Unidad Trabajo 2
Unidad Trabajo 2
Unidad Trabajo 2
Recursos destinados
a la intervención en
unidades de convivencia
Atención a las unidades de convivencia
Atención a las Unidades de Convivencia 1
Ut 2. Recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia
UT 2. Recursos
destinados a la
intervención en UC
A.U.C.
1º Integración
Social
Atención a las Unidades de Convivencia 2
Ut 2. Recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia
a) Programas de familia
b) Ayuda a domicilio
c) Teleasistencia
Tal y como se ha estudiado anteriormente todas las familias sufren crisis a los largo de su vida, pero existe
un tipo de familias que requiere una especial atención: las familias multiproblemáticas. Este tipo de familias
suelen tener una historia de crisis no resueltas, a menudo cronificadas, con pérdidas emocionales o
físicas, enfermedad, en definitiva mucho dolor. Estas situaciones las viven con sentimientos de miedo a las
pérdidas, al abandono y también con sentimientos de ira, frustración y depresión.
Es difícil dar una definición precisa y exhaustiva del concepto de familia multiproblemática. Cancrini (1997)
opina que una familia puede definirse como multiproblemática cuando:
- Presenta de forma simultánea, en dos o más miembros comportamientos anormales, estables y los
suficientemente graves como para solicitar una intervención externa.
- Los adultos de la familia presentan un serio déficit en sus habilidades funcionales y afectivas.
- Presentan una inestabilidad en lo referido a los límites familiares, caracterizado por la presencia de
profesionales y otras figuras que sustituyen parcialmente a los miembros no capaces.
- Estructuración de una relación crónica de dependencia de la familia respecto a los servicios.
De manera general se puede decir que algunas de las características de las familias multiproblemáticas
son:
Teniendo en cuenta eso, podemos considerar que en nuestra sociedad existen grupos de riesgo: familias
con pocos recursos económicos, parejas jóvenes con hijos pequeños, familias sin asentamiento fijo,
familias inmaduras… pero no olvidemos que el factor social o económico no es el único que produce
familias multiproblemáticas. La diferencia es que las familias que pertenecen a un contexto social más
acomodado y tienen un estatus socioeconómico solvente, generalmente: no piden ayuda y si su
disfuncionalidad no es muy evidente, los síntomas se esconden como secretos de familia.
La intervención con familias incluye todas las actuaciones destinadas a resolver las dificultades de la
unidad familiar, tanto en lo que concierne a la falta de recursos sociales, como en las relaciones entre los
miembros de la familia.
¿Sabías que…?
Patria potestad:
Guarda y custodia:
Tutela:
Los Servicios Sociales de Atención Primaria constituyen el primer nivel de atención del Sistema Público de
Servicios Sociales, como respuesta cercana ante cualquier demanda o necesidad. Se caracterizan por
tener un ámbito de actuación circunscrito a un territorio, por la proximidad y fácil acceso a ello de los
ciudadanos y coinciden con la zona donde desarrollan sus actividades los Centros de Servicios Sociales.
El acceso a estos servicios se realiza a través del Trabajador Social, que es el profesional de referencia
cuando la persona usuaria accede al Sistema Público de Servicios Sociales. Social y que es apoyado
por educadores sociales y/o familiares, psicólogos, animadores socioculturales, personal de servicios…
Los servicios y prestaciones que se dan desde los Centros de Servicios Sociales:
2. Servicio de ayuda a domicilio. Dirigido a prestar una serie de servicios que permitan al usuario
permanecer en su domicilio el máximo tiempo posible con una atención preventiva, asistencial y
educativa en la realización de actividades básicas de la vida diaria.
De entre los programas que se desarrollan a partir de los servicios nombrados anteriormente, el programa
de intervención familiar, que estará desarrollado por Educadores familiares, está destinado al apoyo a
familias en las que se dan unas circunstancias personales, relacionales o ambientales, que suponen o
podrían suponer dificultades para el normal desarrollo de los niños que vivan en dicho ámbito familiar, y
ello puede ocasionar que se produzca y se declare una situación de riesgo.
Ello significa que en un gran número de casos de pueda lograr evitar la separación de los menores
de su grupo familiar y entorno social de origen.
- Programas de retorno . En otros, en cambio, por detectar riesgo para el menor si continuara su
convivencia en el ámbito familiar de origen, se perseguirá reducir en lo posible el tiempo de
separación, dotando a la familia de las aptitudes, habilidades y actitudes adecuadas para permitir el
retorno del niño a su grupo familiar en el menor tiempo posible.
