Viacrucis San ALfonso Ma Ligorio

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El camino de la Cruz

Oración Preparatoria
Guía: Señor mío Jesucristo, Tu anduviste con tan grande amor este camino para
morir por mí, y yo te he ofendido tantas veces apartándome de Ti por el pecado;
Todos: Mas ahora te amo con todo mi corazón, y porque te amo, me arrepiento
sinceramente de todas las ofensas que te he hecho. Perdóname, Señor, y permíteme
que te acompañe en este viaje. Vas a morir por mi amor, pues yo también quiero vivir
y morir por el tuyo, amado Redentor mío. Si, Jesús mío, quiero vivir siempre y morir
unido a ti.

1
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús sentenciado a muerte.
Marcos 15,12-13.15

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo Jesús, después de haber sido azotado y coronado de


espinas, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado.

(Aquí se hace una pequeña pausa para considerar brevemente el misterio, y lo mismo
en las demás estaciones.)

Todos: ADORADO Jesús mío: mis pecados fueron más bien que Pilato, los que te
sentenciaron a muerte. Por los méritos de este doloroso paso, te suplico me asistas en
el camino que va recorriendo mi alma para la eternidad. Te amo, ¡oh Jesús mío más
que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas
que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mi como
te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Por amarme (Parte 1)


Me sorprende, tu gran amor Señor escogiendo para ti la horrenda muerte,
que te llevo a darlo todo muerte en cruz, para desaparecerte.
por amarme,
la cruz que ante Pilato soportaste, No, no reservaste para ti ni una gota
y ese deseo inmenso, de tu preciosa sangre
al coronarte y flagelarte. toda la derramaste en esa cruz que tu
llevaste hasta el calvario
Porque Señor, siendo tu inocente por amarme (2v)
te juzgaron inclementes ante el tribunal

2
SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús es cargado con la cruz
San Marcos 15,20

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo Jesús, andando este camino con la cruz a cuestas, iba
pensando en ti y ofreciendo a su Padre por tu salvación la muerte que iba a padecer.

Todos: AMABILÍSIMO Jesús mío: abrazo todas las tribulaciones que me tienes
destinadas hasta la muerte, y te ruego, por los méritos de la pena que sufriste llevando
tú Cruz, me des fuerza para llevar la mía con perfecta paciencia y resignación. Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de
haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame
siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Por amarme (Parte 2)


Lo comprendo, no fueron tus verdugos
quien acabaron con tu vida mi Jesús
fueron los pecados los de todos los humanos
que por amarnos tanto quisiste así salvarnos.

No, no reservaste para ti ni una gota


de tu preciosa sangre
toda la derramaste en esa cruz que tu llevaste hasta el calvario
por amarme (2v)

3
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae la primera vez debajo de la cruz
Isaías 53,5

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera esta primera caída de Jesús debajo de la Cruz. Sus carnes
estaban despedazadas por los azotes; su cabeza coronada de espinas, y había ya
derramado mucha sangre, por lo cual estaba tan débil, que apenas podía caminar;
llevaba al mismo tiempo aquel enorme peso sobre sus hombros y los soldados le
empujaban; de modo que muchas veces desfalleció y cayó en este camino.

Todos: AMADO Jesús mío: más que el peso de la Cruz, son mis pecados los que te
hacen sufrir tantas penas. Por los méritos de esta primera caída, libradme de incurrir
en pecado mortal. Te amo, ¡oh Jesús, amor mío !, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Siervo Doliente (Parte 1)


Varón de dolor, de Dios herido Que como cordero va al degüello
Por mí humillado En el silencio del dolor
Es el siervo de Dios
Que sin reservas, todo lo ha dado Siervo doliente enaltecido en cruz
Por los pecados
Y viéndole sufrir llega al corazón Que ha soportado sobre sí
Una herida a causa de su amor Desfigurado, sediento de amor
Levántate, oh, Dios Suplica al hombre
Mira la pena del mal herido Sacie la sed del corazón

4
CUARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su afligida madre
Lucas 2,34-35.51b

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera el encuentro del Hijo con su Madre en este camino. Se miraron
mutuamente Jesús y María, y sus miradas fueran otras tantas flechas que traspasaron
sus amantes corazones.

