Principio de La Unidad de La Prueba
Principio de La Unidad de La Prueba
Principio de La Unidad de La Prueba
razonadamente el mérito que le asigne a cada prueba, no cabe duda que Se consagra el método analítico, es
decir, el estudio individualizado de cada media probatorio, las inferencias que se hacen y las reglas de la
experiencia que se aplican. Este método de estudio explicado en la providencia, muestra al justiciable y a la
sociedad la manera ponderada y cuidadosa cómo el funcionario estudia las pruebas. Permite igualmente a las
partes observar qué medio de prueba fue mal evaluado, para poder utilizar los recursos. Una vez que se hace
el estudio anterior se procede a evaluar las pruebas en conjunto, haciendo una unión intrínseca.
Nadie puede olvidar que, en materia penal el encartado tiene a su favor la 'presunción de inocencia' y ella
obliga, en todo momento que se haga valoración de la prueba a un estudio analítico de cada medio en
particular (casi diríamos pedagógico) y, una vez hecho, se razone sobre la influencia que cada una ejerce en
la conclusión a que se ha llegado. En el campo probatorio la prueba de un hecho no es, la simple suma de los
datos singulares Probatorios sino su agrupamiento en una unidad, en una forma reasuntiva y condensada".
En efecto, en un proceso no solo se recauda o aporta una prueba, sino que es normal que aparezcan varias,
inclusive de la misma especie; en todos esos casos la necesidad de estudiar la prueba como un todo, salta a
la vista, estudio que se debe hacer buscando las concordancias y divergencias, a fin de lograr el propósito
indicado. El chico que no sabes dónde lo viste.
Es cuando la prueba recabada en el sumario conserva su valor probatorio a menos que sea destituida en el
plenario. Igualmente, en el campo probatorio rige, entre otros, un importante principio denominado de unidad
de la prueba, en virtud del cual se considera que todas las pruebas del proceso forman una unidad y por
consiguiente el juez debe apreciarlas en conjunto, esto es, en forma integral.
El principio de unidad de la prueba radica en la evaluación de los elementos probatorios en su conjunto, por
cuanto todas las pruebas, parte del proceso, conforman una unidad. De esta forma el juzgador tiene la certeza
respecto de lo que juzga al relacionar unas pruebas con otras.
Y tiene como ejemplo: Fuente de la prueba. Objeto de la prueba. Procedimiento probatorio. Medios de
convicción.
Tiene como importancia: La prueba es el medio que nos lleva a saber si un hecho es real o es falso, es el
camino que nos permite a través de un proceso judicial confirmar que el derecho en realidad nos pertenece o
estamos usurpando el derecho de otro.
Tiene como valor: Valorar la prueba consiste en evaluar si los hechos y afirmaciones afirmaciones alegados por
las partes ha sido corroboradas corroboradas. 1. - Sistema de prueba legal o tasada. Es la ley la que establece
establece o prefija, la eficacia de cada prueba para crear convicción convicción en el Juez.
Es cuando la prueba recabada en el sumario conserva su valor probatorio a menos que sea destituida en el
plenario. Igualmente, en el campo probatorio rige, entre otros, un importante principio denominado de unidad
de la prueba, en virtud del cual se considera que todas las pruebas del proceso forman una unidad y por
consiguiente el juez debe apreciarlas en conjunto, esto es, en forma integral.
El principio de unidad de la prueba radica en la evaluación de los elementos probatorios en su conjunto, por
cuanto todas las pruebas, parte del proceso, conforman una unidad. De esta forma el juzgador tiene la certeza
respecto de lo que juzga al relacionar unas pruebas con otras
Y tiene como ejemplo: Fuente de la prueba. Objeto de la prueba. Procedimiento probatorio. Medios de
convicción.
Concepto.
Se puede definir la prueba como “la actividad de las partes procesales dirigida a ocasionar la evidencia
necesaria para obtener convicción del Juez o Tribunal decisor sobre los hechos por ellas afirmados, intervenida
por el órgano jurisdiccional bajo la vigencia de los principios de contradicción, igualdad y de las garantías
constitucionales tendentes a asegurar su espontaneidad e introducida en el juicio oral a través de medios
lícitos de prueba”.
De la definición transcrita se desprende que la prueba es esencialmente un acto de parte. Es, en efecto, a las
partes procesales a las que incumbe no sólo introducir en el proceso unos hechos determinados, sino también
su ulterior acreditación mediante el uso de unos medios de prueba previamente propuestos. Por ello, la L.E.Cr.
establece la regla de que “no podrán practicarse otras diligencias de prueba que las propuestas por las partes,
ni ser examinados otros testigos que los comprendidos en las listas presentadas” (artículo 728).
Objeto.
El objeto o finalidad de la prueba no es otro que formar la convicción del Juez o Tribunal en lo que respecta a la
verdadera existencia de los hechos introducidos en el debate a través de los escritos de acusación, así como en
lo referente a la participación del acusado en tales hechos.
