental, equilibrio, abrigo. trabajo procrear, entorno social
solidaridad, descansar,
humor, trabajar
adaptabilidad
5/ 6/ 7/ 8/
Cuidado, sistemas de Cooperar, Contorno vital,
Protección adaptabilidad, seguros, prevenir contorno social,
autonomía, ahorro. seguridad planificar, cuidar, morada
equilibrio. social, sistemas de curar, defender
solidaridad salud,
legislaciones,
derechos, familia,
trabajo
9/ 10/ 11/ 12/
Autoestima, Amistades, Hacer el amor, Privacidad.
Afecto solidaridad, parejas, acariciar, intimidad,
respeto, familia, animales expresar hogar, espacios
tolerancia, domésticos, plan emociones, de
generosidad, tas, compartir, cuidar, encuentro
receptividad, jardines cultivar, apreciar
pasión, voluntad,
sensualidad,
humor
Entendimiento 13/ 14/ 15/ 16/
Conciencia critica, Literatura, Investigar, Ámbitos de
receptividad. maestros, estudiar, interacción
curiosidad, método. Políticas experimentar, normativa:
asombro, educacionales, educar, escuelas,
disciplina, políticas analizar, meditar, universidades,
intuición, comunicacionales interpretar academias,
racionalidad agrupaciones,
comunidades,
familia
Participación 17/ 18/ 19/ 20/
Adaptabilidad, Derechos, Afiliarse. Ámbitos de
receptividad, responsabilidades, cooperar, interacción
solidaridad, obligaciones. proponer, participativa:
disposición, atribuciones, compartir, partidos,
convicción. trabajo discrepar. acatar, asociaciones,
entrega, respeto, dialogar. acordar, iglesias,
pasión, humor opinar comunidades,
vecindarios,
familias
Ocio 21/ 22/ 23/ 24/
Curiosidad, Juegos, Divagar, Privacidad,
receptividad, espectáculos, abstraerse, intimidad,
imaginación, fiestas, calma soñar, añorar, espacios de
despreocupación, fantasear, encuentro,
humor, evocar, relajarse, tiempo libre,
tranquilidad, divertirse, jugar ambientes,
sensualidad paisajes
25/ 26/ 27/ 28/
Pasión, voluntad, Habilidades, Trabajar, Ámbitos de
intuición, destrezas, inventar, producción y
imaginación, método, construir, idear, retroalimentación:
audacia, trabajo componer. talleres, ateneos,
Creación
racionalidad, diseñar, agrupaciones,
autonomía, interpretar audiencias,
inventiva, espacios de
curiosidad expresión,
libertad temporal
Identidad 29/ 30/ 31/ 32/
Pertenencia, Símbolos, Comprometerse, Socio-ritmos,
cohe- lenguajes, integrarse, en tornos de la
rencia, hábitos, controlarse, cotidianeidad,
diferenciación, costumbres, definirse, ámbitos de
autoestima, grupos de conocerse, pertenencia,
asertividad referencia, reconocerse, etapas
sexualidad, actualizarse, madurativas
valores, crecer
normas, roles,
memoria
histórica, trabajo
Libertad 33/ 34/ 35/ 36/
autonomía, Igualdad de Discrepar, optar, Plasticidad
autoestima, derechos diferenciarse, espacio-temporal
voluntad, pasión, arriesgar,
asertividad, conocerse,
apertura, asumirse,
determinación, desobedecer,
audacia, rebeldía, meditar
tolerancia
Destructores
3. Doctrina de Protección
Seguridad Nacional
Subsistencia, Identidad, Afecto,
Entendimiento, Participación, Libertad.
Cuadro 3 Pseudo-Satisfactores
Pseudo-satisfactores
Inhibidores
Los satisfactores inhibidores son aquellos que por el modo en que satisfacen
(generalmente sobresatisfacen) una necesidad determinada, dificultan seriamente
la posibilidad de satisfacer otras necesidades. Su atributo es que, salvo
excepciones, se hallan ritualizados, en el sentido de que suelen emanar de hábitos
arraigados. (Cuadro 4.)
Satisfactores singulares
Los satisfactores singulares son aquellos que apuntan a la satisfacción de una
sola necesidad, siendo neutros respecto de la satisfacción de otras necesidades,
Son característicos de los planes y programas de desarrollo, cooperación y
asistencia. Su principal atributo es el de ser institucionalizados, ya que tanto en la
organización del Estado como en la organización civil, su generación suele estar
vinculada a instituciones, sean estas Ministerios, otras reparticiones públicas, o
empresas de diverso tipo. (Cuadro 5.)
Cuadro 5 Satisfactores singulares*
Satisfactores sinérgicos
Los satisfactores sinérgicos* son aquellos que, por la forma en que satisfacen una
necesidad determinada, estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de
otras necesidades. Su principal atributo es el de ser contrahegemónicos en el
sentido de que revierten racionalidades dominantes tales como las de
competencia y coacción. (Cuadro 6.)
* Los satisfactores sinérgicos son aquellos que, por la forma en que satisfacen una necesidad determinada,
estimulan y contribuyen a la satisfacción simultánea de otras necesidades.
El hecho de que varios de los satisfactores que se dan de ejemplo en los cuales
no aparezcan en la matriz, se debe a que los de los cuadros tienen un mayor nivel
de especificidad. La matriz, recuérdese, es sólo ilustrativa y no normativa.
Aplicaciones de la matriz
El resultado del ejercicio permitirá al grupo tomar conciencia de sus caren- cias y
potencialidades más profundas Una vez visualizada la situación actual, pueden
repetir el ejercicio en términos propositivos. Es decir, en términos de qué
satisfactores serian necesarios para la más adecuada satisfacción de las
necesidades fundamentales del grupo. En la medida en que los satisfactores se
vayan identificando con crecientes niveles de especificidad, deberán
posteriormente ser analizados críticamente por el grupo en cuanto a sus
características y atributos, para establecer si son —o deben ser— generados
exógenamente o si pueden ser generados por la propia comunidad. Tal análisis
revelará la capacidad potencial de autodependencia que puede lograrse en ese
espacio local. El mismo análisis, al examinar las características de los
satisfactores propuestos, permitirá al grupo evaluar sus efectos positivos si son
singulares o sinérgicos, y sus efectos negativos si son violadores, inhibidores o
pseudo-satisfactores.
De La eficiencia a la sinergia
Cabe preguntarse hasta qué punto esos intentos de emulación tienen senti- do. En
primer lugar, no existen evidencias de que en aquellos países las personas vivan
sus necesidades de manera integrada. En segundo lugar, en los países ricos, la
abundancia de recursos y de bienes económicos no ha llegado a ser condición
suficiente para resolver el problema de la alienación.
ambicioso: crear las condiciones necesarias para reproducir en todo el mundo los
rasgos característicos de las sociedades avanzadas de la época: altos niveles de
industrialización y urbanización, tecnificación de la agricultura, rápido crecimiento
de la producción material y los niveles de vida, y adopción generalizada de la
educación y los valores culturales modernos. En concepto de Trumao, el capital, la
ciencia y la tecnología eran los principales componentes que harían posible tal
revolución masiva. S6lo así el sueño americano de paz y abundancia podría
extenderse a todos los pueblos del planeta.
Este sueño no era creación exclusiva de los Estados Unidos, sino resultado
de la coyuntura histórica específica de finales de la Segunda Guerra Mundial. En
pocos años, recibió el respaldo universal de los poderosos. Sin embargo, no se
consideraba como un proceso fácil. Uno de los documentos más influyentes de la
época, preparado por un grupo de expertos congregados por Naciones Unidas con
el objeto de diseñar políticas y medidas concretas "para el desarrollo económico de
los países subdesarrollados" lo expresaba
así:
9
Para un interesante análisis de este documento, véase Frankel (1953:82-11ü).
EL'DESARROLLO y LA ANTROPOLOGÍA DE LA MODERNIDAD 35
10
Existieron,' claro está, tendencias en los años sesenta y setenta que tenían una postura critica
frente al desarrollo, aunque fueron insuficientes para articular un rechazo del discurso sobre el que se
fundaba. Entre ellas es importante mencionar la "pedagogía del oprimido" de Paulo Freire (1970); el
nacimiento de la teología de la liberación durante la Conferencia Episcopal Latinoamericana celebrada en
Medellín en 1964; y las críticas al "colonialismo intelectual" (Pals Borda, 1970) y la dependencia económica
(Cardoso y Paleno, 1979) de finales de los sesenta y comienzos de los setenta. La crítica cultural más
perceptiva del desarrollo corresponde a Illich (1969). Todas ellas fueron importantes para el enfoque
discursivo de los años noventa.
EL'DESARROLLO y LA ANTROPOLOGÍA DE LA MODERNIDAD 37
11
Véase, además, Escobar (1998a)
38 EL FINAL DEL SALVAJE
12
"De acuerdo con Ivan Illich, el concepto que se conoce actualmente como 'desarrollo' ha atravesado seis
etapas de metamorfosis desde las postrimerías de la antigüedad. La percepción del extranjero como alguien
que necesita ayuda ha tomado sucesivamente las formas del bárbaro. el pagano, el infiel, el salvaje, el
'nativo' y el subdesarrollado" (Trinh, 1989:54). Véase Hirschman (1981 :24) para una idea y un grupo de
términos similares al anterior. Debería señalarse. sin embargo, que el término "subdesarrollado" -ligado
desde cierta óptica a la igualdad y los prospectos de liberación a través del desarrollo - puede tomarse en
parte como respuesta a las concepciones abiertamente más racistas del "primitivo" y el "salvaje". En
muchos contextos. sin embargo, el nuevo término no pudo corregir las connotaciones negativas implícitas
en los calificativos anteriores. El "mito del nativo perezoso" (Aletee, 1977) sobrevive aún en muchos lugares.
