Concepto SDC Ctéinter2022
Concepto SDC Ctéinter2022
Concepto SDC Ctéinter2022
Alcaldía de Medellín,
2022
“El cuidado no se tira, no se lanza, no se dispara. Se pone, con las manos, con
el corazón, con calma, necesitamos prestar atención y también, ¡Poner
cuidado! Sobre todo, en un mundo tan herido y con nuestros cuerpos tan
llenos de dolores. No basta con prestar atención a lo que nos duele, porque
mirar las heridas es importante, pero no se van a sanar solo con mirarlas. Por
eso creemos que hace falta aprender a nutrir la acción, de prestar atención
con la acción de poner cuidado”
INTRODUCCIÓN
En el marco del Comité de Interlocución, el cual, es un espacio creado mediante el
decreto 0841 de 2020, cuyo objeto central es: “Servir de instancia de interlocución entre
la sociedad civil, la academia, el sector privado, para lograr el intercambio de saberes, la
coordinación y articulación y concertación con entidades del sector privado y social, para
así implementar acciones que contribuyan al cumplimiento de la garantía de los derechos
de las mujeres y que puedan fortalecer los procesos de iniciativa privada, social y
comunitaria que favorecen la equidad de género, y que se pueda estimular la
participación de las mujeres y sus organizaciones en la gestión de iniciativas que
permitan el acceso y el disfrute de sus derechos…” (Articulo 14, Decreto 0841 de 2020).
Por ello y bajo las funciones que acobijan a las representantes de emitir conceptos fruto
de su proceso de participación y que estén articulados con asuntos de interés que
atraviesan las diversas cotidianidades de lo que implica habitar la ciudad de Medellín de
diferentes condiciones. Además de contribuir al objetivo central, para el cual se
implementa la política pública, en tanto este, reside en la garantía de los derechos de las
mujeres. En ese sentido, se consideró prioritario el análisis de lo que implica la
construcción de un Sistema Distrital de Cuidados establecido en el Plan de Desarrollo
Medellín Futuro 2020-2023, el cual, lo incluyó entre sus componentes para establecer
como apuesta, el reconocer el cuidado como un derecho en el ámbito de las políticas de
bienestar social, así como un asunto que requiere intervenciones orientadas a promover la
igualdad de género y la autonomía de las mujeres (Alcaldía de Medellín, 2020).
El presente documento, es una recopilación del trabajo realizado durante dos años, el
periodo de participación de mujeres lideresas, representantes y pertenecientes a distintos
sectores de la ciudad, las cuales a partir de unos encuentros intergeneracionales,
interculturales y gracias a una serie de insumos dispuestos por la secretaria técnica del
comité de interlocución apropiaron, discutieron y pusieron en la mesa discusiones
alrededor de temáticas como: la autonomía económica, la seguridad, la participación y
resignificaron nociones como el amor, el poder, el territorio, la juntanza que convergieron
finalmente en la construcción de la noción del cuidado desde lugares situados de
enunciación que dieron como resultado un concepto colectivo que contiene una
perspectiva desde la interseccionalidad y que pretende poner un manifiesto político en la
concepción y posterior ejecución del sistema distrital de cuidados.
En ese sentido, el documento contiene un pequeño contexto de lo que consistió algunas
de las sesiones llevadas a cabo, las temáticas abordadas y las reflexiones realizadas,
posteriormente los conceptos sobre el cuidado y el sistema distrital de cuidados
realizados y finalmente el concepto colectivo junto con unas breves recomendaciones al
mismo.
CONTEXTO
Según el decreto, ya mencionado, él comité está integrado por representantes principales
y suplentes de distintos sectores que habitan la ciudad desde diferentes historicidades de
ahí la importancia de realizar una lectura situada por la ciudadanía desde un enfoque de
género con perspectiva interseccional, a las iniciativas de la administración distrital que
buscan beneficiar de manera específica a las mujeres en Medellín.
