Tutela Judicial Efectiva - Mauro Chacón Lemus
Tutela Judicial Efectiva - Mauro Chacón Lemus
Tutela Judicial Efectiva - Mauro Chacón Lemus
1
Extraido de su tesis doctoral titulada “La tutela judicial del derecho al mínimo vital”.
2
Explica Fairén Guillén que la heterocomposición -como medio de solucionar los conflictos
intersubjetivo-supone la existencia o a "apariencia" de un conflicto intersubjetivo y el hecho de que
los interesados acuden a una tercera persona, desinteresada, a fin de que lo resuelva
imparcialmente. FAIRÉN GUILLÉN, Víctor. Teoría General de Derecho Procesal. México, D. F.: Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2006. P. 18.
3
“En el catálogo de los derechos fundamentales la tutela judicial se concibe como un derecho
esencial cuya finalidad es la protección de otros derechos. Consiste en el derecho a acceder a los
tribunales y a obtener de ellos una resolución de fondo, siempre que concurran los presupuestos
necesarios para ello. Este derecho se relaciona frecuentemente con la prohibición de indefensión, lo
que comporta que ninguna controversia que tenga su base en el ordenamiento jurídico quede sin
dicha tutela judicial.” BORRELL MESTRE, Joaquín. ''La tutela judicial efectiva: la prueba en el proceso
penal''. En: Constitución y justicia constitucional: Jornadas de Derecho Constitucional en
Centroamérica. Barcelona: Agència Catalana de Cooperació al desenvolupament de la Generalitat
de Catalunya, 2008, p.129-152. P. 130.
En el plano internacional, el artículo 47 de la Carta de Derechos
Fundamentales de la Unión Europea reconoce el derecho a la tutela judicial efectiva
e indica que este garantiza a toda persona que acceda ante un juez independiente,
imparcial y preestablecido, para ser oída equitativa y públicamente y obtener una
resolución dentro de un plazo razonable.
4
“...La tutela judicial efectiva se concreta en el derecho que tienen todas las personas al acceso a
los órganos jurisdiccionales y a obtener de ellos una respuesta motivada y de fondo, dotada de
invariabilidad, y a la ejecución de lo resuelto...” MONTERO AROCA, Juan y FLORS MATÍES, José. Amparo
constitucional y proceso civil. 2a. edición. Valencia: Tirant Lo Blanch, 2008. P. 63.
5
“El primer contenido del derecho a la tutela judicial efectiva se refiere a la posibilidad de acceder a
los órganos jurisdiccionales para que éstos se pronuncien sobre la pretensión que formule un
afirmado titular de derecho o interés legítimo.” Ibid. P. 65.
denuncia ante los tribunales de justicia, para garantizar la igualdad ante la ley6. Entre
tales derechos a proteger debe tenerse por incluido el derecho al mínimo vital7.
6
BIRGIN, Haydée y KOHEN, Beatriz. ''El acceso a la justicia como derecho''. En: BIRGIN, Haydée y
KOHEN, Beatriz (dir.), Acceso a la justicia como garantía de igualdad. Instituciones, actores y
experiencias comparadas. Buenos Aires: Editorial Biblos, 2006, p.15-25. P. 15.
7
“El juez del Estado social de derecho debe ser respetuoso del principio democrático, pero ha de
poner a salvo toda situación extrema de mínimo vital, cuya solución vincula, por igual, a todos los
poderes públicos.” OBERARZBACHER DÁVILA, Franz Erwin. ''La justiciabilidad y el mínimo vital de los
DESC: teoría y práctica en Colombia''. Revista Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. 2011, vol.
41, n° 115, pp. 363–400. P. 385.
8
“El derecho de acceso a la justicia va ligado al derecho a un recurso efectivo, puesto que de la
existencia de recursos efectivos depende fundamentalmente el que una persona pueda acceder al
reconocimiento de un derecho...” LAGUNES GASCA, Ricardo. ''Las estrategias de litigio en el combate
a la criminalización de los migrantes en la frontera sur de México''. En: El litigio estratégico en México:
la aplicación de los derechos humanos a nivel práctico. México, D. F.: La Oficina en México del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2007, p.155-177. P. 169.