Las medidas de prevención y apoyo a la familia están destinadas, por tanto, a prevenir las posibles
situaciones de riesgo y desamparo de la familia. De entre las medidas de apoyo a la familia destacan:
1. Las orientadas a asegurar la correcta atención de las necesidades básicas del menor en el seno de
su núcleo familiar, en condiciones mínimas adecuadas, promoviendo para ello las condiciones que
eviten la separación del menor o faciliten el retorno a su familia, teniendo en cuenta el interés del
menor.
2. Actuaciones de socialización, es decir, aquellas orientadas a mejorar la dinámica familiar y
favorecer el proceso de adaptación social de aquellos menores que presenten problemas de
inadaptación o desajuste social.
3. Cuando las actuaciones deban tener carácter intensivo, compensatorio e integral, deberá ser
coordinadas por la Delegación Provincial. Su orientación será socio-educativa y/o terapéutica, y se
centrará en las áreas familiar, personal y social de menor, con la finalidad de favorecer su
integración.
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Situación de riesgo:
Se entiende por situación de riesgo aquella que se produce cuando el menor, sin estar privado de su
entorno familiar, se encuentre afectado por cualquier circunstancia que pueda perjudicar a su
normal desarrollo personal, familiar o social y de la que se pueda derivar en el futuro una situación
de desamparo. Se consideran factores de riesgo de un menor los siguientes:
- La falta de atención física o psíquica del menor que conlleve un perjuicio leve para su salud
física o emocional.
- La dificultad para dispensar la atención física y psíquica adecuada al menor
- El uso del castigo físico o emocional sobre el menor como patrón educativo.
- Las carencias que no puedan ser compensadas ni resueltas en el ámbito familiar puedan
conllevar la marginación, la inadaptación o el desamparo del menor.
- Las conductas y actitudes de los cuidadores que impiden o dificulten el desarrollo emocional
y cognitivo del menor.
- El conflicto abierto y crónico entre los progenitores, cuando anteponen sus necesidades a las
del menor.
- La falta de escolarización en edad obligatoria, el absentismo o el abandono escolar.
- La incapacidad o imposibilidad de controlar la conducta del menor y que npueda tener como
resultado el daño a sí mismo o a terceras personas.
- Las prácticas discriminatorias y vejatorias hacia el menor que comporten un perjuicio para su
bienestar y su salud mental y física.
Situación de desamparo:
b) Ayuda a domicilio
Tal y como estudiamos en la Unidad de Trabajo 1, e l SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), es un servicio
que presta una serie de atenciones o cuidados de carácter personal, psicosocial, educativo, doméstico y
técnico a las familias y personas con dificultades para procurar su bienestar físico, psíquico y social,
proporcionándoles la oportunidad de poder continuar en su entorno natural.
c) Teleasistencia
Los posibles usuarios del servicio de teleasistencia son, personas en situación de dependencia que
vivan solas permanentemente o durante gran parte del día o bien que, aunque convivan con otras
personas, éstas presenten idénticas características de edad o discapacidad.
Requisitos previos:
- Nivel de comprensión: el manejo del sistema requiere un cierto nivel de comprensión, por lo que, no
serán usuarios del servicio personas con enfermedades mentales graves –incluidas demencias-
- El servicio de teleasistencia sólo cubrirá situaciones de emergencia sobrevenida, por lo que los
usuarios deben tener cubiertas sus necesidades básicas de vivienda, alimentación e higiene personal
y del domicilio.
Criterios de acceso:
- Vivir solo o pasar gran parte del día sin compañía.
- Temor y angustia motivados por el aislamiento geográfico y/o desarraigo social.
- Riesgo por avanzada edad, discapacidad o enfermedad.
- Escasos recursos económicos
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Ut 2. Recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia
Es un servicio prestado por la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales en colaboración con AMIFAM-
CLM (Asociación de Mediación e Intervención Familiar), a través de los siguientes programas:
- Parejas que deseen mejorar sus relaciones y aprender a resolver sus conflictos.
- Familias que presenten conflictos en las relaciones paterno filiales (padres, madres, hijas e hijos)
o entre miembros de la misma o diferente generación: hermanos, abuelos, nietos…
Este servicio tiene como finalidad el apoyo y la intervención psicosocial y educativa de aquellas familias en
cuyo seno se produce violencia, así como la prevención de aquellos núcleos familiares que pueden
encontrarse en situación de riesgo de padecerla.
El programa está destinado al conjunto del núcleo familiar que incluye: padres, hijos, abuelos y en su caso,
otros familiares que convivan.
Se trata de un programa educativo y preventivo que cuenta con tres áreas de atención: prevención,
intervención con las víctimas e intervención con personas que han ejercido la violencia en el ambiente
familiar.
