Corresponsabilidad en La Crianza

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19/4/23, hora 11:45

Propuesta de modificaciones al proyecto de ley de


Corresponsabilidad en la Crianza.

Artículo 1º. (Principio de corresponsabilidad en la crianza). Declárase y


reconócese el principio de corresponsabilidad en la crianza, de conformidad con
el artículo 11 de la Ley N° 10.783, de 18 de setiembre de 1946, el artículo 18
de la Convención sobre los Derechos del Niño, de 2 de setiembre de 1990 y el
artículo 14 del Código de la Niñez y de la Adolescencia (Ley N° 17.823, de 7 de
setiembre de 2004), entendiéndose por ello que ambos padres tienen derechos
y obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y desarrollo de los niños
y adolescentes, cualquiera sea el régimen de tenencia fijado judicialmente o por
acuerdo.
El Estado y las instituciones y organismos públicos deberán adoptar las medidas
tendientes a garantizar y hacer efectiva la aplicación de este principio.
La corresponsabilidad en la crianza tiene como finalidad la participación
equitativa de ambos progenitores en el ejercicio de los derechos y deberes
inherentes a la patria potestad, en todo caso de la manera que más convenga
al interés superior del niño, niña o adolescente.

Artículo 2º.- Sustitúyese el artículo 34 del Código de la Niñez y la Adolescencia


(Ley Nº 17.823, de 7 de setiembre de 2004), por el siguiente:

"ARTÍCULO 34. (Corresponsabilidad en la crianza. Determinación de la


tenencia).- La responsabilidad en la crianza, la educación y desarrollo integral de
niños y adolescentes corresponde a ambos padres. La separación de los padres
no puede limitar ni afectar el ejercicio de los derechos y deberes propios de la
guarda jurídica.
Cuando los padres estén separados se determinará de común acuerdo cómo se
ejercerá la guarda material o tenencia, manteniendo ambos en todo momento la
corresponsabilidad en la crianza (artículo 177 del Código Civil).
De no existir acuerdo entre los padres, la tenencia será resuelta por el Juez de
Familia quien deberá dictar las medidas necesarias para su cumplimiento, así

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como para garantizar el efectivo ejercicio del derecho y deber de ambos padres
de participar activa, equitativa y permanentemente en la crianza, educación y
desarrollo integral de niños y adolescentes cualquiera sea el régimen de tenencia
resuelto".

Artículo 3º. Sustitúyese el artículo 35 del Código de la Niñez y de la


Adolescencia (Ley N° 17.823, de 7 de setiembre de 2004), por el siguiente:

“ARTÍCULO 35. (Tenencia alternada o compartida. Facultades y deberes del


Juez de Familia). En caso de no existir acuerdo entre los padres, cualquiera de
ellos estará legitimado para presentarse ante el Juez y solicitar el régimen de
tenencia del niño o adolescente que considere adecuado. El Juez resolverá,
atendiendo a las circunstancias del caso y siempre considerando el interés
superior del niño o adolescente y en base a ello fijará el régimen de tenencia,
teniendo presente el principio de corresponsabilidad en la crianza. Una vez
evaluados los siguientes parámetros, y si las condiciones familiares lo
permitieran, el Juez fijará la tenencia alternada o compartida en la medida en
que esta resulte la mejor forma de garantizar el interés superior del niño o
adolescente:
A) La opinión del niño o adolescente de conformidad con los artículos 8º y
16 literal C) del presente Código, la cual deberá recabarse en un ámbito
adecuado y adoptándose todas las medidas para garantizar que la misma
sea expresión de su voluntad reflexiva y autónoma, según su grado de
desarrollo cognitivo y autonomía progresiva. Bajo su más seria
responsabilidad funcional, el Juez siempre deberá oír y tener en cuenta la
opinión del niño o adolescente. Sin perjuicio de ello, se deberá evitar su
comparecencia reiterada e innecesaria.
B) La vinculación afectiva entre el niño o adolescente y sus padres y otras
personas de su entorno familiar con quien hubiere convivido.
C) La efectiva situación del niño o adolescente durante el tiempo de
convivencia de sus padres, de forma tal que la separación altere en la
menor medida posible sus costumbres y cotidianeidad.

