Opinión #039-2023/DTN
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Opinión #039-2023/DTN
Opinión
Expediente Nº 37777
T.D. 23786797
OPINIÓN Nº 039-2023/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas que
absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al sentido y alcance
de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y vinculados
entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad con lo dispuesto
por el literal n) del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada a través de
la Ley N° 30225 y modificada por el Decreto Legislativo N° 1444, así como por el numeral
3 del acápite II del Anexo N° 2 de su Reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Nº
344-2018-EF y sus modificatorias.
2. CONSULTAS Y ANÁLISIS
2.1.1 Antes de iniciar el presente análisis, cabe reiterar que las consultas que absuelve este
Organismo Técnico Especializado, mediante opinión, son aquellas referidas al sentido
y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, formuladas en términos
genéricos, sin hacer alusión a situaciones o casos concretos; en esa medida, no es
posible determinar si corresponde, o no, la aplicación de penalidades en el marco de un
contrato en particular, pues ello dependerá de las particularidades de cada caso.
Sin perjuicio de ello, se brindarán alcances generales sobre los temas vinculados a
vuestra consulta.
2.1.2 En primer término, debe indicarse que de conformidad con lo señalado en el numeral
40.1 del artículo 40 de la Ley, es responsabilidad del contratista ejecutar la totalidad de
las obligaciones a su cargo, de acuerdo con lo establecido en el contrato. Asimismo,
según el artículo 164 del Reglamento, el contratista debe cumplir con sus obligaciones
reglamentarias.
En ese contexto, corresponde mencionar que el numeral 190.1 del artículo 190 del
Reglamento establece que “Es responsabilidad del contratista ejecutar su prestación
con el personal acreditado durante el perfeccionamiento del contrato.” (El énfasis es
agregado).
En esa misma línea, el numeral 190.2 del artículo 190 del Reglamento dispone que “El
personal acreditado permanece como mínimo sesenta (60) días desde el inicio de su
participación en la ejecución del contrato o por el íntegro del plazo de ejecución, si
este es menor a (60) sesenta días. El incumplimiento de esta disposición, acarrea la
aplicación de una penalidad no menor a la mitad (0.5 UIT) ni mayor a una (1) UIT por
cada día de ausencia del personal en la obra. La aplicación de esta penalidad solo
puede exceptuarse en los siguientes casos: i) muerte, ii) invalidez sobreviniente e iii)
inhabilitación para ejercer la profesión (…)” (El subrayado es agregado).
Como puede evidenciarse, el numeral 190.2 del artículo 190 del Reglamento busca
garantizar que el personal acreditado por el contratista sea el mismo que ejecute la
prestación, estableciéndose para ello la obligación de que dicho personal
permanezca como mínimo (60) días calendarios, contados a partir del inicio de su
participación1, o por el íntegro del plazo de ejecución, si el plazo de ejecución de la
obra es menor a los sesenta (60) días. De no cumplir con esta disposición, se aplica al
contratista una penalidad no menor a la mitad de una Unidad Impositiva Tributaria (0.5
UIT) ni mayor a una (1) UIT por cada día de ausencia en la obra. No obstante, la
aplicación de tal penalidad podrá exceptuarse –según las condiciones que se
desarrollarán más adelante– cuando la ausencia del referido personal se produzca por
1
Según las particularidades de cada prestación, la intervención el personal propuesto por el contratista
puede producirse en momentos distintos, ya que ciertos profesionales podrían participar desde el
momento en que empiezan a ejecutarse las prestaciones u otros intervenir posteriormente, es decir, una
vez que ya se inició el contrato.
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Ahora bien, de conformidad con el numeral 190.2 del artículo 190 del Reglamento,
cuando acaezca alguna de las circunstancias descritas en el párrafo anterior que impiden
la permanencia del personal clave acreditado, el contratista deberá informar a la
Entidad dicho acontecimiento, como máximo al día siguiente de haberlo conocido.
Asimismo, de acuerdo con los numerales 190.4 y 190.5, dentro de los cinco (5) días
de conocido el hecho, el contratista debe presentar una solicitud de sustitución del
personal correspondiente, debiendo en dicha comunicación acreditar: i) la
configuración de la causal que lo exime de la aplicación de la penalidad, y ii) que el
perfil del personal reemplazante no afecta las condiciones que motivaron su selección
(la del contratista). Como puede apreciarse, los incisos citados contienen las
condiciones que deben cumplirse para que no se aplique la penalidad materia de
análisis.
2.1.3 Ahora bien, debe indicarse que el 176 del Reglamento establece disposiciones que rigen
el inicio del plazo de ejecución de obra en contratos celebrados al amparo de la
normativa de contrataciones del Estado.