40 EL FINAL DEL SALVAJE
13
El trabajo de Mohanty puede ubicarse dentro de una crítica creciente de parte de las feministas,
especialmente del Tercer Mundo, del etnocentrismo implícito en el movimiento feminista y en su círculo
académico. Véanse también Mani (1989); Trinh (1989); Spelman (1989); Hooks (1990). La crítica del
discurso de mujer y desarrollo la discuto ampliamente en (Escobar, 1998a: capítulo 5).
EL DESARROLLO Y LA ANTROPOLOGíA DE LA MODERNIDAD
41
14
El estudio del discurso a lo largo de estos ejes es propuesto por Foucault (1986:4). Las formas
de subjetividad producidas por el desarrollo no son exploradas de manera significativa en este libro. Un
ilustre grupo de pensadores, incluyendo a Franz Fanon ([967,1968), Albert Memmi (1967), Ashis Nandy
(1983), y Homi Bhabha (1990) han producido recuentos cada vez más agudos sobre la creación de la
subjetividad y la conciencia bajo el colonialismo y el postcolonialismo.
15
Acerca de la violencia de la representación, véase también Lauretis (1987).
44 EL FINAL DEL SALVAJE
16
Artículos sobre el análisis del discurso del desarrollo incluyen Escobar (1984, 1988), Muel1er (1987b).
Dubois (1991). Paraiuli (1991).
EL DESARROLLO Y LA ANTROPOLOGíA DE LA MODERNIDAD 47
17
El grupo responsable por este "diccionario de palabras tóxicas" en el discurso del desarrollo incluye a Ivan IIIich,
Wolfgang Sachs, Barbara Duden, Ashis Nandy, Vandana Shíva, Majid Rahnema, Gustavo Esteva y a este autor, entre
otros.
18
El grupo, congregado bajo el patrocinio del Instituto Mundial de las Naciones Unidas para la Investigación
en Economía del Desarrollo (Wider), y encabezado por Stephen Marglin y Frédérique Apffel Marglin, se ha
reunido durante varios años, e incluye a algunas de las personas mencionadas en la nota anterior. Yase ha
publicado un volumen como resultado del proyecto (Apffel-Marglin y Marglin, 1990).
48 EL FINAL DEL SALVAJE
19
Sikk.ink (l99l) diferencia correctamente su método institucional-interpretativo de los enfoques de "discurso
y poder", aunque su caracterización de estos últimos refleja solamente la formulación inicial del enfoque
discursivo. Mi propia opinión es que ambos métodos ~la historia de las ideas y el estudio de las formaciones
díscursivas-; no son incompatibles. Mientras que el primero presta atención a las dinámicas internas de la
generaciórl social de las ideas de modos que el segundo método no toma en cuenta ~ dandocon ello la
impresión, por así decirlo, de que los modelos dedesarrollo son solamente "impuestos" al Tercer Mundo y
no, como realmente sucede, producidos también desde su interior-, la historia de las ideas tiende a ignorar
los efectos sistemáticos de la producción del discurso, el cual estructura de modo importante lo que se
considera como "ideas". Al respecto de la diferenciación entre la historia de las ideas y la historia de los
discursos, véase Foucault (1972, 1991).
EL DESARROLLO Y LA ANTROPOLOGíA DE LA MODERNIDAD
49
20
Este es también el caso de la organización Cultural Survival, por ejemplo, y su antropología en nombre de los pueblos
indígenas (Maybury-Lewis, 1985). Su trabajo recicla algunas concepciones problemáticas de la antropología, tales como su
pretensión de hablar a nombre de "los nativos" (Escobar, 1991). Véase también en Price (1989) un ejemplo de antropólogos
que se opusieron a un proyecto del Banco Mundial en defensa de poblaciones indígenas.
50 EL FINAL DEL SALVAJE
21
Acerca de la resistencia en el contexto colonial véase Comaroff (1985), Comaroff y Comaroff (I99I).
EL DESARROLLO Y LA ANTROPOLOGíA DE LA MODERNIDAD 51
22
Véase. por ejemplo, Ulin (1991); Sutton (1991); Hooks (1990); Said (1979); Trinh (1989); Mascia Lees, Sharpe y Cohen
(1989); Gordon (1988); Friedman (1987).
52 EL FINAL DEL SALVAJE
53
23
Las discusiones acerca de la modernidad y la postmodernidad en América Latina se están convirtiendo
en uno de los focos principales de la investigación y la acción política. Véase especialmente Calderón
(1988), Quijano (1988), Garcra
Cancfíní (1990), Sarlo (1991), Yúdice , Flores y Franco (1992). Para una reseña al respecto de los
anteriores. véase Montaldo (1991).
EL DESARROLLO Y LA ANTROPOLOGÍA DE LA MODERNIDAD
Marta Nussbaum
Introducción
----------------
1. Ejemplos de tales desigualdades pueden encontrarse en el capítulo 3 y en mi
artículo «Religion and Women's Human RightS», en: P. Weithman (comp.),
Religion and Contemporary Liberalism, Norre Dame 1997,93-137; como también
como capítulo 3 en mi obra Sex and Social Justice, Nueva York, 1999,81-117.
27
a bienestar emocional: las mujeres tienen menos oportunidades que los hombres
de vivir libres de temores y de disfrutar de tipos más gratificantes de amor,
especialmente cuando -como sucede a menudo- se las casa sin elección propia
desde la niñez y carecen de amparo ante un mal matrimonio. De todas estas
maneras, las desiguales circunstancias sociales y políticas dan a las mujeres
capacidades humanas desiguales.
Se puede resumir todo esto diciendo que con demasiada frecuencia se trata a las
mujeres no como fines en sí mismos, como personas con una dignidad que
merece respeto por parte de las leyes y de las instituciones. Por el contrario, se las
trata como meros instrumentos para los fines de otros: reproductoras, encargadas
de cuidados, puntos de descarga sexual, agentes de la prosperidad general de
una familia. A veces, ese valor instrumental es fuertemente positivo; otras veces,
puede ser realmente negativo. La familia natal de una niña la trata a menudo como
prescindible, considerando que, de alguna manera, ella abandonará a la familia y
no brindará a sus padres el sustento en la vejez. A lo largo del camino hacia su
inevitable partida, ella acarreará a la familia los considerables gastos de la dote y
de las festividades nupciales. ¿Con qué objeto, pues, debería cuidarse de su salud
y educación del mismo modo en que se cuidaría de la de un muchacho? ¿Por qué
extrañarse, entonces, de que el nacimiento de una niña sea a menudo ocasión de
tristeza más que de alegría? Como dice el antiguo proverbio indio: «Ha nacido una
hija / sea para el esposo o para la muerte / ella ya se ha marchado».
Tampoco es probable que el hogar marital sea para una tal hija un lugar de
respeto como el que se tiene ante quien es un fin en sí, aun cuando se estime
como positivo su valor instrumental. Es probable que sus suegros la vean como un
mero adjunto de un hijo muy querido, como un medio para tener nietos
(especialmente, varones), como una adición al número de trabajadores de la casa
y, tal vez, como un medio para obtener dinero en el pago de la dote por parte de
sus padres. Incluso cuando no se abusa de ella, es improbable que se la trate con
calidez o que se cultive su educación. Si su esposo se muestra bondadoso, podrá
amortiguar el choque entre ella y las demandas de sus padres. En caso contrario,
es probable que la mujer no tenga recursos para defenderse del abuso por parte
de la familia marital ni tampoco buenas opciones de salida. Probablemente, su
familia natal rehusará recibida de nuevo; probablemente, tampoco tendrá las
habilidades requeridas para
28
un empleo, y la ley no estará demasiado interesada en su difícil situación. Si el
esposo muere, es probable que su situación empeore aún más, dado el estigma
que se asocia a la viudedad en muchas partes del mundo. Una herramienta que
ha perdido su objetivo: eso es una viuda, lo cual es bastante semejante a estar
muerta.
29
Si regresamos al área muy básica de la salud y la nutrición, hay una evidencia
generalizada de discriminación de las mujeres en muchas naciones del mundo en
desarrollo. Los investigadores afirman, por lo común, que, donde existe igual
nutrición y cuidado de la salud, las mujeres viven, en promedio, más que los
hombres. De ese modo, esperaríamos una relación de sexos cercana a 102,2
mujeres cada 100 hombres (tal es la actual relación de sexos en el África sub-
sahariana).5 Muchos países tienen una relación mucho más baja: la de la India,
por ejemplo, es de 92,7 mujeres cada 100 hombres, la más baja desde que se
comenzó a realizar el censo a comienzos del siglo XX. Si estudiamos estas
proporciones y planteamos la pregunta « ¿cuántas más mujeres habría
actualmente en el país X si el mismo tuviese la misma relación de sexos que el
África sub-sahariana?», obtendríamos una cifra que el economista Amartya Sen
denominó gráficamente el número de las «mujeres faltantes». Hay muchos
millones de mujeres faltantes en el mundo
--------------
una parte de este crecimiento se debe a una mayor cantidad de denuncias, es
improbable que eso sea toda, ya que hay muchas mujeres que temen hacer la
denuncia. Es seguro que, en un juicio, la historia sexual y la clase social de una
mujer será utilizada en su contra; la evidencia médica raras veces se recoge de
inmediato, la policía demora en forma típica el procesamiento de las denuncias y,
por eso, es extremadamente difícil asegurar las condenas. En la ley india, la
penetración del pene sigue considerándose todavía como un elemento necesario
para que se configure el delito de violación, por lo cual los casos que implican, por
ejemplo, sexo oral forzoso no pueden ser perseguidos como casos de violación.
Además, la prosecución legal de los casos de violación es cara, y habitualmente
no existe ayuda legal gratuita para las víctimas de ese delito. Según un estudio
realizado por Sakshu, una ONG con base en Nueva Delhi, en un muestreo de 105
casos de violación que llegaron realmente a juicio sólo 17 resultaron en condenas.