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D) La dedicación efectiva que cada uno de los padres pueda seguir
desarrollando de acuerdo con sus posibilidades, sin perjuicio de ponderar
también el compromiso que el otro padre ofrezca y garantice a futuro.
E) Los pedidos y recomendaciones que surjan de las actuaciones del
defensor del niño o adolescente, así como de los informes de otros
profesionales idóneos, en caso de ser necesarios a juicio del Juez.
F) Los acuerdos a que hubieren arribado los padres extrajudicialmente -con
anterioridad o durante el juicio- y de los cuales surja prueba fehaciente,
aun cuando se hayan ejecutado temporalmente.
G) El domicilio de los padres, la distancia entre ambos domicilios, así como
también respecto del centro educativo al cual asista el niño o adolescente,
o cualquier otro centro de actividad o relacionamiento social relevante
para su desarrollo y bienestar, así como los medios de transporte y
disponibilidad de los padres para los traslados necesarios.
H) En caso de niños menores de dos años que se encuentren en etapa de
lactancia, el régimen de tenencia dispuesta deberá contemplar esta
realidad y adecuarse a las necesidades del niño según su desarrollo.
I) Cualquier otro factor que, atendiendo a las circunstancias del caso,
contribuya en beneficio del interés del niño o adolescente.

Una vez evaluados los parámetros anteriores y si las condiciones familiares lo


permiten, el Juez privilegiará la tenencia compartida en la medida en que esta
resulte la mejor forma de garantizar el interés superior del niño o adolescente.
Al fijar el régimen de tenencia compartida o alternada del niño o adolescente,
éste podrá ser con modalidad indistinta, salvo imposibilidad o perjuicio para el
niño o adolescente. El Tribunal fijará asimismo el régimen correspondiente de
visitas previsto en el artículo 39 del presente Código, procurando que los niños
y adolescentes compartan tiempos de convivencia razonablemente equitativos
con cada uno de sus padres y evitando la separación de los hermanos.
El Juez dictará las medidas necesarias para el pronto y efectivo cumplimiento
del régimen fijado, en atención al principio de corresponsabilidad en la crianza y
el interés superior del niño o adolescente.
En cumplimiento del interés superior del niño o adolescente, la tenencia
alternada, una vez dispuesta, deberá ser cumplida sin que sea obstáculo para

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ello el que uno de los padres se oponga en base al mal relacionamiento con el
otro.
En caso de que uno de los padres esté imposibilitado para cumplir con la crianza
compartida o tenencia alternada de su hijo, dicho padre deberá comunicar tal
imposibilidad al Juez, quien resolverá la situación del niño o adolescente, sin
perjuicio del derecho de estos a las visitas correspondientes.
El Juez en todo caso deberá tener en cuenta además y procurar que aun
después de fijado el régimen de tenencia, se asegure el mantenimiento de los
vínculos familiares de los niños y adolescentes con las familias ampliadas de
cada uno de ellos, se vele por su estabilidad familiar de acuerdo a lo establecido
por el artículo 40 de la Constitución, así como el mantenimiento de la situación
en que el niño o adolescente venía desarrollando su vida y, en definitiva, todos
aquellos factores que sean provechosos para que los niños y adolescentes
desarrollen sus vidas y alcancen la madurez en las condiciones más adecuadas”.

Artículo 4º. Agrégase al Código de la Niñez y la Adolescencia (Ley 17.823 de 7


de setiembre de 2004), el siguiente artículo:

ARTÍCULO 35 BIS (Cuestiones durante el régimen de tenencia y visitas).


I) En caso de incumplimiento del régimen fijado, serán aplicables las sanciones
previstas en el artículo 43 del presente Código, sin perjuicio de la aplicación del
artículo 279 B del Código Penal. Se considera incumplimiento reiterado del
régimen fijado su entorpecimiento o impedimento en dos oportunidades
sucesivas o en cuatro oportunidades en un lapso de dos meses.
II) El Juzgado de urgencia que actúe a raíz de una denuncia, al momento de
convocar a la audiencia prevista en el artículo 11 de la ley 17.514, de 2 de
julio de 2002, en el artículo 120 del presente Código, o en el artículo 61 de
la ley 19.580, de 22 de diciembre de 2017, deberá en todo caso, designar
Defensor a los niños o adolescentes que pudieran verse afectados por la
resolución a adoptarse.
III) Sin perjuicio de las medidas iniciales que se adopten al tomar
conocimiento del hecho, el tribunal de urgencia al finalizar la audiencia de
precepto, podrá disponer medidas provisionales, siempre teniendo

