Ilovepdf Merged
Ilovepdf Merged
Ilovepdf Merged
2. El Estado
El Proyecto Político Militar, rompe con las barreras del formalismo democrático para
organizar su instrumento de poder: El Estado. Haciendo posible que el uso de la
fuerza legítima que le es propia, no provenga de los partidos políticos sino de una
burocratización militar y el mando de las fuerzas armadas: Las que den sostén del
Estado, devienen en aparato administrador del mismo, sustituyendo los cánones
tradicionales del poder y los órganos que sustentan dicho andamiaje constitucional.
Por lo que se hace necesario una adecuada lucubración para responder al
interrogante de ¿Cuál el perfil que particulariza al Estado de la Seguridad Nacional?
Y ¿Cuáles sus atributos en el cumplimiento de su misión política e ideológica? Para
entender con objetiva verificación empírica dicho proyecto y su singularidad en el
desarrollo político nacional. Habida cuenta de la temporalidad histórica que todo
proyecto encierra a causa de las mutaciones propias del sistema.
Comenzando con señalar que el Estado de la seguridad nacional nace en Bolivia
con el golpe de facto de agosto de 1.971, pero se decanta y cristaliza tres años
después con el alejamiento de los partidos políticos tradicionales y la dictación del
Estatuto de Gobierno, el 9 de noviembre de 1.974. Disponiendo la movilización
nacional en torno a las fuerzas armadas para “el logro del potenciamiento del país
y de su seguridad interna y externa”.
En otras palabras, se da el corte estructural entre el Estado de la seguridad nacional
que surge de con la auto-eficiencia del mando castrense, y el Estado nacional
revolucionario que agota su substancia estatal con la acción contestataria de la
clase obrera, el fraccionamiento partidario y el nacionalismo militar socializante. En
efecto, la ruptura histórica implantada: Nacionalismo revolucionario- seguridad
nacional, se da en el nivel de la estructura con la internacionalización de la
economía a través del crédito externo, y en el social de la superestructura con la
reorganización del Estado y sus aparatos administrativos y económicos. Ocupando
la ideología el espacio central de la mediación inter- estatal y estatal- civil.
Desde luego, en la construcción del nuevo Estado se mezclan aspectos político-
institucionales que buscan el respeto a la persona humana y a los valores cristianos
de la cultura occidental; económicos, estimulando la inversión de capitales
extranjeros compatibles con los intereses del país; sociales, sujetando su acción de
bienestar social al Plan Quinquenal de Desarrollo, de ejecución prioritaria; y
finalmente, aspectos vinculados con la coerción política mediante la declaratoria
del servicio civil obligatorio, la organización del Poder Ejecutivo a cargo del
presidente de la República en su condición de Capitán General de las Fuerzas
Armadas, los ministros nombrados por éste, los miembros del Comando Conjunto
de las Fuerzas Armadas con la jerarquía de los ministros de Estado, así como el
Comandante de la Policía, el Secretario General de la Presidencia y el secretario e
Informaciones.
En el substrato del proyecto político militar, como objetivo bélico, se fusionan las
tareas económicas con las políticas, dando lugar a la creación de la Corporación de
las Fuerzas Armadas para el Desarrollo, COFADENA, destinada al potenciamiento
nacional. Reiterando la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, la participación de
la COFADENA en industrias básicas y estratégicas del país, y particularmente en la
aplicación bélica, pudiendo construir empresas públicas o mixtas, o dedicarse a
actividades económicas rentables.
Por voluntad estatal, COFADENA incursiona en la transformación de las materias
primas y en los servicios; se vincula al capital extranjero mediante convenios
bilaterales, transnacionales u otros; al tiempo que se inserta en actividades
estratégicas propias de su área de influencia: el armamentismo. O sea que, como
entidad militar, como persona jurídica, asume tareas globalizadoras de la seguridad
nacional en los aspectos geográficos, económicos, socio-políticos y militares.
Así, bajo una original amalgama de lo económico y lo político, las fuerzas armadas
llevan adelante el control total de la sociedad. Pues, al decir del contraalmirante
José Vargas Valenzuela, “el desarrollo es un concepto inseparable de la seguridad
y la seguridad un hecho que involucra al desarrollo. De ahí la importancia
indiscutible de que las empresas como la Corporación Minera de Bolivia, COMIBOL;
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB; la Corporación Boliviana de
Fomento, CBF; la Empresa Nacional de Ferrocarriles y otras, deben encomendarse
a los militares.
Este bloque empresarial militar, define una línea económico-financiera precisa. Al
decir del general Banzer Suárez, “el gobierno se propone desarrollar una política
financiera y de fomento empresarial… no sólo como garantía del desarrollo
nacional, sino para ofrecer un marco de confianza del capitalismo extranjero”.
Particularizando esta política económica un proceso de endeudamiento externo, por
tratarse de un modelo de crecimiento exógeno propio del proyecto político-militar.
El Estado de la seguridad nacional, instituye sus propios órganos: Como poder
legislativo destinado al estudio de los problemas fundamentales del Estado, se crea
el Consejo Nacional de Reformas estructurales, CONARE. Encargado
fundamentalmente de identificar los objetivos nacionales y las reformas a la
Constitución Política del Estado, a fin de darle al proyecto una virtual legitimidad.
CONARE, como órgano legislativo y de asesoramiento, está compuesto por treinta
esclarecidos ciudadanos designados por el presidente de la república.
En el decurso de los días, CONARE es sustituido por el Consejo Nacional de
Asesoramiento y Legislación, CONAL. Mostrando la singular modalidad legislativa
del Estado, a través de un órgano civil-militar subordinado al Poder Ejecutivo.
Mando piramidal que también permite el relevo permanente de los magistrados de
la judicatura, sin otro prurito que la disciplina y obediencia al Consejo Nacional de
Seguridad, CONASE. Esto es, al mando supremo del Estado generador de la
democracia “inédita” propuesta.
En efecto, como institución encargada de la “existencia y supervivencia de la nación,
así como de la continuidad del Estado”, se crea el Consejo Nacional de Seguridad,
CONASE. Custodio de la integridad del territorio patrio y defensa de sus recursos
naturales; la conservación de su soberanía e independencia política; la unidad
espiritual y cívica de los bolivianos; el potenciamiento material, económico y cultural
de la nación; el progreso y bienestar general del pueblo boliviano; la defensa de los
intereses y derechos nacionales; y todo lo pueda interesar a la seguridad nacional.
Por lo que al cuestionamiento planteado sobre el perfil que particulariza el Estado
de la seguridad nacional, se puede responder adscribiéndolo al proyecto de
dominación política global. Pues, producida la fusión de las fuerzas armadas con el
poder central acerca del tipo de sociedad que tiene que defender, el paso siguiente
es de carácter organizativo articulando los intereses de la sociedad civil con el
Estado de la seguridad nacional o pentagonal, Ya que se puede decir que, a la larga,
el poder político de la sociedad convierte a las fuerzas militares, en cuanto a su
modo de pensar político, en una fiel imagen propia.
Y en cuanto a los atributos logrados en el cumplimiento de la misión político-
ideológica, sin duda alcanzan sus objetivos totalitarios. Una vez que el presidente
de la República al designar, presidir o comandar los órganos judicial, militar,
legislativo, burocrático, de seguridad, comunal, etc., asume una verticalidad de
mando indiscutible. Al mismo tiempo que una determinación sobre el potencial
nacional acumulado en las empresas del sector público y las empresas privadas
alineadas en el proyecto por voluntad propia o estatal.
Administraron de 1.971 a 1.982 el aparato del Estado de la Seguridad Nacional, los
militares: Hugo Banzer Suarez, Juan Pereda Asbún, David Padilla Arancibia, con la
intermitencia de los civiles elegidos mediante el formalismo democrático: Dr. Walter
Guevara Arce por 85 días, y la Sra. Lidia Gueiler Tejada por 244 días en los años
1.979 a 1.980. Y entre ambos, el militar Alberto Natusch Busch, para continuar
después de la Sra. Gueiler, Luis García Meza, una Junta de Comandantes integrada
por Bernal, Torrelio y Pammo, y en la secuencia Celso Torrelio Villa y Guido Vildoso
éste último con 81 días de mando para entregar el gobierno al Dr. Hernán Siles
Zuazo en 1.982 en razón de haber sido ganador de las elecciones efectuadas
durante la presidencia de la Sra. Gueiler.
4. Relaciones políticas
Las relaciones políticas del proyecto político-militar, se enmarcan en el espacio del
capitalismo transnacional adverso al comunismo. En lo interno, con políticas
preventivas, de represión, encarcelamiento o muerte, que dio lugar a la diáspora y
señalada de más de diez mil personas adultas y sus familias.
La “democracia inédita” predicada por los áulicos del Estado de la seguridad
nacional, radicalizan el “slogan” de nacionalismo o nada. Esto es, estar con el
proyecto político-militar o contra sus principios y objetivos. Valoraciones que servían
para calificar al ciudadano idóneo tolerado para permanecer en el país, o al
“abominado” individuo sentenciado a engrosar la multitud de connacionales
apátridas exilados.
Las relaciones políticas internacionales, permitieron a Bolivia acceder a un
endeudamiento económico sin precedentes: préstamos con gravosos intereses a
corto y largo plazo, con distintos fines y para diversas actividades empresariales de
orden militar o civil y otras de beneficio individual con la garantía de la banca estatal.
De esta manera, Bolivia se vio envuelta en el círculo vicioso de prestar dinero para
pagar las acreencias contraídas, aumentando su dependencia a los Estados
vecinos, del centro industrial y países peroleros.
La relación política internacional más importante del periodo, se da en las
negociaciones con Chile sobre una salida soberana al Océano Pacífico. Como
antecedente, se tiene el encuentro de los gobernantes Hugo Bánzer Suárez y
Augusto Pinochet Ugarte, en ocasión de una visita al presidente del Brasil, general
Ernesto Geisel, en marzo de 1.974. En cuya ocasión se habló de los intereses
mutuos que obligaban a ambos Estados en establecer reglas de entendimiento,
para el bienestar de todos.
En la secuencia de los hechos, los gobernantes se vuelven a encontrar en terreno
fronterizo, dando lugar a una Declaración Conjunta suscrita en Charaña el 8 de
febrero de 1.975. En la cual se abordan dos problemas fundamentales: el
enclaustramiento de Bolivia y la renovación de las relaciones diplomáticas. En
efecto, la mencionada Declaración señala:
“4to. Ambos mandatarios, con ese espíritu de mutua comprensión y ánimo
constructivo, han resuelto se continúe el diálogo de diversos niveles, para buscar
fórmulas de solución a los asuntos vitales que ambos países confrontan, como el
relativo a la situación de mediterraneidad que afecta a Bolivia dentro de recíprocas
conveniencias y atendiendo a las aspiraciones de los pueblos boliviano y chileno”.