30
actual.6 Utilizando este crudo índice, el número de mujeres faltantes en el sudeste
asiático es de 2,4 millones; en Latinoamérica 4,4; en el norte de África 2,4; en Irán
1,4; en China 44,0; en Bangla Desh 3,7; en la India 36,7; en Pakistán 5,2; en el
oeste de Asia 4,3. Si consideramos ahora la relación del número de mujeres
faltantes con respecto al número actual de mujeres en un determinado país,
obtenemos para Pakistán 12,9%; para la India 9,5%; para Bangladesh 8,7%; para
la China 8,6%; para Irán 8,5%; para el oeste de Asia 7,8%; para el norte de África
3,9%; para Latinoamérica 2,2%; para el sudeste asiático 1,2%.
En suma, las mujeres carecen de un apoyo esencial para llevar una vida
plenamente humana. Esta falta de apoyo se debe a menudo al solo hecho de ser
mujeres. De ese modo, aun cuando vivan en una democracia constitucional como
la de la India, en la cual, en teoría, gozan de igualdad, en realidad, son ciudadanos
de segunda clase:
-----------------
6. Las estadísticas de este párrafo están tomadas de Jean Dreze / Amartya Sen,
Hungn- and Public Action, Oxford 1989, y de id. / id., India: Economic
Development and Social Opportunity, Delhi 1995, capítulo 7. El número total de
mujeres faltantes estimado por Sen es de cien millones; el capítulo sobre la India
estudia estimaciones alternativas.
7. Véase Dreze / Sen, Hungerand Public Action, 52.
31
Un enfoque del desarrollo internacional debe evaluarse de acuerdo a su capacidad
de reconocer estos problemas y de presentar propuestas para su solución.
Propondré y defenderé un enfoque que me parece desempeñarse mejor en esta
área que otras prominentes alternativas. El enfoque es filosófico, y procuraré
señalar por qué necesitamos de la teoría filosófica para enfocar correctamente
estos problemas.8 Se basa también en una visión universalista de las funciones
centrales del hombre, estrechamente unida a una forma de liberalismo político:
una de mis primeras tareas será defender este tipo de universalismo como una
base válida desde la cual enfocar los problemas de las mujeres en el mundo en
desarrollo.
------------------
32
deben procurarse para todas y cada una de las personas, tratando a cada persona
como fin y no como una mera herramienta para los fines de otros. De ese modo,
adopto un principio de la capacidad de cada persona, basado en un principio de
cada persona como fin. Demasiado a menudo se trató a las mujeres como apoyo
para los fines de otros más que como fines en sí mismos. Por ello, este principio
tiene una particular fuerza crítica con respecto a la vida de las mujeres.
Finalmente, mi enfoque utiliza la idea de un nivel mínimo de cada capacidad,
debajo del cual no se considera posible que los ciudadanos puedan lograr un
funcionamiento verdaderamente humano; el objetivo social debe comprenderse en
términos de llegar a tener ciudadanos por encima de esa capacidad mínima.
--------------------
overlapping consensus, se decide aquí en forma diferente a Antoni Domenech en
su traducción de El liberalismo político. Barcelona: Crítica 1996, quien vierte la
expresión como «consenso entrecruzado» (véase su nota de traductor en página
30) (N. del T.).]
33
primaria de mi argumentación será avanzar más allá de un uso meramente
comparativo de las capacidades hacia la construcción de una propuesta política
normativa como parte de una teoría de la justicia. (Las razones por las cuales se
afirma que no se trata de una teoría completa de la justicia se presentarán en la
sección IV del capítulo 1).
34
la alfabetización, los derechos sobre la tierra, el derecho a buscar empleo fuera
del hogar, el matrimonio infantil y el trabajo infantil.
35
según la cual la base para la elección social debe ser el bienestar percibido por
cada persona. Las concepciones basadas en el bienestar están en todas partes,
teniendo gran influencia en la economía y, por consiguiente, en el desarrollo. Por
tanto, parece importante, tanto desde la perspectiva filosófica cuanto desde la
práctica, pensar con claridad acerca de la relación que existe entre la visión de las
capacidades y la del bienestar. Sostendré que el problema de la deformación de la
preferencia hace inaceptable el enfoque bienestarista como fundamento para una
teoría normativa de los principios políticos. Necesitamos visión sustantiva de los
bienes políticos centrales como nos la puede brindar el enfoque de las
capacidades. Reconocer el fenómeno de la formación de preferencias adaptativas
no trae consigo un tipo inaceptable de paternalismo, siempre que ese
reconocimiento se combine con una versión de liberalismo político y con un
enfoque en las capacidades (no actualmente funciones) como metas políticas.
Pero el enfoque bienestarista tiene algo de razón al mostrar respeto por los
deseos humanos: procuraré explicar en qué consiste ese algo de razón,
comparando mi enfoque basado en las capacidades con postulados platónicos
acerca del bien humano.
---------------------
10. Sobre la educación véase Dreze I Sen, India, capítulo 6; sobre los derechos
sobre la tierra, véase Bina Agarwal, A Fie/d 01 One s Own: Gentkr and Land
Righrs in South Asia, Cambridge 1994; sobre el acoso sexual, véase mi artículo .
The Modesty of tyfrs. Bajaj: India's Problematic Route to Sexual Harassment Law»,
en un volumen sobre el tema del acoso sexual que publicarán como compiladoras
Reva Siegel y Catharine MacKinnon, en Vale University Press.
36
religión en la búsqueda humana de sentido (incluyendo la búsqueda propia de la
mujer) y el juicio crítico ante la religión cuando esta amenaza áreas valiosas del
funcionamiento humano. Aquí, la tradición constitucional de Estados Unidos ofrece
reconocimientos útiles que pueden adaptarse adecuadamente a los problemas de
las democracias pluralistas en el mundo en desarrollo. Muchos de los materiales
para mi solución ya se encuentran presentes en la Constitución de la India. Por
último, el capítulo 4 aborda la difícil cuestión del amor y del cuidado en la familia,
preguntándose cómo se puede -si acaso se puede mantener la idea de que las
mujeres tienen un valor como dadoras de amor y de cuidado, promoviendo al
mismo tiempo metas políticas de plena igualdad y justicia familiar. Abordar este
problema requiere, en primer lugar, establecer una visión adecuada sobre el amor
(o, por lo menos, las líneas generales de una tal visión), para examinar después
los orígenes sociales y políticos de esa entidad aparentemente «natural» que es la
familia.
El foco de las consideraciones habrá de ser siempre la India, una nación en la cual
las mujeres padecen grandes desigualdades, a pesar de una prometedora
tradición constitucional. Algunos escritos acerca de las mujeres y el desarrollo se
nutren de ejemplos descritos a la ligera, tomados de diferentes culturas, sin
colocar ninguno de ellos en un contexto de profundidad o riqueza. Siento que este
proceder es insensato: no podemos ver realmente el significado de una incidencia
o de una ley sin colocarlas en su contexto y en su historia. Al centrarme en la
India, puedo escribir sobre la base de observación y familiaridad personal, al igual
que de estudio, y estoy en condiciones de valorar los debates académicos de un
modo en que no podría hacerlo si hubiese intentado cubrir un área más amplia. El
mejor modo de pensar la relación entre el ideal político aquí presentado en
conexión con la India y su amplia aplicación fue sugerido por Jawaharlal Nehru
con estas célebres palabras:
«El servicio a la India significa e! servicio a los millones que sufren. Significa
e! fin de la pobreza, de la ignorancia, de la enfermedad y de la desigualdad
de oportunidades. La ambición de! más grande hombre de nuestra
generación fue enjugar cada lágrima de cada ojo. Es posible que esto nos
supere, pero mientras haya lágrimas y sufrimiento, nuestro trabajo no habrá
terminado […] Estos sueños son para la India,
37
pero también para el mundo, porque todas las naciones y todas las
personas se encuentran hoy entrelazadas de manera muy estrecha como
para que cualquiera de ellas se imagine que puede vivir separada. Se ha
dicho que la paz es indivisible. Así es también la libertad, así es
actualmente la prosperidad. y también así es el desastre en este mundo
único que ya no puede ser dividido en fragmentos aislados» 11
En forma semejante esta propuesta política ideal toma su orientación del ejemplo
de la India, pero se refiere a todas las naciones.
Soy una extraña por partida doble con respecto a los lugares acerca de los cuales
escribo: es decir, soy tanto una extranjera cuanto una persona de clase media.
Pero la mayoría de la literatura científica acerca de la India es también obra de
extranjeros, por lo menos en cierto sentido) es decir, de gente que desarrolla una
vida de clase media que no se asemeja ni remotamente a la vida sobre la cual
escribe. (Así también es la mayoría de la literatura científica estadounidense
acerca de la pobreza y de la reforma del bienestar.) Creo que mediante curiosidad
y determinación pueden superarse estas dificultades, especialmente si se presta
atención a lo que dice la gente. Podría ser, sin embargo, que, en ciertos
momentos, un, extranjero pueda mantener un tipo de neutralidad útil en medio de
los debates culturales, religiosos y políticos en los que todo estudioso que viva en
la India se ve obligado a implicarse. Ciertamente, uno es recibido a veces de
manera más cálida como un extranjero no implicado que como una persona de
clase superior perteneciente a la misma cultura. Yo no encontraría la recepción
cálida y confiada que encuentro en las casas de la clase obrera de la India si,
alejándome una cuadra de mi despacho, entrara en el área de Woodlawn (un
pobre vecindario afro-americano) que linda con la próspera comunidad
universitaria. En una situación de abroquelada desigualdad, ser un vecino puede
constituir un problema epistemológico.