Es un servicio que presta la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales en colaboración con AMIFAM-
CLM.
El Punto de Encuentro Familiar es un espacio neutral donde se facilita el encuentro del menor con el
progenitor no custodio y con otros miembros de la familia biológica, con el fin de cumplir el régimen de
visitas, en aquellos casos en que las relaciones son conflictivas.
Se puede acceder al Punto de Encuentro Familiar, por auto judicial o por derivación de las Delegaciones
Provinciales.
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Se trata de un proyecto de atención a los menores implicados en dinámicas de abuso sexual y sus
familias. El programa va dirigido a la atención integral tanto de los menores que han sido víctima de este
tipo de maltrato, como a los agresores menores de edad y sus familias.
Es un recurso que sirve de apoyo a los profesionales tanto de los Servicios Sociales Básicos como de los
Equipos Interdisciplinares de Menores.
Está integrado por Psicólogos y Trabajadores Sociales y destinado a evaluar e intervenir con familias y
menores en dificultad, riesgo o conflicto social.
La labor del equipo itinerante consiste en la evaluación de la situación socio-familiar de los menores, así
como de un proceso de seguimiento en el que se implica a todos los agentes que rodean la vida de los
menores: centro educativo, centro de ocio, familia directa y extensa, servicios sociales, etc.
Uno de los objetivos prioritarios del DIAM es el poder llegar a las áreas o zonas geográficas que tienen
mayores obstáculos para poder acceder a los recursos especializados existentes. Por ello la capacidad de
poder desplazarse de los profesionales al núcleo de la situación problemática facilita un mayor
conocimiento y cercanía a la hora de llevar a cabo un proceso de valoración, diagnóstico e intervención del
caso.
El acogimiento familiar es una medida que ofrece al menor, mientras está bajo la tutela de la
administración, la posibilidad de vivir durante un tiempo en un ambiente familiar complementario al suyo,
en donde pueda recibir, de manera temporal, el cuidado y la atención que le faciliten un desarrollo
armónico de su personalidad, al tiempo que mantiene la relación y el vínculo con su familia de origen.
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- Cualquier niño y adolescente hasta los 18 años tutelado o en guarda por la Administración, para los
que haya determinado el acogimiento como medida temporal, en situaciones en las que se prevé el
retorno con su familia de origen o en mientras se determina otra medida de protección más
apropiada para su situación.
- Es necesario señalar la importancia de la atención de menores que presentan necesidades
especiales, ya sea por su edad, por ser grupos de hermanos o por sus capacidades diferente.
Ofrecer una alternativa adecuada, temporal y complementaria a los menores que por diversas
circunstancias no pueden ser atendidos por sus familias.
Cubrir la necesidad de los menores con padres y madres que no pueden ejercer la parentalidad por
diversos motivos.
La familia acogedora se compromete a cuidar al menor, educar, apoyarle incondicionalmente,
integrarle en su red social, respetar su identidad personal y familiar, su historia de vida, facilitar la
relación con su familia de origen y colaborar con la administración.
Los acogedores se comprometen a ayudar al menor a elaborar su historia de vida, reparar,
compensar daños y carencias a nivel afectivo.
La familia acogedora abre las puertas de su hogar temporalmente, cubriendo las necesidades del
menor: cuidándole, educándole, proporcionándole apoyo incondicional, seguridad y afecto.
Existen dos tipologías de acogimiento familiar, en función de las circunstancias específicas de cada caso:
El Acogimiento Familiar en familia extensa: cuando existe una relación de parentesco por
consanguinidad o por afinidad hasta el 4º grado entre el menor y los acogedores.
El Acogimiento Familiar en familia ajena: aquel acogimiento en la que no se da dicha relación de
parentesco.
Como se ha comentado desde este recurso se atiende a menores que presentan diferentes características
y necesidades, así como diferentes perspectivas de retorno a su familia de origen. Atendiendo a la
duración, se pueden diferenciar:
1) Acogimiento Simple: tendrán una duración máxima de un año, con posibilidad de establecer
dos prórrogas de hasta 6 meses cada una. en este caso el acogimiento se promueve desde la
premisa del regreso del niño a la familia de origen.
2) Permanente: los acogimientos permanentes se formalizarán cuando sea inviable el retorno e
integración familiar con sus padres biológicos y se dé alguna de las siguientes circunstancias:
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Ut 2. Recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia
Existencia de determinados vínculos del menor con su familia biológica que conviene
preservar y mantener en interés del menor.
Se haya descartado la posibilidad de adopción.
El menor con suficiente criterio y siempre que tenga 12 años cumplidos rechace la
adopción.
Atendiendo al tipo de atención que precise el menor, los acogimientos podrán ser ordinarios y
profesionalizados, y de estos últimos, los acogimientos podrán ser especializados y de urgencia.
a) Ordinarios: el acogimiento tendrá carácter ordinario cuando pueda ser debidamente planificado y el
menor, no precise una atención especializada.
b) Profesionalizados: sólo se darán en acogimientos en familia ajena. Dentro de éstos se distinguen:
- Especializados:
o los acogimientos familiares podrán constituirse con carácter especializado en los casos en
que las circunstancias y necesidades del menor acogido precisen de una atención
especializada, en razón de su edad, la existencia de trastorno o discapacidad y número de
hermanos mayor de dos.
o En función de su duración se podrán formalizar con carácter simple o permanente.
o Estas familias recibirán formación específica orientada a la atención a menores con
necesidades especiales.
- De urgencia:
o Tendrán consideración de urgencia aquellos acogimientos que deban formalizarse sin
planificación temporal previa, con la finalidad de que el menor sea atendido por una persona
o familia hasta que puedan valorarse debidamente las medidas a asumir.
o Las familias acogedoras de urgencia recibirán una formación específica para atender esta
modalidad de acogimientos
¿Sabías que? Sólo pueden ser adoptados los menores no emancipados o los emancipados si, inmediatamente antes
de la emancipación ha existido una situación de acogimiento, iniciada antes de que el adoptado cumpliera 14 años
de edad. Además el menor debe encontrarse en alguna de las siguientes situaciones:
Sólo se promoverá la adopción cuando sea inviable la permanencia o la integración del menor en su familia.
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Ut 2. Recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia
Una vez estudiados los recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia, se van a
analizar los recursos para colectivos específicos fuera de la familia. Estos recursos conforman unidades
de convivencia creadas por la sociedad para cubrir aquellas necesidades que no pueden cubrirse dentro
de la familia.
Tal y como se establece en las prestaciones de la cartera de los servicios sociales relacionadas con las
unidades de convivencia, se pueden diferenciar:
En el caso de que los menores no puedan permanecer en su domicilio ni existan medidas alternativas
que sean más adecuadas, los recursos dirigidos a ellos es el acogimiento residencial de menores. En el
caso de menores infractores, cuando las medidas sean privativas de realidad, se aplicará el Programa
de Internamiento en centros.
El acogimiento residencial es una medida de protección destinada a aquellos menores que no pueden
permanecer en sus hogares, mediante la cual se les proporciona un lugar de residencia y convivencia que
cumpla con el cometido de una adecuada satisfacción de las necesidades de protección, educación y
desarrollo.
El programa tiene por objeto proporcionar a los menores, que han de ser separados provisionalmente o
por un tiempo más amplio de su familia, una alternativa de residencia y convivencia adecuada a sus
necesidades, desde un punto de vista integral y compensador que responda a las necesidades y carencias
que presentan los menores, así como potenciar el máximo desarrollo y crecimiento personal en las
principales dimensiones como la intelectualidad, afectiva, social y de salud, de forma que la permanencia
en un hogar o centro no solamente evite el deterioro propio de una inadecuada situación familiar sino que
contribuya a superar los posibles trastornos o retrasos que el menor pueda presentar.
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Ut 2. Recursos destinados a la intervención en unidades de convivencia
La Ley 3/1999 del Menor en Castilla-La Mancha, en su artículo 53, establece los recursos de acogimiento
residencial. En Castilla-La Mancha los recursos residenciales de protección son:
Hogares residenciales
Son hogares que acogen a menores durante estancias temporales cuya duración será variable
dependiendo de la finalidad de cada caso, previo paso por lo hogares de primera acogida y
valoración; se ubican en entornos normalizados y vecinales, de tipo familiar.
Los mínimos de plantillas establecido para un Hogar Residencial de menores hasta 10 plazas son:
o 6 Educadores
o 1 Profesional de servicios de cocina/limpieza
Pisos de autonomía
Se trata de recursos destinados a adolescentes o jóvenes que están o han estado bajo medidas de
protección o judicial. La edad de los menores a partir del cual se puede hacer uso de este
recurso es de 16 años, aunque preferentemente se utilizará a partir de la mayoría de edad, hasta
el máximo de los 24 años.
Para el ingreso en el piso de autonomía es imprescindible que el menor esté incluido dentro del
Programa de Autonomía Personal.
La estancia máxima de los menores en este recurso residencial será de un año, aunque, en la
práctica, si pasado este tiempo no se han logrado los objetivos propuestos el menor no pasará
directamente a otros recursos residenciales, si no que se hará una nueva valoración del caso.