6to. Los presidentes para materializar los propósitos señalados en la presente
Declaración Conjunta han resuelto normalizar las relaciones diplomáticas entre sus
respectivos países a nivel de Embajadores”.
Pero tres años más tarde, el gobierno de las fuerzas armadas declara la ruptura de
las relaciones diplomáticas, esto es, el 17 de marzo de 1.978, atendiendo a la
ninguna flexibilización del gobierno chileno, el virtual desconocimiento de la
Declaración de Charaña, y la reiteración de su política nugatoria sobre el derecho
de Bolivia a una salida soberana al Océano Pacífico.
Pudiendo concluirse que las relaciones políticas del proyecto político-militar caen en
el vacío, tanto en el ámbito local por el endeudamiento externo, la vigencia de un
régimen autoritario, déspota, de exclusión y expulsión de los connacionales, como
en lo internacional por la frustración derivada de la Declaración de Charaña de
1.975. Frustración que ocurre durante la vigencia del Estado de la seguridad
nacional en Brasil, Chile y Bolivia, como parte del discurso pentagonal: nada de
conflictos entre Estados latinoamericanos, todos involucrados en la defensa del
sistema mundial.
Bibliografía:
Sandoval Rodríguez, Isaac. El desarrollo político en la formación social boliviana.
Industrias Gráficas Sirena. Santa Cruz Bolivia, 2.011. Paginas 127-147.
TEMA VI
EL PROYECTO POLÍTICO MILITAR
1.971-1.982
VI.1. El Discurso
VI.2. El Estado
VI.3. Los partidos políticos
VI.4. Relaciones políticas
CONTRADICCION ESTE-OESTE
1. EL DISCURSO
• El Proyecto Político Militar de 1.971 a 1.982, tiene un discurso
foráneo. En respuesta a los conflictos que globalizan el quehacer
político de la época: El conflicto Este-Oeste, que desde Moscú
patrocina el comunismo como nueva realidad social, y desde Estados
Unidos de Norteamérica el dominio del capitalismo: así como la
antagónica lucha del Grupo del Sur contra países ricos del Norte, en
pugna con mejores condiciones de igualdad social y tecnológica. En
los hechos, el discurso de las potencias Oeste-Norte, bajo los
“slogans” del anticomunismo, responde a las exigencias de acabar con
el populismo socializante de América Latina, así como con la peligrosa
insurgencia guerrillera patrocinada por el gobierno de Cuba.
1. EL DISCURSO: Preguntas de investigación
• Por lo que corresponde explicar los alcances de la extrapolación
ideológica en el ámbito nacional, con la interrogante de ¿Cuál el
alcance del discurso político-militar en la formación social nacional?
Y ¿Cuál la identificación del enemigo principal en este espacio
territorial? A fin de entender con claridad la tipicidad de este
proyecto en la cronología histórica, la ruptura con el proyecto
nacional revolucionario anterior y la secuencia política futura. Pues
claro está, que los proyectos políticos, vengan de donde vengan o
cualquiera sea su origen, tienen una determinada temporalidad
histórica.
1. EL DISCURSO: La doctrina de la seguridad nacional
• La doctrina de la seguridad nacional, se relaciona con la guerra. Al
decir del militar español Vasco González es un conjunto coherente y
sistematizado de principios, orientaciones o reglas, adoptadas
oficialmente por el Estado y por las fuerzas armadas sobre el carácter
de la guerra y del eventual enemigo, sobre la organización de todas
las fuerzas armadas, sobre los modos de conducción y de las
operaciones bélicas, como también sobre la preparación del país y de
la institución armada para la guerra.
FRENTE POPULAR NACIONALISTA
1. EL DISCURSO: La guerra encima de la política
• Antes de la década de 1.950, en cuanto a la defensa nacional, el
frente interno no tenía importancia. “Ahora, con la doctrina de la
seguridad nacional, se ha redimensionado el papel político del militar
profesional, colocando la guerra por encima de la política y ubicando
a los militares en una situación de preeminencia clara frente al
poder civil”. Señalando Rafael Zavallo Carvo, que el frente interno no
solamente está obligado a combatir, sino que es él quien libra las
acciones fundamentales y su éxito o fracaso está internamente ligado
a la suerte del conflicto.
EL PLAN CONDOR
1. EL DISCURSO: Teorías sobre la guerra
• Esta doctrina extracontinental, reconoce como su componente más
antiguo la teoría política de la escuela alemana, con su basamento en
el espacio vital, seguida de la doctrina francesa de la
contrainsurgencia aplicada en la guerra colonial de Argelia; y,
finalmente, en la Acción de la Seguridad Nacional de los Estados
Unidos, basada en la necesidad de evitar una III Guerra Mundial,
dando lugar a la creación de la C.I.A. y el Consejo de Seguridad
Nacional, colocados por encima de los poderes tradicionales en
materia de defensa y política exterior.
TEORÍAS SOBRE LA GUERRA
1. EL DISCURSO: El Frente Popular Nacionalista
• El agente estereotipador de la doctrina de la seguridad nacional en
Bolivia, fue el general Hugo Banzer Suarez. Con la concurrencia activa
de los partidos políticos tradicionales, los empresarios y
organizaciones contestatarias al discurso política de izquierda. El
Frente Popular Nacionalista, creado en dicha emergencia, “proclama
la liberación interna del país, hasta ese momento en manos de los
extremistas”. Las discrepancias de ayer entre el MNR y FSB,
convergen “enfrentando la alienación comunista”.
1. EL DISCURSO: Sociedad libre, nacionalista y cristiana
• El ideólogo que calca la doctrina de la seguridad nacional es el general
Joaquín Zenteno Anaya señalando que el proceso de insurgencia
internacional, ha puesto frente a frente a la revolución boliviana y a la
revolución cubano-chilena. Pues, “ya no se trata de derrocar a
determinados gobiernos, sino de cambiar radicalmente la tradición,
las estructuras sociales, la organización económica, modos de vida, en
suma, todo el sistema de sociedad libre, nacionalista y cristiana.
1. EL DISCURSO: El enemigo principal
• Bajo estos criterios de la racionalidad militar, la percepción del
enemigo principal en el escenario del nuevo Estado, es evidente. Pues
al decir del politólogo Jorge Tapia Valdez, todo aquello que se oponga
a los objetivos nacionales asumidos por el Estado se convierte “ipso
facto” en agresor, y quien de tal modo actúe es enemigo manifiesto.
Surgiendo de esta manera el enemigo en el escenario de la guerra
interna y con ello, el anatema a todo lo que propicie o sea
consecuencia de lo que aparezca como subversivo.
1. EL DISCURSO: La lucha anticomunista
• Pudiendo concluirse, sin mayores ambages, sobre la problemática del
discurso político militar, que éste extrapola desde el centro imperial la
lucha anticomunista. Identificando en la estrategia bélica al
connacional como enemigo interno, al que hay que destruir con el
potencial ideológico, político y económico estatal en manos de las
fuerzas armadas. Como una acción inherente a la doctrina de la
seguridad nacional y su papel fundamental en la contienda cruenta y
decisoria a nivel global.
GUERRA CONTRA EL COMUNISMO INTERNO
2. EL ESTADO: Preguntas de investigación
• Por lo que se hace necesario una adecuada lucubración para
responder al interrogante de ¿Cuál el perfil que particulariza al
Estado de la Seguridad Nacional? Y ¿Cuáles sus atributos en el
cumplimiento de su misión política e ideológica? Para entender con
objetiva verificación empírica dicho proyecto y su singularidad en el
desarrollo político nacional. Habida cuenta de la temporalidad
histórica que todo proyecto encierra a causa de las mutaciones
propias del sistema.
2. EL ESTADO: El Estatuto de Gobierno
• Comenzando con señalar que el Estado de la seguridad nacional nace
en Bolivia con el golpe de facto de agosto de 1.971, pero se decanta y
cristaliza tres años después con el alejamiento de los partidos
políticos tradicionales y la dictación del Estatuto de Gobierno, el 9 de
noviembre de 1.974. Disponiendo la movilización nacional en torno
a las fuerzas armadas para “el logro del potenciamiento del país y de
su seguridad interna y externa”.
2. EL ESTADO: Los valores cristianos e inversión extranjera
• Desde luego, en la construcción del nuevo Estado se mezclan
aspectos político-institucionales que buscan el respeto a la persona
humana y a los valores cristianos de la cultura occidental;
económicos, estimulando la inversión de capitales extranjeros
compatibles con los intereses del país; sociales, sujetando su acción
de bienestar social al Plan Quinquenal de Desarrollo, de ejecución
prioritaria; y finalmente, aspectos vinculados con la coerción política
mediante la declaratoria del servicio civil obligatorio.
2. EL ESTADO: Organización del Poder Ejecutivo
• La organización del Poder Ejecutivo a cargo del presidente de la
República en su condición de Capitán General de las Fuerzas
Armadas, los ministros nombrados por éste, los miembros del
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas con la jerarquía de los
ministros de Estado, así como el Comandante de la Policía, el
Secretario General de la Presidencia y el secretario e Informaciones.
DICTADORES DE BOLIVIA Y ARGENTINA
2. EL ESTADO: COFADENA
• En el substrato del proyecto político militar, como objetivo bélico, se
fusionan las tareas económicas con las políticas, dando lugar a la
creación de la Corporación de las Fuerzas Armadas para el
Desarrollo, COFADENA, destinada al potenciamiento nacional.
Reiterando la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, la participación
de la COFADENA en industrias básicas y estratégicas del país, y
particularmente en la aplicación bélica, pudiendo construir empresas
públicas o mixtas, o dedicarse a actividades económicas rentables.
2. EL ESTADO: Empresas públicas
• Así, bajo una original amalgama de lo económico y lo político, las
fuerzas armadas llevan adelante el control total de la sociedad. Pues,
al decir del contraalmirante José Vargas Valenzuela, “el desarrollo es
un concepto inseparable de la seguridad y la seguridad un hecho
que involucra al desarrollo. De ahí la importancia indiscutible de que
las empresas como la Corporación Minera de Bolivia, COMIBOL;
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB; la Corporación
Boliviana de Fomento, CBF; la Empresa Nacional de Ferrocarriles y
otras, deben encomendarse a los militares.
2.EL ESTADO: El CONARE
• El Estado de la seguridad nacional, instituye sus propios órganos:
Como poder legislativo destinado al estudio de los problemas
fundamentales del Estado, se crea el Consejo Nacional de Reformas
estructurales, CONARE. Encargado fundamentalmente de identificar
los objetivos nacionales y las reformas a la Constitución Política del
Estado, a fin de darle al proyecto una virtual legitimidad. CONARE,
como órgano legislativo y de asesoramiento, está compuesto por
treinta esclarecidos ciudadanos designados por el presidente de la
república.