Todos: AMANTÍSIMO Jesús mío: por la pena que experimentaste en este


encuentro, concédeme la gracia de ser verdadero devoto de tú Santísima Madre. Y
Tú, mi afligida Reina, que fuiste abrumada de dolor, alcánzame con tú intercesión una
continua y amorosa memoria de la Pasión de tu Hijo. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!,
más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no
permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de
mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Pieta (Dulce Madre)


Como sería, Lo acompañaste
estar en los brazos de María En la cruz y en el pesebre
Que sostuvo a Cristo en su muerte Siendo niño y cuando iba calvario
Cuando Él ya no pudo más Donde el fue tu ibas detrás

Esconderme, Como un niño


en el manto de aquella que atiende Recostarme en tus brazos de Madre
a Cristo en vida y en muerte Protegerme bajo tu amparo
Y cuido con su amor maternal De tu mano aprender //a adorar// Coro

Y Cúbreme, bajo tu manto Escucha mi oración,


Y abrázame, en mi necesidad Te pido tu intercesión
//Dulce Madre, Dulce Madre// Escucha mi oración [x3] [CORO]
5
QUINTA ESTACIÓN
Simón ayuda a Jesús a llevar la cruz
San Lucas 23, 26

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo los judíos, al ver que Jesús iba desfalleciendo cada vez más,
temieron que se les muriese en el camino y, como deseaban verle morir de la muerte
infame de Cruz, obligaron a Simón el Cirineo a que le ayudara a llevar aquel pesado
madero.

Todos: DULCÍSIMO Jesús mío: no quiero rehusar la Cruz, como lo hizo el Cirineo,
antes bien la acepto y la abrazo; acepto en particular la muerte que tengas destinada
para mí, con todas las penas que la han de acompañar, la uno a la tuya, y te la
ofrezco. Tu quisiste morir por mi amor, yo quiero morir por el tuyo y por darte gusto;
ayudadme con tú gracia. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Mis pecados son tu cruz


Te miro con gesto de dolor,
creo que me puedo ver en tu rostro Señor. Y me hace pensar que si merezco yo
Padre estoy aquí dándome cuenta de recibir Señor la salvación así.
lo mucho que te fallé Pues mis pecados son tu cruz
y que mis pecados son: y tus manos clavé cuando te negué
Los que te imponen esa cruz sé que mi odio es tu dolor
y tus manos clavé cuando te negué más aun así me das el perdón.
sé que mi odio es tu dolor
más aun así me das el perdón. Tu corazón tiene un lugar
que has hecho para mí, y me lo quieres
Tu corazón tiene un lugar dar. Y me hace pensar…
que has hecho para mí
y me lo quieres dar.
6
SEXTA ESTACIÓN
La Verónica limpia el rostro de Jesús
Salmos 27,8-9

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo la devota mujer Verónica, al ver a Jesús tan fatigado y con el
rostro bañado en sudar y sangre, le ofreció un lienzo. y limpiándose con él nuestro
Señor, quedó impreso en éste su santa imagen.

Todos: AMADO Jesús mío: en otro tiempo tu rostro era hermosísimo; más en este
doloroso viaje, las heridas y la sangre han cambiado en fealdad su hermosura. ¡Oh
Señor mío, también mi alma quedó hermosa a vuestros ojos cuando recibí la gracia
del bautismo, más yo la he desfigurado después con mis pecados. Tu sólo, ¡oh
Redentor mío!, podéis restituirle su belleza pasada: hazlo por los méritos de tú Pasión.
Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te
ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Mis pecados son tu cruz


