Revolucion Industrial CHILE

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La economía chilena y su inserción en los procesos de industrialización del siglo XIX

Nombre Estudiante:
Asignatura/Nivel: Estudios sociales / 2° Nivel Medio Curso
Profesores - Nancy Bórquez Cortés: Fecha
Objetivo de Aprendizaje Identificar las características económicas de Chile en el siglo XIX y
su relación con los procesos de industrialización mundial.

PARA COMENZAR… ¡CONTEXTO HISTÓRICO!

El siglo XIX fue un periodo de revoluciones que marcarían un antes y un después en la historia de
la humanidad. Tanto en el ámbito político, tecnológico y económico; se van a producir procesos de
cambios radicales y permanentes que afectarán de alguna u otra manera, a todos los rincones del
mundo. Una de esas revoluciones fue la denominada Revolución Industrial, que nace tras un
conjunto de avances y transformaciones tecnológicas y científicas que venían desarrollándose en
Inglaterra,
y que muy pronto se extenderían hacia otros
lugares.
Esta revolución tendrá múltiples
consecuencias:

- Transformaciones en los modos de producción.

- El surgimiento del trabajo asalariado.

- La transformación del espacio geográfico.

- La expansión del mercado.


I. Características de la economía chilena en el siglo XIX.

Antes de indagar en torno a la manera en que Chile se inserta en el proceso de industrialización


antes mencionado, es necesario hablar de sus características económicas predominantes en el
siglo XIX. Si observas la línea de tiempo que aparece en la página 132 de tu texto escolar, podrás
constatar que el proceso de industrialización iniciado en Europa y su avance fuera del continente,
coincide con los inicios de vida independiente de nuestro país y…

¿Qué características poseía la economía chilena en ese entonces?


Para responder a esta pregunta es necesario remontarnos a la época colonial: Una economía
basada en la agricultura y la ganadería, además de la explotación de recursos mineros; es decir,
una economía “primaria”; donde no existían bancos y el desarrollo industrial era nulo o escaso.
Había un comercio a nivel interno, sin embargo, lo que definía las decisiones económicas del
periodo era la demanda externa, es decir, las necesidades de los compradores extranjeros. Como
diría el historiador José del Pozo: “se trataba de un sistema económico bastardo, que combinaba
rasgos netamente capitalistas en la esfera comercial con elementos cercanos al feudalismo y a la
esclavitud, en lo que se refiere a los sistemas de producción y a la mentalidad de muchos
empresarios”. Tal como señala este mismo autor, nos vamos a encontrar con que este panorama
irá avanzando lentamente luego de la independencia. De a poco se irán reforzando los contactos
con el exterior, así como cierto grado de diversificación de las actividades económicas internas,
como también las estructuras financieras.
A pesar de esas transformaciones, la agricultura siguió siendo la actividad más importante de la
economía; un sector al cual se dedicaría la mayor parte de la población. Una economía
tradicional y rural, en donde la hacienda tomará un papel central, tanto en la producción
La hacienda era un extenso terreno al que se le
daba un uso primordialmente agrícola o ganadero.
El dueño recibía el nombre de “hacendado” o
“terrateniente”.
Fue la unidad productiva fundamental desde el
periodo colonial, y se mantuvo vigente hasta el
siglo XX.

económica, como en las relaciones sociales que se


establecerán a partir de ésta.

Fuente 1.

La hacienda

La hacienda ha sido la institución de permanencia más prolongada en la historia de Chile.


Se formó muy tempranamente, con las mercedes de tierras entregadas a los
conquistadores; se organizó con el primer auge triguero del siglo XVIII, y se estructuró
definitivamente en el ciclo triguero del XIX. Su presencia se extiende hasta la década del
sesenta del siglo XX, en que la Reforma Agraria llevada a cabo por el Estado le puso
término”.
Bengoa, José (1988). Historia social de la agricultura chilena. Tomo I. El poder y la subordinación

Fuente 2.
Hacendados: Los miembros que eran propietarios de las tierras corresponden a los
hacendados. Junto a sus familias, establecieron alianzas con mineros, comerciantes y
funcionarios coloniales con el objetivo de consolidar su poder económico y social.

Inquilinos: Los inquilinos correspondían a la mano de obra permanente de las haciendas.


