Concepto SDC Ctéinter2022

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UN CONCEPTO SOBRE EL CUIDADO PARA LA GARANTÍA DE LA VIDA

La comisión de empoderamiento y acciones afirmativas del Comité de Interlocución, de


la Política Pública de Mujeres Urbanas y Rurales, se permite presentar el concepto
dirigido al Sistema Distrital del Cuidado.

Alcaldía de Medellín,
2022
“El cuidado no se tira, no se lanza, no se dispara. Se pone, con las manos, con
el corazón, con calma, necesitamos prestar atención y también, ¡Poner
cuidado! Sobre todo, en un mundo tan herido y con nuestros cuerpos tan
llenos de dolores. No basta con prestar atención a lo que nos duele, porque
mirar las heridas es importante, pero no se van a sanar solo con mirarlas. Por
eso creemos que hace falta aprender a nutrir la acción, de prestar atención
con la acción de poner cuidado”

 INTRODUCCIÓN
En el marco del Comité de Interlocución, el cual, es un espacio creado mediante el
decreto 0841 de 2020, cuyo objeto central es: “Servir de instancia de interlocución entre
la sociedad civil, la academia, el sector privado, para lograr el intercambio de saberes, la
coordinación y articulación y concertación con entidades del sector privado y social, para
así implementar acciones que contribuyan al cumplimiento de la garantía de los derechos
de las mujeres y que puedan fortalecer los procesos de iniciativa privada, social y
comunitaria que favorecen la equidad de género, y que se pueda estimular la
participación de las mujeres y sus organizaciones en la gestión de iniciativas que
permitan el acceso y el disfrute de sus derechos…” (Articulo 14, Decreto 0841 de 2020).

Por ello y bajo las funciones que acobijan a las representantes de emitir conceptos fruto
de su proceso de participación y que estén articulados con asuntos de interés que
atraviesan las diversas cotidianidades de lo que implica habitar la ciudad de Medellín de
diferentes condiciones. Además de contribuir al objetivo central, para el cual se
implementa la política pública, en tanto este, reside en la garantía de los derechos de las
mujeres. En ese sentido, se consideró prioritario el análisis de lo que implica la
construcción de un Sistema Distrital de Cuidados establecido en el Plan de Desarrollo
Medellín Futuro 2020-2023, el cual, lo incluyó entre sus componentes para establecer
como apuesta, el reconocer el cuidado como un derecho en el ámbito de las políticas de
bienestar social, así como un asunto que requiere intervenciones orientadas a promover la
igualdad de género y la autonomía de las mujeres (Alcaldía de Medellín, 2020).

El presente documento, es una recopilación del trabajo realizado durante dos años, el
periodo de participación de mujeres lideresas, representantes y pertenecientes a distintos
sectores de la ciudad, las cuales a partir de unos encuentros intergeneracionales,
interculturales y gracias a una serie de insumos dispuestos por la secretaria técnica del
comité de interlocución apropiaron, discutieron y pusieron en la mesa discusiones
alrededor de temáticas como: la autonomía económica, la seguridad, la participación y
resignificaron nociones como el amor, el poder, el territorio, la juntanza que convergieron
finalmente en la construcción de la noción del cuidado desde lugares situados de
enunciación que dieron como resultado un concepto colectivo que contiene una
perspectiva desde la interseccionalidad y que pretende poner un manifiesto político en la
concepción y posterior ejecución del sistema distrital de cuidados.
En ese sentido, el documento contiene un pequeño contexto de lo que consistió algunas
de las sesiones llevadas a cabo, las temáticas abordadas y las reflexiones realizadas,
posteriormente los conceptos sobre el cuidado y el sistema distrital de cuidados
realizados y finalmente el concepto colectivo junto con unas breves recomendaciones al
mismo.

 CONTEXTO
Según el decreto, ya mencionado, él comité está integrado por representantes principales
y suplentes de distintos sectores que habitan la ciudad desde diferentes historicidades de
ahí la importancia de realizar una lectura situada por la ciudadanía desde un enfoque de
género con perspectiva interseccional, a las iniciativas de la administración distrital que
buscan beneficiar de manera específica a las mujeres en Medellín.

