3.1.1 - Fundaciones
3.1.1 - Fundaciones
3.1.1 - Fundaciones
UNIDAD TEMATICA 3: FUNDACIONES
Subunidad 3.1:
Tema 3.1.1. Generalidades. Clasificación de las fundaciones. Fundaciones directas;
condiciones que deben cumplir. Cimientos comunes de hormigón simple. Zapatas y
bases aisladas de hormigón armado. Plateas de fundación
Tema 3.1.2. Fundaciones indirectas. Pilares, pozos de fundación, pilotajes.
3.1.1 – FUNDACIONES:
Se denominan fundaciones o cimentaciones a las partes del edificio que están en contacto con el
suelo y mediante el cual, le transmiten las cargas (estáticas) generadas por su propio peso y las
dinámicas por acción de sismos, vientos, etc.
El diseño de las fundaciones debe responder a dos datos: las cargas que transmite el edificio y el
coeficiente de trabajo (capacidad portante) del terreno, sobre el cual se construye. Las cargas
producen deformaciones en los suelos, con efecto de asentamientos. Es preciso que el asentamiento
sea uniforme, de lo contrario, se producirán fisuras en el Sistema de fundación y en el sistema
estructural del edificio, pudiendo provocar graves daños.
La determinación del sistema de fundación dependerá del análisis de los condicionantes de cada
situación particular en la que intervendrán, los siguientes factores: naturaleza del terreno, superficial
o profunda, propiedades físico‐químicas y la fatiga admisible de sus capas; el peso del edificio y el
modo de transmisión de sus cargas, la ubicación de la obra, ante la posibilidad de modificaciones del
suelo por futuras obras próximas, tiempo de ejecución, disponibilidad económica, presencia de napas
freáticas, entre otras.
El comportamiento de los suelos es esencial para un buen resultado en el sistema de fundación. En
rigor, con una adecuada fundación, es posible construir en cualquier terreno, inclusive en el agua. La
Resistencia del terreno aumenta a medida que aumenta la profundidad y en ello influye además el
rozamiento periférico de la propia fundación. Para reducir el coeficiente de trabajo del terreno, es
necesario ensanchar la base.
En el momento de comenzar el Proyecto, es necesario conocer la calidad del terreno, por referencias
de obras vecinas o por medio de calicatas o sondeos propios. En la actualidad, se solicita para
cualquier obra que se vaya a ejecutar, el estudio de suelo correspondiente al terreno donde se va a
asentar el edificio, del cual, se pueden determinar las características de los suelos, humedad natural,
granulometría, consolidación, corte, permeabilidad, capilaridad, etc. Datos que se usaran para
seleccionar y dimensionar los distintos elementos estructurales, de manera de reducir el costo de la
fundación y por lo tanto el del edificio.
Los suelos pueden mejorarse mediante corrección superficial o profunda. En el primer caso por
apisonado, compactación; sustituyendo una capa de suelo malo (no apto como arcillas, materia
orgánica, etc.) por materiales incompresibles (arena, grava, hormigón pobre, etc.); estabilizando el
suelo añadiendo cemento Portland, aglomerante bituminoso, cal hidratada u otro material que fije la
humedad. Lo más común que se realiza en obras donde el terreno sobre el que se va a fundar es de
mala calidad, son terraplenes, donde, tal como se mencionó anteriormente, se reemplaza el material
existente por material apto, el cual, una vez ejecutada la caja de cimentación del terraplén, se procede
a volcar, extender, humedecer y compactar el mismo, en capas de no más de 30 cm de espesor,
repitiendo el proceso hasta alcanzar los niveles necesarios.
La corrección profunda se puede realizar por medio de inyecciones de cemento o arcilla (bentonita),
pozos de arena con drenaje por tuberías o capas filtrantes, por consolidaciones electro‐químicas o
electro‐físicas. También es común el uso de pilotes, que descargan los esfuerzos a las zonas
resistentes donde están hincados (terrenos buenos mecánicamente).