Te miro con gesto de dolor, que has hecho para mí
creo que me puedo ver en tu rostro y me lo quieres dar.
Señor.
Padre estoy aquí dándome cuenta de Y me hace pensar que si merezco yo
lo mucho que te fallé recibir Señor la salvación así.
y que mis pecados son: Pues mis pecados son tu cruz
Los que te imponen esa cruz y tus manos clavé cuando te negué
y tus manos clavé cuando te negué sé que mi odio es tu dolor
sé que mi odio es tu dolor más aun así me das el perdón.
más aun así me das el perdón.
Tu corazón tiene un lugar
Tu corazón tiene un lugar que has hecho para mí, y me lo quieres
dar. Y me hace pensar…
7
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae la segunda vez con la cruz
Salmos 22, 8.12

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera la segunda caída de Jesús debajo de la Cruz, en la cual se le


renueva el dolor de las heridas de su cabeza y de todo su cuerpo al afligido Señor.

Todos: OH pacientísimo. Jesús mío. Tu tantas veces me habéis perdonado, y yo he


vuelto a caer y a ofenderte. Ayúdame, por los méritos de esta nueva caída, a
perseverar en tú gracia hasta la muerte. Haz que en todas las tentaciones que me
asalten, siempre y prontamente me encomiende a Ti. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!,
más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no
permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de
mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Perdón Oh Dios mío


Perdón Oh dios Mío Yo fui quien del duro madero inclemente
Perdón e indulgencia te puso pendiente con vil impiedad
Perdón y clemencia Por mi en el tormento tu sangre vertiste
Perdón y piedad (2) y prensa me diste de amor y humildad
Coro
Pequé ya mi alma, su culpa confiesa
mil veces me pesa de tanta maldad Y yo en recompensa pecado a pecado
la copa he llenado de iniquidad
Mil veces me pesa de haber obstinado
tu pecho rasgado ¡Oh Suma Bondad! Más ya arrepentido te busco lloroso
Coro Oh Padre amoroso ¡Oh Dios de
Bondad!
Coro

8
OCTAVA ESTACIÓN
Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús
San Lucas 23, 27-28

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo algunas piadosas mujeres, viendo a Jesús en tan lastimoso
estado, que iba derramando sangre por el camino, lloraban de compasión; más Jesús
les dijo: no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos.

Todos: AFLIGIDO Jesús mío: lloro las ofensas que te he hecho, por los castigos
que me he merecido, pero mucho más por el disgusto que te he dado a Ti, que tan
ardientemente me has amado. No es tanto el Infierno, como tu amor, el que me hace
llorar mis pecados. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Perdona a tu pueblo


/ Perdona a tu pueblo, Señor,
perdona a tu pueblo;
perdónale, Señor /2

Por tus profundas llagas crueles


Por tus salivas y por tus hieles
Perdónale Señor Coro

Por tus heridas de pies y manos


Por los azotes tan inhumanos
Perdónale Señor Coro

9
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez con la cruz
Segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5, 14-15

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera la tercera caída de Jesucristo. Extremada era su debilidad y


excesiva la crueldad de los verdugos, que querían hacerle apresurar el paso, cuando
apenas le quedaba aliento para moverse.

Todos: ATORMENTADO Jesús mío: por los méritos de la debilidad que quisiste
padecer en tu camino al Calvario, dame la fortaleza necesaria para vencer los
respetos humanos y todos mis desordenados y perversos apetitos, que me han hecho
despreciar tú amistad. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Siervo doliente (Parte 2)


Apoyado en Dios sacie la sed del corazón
sigue el camino como un gusano
fue maltratado, más él se sometió y encumbrado en aquel madero
sin culpa alguna su sangre derramó me das la vida por tus heridas
y viéndole sufrir llega al corazón Oh, Jesús
una herida a causa de su amor
Y contemplarte así yo quiero
Siervo doliente enaltecido en cruz También muriendo
por los pecados Para dar vida a tu amor en mí
que ha soportado sobre sí Para dar vida a tu amor en mí
desfigurado, sediento de amor También muriendo
suplica al hombre Para dar vida a tu amor en mí

10
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
Salmos 22, 19

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo al ser despojado Jesús de sus vestiduras por los verdugos,
estando la túnica interior pegada a las carnes desolladas por los azotes, le arrancaron
también con ella la piel de su sagrado cuerpo. Compadece a tu Señor y dile:

Todos: INOCENTE Jesús mío: por los méritos del dolor que entonces sufriste,
ayúdame a desnudarme de todos los afectos a las cosas terrenas, para, que pueda yo
poner todo mi amor en Ti, que tan digno eres de ser amado. Te amo, ¡Oh Jesús, amor
mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no
permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de
mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Porque te amo


Hoy que te veo así, no puedo más que Déjame entrar en tu vida quiero vendar
mirarte con dulzura y sufrir contigo, tus heridas, traigo las mías para curar
Quiero que sepas que siempre estado a las tuyas, pues vengo hacer mío todo tu
tu lado, lo que has llorado lo he llorado dolor
también.
Y vengo a renovarte y darte nueva vida
Y date cuenta que tu soledad, que tu Quiero que seas eterno y feliz, no temas
incomprensión, han sido mías también, que a mi lado no hay viento ni tormenta
que ningún hombre por más que amo Yo te protejo con el muro de mi amor
Se hubiera entregado al dolor, como yo Y es que te amo…
por ti
Y ábreme tu corazón y déjame entrar
Porque te amo, y fue por amor que yo quiero que seas feliz, y abre tus ojos
te cree, mírame en la cruz, no hay camina en mi senda y yo te guiare hasta
nada que yo no haga por ti el fin, te amo, y es que te amo, así

11
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la cruz
San Juan 19, 16a.19

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo Jesús, tendido sobre la Cruz, alarga sus pies y manos y
ofrece al Eterno Padre el sacrificio de su vida por nuestra salvación; le enclavan
aquellos bárbaros verdugos y después levantan la Cruz en alto, dejándole morir de
dolor, sobre aquel patíbulo infame.

Todos: OH despreciado Jesús mío. Clava mi corazón a tus pies para que quede
siempre ahí amándote y no te deje más. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí
mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva
a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Diario de María


Te miro a los ojos, y entre tanto llanto Ese mismo hombre ya no era un niño
Parece mentira, que te hayan clavado Cuando en esa boda le pedí más vino
Que seas el pequeño al que he acunado Que dio de comer a un millar de gente
Y que se dormía tan pronto en mis Y a pobres y enfermos los miró de
brazos, el que se reía, al mirar el cielo frente, río con aquellos a quienes más
Y cuando rezaba, se ponía serio. quiso y lloró en silencio al morir su
amigo
Sobre este madero, veo aquel pequeño
Que entre los doctores hablaba en el Ya cae la tarde se nublan los cielos
templo, que cuando pregunté Pronto volverás a tu Padre Eterno
Respondió con calma, que de los Duérmete pequeño duérmete mi niño
asuntos, de Dios se encargaba Que yo te he entregado todo mi cariño
Ese mismo niño, el que está en la cruz Como en Nazareth aquella mañana
El rey de los hombres, se llama Jesús He aquí tu sierva, he aquí tu esclava

12
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz
San Lucas 23,46

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo Jesús, después de tres horas de agonía, consumido de


dolores y exhausto de fuerzas su cuerpo, inclina la cabeza y muere en la Cruz.

Todos: OH difunto Jesús mío. Beso enternecido esa Cruz en que por mí haz
muerto. Yo, por mis pecados, tenía merecida una mala muerte, más la tuya es mi
esperanza. Ea, pues. Señor, por los méritos de tú santísima muerte, concédeme la
gracia de morir abrazado a tus pies y consumido por tu amor. En tus manos
encomiendo mi alma. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Al contemplarte en la cruz Al contemplarte en la Cruz


Siendo Dios, fuiste tan humilde Al contemplar tanto amor
Hombre Tú te hiciste, No puedo más que adorarte
traicionado y rechazado Mi vida entregarte (2v)
Siendo Dios, tomaste mi lugar
Siendo Dios, tomaste mi lugar Cargaste en tus hombros
Cargaste en tus hombros mis heridas y pecados
mis heridas y pecados
Fue por mí, te entregaste
Fue por mí, te entregaste Para darme vida nueva y rescatarme
Para darme vida nueva y rescatarme

13
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la cruz
San Juan 19,26-27a.