Por otra parte, esa convicción o certidumbre judicial a cuyo logro propende en último extremo la actividad
probatoria aparece a su vez condicionada por la delimitación de los hechos objeto de debate a través de los
escritos de calificación. Ello significa que el órgano decisor no puede pronunciarse sobre hechos diferentes de
los que constituyen la acusación; y si de las pruebas practicadas resultara la existencia de nuevos hechos,
diferentes de los planteados por las partes, deberá acordar la suspensión del juicio y la devolución de la causa
al Juzgado instructor de procedencia, al objeto de que éste aporte los “nuevos elementos de prueba” o
practique la “sumaria instrucción complementaria” a que alude el artículo 746.6º de la Ley.
Este principio está basado en el articulo 29 Superior cuando estipula que: toda persona tiene derecho a un
debido proceso público, sin dilaciones injustificadas, a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen
en su contra”. En esa medida la publicidad connota que el proceso y mas específicamente los medios de
prueba deben ser de fácil acceso no solo para la parte que los aporte sino para aquella que tiene la necesidad
de controvertirla, además si lo extendemos el principio también pretende que la comunidad pueda tener
acceso a los medios que dieron origen o fundamentaron una sentencia.
Al ser pública la prueba el juez tiene una carga valorativa superior, pues esta atado a lo que se le presente
dentro del proceso, lo cual implica de su parte imparcialidad y neutralidad ya que las partes en comunidad
tienen conocimiento de los elementos que se allegaron al proceso para probar.
Es pertinente resaltar que este principio se hace mas tangible cuando estamos en presencia de un proceso de
carácter penal, pues claramente el Código de Procedimiento Penal (Ley 906/ 04) consagra que: “Artículo 377:
Toda prueba se practicará en la audiencia del juicio oral y público en presencia de las partes, intervinientes que
hayan asistido y del público presente….”. Es decir solo tiene la calidad de prueba y por lo tanto debe ser
valorado lo que se produzca en la audiencia pública, en presencia del juez y las partes.
El principio de publicidad de la prueba consiste en que no puede haber pruebas ocultas, sino que deben ser
conocidas por las partes. Señala que la prueba puede ser conocida, en oposición a las reservas y a la llamada
prueba secreta, que existió en algunas épocas de la humanidad, y cuyos aberrantes resultados se tratan de
prevenir a nivel de fallos o providencias. La publicidad y la contradicción de la prueba corresponden a
principios esenciales que no pueden ignorarse por la ley procesal, sin afectar el derecho de defensa de las
partes. Si no se garantiza la debida publicidad y contradicción en lo tocante a las pruebas, éstas carecen de
valor y de eficacia. La prueba se decreta en virtud de un acto estatal que es público y se practica en las mismas
condiciones. La publicidad de la prueba permite a la parte contradecirla, cuando ello sea necesario para tutelar
su posición e intereses dentro del proceso.
Si existe un sujeto procesal - lo que ocurre en los dos eventos a los que se ha hecho alusión -, las garantías
formales del proceso, inspiradas en los principios de publicidad y contradicción, no pueden en principio
pretermitirse. Esto quiere decir que la inspección judicial no puede llevarse a cabo, en ausencia de una
providencia que la decrete; lo contrario, significaría cercenar injustamente oportunidades de defensa a las
personas cuya suerte está íntimamente ligada al desarrollo del proceso y a su decisión final.
Este principio presenta un triple aspecto:
a) Cada parte tiene derecho a enterarse de las pruebas pedidas por la otra. Se cumple mediante la
notificación de la providencia que las decreta u ordena tener como tales.
b) Todas las partes tiene derecho a conocer el valor o poder de convicción que el juzgador le da a cada
prueba y a todas en su unidad o conjunto. Se obtiene con la motivación que el juez hace al tomar una decisión
de fondo.
c) Cualquier persona tiene la oportunidad de asistir a la práctica de las pruebas. Para su efectividad las
pruebas se practican en audiencia pública (…). La publicidad de la audiencia no significa que a ella asistan
personas ajenas al proceso, sino simplemente que tengan la posibilidad de hacerlo. En consecuencia, es
factible que a dicha actuación solo asistan las partes y los órganos de prueba y, sin embargo, se cumple con el
principio.[1]
Entonces, la prueba puede conocerla y debe conocerla, a nivel de oportunidades procesales mediante el
acceso, por quienes están conectados a las expectativas de un fallo y en la órbita de sus intereses como
imputados, sindicados, partes, terceros o intervinientes de cualquier índole[2], salvo cuando se trata de
asegurar la prueba y se toma medidas para interceptar la comunicación privada.
De otro lado la proyección del principio de publicidad, va encaminado a que la sociedad entera tenga formas
concretas de examinar las bases fácticas de los fallos y pueda ejercer su control, sobre la manera como ellos
surgen de la certidumbre aportada a los procesos. Se restringe en cuanto al examen de los procesos en
trámite, cuyo acceso se limita a los abogados y a las personas que pueden estudiar los expedientes.
También implica, oportunidades, como el sistema de audiencias públicas, donde se decepcionan los medios y
practican las demostraciones
En nuestra actualidad jurídica y con la expedición de la ley 1395 de 2010 se dio un paso importante hacia la
oralidad en lo que se refiere a la presentación de la prueba, al permitir la oralidad de esta por medio de los
procesos verbales del art432 cpc modificado por la citada ley y al implementar las audiencias públicas en los
procesos ejecutivos, complementando de esta manera el alcance de la nueva ley de descongestión judicial
permitiendo que dos aspectos tan importantes como la práctica y contradicción de la prueba pueda hacerse
oralmente.