La particularidad que tiene dicha lectura se basa, en las mujeres y sectores que hacen
parte de las comisiones y posteriormente conformaron el eje estratégico, las cuales son:
 Diana Sierra: Representantes de Mujeres Rurales y campesinas
 María Eugenia Berrio y Cruz Ángela Bedoya: Representantes de Organizaciones
sociales y comunitarias
 María José Palacio y Estefanía Duque: Representantes de Sector Juventudes
 María Isabel Jansasoy y Gladys Puerchambud: Representantes del sector indígena
 Verónica Morales: Población Sorda
 Andrea Bernal y Lesly Lopera: Apoyo técnico de la Secretaría de las Mujeres

Durante el 2020 y el 2021, las conversaciones constaron en un ejercicio constante de


apropiación de la Política Pública de Mujeres Urbanas y Rurales y de dialogo con los
instrumentos, entre ellos el, Plan Estratégico de Igualdad de Género, el Plan de
Desarrollo 2020-2023, El Plan de Acción correspondiente a cada año, así como, acciones
encaminadas al cierre de brechas a cargo de distintas dependencias de la ciudad. Al igual,
los espacios durante este tiempo se nutrieron con la constante socializaciones de diversas
agendas e iniciativas de cada uno de los sectores.

Por su parte en el 2022 se concentró el trabajo en los ejes estratégicos y sus temáticas
correspondientes, en orden de ideas, en un primer momento se tuvieron encuentros por
comisiones para validar el plan de trabajo. La comisión de Acciones Afirmativas y
comisión de Empoderamiento, posteriormente se unen las dos comisiones para realizar un
trabajo conjunto enfocado en el eje estratégico Sistema Distrital de Cuidado, en el cual se
realizaron cuatro sesiones en el primer semestre del año aunado a las sesiones ordinarias
del comité.

De acuerdo, con los encuentros por comisiones. La comisión de Acciones Afirmativas,


constituyo en realizar una breve interpretación propia alrededor de la noción de economía
del cuidado. Asimismo, se abordó la ley 1413 de 2010, que determina las actividades de
trabajo de hogar y de cuidado no remunerado, asimismo, sobre la doble o triple jornada
de trabajo a la que se enfrentan las mujeres a diario, mediante un ejercicio visual sobre
los imaginarios que se tienen de la paternidad responsable y los estereotipos y
validaciones romantizadas que este tiene a diferencia de la connotación que tiene la
maternidad. Lo anterior, con el objetivo de reflexionar y sensibilizar sobre la
naturalización del cuidado como practica exclusiva del rol femenino, no reconocida y
romantizada generando procesos de violencia cultural.

El encuentro de la comisión de empoderamiento del año mencionado tuvo como objetivo


principal brindar unas claridades frente algunos puntos técnicos y temáticos respecto al
funcionamiento de la dinámica del trabajo por comisiones. En ese sentido, se validó el
plan de trabajo, las representantes y suplentes de cada uno de los sectores participantes
aceptaron la propuesta presentada y se definieron unos roles y unos compromisos.
Asimismo, se brindó un espacio para una socialización de las agendas de los sectores
participantes y las proyecciones de estos para el año vigente. Finalmente, se concedió un
momento reflexivo en torno a sensibilizar sobre el tema de la economía del cuidado, en el
que se abordó de manera focalizada el empoderamiento desde una perspectiva
interseccional y se estableció la importancia de poner en la discusión el autocuidado
como centro y origen de un cuidado consiente, sano y político, en la medida de que
atraviesa un proceso reflexivo y de reconocimiento de poner lo personal, como
prioritario.

El primer encuentro del eje estratégico Sistema Distrital de Cuidado (Comisión de