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo, habiendo expirado ya el Señor, le bajaron de la Cruz dos de


sus discípulos. José y Nicodemo, y le depositaran en los brazos de su afligida Madre,
María, que le recibió con ternura y le estrechó contra su pecho traspasado de dolor.

Todos: OH Madre afligida. Por el amor de este Hijo, admitidme por tu siervo y ruega
por mí. Y Tu, Redentor mío, ya que haz querido morir por mí, recíbeme en el número
de los que te aman más de veras, pues yo no quiero amar nada fuera de Ti. Te amo,
¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de
haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame
siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Canto: Al pie de la cruz


Al pie de la Cruz estaba, y a nosotros como hijo.
afligida y dolorosa,
la madre triste y llorosa Tus lagrimas Madre nuestra
traspasado el corazón, van teñidas de esperanza
sufriendo junto a su Hijo aun cuando tu hijo espira,
el dolor de su Pasión. crees tú en su palabra,
si el grano de trigo muere
Santa María, Madre de Dios, resurge una nueva espiga.
ruega por nosotros al Redentor.
Contigo estamos Señora
Lloramos, Madre, la culpa Madre de dolor transida,
por la muerte de tu Hijo, para enjugar esas lágrimas
y nos conmueve el perdón que corren por tus mejillas
de un amor tan infinito ofreciéndote el consuelo
que a ti nos da como Madre de una vida arrepentida.
14
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús colocado en el sepulcro
San Juan 19,39-40.

Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.


Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Guía: Considera cómo los discípulos llevaron a enterrar a Jesús, acompañándole


también su Santísima Madre, que le depositó en el sepulcro con sus propias manos.
Después cerraron la puerta del sepulcro y se retiraron.

Todos: OH Jesús mío sepultado. Beso esa losa que te encierra. Tu resucitaste
después de tres días; por tú resurrección te pido y te suplico me hagas resucitar
glorioso en el día del juicio final para estar eternamente contigo en la Gloria, amándote
y bendiciéndote. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento
de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra
vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.

Guía: Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Bendito sea nuestro Redentor…


Todos: que nos ha dado la vida con su muerte.
Oh Redentor, realiza en nosotros el misterio de tu redención, por tu pasión, muerte y
resurrección. Amen

Rezamos este Padrenuestro por las intenciones del Santo Padre, el Papa Francisco
para poder ganar todas las indulgencias concedidas a esta devoción. Te pedimos en
especial Señor nos unas más en comunidad queremos que la Misión Parroquial San
Francisco de Asís practique siempre tu amor y caridad. Padre nuestro…

Oración de Santa Clara de Asís:


En honor de las cinco llagas de Nuestro Señor Jesucristo.

A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA.


Gloria y alabanza te sean dadas, Señor mío Jesucristo, por la sacratísima llaga de tu
mano derecha. Por esta herida adorable y por tu santa Pasión, perdóname todas las
culpas de pensamiento, palabra y obras contra Ti cometidas, por la negligencia en tu
servicio. Concédeme el poder recordar devotamente tu piadosísima muerte y tus
divinas Llagas: Dame Tú, Señor, la gracia de mortificar mi cuerpo, con el ayuno y la
abstinencia, y de este modo ofrecer una prenda de agradecimiento a Ti, que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén. Padre Nuestro… Ave María…
15
A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA.
Gloria y alabanzas te sean dadas, oh dulcísimo Jesús, por la sacratísima llaga de tu
mano izquierda. Por esta adorable herida ten misericordia de mí, y dígnate arrancar de
mi corazón cuanto te desagrade. Dame victoria sobre tus perversos enemigos y valor
para vencerlos mediante tu gracia; y por los méritos de tu piadosísima muerte,
sálvame de todos los peligros de la vida presente y futura, y que viva después glorioso
en el cielo contigo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Padre Nuestro… Ave María…

A LA LLAGA DEL PIE DERECHO.


Gloria y alabanzas te sean dadas, oh dulcísimo Jesús, por la sacratísima llaga de tu
pie derecho. Por esta herida adorable concédeme el poder yo hacer verdadera
penitencia de mis pecados. Y por tu piadosísima muerte, devotamente te suplico
tengas unida noche y día a esta pobre esclava a tu santa voluntad, y apartes toda
desgracia de su alma y cuerpo; y cuando llegue el día del juicio final, recíbeme en tu
misericordia y llévame a la bienaventuranza eterna. Tú que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amén. Padre Nuestro… Ave María…

A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO.


Gloria y alabanza te sean dadas, oh misericordioso Jesús, por la sacratísima llaga de
tu pie izquierdo. Por esta herida adorable, concédeme la gracia de un completo
perdón, a fin de que, mediante tu auxilio, merezca evitar la sentencia de eterna
reprobación. Te ruego, además, oh piadosísimo Redentor mío, que, por tu santísima
muerte, puedo yo antes de morir alimentarme con el sacramento de tu Cuerpo y
Sangre, después de confesar mis culpas con perfecto arrepentimiento y pureza de
cuerpo y alma. Concédeme también la gracia de alcanzar la santa Unción, para mi
salud eterna, oh Señor que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Padre
Nuestro… Ave María…

A LA LLAGA DEL SAGRADO CORAZON.


Gloria y alabanzas te sean dadas, oh benignísimo Jesús, por la sacratísima llaga de tu
costado. Por esta herida adorable, y por la inmensa misericordia que mostraste
abriendo tu pecho al soldado Longino, y ahora a todos nosotros, Te ruego, oh
mansísimo Jesús, que, habiéndome rescatado de la culpa original por el bautismo, por
tu preciosa Sangre que se sacrifica y se recibe en todo el mundo, merezca yo verme
librada de todos los males pasados, presentes y futuros. Y por tu amarguísima muerte,
concédeme una fe viva, firme esperanza y perfecta caridad, a fin de que te ame con
todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas; confírmame sólidamente
en el bien obrar y otórgame la perseverancia en tu servicio, para que merezca ser
siempre de tu agrado, oh Señor, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Padre Nuestro… Ave María…

16
Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.

ORACION.
Omnipotente y sempiterno Dios, que, por las cinco llagas de tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, redimiste al género humano, concédenos a los que veneramos sus llagas,
que por su preciosa sangre quedemos libres de la muerte repentina y eterna.
Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

Canto: Ya no estas
Vela la noche tu sueño profundo Parece haber terminado en esa cruz
Vela solemne y con gran silencio Y ahora no hay nada, más adelante
Un viento corre lleno de tristeza Sino temor y desaliento.
Murmura al oído: Ya no está ¿dónde estás maestro?
Ya no está más, ya no está Yo sé que estoy despierto
El dueño de mi amor ya no está Quiero creer, quiero esperar,
seguir amando no me abandones.
Se oprime el corazón al recordar tus ¿a dónde has ido?
palabras, como olvidar tu mirada y Yo no me resigno a vivir
vuelve a penetrar, más allá el dolor si ya no estás
como una saeta. Y vuelve abrirse la Si tú no estás,
herida de saber que ya no te veo mas no me dejes creyendo solo
Y aumenta el dolor porque ya no estas
junto a mi No me abandones.
¿a dónde has ido?
La piedra ha sellado, tu sepultura y con Yo no me resigno a vivir,
ella, se acaban mis esperanzas, si ya no estás
Tan solo unos días, todos te Si tú no estás
proclamaban rey, y ahora la vida te
arrebataron, tan solo un instante Contra todo lo que siento esperaré
Partías el pan conmigo, tu voz era fuego Pase la noche y vuelva a amanecer.
que encendía mi corazón

No puedo olvidarme, de esa mirada


Que descubría completa mi alma
Y tu me hacías fuerte, cuando yo era
débil, me diste vida nueva para ir
contigo, hasta el final, pero ya no estas
Todo lo que he vivido contigo, contigo

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