En un principio, los hacendados les concedieron un sitio para instalar una casa y una
chacra a cambio de un pago simbólico. Con el correr de los años, esta situación se
transformó en una relación de arrendamiento y luego, en servidumbre.
CHILE Y EL PROCESO DE INDUSTRIALIZACIÓN

Como era de esperarse, Chile se va a vincular con los procesos de industrialización a través
de la exportación de materias primas, lo cual va a limitar el desarrollo de una industria nacional
compleja. Con lo anterior, veremos que nuestro país va a depender mucho de las economías
extranjeras, y de las necesidades que éstas tengan en determinados periodos. De esta forma nos
encontraremos con que nuestra economía va a experimentar una serie de ciclos de expansión
económica

¿Qué son los ciclos de


expansión económica?
Se trata de aquellos
periodos donde
nuestro país
experimentó un
crecimiento económico,
dado que aumentó la
producción de recursos,
las exportaciones y las
importaciones
mercaderías gracias a la
venta en los mercados
internacionales.
ACTIVIDAD EXPRESS 2

Lee la información que aparece en la página 168 de tu texto escolar, relacionada con los
ciclos de expansión económica del país, y luego responde:

4. ¿Cuáles son los ciclos de expansión económica que se mencionan en el texto?

5. ¿Qué importancia tuvo el salitre para el ciclo de expansión económica de 1880?

6. De acuerdo al recurso 56, ¿por qué el autor señala que Chile era un “país atrasado”?

I. Entonces… ¿hubo industrialización en Chile?

En Chile sí se manifestó la industrialización, sobre todo, muy ligada al ámbito minero y del trabajo en
las haciendas, con el objetivo de perfeccionar las formas de producción y transporte de las materias
primas que luego serían comercializadas en el exterior. En aquellos ciclos de expansión económica,
tanto el Estado como los entes privados invirtieron en distintos medios de transporte, mecanización,
etc.
En la hacienda: Para perfeccionar el trabajo en la hacienda, y favorecer la producción de cereales, se
crearon canales de regadío, nuevos caminos, etc., además de introducir nuevas maquinarias,
provenientes del extranjero. A pesar de estos avances, hay que tener claro que una gran cantidad de
terrenos no modernizaron sus modos de producción.
Transporte: En el ámbito del transporte un avance fundamental fue la instalación de líneas
ferroviarias, lo cual se convertiría en un símbolo de progreso para la época. Antes que el traslado de
pasajeros, los ferrocarriles se insertaron para favorecer el transporte de recursos mineros al interior
de las regiones. El primer ferrocarril conectó la ciudad de Copiapó y Caldera, y fue inaugurado en el
año 1851, seguido por el ferrocarril Santiago-Valparaíso en 1863.
¡Luz eléctrica!: Otro avance del periodo fue la instalación del alumbrado público en la ciudad de
Santiago. Toda una revolución para una sociedad acostumbrada a otras fuentes de iluminación.

El siguiente esquema nos ayudará a comprender las relaciones entre nuestro modelo económico
(basado en el crecimiento hacia afuera), y las consecuencias que tiene en diversos aspectos de
infraestructura y sistema financiero, lo cual se relaciona con elementos de la industrialización.

Fuente 2:
La industrialización no fue, entonces, un fenómeno desconocido para los países que durante el
siglo XIX se especializaron en la producción y exportación de materias primas. Esta
especialización, por el contrario, fue el motor que condujo a estas economías en tal sentido
(…). En el caso chileno, la economía exportadora estructurada desde mediados del siglo XIX
dio efectivamente lugar a un proceso de esta naturaleza, con sus respectivas potencialidades y
desfallecimiento. Y en concordancia con el carácter de sus exportaciones, el sector que ofició
aquí de “motor industrializador” fue la minería (…).
Dentro de las tareas propias de la minería, la que menos se renovó fue la extracción. (…) En el
transporte y refinado, en cambio, la penetración de los nuevos métodos fue total. Fue allí
precisamente, en los ferrocarriles y plantas procesadoras de minerales, donde se conforma el
primer sector altamente industrializado de Chile. (…) La industrialización chilena, en suma, se
inició en el sector de la minería. (…)
Pinto, J. y Ortega, L. Expansión minera y desarrollo industrial: un caso de crecimiento asociado

FINALMENTE, EVALÚA TU PROPIO APRENDIZAJE


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a.
¿Qué aprendiste a partir de esta guía? ¿Qué habilidades se potenciaron?

b. ¿Qué te ha costado más comprender? ¿Por qué crees?

c.
¿Cómo podrías mejorar?

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