La particularidad que tiene dicha lectura se basa, en las mujeres y sectores que hacen
parte de las comisiones y posteriormente conformaron el eje estratégico, las cuales son:
Diana Sierra: Representantes de Mujeres Rurales y campesinas
María Eugenia Berrio y Cruz Ángela Bedoya: Representantes de Organizaciones
sociales y comunitarias
María José Palacio y Estefanía Duque: Representantes de Sector Juventudes
María Isabel Jansasoy y Gladys Puerchambud: Representantes del sector indígena
Verónica Morales: Población Sorda
Andrea Bernal y Lesly Lopera: Apoyo técnico de la Secretaría de las Mujeres
Por su parte en el 2022 se concentró el trabajo en los ejes estratégicos y sus temáticas
correspondientes, en orden de ideas, en un primer momento se tuvieron encuentros por
comisiones para validar el plan de trabajo. La comisión de Acciones Afirmativas y
comisión de Empoderamiento, posteriormente se unen las dos comisiones para realizar un
trabajo conjunto enfocado en el eje estratégico Sistema Distrital de Cuidado, en el cual se
realizaron cuatro sesiones en el primer semestre del año aunado a las sesiones ordinarias
del comité.
El segundo encuentro por eje estratégico, consto en una reunión que consistió en
recordar elementos conceptuales alrededor de la apropiación de las estrategias de
empoderamiento y acciones afirmativas, a partir de dos fórmulas derivadas de las
definiciones establecidas en la Política Pública de Mujeres Urbanas y Rurales de dichas
estrategias, esto con la intención de hacer lectura del diagnóstico del sistema distrital del
cuidado y realizar un seguimiento al Plan Estratégico de igualdad de Género (PEIG). En
ese sentido, se dinamizó actividad participativa que consistió en leer los hallazgos
relacionados con las necesidades de los tres grupos poblacionales específicos, que aborda
el diagnóstico sobre la organización social del cuidado, las cuales menciona a: personas
mayores, personas con discapacidad y niñas, niños y adolescentes, y en el que
posteriormente las representantes sugirieron acciones de empoderamiento y acciones
afirmativas contenidas en el PEIG que pudieran servir para atender dichas necesidades,
en caso de no encontrar, proponían o modificaban acciones para incorporar (Ver anexo
2).
El tercer encuentro, tuvo como objetivo general, realizar la actividad, denominada,
cartografía social de los sueños en el marco de la construcción del sistema distrital de
cuidado, para poder llegar a una imagen colectiva del territorio en clave de cuidado a
partir de una perspectiva interseccional, para lo cual, se planteó como objetivos
específicos: realizar un acercamiento a la comunidad, convertir los problemas
identificados en oportunidades, generar soluciones creativas a las problemáticas
identificadas, contribuir a la participación diversa. En ese sentido, la actividad consistió
en que a partir de algunas variables caracterizadas y materializada en unos papeles de
colores como: Brechas territoriales (fucsia), normatividad (amarillo), referentes (azul),
servicios ya existentes (morado), servicios faltantes (naranja), las cuales, también fueron
descritas de manera amplia una por una por parte de las dos mediadoras, Lesly y Andrea.
En ese sentido, explicaron que, la idea era poner en los papeles de colores
correspondientes lo que consideraban faltaba por incluir o si en tal caso presentaba alguna
opinión o si tenían algún conocimiento u experiencia que quisieran exponer y que de
manera simultánea se pudiera georreferenciar en el mapa amplio dispuesto en la mesa
(ver imagen 1). Las reflexiones, se dieron entorno a los hallazgos, normativas, oferta
existente y finalmente lo faltantes, alrededor de las brechas y condiciones territoriales que
tiene la ciudad y que condiciona a quienes la habitan.
