Este documento discute las diferentes posturas sobre la naturaleza jurídica del delito de asesinato. Algunos lo consideran un tipo agravado de homicidio, mientras que la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia lo ven como un delito autónomo. Independientemente de la postura adoptada, el asesinato comparte elementos comunes con el homicidio como el bien jurídico protegido (la vida humana), la conducta típica (matar) y los sujetos activo y pasivo (cualquier persona). Las circunstancias
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Este documento discute las diferentes posturas sobre la naturaleza jurídica del delito de asesinato. Algunos lo consideran un tipo agravado de homicidio, mientras que la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia lo ven como un delito autónomo. Independientemente de la postura adoptada, el asesinato comparte elementos comunes con el homicidio como el bien jurídico protegido (la vida humana), la conducta típica (matar) y los sujetos activo y pasivo (cualquier persona). Las circunstancias
Este documento discute las diferentes posturas sobre la naturaleza jurídica del delito de asesinato. Algunos lo consideran un tipo agravado de homicidio, mientras que la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia lo ven como un delito autónomo. Independientemente de la postura adoptada, el asesinato comparte elementos comunes con el homicidio como el bien jurídico protegido (la vida humana), la conducta típica (matar) y los sujetos activo y pasivo (cualquier persona). Las circunstancias
Este documento discute las diferentes posturas sobre la naturaleza jurídica del delito de asesinato. Algunos lo consideran un tipo agravado de homicidio, mientras que la mayoría de la doctrina y la jurisprudencia lo ven como un delito autónomo. Independientemente de la postura adoptada, el asesinato comparte elementos comunes con el homicidio como el bien jurídico protegido (la vida humana), la conducta típica (matar) y los sujetos activo y pasivo (cualquier persona). Las circunstancias
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Doctrina del delito de asesinato
Tradicionalmente han venido coexistiendo varias posturas sobre su naturaleza.
Unos estiman que el homicidio es el delito básico, mientras que el asesinato es un tipo agravado del homicidio, sin sustantividad propia, de tal manera que los elementos del asesinato (alevosía, ensañamiento y precio, recompensa o promesa) tienen la consideración de circunstancias modificativas de la responsabilidad. La mayoría de la doctrina y de la jurisprudencia vienen entendiendo, al contrario, que el asesinato es un tipo de delito autónomo frente al homicidio, de tal forma que las circunstancias contempladas por en el Código Penal son elementos constitutivos del delito de asesinato y no meras circunstancias agravantes. La adopción de una u otra postura no tiene solamente un carácter teórico, sino que despliega efectos sobre las consecuencias derivadas del error sobre los elementos agravantes, sobre la comunicabilidad a los partícipes y sobre la aplicación de las reglas del concurso; así como en el ámbito procesal, en la aplicación del principio acusatorio. Sujetos activo y pasivo Independientemente de la postura que se adopte sobre su naturaleza jurídica, lo que no está sometido a discusión es que tiene una serie de elementos comunes con el delito de homicidio, como son el bien jurídico protegido (la vida humana independiente), la conducta típica (matar), y los sujetos activo y pasivo (cualquier persona, sin que el tipo exija ningún requisito especial para el autor o para la víctima). Circunstancias delito El dolo del autor debe abarcar tanto sobre la conducta típica (matar a otro) como sobre las circunstancias específicas del Código Penal. No cabe la comisión imprudente. ¿Es posible el dolo eventual? La gran mayoría de la doctrina entiende que no es posible dado que las circunstancias del asesinato exigen dolo directo. Aunque algunos autores defienden que el autor puede actuar con dolo directo respecto a la circunstancia constitutiva del asesinato, y en cambio con dolo eventual frente al propio resultado de matar. Hay homicidio cuando una persona causa la muerte de otra. Si el autor tiene la intención de matar, nos hallamos con el homicidio u homicidio doloso. En cambio, si la muerte se produce como consecuencia de una imprudencia, como ocurre con los accidentes de tráfico o laborales, se trata de un homicidio imprudente o culposo. Como no tiene la misma gravedad matar a alguien de propósito, que hacerlo por no haber puesto el cuidado suficiente, la pena también es distinta. Sin embargo, la forma más grave de matar es el asesinato. Ocurre cuando la muerte tiene lugar con alevosía, ensañamiento o concurrencia de precio, etc.