9
Ese artículo establece el compromiso de cada Estado parte de garantizar el acceso a un recurso
efectivo, cuyo alcance implica que los Estados partes además de dar una protección efectiva a los
derechos humanos, deben garantizar que toda persona disponga también de recursos accesibles y
eficaces, los cuales deben adaptarse de manera adecuada a la vulnerabilidad de determinadas
categorías de personas (incluidos los niños). Recibe especial importancia el establecimiento de
mecanismos judiciales y administrativos adecuados para atender las reclamaciones de violaciones
de los derechos con arreglo al derecho interno. WAGNER MOTA, Karin Paola. El derecho internacional
de los derechos humanos y las obligaciones de los Estados. Vol.124. Guatemala: Instituto de
Investigación y Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad Rafael Landívar,
2013. P. 19.
10
Reconocido el 10 de diciembre de 2008 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con la
emisión de la Resolución A/RES/63/117.
Económicos, Sociales y Culturales -con fecha 28 de enero de 2014- emitió dictamen
en la comunicación 2/2014, respecto de la denuncia presentada por una ciudadana
española contra el Estado de España. La señora sostenía que fue víctima de
violación de sus derechos. Al presentar sus conclusiones, el Comité recordó que el
artículo 2 del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales impone, con
arreglo al artículo 2, párrafo 1 del Pacto, que los Estados partes adopten medidas
para asegurar el disfrute de los derechos establecidos en el Pacto “por todos los
medios apropiados, inclusive en particular la adopción de medidas legislativas”,
requisito que incluye la adopción de medidas que garanticen el acceso a recursos
judiciales efectivos para la protección de los derechos reconocidos en el Pacto, ya
que tal como el Comité lo señaló en su observación general núm. 9, no puede haber
un derecho sin un recurso que lo ampare.
11
Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Airey v. Irlanda. 9 de octubre de 1979.
12
Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Steel y Morris v. Reino Unido. 15 de febrero de 2005.
13
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva Oc-8/87, solicitada por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 30 de enero de 1987.
Al respecto, la Corte de Constitucionalidad ha indicado que el libre acceso
que tiene toda persona a los tribunales de justicia del Estado, según el artículo 29
constitucional, consistente en la prestación de la actividad jurisdiccional por jueces
y magistrados, la cual se corresponde con la potestad de juzgar y promover la
ejecución de lo juzgado que poseen los tribunales de justicia14. Además, ha
señalado que dicho artículo 29 indica que esa libertad debe ejercerse de
conformidad con la ley, lo cual permite al legislador configurar y determinar los
requisitos para acceder a los tribunales de justicia, pero esa facultad legislativa no
puede abolir el contenido esencial de ese derecho, por lo que el legislador no puede
imponer para su ejercicio obstáculos o dificultades arbitrarios o caprichosos que lo
dificulten, salvo que tal dificultad esté en algún modo justificada por el cumplimiento
de un fin constitucionalmente lícito:
14
“...El derecho a la tutela judicial efectiva [...] consiste en la garantía de acceder en condiciones de
igualdad a los tribunales de justicia, con el objeto de solicitar de éstos la reivindicación (tutela) de
derechos e intereses legítimos. El acceso a este derecho y la efectividad del mismo, se da por medio
de un debido proceso, que debe culminar con la emisión de una decisión judicial que resuelva la
viabilidad o inviabilidad de la pretensión deducida. Es mediante este debido proceso como el
justiciable puede obtener, de manera legítima, una resolución judicial que dé respuesta al fondo del
asunto, misma que para ser válida constitucionalmente y no incurrir en arbitrariedad, debe emitirse
con la pertinente fundamentación jurídica, y la debida congruencia de la decisión con lo pedido y
aquello que consta en las actuaciones judiciales.” Corte de Constitucionalidad. Expediente 890-2004.
6 de diciembre de 2004.
15
Corte de Constitucionalidad. Expediente 387-2010. 7 de julio de 2011.
Con fundamento en lo anteriormente expuesto, se comparte la idea de Daniel
Wunder Hachem en cuanto a que el acceso a la justicia constituye el instrumento
capaz de asegurar la postulación judicial del contenido prestacional del derecho al
mínimo vital, siempre que en su implementación, se hayan eliminado o se logren
eliminar obstáculos, como el costo de la asistencia judicial y la falta de información
que impiden a la persona afectada tener conocimiento de sus derechos materiales
y de la propia estructura que le podría proporcionar el acceso a la justicia16.