“El cuidado, es que todo este sano, está ligado a la transformación femenina del
campo y se debe a un intercambio de saberes y prácticas lo que ha permitido el
sostenimiento de la vida, desde la raíz, en especial de esas especies menores no
solo el cuidado está dirigido a las personas, resignificamos constantemente lo
ambiental. El cuidado, significa una custodia de las semillas, porque finalmente
las mujeres rurales somos germinadores, lo que implica un relacionamiento
consiente con el territorio y los recursos que brinda para garantizar el bienestar de
todos y que llega a la ciudad, el cuidado significa para nosotras reciprocidad con
el entorno con el objetivo de que este florezca y no se marchite, es un trueque de
vida con la tierra que se está trabajando, al ser un relacionamiento femenino con
la tierra, este no es extractivista por el contrario parte de la noción orgánica del
cuidado porque se pone como principio fundamental el de sostener la vida, es
expandir la noción de redistribución, en un sentido en el que a la tierra se le cuida
en tanto se le redistribuye. Un sistema de cuidado deber articular la periferia,
sobre todo la rural, debe poner el campo como centro y herramienta de cuidado.
Debe garantizar la autonomía económica a partir de la propiedad directa de esta
por parte de las mujeres. El sistema de cuidados debe incorporar los aportes con
enfoque de género realizado al Distrito Rural Campesino, asimismo, debe
establecer un proceso de sensibilización y pedagogía dirigido a mujeres que
habitan la ruralidad de la ciudad, para que podamos reconocernos como
productoras y sujetas políticas. (Diana Sierra, representante de mujeres
rurales, 2022)
La vida que se cuida no es solo, la vida humana, sino que se entiende como una relación
vital entre lo humano y lo “natural”: las plantas, los animales y los ciclos naturales. Por lo
tanto, las participantes valoran los saberes de las mujeres con respecto a las plantas
medicinales, las semillas, los alimentos, los ciclos femeninos, la concepción y
anticoncepción, el parto, la cocina, el agua, la agricultura, entre muchos otros.
Concebir el cuidado desde estas nociones y como caudal de conocimientos ha sido
compartida y comunicada de generación en generación entre las mujeres, desde los
hogares y otras prácticas políticas y comunitarias de ellas. Además, esta forma de
compartir y comunicar los conocimientos recurre a lógicas y prácticas de aprendizaje
fuera de los esquemas hegemónicos de la enseñanza y aprendizaje, refiriéndose más a la
experiencia y el aprender haciendo. El ejercicio de poner en movimiento en el espacio
público-político (fuera de lo doméstico) el cuidado es una práctica política que
entendemos como ética del cuidado (Silvia Guzman, 2022).
Sin embargo, debemos subrayar que el cuidado no es “natural” para las mujeres. Desde
una mirada feminista y crítica del cuidado se aleja de esencialismos, al considerar que el
cuidado es una construcción sociocultural que ha sido impuesta, por el sistema moderno-
patriarcal, y que, dentro de esta misma lógica, ha sido devaluada al ser considerado algo
de las “mujeres”. Entiéndase esto, como apuesta política que desmonta el imaginario
romántico e idealista por parte de la sociedad de que es el fin único, al cual, esta
destinadas las mujeres. Implica entonces, empezar a reconfigura la discusión fuera de la
frase que sigue poniéndonos en dicho marco.
Vivir el cuidado como forma de dignificación de la vida nos permite, desde la teoría
crítica de los derechos humanos, pensar en el cuidado como un derecho humano. Por
último, enunciarse desde el cuidado consiente es un reto de lucha contra el sistema
moderno-patriarcal, que invita a todas las personas, en todos los ámbitos de nuestra vida,
a nuevas formas de relacionamiento en procura de una sociedad más justa, equitativa y
democrática. Proponemos que los cuidados, como valor político de la esfera pública -
y privada- se entiendan como un derecho humano, que garantice el cuidado de la
vida (humana y natural) y se promueva que todos los seres humanos sepamos
cuidar.
ANEXOS
Actas
Firmas: