Viacrucis San ALfonso Ma Ligorio
Viacrucis San ALfonso Ma Ligorio
Viacrucis San ALfonso Ma Ligorio
Oración Preparatoria
Guía: Señor mío Jesucristo, Tu anduviste con tan grande amor este camino para
morir por mí, y yo te he ofendido tantas veces apartándome de Ti por el pecado;
Todos: Mas ahora te amo con todo mi corazón, y porque te amo, me arrepiento
sinceramente de todas las ofensas que te he hecho. Perdóname, Señor, y permíteme
que te acompañe en este viaje. Vas a morir por mi amor, pues yo también quiero vivir
y morir por el tuyo, amado Redentor mío. Si, Jesús mío, quiero vivir siempre y morir
unido a ti.
1
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús sentenciado a muerte.
Marcos 15,12-13.15
(Aquí se hace una pequeña pausa para considerar brevemente el misterio, y lo mismo
en las demás estaciones.)
Todos: ADORADO Jesús mío: mis pecados fueron más bien que Pilato, los que te
sentenciaron a muerte. Por los méritos de este doloroso paso, te suplico me asistas en
el camino que va recorriendo mi alma para la eternidad. Te amo, ¡oh Jesús mío más
que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas
que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mi como
te agrade. Amén.
2
SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús es cargado con la cruz
San Marcos 15,20
Guía: Considera cómo Jesús, andando este camino con la cruz a cuestas, iba
pensando en ti y ofreciendo a su Padre por tu salvación la muerte que iba a padecer.
Todos: AMABILÍSIMO Jesús mío: abrazo todas las tribulaciones que me tienes
destinadas hasta la muerte, y te ruego, por los méritos de la pena que sufriste llevando
tú Cruz, me des fuerza para llevar la mía con perfecta paciencia y resignación. Te
amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de
haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame
siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
3
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae la primera vez debajo de la cruz
Isaías 53,5
Guía: Considera esta primera caída de Jesús debajo de la Cruz. Sus carnes
estaban despedazadas por los azotes; su cabeza coronada de espinas, y había ya
derramado mucha sangre, por lo cual estaba tan débil, que apenas podía caminar;
llevaba al mismo tiempo aquel enorme peso sobre sus hombros y los soldados le
empujaban; de modo que muchas veces desfalleció y cayó en este camino.
Todos: AMADO Jesús mío: más que el peso de la Cruz, son mis pecados los que te
hacen sufrir tantas penas. Por los méritos de esta primera caída, libradme de incurrir
en pecado mortal. Te amo, ¡oh Jesús, amor mío !, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
4
CUARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su afligida madre
Lucas 2,34-35.51b
Guía: Considera el encuentro del Hijo con su Madre en este camino. Se miraron
mutuamente Jesús y María, y sus miradas fueran otras tantas flechas que traspasaron
sus amantes corazones.
Guía: Considera cómo los judíos, al ver que Jesús iba desfalleciendo cada vez más,
temieron que se les muriese en el camino y, como deseaban verle morir de la muerte
infame de Cruz, obligaron a Simón el Cirineo a que le ayudara a llevar aquel pesado
madero.
Todos: DULCÍSIMO Jesús mío: no quiero rehusar la Cruz, como lo hizo el Cirineo,
antes bien la acepto y la abrazo; acepto en particular la muerte que tengas destinada
para mí, con todas las penas que la han de acompañar, la uno a la tuya, y te la
ofrezco. Tu quisiste morir por mi amor, yo quiero morir por el tuyo y por darte gusto;
ayudadme con tú gracia. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
Guía: Considera cómo la devota mujer Verónica, al ver a Jesús tan fatigado y con el
rostro bañado en sudar y sangre, le ofreció un lienzo. y limpiándose con él nuestro
Señor, quedó impreso en éste su santa imagen.
Todos: AMADO Jesús mío: en otro tiempo tu rostro era hermosísimo; más en este
doloroso viaje, las heridas y la sangre han cambiado en fealdad su hermosura. ¡Oh
Señor mío, también mi alma quedó hermosa a vuestros ojos cuando recibí la gracia
del bautismo, más yo la he desfigurado después con mis pecados. Tu sólo, ¡oh
Redentor mío!, podéis restituirle su belleza pasada: hazlo por los méritos de tú Pasión.
Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón
de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te
ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
8
OCTAVA ESTACIÓN
Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús
San Lucas 23, 27-28
Guía: Considera cómo algunas piadosas mujeres, viendo a Jesús en tan lastimoso
estado, que iba derramando sangre por el camino, lloraban de compasión; más Jesús
les dijo: no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos.
Todos: AFLIGIDO Jesús mío: lloro las ofensas que te he hecho, por los castigos
que me he merecido, pero mucho más por el disgusto que te he dado a Ti, que tan
ardientemente me has amado. No es tanto el Infierno, como tu amor, el que me hace
llorar mis pecados. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
9
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez con la cruz
Segunda carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 5, 14-15
Todos: ATORMENTADO Jesús mío: por los méritos de la debilidad que quisiste
padecer en tu camino al Calvario, dame la fortaleza necesaria para vencer los
respetos humanos y todos mis desordenados y perversos apetitos, que me han hecho
despreciar tú amistad. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
10
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
Salmos 22, 19
Guía: Considera cómo al ser despojado Jesús de sus vestiduras por los verdugos,
estando la túnica interior pegada a las carnes desolladas por los azotes, le arrancaron
también con ella la piel de su sagrado cuerpo. Compadece a tu Señor y dile:
Todos: INOCENTE Jesús mío: por los méritos del dolor que entonces sufriste,
ayúdame a desnudarme de todos los afectos a las cosas terrenas, para, que pueda yo
poner todo mi amor en Ti, que tan digno eres de ser amado. Te amo, ¡Oh Jesús, amor
mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no
permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de
mí como te agrade. Amén.
11
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es clavado en la cruz
San Juan 19, 16a.19
Guía: Considera cómo Jesús, tendido sobre la Cruz, alarga sus pies y manos y
ofrece al Eterno Padre el sacrificio de su vida por nuestra salvación; le enclavan
aquellos bárbaros verdugos y después levantan la Cruz en alto, dejándole morir de
dolor, sobre aquel patíbulo infame.
Todos: OH despreciado Jesús mío. Clava mi corazón a tus pies para que quede
siempre ahí amándote y no te deje más. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí
mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva
a separarme de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade.
Amén.
12
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz
San Lucas 23,46
Todos: OH difunto Jesús mío. Beso enternecido esa Cruz en que por mí haz
muerto. Yo, por mis pecados, tenía merecida una mala muerte, más la tuya es mi
esperanza. Ea, pues. Señor, por los méritos de tú santísima muerte, concédeme la
gracia de morir abrazado a tus pies y consumido por tu amor. En tus manos
encomiendo mi alma. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me
arrepiento de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme
de Ti otra vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
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DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la cruz
San Juan 19,26-27a.
Todos: OH Madre afligida. Por el amor de este Hijo, admitidme por tu siervo y ruega
por mí. Y Tu, Redentor mío, ya que haz querido morir por mí, recíbeme en el número
de los que te aman más de veras, pues yo no quiero amar nada fuera de Ti. Te amo,
¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de
haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra vez; haz que te ame
siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
Todos: OH Jesús mío sepultado. Beso esa losa que te encierra. Tu resucitaste
después de tres días; por tú resurrección te pido y te suplico me hagas resucitar
glorioso en el día del juicio final para estar eternamente contigo en la Gloria, amándote
y bendiciéndote. Te amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento
de todo corazón de haberte ofendido; no permitas que vuelva a separarme de Ti otra
vez; haz que te ame siempre y dispón de mí como te agrade. Amén.
Rezamos este Padrenuestro por las intenciones del Santo Padre, el Papa Francisco
para poder ganar todas las indulgencias concedidas a esta devoción. Te pedimos en
especial Señor nos unas más en comunidad queremos que la Misión Parroquial San
Francisco de Asís practique siempre tu amor y caridad. Padre nuestro…
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Guía: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
Todos: Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo.
ORACION.
Omnipotente y sempiterno Dios, que, por las cinco llagas de tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, redimiste al género humano, concédenos a los que veneramos sus llagas,
que por su preciosa sangre quedemos libres de la muerte repentina y eterna.
Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.
Canto: Ya no estas
Vela la noche tu sueño profundo Parece haber terminado en esa cruz
Vela solemne y con gran silencio Y ahora no hay nada, más adelante
Un viento corre lleno de tristeza Sino temor y desaliento.
Murmura al oído: Ya no está ¿dónde estás maestro?
Ya no está más, ya no está Yo sé que estoy despierto
El dueño de mi amor ya no está Quiero creer, quiero esperar,
seguir amando no me abandones.
Se oprime el corazón al recordar tus ¿a dónde has ido?
palabras, como olvidar tu mirada y Yo no me resigno a vivir
vuelve a penetrar, más allá el dolor si ya no estás
como una saeta. Y vuelve abrirse la Si tú no estás,
herida de saber que ya no te veo mas no me dejes creyendo solo
Y aumenta el dolor porque ya no estas
junto a mi No me abandones.
¿a dónde has ido?
La piedra ha sellado, tu sepultura y con Yo no me resigno a vivir,
ella, se acaban mis esperanzas, si ya no estás
Tan solo unos días, todos te Si tú no estás
proclamaban rey, y ahora la vida te
arrebataron, tan solo un instante Contra todo lo que siento esperaré
Partías el pan conmigo, tu voz era fuego Pase la noche y vuelva a amanecer.
que encendía mi corazón
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