----------------------
38
empíricos y para con lo que yo misma he visto. Creo que la teoría filosófica tiene
un valor político y que su lugar no puede ser cubierto por otros tipos más
empíricos de investigación. Una parte del valor práctico de la teoría reside en su
carácter abstracto y sistemático. Las feministas que desacreditan globalmente la
abstracción actúan, según creo, en forma insensata. Sin abstracción de algún tipo
no habría pensamiento ni lenguaje. Y el tipo de abstracción característico de la
tradición de la filosofía política tiene un gran valor mientras permanezca vinculado
en forma correcta a un sentido de lo que es relevante en la realidad (algunas
veces no ha sido este el caso). 12
Cierta filosofía feminista, particularmente del tipo influenciado por la teoría literaria
posmodemista, ha implicado un tipo de abstracción que aparta la mente de la
realidad y que no nos ayuda a ver o a comprender mejor la vida real de las
mujeres. Enfocar casos reales y hechos empíricos puede ayudamos a identificar
las características relevantes que una teoría política no debería borrar o ignorar.
Por eso he intentado escribir de una manera que sea sensible a la realidad y que
ayude al lector a imaginarse la realidad pertinente, aunque mi intención última sea
teórica. Por consiguiente, iniciaré mi argumento, en la sección IV, presentando dos
descripciones de vidas particulares que he encontrado, que deberían ayudamos a
ver los problemas más importantes y cómo esos problemas inciden unos sobre
otros. Estas vidas nos brindarán un foco ilustrativo para muchas de las
discusiones concretas en los capítulos subsiguientes.13 En la sección V, colocaré
estas vidas particulares nuevamente sobre el trasfondo de una descripción más
general de los hechos en tomo a algunos de los problemas que enfrentan las
mujeres en la India de hoy.
------------------
12. Véase mi opúsculo The Feminist Critique of Liberalism, una Lección Lindley
publicada en forma de follero por University of Kansas Press en 1997, incorporada
también en Sex and Social Justice, 55-80.
13. No obstante, en el capítulo 3 se utilizarán ejemplos diferentes. Vasanti parece
poco interesada en religión y, en el caso de Jayamma, aunque ella ora con
regularidad, la religión no ha desempeñado un papel mayor en la plasmación de
sus circunstancias. La ley religiosa ha desempeñado un papel relativamente
pequeño en ambas vidas. Ambas, además, son hindúes, y mi intervención es
investigar las tensiones entre las religiones, tal como inciden en la igualdad de los
sexos. Finalmente, el rema de la religión requiere enfocar la ley, y de ahí una
selección de ejemplos tomados de casos jurídicos de relevancia.
39
III. EL ENFOQUE DE LAS CAPACIDADES:
SEN y NUSSBAUM
El uso que, primariamente, hace Sen de la noción de capacidad sirve para señalar
un espacio dentro del cual pueden hacerse de manera mucho más fructífera las
comparaciones en el campo de la calidad de vida (o, como él dice a veces, del
estándar de vida). En lugar de preguntar acerca de la satisfacción de la gente o de
los recursos que la gente está en condiciones de manejar, nosotros preguntamos
qué es lo que la gente es realmente capaz de ser o de hacer. Sen ha insistido
también en que es en este espacio de las capacidades donde mejor pueden
plantearse las preguntas acerca de la igualdad y desigualdad social.
Yo coincido de todo corazón con las afirmaciones de Sen acerca del espacio de la
capacidad y con los argumentos que él ha utilizado para sostenerlas, muchos de
los cuales reitero aquí. Pero mi meta en este libro es ir más allá de la mera
utilización comparativa del espacio de las capacidades para articular una
descripción de cómo las mismas, junto a la idea del nivel mínimo de capacidades,
pueden brindar una base para principios constitucionales centrales que los
ciudadanos tienen derecho a exigir de sus gobiernos. La noción de un mínimo es
más importante
40
ten mi descripción que la noción de la plena igualdad de capacidades: como
explicaré, podemos diferir razonablemente la pregunta acerca de qué haremos
cuando todos los ciudadanos estén por encima de ese umbral, dado que este ya
constituye un estándar exigente y aún no alcanzado en ningún lado. De este
modo, mi propuesta pretende ser compatible con varias diferentes visiones de la
distribución por encima del mínimo. Consecuentemente, la misma es una teoría
más parcial que completa acerca de la justa distribución. Sen no utiliza en ninguna
parte el concepto de umbral o mínimo. No creo que él hubiese mencionado ni que
estuviese realmente a favor de una completa igualdad de capacidades. En la
medida en que su propuesta queda abierta en este punto, ambos podemos estar
en sustancial coincidencia.
Otra área de fuerte coincidencia es el importante papel que ambos damos a las
libertades políticas. Sen ha hecho explícitamente propia la postura de Rawls que
da precedencia a la libertad. Mi visión sostiene que todas las capacidades son
igualmente fundamentales, sin establecer un orden lexicológico entre ellas. Pero
en cuanto ambos argumentamos vigorosamente que no puede salirse al encuentro
de las necesidades económicas negando la libertad, nos encontramos
completamente de acuerdo.
Finalmente, estamos de acuerdo en subrayar que las capacidades por las que nos
empeñamos deben entenderse como valiosas para todas y cada una de las
personas, y que, cuando nos preguntamos cómo se encuentran las diferentes
naciones, es el tema de las capacidades de cada persona el que debe tenerse en
consideración. Sen nunca afirmó algo semejante a mi principio de la capacidad de
cada persona, pero su crítica de los modelos orgánicos de familia, por ejemplo,
pone perfectamente en claro que él apoya el énfasis puesto en el tratamiento de
cada persona como un fin en sí mismo.
41
que yo respondería a lo que, en el capítulo 1 de esta obra, denomino el argumento
de la cultura, destacando que las culturas son escenas para debate y
contestación. Menos claro está, sin embargo, si él haría propias las otras réplicas
a los argumentos relativistas que yo presento en el capítulo 1, aun estando en
simpatía con su espíritu general.
Lo más importante es que Sen nunca hizo una lista de capacidades centrales. Él
da muchos ejemplos, y los Informes sobre el desarrollo humano organizan cosas
en una forma que corresponde, por lo menos, a algunos de los puntos de mi lista.
Pero la idea de hacer realmente una lista y de describir su uso en la formulación
de principios políticos no es suya, y no debería considerarse que Sen respalde ni
el proyecto ni sus contenidos específicos.
42
de liberalismo él apoya realmente. En religión, su posición es compleja. A veces
se inclina hacia lo que yo identifico en el capítulo 3 como feminismo humanista
secular; pero al escribir acerca de la situación en la India, él ha apoyado el tipo de
secularismo que predomina actualmente, que otorga un amplio papel político a las
religiones.
43/
Nozick. (N. del T.)]. Yo defiendo una versión de esa visión, colocando las
capacidades centrales en el lugar de los derechos: las capacidades centrales no
deben infringirse persiguiendo otros tipos de ventaja social. En lo sustancial, sin
embargo, nuestras maneras de ver son muy afines, porque también yo ofrezco un
análisis de los derechos que difiere del que él utiliza para atacar la afirmación de
que los derechos acarrean restricciones indirectas (véase capítulo 1, sección VI).
Por último, el método narrativo que veces utilizo, con su énfasis implícito en la
importancia política de la imaginación y de las emociones, no es algo sobre lo cual
Sen haya escrito jamás en un sentido u otro. Mi propia visión al respecto, que he
desarrollado largamente en otro lugar, no deben atribuírsele por cierto. A ese
material narrativo es al que ahora regreso.
----------------------
14. Véase Kalima Rose. Where Women Are LeatÚrs: The SEWA Movement in
India, Delhi. 1992, 17, Y la comunicación personal tenida con Ela Bhatt en marzo
de 1997. SEW A prefiere el término «trabajadora independiente» a «sector
informal» a raíz de que el primero otorga dignidad y un estatus positivo a gente
que, de otro modo, sería
44
la ciudad se encuentra el viejo y miserable edificio donde SEWA se había
instalado inicialmente, utilizado en la actualidad para oficinas de su equipo. Del
otro lado del río se encuentran las oficinas de educación y el banco de SEW A,
que ocupa actualmente un edificio de oficinas revestido en mármol. Todos sus
clientes y empleados son mujeres. Las mujeres suelen decir: .Este banco es como
el lugar de nuestra madre», porque, como dice Ela Bhatt, fundadora de SEW A,
una madre toma a una mujer en serio, guarda sus secretos y le ayuda a resolver
sus problemas. 15
-----------------------
que fabrica vasijas de arcilla y es portera de la sala de conferencias del lugar, una
alta y fogosa organizadora de la comunidad que colabora con la policía en la
identificación de casos de violencia doméstica. Vasanti habla tranquilamente,
bajando a menudo la vista cuando habla, aunque hay mucha animación en sus
ojos.
El esposo de Vasanti era jugador y alcohólico. Él utilizaba el dinero del hogar para
embriagarse, y cuando se acabó ese dinero, se sometió a una vasectomía para
percibir el incentivo económico ofrecido al respecto por el gobierno local. Es así
como Vasanti no tiene hijos que la ayuden. Finalmente, cuando su marido
comenzó a abusarse físicamente, ella no pudo ya vivir por más tiempo con él y
retornó a su propia familia. Su padre, que se dedicaba a la fabricación de partes
para las máquinas de coser Singer, había muerto, pero sus hermanos tenían un
negocio de partes para automotores en el que estaba ubicado el taller del padre.