Los terrenos granulares sueltos pueden adquirir resistencia aceptable si se confinan, construyendo
un perímetro estable alrededor del terreno destinado a la construcción (muro o tabique de
mampostería u hormigón simple o armado)
La cuantificación de las cargas que transmite el edificio al terreno, se realiza sumando los pesos
específicos de los distintos materiales empleados en la construcción, a los pesos provenientes de las
cargas externas permanentes o accidentales (hipótesis de cargas), obteniendo las cargas máximas
teóricas continuas o puntuales, según el tipo de transmisión que se vaya a optar.
El suelo resiste carga, la relación entre la carga y un coeficiente de seguridad, se denomina tensión
admisible. Es común escuchar que un determinado suelo posee una tensión o capacidad portante
admisible, la cual, se define como la máxima tensión media de contacto entre la cimentación (sistema
de fundación) y el terreno, de forma tal, que no se produzca un fallo por corte del suelo o un
asentamiento diferencial excesivo.
La tensión admisible del terreno, para que la edificación este en equilibrio, debe ser mayor que la
tensión máxima de contacto ejercida por el edificio, si esto se invierte, el sistema de fundación puede
fallar, provocando el colapso del edificio (rotura o fuera de servicio).
Clasificación de las fundaciones:
Las fundaciones se pueden clasificar en:
Superficiales (directas): Son aquellas, en las cuales, las cargas de la construcción descansan
directamente sobre el plano de fundación. Podemos mencionar: Bases y Cimientos, Zapatas Corridas,
Plateas de Fundación.
Profundas (indirectas): Cuando las condiciones de resistencia del suelo (terreno no portante), provoca
que los esfuerzos, se transmitan al plano de apoyo a través de otros materiales intermedios. Podemos
mencionar: Pozos Romanos, Pilotes
Fundaciones Directas:
Bases y Cimientos
Cimientos:
Cuando los suelos superficiales presentan buena resistencia mecánica y las cargas que deben
absorber no son importantes, el típico caso de la construcción de una sola planta, el terreno resiste
una tensión superior a las transmitida por los elementos que componen la fundación, se podrá fundar
con cimientos y bases. Se Define a los cimientos como un elemento longitudinal, que se emplaza bajo
las vigas de fundación de muros, constituidos con hormigón ciclópeo (hormigón pobre), con un
ensanchamiento de 15 centímetros, más ancho que el muro que se encontrara arriba. Los cimientos
deben tener una profundidad mínima de 70 cm, y deben estar hincados por lo menos 30 cm en
terreno bueno, esto quiere decir, que si de optar por fundar con cimientos en un terreno no apto
(limos, arcillas, rellenos), se deberá profundizar el mismo, hasta encontrar un terreno portante
indisturbada y allí enterrarse por lo menos 30cm en terreno “firme”. Valga la aclaración que por más
que se disponga de un terreno con buena capacidad portante, se debe verificar mediante calculo la
utilización de los cimientos.
El hormigón ciclópeo, es un hormigón pobre, con un contenido de cemento ≤ a 200 kg/m³ de
hormigón, con el agregado de hasta un 30% de su volumen de piedra bola.
La excavación que alojara los cimientos, se debe realizar manteniendo verticalidad en los cortes de
los parámetros laterales y alineamiento exacto. Los fondos de las zanjas serán horizontales. En caso
de existir en el terreno pendientes, se escalona la excavación, en correspondencia entre columnas. Si
el terreno fuese desmoronable se encofrarán los bordes, se hormigonará el cimiento y luego se realiza
el llenado perimetral mediante capas de suelo compactadas.
En la práctica, una vez que se ha replanteado y realizado la excavación de las zanjas que alojan los
cimientos, se procede a colocar en todo lugar donde se emplaza una columna (de encadenado y de
carga), cajones de forma troncocónicas, materializados en madera tipo fenólico, de modo de evitar
que el hormigón ciclópeo rellene tal lugar. Esto se realiza así, ya que toda armadura, se debe
hormigonar con hormigón estructural, el cual, posee mayor resistencia que el ciclópeo, asociado a su
mayor contenido de cemento (>300 kg de cemento por m³de hormigón). En los lugares donde se ha
proyectado el cruce de cañerías de desagüe cloacal, a través de los cimientos, se procede a dejar en
el lugar, bolsas de cementos rellenadas con arena gruesa; operación que permite luego de
hormigonar el cimiento, romper las mencionadas bolsas y pasar las cañerías.