2. EL ESTADO: El CONASE
• En el decurso de los días, CONARE es sustituido por el Consejo
Nacional de Asesoramiento y Legislación, CONAL. Mostrando la
singular modalidad legislativa del Estado, a través de un órgano civil-
militar subordinado al Poder Ejecutivo. Mando piramidal que también
permite el relevo permanente de los magistrados de la judicatura, sin
otro prurito que la disciplina y obediencia al Consejo Nacional de
Seguridad, CONASE. Esto es, al mando supremo del Estado
generador de la democracia “inédita” propuesta.
2. EL ESTADO: El Consejo Nacional de Seguridad (CONASE)
• En efecto, como institución encargada de la “existencia y
supervivencia de la nación, así como de la continuidad del Estado”, se
crea el Consejo Nacional de Seguridad, CONASE. Custodio de la
integridad del territorio patrio y defensa de sus recursos naturales;
la conservación de su soberanía e independencia política; la unidad
espiritual y cívica de los bolivianos; el potenciamiento material,
económico y cultural de la nación; el progreso y bienestar general del
pueblo boliviano; la defensa de los intereses y derechos nacionales; y
todo lo pueda interesar a la seguridad nacional
2. EL ESTADO: El perfil del Estado de la Seguridad Nacional
• Por lo que al cuestionamiento planteado sobre el perfil que
particulariza el Estado de la seguridad nacional, se puede responder
adscribiéndolo al proyecto de dominación política global. Pues,
producida la fusión de las fuerzas armadas con el poder central
acerca del tipo de sociedad que tiene que defender, el paso
siguiente es de carácter organizativo articulando los intereses de la
sociedad civil con el Estado de la seguridad nacional o pentagonal,
Ya que se puede decir que, a la larga, el poder político de la sociedad
convierte a las fuerzas militares, en cuanto a su modo de pensar
político, en una fiel imagen propia.
3. PARTIDO O ACTORES POLÍTICOS: Preguntas de
investigación
• Una vez que, como dice Carlos Marx, los hombres hacen su propia
historia, pero no la hacen a su antojo, bajo circunstancias elegidas por
ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran
directamente. Situación que realmente ocurre con proyecto político-
militar, dando lugar a la interrogante sobre ¿Cuál el proceso que
conlleva a la instauración del Estado de la seguridad nacional? Y
¿Cuál la participación de los actores políticos en la concreción del
mismo? Habida cuenta de clarificar la singularidad de esta
participación, el papel relevante que juegan, su exclusión o el
monopolio que alcanzan sobre las otras fuerzas sociales.
LA SEGURIDAD NACIONAL
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Momentos
históricos
• En efecto, este proceso comprende cuatro momentos histórico-
políticos: a) El inicio de la inserción militar en la política nacional
mediante los programas comunitarios y paternalistas de la “alianza
para el progreso” con la denominación de acción cívica; b) Su
presencia en la administración del Estado junto a los partidos
nacionalistas de 1.971 a 1.974; c) Su concreción como proyecto
autónomo, con el claro dominio del Estado sobre la sociedad civil; d)
La crisis del proyecto, su intermitencia y sustitución en 1.982 por
gobiernos democráticos.
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Suspensión de
actividades políticas
• “Dispónese la movilización nacional en torno a las Fuerzas Armadas,
para el desarrollo económico-social acelerado de la República. Con tal
propósito las Fuerzas Armadas de la Nación, asumen la plena
responsabilidad político-administrativa y el control total del gobierno
hasta el año 1.980… Queda suspendida toda actividad política y
proselitista en el territorio nacional, así como la realización de
reuniones, asambleas, manifestaciones y otros eventos político-
partidistas… Se dispone la cesación del mandato de los dirigentes de
las entidades empresariales, sindicales, profesionales, gremiales,
estudiantiles y universitarias, mientras se reorganicen de acuerdo a
normas que oportunamente dictará el gobierno nacional”.
SEGURIDAD NACIONAL
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Poulantzas
• Resultando, adecuada la opinión de Poulantzas sobre las fuerzas
armadas, cuando señala que se trata de una categoría específica
adherida al Estado, pues el ejército y la burocracia no pueden ser
sino el efecto de la relación del Estado con las estructuras
económicas, por una parte y con las clases sociales y fracciones de
clase, por otra. Categoría de clase que puede llegar a ser fuerza social
en determinado momento histórico, esto es, participar en el
escenario político nacional durante las crisis políticas y en condición
de “clase mantenedora del sistema.
3. PARTIDOS Y ACTORES POLÍTICOS: Fuerza social
mantenedora del sistema las FFAA
• De donde se desprende que, la institución militar, como instrumento
de la fuerza del poder del Estado, sometida a las prescripciones
reglamentarias, en los periodos de corte histórico, al asumir el control
del aparato del Estado, sin dejar de ser fuerza instrumental
específica, asume el papel de fuerza social o clase mantenedora del
sistema. Papel importante a desempeñar durante el reordenamiento
de las clases y fracciones sociales, pues garantiza el tránsito del poder
de unas a otras fuerzas sociales, inherentes a la secuencia del
desarrollo político de las formaciones nacionales.
LAS FFAA, ¿Contra la Nación Boliviana?
3. LOS PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Contenido
de clase del Estado
• En cuanto al contenido de clase del Estado o actores políticos, dos
momentos marcan el proceso político-militar: noviembre de 1.974 y
julio de 1.980. El primero, al excluir a los partidos políticos de las
funciones de gobierno y disolver las asociaciones profesionales y
sindicales. El segundo, al reproducir el Estatuto de Gobierno y los
órganos del Estado de la seguridad nacional. El general Bánzer
presidiendo la cúpula del poder que deviene en el bloque estatal-
empresarial-militar. El general Luis García Meza Tejada en las
mismas funciones, pero desplazando al empresariado agro-industrial
por la burguesía del narcotráfico en el bloque del poder. Momentos
ambos, caracterizados por el autoritarismo y la verticalidad de
mando.
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Crisis
• Desde luego, la crisis de estabilidad que caracterizó al periodo
produce el desequilibrio de poder y la pugna de los cuadros
militares por los espacios estatales. En esta situación, se juega la
promoción a la que perteneció el nuevo gobernante, su arma y la
conducta asumida en la contingencia. Aspectos que a la larga generan
el antagonismo de los mandos naturales de la institución con los
mandos gerenciales del Estado, abiertos a posibilidades de lucro y
prestigio personal.
3. PARTIDOS O ACTORES POLÍTICOS: Conclusión
• De donde se puede concluir que el proceso que lleva a la
instauración del Estado de la seguridad nacional en Bolivia,
responde a causas externas vinculadas con el conflicto ideológico
espacial Este -Oeste, y a causas internas donde se producen los
cambios con el apoyo y luego exclusión de los partidos tradicionales
de orientación nacionalistas; así como al contingente armado
obediente a los dictados de la teoría pentagonal sobre la seguridad
nacional y el enemigo interno.
4. RELACIONES POLÍTICAS: Políticas represivas
• Las relaciones políticas del proyecto político-militar, se enmarcan en
el espacio del capitalismo transnacional adverso al comunismo. En
lo interno, con políticas preventivas, de represión, encarcelamiento
o muerte, que dio lugar a la diáspora y señalada de más de diez mil
personas adultas y sus familias.
• La “democracia inédita” predicada por los áulicos del Estado de la
seguridad nacional, radicalizan el “slogan” de nacionalismo o nada.
Esto es, estar con el proyecto político-militar o contra sus principios y
objetivos. Valoraciones que servían para calificar al ciudadano idóneo
tolerado para permanecer en el país, o al “abominado” individuo
sentenciado a engrosar la multitud de connacionales apátridas
exilados.
4. RELACIONES POLÍTICAS: Endeudamiento económico
• Las relaciones políticas internacionales, permitieron a Bolivia acceder
a un endeudamiento económico sin precedentes: préstamos con
gravosos intereses a corto y largo plazo, con distintos fines y para
diversas actividades empresariales de orden militar o civil y otras de
beneficio individual con la garantía de la banca estatal. De esta
manera, Bolivia se vio envuelta en el círculo vicioso de prestar dinero
para pagar las acreencias contraídas, aumentando su dependencia a
los Estados vecinos, del centro industrial y países peroleros.
4. RELACIONES POLÍTICAS: Declaración de Charaña
• La relación política internacional más importante del periodo, se da
en las negociaciones con Chile sobre una salida soberana al Océano
Pacífico. Como antecedente, se tiene el encuentro de los gobernantes
Hugo Bánzer Suárez y Augusto Pinochet Ugarte, en ocasión de una
visita al presidente del Brasil, general Ernesto Geisel, en marzo de
1.974. En cuya ocasión se habló de los intereses mutuos que
obligaban a ambos Estados en establecer reglas de entendimiento,
para el bienestar de todos.
EL ABRAZO DE CHARAÑA
4. RELACIONES POLÍTICAS: Conclusión
• Pudiendo concluirse que las relaciones políticas del proyecto
político-militar caen en el vacío, tanto en el ámbito local por el
endeudamiento externo, la vigencia de un régimen autoritario,
déspota, de exclusión y expulsión de los connacionales, como en lo
internacional por la frustración derivada de la Declaración de
Charaña de 1.975. Frustración que ocurre durante la vigencia del
Estado de la seguridad nacional en Brasil, Chile y Bolivia, como parte
del discurso pentagonal: nada de conflictos entre Estados
latinoamericanos, todos involucrados en la defensa del sistema
mundial.
ESTADOS DE LA SEGURIDAD NACIONAL EN SUD
AMÉRICA
TEMA VII
EL PROYECTO POLÍTICO NEOLIBERAL
1.985 – 2.005
1. EL DISCURSO
El discurso que enarbola el proyecto político neoliberal, se sustenta en la antinomia:
economía proteccionista de Estado y economía privatista de libre mercado. Cuyo
antagonismo marca la ruptura histórica del nacionalismo revolucionario con el aparecer
espectacular de la prédica liberadora de lo económico y social, impuesta en agosto de
1.985. Desde luego, en la crisis coyuntural del proyecto de la seguridad nacional que obliga
a los militares a retirarse del poder político, la democracia amorfa que sigue de 1.982 a
1.985 y el cataclismo originado por el deterioro social consecuente.
Se trata en los hechos de un discurso democrático con profundo acento en lo económico y
político destinado a superar los desajustes financieros, la falta de gobernabilidad y la
dubitante y contradictoria acción de los micro partidos nucleados en la Unión Democrática
Popular, UDP, cabalgando sobre un populismo deforme. Una vez que era imposible al
gobernante Hernán Siles Zuazo, aunar criterios sobre la política nacional ante el espectro
de siglas democráticas, revolucionarias y anarquistas, por decir lo menos.
En el considerando único del Decreto Supremo 21060, se afirma que la situación económica
financiera del país, requiere la adopción de nuevas soluciones de política económica que
enfrenten los problemas de las raíces mismas de la crisis, la cual ha adquirido en los últimos
tiempos característica de verdadero colapso nacional y ha generado una pérdida de
confianza.
