Clase 6: Los Entornos Educativos Enriquecidos Que Favorecen La Educación Emocional

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La Regulación Emocional en el Aprendizaje: Educación emocional en el

aula

Clase 6: Los entornos educativos enriquecidos que


favorecen la educación emocional
En esta clase nos abocaremos a pensar en las dinámicas y en el modo de organizar las clases y las
actividades, a fin de promover buenas interacciones (con y entre los alumnos) que permitan poner
en práctica la regulación emocional.

Comenzaremos analizando el efecto que tiene el entorno, tanto en su aspecto físico como
emocional, donde las interacciones entre los alumnos y con el docente, juegan un papel
fundamental. Luego revisaremos cómo la organización de una agenda diaria y semanal de las
actividades, ayuda a predecir y disponer la energía y la motivación hacia el aprendizaje. Y para
finalizar nos adentraremos en el modo de acompañar a los alumnos a partir de los señalamientos
claros y el intercambio que favorezca la autorregulación emocional y de los aprendizajes.

Entorno de seguridad físico y emocional


Los niños necesitan ambientes donde se los respete y puedan probar y experimentar sin miedo a
equivocarse. En estos espacios que han sido especialmente pensados para ellos, los alumnos
desarrollan su autonomía con docentes que confían en sus capacidades para resolver los desafíos
que les presentan.

Diferentes autores (Ball, 1994; Moss, 1996; Zabalza, 2000; Siegler, 2003, Bisquerra 2005) acuerdan
con que las relaciones positivas y el interés que muestran los adultos por el bienestar de los
alumnos, les permite aprender y desarrollar buenas conductas sociales.

Aquellas escuelas donde se practica la escucha empática, donde los adultos están disponibles y se
promueve la integración, la cooperación y la colaboración entre los alumnos se convierten en
entornos seguros para el desarrollo integral de los alumnos.

La calidad de las relaciones que establecen los maestros con sus alumnos son altamente
predictivas del rendimiento educativo de los alumnos en la escuela. Hamre y Pianta ( 2001)
analizaron los vínculos que se establecen entre alumnos y maestros desde Jardín de Infantes hasta
octavo año de la escuela primaria y determinaron que en un aula en la que se promovía el

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acompañamiento y el aliento, en lugar de la crítica se observaba mayor participación, mejor
comportamiento y mejores resultados académicos.

En otro estudio realizado por Juan Casassus (2003) para la UNESCO en 14 países de América Latina
(incluida la Argentina) se evidenció que el ambiente emotivo de confianza y seguridad en el aula
tenía un gran impacto en el rendimiento de los alumnos.

Mantener la seguridad de todos los miembros que asisten a la escuela es una responsabilidad
compartida por el director y sus maestros, que repercute fuertemente en el modo en que se
establecen las relaciones, los intercambios y en el modo en que se aprende y se enseña.

¿Y qué podemos decir de los espacios físicos?

Existen normativas que determinan la seguridad de los ambientes, la calidad de los materiales que
se utilizan en los pisos, las puertas, las ventanas, el tamaño mínimo de las aulas de acuerdo a la
cantidad de alumnos que asisten, entre otras. Pero más allá de las normativas, que han sido
elaboradas teniendo en cuenta el bienestar de los niños, es la mirada del adulto la que puede
transformar un espacio en un espacio seguro. Reconocer los lugares donde es posible que se
caigan, recordarles los lugares donde es peligroso correr, estar atentos a los empujones, los
choques, los juegos y los comentarios, ayudan a crear espacios más seguros.

Además, podemos generar espacios de intercambio entre los docentes que llevan algunos años en
la institución con aquellos que son nuevos, para realizar un mapa de riesgo, no sólo edilicio, sino
que incluya los lugares donde es posible que se generen peleas, como por ejemplo por el uso de
los arcos de fútbol, o porque existen lugares “de privilegio” para algunos grupos de alumnos. Poder
conocer el espacio y estar disponible y atento a las interacciones de los alumnos nos permite tener
mejores intervenciones y acompañar a nuestros alumnos en la expresión y regulación de sus
emociones.