Por eso -como afirma Julieta Lemaitre- el aporte más importante que se logra
con la protección del derecho mínimo vital es la necesidad de hacer visible el acceso
a la justicia, es la creación de mecanismos procesales que faciliten el acceso y den
un trato preferencial a las personas que no poseen las condiciones mínimas para
su subsistencia que, por ende, se encuentran en total indefensión y en una situación
de urgencia; lo que debe dar lugar a la democratización del acceso a la justicia como
política prioritaria, la cual debe incluir al juez17.
16
HACHEM, Daniel Wunder. ''Mínimo existencial y derechos económicos y sociales distinciones y
puntos de contacto a la luz de la doctrina y jurisprudencia brasileñas''. Revista europea de derechos
fundamentales. 2015, vol. 25, pp. 129–170. P. 149.
17
LEMAITRE, Julieta. El Coronel sí tiene quien le escriba: la tutela por mínimo vital en Colombia. En:
SELA (Seminario en Latinoamérica de Teoría Constitucional y Política). Vol.43. Connecticut: Yale
Law School Scholarship, 2005, p.1-28. P. 27.
18
“La actual inadecuación de los mecanismos o garantías judiciales no dice nada acerca de la
imposibilidad conceptual de hacer justiciables los derechos sociales, sino que más bien exige
imaginar y crear instrumentos procesales aptos para llevar a cabo estos reclamos.” ABRAMOVICH,
Víctor y COURTIS, Christian. ''Apuntes sobre la exigibilidad judicial de los derechos sociales''. En:
ÁVILA SANTAMARÍA, Ramiro (dir.), La protección judicial de los derechos sociales. Quito: Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos, 2009, p.3–29. P. 27.
19
“...la participación social en la justicia no puede limitarse al momento de acceso a la jurisdicción.
Muchas decisiones jurisdiccionales favorables a la protección de derechos sociales pierden
efectividad o son privadas de su sentido originario en la fase de ejecución de las sentencias. De ahí
2. Derecho a la protección judicial
que, junto a las garantías de participación en el acceso a la justicia, deban estipularse garantías de
participación en la ejecución y seguimiento de las sentencias...” PISARELLO, Gerardo. ''Los derechos
sociales y sus garantías: notas para una mirada “desde abajo”''. En: ÁVILA SANTAMARÍA, Ramiro (dir.),
La protección judicial de los derechos sociales. Quito: Ministerio de Justicia y Derehos Humanos,
2009, p.31–53. P. 48.
20
El derecho a la tutela judicial efectiva es el medio que el ordenamiento jurídico pone a disposición
de las personas para defender sus bienes y derechos; es un derecho prestacional de configuración
legal, que exige de los poderes públicos la dotación a la Administración de Justicia de medios
materiales y personales suficientes para que la tutela judicial pueda hacerse efectiva. La tutela
judicial es garantía de los demás derechos constitucionales. Es un derecho autónomo, con contenido
propio y complejo, porque exige del legislador modular las instancias y los procesos, al juez enlazar
el cumplimiento de la legalidad procesal con la trascendencia constitucional de este derecho,
debiendo interpretar siempre la norma en el sentido más favorable al mismo; y del ciudadano
interesado, porque, para alcanzar la efectividad de su derecho, debe utilizar la vía procesal
adecuada. GIMENO SENDRA, José Vicente, TORRES DEL MORAL, Antonio, MORENILLA ALLARD, Pablo,
et al. Los derechos fundamentales y su protección jurisdiccional. Madrid: Edisofer, 2018. Pp. 601-
602.
21
El derecho a la tutela judicial efectiva implica efectividad, esto es: “...la protección jurídica de los
derechos ha de otorgarse desde la integridad y el efectivo funcionamiento de la Administración de la
Justicia, sin vincularla inexorablemente con la protección jurisdiccional de los derechos que
dispensan jueces y magistrados sino con la consecución de una solución justa y eficaz al conflicto
para el ciudadano y en la oferta de una pluralidad de posibilidades para que el ciudadano, por sí
mismo, determine cuál es la más eficiente para la tutela concreta de sus derechos e intereses
legítimos en cada asunto.” MARTÍN DIZ, Fernando. ''Del derecho a la tutela judicial efectiva hacia el
En similares términos se encuentra desarrollado el derecho a la protección
judicial, por vía del amparo, en la Constitución guatemalteca22. En su artículo 265,
establece: “Se instituye el amparo con el fin de proteger a las personas contra las
amenazas de violaciones a sus derechos o para restaurar el imperio de los mismos
cuando la violación hubiere ocurrido.”
derecho a una tutela efectiva de la justicia''. Revista Europea de Derechos Fundamentaless. 2014,
n° 23, pp. 161–176. P. 171.