Que los factores hiperinflacionarios, combinados con una profunda recesión económica han
debilitado en forma peligrosa el aparato productivo y provocado en el organismo nacional
una grave crisis económica que castiga, particularmente, a las grandes mayorías
nacionales, por la insuficiencia de remuneraciones, el desabastecimiento de productos
esenciales, el desempleo y la presencia de un creciente sector informal e ilegal de la
economía.
Que, entre las causas de la crisis, está el desajuste institucional del sistema administrativo
del Poder Ejecutivo, cuyas funciones se han burocratizado desmedidamente, al extremo de
originar desajustes que enervan el normal funcionamiento del órgano administrador.
Que el factor de mayor incidencia en el ritmo inflacionario radica en el sostenido y creciente
déficit fiscal del sector público, el cual adquiere características tales que provocan el
descontrol de la política de gastos e ingresos; provocando un endeudamiento público
interno que además de ser ilegal, es insostenible en los términos de la actual hiperinflación.
Que es necesario aplicar una nueva política económica que tenga la aptitud de ser realista
y pragmática, con el objeto de atacar las causas centrales de la crisis en el marco de una
racionalidad de medidas fiscales, monetarias, cambiarias y de ajuste administrativo dl
sector estatal que sienten los fundamentos para reiniciar, redefinir y encaminar el desarrollo
nacional liberador, dotado de un contenido social que rescate los valores morales del pueblo
boliviano.
En este caótico escenario, con la persistente caída de la producción de bienes y servicios
y la hiperinflación, el discurso neoliberal mostró la necesidad de contar con una propuesta
que proyecte, a largo plazo, medidas conducentes a la consolidación de una economía
moderna, con crecimiento sostenido y sin exclusiones ni postergaciones. Una vez que en
Bolivia, no se había logrado ni siquiera vencer la etapa de la industrialización fácil de
sustitución de importaciones de bienes de consumo no duraderos.
De esta manera, se predica la nueva política económica, basada en planes de estabilización
monetaria y reformas estructurales a fin de lograr el desarrollo de una economía de mercado
de bienes, acompañada de una amplia liberación financiera. O sea, el desmantelamiento
de todos los controles administrativos sobre los precios internos, así como la eliminación
de los impedimentos cuantitativos a las importaciones y las trabas burocráticas a las
exportaciones.
De igual manera, se predica la liberalización del mercado de trabajo, mediante la libre
contratación y libre despido de trabajadores sin ninguna responsabilidad empresarial. Como
también la reforma del sistema de seguridad social, con la creación de la administración de
fondos de pensiones, por intermedio del seguro individual desligado de los principios de
solidaridad, universalidad y unidad de gestión del antiguo sistema. Medidas que comienzan
a implementarse el 29 de agosto de 1.985, con el Decreto Supremo 21060, convertido en
el marco normativo referencial del proyecto privatista.
De esta manera, el discurso centra su atención en la economía de mercado, basado en los
avances tecnológicos, el aumento de la competitividad y la vigencia de una democracia
perfeccionada para que rinda sus frutos en el contexto de una sociedad globalizada. Todo
ello, ante el agotamiento de la capacidad de generar riqueza del modelo económico
estatista anterior. Pues, al decir de los ideólogos del neoliberalismo, el funcionamiento de
la economía boliviana estuvo basada en una estrategia de desarrollo “hacia adentro”.
Sobre el particular, en el debate ideológico entre estatistas y privatistas, Jorge Lazarte
puntualiza dicha prédica. Señalando que, el discurso del privatismo propone a todas las
dificultades de la sociedad el remedio de la privatización, por ser el Estado la fuente de
ellas. Derivando de la sentencia de “cuanto menos Estado, mejor”, la conclusión rotunda de
“achicar” al Estado para agrandar la nación.
Concluyéndose, por lo tanto, que el discurso neoliberal emerge de la crisis del nacionalismo
revolucionario, la secuela político militar y el populismo de la UDP., asumiendo como suyo
el discurso único de los organismos internacionales del sistema hegemónico mundial.
2. EL ESTADO
El proyecto político neoliberal, desde el inicio, emprende reformas estructurales que
modifican el quehacer del Estado. Se trata en el fondo, de despojarlo de las empresas e
instituciones públicas mediante la política de privatización y capitalización, para asignarle
el papel de órgano regulador de la actividad privada en el campo de la producción y los
servicios. La tarea es ardua y los cambios administrativos consecuentes exigen la presencia
de una fusión anodina de los partidos que se suman al discurso globalizador de la época.
En los hechos, para entender estos cambios se requiere formularse la pregunta sobre
¿Cuál el rol del Estado neoliberal y cuales las medidas asumidas por el mismo en el orden
administrativo económico y social? A Fin de encontrar la tipicidad del proyecto de la
democracia pactada y sus consecuencias en el desarrollo histórico nacional. Habida cuenta
de encontrar en la secuencia política boliviana la diferenciación de este proceso político,
con los anteriores y siguientes.
Señalando de inicio que, el neoliberalismo es posible por el contubernio que da lugar a la
gobernabilidad mediante la llamada “democracia pactada”. Las reformas de la estructura
del Estado se suceden unas a otras bajo el prurito de la modernización institucional de los
espacios políticos. Comenzando con el Artículo 1º de la Constitución que declara a “Bolivia
libre, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en república unitaria”. Lo de unitaria
se mantiene desde el nacimiento del Estado republicano en 1.825, pero la nominación de
multiétnico y pluricultural, se incluye por primera vez en el texto constitucional.
Se reconoce un régimen de descentralización administrativa en los departamentos, así
como la existencia de un Concejo Departamental presidido por el Prefecto, cuya
composición y atribuciones se establecen por Ley. Pero, es más. La Ley de
Descentralización Administrativa de 28 de julio de 1.995, norma el funcionamiento y las
atribuciones del poder ejecutivo departamental, mediante la transferencia y delegación de
atribuciones de carácter técnico-administrativas necesarias a su desempeño.
El régimen municipal también se modifica. La Ley de Participación Popular de abril de 1.994,
tiene el propósito de articular a las comunidades indígenas, campesinas y urbanas, en la
vida jurídica, política y económica del país. Estableciendo como jurisdicción territorial del
gobierno municipal, la sección de provincia. Nominando como Organizaciones Territoriales
de Base, OTB, a las comunidades campesinas y las juntas vecinales. Reconociéndoles
personalidad jurídica y competencias para el control de los recursos que se otorgan por
habitante.
Consecuente con el discurso modernizante de las instituciones del Estado, la Constitución
de 1.995, crea el Tribunal Constitucional independiente de la Corte Suprema de Justicia.
Integrado por cinco magistrados designados por el congreso nacional y por un periodo de
diez años improrrogables. Con atribuciones de conocer en única instancia los asuntos de
puro derecho sobre la inconstitucionalidad de leyes, decretos y cualquier género de
resoluciones no judiciales. Además de otras atribuciones sobre competencias, tributos,
resoluciones legislativas, consultas del poder ejecutivo, tratados con gobiernos extranjeros,
entre otras.
También se crea el Consejo de la Judicatura, como órgano administrativo y disciplinario del
poder judicial. De igual manera que el Defensor del Pueblo, encargado de velar por la
vigencia y el cumplimiento de los derechos y garantías de las personas en relación a la
autoridad administrativa de todo el sector público; vela por la defensa, promoción y
divulgación de los derechos humanos. El Defensor del Pueblo elegido por dos tercios de
votos del congreso nacional, desempeña sus funciones por un periodo de cinco años y
puede ser reelecto por una sola vez.
Por lo demás. Se cambia el rol político y económico del Estado. O sea, del proyecto
endógeno del nacionalismo revolucionario y el simbiótico espectro político-empresarial-
militar, el proyecto neoliberal avanza hacia la construcción de un Estado regulador del
quehacer económico y social, despojándose de la administración de las empresas en unos
casos, o de la propiedad de las mismas en otros.
Las medidas de privatización de las empresas y de capitalización que se ejecutan durante
las dos décadas del Estado neoliberal, responden a un proyecto exógeno de alcance de
transnacional. Comentando los estudiosos de la materia, que se trata de la restauración del
capital mediante: a) La intensificación de la globalización económica, incrementando la
movilidad del capital; b) El cambio en la orientación del Estado; c) La reorganización de las
propias corporaciones.
En el primer caso, gracias a la expansión de las instituciones financieras internacionales,
como el Fondo el Fondo Monetario Internacional, FMI, El Banco Mundial, BM, propulsoras
del discurso único globalizador. En el segundo, transformando el Estado benefactor en un
ente encargado de promover la desregulación de las normas laborales y la privatización de
las empresas mediante mecanismos que garanticen la funcionalidad del sistema. Y en
cuanto a la reorganización de las empresas, cambiando el paradigma de su razón de ser:
“Abandonando el pacto Keynesiano en el plano del Estado, y del fordismo en el plano
empresarial”.
Sin duda el Decreto Supremo 21060 de 29 de agosto de 1.985, se convierte en la carta
fundamental del régimen, plasmando el proyecto de la democracia pactada del Estado
neoliberal. Comenzando con la descentralización de la Corporación Minera de Bolivia,
COMIBOL, la privatización de sus áreas productivas y la entrega de los parajes marginales
a las cooperativas. Después de COMIBOL, sigue Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos, YPFB, suscribiendo contratos en áreas de su jurisdicción con empresas
extranjeras bajo modalidades privatistas.
En lo político, para responder al problema planteado sobre el tipo de Estado proyectado por
la “democracia pactada” de los años 1.985 a 2.005, solo cabe señalar lo dicho: una
burguesía nacional subordinada a los mandatos del imperio, que cuenta con un órgano
regulador de las actividades económicas y sociales privadas, inmerso en el discurso único
de naturaleza exógena y transnacional. Esto es, la pérdida de una visión nacional en lo
económico, la alienación al discurso único globalizador en lo ideológico y la carencia de una
clase nacional que incluya en el proyecto político a los trabajadores y mayorías
paupérrimas, excluidas del ideario democrático y de los derechos de una ciudadanía plena.
3. PARTIDOS POLÍTICOS
Los partidos políticos afloran fulgurante, rotas las barreras ideológicas del nacionalismo
revolucionario, el sincretismo militar y el populismo amorfo. Sin duda, álgidos por
defenestrar el lastre del pasado y abrirse paso a la democracia moderna con sus ditirambos
de salvación nacional. Adecuándose, los partidos, a las condiciones externas del discurso
globalizador, mediante el acomodo y reacomodo de su ideología y praxis en torno al Estado
transnacional. Una nueva configuración de la realidad política, que marca la presencia de
los partidos durante los 20 años de la democracia pactada.
Haciéndose necesario, por tanto, preguntarnos sobre ¿cuál el accionar de los partidos
políticos en esta coyuntura? Y ¿cuál su propuesta como parte de la democracia pactada?
A fin de entender a cabalidad el periodo histórico en el que les tocó actuar, como parte de
la dominación política de la época.