También es necesario generar espacios en los que puedan estar en silencio, otros donde puedan
hacer más ruido, donde puedan trabajar con otros, donde puedan jugar, es decir espacios que se
acomoden a sus estados de ánimo y que acompañen su crecimiento personal.

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En algunas escuelas y jardines de infantes los niños cuentan con espacios en las
aulas o en diferentes sectores donde los niños pueden acceder cuando están
enojados y quieren volver a la calma, o cuando están muy tristes y quieren estar
un tiempo solos antes de volver a la clase con sus compañeros. En este jardín
podemos ver que armaron unas hamacas a las que pueden ir los niños cuando
necesitan estar tranquilos.

El armado de estos lugares, así como su uso por parte de los niños y adolescentes debe ser
consensuado con el docente para que pueda servir para los propósitos en que fueron creados.

Dentro de las aulas, también es necesario organizar los materiales de manera que los alumnos se
sientan los dueños de sus salas/aulas. Esto implica que los materiales estén disponibles y que, en la
medida de lo posible en cada institución, los alumnos puedan disponer de libros, equipos
tecnológicos, materiales de librería u otros para trabajar en los diferentes proyectos propuestos.

La organización del día


Venimos hablando sobre la seguridad de los espacios a fin de promover la educación emocional y
ahora queremos resaltar la importancia que tiene la previsibilidad. Más allá de que un grado de
sorpresa es algo que entusiasma y despierta el interés, saber cuáles son las actividades planificadas
para el día y qué se espera de nosotros, nos permite organizarnos y enfocarnos mejor en la tarea.
Perkins (2010) en su libro “ El aprendizaje pleno”, plantea la necesidad de presentarle a los
alumnos lo que él llama “el juego completo”. Esto implica explicitar qué se está aprendiendo, para

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qué se lo está aprendiendo y cómo hacer para seguir aprendiendo.
Muchas veces los maestros a fin de facilitar el aprendizaje, acotamos la enseñanza a pequeñas
partes, en la esperanza de que será más accesible su comprensión. Sin embargo esto evita que los
alumnos sean los protagonistas, que puedan regular su energía, su interés, su motivación y sus
tiempos, porque pierden de vista el sentido de lo que están aprendiendo.

¿Recuerdan que en la clase 4 hablamos sobre la perseverancia, como el esfuerzo


sostenido en una tarea a lo largo del tiempo? Es justamente este esfuerzo el que
queremos que se genere a partir de compartir con los alumnos la organización de
las actividades del día. Cuando se acuerdan con los alumnos las tareas que se irán
realizando para el trabajo en un proyecto, se los está acompañando a participar y a
aprender a aprender.

Existen diferentes formas de acompañar a los alumnos a visualizar y ser parte de la organización,
tanto de las actividades del día, como de los pasos de un proyecto a largo o mediano plazo,
Algunos docentes escriben o dibujan en una esquina del pizarrón, las actividades que irán
realizando a lo largo de la clase o del día .Por ejemplo, en algunos jardines de infantes suelen
utilizar láminas ya plastificadas que representan los diferentes momentos del día.
Los organizadores gráficos, como las líneas de tiempo, son recursos sumamente útiles que ayudan
a visualizar los pasos a seguir y en otros casos los tiempos o plazos de entrega, distribuidos en un
cronograma, para el logro de un objetivo.

El modo en que se ayude a los alumnos organizar y focalizar su atención, volver sobre la
información más relevante, ir mostrando lo que ya se aprendió, permite además que se gratifiquen
con los propios esfuerzos en el camino del aprendizaje. Esta gratificación es una parte importante
del proceso de regulación emocional, como detalla Rafael Bisquerra en el texto que les acercamos
en esta clase, referido a la “La educación emocional en la formación del profesorado”.

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Ahora los invito a pensar en sus clases y revisar si en ellas les enseñan a sus
alumnos jugar el juego completo, (como señala Perkins) o si sólo les están
acercando una parte del rompecabezas.
● Empiecen por analizar si utilizan apoyos gráficos para explicitar lo que van
a trabajar en cada clase
● Luego piensen si sus alumnos entienden todo el proceso o sólo están
resolviendo partes aisladas, a modo de ejercicio.
● Por último, vean de qué manera pueden revertir esta situación en sus
futuras clases…

El apoyo instructivo
Al hablar de apoyo instructivo nos referimos a la retroalimentación que ofrece el docente a sus
alumnos. Este seguimiento que realiza el maestro del proceso de aprendizaje de los alumnos los
estimula a seguir probando, a volver a pensar, a perseverar, a no enojarse porque las cosas no les
salen bien y hasta a automotivarse.