Utilizando una máquina que había sido de su padre y viviendo en el mismo taller,
durmiendo en el suelo, ella obtuvo al comienzo un pequeño ingreso haciendo
ojales para los ganchos de los sari. Sus hermanos le consiguieron un abogado
para llevar adelante un juicio por manutención contra su marido, un paso muy
inusual para alguien de su clase económica, pero el caso se prolongó por años sin
conclusión a la vista. Mientras tanto, sus hermanos le dieron también un préstamo
para conseguir la máquina que hace los dobladillos de los sari; pero a ella no le
gustaba depender de sus hermanos, ya que están casados y tienen hijos, y podían
no querer mantenerla por mucho tiempo más. Por tanto, con la ayuda de SEW A,
ella consiguió un préstamo bancario para devolver el dinero a sus hermanos, y
actualmente ya ha pagado la mayor parte del préstamo de SEWA. Ahora, ella
gana 500 rupias por mes, un ingreso decente.19 Tiene dos cuentas de ahorro y
está ansiosa de comprometerse más en la unión de SEW A. Habitualmente, dice,
a las mujeres les falta unidad, y las mujeres ricas se aprovechan de las pobres. En
cambio, en SEW A, encontró un sentido de comunidad. Ella se siente claramente
a gusto en compañía de Kokila, una mujer de una clase social y de un
temperamento muy diferente al suyo.
--------------------
19. El monto de manutención asignado para mujeres indigentes bajo el Código
Penal (véase capítulo 3) era, en 1986, de 180 rupias mensuales.
46
Ahora, Vasanti está animada: nos mira directamente a los ojos, y su voz es firme y
clara.20 Las mujeres en la India tienen mucho que sufrir, dice ella. Y yo he tenido
mucha tristeza en mi vida. Pero del sufrimiento ha nacido nuestra fortaleza. Ahora
que nos va mejor a nosotras mismas, queremos hacer algo por las demás
mujeres, para sentir que somos buenos seres humanos.
--------------------
20. El primer día del típico programa de educación de SEWA para futuras líderes
del banco y de la unión se ocupa de lograr que cada mujer mire de frente al jefe de
grupo y le diga su nombre. El proceso se registra en vídeo, y las mujeres crecen
acostumbradas a mirarse a sí mismas. Finalmente, aunque con considerable
dificultad, todas ellas se tornan capaces de superar las normas de modestia y
deferencia y a decir sus nombres en público.
21. A diferencia de Vasanti, Jayamma fue estUdiada con anterioridad en la
literatura de economía del desarrollo. Véase el capítulo .Jayamma, the Brick
Worker., en Leela Gulati, Profiks in Female Poverty: A Study 01 Five Poor Working
Women in Kerala, Delhi 1981; Leela Gulati I Mitu Gulati, .Female Labour in the
Unorganised SectOr: The Brick Worker Revisited., en: Economic and Political
Wukiy, 3-5-1997, 968971, programado para publicarse asi mismo en Martha Chen
(comp.), WitÚJws and Social Responsibility, de próxima aparición en Sage
Publications, Nueva Delhi. Estoy muy agradecida a Leela Gulati por ponerme en
contacto con Jayamma y su familia, y por su servicio de intérprete.
22. Los dos grupos religiosos más grandes en Kerala son los hindúes y los
cristianos. Kerala (antiguamente, los principados de Travancorey Cochin) albergó
en Ut1a época también a la comunidad judía más importante, pero desde
entonces los judíos emigraron en su mayoría.
47
terreno fiscal en la zona marginal de Trivandrum. A pesar de que se me decía que
estaba viendo ante mí la peor pobreza en todo Trivandrum, dado el estándar de
vida en general alto de Kerala, la colonia parecía relativamente próspera,
comparada con las áreas pobres en Mumbai (antes Bombay) o con algunas áreas
rurales. Las chozas de asentamiento estaban limpias y ventiladas, tenían paredes
sólidas, algunas de barro, otras de ladrillo, decoradas con fotos y con dibujos de
los niños. Algunas de ellas tienen una vista maravillosa sobre un lago cubierto de
jancitos acuáticos. Muchos tienen servicios sanitarios, provistos por un programa
del gobierno local. Tanto el agua como la electricidad llegan al asentamiento de
modo que puede contarse con ellas. Si bien los habitantes del asentamiento eran
en su origen ocupantes ilegales, actualmente tienen ciertos derechos de propiedad
sobre la tierra. El ómnibus tiene una parada justo frente al asentamiento, sobre
una calle bien mantenida; no lejos hay un hospital, y en el mismo asentamiento
hay una alegre escuela primaria. Los niños de mayor edad parecen estar todos
inscritos en la escuela: limpios y orgullosos en sus uniformes escolares, de
aspecto sano y bien alimentado, acompañan a las visitas por el asentamiento. (En
muchas regiones de la India, simplemente no hay escuelas, y no se cuenta con los
servicios públicos básicos.)
48
pequeños negocios en la Inda industria de granja, el horno de ladrillos se define
como una industria de granja por lo cual los trabajadores no están protegidos por
unión ninguna. Todos los trabajadores están mal pagados, pero las mujeres
padecen especiales carencias. No obstante, ellas se aferran a este trabajo porque
les ofrece empleo regular, a diferencia de la construcción y la agricultura. Los
hornos se caracterizan también por emplear a los hijos de los trabajadores, por lo
que Jayamma podía llevar a sus niños a trabajar con ella. Ella siente que sus
condiciones laborales son malas, pero no encuentra modo alguno de cambiarlas.
49
sus visitas mostrándoles toda la casa y se asegura de haberles ofrecido jugo de
lima yagua.
-------------------------
23. No de la escala social: Jayamma estaba furiosa de que su hija se casara con
un hombre Pulaya, aun cuando esto implicara beneficios para la familia por parte
del gobierno.
50
no a su familia natal; y, en algunas regiones y clases, se considera vergonzoso
depender de una hija.)24 Vasanti fue sometida a presiones diferentes, más
propias de la clase media: matrimonio temprano, la restricción de la mujer casada
al papel doméstico, su falta de educación formal y de entrenamiento para toda
ocupación útil. Siendo visiblemente una mujer muy inteligente y llena de recursos,
ella no tuvo, sin embargo, la oportunidad de abrirse camino hacia una verdadera
ocupación de clase media, ya que es analfabeta.
------------------
24. Nótese que esta asimetría en la expectativa se encuentra incorporada hasta
en la misma ley: el gobierno de Kerala da pensiones de viudez a las mujeres con
hijas en condiciones físicas de trabajar, pero no a las que tienen hijos varones en
tales condiciones, aun cuando, en Kerala, donde muchas comunidades son
matrilineales y algunas hasta matrilocales, es más probable de lo que lo es en la
mayoría de la India que las hijas permanezcan de hecho en su hogar de
nacimiento. (Sardamoni, una de las principales historiadoras de Kerala, me dijo en
una conversación que ella llegó a la conclusión de que las costumbres
matrilineales y de residencia matrilocal se remontan al siglo XI. Entre las
comunidades no matrilocales, algunas son bilocales -los hombres no residen con
sus esposas- y otras «avunculocales», es decir, que el matrimonio reside junto a
los parientes matrilineales del marido; véase Agarwal, A Field af Ones Own, op.
cit., 141,505.) Nótese también que, a pesar de que estas tres razones hacen que
la desigual educación de las niñas parezca razonable desde el punto de vista de
los padres, la práctica de la educación desigual persiste aun cuando esos factores
están menos a la vista.
Las mujeres en Kerala sostienen a menudo a sus madres y los hombres a menudo
no lo hacen. También Jayamma siguió el curso tradicional, educando solamente a
sus hijos varones. El único caso de igualdad en la educación femenina que figura
en el estudio de Leela Gulati en Trivandrum corresponde a una familia con dos
hijas mujeres y ningún hijo varón, y, además, con un esposo inusualmente
comprometido con el hogar y muy trabajador. Sus hijas estaban terminando la
escuela secundaria en el momento en que se realizó el estudio (1981). En forma
más reciente, el gobierno intervino con más firmeza promoviendo la educación
primaria de las mujeres a través de un sistema de comidas escolares gratuitas;
actualmente, la alfabetización es casi total entre los adolescentes de ambos
sexos.
51
Kerala, que los hijos de Jayamma supieron imitar. El esposo de Vasanti mostró un
deprimente patrón de comportamiento habitual: alcoholismo y violencia doméstica,
problemas suficientemente generalizados (y a menudo combinados entre sí) como
para hacer que el estado de Gujarat prohíba el alcohol, en respuesta a las
presiones de los grupos de mujeres. El marido de Vasanti no hizo demasiado para
su sostén y hasta la privó de hijos que podrían haberla sostenido con su hábil
estratagema de embriagarse con el dinero obtenido mediante su vasectomía (con
lo que se revela un lado oscuro del programa estatal que, se suponía, debía
mejorar las cosas para las mujeres). Para dejarlo, ella tuvo que hacerse
dependiente de otros hombres, aunque, en esta circunstancia, sus hermanos
demostraron ser inusualmente solícitos, tanto al conseguirle un abogado cuanto
dándole el préstamo que finalmente le hizo posible ponerse sobre sus propios
pies. A pesar de que ella tiene a su favor buenos argumentos legales para
conseguir la manutención, la ineficiencia del sistema legal algo dickensiano no le
ha servido de mucho. Por último, ambas mujeres han estado severamente
limitadas por su falta de educación, una falta que, en última instancia, se explica
en parte por su sexo.
------------------
25. Por ejemplo, las iglesias cristianas en Kerala se oponen fuertemente a la
planificación familiar, y esto tiene serias consecuencias en sus seguidores más
pobres: véase la difícil historia de Sara, la vendedora de pescado, en Gulati,
Profiks in Pemak Poverty, op. cit.
52
las cosas bellas y apropiadas que traen consigo un ingreso para vivir. 26
Tampoco puede entenderse su historia sin tener conocimiento acerca de los
planes de planificación familiar en Gujarat, el progreso del movimiento SEW, el
trasfondo de tradición ghandiana de auto-suficiencia sobre el cual se desarrolla el
movimiento de las mujeres de Gujarat, y muchas otras cosas muy particulares. No
cabe duda de que toda esta particularidad modifica la vida interior de cada mujer
de una manera difícil de entender par alguien que viene de fuera.