En este contexto, los partidos cambian su discurso, renuncian a su ideología política, a su
acción factual, y de disfuncionales acreditan su postura funcional al sistema en la
terminología de Gino Germani. Como se podrá ver en el accionar gubernamental al que
arriban con sus cuotas electorales de poder: una democracia compartida a ultranza para el
manejo burocrático del Estado y el reparto de sus prebendas políticas.
Así el nacimiento del nuevo Estado comienza, en 1.985, con el Movimiento Nacionalista
Revolucionario y la pérdida de este partido de su filiación histórica. Alejado del substrato
emocional de su origen y los postulados anti -imperialistas de su nacionalismo
revolucionario de nación anti -nación. En los hechos se adscribe a un Estado modernizante
que se despoja de su rol empresarial, de su labor social, de su alianza de clases y
de su experiencia administrativa acumulada en el proceso revolucionario: un giro
estrepitoso de singulares consecuencias por la negación de su génesis matricial.
En este interregno coyuntural, donde los partidos se incorporan al discurso único
globalizador, se diluye en la nebulosa ideológica la antinomia derecha -izquierda sostenida
con firmeza años antes. Debido a que las organizaciones partidarias se hacen más
sumisas, lanzan “slogans” estrafalarios, debido a la fragilidad estructural de sus postulados.
Repitiendo en coro el ideario de la nueva economía de la libre economía, la libre empresa,
el tratado de libre comercio, la seguridad jurídica para las inversiones extranjeras y las
garantías de su rentabilidad: un todo incuestionable e irrebatible del nuevo orden, llamado
a promover la paz social y el bienestar de los ciudadanos.
Al MNR sigue Acción Democrática Nacionalista, ADN, que se define como el partido que
agrupa y representa a todos los sectores sociales de la nación. Concibiendo al Estado como
el instrumento creado para armonizar los intereses particulares con los de la colectividad,
en base a su carácter poli clasista, su concepción armonizadora del Estado y la economía
social de mercado que formula en su programa de gobierno. ADN, que representa a la
derecha histórica, debido a que nuclea las fuerzas políticas de sus años de dictadura, los
resabios del barrientismo, la social democracia, el falangismo, entre otros grupos, ensalza
el nuevo modelo imperial.
Inmerso en la democracia pactada el Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR, se
olvida de su cause ideológico prístino: el socialismo científico o marxismo y el nacionalismo
revolucionario, para compatibilizar con los acordes discursivos de la época. El Bloque Social
Revolucionario, que tenía como punto central de su lucha el imperialismo a fin de alcanzar
la liberación nacional, cae como leña seca ante el aluvión pentagonal. Acordando alianzas
con propios y extraños, en busca de cuotas de participación políticas que le permitían llegar
a la presidencia de la república, como realmente ocurrió en 1.989, con el apoyo de ADN.
En el caso del MIR, se puede aplicar por similitud el pensamiento de Antonio Gramsci,
cuando señala que “en la lucha de generaciones, los jóvenes se aproximan al pueblo, pero
en las crisis de cambio estos jóvenes regresan a su clase. Agregando a lo dicho, que el
MIR – Nueva Mayoría se da una estructura vertical en su estatuto transitorio, cuyo
funcionamiento se basa en la unidad de mando: acatamiento, subordinación de las
instancias, respecto a las normas, estabilidad, jerarquía y otras disposiciones disciplinarias.
4. LAS RELACIONES POLÍTICAS
Se hace necesario el interrogante sobre ¿Cuál el alcance de las relaciones políticas del
proyecto neoliberal?
Se adhiere a la OMC con sede en las metrópolis industriales y aspira a incorporarse al
Tratado de Libre Comercio con Estado Unidos, Canadá y México. Retomando acuerdo con
la OIT, ALADI, UNICEF, OEA, el Parlamento Latinoamericano, el Parlamento Andino y otras
entidades.
En lo que corresponde a los conglomerados políticos, se suscriben documentos sobre
enmiendas al Acuerdo de Cartagena de la Comunidad Andina de Naciones, de igual
manera que con MERCOSUR para viabilizar tareas conjuntas de inmigración,
infraestructura, tareas culturales y fundamentalmente de intercambio comercial.
Bibliografía
1. El discurso
En el intersticio de los 20 años de la democracia pactada, el Movimiento al
Socialismo, MAS, penetra las entrañas del aparato político tradicional llevándolo a
la nimiedad. El suceso, ruptura o cambio de escenario, conlleva muchas
implicaciones que no se agotan con el mero discurso contestatario, sino por la
inercia de los partidos de la democracia pactada: una actitud enervante, propia de
la sacralización de lo superfluo, con siglas aglutinadas bajo un solo discurso y una
cuota de prebendas acordes a la ecuación electoral.
Por lo que en este contexto cabe preguntarse sobre ¿Cuáles los alcances del
discurso del Movimiento al Socialismo en la crisis de la democracia pactada? A fin
de entender la contundencia ideológica de dicho mensaje y la percepción del
contingente ciudadano para nuclearse en torno al proyecto del socialismo
comunitario. Habida cuenta que el nacionalismo revolucionario de los años 1.950,
logró paralogizar al campesinado y las masas paupérrimas con slogans
sublimatorios sobre la salvación nacional
El discurso del MAS se encuentra en el Plan Nacional de Desarrollo con los
lineamientos estratégicos sobre el Estado Social, Plurinacional y Comunitario
emergente. Afirmando en la introducción, el Lic. Carlos Villegas Quiroga, que el
patrón colonial de desarrollo no fue cambiado por la Revolución Nacional, cuyo
objetivo era la independencia económica y la intervención del Estado en la
producción de bienes y servicios, en concordancia con el modelo de desarrollo hacia
adentro, pero mantuvo este patrón de extracción y exportación de materias primas.
Mas, las buenas intenciones no son realidades mientras no se cumplen.
Señalando el mismo documento, que la Revolución Nacional del 52 con la
nacionalización de las minas, la reforma agraria, la reforma de la educación y el voto
universal, no logró modificar las condiciones de vida de la población boliviana. Pues,
no obstante, su modelo de desarrollo hacia adentro, se mantuvo el patrón primario
exportador y la pervivencia de la desigualdad social, política y económica de las
mayorías excluidas.
Consumada la crítica al nacionalismo revolucionario, el MAS inicia la tarea de
avizorar el proyecto de la democracia pactada con una cautelosa pero agresiva
visión. Afirmando que el modelo neoliberal se impuso como la opción resolutoria a
la crisis del nacionalismo revolucionario. De esta manera, el Estado fue sustituido
por el mercado en la función de asignar recursos para la producción de bienes y
servicios y también para la distribución de la riqueza.
Resultando de lo anterior la exacerbación social a causa de la concentración de
la riqueza y de los medios productivos en un segmento muy reducido de la
población. Al tiempo que se ampliaba la desigual distribución de la riqueza, el
acceso a los medios y al empleo remunerado de las nueve décimas de la fuerza
laboral. La reiteración del discurso es contundente: la desigualdad y la
discriminación social aumentaron en profundidad y extensión, bajo el dominio del
colonialismo neoliberal.
De esta manera, debido al debilitamiento del Estado y los pírricos éxitos de la
democracia pactada, se dio un vacío de gobernabilidad para atender los problemas
sociales básicos. Quedando supeditado el país, al decir del MAS, a los designios de
la cooperación externa conformada por los organismos multilaterales, los convenios
bilaterales y los intereses de las empresas transnacionales, con lo cual la
discriminación y la exclusión social, económica y política de la mayoría de la
población boliviana, en especial la indígena, no fue resuelta, sino que aumentó de
manera creciente a la par de la exportación de materias primas y la depredación de
los recursos naturales.
El discurso contestatario del MAS, exacerba las veleidades ideológicas del
neoliberalismo para minimizar sus alcances. Verbigracia, al concebir el desarrollo
humano asociado exclusivamente al crecimiento económico, desvinculado del
Estado, expropiando al pueblo el derecho a participar en los proyectos de su
incumbencia. O la falacia, de que la estabilidad macroeconómica, la flexibilización
del mercado laboral, la privatización de las empresas públicas, fueran una condición
“sine qua non” para garantizar la competitividad y estimular la inversión extranjera.
En esta línea, señala que el Estado neoliberal, centralizado, patrimonialista y
corruto, atrincherado en una democracia representativa, acentuó la discriminación
social, la exclusión política y el desconocimiento de los derechos indígenas.
Planteando sobre estos derechos, la propuesta cosmocéntrica contra el
etnocentrismo tradicional, que daría lugar a la relación intrínseca entre las culturas
bolivianas y la naturaleza, como nexo generador de visiones sobre el mundo,
interpretaciones del trabajo, identidades sobre el tiempo y sus mitos, construcción
de territorialidades y formas del poder.
El discurso continúa. La revalorización de las identidades debe partir de la
cultura, de personas y grupos relativamente compactos, que se integran, toleran y
aceptan. Dando lugar, estos prolegómenos del MAS, al proyecto político sobre el
vivir bien. O más explícitamente, de crear un Estado Social Plurinacional y
Comunitario, para lograr una Bolivia digna, soberana, productiva y democrática,
mediante la participación de una economía estatal, privada, comunitaria y mixta.
Partiendo del Estado como promotor y protagonista del desarrollo nacional.
Por lo que se puede responder a la pregunta sobre los alcances del discurso del
MAS, señalando su exigente crítica a los gobiernos de la democracia pactada por
la exclusión de los comunarios de origen, indígenas y campesinos de los derechos
políticos, de la tierra y el territorio. Afirmando que las marchas, movilizaciones,
cabildos, bloqueos y avasallamientos, lograron gran parte de estos requerimientos,
así como otros factores externos e internos que participan con recursos económicos
y planteamientos ideológicos, en este prolongado y complejo proceso social.
2. El Estado
El Plan Nacional de Desarrollo del MAS, asigna al Estado el papel promotor y
protagonista del cambio, desarrollando roles diferenciados en los procesos y la
trasformación de la matriz productiva del país. Asumiendo para ello, una dimensión
tetradimensional, a saber: capacidades humanas y comunitarias para el desarrollo
de la economía, de la sociedad, la cultura y la política; distribución de factores y
medios de la producción; generación de desarrollo socio-comunitario pleno, y.
finalmente, orientación para la reproducción de la equidad e igualdad social.
En este sentido, el Plan desarrolla una estrategia nacional socio-comunitaria,
destinada a desmontar el colonialismo neoliberal mediante la “estatalidad” y la
“societalidad”. Esto es, el desarrollo de procesos sostenidos de intervención estatal,
de políticas sociales, políticas de Estado, políticas de acción para los sectores
excluidos, políticas de construcción del poder social y políticas de valoración de los
saberes y conocimientos locales.
Por lo expresado en el Plan Nacional de Desarrollo y la normativa constitucional
subsiguiente, cabe preguntarse sobre ¿Cuál el tipo de organización política a darse
con el proyecto del Movimiento al Socialismo en funciones de gobernó? Y en
consecuencia ¿Cuáles los cambios con relación a la organización del Estado
anterior? A manera de establecer las rupturas histórico-políticas que ocurren en
Bolivia, como algo congénito, entre uno y otro período coyuntural.