Cuando el docente aclara y pone en relación lo que los alumnos analizan, descubren y saben, con
la nueva información que está presentando, favorece que avancen de manera activa en la
comprensión de aquello que se está aprendiendo y se evita la frustración por no comprender lo
que se espera de ellos.

Además de enseñar a nuestros alumnos a regular sus emociones también es fundamental trabajar
en los que llamaríamos prevención primaria, donde se maximizan las tendencias constructivas del
alumno “Vos lo podés hacer”, “Tenés que profundizar más esta idea”, “Probemos con este
material, a ver si sale mejor” y evitar las negativas “Esto no está bien” “Rehacer” (sin mediar
explicaciones de cómo hacerlo).

El efecto positivo que tiene en los alumnos una buena retroalimentación, suele minimizarse,
perdiendo de vista que el reconocimiento de sus logros, de sus habilidades y todo lo que tiene de
positivo ayuda a reforzar esos aspectos, que mejore su autoestima y su actitud ante la vida.

Les traemos un ejemplo de retroalimentación que realizó un profesor a una alumna de un


profesorado, resaltando algunos aspectos y especificando por dónde tenía que avanzar.

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“Me parece muy interesante que hayas abordado la dimensión
socioemocional de la educación, un tema muy relevante en la agenda de
investigación educativa actual. Además, proponer el análisis de las
“contradicciones” del ser docente hoy tiene gran potencial en función de la
consigna y de la bibliografía propuesta.
Te aliento a que puedas definir una idea puntual, respecto a cuáles son “las
contradicciones del ser docente hoy”, en qué medida el rol docente
tradicional y las nuevas necesidades entran en tensión. Por ejemplo, se
podría plantear que mientras existen demandas para atender la dimensión
socioemocional del aprendizaje, crece el malestar docente debido a que
encuentran dificultades para “concebir su profesión de otra manera, te
sugiero la lectura de Beech, El malestar docente, 2008.

Una vez que avances con esta idea, volvamos a revisar tu trabajo, para
seguir adelante…”

Con esta devolución que podría hacerse en un archivo de audio, para cada alumno, que podrán
escuchar en sus audífonos tantas veces como sea necesario (¡aunque olviden sus carpetas en la
escuela!) el docente le reconoce a la alumna lo que hizo bien, le da algunas pautas de cómo seguir
y qué fuentes consultar de la bibliografía, y por último la alienta a volver a discutir sus avances.

Acompañar a los alumnos en el proceso de aprendizaje implica hacer un seguimiento de cómo


están aprendiendo, qué aspectos les resultan más difíciles, con quiénes aprenden mejor, pero
además cómo se relacionan y regulan sus emociones frente a diferentes situaciones. Esta
observación, así como la escucha activa, (de la que ya hablamos en clases anteriores) son las
mejores herramientas que tenemos para llevar adelante este apoyo.

Existen diferentes modos de llevar adelante este proceso de retroalimentación, uno de ellos es la
llamada –Escalera de Wilson-

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La escalera de Wilson es un protocolo de retroalimentación, muy sencillo
de utilizar que permite ordenar la devolución y ayuda a desarrollar una
cultura de la Valoración para la Comprensión. Los pasos a seguir son:
clarificar, valorar, expresar inquietudes y hacer sugerencias.
Se comienza por el escalón de más abajo, y se hacen preguntas
aclaratorias, donde el alumno puede explicar.