Por otra parte, en este conjunto muy concreto de circunstancias, en cierto sentido
tan diferentes de las circunstancias de las trabajadoras pobres en Estados Unidos,
Vasanti y Jayamma son dos mujeres reconocibles e imaginables, con problemas
no total ni irreconociblemente diferentes de los problemas de muchas mujeres (y
de mucha gente pobre en general) en muchas partes del mundo. En la tenacidad y
en el mal carácter de Jayamma, en el deseo de Vasanti de servir a la comunidad y
de demostrar que es un buen ser humano, en el intenso anhelo de independencia
y auto-suficiencia económica de ambas mujeres, en el complejo orgullo de
Jayamma por su familia, en el afecto de Vasanti por sus amigas, en el deseo de
ambas de tener algo de dinero y de propiedad a su nombre, en general en su
búsqueda de competencia y maestría y de control sobre las condiciones de sus
vidas –en todo ello vemos esfuerzos comunes a las mujeres en muchas partes del
mundo-. El cuerpo que trabaja es en cierto sentido el mismo en todo el mundo, y
sus necesidades de comida, nutrición y cuidado de la salud son los mismos, por lo
que no sorprende demasiado que la trabajadora manual en Trivandrum pueda
compararse de muchas maneras con una trabajadora manual en Alabama o en
Chicago, que ella no parezca tener una consciencia absolutamente distinta o una
identidad irreconociblemente distinta, pro distintas que sean las circunstancias en
las que arraigan sus esfuerzos y su conciencia. En forma semejante, el cuerpo
que recibe malos tratos es en cierto sentido el mismo en todo el mundo, por
concretas que sean las circunstancias de violencia domestica en cada sociedad.
Incluso lo que es aparentemente más extraño en las circunstancias
--------------
26. De esta manera, la clara ventaja de su actual empleo es que puede realizase
en casa, sin salir de allí, sin trato con hombres, y sin encontrase en un lugar de
trabajao parcialmente masculino.
53
de cada una tampoco es, en otro plano, tan ajeno. Hallamos muy extraño que en
los hornos de ladrillo se haga realizar a las mujeres las tareas pesadas y que,
después, se les pague menos, pero muchas formas de discriminación sexual en el
empleo muestran formas semejantes de irracionalidad 27 hallamos extraño que
Jayamma parezca aceptar la situación como la forma como se dan las cosas, pero
sabemos, no obstante, que no siempre las mujeres han sido capaces de
organizarse para combatir la desigualdad. Una vez más, el hecho de que Vasanti
no haya ido a la escuela parece extraño, pero la idea más general de que las
mujeres son básicamente esposas y madres y de que los hombres son
trabajadores en el mundo exterior no nos es extraña en lo más mínimo. El hecho
de que ella no parezca querer ir a la escuela no es tampoco tan sorprendente, o
bien es el indicio de una consciencia diferente, dado que ella no ve signos de un
mejor modo de vida que ella pudiese disfrutar adquiriendo educación. (Como
veremos, muchas mujeres en la organización de SEW A adquieren muy pronto la
alfabetización cuando ven a otras mujeres trabajando como cajeras bancarias o
como organizadoras de la unión y haciendo uso de su alfabetización para mejorar
sus vidas.)
Efectivamente, el mayor obstáculo que tiene una filósofa feminista occidental para
pensar acerca de estas vidas pueden constituido los detalles y las dinámicas
específicas de su pobreza, más que el hecho de que estas vidas sean tan ajenas:
la filosofía feminista occidental no se ha centrado normalmente en conseguir
préstamos, aprender a leer y comprar máquinas de coser, si bien estos asuntos
constituyen normalmente un foco de la política feminista y de otras disciplinas
académicas como la economía del desarrollo y la ciencia política. La sola idea de
que se tomaran decisiones cruciales (como en el hogar de Jayamma) acerca de
quién tendrá leche en el té Y quién tendrá sólo azúcar es un hecho que las
filósofas feministas hallarán más difícil de comprender que los grandes
27. Estrictamente hablando, sería preciso plantear más preguntas antes de extraer
la conclusión de que el arreglo es irracional en sentido económico. Por ejemplo,
habría que conocer mucho más acerca de otras oportunidades de empleo
accesibles a hombres y mujeres. Más allá de ello, aun si el arreglo es irracional
considerando todos los elementos, es posible que haya sido racional en otro
tiempo -por ejemplo, por la necesidad de competir con otras industrias por
trabajadores masculinos- habiendo sido mantenido a raíz del hábito y del poder de
los hombres.
54
hechos de la ubicación, de la organización política y de la religión. (Es probable
que muchas filósofas estadounidenses no tengan consciencia -como no la tenía,
por cieno, yo misma- de que la cantidad de azúcar que se pone en el té cuesta
menos que la cantidad de leche que se le agrega: yo no habría comenzado a
contar los centavos hasta el punto en que esto se hace comúnmente en los
hogares pobres del mundo entero.)28 Por tanto, este proyecto filosófico feminista
necesita comenzar orientando al lector de manera general acerca de la situación
de las mujeres (especialmente de las mujeres pobres) en la India.
-----------------
28. En este sentido, las mujeres occidentales somos, en términos indios, más
semejantes a los hombres: las investigaciones de Gulati sobre las mujeres pobres
en Kerala han mostrado que estas mujeres son mucho más exactas que los
hombres a la hora de estimar el costo de una comida que han ingerido.
55
de una Constitución escrita. Su Tribunal Supremo, como el de Estados Unidos, es
el interprete último de los derechos fundamentales, y frecuentemente hace uso de
jurisprudencia constitucional (y de literatura jurídica) estadounidense como fuente
de precedentes. (Por ejemplo, gran parte de la jurisprudencia de la privacidad, hoy
tan controvertida en Estados Unidos, fue incorporada en la ley constitucional de la
India mediante una comprensión muy similar del debido proceso sustantivo.)
------------------
29. Para un tratamiento sobre este tema véase Nussbaum, Sex and Social Justice,
"Introduction». Un juzgado declaró el remedio de restitución como inconstitucional,
citando el derecho a la privacidad al mismo tiempo que el de igual protección, pero
el Tribunal Supremo dejó sin efecto el juicio y el remedio fue mantenido (en el
sistema legal hindú).
56
la abolición de la condición de intocable: «su práctica en cualquier forma está
prohibida»).30
La India tiene un Código Penal uniforme, que en muchos aspectos constituye una
reliquia del período colonial victoriano. Algunos aspectos de este código victoriano
han sido utilizados recientemente por feministas para progresar en temas
femeninos. Por ejemplo, una ley victoriana que contempla la modestia ha sido
utilizada para obtener una (problemática) victoria en un caso de acoso sexual.31
Pero la comprensión que el código victoriano tiene de la mujer -como modesta o
depravada- es en última instancia una barrera para la plena igualdad de los sexos.
Las feministas de la India han hecho algunos progresos en el área de la ley de
violación, donde el consentimiento bajo amenaza de violencia no cuenta ya más
como consentimiento. En una innovadora reforma que trasciende lo logrado en
Estados Unidos, la violación en custodia policial ha sido inhibida fuertemente a
través del traslado, en esos casos, de la carga de la prueba al acusado. Pero
algunos de los' logros más importantes de la reforma de la ley de violación en
Estados Unidos (por ejemplo, al impedir que se pregunte acerca de la experiencia
sexual previa de la mujer) restan aún por obtenerse en la India.
----------------------
30. Para una exposición más amplia de los temas constitucionales véase el
capítU103.
31. Véase mi artículo «The Modesty ofMrs. Bajaj...».
32. Véase el capítulo 3 para una exposición del desarrollo de estos sistemas de
legislación personal. Los Sikhs son definidos como hindúes para los efectos
legales, a pesar de que muchos de ellos lo rechazan. Los miembros de religiones
como el judaísmo, que no tienen un sistema legal separado, Utilizan la ley secular.
57
Los casos pueden apelarse de los sistemas religiosos a los juzgados seculares,
pero las líneas de autoridad son extremadamente confusas, de lo cual deriva una
gran dificultad.
Para pasar de las leyes él" la economía, la India es, en su conjunto, una nación
extremadamente pobre, estando ubicada en la posición 138 de las 175 naciones
del mundo, de acuerdo al IDH del Informe sobre desarrollo humano 1997. Como
ya he mencionado, esta medición incluye tres componentes: longevidad (medida
en la expectativa de vida al nacer), conocimiento (medida en la alfabetización de
los adultos y en la media de los años de escolarización), y en el ingreso (utilizando
la fórmula de Atkinson para la utilidad del ingreso, que asume un decrecimiento
del retorno a medida que se incrementa el ingreso).33 El promedio de expectativa
de vida al nacer es de 61,334 (por oposición a cerca de 80 en EE.UU.,
Canadá,]apón yen la mayoría de Europa), y la mortalidad infantil es alta, 74 de
cada 1.000 nacimientos vivos (si bien esto representa una gran reducción respecto
de los 165 por 1.000 que se contaban en 1960). Las mujeres están aún peor que
los hombres en cuanto a nutrición básica y salud. La relación entre los sexos no
ha alcanzado siquiera el uno a uno en ningún momento desde que se empezaron
a realizar las mediciones a comienzos del siglo xx. De una cifra alta de 97 mujeres
cada 100 hombres en 1901, la relación cayó en forma constante, alcanzando un
nivel bajo de alrededor de 93 cada 100 en 1971. Tras una leve recuperación,
volvió a declinar aún más, alcanzando en 19911a cifra de 92,7cada 100.35 Los
expertos en salud y nutrición atribuyen generalmente esta desigual relación a la
diferencia nutricional entre niños y niñas yal desigual cuidado de su salud, más
que primariamente a un infanticidio activo, pero existe firme evidencia de
infanticidio en algunas áreas.36 Esta hipótesis se ve confirmada por la presencia
de considerables diferencias regionales. Kerala, por ejemplo, tiene más mujeres
que hombres; otras regiones, por ejemplo Uttar Pradesh, Bihar y Rajasthan, están
----------------------
33. El cálculo implica un complejo proceso de ponderación descrito en el
Informede 1991.
