Spreafico CSJN
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Spreafico CSJN
OBJETO
Planteo DEMANDA CIVIL por DAÑOS Y PERJUICIOS por
ACTO DISCRIMINATORIO – art. 16º de la Constituciòn Nacional
y art. 1º de la Ley 23.592 contra la PROVINCIA DE ENTRE
RÌOS, con domicilio en Gregorio Fernandez de la Puente 220
de la ciudad de Paranà, provincia de Entre Rìos, por su
actuar discriminatorio en mi perjuicio.
Las razones de trato discriminatorio son dos: mi
condición de mujer y mi ideologìa y opinión políticas.
En razón de que no pueden ser dejados sin efecto
los actos discriminatorios, dada su complejidad, y que en
rigor constituyen un “trato” discriminatorio continuo –y
por tal, persecutorio- cuya proyección puede suceder a
futuro, es que el objeto del reclamo consiste en: a) el
cese a futuro de la acción discriminatoria de la que soy
objeto en el seno del Consejo de la Magistratura de Entre
Rìos; y b) la reparación del daño por la discriminación ya
sucedida y cuyos efectos no puedo revertir; que establezco
provisoriamente en la suma de PESOS DOS MILLONES
OCHOCIENTOS MIL ($ 2.800.000) màs intereses y costas.
COMPETENCIA ORIGINARIA
Dado que en la presente causa està demandada una
provincia y la cuestión única es de naturaleza federal, mi
parte entiende que corresponde la competencia originaria y
exclusiva de la C.S.J.N. Art. 117 C.N. La demanda NO se
basa en el derecho común sino que se ejerce una acción
prevista en una norma federal: art. 1º Ley 23.592. Las
normas de Derecho Comùn se aplican para establecer la
indemnización del daño que se reclama, pero la acción està
contemplada en una norma federal.
HECHOS
Inicialmente sostengo que soy vìctima de un
trato persecutorio por mi condición de gènero
(discriminaciòn por sexo) y por mis ideas políticas
(discriminación por razones políticas) evidenciado en
diferentes actos y decisiones que màs adelante explicito.
De todo ese trato, sobresalen los siguientes: el acto
administrativo provincial Acuerdo del Superior Tribunal de
Justicia de Entre Rìos –S.T.J.E.R.- Nº 36/13 del mes de
noviembre de 2013, la Resoluciòn 704/15 del Consejo de la
Magistratura de Entre Rìos –en adelante, C.M.E.R. ò “El
Consejo”-; la Resoluciòn de Presidencia del C.M.E.R. Nº
220/17 y la Resoluciòn C.M.E.R. 855/17.
Estos actos administrativos emanados del Estado
Provincial (los procesos administrativos en los que fueron
dictados y su contextualización histórica, conforme
fundamento y pruebo màs adelante) revelan un constante
actuar discriminatorio, persecutorio y proscriptivo hacia
mi persona por mi condición de mujer, por mi ideología y
mis ideas políticas (no pertenezco y jamàs fuì afiliada al
Partido Justicialista, oficialismo provincial desde el año
2003).
En este sentido ha dicho la Corte Federal: “La
garantía de igualdad (art. 16 de la C.N.) radica en
consagrar un trato legal igualitario a quienes se hallan en
una razonable igualdad de circunstancias, por lo que ello
no impide que el legislador contemple en forma distinta
situaciones que considera diferentes, en tanto dichas
distinciones no se formulen con criterios
arbitrarios, de indebido favor o disfavor, privilegio o
inferioridad personal, de clase o de ilegítima
persecución.” (Del dictamen de la Procuración General, al
que remitió la CSJN in re: ALVAREZ MOSER JUAN JORGE c/
BIANCHINI ROBERTO ANGEL s/EJECUCION HIPOTECARIA”
04/09/2007”
FUNDAMENTOS
Antecedentes. Ley provincial Nº 9.996 de Creaciòn del
Consejo de la Magistratura de la Provincia de Entre Rìos.
La referida Ley provincial crea el Consejo de la
Magistratura de Entre Rìos, y lo inscribe en el status
jurídico de “órgano estatal asesor” del Gobernador en
materia de selección de Magistrados Judiciales para la
Justicia ordinaria provincial. Por lo tanto, es un órgano
de la administración pública provincial y su actuar es
atribuible a la Provincia de Entre Rìos, aquí demandada.
Las ternas de postulantes elevadas por el Consejo son
vinculantes para el Gobernador, pues sòlo de ellas puede
elegir los abogados que ocupen el cargo público provincial
de Magistrados y Funcionarios Judiciales. El órgano tiene
rango constitucional desde el año 2008, conforme art. 180
de la Constituciòn Provincial.
Se integra por varios miembros llamados “Consejeros” cuyos
mandatos no emergen de la soberanìa popular sino de la
elección de cada estamento al que representan. Actualmente
hay dos por el estamento “Abogados”, dos por el estamento
“Sociedad Civil”, dos por el estamento “Magistrados”, uno
por el estamento “trabajadores judiciales”, y tres por el
estamento “Acadèmicos” (U.N.E.R., U.N.L. y U.C.A.). Sus
periodos duran dos años renovables por una vez. Ningùn
Consejero puede volver a integrar el órgano estatal una vez
cumplido su mandato.
El Consejo tiene la facultad de asignar puntaje a los
postulantes, en diferentes etapas de cada proceso de
selección de Magistrados y Funcionarios, conforme lo
dispone la propia ley. Cada proceso de selección se
denomina “Concurso” y se identifica con un número. Las
etapas de cada concurso son tres: antecedentes (con un
máximo de 30 puntos, de los cuales, hasta 18 son por
antigüedad en la matrìcula profesional, hasta 8 son por
antecedentes académicos, y hasta 4 por años de Especialidad
en cada rama del Derecho que se concurse) oposición
(exámenes que al tiempo de mis concursos eran escritos y
orales; en la actualidad, por una reforma a la Ley los
exámenes son sòlo escritos, en todos los casos, con un
máximo de 50 puntos) y entrevista en la que se examina a la
persona del postulante, de acuerdo a las pautas del art. 24
de la Ley provincial 9.996, con un máximo de 20 puntos.
El texto del art. 24 de la Ley provincial Nº 9.996 es el
siguiente: “ARTÍCULO 24º.- Entrevista personal. Luego de fijado el puntaje
por los antecedentes y por la oposición, el Consejo convocará para la
realización de la entrevista personal a los seis concursantes que hubiesen
obtenido mayor puntaje en antecedentes y oposición. La entrevista será
pública, excepto para el resto de los concursantes, y tendrá por objeto
valorar la motivación para el cargo, la forma en que se desarrollará
eventualmente la función, sus puntos de vista sobre temas básicos de la
interpretación de la Constitución nacional y provincial en materia de acciones
y procedimientos constitucionales, y control de legalidad supranacional y de
derechos humanos. Serán valorados asimismo sus planes de trabajo, los medios
que propone para que su función sea eficiente y para llevar a la práctica los
cambios que sugiere, sus valores éticos, su vocación democrática y por los
derechos humanos. Queda prohibido el interrogatorio sobre la eventual adhesión
del postulante a un partido político; pedir opiniones acerca de jueces u
obligarlo a prejuzgar. En caso de no haber unanimidad respecto al puntaje que
mereciesen todos los aspirantes o alguno de ellos, la calificación se
efectuará promediando las puntuaciones que cada miembro del Consejo hubiese
realizado respecto de cada uno de los concursantes. La decisión del Consejo en
este punto no será susceptible de impugnación.”
LA DISCRIMINACIÒN.
Para que un acto o práctica sea discriminatoria
conforme la Ley 23.592 deben concursar los siguientes
elementos: arbitrariedad manifiesta o implícita en el acto,
vulneración al principio de igualdad jurídica y real, un
prejuicio que resulte elemento disparador del acto
reprochable, que se derive de la propia personalidad o
cualidad inherente al sujeto discriminado. En el caso,
concurren los tres elementos, por cuanto en forma reiterada
y persistente fuì excluìda de ternas que tenía legìtimo
derecho a integrar por los puntajes que habìa obtenido en
cada concurso; las razones esgrimidas vulneran la igualdad
de trato en todos los casos, y el disparador en el caso son
dos: mi condición de mujer (en todos los casos, fui
desplazada por varones) y mis ideas políticas (en todos los
casos, esos varones eran justicialistas o cuanto menos, con
vínculos con el justicialismo entrerriano, ideología a la
que no pertenezco). Eso es discriminar: es NEGAR
oportunidades con bases subjetivas y prejuiciosas. Incluso
si no me discriminaron por mujer o por no peronista, me
discriminaron por una situación objetiva personal mìa que
no puedo modificar (haber transitado un proceso penal) lo
que también es un supuesto discriminatorio porque es un
hecho que ni siquiera me es atribuible (yo no hice mi
propio proceso penal ni delinquì) que el demandado erigiò
en “cualidad” disvaliosa y sobre el que inapropiadamente
aplica “meritocracia moral”.
Mi causa penal
Fuì penalmente investigada en el año 2008 por
una estafa procesal que jamàs existió. Asì lo dijo la
Justicia penal entrerriana al dictar mi plena absoluciòn de
culpa y cargo en el año 2012, en “SPREAFICO SONIA y ALBERTI
MARIA INES s/ESTAFA PROCESAL en grado de tentativa”. Ni
siquiera campeò en mi favor el beneficio de la duda: el
delito que me imputaron jamàs existió en su materialidad ni
siquiera en modo conjetural.
Dice mi Sentencia absolutoria: “...Descartada
la tentativa de estafa, queda aún por verificar si el
comportamiento encuentra cabida en las previsiones del art.
44 última parte del Código Penal. En virtud de estos
conceptos teóricos expuestos y dados los principios
informantes del derecho penal, no puede ampliarse la
interpretación del tipo de estafa ni siquiera al grado del
denominado delito imposible... Por ello... el
comportamiento imputado a Sonia Spreafico es atípico y
consecuentemente corresponde la absolución de culpa y
cargo...” (el subrayado no està en el original. Sentencia
de la causa penal citada). La presunta estafa procesal
habìa consistido en patrocinar a una mujer empleada pública
provincial (Marìa Inès Alberti) en un recurso de Amparo en
el que solicitò el pago de su salario con base en la
garantìa de estabilidad del empleo pùblico del art. 14 bis
de la C.N.; habiendo vencido su contrato –ilegìtimo, a mi
juicio- de empleo público. Terminamos ambas acusadas de
estafa.
Con esa Sentencia penal absolutoria firme
arribè a mi primer Concurso (el 126) y esa causa penal fue
el motivo de orden “moral” por el que primeramente, el
S.T.J.E.R. en Acuerdo 36/13 designe como suplente a un
concursante con menor puntuación que la mìa; y luego sea el
C.M.E.R. el que me puntùe tan bajo que me deje fuera de sus
ternas. Mi inclusión en las ternas o mi designación como
suplente hubiera sido “inmoral”.
El proceso discriminatorio.
Se inicia con el Acuerdo S.T.J.E.R. 36/13 por el
que se designa suplente a un varòn peronista con puntaje
menor al mìo, sin que exista para ello otra razón que la
discriminaciòn. Continùa con la baja nota asignada en la
entrevista final del Concurso 126 que tiene como resultado
excluirme de las ternas para ese concurso.
Luego continùa con el dictado de la resolución
C.M.E.R. 704/15 que me proscribe calificándome de
èticamente inidónea por una circunstancia objetiva
inmodificable sucedida años atràs y que no tiene nada de
inmoral, situación a la que se encargan de tergiversar con
finalidad estigmatizante.
Ha dicho la Corte Federal:
“ ...el trato desigual será declarado ilegítimo siempre y
cuando quien defiende su validez no consiga demostrar que
responde a fines sustanciales -antes que meramente
convenientes- y que se trata del medio menos restrictivo y
no sólo uno de los medios posibles para alcanzar dicha
finalidad.” (CSJN in re: “PARTIDO NUEVO TRIUNFO
s/S/RECONOCIMIENTO- DISTRITO CAPITAL FEDERAL” 17/03/2009,
Fallos: 332:433)
CONSIDERACIONES JURÌDICAS.
LA REPARACIÒN PRETENDIDA
PRUEBA
Informativa – Instrumental.
Pericia contable.
A los fines de cuantificar la indemnización por
“perdida de chance”, peticiono se designe perito
contador para que establezca el monto correspondiente
utilizando la formula financiera de capital actual, y
los datos informados en orden a las pautas salariales
de los Magistrados de la provincia, que fueran
requeridos en el punto 10º de la prueba Informativa.
A tal fin el perito contador establecerà:
a) En què consiste y què permite establecer dicha
fòrmula financiera
b) Còmo se establece cada variable en este caso, y por
què razòn
c) Què resultado numérico o cifra arroja en este caso.
d) Si existe otra fòrmula financiera para cuantificar
el rubro “pèrdida de chance”, en su caso pido se
calcule para esta demanda.