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presente lo que solicite la Defensa del niño o adolescente, y lo dispuesto
en el artículo 8 de este Código.
IV) Si ya estuviera dispuesto un régimen de tenencia o visitas, no adoptará
medidas que lo afecten, salvo en caso que lo considere necesario de
acuerdo al interés superior del niño o adolescente.
En caso de adoptarse medidas, el juzgado de urgencia remitirá en el plazo
de cuarenta y ocho horas y bajo su más seria responsabilidad, testimonio
del expediente donde adoptó las medidas al juzgado de familia que fijó el
régimen afectado, el que procederá de acuerdo a lo que dispone el numeral
VI) de este artículo.
V) En los casos que no existiera régimen fijado con anterioridad, el juzgado
de urgencia establecerá las medidas de protección que considere
pertinentes, estableciendo su duración y oyendo siempre a la defensa de
los niños y adolescentes.
Sin perjuicio de los recursos que correspondan, el progenitor que se
considere afectado podrá solicitar medidas cautelares, provisionales o
definitivas ante el juzgado de familia competente, a cuya resolución se
estará.
En ese caso, dicho progenitor podrá reclamar que la sede de urgencia le
expida testimonio del expediente en el que se adoptaron las medidas,
destinado al Juzgado de Familia que corresponda, lo que deberá ser
cumplido en el plazo de veinticuatro horas y bajo la más estricta
responsabilidad funcional del Juez.
VI) El Juzgado de Familia actuando con las garantías del debido proceso,
evaluará bajo su más seria responsabilidad funcional la necesidad o no de
modificación del régimen de tenencia y su ejercicio. Sólo se suspenderá el
régimen de visitas vigente en el caso de que se encuentre en riesgo el
interés superior del niño o adolescente. En tal caso, dicha suspensión será
transitoria y podrá revisarse conforme al principio “rebus sic stantibus”.
VII) El Juez, oyendo siempre a la defensa del niño o adolescente, valorará
muy especialmente los hechos denunciados en caso que sean
determinantes para la formalización en la órbita Penal del progenitor
denunciado, cuando ellos impliquen un riesgo al interés superior del niño
o adolescente.

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VIII) En todo caso, incluyendo el supuesto de haberse decretado la aplicación
de medidas cautelares, deberá respetarse el derecho a las visitas de los niños y
adolescentes con la persona denunciada, toda vez que a juicio del Juez sean
acordes al interés superior del niño o adolescente, y de considerarse necesario,
en las modalidades que garanticen dicho interés superior, como ser, a título
enunciativo: que las visitas sean en lugares públicos, en presencia de familiares
del niño o adolescente, en reparticiones estatales adecuadas, o de cualquier otra
forma que a criterio del Juez garantice la protección de la integridad física y
emocional de los niños y adolescentes, disponiendo el régimen de seguimiento
periódico necesario.

ADITIVO A UBICAR LUEGO DEL ART. 4º. La Suprema Corte de Justicia


llevará un registro de las medidas de protección de toda especie
dispuestas por los Tribunales de conformidad con el artículo 117 del
Código de la Niñez y la Adolescencia (Ley N° 17.283, de 7 de setiembre de
2004) y los artículos 59 y siguientes de la Ley N° 19.580, de 22 de diciembre
de 2017.
Antes de adoptar cualquier medida relativa a la tenencia o visitas de niños,
niñas y adolescentes, los Tribunales competentes al efecto deberán
consultar al registro.

Artículo 6º. Sustitúyese el artículo 39 del Código de la Niñez y la Adolescencia


(Ley N° 17.283 de 7 de setiembre de 2004), por el siguiente:

“ARTÍCULO 39. (Determinación de las visitas).


1) La determinación de las visitas se fijará de común acuerdo entre las
partes.
2) A falta de acuerdo o en caso de que se impida o limite el ejercicio del
derecho mencionado, el Juez de Familia fijará el régimen de visitas
conforme al principio de corresponsabilidad en la crianza. Se garantizará
el derecho del niño o adolescente a ser oído, adoptándose todas las
medidas necesarias para asegurar la libre expresión de su voluntad,
según su grado de desarrollo cognitivo y autonomía progresiva.

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3) (Régimen de visitas provisorias). Producido el cese de la vida en común,
cualquiera de los padres podrá presentarse ante el Juez del lugar de
residencia de sus hijos a fin de que se determine un régimen de visitas
provisorio, que habrá de regir hasta tanto no sea variado por acuerdo de
partes o por decisión judicial definitiva.