34. Datos de 1994.
35. Para estas y otras estadísticas véase Dreze 1 Sen, India, op. cit.
36. Comunicación personal de Viji Srinivasan, de Adithi, quien me habló de la
evidencia de infanticidio descubierta por miembros de su organización en el norte
de Bihar, donde la relación entre los sexos baja a un nivel de 75/100.
58
en mucho peor situación. Bihar en su conjunto tiene una relación de sexos de 90 a
100, yen un área rural donde se realizó un conteo confiable de individuos por parte
de una cuidadosa ONG el resultado fue la sorprendente cifra de 75 a 100.37
Existe también una creciente evidencia de aborto selectivo por sexo: un reciente
estudio realizado por la Indian Association ofWomen's Studies [Asociación india
para estudios sobre la mujer] estima que cada año se abortan 10.000 fetos
femeninos.38 Las oportunidades de vida en la India se encuentran en general muy
lejos de asemejarse a las del mundo desarrollado, pero las mujeres enfrentan
claramente obstáculos desiguales.
-----------------
37. Véase la nota anterior. La región era el distrito de Sitamarhi, cerca de la
frontera con el N epal, donde Adithi encontró una amplia evidencia de infanticidio
femenino.
38. IndiaAbroad, 10-7-1998,31.
39. Estas cifras están tomadas de Dreze I Sen, India, op. cit. El IDH para 1997 da,
como datos correspondientes a 1994, las cifras de 36, 1 para mujeres y del 64,5
para hombre en la India, y del 70,9 y 89,6 para mujeres y hombres
respectivamente en la China.
40. Véase V. K. Ramachandran, «Kerala's DevelopmentAchievements», en:].
Dreze I A. Sen, Indian Development; Sekcted Regional Perspectives, Oxford-Delhi
1996.
59
general, basándose en una larga tradición (en parte inspirada en los Jesuitas) que
se remonta al siglo XVIII. Pero Kerala es muy poco común. A pesar de que todos
los estados de la India tienen leyes que hacen obligatoria la enseñanza primaria,
estas leyes guardan poca relación con la realidad. Muchas regiones carecen
absolutamente de escuelas de cualquier tipo, al igual que carecen a menudo de un
suministro eléctrico confiable, de servicios médicos, de agua, de calles en buen
estado; muchos funcionarios locales son corruptos y, de ese modo, muchos
maestros en muchas regiones reciben una paga sin aparecer jamás en la región
donde se supone que están ejerciendo la docencia. En algunas áreas rurales, el
índice de alfabetización femenina es de sólo un 5 por cien.41 El gobierno nacional,
a pesar de estar bien intencionado, poco ha hecho para llenar esas brechas, a
pesar de que se establecieron algunos programas de educación para adultos en
algunos de los estados más pobres, y muchas organizaciones no
gubernamentales desarrollan tanto programas de educación de adultos como
programas para niñas que trabajan, después de su horario laboral.42
Recientemente, se introdujo una enmienda constitucional que hará que el derecho
a la educación constituya un derecho fundamental justiciable.43 Puede esperarse
que la aprobación de esta enmienda impulsará al gobierno a actuar en forma más
agresiva con sus buenas intenciones.
El trabajo infantil forma parte del problema. Un gran número de familias pobres,
especialmente rurales, dependen del trabajo que realizan sus niños. A menudo,
los niños comienzan a trabajar a los cinco o seis años cuidando animales, y, a la
edad de doce años, una gran proporción trabaja durante el día. A pesar de que
esta situación afecta a los niños de ambos sexos, las niñas sufren en forma
desproporcionada, ya que sus tareas hogareñas se consideran a menudo
cruciales para sostener
------------------
60
un hogar donde la madre, como J ayamma, realiza largas jornadas de trabajo
manual. En general, si sólo un niño en una familia puede ser enviado a la escuela,
es mucho más probable que una familia pobre elija a un varón. A pesar de las
presiones que en contra del trabajo infantil ejercen entidades extranjeras como el
Banco Mundial, a pesar de la acción política interna y de agencias nacionales e
internacionales, el gobierno ha sido reticente a intervenir en forma activa, al ser
tan alto el número de familias pobres que dependen de ello para su supervivencia.
Muchas ONG han sido reticentes en asumir una posición inequívoca en contra del
trabajo infantil en las presentes condiciones. Prefieren ofrecer una escolaridad
suplementaria para los niños que trabajan después del horario laboral a fin de
ayudarles a adquirir pequeños ahorros o propiedades, y para enseñarles cómo
trabajar por el cambio social. Por ejemplo, un grupo que visité en el Bihar rural
brindaba educación básica para niñas que pasaban sus días cuidando cabras,
ayudaba al grupo a ahorrar para comprar sus propias cabras y les enseñaba cómo
las mujeres de otras regiones habían sido capaces de resistirse al sistema de la
dote, que constituye una gran parte de aquello que determina la desigual
valoración de la vida de la mujer. En la presente situación, todo esto es mucho
más útil que contar con el holgazán funcionario (si es que acaso hay uno), que
obligue a las niñas a dejar su trabajo e ir a la escuela.
Todo enfoque de la situación de las mujeres en la India debe comenzar por los
hechos, comprendiendo que no es simplemente asunto de agitar la varita mágica
diciendo «educación primaria universal obligatoria». En este punto es mucho
menos realista aún, en muchas regiones, aspirar a metas más avanzadas, como la
educación secundaria para ambos sexos. Todo intento de mejorar la calidad de
vida de las mujeres se enfrenta con crueles realidades económicas. No obstante,
también es llamativo cómo ciertas regiones, sobre todo Kerala, fueron capaces de
dar grandes pasos a pesar de estas realidades. Un programa impresionantemente
exitoso fue el de la comida escolar, que hace económicamente más ventajoso
para muchas familias enviar a los niños a la escuela que utilizarlos para el trabajo
infantil.
Las mujeres enfrentan muchos otros obstáculos para alcanzar una plena igualdad
de ciudadanía. El matrimonio infantil, aun siendo ilegal, es una realidad muy
común, especialmente en ciertas regiones
61
donde es tradicional. 44 Las leyes en contra de esta práctica no se han hecho
cumplir, y la misma marca profundamente la trayectoria de vida de una niña. En
Rajasthan, por ejemplo, las niñas que visité con la organización Vishaka se habían
casado ya a la edad de ocho o nueve años; de esa manera, a pesar de que no se
habían mudado aún a la casa de su marido, lo veían como su futuro inevitable, y
esa consciencia de sí mismas como pequeñas esposas marcaba sus actitudes
ante la educación, la vestimenta y especialmente el juego: no querían corretear y
disfrutar de su niñez, como lo hacen los niños varones. (La actitud de protección
de sus familias respecto de su pureza exacerba esta situación: raras veces se les
permite jugar fuera de la casa.)
--------------------
62
estaba haciendo campaña contra el casamiento infantil, cuando fue víctima de
violación múltiple por parte de un grupo de hombres pertenecientes a una
comunidad que apoya esta práctica. Como los hombres eran dirigentes influyentes
de esa comunidad, la policía rehusó registrar el caso hasta que ya fue muy tarde
para realizar el necesario examen médico. Un juzgado de primera instancia en
Jaipur absolvió a todos los acusados. Aunque Bhanwari apeló el juicio y el
Tribunal Supremo de Rajasthan aceptó en 1996 escuchar su apelación, aún no se
escucharon los argumentos en el caso.
Haremos todo lo posible para manejamos con estos y otros muchos hechos que
construyen las circunstancias en medio de las cuales intentan surgir mujeres como
Vasanti y Jayamma. Tales circunstancias afectan la vida interior de la gente, y no
solamente sus opciones exteriores: lo que la gente espera, lo que ama, lo que
teme, así como también lo que es capaz de hacer. Ni Vasanti ni Jayamma piensan
obtener una graduación académica: esto sería totalmente ajeno a su comprensión
acerca de lo que les es posible, y tampoco valdría la pena siquiera entretenerse
con la idea, por más voluntad, capacidad y determinación que poseyeran. Por el
contrario, Meeghan D., cajera en el Co-op del Hyde
------------
47. Véase «Growing Child Abuse: a Worrying Social Phenomenon», India Abroad,
10-7-1998,32.
48. Estadísticas de la Indian Association of Women's Studies [Asociación india
para estudios sobre la mujer], encuentro en Pune, julio de 1998.
63
Park, que a veces me trae las provisiones a casa, está terminando su Bachillerato
de Artes en el Roosvelt College mientras tiene un trabajo de tiempo completo, y ya
fue aceptada para una carrera de grado en ciencias sociales en la Uni.versidad
Howard. Ella no sabe aún si le será fácil conseguir trabajo para su sustento en
Washington, pero dice: «No importa. De alguna manera lo haré». Esto es y a la
vez no es similar a la determinación y fortaleza de Vasanti y Jayamma. No
deberíamos subestimar la medida en que tales diferencias en las opciones crean
diferencias en el pensamiento. Sin embargo, tampoco deberíamos sobreestimar
estas diferencias, pensando que ellas crearían una «esencia» india absolutamente
incomprensible para otras imaginaciones. Ciertas aspiraciones básicas de
surgimiento humano pueden reconocerse a través de las diferencias de clase y de
contexto, si bien sigue siendo crucial comprender cómo el contexto marca tanto la
elección como la aspiración.
