Servicios de Salud Y Aps: Aps I - Año 2020

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APS I – AÑO 2020

SERVICIOS DE SALUD Y APS


Un sistema sanitario basado en la atención primaria de salud orienta sus estructuras y funciones hacia los
valores de la equidad y la solidaridad social, y el derecho de todo ser humano a gozar del grado máximo de
salud que se pueda lograr sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.

Los principios que se requieren para mantener un sistema de esta naturaleza son la capacidad para responder
equitativa y eficientemente a las necesidades sanitarias de los ciudadanos, incluida la capacidad de vigilar el
avance para el mejoramiento y la renovación continuos; la responsabilidad y obligación de los gobiernos de
rendir cuentas; la sostenibilidad; la participación; la orientación hacia las normas más elevadas de calidad y
seguridad; y la puesta en práctica de intervenciones intersectoriales.

La salud individual y colectiva depende de múltiples factores, íntimamente relacionados entre sí por una
compleja trama de factores comprenden desde la herencia biológica, el nivel educativo, el escenario social y
cultural hasta los servicios de salud. Hoy, como cada día, las vidas de una cantidad importante de personas
están en manos de los sistemas de salud. Desde el nacimiento de un niño sano en un parto sin riesgo hasta la
asistencia digna a las personas de edad dependientes, los sistemas de salud tienen una responsabilidad
fundamental y permanente para con las personas a lo largo de toda su vida, y son cruciales para asegurar el
desarrollo saludable de los individuos, las familias y las sociedades en todo el mundo. Por lo tanto, conocer la
organización del sistema de salud de Argentina y sus objetivos no resulta superfluo. Su razón de ser es:
mantener la rectoría (supervisión, regulación, información y medidas legales) de las políticas en salud, elevar
la calidad de su desempeño, promoviendo la equidad, y garantizando su derecho, dando respuesta a las
legítimas expectativas y demandas de la población mediante adecuadas prestaciones de servicios. La
responsabilidad última del desempeño global del sistema de salud de un país incumbe al gobierno, que a su
vez debe implicar a todos los sectores de la sociedad en su función de rectoría.
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Sus componentes “… abarcan a todas las organizaciones, instituciones y recursos dedicados a producir
actividades de salud ... Actividad de salud: todo acto, en el ámbito de la salud personal, de los servicios de
salud pública o de iniciativas intersectoriales, cuyo principal objetivo sea mejorar la salud. “ (OMS, Informe
sobre la Salud en el Mundo 2000).

"Respuesta social organizada para los problemas de salud de una determinada población” (Frenk, J., 1997).

Los servicios de salud son aquellas prestaciones que brindan asistencia sanitaria. Puede decirse que
la articulación de estos servicios constituye un sistema de atención orientado al mantenimiento, la
restauración y la promoción de la salud de las personas

COMPONENTES DEL SISTEMA DE SALUD


APS I – AÑO 2020
Sistema Salud en la Argentina
Descripción desde el punto de vista ciudadano

Si uno preguntara hoy, en Argentina, a diferentes ciudadanos que entienden o cómo describen el sistema de
salud en la Argentina, las respuestas serían disímiles según el nivel de ingreso de la persona consultada y
probablemente en una metafórica pirámide responderían:

 Los sectores muy carenciados, indigentes, poblaciones rurales, migrantes indocumentados en donde se
ubica un 10 % de la población quizás ni puedan describirse como excluidos casi absolutos a los servicios
de salud ya que han desistido antes de intentar sortear una serie de barreras administrativas,
económicas, culturales y geográficas lo que reduce la atención casi exclusivamente a las emergencias
muy serias.
 Los sectores carenciados o pobres en donde ubicamos a un 35 % de la población nos hablarían sobre el
hospital y en muchos casos sobre la “salita” del barrio y probablemente describan las dificultades para
llegar al lugar de atención, las demoras una vez ingresados a los establecimientos y los problemas para
acceder a los medicamentos o los estudios complementarios.
 Los sectores sociales de clase media, de ingresos medios con cobertura de Obra Social (alrededor de un
50 %), nos hablarían de un uso de emergencia o como reaseguro del hospital público como garantía de
respuesta y en los casos programados del uso de las obras sociales instituciones de la seguridad social.
Dirían que para atenderse tuvieron que hacer muchos trámites administrativos, que no están en los
listados los profesionales y las instituciones que le gustaría concurrir, que para los medicamentos y los
estudios tienen que pagar un bono o un porcentaje y que cuando las cosas se complican siempre
buscamos algún contacto en el mejor hospital público de la ciudad, porque “los mejores doctores”
están en el hospital.
 Los sectores de mayores ingresos combinarían sus experiencias entre las obras sociales y las empresas
de medicina prepaga y relatarían que pagando un adicional no hacen trámites administrativos, tienen
los mejores establecimientos privados, los mejores profesionales, el equipamiento de última
generación, y que siempre salen de la consulta con algún medicamento o estudio de alta complejidad
que no tienen problema en pagar un porcentaje dado que es por la salud, y además “cuando me
interno tengo habitación individual con baño privado”.

Descripción Técnica del Sistema de Salud en Argentina

La organización sanitaria de Argentina se caracteriza por ser un sistema salud mixto es decir que está
conformado por un conjunto de recursos humanos, físicos y financieros de pertenencia estatal, del seguro
social o privado.

De esta forma si se plantea la propiedad de los servicios de salud se conforman dos subsectores fuertes
público y privado y si analizamos las fuentes de financiamiento se conforman tres subsistemas fuente:

 Público (rentas generales).


 Seguridad social (obras sociales).
 Privado por pago directo o por seguros privados (medicina prepaga).

A esto debe agregarse que Argentina es un país con una alta proporción de gasto de bolsillo que alcanza a un
45 % del gasto total en salud del país.

Cuando se habla de tres subsectores financiando y dos sectores prestando servicios de salud se sobre
simplifica la realidad ya que el sector público se fragmenta en 24 provincias y más de 100 municipios que
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ofrecen servicios de salud de muy diferente calidad y cobertura. La seguridad social se fragmenta en 350
instituciones (Obras Sociales) organizadas por rama de actividad y/o territorio; y el sector privado se
encuentra igualmente fragmentado en innumerables instituciones tanto prestadoras y como financiadoras.

Estos recursos dispersos en las 24 provincias, con participación de los municipios y una multiplicidad de
prestadores y financiadores delinean otras de las características relevantes del sector que es su atomización y
segmentación.

Las dificultades de coordinación y agregación de sus componentes por parte del Ministerio de Salud de la
Nación (actualmente devenido en Secretaria de Gobierno de Salud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social)
profundizan la complejidad del modelo de organización.

En la Argentina persiste en la larga tradición del Hospital Público el concepto del


acceso a la salud como universal y gratuito.

Desde el punto de vista estrictamente jurídico y constitucional, debe establecerse que la Constitución de 1994
reformada en plena década neoliberal no abordó el debate sobre el derecho a la salud, aunque llegó a definir
el derecho a la atención desde el punto de vista del ‘consumidor’ (artículo 42) de bienes y servicios. La reforma
de ese año dejó inmodificadas las declamaciones sobre derechos que no garantiza, como al acceso a una
vivienda digna, protección integral de la familia, al trabajo, remuneraciones dignas, jornada limitada y
vacaciones pagas, salario mínimo vital y móvil, e incluso participación en las ganancias de las empresas, con
control de la producción y colaboración en la dirección de las mismas por parte de los trabajadores. Ninguno
de estos derechos está garantizado, se continúa pactando a la baja en términos de derechos ciudadanos y
puede decirse que con leves oscilaciones, su garantía tiende a decaer.

Las provincias de la República Argentina gozan de autonomía en materia de salud sin un marco común que
defina las responsabilidades y funciones del gobierno nacional, ni la de las jurisdicciones provincial y municipal
que son sin embargo las principales propietarias de servicios públicos de salud en el país.

Subsistema Público:

 Nivel Nacional :El gobierno federal o nacional cuenta con una Secretaria de Salud de la Nación (Desde
el 5 de septiembre de 2018 dejó de ser Ministerio para ser una Secretaría del Ministerio de Salud y
Desarrollo Social) que se atribuye la función de rectoría no siempre respetada por las provincias, por
carecer como hemos visto de marcos legales adecuados y de mecanismos efectivos de financiamiento,
de regulación y de control, por lo que se ve obligada a una permanente construcción de consensos, así
y todo, constituye la máxima autoridad sanitaria nacional, siendo sus funciones específicas entender:
1. En la planificación global del sector salud y en la coordinación con las autoridades sanitarias de
las jurisdicciones provinciales y del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires, con el
fin de implementar un Sistema Federal de Salud, consensuado, que cuente con la suficiente
viabilidad social;
2. En la elaboración de las normas destinadas a regular los alcances e incumbencias para el
ejercicio de la medicina, la odontología y profesiones afines y en el dictado de normas y
procedimientos de garantía de calidad de la atención médica;
3. En la coordinación, articulación y complementación de sistemas de servicios de salud estatales
del ámbito nacional, provincial y municipal, de la seguridad social, y del sector privado, en la
fiscalización de los regímenes de mutuales y de obras sociales y en las relaciones y normativa
de la medicina prepaga;
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4. Intervenir en la fiscalización de todo lo atinente a la elaboración, distribución y
comercialización de los productos medicinales y del material e instrumental de aplicación
médica, así como en la corrección y eliminación de las distorsiones que se operen en su
mercado interno.
 Nivel jurisdiccional (provincial y municipal) Las provincias argentinas tienen sus propias
constituciones que han sido reformadas en distintos momentos reflejando el espíritu y las expectativas
políticas y sociales de cada época. En consecuencia puede observarse un mosaico de marcos
legislativos que va desde las más garantistas hasta las que apenas mencionan a salud en su articulado.
Las autoridades sanitarias provinciales poseen competencias relativas a la fiscalización del
funcionamiento de los servicios y administración de las instituciones y establecimientos públicos,
formación y capacitación de los recursos humanos en el sector, coordinación intersectorial, regulación
de actividades vinculadas con la investigación, entre otras funciones, todas dentro de sus respectivas
jurisdicciones.
Las provincias más grandes y pobladas del país tienen a su vez muchos municipios brindando servicios
directos de asistencia a la población.
El país en general y su subsistema público de salud en particular dispone de una capacidad instalada
amplia, al menos en términos comparativos a otros países de la región.

En toda la República Argentina hay 1.319 hospitales públicos, de los cuales solo cuatro permanecen
en la esfera nacional, un millar pertenecen al ámbito provincial y el resto al municipal. Los mismos
totalizan alrededor de 76.000 camas disponibles. Además, la red pública cuenta con 6.290
establecimientos sin internación denominados genéricamente Centros de Atención Primaria de la
Salud (CAPS).

El 59,7% de los adultos del país que se atiende en el sistema público de salud es considerado población
objetivo tradicional de este sistema. Sin embargo, 33,3% de las personas que consulta como primera
fuente al sector público aporta también a algún mecanismo de aseguramiento social. Este valor
alcanza a 5,2% en la población que aporta al sistema privado (prepagas), y a 1,5% entre aquellos que
tienen doble cobertura.
La Atención Primaria de la Salud, se entiende como una estrategia que concibe
integralmente los problemas de salud-enfermedad en la atención de las personas del
conjunto social considerando, al mismo tiempo, la asistencia, la prevención de
enfermedades, la promoción de la salud y la rehabilitación.

La política de APS busca que sean los gobiernos locales (primero las provincias y luego también los
municipios) quienes concentren sus esfuerzos en desplegar una estrategia con acciones de promoción
y prevención, desarrollando políticas saludables, informando y modelando conductas.

En la organización del sistema aparece muy confusa la mirada de la estrategia de APS con el primer
nivel de atención (CAPS: centros atención primaria de la salud). En este sentido, vale la pena aclarar
que, el subsector público del sistema sanitario dispone de efectores de salud que conforman el primer
nivel de atención erróneamente denominara dos Centros de APS (CAPS) en todo el territorio, llegando
a 6.290 CAPS, con una relación promedio de 17,31 centros por 100.000 habitantes.
La provincia de San Luis posee 65 CAPS, distribuidos
en 5 Zonas Sanitarias, con una relación promedio de
13,64 Centros por 100.000 habitantes.
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Solo en las provincias más grandes del país (Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe) los municipios
cuentan con servicios propios.

Subsector de la Seguridad Social

Las obras sociales nacionales:


Las obras sociales nacionales se consolidaron en 1970 a través de una ley que hizo obligatoria la afiliación (y
las contribuciones) para todos los empleados del sector privado y del gobierno nacional que estén cubiertos
por un convenio colectivo de trabajo. Las Obras sociales se encuentran organizadas por ocupación o rama de
actividad (trabajadores estatales, de la construcción, del comercio, metalúrgicos, etc.) o por lugar de trabajo y
deben proveer servicios de salud a sus afiliados y a su familia directa.

En la actualidad hay alrededor de 300 instituciones y 15 millones de beneficiarios. Sin embargo, las 17 obras
sociales más populosas, con más de 100000 beneficiarios cada una, representan más del 50 por ciento del
total de beneficiarios. Se financian mayoritariamente por medio de aportes personales de los empleados y
contribuciones patronales de los empleadores. Para tratar de subsanar el problema de la desigualdad entre las
distintas obras sociales, se utiliza el Fondo Solidario de Redistribución que es financiado por el 10 por ciento
de las contribuciones a las obras sociales.

Las obras sociales proveen directamente algunos servicios de salud por medio de sus propias instalaciones,
pero contratan la mayoría de los servicios a proveedores privados.

Las obras sociales provinciales:


Las Obras Sociales Provinciales (OSP) agrupan a todos los empleados estatales de cada provincia y a los
jubilados de cajas provinciales. Estas entidades presentan un panorama sumamente heterogéneo en cuanto al
estado económico financiero de cada una de ellas, las prestaciones que brindan, la población que cubren y el
marco jurídico en el cual están encuadradas, ya que cada una de ellas actúa independientemente y son reflejo
del distinto desarrollo de las jurisdicciones en las que actúan. No se rigen por las leyes nacionales y cada
provincia tiene su propia ley de creación y configuración. No existen organismos de control prestacional; en
cambio, cada OSP está bajo la jurisdicción del Ministerio de Salud de cada provincia, pero actuando en forma
autónoma. En la mayoría de los casos las Obras Sociales Provinciales son entidades autárquicas, pero pueden
conformar una sola entidad con funciones de previsión social. Las Obras Sociales Provinciales cubren al 15.5
por ciento de la población de las 24 jurisdicciones argentinas. La fuente principal de ingresos de las OSP está
constituida por los aportes de sus afiliados y de las contribuciones del empleador. Las OSP pueden brindar sus
servicios tanto directamente como a través de la contratación de terceros.

El subsector privado

Está conformado por un conjunto de empresas, instituciones y consultorios privados. Actualmente desarrolla
funciones de prestador y funciones financiadoras. Las funciones de prestación se desarrollan a través de un
amplio conjunto de prestadores.

El subsector privado evidenció un rápido crecimiento, conformándose como prestador prioritario de las Obras
Sociales, siendo su participación de, aproximadamente, el 50% total de establecimientos y camas asistenciales
del país.

La función de financiamiento es más reciente y se organiza a partir de empresas de medicina prepaga,


representan personas físicas o jurídicas, cualquiera sea el tipo, forma y denominación que adopten cuyo
objeto consista en brindar prestaciones de prevención, protección, tratamiento y rehabilitación de la salud
humana , odontológicas y/o farmacéuticas a los usuarios, a través de una modalidad de asociación voluntaria
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mediante sistemas pagos de adhesión, ya sea en efectores propios o a través de terceros vinculados y/o
contratados al efecto, sea por contratación individual o corporativa.

La medicina prepaga ocupa una porción importante del mercado de la medicina privada, reconociéndose
alrededor del 8 % de la población con estas coberturas. Actualmente esta actividad está regulada por la ley
26682.

Se financian a partir del aporte voluntario de sus usuarios, por lo general de medianos y altos ingresos y
muchas veces también cuentan con cobertura de seguridad social ("doble afiliación").

En la Argentina, operan alrededor de 200 empresas de medicina prepaga (entre las cuales el 58% tiene base
en la Capital Federal, 19% en el resto del Gran Buenos Aires y 23% en el interior). Del total de asociados, en el
65% de los casos se trata de adherentes individuales y el resto (35%) está conformado por afiliaciones
corporativas.

Las diez empresas líderes del mercado argentino concentran, aproximadamente, el 46,3% de la facturación y
el 41% de la demanda.

Un fenómeno que también se observa es la creciente tendencia, entre las Prepagas, a establecer contratos
prestacionales con las Obras Sociales.

Para las instituciones privadas con fines de lucro es importante contar con una cartera creciente de asociados
y para ello compiten diferenciando su producto. Es decir que la competencia por captar un mayor número de
asociados impacta en una permanente expansión de la cobertura.

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