Acciones Afirmativas y Comisión de Empoderamiento) fue en el mes de mayo de 2022
de manera presencial, allí se expuso la pertinencia de incidir como Comité de
Interlocución con un producto concreto en forma de manifiesto dirigido al proceso de
diseño del proyecto del Sistema Distrital de Cuidado. Se estableció una agenda de
actividades que contribuirían a construir dicho manifiesto. Las líneas de análisis,
desarrolladas en cada sesión, constarían de cuatro momentos, la primera línea consistiría
la construcción de una noción del cuidado y de sistema del cuidado a partir de las
narrativas, experiencias y percepciones que tienen como lideresas de distintos sectores de
la ciudad. La segunda línea, sería abordar el sistema del cuidado a la luz de la Política
Pública de Mujeres Urbanas y Rurales y el Plan Estratégico de Igualdad de Género, pero
de manera específica con acciones afirmativas y acciones de empoderamiento, en tanto,
este permitiera también realizar un seguimiento en el que se identificaran actores
responsables o pertinentes a incorporar. La tercera línea constiría en realizar un mapa de
sueños, a partir de la pregunta, ¿Que debe tener el sistema de cuidado? La última línea,
consistiría en la consolidación final para el documento técnico, todas las representantes
estuvieron de acuerdo con el plan de trabajo y producto a entregar. 

En el encuentro también se dio una conversación a partir de algunas preguntas


dinamizadoras, que tuvieron como objetivo, identificar qué concepción del cuidado y de
sistema tienen las representantes de los diversos sectores, asimismo, se indago por cómo
creían que estaba distribuido las labores del cuidado, cuáles eran esas características de
quien se encarga del cuidado, que actores están o deberían estar vinculados con el
fenómeno del cuidado y qué acciones de empoderamiento y acciones afirmativas
identificaban y se debería incluir al Sistema Distrital del Cuidado (Ver anexo 1).

El segundo encuentro por eje estratégico, consto en una reunión que consistió en
recordar elementos conceptuales alrededor de la apropiación de las estrategias de
empoderamiento y acciones afirmativas, a partir de dos fórmulas derivadas de las
definiciones establecidas en la Política Pública de Mujeres Urbanas y Rurales de dichas
estrategias, esto con la intención de hacer lectura del diagnóstico del sistema distrital del
cuidado y realizar un seguimiento al Plan Estratégico de igualdad de Género (PEIG). En
ese sentido, se dinamizó actividad participativa que consistió en leer los hallazgos
relacionados con las necesidades de los tres grupos poblacionales específicos,  que aborda
el diagnóstico sobre la organización social del cuidado, las cuales menciona a: personas
mayores, personas con discapacidad y niñas, niños y adolescentes, y en el que
posteriormente las representantes sugirieron acciones de empoderamiento y acciones
afirmativas contenidas en el PEIG que pudieran servir para atender dichas necesidades,
en caso de no encontrar, proponían o modificaban acciones  para incorporar (Ver anexo
2).
El tercer encuentro, tuvo como objetivo general, realizar la actividad, denominada,
cartografía social de los sueños en el marco de la construcción del sistema distrital de
cuidado, para poder llegar a una imagen colectiva del territorio en clave de cuidado a
partir de una perspectiva interseccional, para lo cual, se planteó como objetivos
específicos: realizar un acercamiento a la comunidad, convertir los problemas
identificados en oportunidades, generar soluciones creativas a las problemáticas
identificadas, contribuir a la participación diversa. En ese sentido, la actividad consistió
en que a partir de algunas variables caracterizadas y materializada en unos papeles de
colores como: Brechas territoriales (fucsia), normatividad (amarillo), referentes (azul),
servicios ya existentes (morado), servicios faltantes (naranja), las cuales, también fueron
descritas de manera amplia una por una por parte de las dos mediadoras, Lesly y Andrea.
En ese sentido, explicaron que, la idea era poner en los papeles de colores
correspondientes lo que consideraban faltaba por incluir o si en tal caso presentaba alguna
opinión o si tenían algún conocimiento u experiencia que quisieran exponer y que de
manera simultánea se pudiera georreferenciar en el mapa amplio dispuesto en la mesa
(ver imagen 1). Las reflexiones, se dieron entorno a los hallazgos, normativas, oferta
existente y finalmente lo faltantes, alrededor de las brechas y condiciones territoriales que
tiene la ciudad y que condiciona a quienes la habitan.

