LECCIÓN No 7 de MATEO
LECCIÓN No 7 de MATEO
LECCIÓN No 7 de MATEO
7
JESÚS PREPARA A SUS DISCIPULOS
Ahora ahondaremos en una importante sección del Evangelio de Mateo, se trata del
capítulo 14 en donde inicia el retiro del Rey. Ya aquí podemos ver a Jesús evitando las
multitudes y pasando más tiempo con sus discípulos, preparándolos lo mejor posible para
la crisis que estaban a punto de enfrentar.
Recordemos que incluso los discípulos estaban esperando un Reino terrenal, en donde
Jesús derrotara al Imperio Romano, podemos entonces imaginarnos cómo resultaría para
ellos el tema de la cruz, el hecho de que Jesús les hablara de su muerte los dejaría sin
palabras y muy confundidos.
Por eso Jesús dedica más tiempo para estar con sus discípulos, Él necesita prepararlos
para ese tiempo difícil donde sería puesta a prueba la fe de cada uno de ellos. Veamos
tres aspectos que se destacan de esta etapa en el capítulo 14,1-36
Para este tiempo Juan Bautista llevaba varios meses en prisión y muy probablemente fue
martirizado. El evangelista pone la muerte de Juan en este capítulo justamente ilustrando
la actitud del pueblo para con el Rey, muerto el mensajero rechazan al Rey.
En el 10,40 Jesús dice: “al que vosotros recibe, me recibe a mí” y obviamente lo contrario,
rechazar al mensajero (Juan el Bautista) es rechazar a Jesucristo y en esto es como si la
muerte de Juan predijera la muerte del Señor.
La muerte de Juan se dio por orden de Herodes uno de los hijos menores de Herodes El
Grande, quien gobernaba sobre una cuarta parte del reino, Herodes Agripa nieto de
Herodes el Grande fue el que mató a Santiago y encarceló a Pedro y por último Herodes
Agripa II bisnieto de Herodes El Grande fue ante quien Pablo fue juzgado. Todos estos
Herodes aborrecían a los judíos y gobernaron bajo el amparo de la traición.
El ministerio de Juan estaba por terminar, había abonado el terreno para que el Rey llegara,
y había predicado con denuedo la verdad de Dios. Concluiríamos que el mundo no
compagina con el creyente, ambos no pueden ser amigos.
v.13 Habla de la multiplicación de los panes y los peces, el Señor da de comer a cinco mil
personas, este fue un sermón en acción en donde el mensaje principal es que Jesús es el
Pan de Vida del cual debemos alimentarnos, Él se da, se dona para que siendo alimentados
podamos vivir bien. Pero descubramos otros mensajes en este pasaje:
Vemos a lo largo del Sermón del Monte cómo los discípulos antepusieron una cantidad de
excusas, dijeron que no había suficiente comida, que no tenían dinero para comprar
alimento, que estaban en un lugar muy solitario, etc.. Pero Jesús venció toda dificultad, se
sobrepuso a las circunstancias y sacio la necesidad de la multitud.
Las multitudes que seguían a Jesús habían sido saciadas de pan y por eso buscaban
hacerlo rey, pero el Señor no quería que la gente lo buscara por las cosas materiales que
les podía dar, Jesús no quería discípulos por “la comida”.
Luego vemos a Jesús orando en el monte mientras los discípulos batallan con la tormenta
en el lago, podemos ver lo mismo en estos tiempos, el Señor está en su trono y su iglesia
en la tierra batallando contra las tormentas del pecado y la persecución; pero al igual que
en aquel tiempo el Señor llevará a su iglesia a su destino.
Ahora, la experiencia de Pedro al caminar sobre las aguas nos debe hablar de cómo
nosotros los creyentes debemos mantenernos en la fe, a pesar de la furia de las tormentas,
Pedro logró caminar sobre el mar por la fe que manifestó en ese momento, pero cuando la
tormenta arreció se hundió porque quitó la mirada de Jesús. Recordemos, la fe viene por
el oír, y oír la Palabra de Dios.
Para entender esto debemos comprender que los discípulos pasaron por tormentas no por
castigo, sino que hicieron la voluntad de Dios, a un árbol sin frutos no se le lanzan piedras,
recordemos, las dudas y el temor van juntos al igual que la fe y la paz.
Todo el capítulo 14 nos muestra el retiro del Señor y la persecución que los suyos tuvieron
que afrontar, pero justamente fue a través de sus servidores que Jesús dio el precioso Pan
de Vida al mundo. Todas las veces que los discípulos pasaban por dificultades el Señor
les daba su paz y los recataba de las garras de Satanás.
En el capítulo 15 vemos a Jesús evadiendo a los fariseos y tomando camino hacia Tiro y
Sidón para luego salir hacia Galilea y finalmente llegar a Magdala. Tengamos presente que
Jesús estaba evitando una confrontación con los líderes religiosos de la época y aparte
estaba preparando a sus discípulos para el acontecimiento de la cruz.
La Acusación (v.1-29)
Desde los inicios del ministerio público del Señor, los fariseos lo acusaban de cuanta cosa
se les ocurría para opacar la voz de su mensaje, pero no contentos con ello, también
acusaban a los discípulos de quebrantar las leyes y tradiciones de los ancianos judíos, esto
por no lavarse las manos al comer y que los fariseos honraban las tradiciones por encima
de la Palabra de Dios, era incluso una ofensa mayor contradecir las enseñanzas de los
rabíes.