El Tribunal, al proveer sobre la demanda de tenencia o visitas, y atendidas las


circunstancias invocadas, fijará el régimen provisorio de visitas, siguiendo el
procedimiento del artículo 317 ordinales 1 y 3 del Código General del Proceso.
Sólo por motivos fundados podrá denegarse el régimen de visitas provisorio
solicitado por el progenitor.

Artículo 7º. Sustitúyese el artículo 40 del Código de la Niñez y la Adolescencia


(Ley N° 17.823, de 7 de setiembre de 2004), por el siguiente:

“ARTÍCULO 40. (Incumplimiento en permitir las visitas). La parte que está


obligada a permitir las visitas o entregar al niño o adolescente de acuerdo al
régimen establecido, y se negara en forma inmotivada, habilitará a que la otra
parte acuda personalmente ante el Juez que estableció el régimen o quien haga
sus veces, el cual dispondrá de inmediato la comparecencia de la parte
incumplidora, siendo notificada por la Policía. En caso de incomparecencia podrá
ser conducida por la fuerza pública, si así lo dispusiera el Juez.
El Juez escuchará a ambas partes y, de ser inmotivada la resistencia de la parte
obligada a permitir las visitas, dispondrá -apreciando las circunstancias del caso,
la edad y especialmente los intereses del niño o adolescente- la entrega de este
a la parte que lo reclama, la cual deberá reintegrarlo según lo acordado, salvo
que el Juez actuante entienda que debe permanecer con el solicitante, hasta
tanto resuelva el Juez de la causa.
Sin perjuicio de lo anterior, la parte incumplidora de la obligación de permitir
visitas será pasible de las sanciones previstas en el artículo 43 del presente
Código, debiendo tenerse especialmente en cuenta para la graduación de estas
la reiteración injustificada en el entorpecimiento o impedimento de contacto”.

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Artículo 10. (Abogado Defensor del Niño o Adolescente). En los procesos de
corresponsabilidad en la crianza, tenencia y visitas y en general, en todo proceso
en que el niño o adolescente deba ser oído, se le designará un abogado para
que lo represente y asista.
El Tribunal competente designará aleatoriamente al abogado patrocinante
a partir de una lista confeccionada por el Poder Judicial.
Cuando sea posible, el Tribunal no asignará más de cinco casos activos a
un mismo abogado. Esta limitación no se aplicará a los Defensores
Públicos.
Notificado de la designación, el abogado contará con un plazo de seis días
hábiles para aceptar o rechazar el caso. Si lo acepta deberá entrevistarse a
la mayor brevedad con su patrocinado, en condiciones que aseguren que
este pueda expresarse libremente y sin la presencia de los progenitores o
tenedores. Podrá, si las circunstancias lo aconsejan requerir que se
realicen varias entrevistas, a las que el niño o adolescente asistirá
acompañado sucesivamente por cada uno de los progenitores o tenedores,
si fuese posible. El Defensor del niño o adolescente mantendrá el contacto
con su patrocinado mientras dure el proceso, informándolo de la marcha
de este y recabando su opinión cuando la importancia del acto procesal a
cumplir en defensa de su interés lo justifique.
El Defensor del niño o adolescente se entrevistará además con las otras
partes en el proceso, siempre con la presencia o la anuencia de sus
respectivos abogados, toda vez que lo considere necesario para el mejor
cumplimiento de su misión.
Las entrevistas deberán realizarse todas dentro del plazo de treinta días
luego de aceptado el caso.
El Juez podrá requerir además la asistencia de técnicos especializados para la
interpretación de la voluntad real del niño o adolescente.

ADITIVO A UBICAR LUEGO DEL ART. 13. Agrégase al Código Penal (Ley
N° 9.155 de 4 de diciembre de 1933), el artículo 179 BIS, el que tendrá la
siguiente redacción:

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“ARTICULO 179 BIS. (Agravante especial de la simulación).- Se considerará
circunstancia agravante del delito previsto en el artículo anterior, que la
denuncia vaya dirigida contra la persona con quien el denunciante tenga
hijos en común, y que, a consecuencia de dicha denuncia, la justicia
disponga alguna medida cautelar en aplicación de la Ley N° 19.580, de 22
de diciembre de 2017 o de la Ley N° 17.514, de 2 de julio de 2002”.

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