Imagen 1: Cartografía social de los sueños SDC


El último encuentro, consistió en que cada sector participante del eje dispusiera un
espacio para escribir las nociones que tenían sobre sistema de cuidados y posteriormente
socializarlo con los demás sectores para ir hilando en un mapa activo del pensamiento lo
que ella definiría como un concepto sobre cuidado y sistema de cuidados para cada uno
de los sectores que estas mujeres representan. El fruto de este encuentro se comparte en el
apartado denominado como, el cuidado desde miradas plurales. Finalmente, dicha
construcción particular llevo a que de manera colectiva se identificará que elementos o
ideas principales se presentaban de manera sistemática o confluían todos los sectores lo
que terminaría siendo un concepto colectivo realizado por eje y el cual se presenta en el
penúltimo como, Un concepto sobre el cuidado para la garantía de la vida.

 JUSTIFICACIÓN y /o IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMÁTICA


El eje estratégico, manifiesta su orgullo por la gran iniciativa que es el Sistema Distrital
de Cuidados y lo que esto representa para las mujeres de la ciudad que buscan el cierre de
brechas de género y la garantía de sus derechos. Por ello, como beneficiarias directas,
señalan la importancia de ser agentes activas del proceso de construcción de dicho
sistema para que este logre su objetivo de manera integral junto con los sectores que
hacen parte de las dinámicas del territorio.
Dentro de la lectura realizada al diagnóstico o específicamente al documento
organización social del cuidado, esta que este reduce el tema del cuidado como un asunto
de oferta y demanda, lo que, si bien es una variable importante para indagar, dentro de lo
analizado, se considera que deja por fuera o no profundiza aspectos estructurales que se
materializan en la posibilidad de hacer sostenible el sistema de cuidado que se quiere
ejecutar. Asimismo, la pertinencia del presente documento también encuentra su lugar en
la ausencia de un análisis interseccional, que el documento diagnostico no presenta, en el
que se posibilite identificar no sólo la población prioritaria o necesitada del cuidado, sino
que esta sea interpelada bajo las condiciones de quienes se han caracterizado por ser
cuidadoras a lo largo de la historia y a las cuales, las atraviesa procesos de racializacion,
etnia, religión, territorio, migración, clase social.
La identidad socio-étnica y la procedencia socioeconómica también han sido factores
clave en la asignación de responsabilidades y obligaciones de cuidados: si bien las
mujeres en general asumen en mayor proporción las tareas y obligaciones de cuidado,
esta tendencia se concentra de manera especialmente intensa en las mujeres de estratos
socioeconómicos bajos, migrantes y racializadas.
Los estudios sobre la organización social de los cuidados no sólo deben tener presente las
desigualdades de género, clase y raza sino también otros factores como: 1) los debates
sobre la relación entre los cuidados y las políticas sociales que han tenido lugar en torno a
experiencias llevadas a cabo en diferentes países, donde se han puesto en evidencia la
reducción del sector público y de la administración pública directa (incremento de la
cobertura por subcontratación), la demanda de mayor calidad en los servicios y la
emergencia de una conciencia crítica frente a los resultados de las políticas focalizadas en
los sectores socioeconómicamente vulnerables junto a la exigencia de enfoques de
derechos universales; 2) las nuevas dinámicas demográficas, en especial las tendencias a
la disminución de la fertilidad y al envejecimiento de la población y 3) la configuración
de un “precariado” socioeconómico, que ha difuminado la diferencia tradicional entre los
roles de proveedor económico y proveedor de cuidados, a la vez que ha tornado
problemático considerar el trabajo asalariado como vía de acceso a la autonomía
económica; esto debido a la consolidación de tendencias a la desregulación del mercado
laboral, la persistencia de altas proporciones de informalidad y bajas proporciones de
cobertura en previsión social (Universidad Nacional, organización social de cuidados,
2022).

 EL CUIDADO DESDE MIRADAS PLURALES


El presente apartado comparte, las diferentes construcciones que cada uno de los sectores
participantes con cada una de sus particularidades definieron desde sus lugares de
enunciación:

“El cuidado es ancestral, es colectivo e individual tiene como objetivo la sanación y se da


gracias a la sabiduría de nuestras mamitas que, debido a su conexión con la Pachamama,
han transmitido sus saberes de generación en generación dentro de la comunidad, siendo
esta la forma de resiliencia de quienes habitamos la ciudad con identidad étnica, esta
también ha sido muestra sagrada de poderío y respeto, en tanto, ha sido fuente real de
vida. Un sistema de cuidados desde esta mirada es el de reconocer a las mujeres
indígenas como sujetas políticas que desempeñamos un papel activo y legitimo en el
intercambio de saberes y que contamos con la capacidad de ser replicadoras de los
mismos. En ese sentido, el sistema de cuidados no puede ser concebido sin un enfoque
étnico y diferencial que garantice el acceso y el acompañamiento a quienes desde tiempo
y sobre todo en un mundo tan necesitado de recordar sus orígenes y recordar cuales son
las prioridades que cuidar”. (Maria Isabel Jansasoy y Gladys Puerchambud,
representantes del sector de 2mujeres indígenas, 2022)
“El cuidado es el lugar y razón de encuentro para la juntanza, ha sido causa de
lucha, ha representado seguridad y regocijo del mundo hostil en el que existimos,
y de manera simultánea y antagónica ha significado la reflexión de poner como
postura política la rebeldía como acción emancipatoria de ese- deber ser-
atribuido al cuidado. El cuidado ha implicado politizar, organizarse en los
espacios comunes, en los lugares que deberían ser entornos protectores como la
universidad, los colegios, las calles, las instituciones que suponen están llamadas
a cuidar. El sistema de cuidados desde esta mirada no es más que situarlo como
una política de bienestar que acoja esos espacios comunes tangibles e intangibles
en los que deseamos y tenemos derecho de habitar de forma segura, sin el miedo
de tener que desertar por razones ligadas a un relevo de roles con las madres de
nuestros hogares o a los constantes abusos y violaciones a las que cotidianamente
nos vemos enfrentadas. Nos merecemos existir sin que eso nos cueste la vida, el
sistema de cuidados debe expandir la noción de redistribución de manera
multidimensional y deconstruir la noción romántica del constructo histórico
patriarcal del mismo” (Estefanía Duque, representante del sector juventudes,
2022).

“El cuidado, es la cualidad o atributo que históricamente se le ha delegado a la


mujer, ha sido para las mujeres de la ciudad, la razón que ha llevado a
movilizarse en las calles, en los barrios con el objetivo de reconocer como estas
labores contribuyen al desarrollo de la ciudad, el cuidado ha implicado poner el
bienestar como centro de todo y ha llevado a construir redes solidarias de mujeres
que ponen diariamente cuerpo y alma por los otros. Desde esta mirada, el sistema
de cuidados debe propiciar garantías, bienestar, redistribución, a través de la
legitimación y establecimiento de un intercambio de saberes que se gesta en
dichas redes que por décadas sostienen la ciudad, esto con el objetivo
multidireccional de que se cierren brechas y se mantenga viva la discusión sobre
la economía del cuidado en la agenda de ciudad” (Cruz Angela Bedoya,
representante del sector de organizaciones, sociales y comunitarias, 2022)

“El cuidado, es que todo este sano, está ligado a la transformación femenina del
campo y se debe a un intercambio de saberes y prácticas lo que ha permitido el
sostenimiento de la vida, desde la raíz, en especial de esas especies menores no
solo el cuidado está dirigido a las personas, resignificamos constantemente lo
ambiental. El cuidado, significa una custodia de las semillas, porque finalmente
las mujeres rurales somos germinadores, lo que implica un relacionamiento
consiente con el territorio y los recursos que brinda para garantizar el bienestar de
todos y que llega a la ciudad, el cuidado significa para nosotras reciprocidad con
el entorno con el objetivo de que este florezca y no se marchite, es un trueque de
vida con la tierra que se está trabajando, al ser un relacionamiento femenino con
la tierra, este no es extractivista por el contrario parte de la noción orgánica del
cuidado porque se pone como principio fundamental el de sostener la vida, es
expandir la noción de redistribución, en un sentido en el que a la tierra se le cuida
en tanto se le redistribuye. Un sistema de cuidado deber articular la periferia,
sobre todo la rural, debe poner el campo como centro y herramienta de cuidado.
Debe garantizar la autonomía económica a partir de la propiedad directa de esta
por parte de las mujeres. El sistema de cuidados debe incorporar los aportes con
enfoque de género realizado al Distrito Rural Campesino, asimismo, debe
establecer un proceso de sensibilización y pedagogía dirigido a mujeres que
habitan la ruralidad de la ciudad, para que podamos reconocernos como
productoras y sujetas políticas. (Diana Sierra, representante de mujeres
rurales, 2022)