De esta manera, el nuevo Estado participativo e incluyente, se asentaría en el
poder democrático emergente del proceso reivindicatorio de los pueblos indígenas,
originarios, campesinos y los movimientos sociales. Nucleando el nuevo Estado,
una diversidad de bases culturales, económicas, sociales, políticas, filosóficas,
religiosas, territoriales e históricas, articuladas de manera compleja, armónica e
interdependiente.
Sobre estas bases de referencia, la Asamblea Constituyente y el Congreso
Nacional, el 21 de octubre de 2.008 sancionaron la nueva Constitución Política del
Estado Plurinacional, Norma suprema que fue promulgada el mismo día por el
presidente constitucional de la República, ciudadano Evo Morales Ayma,
compuesta de cinco partes y cuatrocientos once artículos, además de los
transitorios. Es decir, un volumen normativo que modifica la forma y estructura del
Estado boliviano, en todos sus niveles: Los órganos tradicionales en cuanto a su
composición social y los órganos ejecutivos referidos al poder de decisión. En suma,
un Estado socializado, comunitario, originario, diferente al Estado anterior.
Para empezar Bolivia se constituye en un Estado atípico por la desmedida
tautología de conceptos equivalentes o afines: Estado unitario, social, de derecho,
plurinacional, comunitario, libre independiente, soberano, democrático y con
autonomías. Conforme al texto constitucional, Bolivia se funda en la pluralidad y el
pluralismo político, económico, jurídico, cultural y de lengua, dentro del proceso
integrado del país.
Entre las bases fundamentales del Estado, se reconoce a las naciones y pueblos
originarios, campesinos, el derecho a la autonomía, el auto-gobierno, a su cultura,
el reconocimiento de sus entidades territoriales. Se declara al Estado independiente
de la religión católica, respetando y garantizando la libertad de religión y de
creencias espirituales, de acuerdo con sus cosmovisiones. De igual manera, se
reconocen como idiomas oficiales de Estado el castellano y todos los idiomas de las
naciones y pueblos indígenas, originarios, campesinos que suman a 38 en el texto
aprobado.
Se reitera que la ciudad de Sucre es la capital de Bolivia. Se ratifican los
símbolos patrios: Con el agregado de la wiphala, la escarapela, la flor de la kantuta
y la flor del patujú, así como los valores de “no se flojo, no ser mentiroso, no ser
ladrón” tomados de la teodicea andina de los incas.
Por mandato del Art. 11 de la Constitución: “La República de Bolivia adopta para
su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria”. Y por
lo prescrito en el Art. 12: “El Estado se organiza y estructura su poder público a
través de los órganos legislativo, ejecutivo, judicial y electoral”. En este último caso,
reproduciendo el órgano electoral de la Constitución de Bolívar, promulgada por el
presidente Sucre el 19 de noviembre de 1.826.
El intelectual Raúl Prada Alcoreza, en un ensayo sobre el nacimiento del Estado
Plurinacional, caracteriza los seis rasgos fundamentales de este Estado: es
descolonizador, comunitario, se abre a la participación y el control social, asume el
pluralismo autonómico, la equidad y alternancia de género, y finalmente, la sexta
característica tiene que ver con el modelo económico, que de acuerdo a una primera
definición se trata de una economía plural y en una segunda definición explícita del
modelo económico, es la economía social y comunitaria.
En cuanto a la estructura y organización del Estado, se comienza con la
Asamblea Legislativa Plurinacional, integrada por 130 diputados y 36 senadores con
un mandato de 5 años reelegibles por una sola vez. Miembros de la Asamblea,
elegidos en forma uninominal unos y plurinacional otros, con la presencia de los
representantes indígenas.
Sigue la composición y atribuciones del órgano ejecutivo compuesto por “la
Presidenta o el Presidente del Estado, la Vicepresidenta o el Vicepresidente del
Estado, y las Ministras y los Ministros de Estado”. El período del mandato de los
dignatarios electos, es decir, Presidente y Vicepresidente, es de cinco años,
pudiendo ser reelegidos por una sola vez de manera continua.
El Órgano Judicial y Tribunal Plurinacional, en su Art. 178, señala que “la
potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los
principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad,
celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, servicio a la
sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los derechos”.
“La función judicial es única. La jurisdicción ordinaria se ejerce por el tribunal
supremo de justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de
sentencia y los jueces: la jurisdicción agroambiental y jueces agroambientales,
jurisdicción indígena originaria campesina, se ejerce por sus propias autoridades;
existirán jurisdicciones especiales reguladas por ley”.
El Artículo 277 expresa que: “El gobierno autónomo departamental está
constituido por una Asamblea, con facultad deliberativa, fiscalizadora y legislativa
departamental en el ámbito de sus competencias y por un órgano ejecutivo”, cuyos
miembros serán elegidos democráticamente por voto universal. “El órgano ejecutivo
departamental está dirigido por la Gobernadora o el Gobernador, en condición de
máxima autoridad ejecutiva.
Álvaro García Linera, en funciones de gobierno, al ratificar el centralismo
estatal, señala que: “Hoy, al tiempo que el Estado controla el excedente económico
y lo reinvierte productivamente, promueve la inversión externa bajo condiciones de
control estatal deseos flojos y réditos a la vez que promueve tempranos procesos
de modernización urbana, rural y de las comunidades campesinas e indígenas, lo
que, en conjunto, da un despliegue simultáneo de varios modos de acumulación
económica, de reinversión y expansión, en torno al liderazgo general del Estado”.
En la quinta fase del proceso de cambio, el Vicepresidente sostiene que “el
Estado Plurinacional prioriza el valor de uso y la necesidad por encima del valor de
cambio… por lo que el Estado, a través del excedente generado en la
industrialización, comienza a desprenderse gradualmente de la lógica capitalista de
la apropiación privada como norma económica e introduce expansivamente la
lógica del valor de uso, de la satisfacción de necesidades, de fundamento
comunitario y comunista, como principio rector de actividades económicas.
Hablamos, por tanto, de otro régimen social en construcción…”
Pudiendo responderse a la interrogante sobre los tipos de Estado, que siendo
la sociedad civil el hogar y el escenario de la historia, el Estado se abre a las nuevas
visiones de lo político como algo natural, al ser efecto y no causa de los procesos
de la base social. Como dice Antonio Gramsci, la hegemonía está en la sociedad
civil y la coacción en el Estado, así ocurre hoy y así ocurrió siempre desde la
modernidad. Sin duda, en el presente caso, los cambios políticos fundamentales,
se alejan del nacionalismo revolucionario, de la democracia pactada, del poder
imperial norteamericano para acoplarse al discurso socialista, económico y político,
las instituciones estales buscan el logro de dichos propósitos.
4.Relaciones políticas
El Estado Plurinacional desarrolla unas relaciones políticas externas adscritas a
la Alternativa Bolivariana de las Américas, ALBA, integrada por Venezuela, Cuba,
Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Desde luego, en oposición a los Estados integrantes
del área latinoamericana de Libre Comercio, ALCA, que desde tiempo atraz
auspician los Estados Unidos, Canadá y México.
Por problemas vinculados con la presencia de efectivos norteamericanos para
controlar la erradicación de los cultivos de coca, venta y comercialización de
cocaína, el gobierno boliviano rompe relaciones diplomáticas con EE.UU.,
expulsando al Embajador y al cuerpo especializado para realizar este operativo.
En lo interno, el gobierno del socialismo-comunitario, defenestra a las
autoridades políticas elegidas democráticamente, como gobernadores, alcaldes y
otras, usando argucias judiciales sin argumentos fácticos, para ejercer un control
absoluto de lo político. En otras palabras, con la prisión, enjuiciamientos, fuga de
los sindicados en planes terroristas o separatistas, el gobierno nacional queda con
el dominio absoluto de los tres órganos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Hace dos semanas, las mujeres queman públicamente sus velos, se cortan el pelo,
y salen a diario a las calles a protestar.
¿Nos encontramos ante una primavera Iraní? Es posible. Parecería ser un camino
sin retorno.
Esta vez las manifestaciones están encabezadas por mujeres nacidas a partir de
este milenio. Piden desesperadas su libertad, que se respeten sus derechos
humanos y que la policía deje de apalearlas.
Hace unas semanas, “la policía de la moral” iraní detuvo a Mahsa Amini de 22 años
por no ponerse correctamente el velo. La detuvieron, torturaron, cayó en coma y
finalmente murió.
La policía iraní dijo que había fallecido por un infarto, una versión muy conveniente.
Su padre acusó a las autoridades de mentir, que su hija no tenía problemas
cardíacos y denunció que nunca tuvo acceso al informe de la autopsia.
La ley de esa república teocrática, obliga a las mujeres, tras que salen de la
pubertad, a cubrirse el pelo, los brazos y las piernas en lugares públicos, caso
contrario las agreden ante todos, las detienen, las multan y, como en el caso de
Amini, mueren.
Según Human Rights de Irán, han muerto 76 personas ya que la policía utiliza
municiones reales para diseminar las manifestaciones. Y los familiares, los entierran
en la noche y bajo la mayor discreción para no provocar al gobierno que dice que
han muerto solo 41.
Lo grave es que las autoridades islámicas han anunciado que no habrá clemencia
con los manifestantes. Las cárceles tienen detenidos a más de mil presos, cuya
mayoría son mujeres.
Las mujeres iraníes viven bajo un régimen de dictadura y opresión desde hace 43
años desde que el ayatola Jomeini asumió el poder tras la caída de Mohammad
Reza Pahlaví, el último Sha de Irán.
Tras tomar el poder, Irán retrocedió en el tiempo. Volvió a la Edad Media. Jomeni se
convirtió en un líder político espiritual retrógrado. Creó la Constitución de la
República Islámica en la que se consagró como líder supremo de Irán.
Promulgó la teoría de wilyat-elfaqih, que dice que el gobierno debe estar a cargo de
una autoridad clerical y creó un gobierno político teocrático. Desde entonces Irán
está regido por una república teocrática que no va en camino de la modernidad y de
las libertades ciudadanas.
Para quienes no conocen el proyecto, se trata de una ciudad pensada desde cero
en la que se ha definido todo: dónde se vivirá, cuántas personas la habitarán, dónde
trabajarán, dónde estará la laguna artificial con playas y dónde se pondrán los
arbolitos para emular ecologismo. ¿Qué hay de malo con esto? Esta ciudad
“inteligente” se está construyendo luego del exterminio de una gran área boscosa
denominada “Los Sauces”, donde se encuentra un arroyo que lleva el mismo
nombre. En el lugar hay biodiversidad que se ha visto muy afectada tras la colosal
obra que paradójicamente se vende a sí misma como “ciudad ecológica”. La obra
además apunta a una demanda inexistente en este momento, pues en la ciudad
claramente hay una sobreoferta inmobiliaria que se deja ver con la infinidad de
inmuebles en venta y preventa.