22
“Guatemala reguló el derecho a solicitar la protección judicial contra la violación de derechos
fundamentales por medio del amparo en la Constitución de 1985, en su artículo 265...” MEJICANOS
JIMÉNEZ, Manuel de Jesús. ''El amparo como garantía para el acceso a la justicia y protección de los
derechos humanos en la jurisdicción constitucional guatemalteca''. Revista Instituto Interamericano
de Derechos Humanos. 2002, n° 32-33, pp. 175-207. P. 182.
23
Según Nogueira Alcalá: “...el “recurso de protección” es también un derecho esencial de la persona
humana, el derecho a la acción y a la tutela judicial efectiva ante actos u omisiones arbitrarios o
ilegales a través de los cuales sufre privación, perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los
derechos y garantías...” NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto. Teoría y dogmática de los derechos
fundamentales. 1a edición. México, D. F.: Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad
Nacional Autónoma de México, 2003. P. 223.
Interamericana de Derechos Humanos ha considerado que la debida protección
judicial comprende el derecho a obtener un pronunciamiento definitivo mediante
mecanismos efectivos de justicia24, conforme las reglas del debido proceso legal,
así como procurar el restablecimiento del derecho conculcado, si es posible, y la
reparación de los daños producidos25.
24
cfr. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Bayarri v. Argentina. 30 de octubre de
2008.
25
cfr. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Albán Cornejo v. Ecuador. 7 de febrero de
2006.
26
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Acevedo Jaramillo v. Perú. 7 de febrero de
2006.
27
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Acevedo Buendía v. Perú. 1 de julio de 2009.
nacional para denunciar que sus derechos y libertades reconocidos en ese
Convenio han sido violados. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha
sostenido que el artículo 13 del Convenio garantiza la disponibilidad en el nivel
nacional de un recurso para exigir la sustancia de los derechos fundamentales y el
efecto de ese artículo es el de requerir la provisión de un recurso doméstico para
atender las demandas sustanciales28.
28
Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Mahmut Kaya v. Turquía. 28 de marzo de 2000.
29
Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Aksoy v. Turquía. 18 de diciembre de 1996.
30
Tribunal Constitucional de España. ATC 47/2009. 13 de febrero de 2009.
judicial31, conforme con la satisfacción de sus pretensiones mediante un proceso
justo y con las debidas garantías.32
Por ende, debe advertirse la obligación del Estado de conceder un alto grado
de protección judicial al derecho al mínimo vital, sobre todo, en los casos en que los
solicitantes carecen de acceso a condiciones básicas de supervivencia, desarrollo
y participación en la sociedad33.
31
EZQUIAGA GANUZAS, Francisco Javier. «Iura novit curia» y aplicación judicial del derecho. Valladolid:
Editorial Lex Nova, S. A., 2000. P. 55.
32
“La tutela jurisdiccional, a veces, está negada porque en un estadio determinado del pensamiento
jurídico, de la praxis judicial o de la regulación procesal de un ordenamiento jurídico, a ciertos
derechos no se les reconoce la justiciabilidad. Es decir, la falta de justiciabilidad puede ser una
deficiencia o carencia del ordenamiento en la protección de un derecho, antes que un criterio que
excluye la existencia del derecho.” CASAL, Jesús M. ''La garantía constitucional de los derechos
sociales: progresos y dificultades o zonas de tensión''. En: BAZÁN, Víctor (dir.), Justicia constitucional
y derechos fundamentales. Bogotá: Fundación Konrad Adenauer, 2015, p.21-47. (La protección de
los derechos sociales. Las sentencias estructurales ; n° 5). P. 27.
33
SQUIRES, John. The Road To A Remedy: Economic, Social and Cultural Rights. Ginebra: Australian
Human Rights Centre, The University of New South Wales, 2005. P.86