 UN CONCEPTO SOBRE EL CUIDADO PARA LA GARANTÍA DE LA VIDA


El punto de partida de este análisis es ha sido concebir el cuidado, entendido como el
conjunto de saberes no academizados que se desarrollan alrededor de lo doméstico, la
naturaleza y la reproducción de la vida; esta epistemología está cargada de nociones de
ancestralidad y compartir entre las mujeres. Nos acercamos a ella como un ejercicio de
diálogo, de saberes, para comprender y evidenciar la necesidad que encontramos en las
mujeres participantes de reapropiarse del autocuidado y el cuidado colectivo como forma
de conocimiento y lucha. En ese sentido, la resignificación del cuidado como un
aprendizaje fundamental para la vida y la prevalencia de esta es vital; así, “saber cuidar se
constituye en el aprendizaje fundamental dentro de los desafíos de supervivencia de la
especie porque el cuidado no es una opción: los seres humanos aprendemos a cuidar o
perecemos” (Gattino & Milesi, 2013, p. 2).

La vida que se cuida no es solo, la vida humana, sino que se entiende como una relación
vital entre lo humano y lo “natural”: las plantas, los animales y los ciclos naturales. Por lo
tanto, las participantes valoran los saberes de las mujeres con respecto a las plantas
medicinales, las semillas, los alimentos, los ciclos femeninos, la concepción y
anticoncepción, el parto, la cocina, el agua, la agricultura, entre muchos otros.
Concebir el cuidado desde estas nociones y como caudal de conocimientos ha sido
compartida y comunicada de generación en generación entre las mujeres, desde los
hogares y otras prácticas políticas y comunitarias de ellas. Además, esta forma de
compartir y comunicar los conocimientos recurre a lógicas y prácticas de aprendizaje
fuera de los esquemas hegemónicos de la enseñanza y aprendizaje, refiriéndose más a la
experiencia y el aprender haciendo. El ejercicio de poner en movimiento en el espacio
público-político (fuera de lo doméstico) el cuidado es una práctica política que
entendemos como ética del cuidado (Silvia Guzman, 2022).

Sin embargo, debemos subrayar que el cuidado no es “natural” para las mujeres. Desde
una mirada feminista y crítica del cuidado se aleja de esencialismos, al considerar que el
cuidado es una construcción sociocultural que ha sido impuesta, por el sistema moderno-
patriarcal, y que, dentro de esta misma lógica, ha sido devaluada al ser considerado algo
de las “mujeres”. Entiéndase esto, como apuesta política que desmonta el imaginario
romántico e idealista por parte de la sociedad de que es el fin único, al cual, esta
destinadas las mujeres. Implica entonces, empezar a reconfigura la discusión fuera de la
frase que sigue poniéndonos en dicho marco.

Siguiendo a Gilligan, la democratización de los cuidados o el entendimiento de estos


como práctica democrática nos permite conceptualizarlos desde el marco de valores de
los derechos humanos como la libertad, la equidad, la solidaridad, entre otros. No solo el
cuidado responde a un derecho fundamental como es el derecho a la vida, sino que, al
pensarlo, dentro de un marco democrático, nos permite cuestionar la distribución de las
actividades de los cuidados y dignificar tales prácticas. No es casualidad, que muchas
feministas, como sugiere Karina Batthyány, enfatizan en la necesidad de considerar los
cuidados como un derecho universal,

Esto significa el derecho a recibir los cuidados necesarios en distintas circunstancias y


momentos de la vida, y a evitar que la satisfacción de esa necesidad se determine por la
lógica del mercado, la disponibilidad de los ingresos y la presencia de redes vinculares o
lazos afectivos. También conlleva el derecho de elegir si se desea o no cuidar en un
marco familiar no remunerado que sea una elección, no una obligación o deber “natural”
de las mujeres y de las familias, como se ha interpretado hasta ahora.

Vivir el cuidado como forma de dignificación de la vida nos permite, desde la teoría
crítica de los derechos humanos, pensar en el cuidado como un derecho humano. Por
último, enunciarse desde el cuidado consiente es un reto de lucha contra el sistema
moderno-patriarcal, que invita a todas las personas, en todos los ámbitos de nuestra vida,
a nuevas formas de relacionamiento en procura de una sociedad más justa, equitativa y
democrática. Proponemos que los cuidados, como valor político de la esfera pública -
y privada- se entiendan como un derecho humano, que garantice el cuidado de la
vida (humana y natural) y se promueva que todos los seres humanos sepamos
cuidar.

 RECOMENDACIONES, RETOS, PREGUNTAS


Las siguientes, recomendaciones, retos y preguntas, son una recopilación que emergieron
de diferentes encuentros y fueron enunciadas por cada una de las representantes que
participaron en dichos espacios.
 Hay que recordar que nombrar, reconocer es el primer paso para regular
 En la población sorda, debido a su concepción como incapacitados, se le
relega labores del cuidado.
 No existe la divulgación de la oferta existente para la población sorda
 No se tiene en cuenta Ley 324 de 1996 normas tendientes a la equiparación de
oportunidades y que incluye
 La necesidad de contar con interpretes en las entidades que prestan dichos
servicios
 Los padres que tiene hijos sordos no se capacitan para aprender lenguaje de
señas
 Los profesionales que trabajen en el sector de salud deben saber lengua de
señas o brindar atención especial
para dicha población
 No se cuenta con una autonomía economía real, las mujeres sordas no
pueden acceder a bienes y servicios
 El cuidado, en la población sorda se entiende solo desde una perspectiva
de salud.
 Las brechas digitales
 Se tiene un desconocimiento de existe una oferta, para las personas sorda
 No existe un conocimiento u apropiación de la oferta, lo que impide acceder a
esta. Es necesario descentralizar dichos servicios sobre todo a la zona rural,
 Es necesario incluir movilidad, transporte que este pensado para esa infancia
que habita las veredas de los corregimientos y que por razones como esas
desertan de asistir a los cascos urbanos que prestan los servicios de educación.
 Insistieron en que el único centro de cuidado o institución de ICBF que
presenta apoyo en horario nocturno es en la comuna 10, la candelaria, sin
embargo, insisten en que es hasta las 10 pm, desconociendo que muchas
mujeres trabajan en horario nocturnos, lo que lleva a relegar dichos cuidados a
un familiar cercano, pagar o en tal caso acudir a la red vecinal cercana. Lo que
implica en su mayoría un riesgo.
 Insistieron en que, solo existe un instituto dirigido a población infantil sorda,
el cual se encuentra en robledo, lo que deja sin cobertura a los demás niños
que no habitan cerca de esta comuna.
 Se insistió en la necesidad de capacitar en lengua de señas a las y los
profesores. Indicaron la urgencia de incluir infraestructura de guarderías en las
empresas, aunque sea las grandes y recordarle a este sector gremial, el
compromiso con este.
 Indicaron lo importante de incluir políticas u acciones de transformación
cultural que estén encaminadas a que se redistribuya los cuidados y que se
resignifiquen los roles, sobre todo por niñas que cuidan niños.
 En el sector de mujeres indígenas se está presentando un problema respecto a
acceder a ofertas como AMAUTTA, por la condición especial jurídica que la
población indígena tiene. Insiste en la necesidad de entender la articulación
con las comunidades indígenas, y la importancia de cuidar a los ancestros ya
que en estos recae el conocimiento ancestral.
 El proceso de capacitación para cuidadores se queda pobre para la cantidad de
demanda que hay respecto a esto, insiste que es necesario prestarle atención a
la vejez en la ruralidad.
 La necesidad de incluir esos lugares que integren a la población mayor y
resignifique todo el conocimiento que este tiene para la sociedad.
 La población sorda sigue presentando casos que afectan su salud mental
debido a la ausencia de una infraestructura adecuada y por la atención y cero
comunicación brindada para la población dentro de los centros gerontológicos
públicos.
 No hay un asunto de protección en los adultos mayores, son abandonados
desde las familias.
 Falta de capacitación a funcionarios que están en los sectores públicos, como
salud, es importante tener en cuenta el tema de la lengua materna, hay
población indígena que se necesita un traductor.
 Importancia de tener un censo, que asistan al sector comunitario, importancia
de centros de espacio de recreación, ocio.
 Foro de temas normativos de cuidadores y cuidadoras, para una
sensibilización y darles ese valor desde las familias.
 Lugares de trabajo con guarderías.
 Centros de atención para personas mayores, no hay suficientes
 La oferta privada es costosa.
 La informalidad, la economía de subsistencia y la ausencia de autonomía
económica sigue siendo de los factores principales para no garantizar el
derecho al cuidado, ni a nosotras ni a quienes dependen de nosotras.
 No hay oferta de cuidado por horas, en caso de ser requerido.
 No hay oferta suficiente de apoyo y formación a cuidadores y cuidadoras
 Faltan centros de atención para personas con problemas de salud mental
 La ley 1413, economía del cuidado en el territorio rural no existe, ya que, no
existe un censo poblacional discriminado por sexo que muestre las labores del
cuidado de manera representativa en la ruralidad
 Tampoco existe el tema de jefatura de hogar para las mujeres rurales y
campesinas
 Existen muy pocas personas capacitadas en los corregimientos en el tema de
cuidadores para crear red de cuidado
 Servicios de salud en los distintos temas sobre derechos para un acceso
efectivo
 Atención de las mujeres con déficit, en rutas de atención muy puntual y
efectivas
 Mas oferta para niños, niñas en la ruralidad, que cuente con movilidad y
descentralización de los servicios
 Mayor población rural envejecida, que no cuenta con no cuenta con cuidado,
ni servicio de salud, ni con pensión
 Pensión para discapacitados que no tienen atención en la ruralidad
 Capacitar a la población rural y campesina en especial las mujeres en sus
derechos
 Para las personas mayores, se debe solucionar el mal servicio que presta el
sistema de salud en el país recarga los tiempos que las mujeres dedican al
cuidado a esta población. Cuando hablan de un servicio institucional que las
cuide por fuera de casa lo asocian al asilo o un hogar geriátrico, espacio que a
la mayoría les causa una reacción negativa porque lo asocian con encierro,
abandono y soledad. Algunas manifestaban el mal estado de los asilos
estatales, la mala atención del personal y la mala calidad de las instalaciones.
En casa sienten que pueden estar más seguras y tranquilas. ¿Cómo pensar en
que programas de mejoramiento de vivienda incluyan aspectos como mejorar
infraestructura de las casas? ¿Cómo garantizar la institucionalidad del cuidado
desde los hogares? Un pasadía, que pueda brindar todos los servicios y que
permita resignificar sus proyectos de vida.
 La necesidad de una pensión para las amas de casa, pensión para personas con
discapacidad, subsidios para las personas cuidadoras. Encontrar la forma de
pagar a alguien para que haga trámites en la EPS o cuide a la persona
dependiente de cuidados –en ocasiones sin ninguna formación para cuidar– En
ese sentido, forma o articular a una red vecinal.
 Brindar infraestructura en términos de movilidad especializada para estas
poblaciones para que puedan dejar depender de manera exclusiva de sus
cuidadores.
 La problemática de la subjetividad y experiencia cotidiana de las mujeres
migrantes que ejercen como cuidadoras domésticas y que se han convertido
también en un relevo generacional en la ciudad. Además, del significado del
trabajo de cuidado en la inserción laboral de las mujeres migrantes en las
sociedades de destino, así como la valoración que esta labor tiene para sus
protagonistas, tanto desde su dimensión emocional como de producción de
bienes públicos.
 La romantización de las relaciones / construcciones sociales idealizadas
entorno al cuidador(a), al hogar y las familias.
 La salud mental, como elemento fundamental para garantizar el derecho al
cuidado.
Finalmente, agradecemos el espacio compartido, el cuidado como una apuesta política
fue aquí tomado como principio y fin. Es claro, que es necesario seguir conversando y
participando en distintos, espacios y esferas, que permitan nutrir, discrepar y concertar,
con el objetivo de que el cuidado como garantía de vida se siga poniendo en la agenda
pública, privada y ciudadana para seguir construyendo ciudad desde un reconocimiento
integral de quienes continúan con esta labor.

 ANEXOS
Actas

Firmas:

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