Antes de hormigonar, se procede a ubicar a los costados de cada zanja, un volumen (30%
aproximadamente del volumen a hormigonar en cada zanja) de piedra bola, se fijan los cajones
mediante hierros al terreno, para evitar que el hormigón los desplace. Seguido a esto, se tiende una
tanza, sobre un nivel determinado en gabinete, el cual, se utiliza para determinar el nivel de
hormigonado, por diferencias de cotas. Para finalizar se mojan las zanjas y se procede a hormigonar.
Sobrecimientos:
Son aquellos elementos, que se encuentran encima de los cimientos (y vigas de fundación), cuya
función principal además de transmitir las cargas, es alcanzar determinados niveles, principalmente
para la capa aisladora horizontal.
Por lo general, el ancho del sobrecimiento corresponde al ancho del muro, y para alturas menores a
los 30 cm no será necesario incorporarle armadura. Para alturas mayores a los 30 cm, se deberá
incorporar armadura determinado según calculo.
Los sobrecimientos se suelen realizar con hormigón simple (estructural no armado), y se materializan
en conjunto con las vigas de fundación.
Bases: Se denominan base a aquellos elementos estructurales que se ubican debajo de todas las
columnas de cargas. Se diferencian del cimiento porque llevan armadura de acero. La armadura
nunca se ubica en contacto con el terreno natural, sino, se debe realizar un hormigón de limpieza que
separe la armadura del suelo.
Las bases se clasifican en: centradas cuando su la columna se emplaza en el centro de ambos lados
de la base, y excéntricas cuando se la columna se encuentra desplazada hacia uno o dos lados de la
base, este caso se manifiesta seguido en los sectores sobre la línea municipal o intersección con
terrenos vecinos.
La dimensión de las bases, se obtienen de cálculo, las medidas mínimas según reglamentación son de
0,60 metros de ancho x 0,60 metros de largo x 0,70 metros de profundidad.
Las bases están provistas de armadura en forma de parrilla en la parte inferior, que se obtiene de
cálculo para ambas direcciones, en donde la cuantía mínima según reglamento es Ø 6 mm cada 20
cm en ambas orientaciones, separadas del hormigón de limpieza por medio de separadores o
“ravioles” una distancia mínima de 5 cm. Vale aclarar que la armadura de las columnas no debe
apoyar directamente sobre la parrilla, es por ello, que se utilizan separadores, que separan a la parrilla
del hormigón de limpieza y la armadura de la columna de la parrilla.
Se consideran como bases también, a las fundaciones de las columnas de encadenado, si bien no es
necesario la presencia de la parrilla inferior y dimensión mínima exigidas en las bases de carga, si es
necesario hormigonar dicha base con hormigón estructural, y tal como sucede en las bases de carga,
la armadura de la columna no debe asentar sobre el terreno natural, si no, sobre un hormigón de
limpieza.
Las bases se deben hormigonar en conjunto con las vigas de encadenado inferior, vigas de
arrostramiento si las hubiese, troncos inferiores de columnas y sus respectivas bases, de modo que
toda la fundación trabaje de forma monolítica, y no por separado. En caso de realizar hormigonados
masivos, se deben prever cortes en el hormigonado, con recomendaciones de interrumpir el
hormigonado en sectores alejado de los nudos (dentro del tercio medio) y de forma inclinada a 45º
aproximadamente. Antes de hormigonar, se debe verificar la posición exacta de cada armadura (vigas
de fundación y columnas), tirando los hilos de replanteo nuevamente, ya que los carpinteros, cuando
encofran, suelen desplazar las armaduras, moviéndolas de su lugar original, por lo tanto, se debe
chequear que estén las armaduras en su debida posición; una vez hormigonado, no se podrá corregir
la posición de los elementos y esta totalmente prohibido realizar “grifados” (doblar las armaduras de
su posición original), para reposicionar las mencionadas armaduras.
Es de suma importancia, antes de hormigonar solicitar ante la D.P.D.U (Dirección de Planeamiento y
Desarrollo Urbano), previo al inicio de un expediente que consisten en la aprobación y emisión de
planos aptos para construir, las inspecciones correspondientes para luego gestionar los finales de
obras. La D.P.D.U exige la inspección de: Zanjas, Estructuras de Fundación, Columnas, Estructura de
dintel, Estructura de Losa, Cubierta de Techo y Conforme a obra.
Cuando por proyecto y calculo, la dimensión de dos bases cercanas, provoque que las mismas, se
intercepten, se procede a realizar una sola base, la cual, se verifica para ambos esfuerzos (dos
columnas o más) y en obra se procede a ejecutar una sola excavación que contenga las columnas en
cuestión.
Las bases de cargas deben vincularse entre sí y con el resto de las fundaciones de la estructura,
mediante vigas de encadenado inferior o vigas de arriostramiento, si las VEI no existen en la
estructura. En zonas sísmicas, las vigas de arrostramiento se conectan en direcciones ortogonales con
los extremos inferiores de las columnas o con la parte superior de las bases (nudos), formando un
retículo en planta que impide todo desplazamiento lateral de las bases y mantienen el conjunto en
posición estable, rigidizándolo.
En algunos casos, se emplean bases armadas (estructura en forma de canasto), vinculadas con vigas
de arrostramiento a las columnas, actuando como muertos de anclajes, brindando estabilidad al
vuelco de las columnas. Por lo general, se utiliza este sistema, cuando las mencionadas columnas,
pertenecen a muros medianeros.
Zapatas Corridas
Cuando las cargas que transmite el edificio al terreno, superan la tensión admisible del suelo, se debe
ensancharse la fundación, de manera que las cargas se distribuyan en una mayor superficie de
terreno, reduciendo la tensión que se transmite. Se utiliza como opción de fundación también,
cuando la distribución de las columnas que conforman la estructura del edificio, están próximos entre
sí o porque las cargas que transmiten las mismas son elevadas, dando lugar a bases aislados muy
próximas.
Se las puede definir como elementos estructurales de poco espesor (35cm mínimo de alto x 50 cm de
ancho mínimo), de hormigón armado, que recorre la longitud del muro. Debe disponerse una viga de
encadenado (viga de fundación), de ancho mínimo, equivalente al espesor del muro por toda la
longitud del mismo, y será la encargada de absorber los esfuerzos de corte provocados por la flexión.
La armadura de las zapatas, tal como sucede en las bases de carga, se obtienen de cálculo. Puede ser
centrada o excéntrica. Su armadura y dimensiones se determina a través de cálculo. Como todo
elemento estructural, se hormigona con un hormigón estructural, y su armadura se separa del
hormigón de limpieza, que debe realizarse a lo largo de la zapata, por medio de separadores o
“ravioles”. En función si se funda sobre terreno natural o sobre terraplenes, se exigirá o no cimiento.
En la práctica se podrá materializar la zapata corrida de dos maneras. Una forma es realizar una
parrilla por separado, colocarla sobre el hormigón de limpieza, utilizando separadores o “ravioles”, y
por encima (separadas también), colocar la viga de fundación. La otra forma, más utilizada, es realizar
la parrilla en conjunto con la viga de fundación, es decir, que el estribo que conforma la viga, se lo
materializa, con la forma de viga y parrilla al mismo tiempo.
Platea
A medida que disminuye la capacidad portante del terreno, hay que aumentar el ancho de la zapata.
Esta operación llega a un punto, en que las zapatas cubren, prácticamente toda la superficie. Cuando
la superficie de la fundación, alcanza a las ¾ partes de la superficie a construir, es conveniente recurrir
a plateas de fundación. Se suelen utilizar también, cuando hay terrenos constantemente húmedos y
donde existen, además, filtraciones de agua. En general, cuando la tensión admisible del terreno es
menor a 0.8 kg/cm2 se recomienda la platea.