Más allá de la retroalimentación hay diferentes maneras de acompañar:

- enseñarles a mirar con atención,

- animarlos a seguir probando porque confiamos en que pueden hacerlo,

- ofrecer oportunidades de conectar aquello que saben con lo nuevo,

- reafirmar aquello que dicen,

- clarificar ideas o formas de expresar las ideas,

- enfocar la atención en algunos aspectos que le permita entender mejor diferentes


problemáticas,

- hacer preguntas abiertas para las que tengan que experimentar, comparar y hacer uso de
diferentes habilidades para ensayar posibles respuestas (Jarvis, 2012)

Cierre
Como fuimos viendo, los entornos educativos que favorecen la educación emocional son
ambientes donde los alumnos se sienten seguros, respetados y donde los adultos responsables

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tanto de la enseñanza como de su cuidado confían en ellos y en sus posibilidades de ser lo que
quieran llegar a ser.

Somos los docentes los responsables de armar, crear, organizar esos ambientes y reconocer en
nuestros alumnos sus capacidades y aquello que realmente son, resaltando todo lo positivo que
tienen (que a veces ni ellos conocen) y acompañarlos a conocerse y regular sus emociones de
modo de llevar una vida más plena.

Para terminar nos gustaría invitarlos a leer el Informe de María Isidora Mena Edwards, Claudia
Romagnoli Espinosa y Ana María Valdés Mena, donde podrán encontrar un análisis del impacto
del desarrollo de habilidades socio afectivas y éticas en la escuela.

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Actividades

Los invitamos a realizar la siguiente actividad utilizando la Escalera de Wilson:

Elijan un trabajo que hayan realizado sus alumnos y que requiere su corrección.
Utilicen esta escalera de retroalimentación para hacerle los comentarios.

Recuerden que pueden hacerlo en forma escrita, en audio o en forma personal. En


todos los casos los alumnos sólo pueden responder al primer escalón que es:
Preguntas aclaratorias. En los otros tres, ellos tendrán que estar callados y
practicar la escucha activa y su regulación emocional.

Para ir cerrando…
Como fuimos viendo, los entornos educativos que favorecen la educación emocional son
ambientes donde los alumnos se sienten seguros, respetados y donde los adultos responsables
tanto de la enseñanza como de su cuidado confían en ellos y en sus posibilidades de ser lo que
quieran llegar a ser.

Somos los docentes los responsables de armar, crear, organizar esos ambientes y reconocer en
nuestros alumnos sus capacidades y aquello que realmente son, resaltando todo lo positivo que
tienen (que a veces ni ellos conocen) y acompañarlos a conocerse y regular sus emociones de
modo de llevar una vida más plena.

Para terminar, nos gustaría invitarlos a leer el Informe de María Isidora Mena Edwards, Claudia
Romagnoli Espinosa y Ana María Valdés Mena, donde podrán encontrar un análisis del impacto del
desarrollo de habilidades socio afectivas y éticas en la escuela.

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Material de lectura
● Bisquerra Alsina, R. (2005) La educación emocional en la formación del profesorado
Revista interuniversitaria de formación del profesorado, Nº 54, disponible en:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2126758
● Mena Edwards,M.I., Romagnoli Espinosa, C., Valdés Mena, A.M.,,(2009) El impacto del
desarrollo de habilidades socio-afectivas y éticas en la escuela, Revista Electrónica
“Actualidades Investigativas en Educación”, Instituto de Investigación en Educación Universidad
de Costa Rica, Volumen 9, Número 3 pp. 1-21, Costa Rica, Disponible en:
http://www.redalyc.org/pdf/447/44713064006.pdf

Bibliografía de referencia
● Williams de Fox, S. (2014) Las emociones en la escuela, Aique, Colección Neurociencias y
Educación, Buenos Aires.
● Torres Menárguez, A., El cerebro necesita emocionarse para aprender, Diario El País en
http://economia.elpais.com/economia/2016/07/17/actualidad/1468776267_359871.html
García Retana, J.A. (2012) La educación emocional, su importancia en el proceso de aprendizaje,
Revista Educación 36(1), Universidad de Costa Rica, Sede Guanacaste Guanacaste, Costa Rica,
disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/440/44023984007.pdf

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Créditos

Sonia Williams de Fox y Diana Jarvis

Cómo citar este texto:

Apellido Autores, Nombres (2017). Clase Nro 6: Los entornos educativos enriquecidos que
favorecen la educación emocional. La Regulación Emocional en el Aprendizaje: Educación
emocional en el aula. Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.

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