Este megaproyecto es desarrollado por uno de los holdings de bienes raíces más
grandes de Bolivia, con terrenos en Porongo, Warnes, La Guardia y Santa Cruz de
la Sierra. Seguramente alguno de estos nombres les resulte conocido: Techo,
Pentaguazú, El Pahuichi, Parque Latinoamericano o Ecci. Todo esto pertenece al
mismo grupo que lidera el señor Novillo.
La Fuente estuvo hace poco con un mega stand en la Expocruz, donde ganó la
“Palmera Dorada a la Innovación” prometiendo “un nuevo estilo de vida”, que a decir
de Novillo está pensado exclusivamente para la “clase media o alta”. Los pobres
deben ubicarse “en Pentaguazú y en los barrios populares de los alrededores”, pues
la élite que vivirá en la ciudad inteligente necesita mano de obra a su servicio.
Según los reportes de prensa del año 2018, la megaobra fue observada por carecer
de estudios de impacto ambiental. El tema fue solucionado con una artimaña
administrativa que se concedió desde el Ministerio de Medio Ambiente.
Claramente el grupo La Fuente sabe muy bien cómo sacar provecho de sus
contactos con el poder. Por eso no debe sorprender que el expresidente Evo
Morales haya dedicado recientemente un tuit alabando lo visionario que es el
“hermano Novillo” y lo esperanzadora que es esta ciudad que emerge de la nada.
Su último regalo conocido es un predio casi tres veces más grande que el terreno
actual de la Fexpocruz. Este obsequio de 36 hectáreas en la “Nueva Santa Cruz”
fue otorgado a los empresarios cruceños quienes alardearon la generosa donación.
El grupo empresarial ha demostrado que sabe mover todas las fichas del tablero
para dejar su nombre por todos lados, el año pasado irrumpió en la escena
deportiva presentando un equipo de fútbol cuyo nombre (nada creativo) es “Nueva
Santa Cruz”. Dicho equipo jugó recientemente la Copa Evo.
¿Realmente necesitamos una “nueva” Santa Cruz diseñada por un poderoso grupo
empresarial que no deja de llenar sus bolsillos a cualquier costo?, ¿no será mejor
inversión cuidar rabiosamente la que tenemos protegiendo sus áreas verdes y
cultivando su centro histórico?, ¿cuál será el costo ambiental de toda esta cruzada
de colonización cementera que construye calles y ciudades para habitantes
fantasmas?
FUGAS EN LOS GASODUCTOS NORD STREAM 1 Y NORD STREAM 2
Todavía no se sabe cómo se produjeron las fugas en los gasoductos. Es algo sin
precedentes. Fueron cuatro fugas en el lapso de 17 horas, con daños en cuatro
lugares distintos y en tres gasoductos submarinos en el mar Báltico. Está claro que
estas averías favorecen al gobierno de Vladimir Putin en su guerra contra Ucrania,
en su intento de doblegar a Europa cortando el suministro antes del invierno.
Fuentes finlandesas han sostenido que solo un actor estatal podría haber ejecutado
semejantes atentados. Los gobiernos europeos están trabajando para garantizar la
seguridad en sus activos energéticos. Los buques metaneros se desvían alejándose
de los lugares afectados por las fugas, lo mismo sucede con las de naves que
vuelan a baja altura.
Otro de los graves impactos ocasionados por las masivas fugas de gas está
relacionado con daño al medio ambiente y el cambio climático. Se adelanta que la
ruptura de los ductos significa un desastre climático en la medida en que la
liberación del metano a la atmósfera significará un impacto igual al que producirían
las emisiones de 5,48 millones de autos durante 20 años.
Es curioso que las primeras investigaciones, después de las fugas, las hayan
realizado técnicos (buzos) suecos y finlandeses y no el personal técnico de
Gazprom, que además de haber sido los primeros en enterarse del suceso, tienen la
preparación técnica y los equipos adecuados para dimensionar el daño, establecer
las causas e iniciar la reparación.
Es también llamativo que Gazprom haya anunciado la solución de los problemas en
tres de los ductos dañados, sin explicar las causas que los afectaron,
desconociendo, además, el llamado a la “investigación urgente” que realizó Peskov.
No se sabe qué empresa o país asumirá los costos de la remediación del daño
ambiental y submarino. Es hermética la información de los contratos de
construcción, de operación y de los seguros contratados para enfrentar estos
desastres y asumir responsabilidades.
BOQUERÓN, NUEVE DÉCADAS
por Ignacio Vera de Rada
Hace unos días pregunté a mis estudiantes más jóvenes de Lenguaje qué había
sido la guerra del Chaco. Los más no lo sabían y solo unos cuantos respondieron
algunos datos generales. Hubo uno que parecía bien informado, tanto que se
sabía fechas, los nombres de los diplomáticos bolivianos, paraguayos y
argentinos de aquellos años y algunos datos geográficos. Habló sin
patrioterismo; más bien con el sentido crítico y desprejuiciado que debería existir
en la mentalidad de todo joven boliviano.
Sin mitos, sesgos ni prejuicios, hay que enseñar la historia boliviana, claro que
sí, pues la función que tiene, como pensaba Arguedas, es la de moralizar al
ciudadano para que no cometa los errores de sus abuelos y padres y en cambio
replique sus aciertos. Que yo piense que la historia de Bolivia deba ser
desmitificada y que el boliviano no debería ver tanto el pretérito, no quiere decir
en absoluto que crea que no debamos rememorar nuestros más heroicos
eventos del pasado, sobre todo aquéllos como Boquerón, pues finalmente son
esas gratas memorias colectivas las que les dan a los pueblos felicidad, identidad
y hasta un sentido de ser hacia el futuro.
Liberal como soy, no escribí este artículo con el fin de promover un patrioterismo
absurdo ni un civismo irracional, celo que muchas veces ha encendido los más
sangrientos conflictos internacionales en la historia universal y que seguramente
ciega la visión hacia el porvenir. Sino con el de evocar un episodio que de todas
maneras fue heroico y noble. En esa guerra, como en muchas otras, como en el
amor también, afloró la faceta más brutal e irracional del ser humano, pero
también la más desprendida y valiente. Allí el boliviano —mestizo, oriental,
occidental, indígena, norteño y sureño— actuó como un todo unido, probando
que aquello de que la nación no es tanto —o no debería ser— un sentimiento
romántico que construye país, sino un pacto cotidiano para edificar un futuro
común (Ortega y Gasset) es posible cuando hay voluntad. La obra militar de
hombres como Manuel Marzana y Bernardino Bilbao Rioja es la materialización
fehaciente de esa voluntad organizadora, ordenada y desprendida.
Para una historia de los intelectuales
5
2) Pero cada grupo social "esencial", al surgir a la historia desde la estructura
económica precedente y como expresión del desarrollo de esa estructura, ha encontrado,
por lo menos en la historia hasta ahora desenvuelta, categorías intelectuales
preexistentes y que además aparecían como representantes de una continuidad histórica
no interrumpida aun por los más complicados y radicales cambios de las formas
políticas y sociales.
La más típica de estas categorías intelectuales es la de los eclesiásticos, por largo tiempo
monopolizadores (durante toda una etapa histórica que en parte se caracteriza por este
monopolio) de algunos servicios importantes: la ideología religiosa, es decir la filosofía
y la ciencia de la época, con la escuela, la instrucción, la moral, la justicia, la
beneficencia, la asistencia, etc. La categoría de los eclesiásticos puede ser considerada
como la categoría intelectual orgánicamente ligada a la aristocracia terrateniente;
jurídicamente estaba equiparada a la aristocracia; con la que compartía el ejercicio de la
propiedad feudal de la tierra y el uso de los privilegios estatales ligados a la propiedad.
* Pero el monopolio de las superestructuras por parte de los eclesiásticos ** no se
ejerció sin luchas y limitaciones, y por eso nacieron, en variadas formas (que se deben
estudiar e investigar concretamente), otras categorías, favorecidas y acrecentadas por el
afianzamiento del poder central del monarca hasta llegar al absolutismo. De ese modo la
aristocracia de la toga se fue formando, con sus propios privilegios, un grupo de
administradores, etc.: científicos, teóricos, filósofos no eclesiásticos, etc.
Así como estas diversas categorías de intelectuales tradicionales sienten con "espíritu de
cuerpo" su no interrumpida continuidad histórica y su "calificación", del mismo modo
se conservan a sí mismas como autónomas e independientes del grupo social dominante.
Esta autoposición no carece de consecuencias de vasto alcance en el campo ideológico y
político: toda la filosofía idealista se puede relacionar fácilmente con esta posición
asumida por el complejo social de los intelectuales y se puede definir la expresión de
esa utopía social según la cual los intelectuales se creen "independientes", autónomos,
investidos de caracteres propios, etc.
Sin embargo, debe observarse que si bien el Papa y la alta jerarquía de la Iglesia se
creen más ligados a Cristo y a los apóstoles que a los señores senadores Agnelli y
Benni, no ocurre lo mismo con Gentile y Croce, por ejemplo; Croce, en especial, se
siente estrechamente ligado a Aristóteles y a Platón, pero en cambio no oculta su
relación con los senadores Agnelli y Benni y en eso precisamente se debe buscar el
carácter más sobresaliente de la filosofía de Croce.
¿Cuáles son los límites "máximos" que admite el término "intelectual"? ¿Se puede
encontrar un criterio unitario para caracterizar igualmente todas las diversas y variadas
actividades intelectuales y para distinguir a éstas al mismo tiempo y de modo esencial
de las actividades de las otras agrupaciones sociales? El error metódico más difundido,
en mi opinión, es el de haber buscado este criterio de distinción en lo intrínseco de las
actividades intelectuales y no, en cambio, en el conjunto del sistema de relaciones en
que esas actividades se hallan (y por lo tanto en los grupos que las representan) en el
complejo general de las relaciones sociales. Y en verdad el obrero o proletario, por
ejemplo, no se caracteriza específicamente por el trabajo manual o instrumental, sino
por la situación de ese trabajo en determinadas condiciones y en determinadas
relaciones sociales (además de la consideración de que no existe trabajo puramente
físico y de que la expresión de Taylor de "gorila amaestrado" es una metáfora para
indicar un límite en cierta dirección: en cualquier trabajo físico; aunque se trate del más
mecánico y degradado, siempre existe un mínimo de calidad técnica, es decir un
mínimo de actividad creativa). Ya se ha observado que el empresario, por su misma
6
función, debe tener en cierta medida algunas cualidades de tipo intelectual, si bien su
figura social no está caracterizada por esas cualidades sino por las relaciones generales
sociales que caracterizan la posición del empresario en la industria.
Todos los hombres son intelectuales, podríamos decir, pero no todos los hombres tienen
en la sociedad la función de intelectuales.*
* Así, por ejemplo, porque puede suceder que todos en determinado momento sepan freír dos huevos o
coserse un desgarrón del saco, no por eso se afirmará que todos son cocineros o sastres.