El procedimiento es análogo al de las losas de hormigón, se construyen en hormigón armado, en
donde, la armadura se determina a través de cálculo. La armadura en el caso de las plateas, se coloca
en la parte superior de la losa. Se puede presentar el caso, de que la armadura se coloque tanto en la
parte superior como en la inferior de la losa. En ambos casos se refuerza con vigas perimetrales y
vigas debajo de los muros portantes.
Si el terreno donde se va a fundar, presenta reviniciones, es conveniente realizar un pedraplén en la
parte inferior, luego materializar un terraplén sobre el mismo, sobre éste, colocar una barrera
impermeable, como puede ser un nylon de 200 micrones, y finalmente verter una capa de hormigón
pobre, conformando el hormigón de limpieza. Sobre el hormigón de limpieza se procederá al armado
de la estructura, que conforma la platea de fundación.
Si alguna de las columnas soporta una carga considerable, se aumenta debajo de la misma, el espesor
de la platea. Este tipo de fundación es ideal para edificios industriales, pues la repartición de las cargas
se hace uniformemente sobre el terreno.
Tal como se ha venido mencionando, la armadura se debe separar del hormigón de limpieza; antes
de hormigonar se deben encofrar los laterales de la platea, para generar la contención del hormigón
estructural. No se debe olvidar de instalar las cañerías de los desagües cloacales, antes de
hormigonar, ya que una vez hormigonado, se dificulta picar la losa para instalar las cañerías.
Cimentaciones profundas
Cuando el terreno de buena capacidad portante, se encuentre a una profundidad tal, que no resulta
económico profundizar las fundaciones directas, hasta el mismo, o debido a la magnitud de las cargas
no convenga emplear plateas u otros medios de cimentación, es mucho más conveniente recurrir al
sistema de cimentaciones profundas o indirectas.
En la práctica, existen dos métodos más comunes, de transmitir las cargas de fundación
indirectamente. Uno de ellos son los pozos romanos y el otro son pilotes.
Pozos Romanos:
Este sistema indirecto de fundación se emplea cuando el terreno portante se encuentra a una
profundidad no mayor a los 12 metros, pudiéndose excavar a mano, con métodos similar a la
construcción de pozos negros. Es apto para transmitir cargas de bases aisladas, ya que, por la
dimensión de las mismas, asientan directamente sobre el pozo romano, utilizando su superficie como
hormigón de limpieza. Los pozos romanos se hormigonan con hormigón pobre (contenido de
cemento ≤ 200 kg/m³ de hormigón).
Ser usado para profundidades mayores, resulta antieconómico, por lo que se recomienda utilizar
pilotes de fundación.
Pilotes:
Unidad de fundación profunda relativamente esbelta, total o parcialmente empotrada en el terreno,
que se instala hincando, perforando, barrenando, inyectando o de alguna otra manera y que deriva
su capacidad del suelo que lo rodea a los estratos de suelo o roca debajo de su punta. Las
excavaciones de este tipo de fundaciones pueden ser de sección circular o cuadrada.
Los pilotes se pueden clasificar
Según los diferentes materiales utilizados (madera, hormigón, acero e incluso bambú a modo de
micropilotes.
Según método constructivo, existiendo pilotes vaciados en sitio, pilotes hincados a golpes, pilotes
insertados a presión, siendo los dos últimos más complejos en su instalación por la necesidad de
maquinaria.
Según el tipo de resistencia que otorgan respecto a la carga aplicada. Existiendo así pilotes que
resisten por fricción, otros por cabeza, y la combinación de ambos.
Pilotes más usados:
Pilote combinado de fricción y punta − Pilote que deriva su capacidad de la contribución tanto de la
resistencia de punta desarrollada en la punta del pilote como de la resistencia movilizada a lo largo
del fuste.
Pilote de carga − Pilote cuyo propósito es soportar carga axial por fricción o resistencia de punta.
