Ernesto Flomenbaum - 13. La Mujer en El Cine

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Hablando de Cine

publicacin N 13

LA MUJER EN EL CINE - la teora feminista


una teora separar L a elaboracin dees elpuestofeminista dellacine no se puededel papel de unlamovimiento ms amplio que Feminismo. Este movimiento haba de relieve marginalidad de mujer y el silenciamiento acerca de su situacin e intereses especficos dentro de la sociedad patriarcal, la existencia de una creatividad reprimida, y como consecuencia el planteo de una lucha abierta contra las estructuras socioeconmicas dominadas por el hombre. Dentro de este movimiento amplio se inicia, hacia los aos 70, un inters creciente por el medio cinematogrfico en cuanto generador de una imagen de la mujer (originada hasta entonces por el hombre), por las posibilidades de mostrar y divulgar la propia mirada a travs de materiales documentales, testimoniales, referencias biogrficas y filmes de ficcin, y en la posibilidad de analizar a travs de la imagen de la mujer establecida por el varn el lugar, los cdigos y los estereotipos que les fueran asignados a lo largo de la historia. Para los intereses del feminismo el cine representa un objeto de estudio casi perfecto pues ofrece un modelo de colocacin del sujeto en la ideologa; evidencia el mecanismo inconsciente de la diferencia sexual en nuestra cultura; y permite examinar la recepcin social de los mensajes en toda su amplitud. Analizando todas las variedades del realismo cinematogrfico, se define una caracterstica bsica de este, determinada por la tendencia a la transparencia de la representacin: lo que se proyecta sobre la pantalla le parece al espectador que est construido de la misma manera que su referente, el mundo real. La pelcula es como el mundo real. Parece que duplica la experiencia cotidiana del mundo que tienen los espectadores. Sin embargo, esta apariencia de realidad est producida mediante convenciones cinematogrficas. Toda pelcula est codificada. Lo que sucede es que ciertas pelculas lo estn de manera tal que parece que no lo estuvieran (cine clsico de Hollywood). Su verosimilitud reside en su carcter aparentemente no codificado. Al mismo tiempo imponen el punto de vista de que el mundo est ya construido monolticamente fuera de la pantalla. El espectador que contempla este tipo de pelculas rara vez se da cuenta de que est elaborando significados: la nica tarea a cumplir sera la de sentarse y captar los significados que ya parecen estar en la pelcula. Se determina as un consumo pasivo. En cuanto al otro tipo de realismo, el realismo socialista, este describe personajes con sus propios rasgos de personalidad, en su completa individualidad. Pero al mismo tiempo tienen la funcin de encarnar caractersticas sociales e histricas. Por este motivo son tipos sociales tanto como individuos. En esto se diferencia del realismo de Hollywood, donde la identificacin de los espectadores se produce slo en el nivel de los rasgos individuales de la personalidad. Otra caracterstica del realismo socialista es la de la evolucin del o los protagonistas que llega a ser heroica. El progreso de la narracin supone la evolucin personal o poltica y el aumento de la visin y del poder del hroe positivo, quien logra vencer dificultades y obstculos. A este proceso se superpone la intervencin de la Historia, que constituye tambin un punto de identificacin para el espectador. En la primera mitad de los aos 70, una de las principales crticas que se efecta a este cine, es con respecto a los estereotipos en los que se resuelven los personajes femeninos. Estos se descubren en los filmes norteamericanos, europeos, comerciales o de autor. Aparte del hecho de que un estereotipo no es slo una imagen banalizada, sino tambin u n instrumento para representar una realidad en sus rasgos tpicos, de forma que resulte reconocible a primera vista, la pregunta que surge es: por qu en el cine clsico las figuras femeninas son ms monocordes que las masculinas? La respuesta es que mientras los personajes masculinos estn desarrollados en sus caractersticas individuales y asumen un carcter narrativo, los femeninos pertenecen al universo del mito asumiendo condiciones fijas y eternas y proporcionan un modelo de explicacin nico a hechos diferentes. La ideologa machista no se manifiesta, entonces, en lo limitado de la presencia femenina, sino en situar a la mujer en un universo sin tiempo, poblado de entidades absolutas y abstractas (universo mtico). As queda la mujer fuera de la historia, y de este modo es a la vez marginada y glorificada. En ocasiones lo que parece innovador es regresivo, como en el caso de Mae West, donde en lugar del retrato de una mujer liberada, la misma contribuye a crear la imagen de la mujer - fetiche. Mientras en Howard Hawks se da la oposicin hombre - no hombre y la mujer para cumplir un papel positivo se ve obligada a vestirse de varn; en John Ford se da el contraste deseo de vagabundeo - deseo de estabilidad. Se plantea entonces un cine que refleje lo que las mujeres son y han sabido llegar a ser dentro de la sociedad. En este sentido, el abordaje de los temas propios del mundo de la mujer puede adoptar estas formas sealadas del realismo cinema-togrfico: una feminista puede incluso sentir placer al identificarse con un personaje femenino fuerte e independiente, que es capaz de controlar el progreso de la narracin y los acontecimientos de la ficcin para llegar a una solucin en la que se erija como vencedora, en algn sentido, y cuya condicin de mujer ha sido el elemento fundamental de su victoria. En consecuencia estos tipos de filmes sirven a modo de autoafirmacin. Como se ver ms adelante, se desprende de este tipo de cine, que no puede abordar los problemas que plantea el feminismo a la representacin cinematogrfica.

Molly Haskell y Marjorie Rosen (1973/75) han investigado acerca de los cambios en el
tratamiento dado a la mujer en el cine de Hollywood de los aos 60 concluyendo que: el cine se volvi cada vez ms violento y con un mensaje claro de que el mundo es de los
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cine se volvi cada vez ms violento y con un mensaje claro de que el mundo es de los hombres, como respuesta a la amenaza constituida por las luchas feministas por los derechos de la mujer. La mujer fue confiada en los filmes al papel de vctima, al confinamiento en el hogar y la familia, o en instituciones mentales, hasta apelar a la contencin mediante distintas formas de violencia fsica, incluido el asesinato. Las pelculas que se realizaron a partir de mediados de los 70 (Alicia ya no vive aqu d e Scorsese, 1975; Starting over de Pakula, 1979; Una mujer descasada de Mazursky, 1977) induce a considerar un cambio en la direccin opuesta, es decir, denotaran la influencia del movimiento feminista. Sin embargo, la continuidad en la realizacin de filmes que muestran la violencia hacia la mujer y su ubicacin en un papel subalterno con respecto al hombre, reflejara en realidad un inters de mercado: el cine con un mayor protagonismo de mujeres est dirigido al segmento de sub-audiencia de mujeres, incluyendo a las que poseen cierto grado de concientizacin feminista. Algunas directoras (Doroty Arzner, Ida Lupino) han comprendido que la mejor manera de atacar el cine patriarcal es poniendo en evidencia su naturaleza lingstica, ya que siendo el cine una configuracin de tipo simblico resultara intil apelar a la realidad tal como es, puesto que el cine es una representacin. Las crticas a la ilusin realista pueden ser el fundamento de una poltica de desafo a la misma por medio de estrategias no realistas o antirrealistas. En este sentido tambin hay un contracine feminista que desafa al cine clsico. En el cine clsico, el espectador llevado a identificarse con los personajes y con el proceso de la narracin, queda satisfecho, completo, cerrado al cerrarse los conflictos planteados en el desenlace final. Por otra parte el cine clsico difunde un discurso ideolgico propio de una sociedad patriarcal y capitalista, donde la mujer se define como signo (Lvi-Strauss) en las relaciones de transaccin entre los hombres. El eje de la investigacin de Claire Johnston y Pam Cook (1973) es el de reconocer y analizar primero el funcionamiento de los signos en el discurso del sistema patriarcal, para elaborar luego una subversin de este discurso mediante estrategias antirrealistas, valorando y sosteniendo as el contracine feminista. Una lectura feminista del cine tender a poner el acento sobre lo que se considera obvio y natural con el fin de mostrar sus contradicciones y su finalidad. necesidad de orden y la invitacin a la renuncia del cine patriarcal, la desestabilizacin de este orden a travs de las manifestaciones del deseo y de la transgresin. Otra corriente de anlisis le suma a la cuestin del modo en que la mujer aparece representada en la pantalla, la del papel que se le impone como espectadora. Con el auxilio del psicoanlisis se interroga acerca del placer que ofrece el cine. Este parece ser sobre todo de dos clases: l a escopofilia, ligada a la presencia de un objeto como fuente de excitacin (el espectador quiere algo que est en la pantalla y permanece all); y el narcisismo, ligado a la presencia de un objeto como forma de identificacin (el espectador se proyecta a s mismo en la pantalla). Ambos placeres nacen de la visin. En el cine clsico el hombre observa; la mujer es observada, se muestra a los ojos de los dems. El hombre acta, controla los sentimientos, hace que las cosas ocurran; la mujer es un elemento pasivo, decorativo. Esta doble situacin hace que el espectador elija siempre al hroe como objeto de identificacin y a la herona como objeto de goce. Esto significa que el espectador pasa obligadamente por el personaje masculino para tomar posesin de lo que desea, del personaje femenino. De lo que se deduce que el cine es un espectculo hecho para hombres. La espectadora tiene que ser espectador si quiere acceder al goce de lo que muestra la pantalla. A su vez la mujer, que aparece en la pantalla, es una presencia amenazante para el hombre (asociada al miedo a la castracin por la carencia de pene). La respuesta puede darse enfrentando a la mujer para luego restarle valor (Hitchcock) o negando ese miedo y transformar a la mujer en objeto de culto y en fetiche (Sternberg). En ambos casos el hombre sigue siendo el dueo de la escena y la mujer cumple un papel pasivo y subordinado. Siguiendo en esta lnea, en el centro de la reflexin de Laura Mulvey est la mirada. Hay que poner en cuestin la propiedad de la mirada del hombre tanto como personaje como en su situacin de espectador; evidenciar el papel de la cmara: para quin acta, contra quin y cmo acta; abrir las opciones de identificacin y romper el mecanismo de fascinacin tanto la voyeurista y la sdica como la que se apoya en el fetichismo.

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Mulvey apunta a sealar una estructura psquica de la subjetividad propia de la mujer. Es


decir, una subjetividad diferenciada de la del hombre. Este estudio abre una va nueva al evidenciar la posibilidad de construir, en el cine, un lenguaje especficamente femenino, donde se pueda establecer la diferenciacin sexual en las relaciones espectador-discurso, al privilegiar una voz femenina y una escritura femenina que cree nuevas formas de placer en el cine. En la segunda mitad de los aos 70 se generaliza el debate a partir de cuatro grandes reas: 1. Se profundizan los instrumentos de anlisis semiticos y las nociones claves del psicoanlisis: la nocin asexuada de sujeto de la enunciacin, en lingstica, se pone en relacin con el gnero; la orien-tacin freudiana, centrada en la vida psquica masculina, se compara con las experiencias de las mujeres. 2. Se valora el cine de las mujeres rescatando a las pocas directoras que trabajaron en el pasado y apoyando a las contemporneas. 3. Se realiza una relectura del cine clsico (patriarcal por excelencia) para dejar al descubierto sus contradicciones internas: la manera en que el sistema de valores dominante revela su naturaleza y sus intenciones; o sufre una perturbacin (especialmente en las jerarquas sexuales), negando sus presupuestos y consecuencias.

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4. Apunta al problema de la identidad femenina, evitando definiciones esencialistas y considerando la identidad una construccin cultural y producto de una serie de discursos que circulan en la sociedad. La misma no reside slo en una diversidad anatmica, sino sobre todo en una diversidad de situacin y de condicin.

Teresa De Lauretis plantea en un doble plano la cuestin de la identidad de gnero. Por


un lado examina los modos en que se constituye la subjetividad en el discurso y a travs de l. Por otro, De Lauretis est convencida que el sujeto se genera al margen de los discursos: una mujer se reconoce ms como mujer en el plano de la experiencia que en el del lenguaje. Es en la esfera de la experiencia donde pueden identificarse los rasgos fundamentales de la subjetividad femenina: cuerpo, afectividad, exclusin, etc. Ella articula la idea de mujer propia de nuestra cultura con la realidad de las mujeres tal como viven en la sociedad y en la historia. Hemos visto hasta aqu la riqueza de la teora feminista, la cual se puso de manifiesto al abordar simultneamente un trabajo poltico, una prctica flmica y una investigacin acadmica. Esta teora sigue vigente como instrumento de anlisis para quien desee examinar la creciente participacin de la mujer en la industria cinematogrfica, sus realizaciones, y el papel que asume en las producciones flmicas actuales.

investigacin y redaccin: Ernesto Flomenbaum


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