Cuando se distingue entre intelectuales y no intelectuales, en realidad sólo se hace
referencia a la inmediata función social de la categoría profesional de los intelectuales,
es decir, se tiene en cuenta la dirección en que gravita el mayor peso de la actividad
específica profesional, si en la elaboración intelectual o en el esfuerzo nervioso-
muscular. Esto significa que si se puede hablar de intelectuales, no tiene sentido hablar
de no-intelectuales, porque los no-intelectuales no existen. Pero la misma relación entre
esfuerzo de elaboración intelectual-cerebral y esfuerzo nervioso-muscular no es siempre
igual; por eso se dan diversos grados de actividad específicamente intelectual. No hay
actividad humana de la que se pueda excluir toda intervención intelectual, no se puede
separar el homo faber del homo sapiens. Cada hombre, considerado fuera de su
profesión, despliega cierta actividad intelectual, es decir, es un "filósofo", un artista, un
hombre de buen gusto, participa en una concepción del mundo, tiene una consciente
línea de conducta moral, y por eso contribuye a sostener o a modificar una concepción
del mundo, es decir, a suscitar nuevos modos de pensar.
El problema de la creación de un nuevo grupo intelectual consiste, por lo tanto, en
elaborar críticamente la actividad que existe en cada uno en cierto grado de desarrollo;
modificando su relación con el esfuerzo nervioso-muscular en un nuevo equilibrio, y
logrando que el mismo esfuerzo nervioso-muscular, en tanto elemento de una actividad
práctica general, que renueva constantemente el mundo físico y social, llegue a ser el
fundamento de una nueva e integral concepción del mundo. El tipo tradicional y
vulgarizado del intelectual está dado por el literato, el filósofo y el artista. Por lo tanto
los periodistas, que pretenden ser literatos, filósofos y artistas, pretenden también ser los
"verdaderos" intelectuales. En el mundo moderno la educación técnica, ligada
estrechamente al trabajo industrial, aun el más primitivo y descalificado, debe formar la
base del nuevo tipo de intelectual.
Con esa base ha trabajado el semanario Ordine Nuovo para desarrollar ciertas formas de
un nuevo intelectualismo y para determinar nuevos conceptos, y no ha sido ésta una de
las razones menores de su éxito, porque tal posición correspondía a aspiraciones latentes
y estaba de acuerdo con el desarrollo de las formas reales de vida. El modo de ser del
nuevo intelectual ya no puede consistir en la elocuencia, motora exterior y momentánea
de los afectos y de las pasiones, sino en su participación activa en la vida práctica, como
constructor, organizador, "persuasivo permanentemente" no como simple orador y, sin
embargo, superior al espíritu matemático abstracto; a partir de la técnica-trabajo llega a
la técnica-ciencia y a la concepción humanista histórica, sin la cual se es "especialista" y
no se llega a ser "dirigente" (especialista + político).
Así se plasman históricamente ciertas categorías especializadas para el ejercicio de la
función intelectual, se forman en conexión con todos los grupos sociales, pero en
especial con los más importantes, y sufren elaboraciones más extensas y complejas en
conexión con el grupo social dominante. Una de las características más relevantes de
cada grupo, que se desarrolla en dirección al dominio, es su lucha por la asimilación y la
conquista "ideológica" de los intelectuales tradicionales, asimilación y conquista que es
7
tanto más rápida y eficaz cuanto más rápidamente elabora el grupo dado, en forma
simultánea, sus propios intelectuales orgánicos.
El enorme desarrollo alcanzado por la actividad y la organización escolar (en sentido
amplio), en las sociedades que surgieron del mundo medieval, muestra la importancia
que han alcanzado en el mundo moderno las categorías y las funciones intelectuales: en
la medida en que se ha tratado de profundizar y ensanchar la "intelectualidad" de cada
individuo, también se tendió a multiplicar las especializaciones y a perfeccionarlas. Esto
se cumple gracias a las instituciones escolares de diverso grado, hasta los organismos
para promover la llamada "alta cultura", en cada campo de la ciencia y de la técnica.
La escuela es el instrumento para formar los intelectuales de diverso grado. La
complejidad de las funciones intelectuales en los diversos Estados se puede medir
objetivamente por la cantidad de escuelas especializadas y por su jerarquización: cuanto
más extensa es el "área" escolar y cuanto más numerosos son los grados" "verticales" de
la escuela, tanto más complejo es el mundo cultural, la civilización, de un determinado
Estado. Se puede encontrar un parangón en la esfera de la técnica industrial: la
industrialización de un país se mide por su capacidad en la construcción de máquinas
para construir máquinas y en la fabricación de instrumentos cada vez más precisos para
construir máquinas e instrumentos para construir máquinas, etc. El país que tiene los
mejores elementos para construir instrumentos para los gabinetes experimentales de los
científicos y para construir instrumentos para poner a punto esos instrumentos, puede
ser considerado como el país más avanzado en el campo técnico-industrial, el más
civilizado, etc. Así ocurre en la preparación de los intelectuales y en las escuelas
dedicadas a esta preparación; escuelas e institutos de alta cultura son asimilables.
También en este campo la cantidad no puede separarse de la calidad. A la más refinada
especialización técnico-cultural, debe necesariamente corresponder la mayor extensión
posible, en la difusión de la instrucción primaria y la mayor disposición para favorecer,
con los grados intermedios, al número mayor de personas. Naturalmente, esta necesidad
de crear la más amplia base posible para la selección y la elaboración de las más altas
cualidades intelectuales --es decir: de dar a la cultura y a la técnica superior una
estructura democrática-- no carece de inconvenientes: se crea de ese modo la posibilidad
de vastas crisis de desocupación en los estratos medios intelectuales, como ocurre
efectivamente en todas las sociedades modernas.
Se debe observar que la elaboración de los grupos intelectuales en la realidad concreta
no se cumple en un terreno democrático-abstracto, sino de acuerdo con procesos
históricos tradicionales muy concretos. Se han formado grupos que tradicionalmente
"producen" intelectuales y son esos mismos grupos los que con frecuencia se
especializan en el "ahorro", es decir, la pequeña y la media burguesía terrateniente y
algunos estratos de la pequeña y de la media burguesía de las ciudades. La variada
distribución de los diversos tipos de escuelas (clásicas y profesionales) en el terreno
"económico" y las distintas aspiraciones de las múltiples categorías de estos grupos
determinan o dan forma a la producción de las diversas ramas de especialización
intelectual. La burguesía rural en Italia, por ejemplo, produce en especial funcionarios
estatales y profesionales liberales, mientras que la burguesía ciudadana produce técnicos
para la industria; por eso la Italia septentrional produce especialmente técnicos y en
cambio la Italia meridional principalmente funcionarios y profesionales.
La relación entre los intelectuales y el mundo de la producción no es inmediata, como
ocurre con los grupos sociales fundamentales, sino que es "mediata" en grado diverso en
todo el tejido social y en el complejo de las superestructuras, en los que los intelectuales
son los "funcionarios". Se podría medir la "organicidad" de los diversos estratos
8
intelectuales y su conexión más o menos estrecha con un grupo social fundamental,
fijando una gradación de las funciones y de las superestructuras de abajo hacia arriba
(desde la base estructural hacia arriba). Por ahora se pueden fijar dos grandes planos
superestructurales, el que se puede llamar de la "sociedad civil", que está formado por el
conjunto de los organismos vulgarmente llamados "privados", y el de la "sociedad
política o Estado"; y que corresponden a la función de "hegemonía" que el grupo
dominante ejerce en toda sociedad y a la de "dominio directo" o de comando que se
expresa en el Estado y en el gobierno "jurídico". Estas funciones son precisamente
organizativas y conectivas. Los intelectuales son los "empleados" del grupo dominante
para el ejercicio de las funciones subalternas de la hegemonía social y del gobierno
político, a saber: 1) del "consenso" espontáneo que las grandes masas de la población
dan a la dirección impuesta a la vida social por el grupo fundamental dominante,
consenso que históricamente nace del prestigio (y por lo tanto de la confianza) que el
grupo dominante deriva de su posición y de su función en el mundo de la producción; 2)
del aparato de coerción estatal que asegura "legalmente" la disciplina de aquellos grupos
que no "consienten" ni activa ni pasivamente, pero que el mismo está preparado para
toda la sociedad en previsión de los momentos de crisis en el comando y en la dirección,
casos en que no se da el consenso espontáneo.
Este planteo del problema da como resultado una extensión muy grande del concepto de
intelectual, pero sólo de esta manera es posible alcanzar una aproximación concreta a la
realidad. Este modo de plantear la cuestión choca contra preconceptos de casta: es
verdad que la misma función organizativa de la hegemonía social y del dominio estatal
da lugar a cierta división del trabajo y por eso a toda una gradación de calificaciones, en
algunas de las cuales ya no aparece ninguna atribución directiva y organizativa: en el
aparato de dirección social y estatal existe toda una serie de empleos de carácter manual
e instrumental (de orden y no de concepto, de agente y no de oficial o de funcionario,
etc.); pero evidentemente es preciso hacer esta distinción, como será necesario hacer
también alguna otra. De hecho, la actividad intelectual debe ser distinguida en grados
también desde el punto de vista intrínseco, grados que en los momentos de extrema
oposición dan una verdadera diferencia cualitativa: en el más alto grado se colocarán los
creadores de las diversas ciencias, de la filosofía, del arte, etc.; en el nivel más bajo, los
más humildes "administradores" y divulgadores de la riqueza intelectual ya existente,
tradicional, acumulada.*
* El organismo militar, también en este caso, ofrece un modelo de estas complejas graduaciones: oficiales
subalternos, oficiales superiores, estado mayor; y no deben olvidarse los graduados de tropa, cuya
importancia real es mayor de lo que comúnmente se piensa. Es interesante notar que todas estas partes se
sienten solidarias y que los niveles inferiores manifiestan un espíritu de cuerpo más visible; de ello resulta
un "orgullo" que con frecuencia los expone a las bromas a las burlas.
En el mundo moderno la categoría de los intelectuales, así entendida, se ha ampliado de
modo increíble. El sistema social democrático-burocrático ha gestado masas
imponentes, no todas justificadas por las necesidades sociales de la producción, aunque
justificadas por las necesidades políticas del grupo fundamental dominante. De ahí la
concepción loriana * del "trabajador" improductivo (¿pero improductivo con respecto a
quién y a qué modo de producción?), que podría justificarse en parte si se tiene en
cuenta que estas masas disfrutan de su posición haciéndose asignar enormes sumas de la
renta nacional. El concepto de masa ha estandarizado a los individuos como calificación
individual y como psicología, determinando los mismos fenómenos de todas las otras
masas estandarizadas: concurrencia que plantea la necesidad de la organización
profesional de la defensa, de la desocupación, de la superproducción escolar, de la
emigración, etc.