Pilote de fricción − Pilote cuya capacidad de carga se deriva principalmente de la resistencia del suelo
movilizada a lo largo del fuste del pilote.
Pilote de punta − Pilote cuya capacidad de carga se deriva principalmente de la resistencia del
material de fundación sobre el cual se apoya la punta del pilote.
Pilote inclinado − Pilote hincado con un ángulo de inclinación respecto de la vertical para lograr
mayor resistencia a las cargas laterales.
Pilote hincados − Pilote hincado, por medio de impactos, que golpean la cabeza del pilote y lo van
enterrando hasta la profundidad calculada. Los pilotes pueden ser de madera, hormigón, acero, etc.
Pilote perforado – Pilote hecho in situ, total o parcialmente empotrado en el terreno, que se
construye colando hormigón fresco en un pozo perforado con o sin armadura de acero. Los pilotes
perforados derivan su capacidad del suelo que los rodea y/o de los estratos de suelo o roca debajo
de su punta. Se puede utilizar o no, caño camisas como encofrados de los pilotes, que a su vez pueden
ser recuperados o perdidos.
Hormigón:
El hormigón es una roca artificial, producto de una mezcla de tres componentes: cemento, áridos y
agua. En función del contenido de cemento que presente el hormigón, la calidad de los áridos y
porcentaje de agua incorporada, determinara la calidad del mismo. Al hormigón se le pueden
incorporar aditivos, con el fin de modificar alguna o algunas de sus propiedades físicas de tal manera
de que el material se adapte de una mejor forma a las características de la obra o las necesidades del
constructor.
El hormigón estructural es aquel que presenta un contenido de cemento ≥ a 300 kg por m³ de
hormigón, y hormigón pobre cuando presenta un contenido de cemento ≤ a 200kg por m³.
Clasificación de los hormigones
hormigón armado es un material que resulta de la combinación del concreto y el acero, que en forma
conjunta está en condiciones de resistir a los distintos esfuerzos que se presentan en las estructuras.
hormigón simple es un material que resulta de la combinación tres componentes: cemento, áridos y
agua. Trabaja de modo independiente, es decir, en su masa no se incorpora armadura alguna.
Cemento
El cemento es un material que se presenta en forma de un polvo finísimo, de color gris que mezclado
con agua forma una pasta que endurece tanto bajo agua como al aire. Por la primera de estas
características y por necesitar agua para su fraguado se le define como un aglomerante hidráulico.
Para la preparación del hormigón se utiliza el cemento Pórtland, que se obtiene por molienda
conjunta de clínker Pórtland, una cantidad adecuada de regulador de fraguado y eventualmente,
hasta un cinco por ciento de adiciones. Estas adiciones pueden ser una sola o varias entre escoria
siderúrgica, puzolana natural, cenizas volantes o fíller calizo.
En ningún caso se deben utilizar cementos desconocidos o que no lleven el sello de calidad otorgado
por el organismo competente.
Para asegurar una buena conservación del cemento envasado se debe estibar bajo techo, separando
del piso y paredes protegiendo de corrientes de aire húmedo. Para evitar su compactación excesiva
no conviene estibar en pilas de más de 10 bolsas de altura. El tiempo de almacenaje de los cementos
será menor a 3 meses
Áridos
Como agregados para la fabricación de hormigones, pueden emplearse arenas y gravas obtenidas de:
yacimientos naturales o rocas trituradas por machacamiento cuyo empleo se encuentre aceptado por
la práctica, o resulte aconsejable como consecuencia de estudios realizados en laboratorio.
Se entiende por arena o árido fino, al árido o fracción del mismo que pasa por el tamiz Nº 4. Se
entiende por grava o árido grueso el que resulta retenido por dicho tamiz.
Se entiende por árido total, aquel que por naturaleza o por mezcla, posee las proporciones de arena
y grava adecuadas para fabricar el hormigón necesario en función a las diferentes dosificaciones para
obtener diferentes resistencias cilíndricas del hormigón.
Se prohíbe el empleo de áridos que contengan o puedan contener materias orgánicas, piritas o
cualquier otro tipo de sulfuros o impurezas.
Agua
En general se permite utilizar cualquier agua natural, potable o no, que no tenga olor o gusto fuerte.
Las impurezas contenidas en el agua de mezclado pueden:
Afectar los tiempos de fraguado, las resistencias y la estabilidad volumétrica del
hormigón.
Originar eflorescencias en la superficie del hormigón.
Causar corrosión de las barras de acero para armaduras.
Se debe evitar, siempre que sea posible, el uso de agua que contenga una elevada concentración de
sólidos disueltos. Se debe tener en cuenta que las sales u otras sustancias deletéreas que contiene el
agua de mezclado se suman a las que aportan los agregados, aditivos químicos o adiciones minerales.
Se recomienda no utilizar como agua de amasado agua reciclada del lavado de las hormigoneras o
motohormigoneras cuyo contenido de cloruros puede ser significativo
Aditivos
Existe una gran gama de aditivos para el concreto que aportan diferentes transformaciones o
modificaciones de ciertos caracteres o propiedades de un producto acabado. Podrá autorizarse el
empleo de aditivos, siempre que se justifique mediante oportunos ensayos realizados en laboratorio,
que la sustancia o sustancias agregadas en proporciones y condiciones previstas, produzcan el efecto
deseado sin riesgos para la resistencia y la durabilidad del hormigón o las armaduras.
Los aditivos pueden ser plastificantes, aireantes, retardadores o aceleradores del fraguado, etc.
Tanto la calidad como las condiciones de almacenamiento y utilización, deberán aparecer claramente
especificadas en los correspondientes envases, o en los documentos de suministro.
Los aditivos a emplear pueden estar en estado líquido o pulverulento,
El uso controlado de los aditivos químicos, según sea su tipo, puede modificar ciertas propiedades del
hormigón fresco y del endurecido, a saber:
a) en el hormigón fresco:
Incrementan la trabajabilidad del hormigón sin aumento de su contenido de agua.
Disminuyen el contenido de agua del hormigón sin modificar su trabajabilidad.
Retardan o aceleran el tiempo de fraguado de un hormigón.
Producen expansiones controladas del hormigón.
Modifican la velocidad o la capacidad de exudación del hormigón.
Reducen la segregación del hormigón.
Facilitan la bombeabilidad del hormigón.
b) en el hormigón endurecido:
Retardan o reducen en el hormigón endurecido la generación de calor a edades
tempranas.
Aceleran la velocidad de crecimiento de la resistencia del hormigón a edades tempranas.
Incrementan la resistencia del hormigón a compresión, tracción o flexión.
Incrementan la durabilidad del hormigón frente al ataque severo de sustancias agresivas
externas, incluyendo sales descongelantes.
Disminuyen la permeabilidad del hormigón.
Controlan las expansiones que se puedan producir por la reacción deletérea álcali agregado.
Incrementan la adherencia hormigón‐acero.
Incrementan la adherencia entre un hormigón endurecido existente y un hormigón fresco a
colocar sobre el mismo.
Mejoran las resistencias al impacto y a la abrasión del hormigón.
Inhiben la corrosión de elementos metálicos incluidos en la masa del hormigón.
Producen hormigón coloreado.
Clases de hormigón
El Reglamento Argentino para Construcciones Sismorresistentes INPRES‐CIRSOC 103, Parte II‐2005,
para las distintas zonas sísmicas, estableces restricciones de uso, según calidad y destino de los
hormigones.
Los hormigones de clase superior a H‐25, se deben elaborar con cementos de categoría CP‐40 o CP‐
50.
El reglamento mencionado, establece también, los tipos de cementos a utilizar en función del destino
del hormigón.
Temperaturas de colocación
Es conveniente hacer uso de las ventajas provistas por el tiempo frío para colocar hormigón de baja
temperatura. El hormigón que es colocado a baja temperatura (5 ºC a 13 ºC), que está protegido
contra el congelamiento y que recibe un curado prolongado, desarrolla una resistencia última mayor
y también una mayor durabilidad. Se prohíbe colar el tiempo frio; definiendo como tiempo frío, al
período en el cual durante más de tres (3) días consecutivos existen las siguientes condiciones:
a) La temperatura media diaria ambiente es menor que 5 °C.
b) La temperatura ambiental es igual o menor que 10 ºC durante medio día de
cualquier período de 24 horas.
El hormigonado a baja temperatura también reduce el riesgo de fisuración por retracción térmica.
La temperatura del hormigón en el momento de su colocación se debe mantener tan cerca de los
mínimos establecidos como sea practicable, y preferentemente no debe superar los 25 ºC.
Transporte del hormigón
El transporte horizontal o vertical del hormigón debe ser realizado con las precauciones necesarias
para evitar cualquier tipo de disgregación en el material, lo que provocaría en el hormigón perdidas
de resistencia y homogeneidad.
El transporte del hormigón desde la central a la obra puede ser realizado en amasadoras móviles a
velocidad de agitación o en equipos adecuados que sean capaces de mantener la homogeneidad del
hormigón.
El tiempo de amasado debe ser menor o igual a 3 minutos, para obtener un mezclado homogéneo.
Una vez que se une el agua con el cemento, se disponen de 45 minutos como máximo para colar el
hormigón, pasado ese tiempo, el hormigón entra en la etapa de fragüe.
Será necesario efectuar ensayos de laboratorio tanto para hormigones preparados en obra como en
central para obtener la resistencia cilíndrica del hormigón a los 28 días. Estos ensayos serán realizados
mediante el uso de probetas.
Vertido y colocación del hormigón:
El vertido y colocación del hormigón debe ser efectuada de manera tal, que no se produzca la
disgregación de la mezcla.
El vertido debe ser realizado en forma vertical y no debe ser arrojado desde alturas mayores a
2.5 m.
La colocación debe ser realizada por capas, entre 20 y 30 cm de espesor.
En el hormigonado de superficies inclinadas, el hormigón fresco tiene tendencia a correr o
deslizar hacia abajo, especialmente bajo el efecto de vibración. En estos casos se colocará el
hormigón de abajo hacia arriba empleando una mezcla de consistencia seca y colocando suples
provisionales de fierro disminuyendo se esta manera su deslizamiento.
Curado:
Una vez puesto en obra el hormigón y en tanto este no haya adquirido la resistencia suficiente, deberá
ser protegido contra las inclemencias del tiempo que puedan perjudicarle y especialmente contra un
desecamiento prematuro, en particular a causa de soleamiento o viento.
Durante el fraguado y primer endurecimiento de hormigón, para que pueda efectuarse la necesaria
hidratación de todo el volumen de la masa y con el fin de evitar los daños que puedan originarse por
una retracción prematura y demasiado rápida, es imprescindible proteger el hormigón contra la
desecación lo más pronto posible después de su puesta en obra a través de diferentes métodos. (Ver
Metodología).
En general el proceso de curado debe prolongarse alrededor de unos 7 días hasta que el hormigón
haya alcanzado como mínimo el 70 % de su resistencia de cálculo.
Encofrados
Los encofrados son los moldes que le van otorgar la forma a los elementos hormigonados. A los
encofrados se les exige como cualidades principales las de ser rígidos, resistentes y limpios.
Pueden ser constituidos de distintos materiales, tales como, maderas (fenólicos, tablas, etc.),
plásticos, metálicos, etc.
Los encofrados de madera deben ser pintados con aceite sucio o desencofrantes, sobre la superficie
interior antes de la colocación del hormigón, para impermeabilizar la madera y evitar que se adhiera
con el hormigón.
Este ítem es uno de los mas caros en toda la obra, por lo tanto, el jefe de obra, debe cuidar, reciclar
y reutilizar la mayor cantidad de veces un mismo encofrado, a los fines de disminuir los costos. Es
importante antes de hormigonar cualquier estructura que involucre la utilización de encofrados,
chequear la estabilidad, niveles, plomos, alineación de todos los tableros que conforman a los
encofrados.