64
esas concepciones- que muchos pensadores sensibles sienten que todos los
enfoques universalizantes son forzosamente obtusos y meros cómplices de un
letal proceso de globalización. Tales pensadores ven ante sí la perspectiva de un
mundo en que todas las diferencias interesantes, toda la rica textura de valores ha
sido nivelada, y que todos vamos juntos a comer a McDonald's. Sin embargo, el
hecho de que algunos enfoques universales sean obtusos no los incrimina a
todos. El pluralismo y el respeto por las diferencias son ellos mismos valores
universales que no se observan en todas partes. Requieren una articulación
normativa y una defensa, y esta es una de las cosas que espero brindar en mi
proyecto. En forma más general, en una época de rápida globalización, cuando los
intereses no-morales nos están uniendo a través de las fronteras, tenemos una
necesidad especialmente urgente de reflexionar acerca de las normas morales
que también pueden unimos, y más apropiadamente aún, poniendo restricciones a
las opciones de incremento de las utilidades que las naciones puedan realizar. Si
la utilidad es inadecuada como fuente de principios políticos básicos en una
nación pluralista -como yo creo que lo es claramente-, esto no significa que no
existan fuentes transculturales para semejantes principios, o que no puedan
suscitar un amplio consenso entre las naciones. La búsqueda de tales normas es
una tarea urgente. Si no las buscamos, seremos gobernados, sin el ingreso de
nuestra propia reflexión crítica, por intereses y procesos que difícilmente puedan
resistir el análisis de la argumentación ética.
----------------------
49. Esta es una de las tesis centrales en Dreze/Sen, India, op. cit.
65
los ciudadanos y que .se dejan en un estado de relativa desatención cuando el
crecimiento se transforma en el único objetivo. Por otra parte, tampoco debemos
demonizar la búsqueda del crecimiento económico, que desempeña un papel en el
bienestar de los ciudadanos. Kerala, con sus controles salariales inspirados por
los sindicatos, ha alejado a muchos empleado res de la región causando
innecesariamente una alta tasa de desempleo; tales fallas no guardan correlación
necesaria con los logros positivos en salud y educación, y han empeorado la vida
de la gente.
---------------------
66
Cultura y Desarrollo Humano:
Unas relaciones que se trasladan
Germán Rey
El desarrollo humano ocupa la escena y lo hace desde las orillas más opuestas:
unas veces desde las teorías psicológicas que buscan explicar la ontogenia y
otras desde los manuales de superación que se solazan en vulgarizar aparentes
caminos de autorrealización. Está presente en elaborados informes de las
Naciones Unidas, en donde el concepto de desarrollo humano es observado a
través de indicadores nacionales o en las teorías económicas y sociales más
contemporáneas que discuten, por ejemplo, la importancia de la conformación
de capital social.
En un trabajo clásico sobre las teorías del desarrollo, desde una perspectiva
psicológica(1), Jerome Bruner muestra la coincidencia entre descripción y
prescripción que tiene toda teorización del desarrollo. Una coincidencia que no
es solamente original para las teorías psicológicas del desarrollo (ellas mismas
en una indudable crisis) sino para gran parte de las conceptualizaciones sobre
el tema. El caso de los informes de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas
es, como se analizará más adelante, muy semejante. Porque, en primer lugar, el
concepto ha ido evolucionando, incorporando relatos muy particulares que
provienen de muchas disciplinas y de una gran cantidad de prácticas sociales. Y
en segundo lugar, porque la cuantificación del desarrollo humano a través de
indicadores nacionales permite constataciones internas, comparaciones y
jerarquías dentro del entorno internacional y, por supuesto, planes de
intervención y decisiones que ya no son solamente de los gobiernos sino
también de los grandes bancos o de los organismos globales.
“Las teorías del desarrollo –escribe Bruner- por sus estipulaciones del desarrollo
humano crean reglas e instituciones que son tan compulsivas como las
compañías de crédito inmobiliario: la delincuencia, las ausencias, los hitos de
crecimiento, los patrones escolares”.(2)
Existen sin duda una serie de características que juegan a la hora de tratar de
definir qué se entiende hoy por desarrollo humano. En diferentes textos de las
Naciones Unidas y especialmente del PNUD se pueden vislumbrar:
En tercer lugar, el desarrollo humano tiene que ver con la libertad de poder vivir
como nos gustaría hacerlo. Se incluyen las libertades de atender las
necesidades corporales (morbilidad, mortalidad, nutrición), las oportunidades
habilitadoras (educación o lugar de residencia), las libertades sociales
(participar en la vida de la comunidad, en el debate público, en la adopción de
las decisiones políticas), es decir, el desarrollo humano tiene que ver con la
expresión de las libertades civiles.
De las fases rígidas a las discontinuidades: por mucho tiempo la visión del
desarrollo estuvo atada a una progresión bastante lineal y casi siempre
ascensional del crecimiento, que además estaba orientada por etapas o fases.
Cumplirlas significaba el paso al siguiente momento. Numerosas teleologías
ordenaban este ascenso; podía ser el pensamiento formal en las teorías del
desarrollo cognitivo o la autonomía en las de la moralidad. Los países de primer
mundo se presentaban como modelos a alcanzar y las variables
macroeconómicas definían rumbos y sobre todo fines. En buena parte, el
proyecto moderno -tal como lo señaló Vattimo- estaba unido a una idea de
historia unitaria, a un ideal indeclinable en el progreso y a un modelo de hombre
y de mujer eurocéntrico. Las teorías del desarrollo se alimentaron de este
proyecto.
Del obstáculo como barrera del desarrollo a los obstáculos como vectores del
desarrollo (la conflictividad virtuosa): la ausencia de conflicto presidió algunas
versiones del desarrollo. Hoy, los obstáculos dejan de ser barreras,
impedimentos, para convertirse en oportunidades que deben ser tenidas en
cuenta como una de las condiciones del desarrollo. Oportunidades para
elaborar diagnósticos certeros pero también para visualizar alternativas de
intervención, actores que deben ser tenidos en cuenta a pesar de su
invisibilidad, núcleos de tensión cuya resolución adecuada permitirá avances
significativos.
El tema del desarrollo, como el de las políticas culturales, solo puede ser
pensado entonces como imaginación de la democracia, fortalecimiento de las
instituciones políticas (más ágiles y eficientes) y constitución de nuevas formas
de la ciudadanía.
El consumo crece de manera acelerada para unos pero con limitaciones para
muchos otros. La polémica se extiende hacia la exploración de las relaciones
entre consumo y desarrollo puesto que algunas perspectivas del primero
socavan las oportunidades de un desarrollo sostenible para todos. Son cada vez
mas candentes las discusiones sobre el peso de la producción y el consumo de
las sociedades post industrializadas en el cuidado del medio ambiente, o los
debates sobre las implicaciones del modelo económico globalizado en el
deterioro de las condiciones de vida de muchas personas en el planeta. Las
discusiones de Río, o las protestas de Seattle, Washington y Praga son algunas
muestras de las tensiones que se están produciendo mundialmente entre
consumo y desarrollo sostenible.
Por el momento lo que proponen los inventores del capital social no es otra cosa
que una versión modernizada de Caperucita Roja: aún si consiente disfrazarse
de abuela para establecer un lazo de confianza con la chiquilla el lobo sigue
siendo lobo. Aún cuando acepte revestirse de una ‘dimensión‘cultural y se
adorne de capital social, el ‘desarrollo’ sigue siendo el ‘desarrollo” (6).
Sin dejar aparte este debate, que por supuesto debe profundizarse y tenerse
presente, es obvio que los vínculos entre cultura y desarrollo han cambiado,
posiblemente un poco mas allá de las aventuras de Caperucita y el lobo. Si bien
algunos señalarán que se trata de un simple cambio de pelaje del lobo, con el
mismo apetito y las mismas garras, es claro que ya no estamos en las épocas
en que la cultura era un factor accesorio y perfectamente secundario de los
proyectos de desarrollo. Entre esas épocas y las actuales han sucedido
modificaciones sociales que descentran el concepto de cultura, y por lo tanto,
redefinen la naturaleza de sus relaciones con el desarrollo. La irrupción de la
sociedad del conocimiento, la expansión de la información, el fortalecimiento de
industrias culturales - globales y con una infraestructura de producción y de
consumo inimaginables en el pasado-, así como la importancia de una política
de reconocimiento y la aparición de importantes movimientos socioculturales le
han dado otro peso y otra significación a la presencia de la cultura en el
desarrollo.
Por lo pronto hoy se insiste con mejores argumentos y muchos mas datos en el
peso que las industrias culturales tienen en la economía tanto de los países
industrializados como en los de periferia. En un estudio reciente sobre el tema
en los países andinos se constató la significación real de la cultura en el PIB,
una comprobación que ya es ampliamente conocida y reconocida en los
Estados Unidos y en Europa. Pero no se trata solamente de eso. El sector
cultural está demostrando ser uno de los que genera más empleos, además de
estar asociado a áreas de gran dinamismo tecnológico, mercados mas globales
e inversiones económicas muy atractivas.
Un tipo de aspiración como esa tiene que replantear las relaciones, cada vez
más sugerentes, entre cultura y desarrollo.
Notas(1) “La teoría del desarrollo como cultura”. En: Realidad mental y mundos
posibles, Barcelona: Gedisa, 1988.
(3) Gabriel García Márquez, “Ilusiones para el siglo XXI”, Discurso pronunciado
el 8 de marzo de 1999 en la sesión inaugural del Foro América Latina y el
Caribe frente al nuevo milenio, París.
(4) Nancy Frazer, Iustitia interrupta, Bogotá: Universidad de los Andes, Siglo del
Hombre Editores, 1999, p.17.
(6) Gilbert Rist, “La cultura y el capital social, cómplices o víctimas del
desarrollo”. BID: París, 1999.
El presente artículo hace parte del texto “La construcción del conocimiento histórico.
Enseñanza, narración e identidad” Se divulga con la autorización expresa del autor para
fines académicos.