El educador es la figura centra en la atención residencial; es quien realiza el trabajo educativo con el
menor en el marco de la convivencia diaria con la utilización de los recursos normalizados de la
comunidad. Debe desempeñar, al menos, las siguientes funciones:
Son equipamientos especializados en la atención a menores sobre los que se ha decretado una resolución
judicial de internamiento. Responde a una mayor peligrosidad, manifestada en la naturaleza de los hechos
cometidos, caracterizados en los casos más destacados por la violencia, la intimidación o el peligro para
las personas.
Estos centros disponen de los recursos necesarios para cubrir las necesidades de formación escolar y
ocupacional, adecuados a las características de los menores, así como los derivados de sus necesidades.
Algunos de los objetivos generales a trabajar en el cumplimiento del Programa de Internamiento en
Centros son:
- Dar una respuesta a la infracción penal cometida en un ambiente estructurado y fuera del propio
entorno comunitario del menor implicado.
- Responsabilizar a dicho menor de sus propios actos, fomentando la reflexión sobre el hecho
delictivo que ha motivado la medida judicial.
- Responsabilizar al menor del cumplimiento y desarrollo de la medida judicial impuesta.
- Facilitar el proceso de socialización del menor.
- Potenciar el desarrollo integral del menor a través de su competencia psico-socieducativa.
Este servicio está destinado a favorecer las relaciones interpersonales significativas, respetando sus
derechos y fomentando la conducta autodeterminada, todo ello en un entorno que garantice su bienestar
físico, material y emocional.
Los recursos de apoyo residencial de la red pública de centros de atención a personas con discapacidad
de Castilla-La Mancha los forman tanto centro de titularidad pública como privada.
Las características de los recursos residenciales, tanto los dirigidos a personas con discapacidad física
como intelectual, varían en función de las distintas necesidades de apoyo que tienen las personas que
residen en ellos.
Así la red pública de centros de atención a personas con discapacidad intelectual la forman:
Para personas con Daño Cerebral Sobrevenido, se dispone de 1 residencia de 17 plazas y 1 vivienda
con apoyo de 5 plazas.
Existen plazas de alojamiento temporal en los distintos recursos de atención a personas con discapacidad,
tanto física como intelectual, para aquellas situaciones en las que, por distintos motivos, los cuidadores
principales de las personas con discapacidad no puedan prestarle apoyo por un tiempo definido (máximo
150 días).
En Albacete, entre otros, los principales recursos residenciales para personas con discapacidad son:
Son viviendas ordinarias ubicadas en la comunicad en las que reside un pequeño grupo de
personas con discapacidad intelectual que, aun gozando de autonomía para el autocuidado,
necesitan algún tipo de apoyo para realizar el resto de actividades de la vida diaria y llevar una vida
integrada en la comunidad.
- Vivienda independiente:
Se trata de una vivienda ordinaria en la que residen tres usuarios con discapacidad intelectual que
gozan de la autonomía suficiente para el autocuidado, necesitando la prestación de apoyos
puntuales, a demanda de los mismos.
- Viviendas supervisadas:
Es un centro tipo vivienda normalizada para personas con enfermedad mental, de entre 18 a 65
años, que tienen dificultades para cubrir de modo independiente sus necesidades de alojamiento y
soporte social, y que cuenta con una supervisión ajustada a las necesidades de los residentes, que
puede ser de dos tipos:
o Supervisión diurna: presencia y apoyo de profesionales durante 8 horas al día.
o Supervisión nocturna: además de presencia y apoyo profesional diurno, la vivienda también
ofrece apoyo en el horario nocturno.
Entre los principales recursos residenciales dirigidos a personas mayores en C-LM, encontramos:
2.2.4. Recursos residenciales dirigidos a las personas inmigrantes: Centro de Acogida Temporal a
Inmigrantes (CATI) en Albacete
Programa de acogida a personas migrantes en situación socialmente vulnerable que se lleva a cabo en
Albacete, se considera prioritaria la atención con menores a cargo en situación de emergencia social.
Durante su estancia en el centro de acogida, se les proporciona una atención integral e individualizada,
apoyando su proceso de integración social.
El Instituto de la Mujer regional proporciona alojamiento a mujeres víctimas de violencia machista que se
encuentren en situación de desprotección. Los principales recursos de acogimiento son:
Casas de Acogida
Espacios que ofrecen un alojamiento temporal, un entorno de seguridad con atención integral que
promueve la recuperación de las mujeres y de sus menores hacia una autonomía personal.