En ese contexto, el numeral 176.1 del referido artículo establece que el inicio del plazo
de ejecución de obra rige desde el día siguiente de que se cumplan las siguientes
condiciones:
Como se puede advertir, las partes pueden acordar diferir el inicio del plazo de
ejecución de la obra siempre que se presenten circunstancias que imposibiliten su
cumplimiento, lo cual debe sustentarse a través de un informe técnico que forma parte
del expediente de contratación, y suscribirse la adenda correspondiente, conforme a lo
establecido en el numeral 176.11.
Bajo esa premisa, debe entenderse que, en circunstancias regulares, el contratista tiene
el compromiso de mantener a su personal clave acreditado como mínimo (60) días
calendarios, contados a partir del inicio de su participación en la obra, o por el íntegro
del plazo de ejecución, si el plazo de ejecución de la obra es menor a dicho periodo.
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“Eficacia y Eficiencia. El proceso de contratación y las decisiones que se adopten en su ejecución deben
orientarse al cumplimiento de los fines, metas y objetivos de la Entidad, priorizando estos sobre la
realización de formalidades no esenciales, garantizando la efectiva y oportuna satisfacción de los fines
públicos para que tengan una repercusión positiva en las condiciones de vida de las personas, así como
del interés público, bajo condiciones de calidad y con el mejor uso de los recursos públicos.”
3
“Equidad. Las prestaciones y derechos de las partes deben guardar una razonable relación de
equivalencia y proporcionalidad, sin perjuicio de las facultades que corresponden al Estado en la gestión
del interés general.”
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Cabe anotar que la doctrina reconoce que dentro de estos eventos ajenos a la voluntad de las partes se
encuentran -entre otros- los supuestos de “caso fortuito o fuerza mayor”. Para mayores alcances respecto
de estos conceptos pueden revisarse diversas opiniones, entre ellas, las Opiniones N° 053-2018/DTN, N°
046-2020/DTN, entre otras.
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En este punto, debe comprenderse que todos los trabajos en obra, así como la participación de aquellos
profesionales que intervengan en esta obedecen a una planificación (prevista en los programas y
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En ese sentido, no resultaría razonable exigir, para todos los casos en que las partes
hubiesen acordado diferir la fecha de inicio del plazo de ejecución de la obra, que el
contratista mantenga la obligación de iniciar los trabajos con el íntegro del personal
clave acreditado durante el perfeccionamiento del contrato6, pues el inicio del plazo
podría diferirse por varios días, semanas o meses producto de circunstancias ajenas
a su voluntad -llegando incluso a sobrepasar los sesenta (60) días calendarios-,
afectando así la programación y disponibilidad del personal clave acreditado en un
primer momento.
2.2.1 Antes de iniciar el presente análisis, cabe reiterar que las consultas que absuelve este
Organismo Técnico Especializado, mediante opinión, son aquellas referidas al sentido
y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, formuladas en términos
genéricos, sin hacer alusión a situaciones o casos concretos; en esa medida, no es
posible determinar si procede o no aplicar la penalidad a un contratista por la ausencia
del personal clave, en tanto el OSCE no es competente para validar actos o pronunciarse
respecto de las acciones o decisiones adoptadas por una Entidad en el marco de una
contratación en particular.
Sin perjuicio de lo anterior, debe reiterarse que los numerales 190.1 y 190.2 del artículo
190 del Reglamento establecen la obligación del contratista de ejecutar las prestaciones
del contrato con el personal clave acreditado durante el perfeccionamiento del mismo.
Así, el referido personal debe permanecer como mínimo durante los primeros sesenta
(60) días calendarios contados desde el inicio de su participación en la ejecución del
contrato -o por el íntegro del plazo de ejecución, si este es menor a sesenta (60) días-,
siendo el incumplimiento de esta obligación sancionado con la aplicación de una
penalidad no menor a la mitad (0.5) ni mayor a una (1) UIT por cada día de ausencia
en el personal de la obra. La aplicación de esta penalidad sólo puede ser exceptuada en
caso de muerte, invalidez sobreviniente o inhabilitación del profesional.
Ahora bien, conforme a lo indicado al absolver la consulta previa, para el computo del
tiempo mínimo de permanecía de dicho personal clave equivalente a sesenta (60) días
calendarios, se podrá considerar (cuando corresponda) aquel periodo en que se hubiese
diferido el inicio del plazo de ejecución de obra, siempre que ello se hubiese originado
por eventos que no sean atribuibles al contratista. Una vez transcurrido dicho
periodo –de sesenta (60) días calendarios–, el contratista podrá solicitar el reemplazo
del personal clave de manera justificada, y siempre que el perfil del reemplazante no
afecte las condiciones que motivaron la selección del contratista, debiendo la Entidad
evaluar, y de corresponder, aprobar dicha solicitud.
3. CONCLUSIONES
3.1 Para el computo del tiempo mínimo de permanecía del personal clave equivalente a
sesenta (60) días calendarios, se podrá considerar (cuando corresponda) aquel periodo
en que se hubiese diferido el inicio del plazo de ejecución de obra, siempre que ello se
hubiese originado por eventos que no sean atribuibles al contratista.