Jesús siempre ha usado La Palabra para callar a los que lo acusan y persiguen, y aquí
resalta la desobediencia de ellos para con Éxodo 20,12 donde está el mandato del Dios de
honrar a padre y madre, pero Jesús los confronta con la enseñanza que ellos imparten
diciendo que un hombre puede decidir no ayudarle a sus padres justificándose en que todo
lo que tiene es ofrenda para Dios. Todo esto para hacerles ver que sus actos de piedad no
son sinceros y que su corazón está lejos de Dios.
El Señor dirigiéndose a la multitud dice abiertamente que las tradiciones de los fariseos no
son válidas y en público muestra los errores de estas tradiciones haciendo preguntas como
la siguiente: ¿Cómo pueden los alimentos contaminar al hombre si no entran al corazón?
Pues los fariseos fácilmente vieron en este mensaje público del Señor una declaración de
guerra.
Qué difícil es para el hombre creer en la sencilla verdad de Dios y romper con las tradiciones
humanas, explica que la santidad es más por lo que está dentro del corazón, pero por lo
general culpamos al diablo de los pecados que allí se mencionan, (asesinatos, adulterio,
inmoralidad sexual, robos, mentiras, etc.) el Señor dice que lo que verdaderamente causa
el pecado en el hombre es lo que está en el interior del hombre.
Por esta razón, es que el hombre debe nacer de nuevo, pues en su corazón surge la
maldad.
Las multitudes de las que habla los versículos 32-39 son básicamente gentiles, por esto no
podemos confundir la alimentación de los cuatro mil con el milagro de la multiplicación de
los cinco mil, veamos las diferencias:
Los cinco mil (Mt. 14,15-21) Los cuatro mil (Mt. 15,32-39)
Cuan lentos eran los discípulos para entender la forma en que actuaba Jesús y el poder
que tenía, en el versículo 33 queda claro que no aprendieron la lección con el milagro
anterior de la alimentación de los cinco mil.
Tal vez en esta ocasión pensaron que Jesús no alimentaria a los gentiles pero con esto
solo recibieron otra lección de parte del Maestro.
El Señor no solo quiere salvar a los judíos sino también quiere alcanzar a los no judíos, y
esto lo dejó claro en esta oportunidad.
Hay cuatro movimientos que podemos resaltar en este capítulo, a continuación los
analizaremos uno por uno.
1. Cristo Es Tentado (16,1-5)
Vemos una alianza entre dos enemigos que se unen para conspirar contra Jesús, los
fariseos y los saduceos. También Pilatos y Herodes se amistaron por la misma causa y el
Señor describe con tres puntos la espiritualidad de estos que se convertían ahora en sus
enemigos:
Esto es porque ningún hombre puede confesar a Jesucristo sin que el Padre se lo haya
revelado, como efectivamente pasó con la confesión de Pedro, una verdadera revelación
debe tener la intervención del Padre y del Espíritu Santo.
Ya los versículos 18 y 19 (Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a construir
mi iglesia; y ni siquiera el poder de la muerte podrá vencerla. Te daré las llaves del reino de
los cielos; lo que tú ates aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que tú
desates aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo) han sido por siglos motivo
de debate, los de la iglesia romana basan en estos versículos la existencia del Papa
mientras que otras denominaciones no lo ven así, por eso no ven en el Papa una autoridad
de Dios.
Lo mejor es dejar que la Palabra de Dios hable por sí misma, veamos entonces los símbolos
que nos presenta este pasaje:
La Roca Es Jesucristo
Las Llaves
Este símbolo de las llaves se refiere a la mayordomía del Reino que se le estaba
encargando a Pedro, que si bien es la piedra sobre la cual se edificaría la iglesia, la Roca
principal es Jesucristo, no significan las llaves de la muerte o de la eternidad, porque el
dueño de ellas es Jesús. (Ap. 1,18).
Atar Y Desatar
Esto es el poder dado al creyente, no solo a Pedro, para que a través del Espíritu Santo, de
la Palabra y la oración, una traducción más exacta seía: “Todo lo que ustedes prohíban en
la tierra debe ser lo que ya está prohibido en el cielo, y todo lo que ustedes permitan en la
tierra debe ser lo que ya está permitido en el cielo” es decir, el creyente no le dice al cielo
lo que debe hacer, sino que se sujeta desde la tierra a lo que el cielo ordena.
Ahora, vemos cómo Jesús da a conocer de diferentes maneras que va a morir, los
discípulos por supuesto no le habían entendido y esta vez no era la excepción, y Pedro en
especial en esta ocasión intenta desviar o corregir el destino del Señor para que no vaya
hacia la Cruz.
Era obvio que Satanás estaba usando a Pedro para que no se cumpliera en Jesús el plan
salvífico de Dios, por esto el Señor reprende a Pedro diciéndole “Apártate de mí Satanás”
y siguió enseñándoles la importancia de su muerte en la cruz.
EJERCICIOS:
3. Explica con el milagro de la multiplicación de los panes (Mt.14, 13-21) cómo los
discípulos reciben el pan personalmente de Cristo y luego lo repartieron a otros.
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6. Has un paralelo entre las enseñanzas que dio Jesús con los milagros de la
alimentación de los cinco mil y la de los cuatro mil.
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7. Explica qué significa: “Cristo no solamente quiere salvar y satisfacer a los judíos,
sino también a los gentiles”.
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b. Cargar la cruz:
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