Ensayo Análisis Funcional

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Universidad del Rosario, Psicología Clínica

Rodríguez Valentina & Zapata R. Leonardo

Docente: Julián Moreno

10 abril 2022

Análisis funcional: ¿Herramienta efectiva?

La psicología como ciencia ha venido teniendo grandes avances, gracias a las

investigaciones en tratamientos y sobre el entendimiento de la enfermedad mental. Pero es

evidente que se ha visto opacada por la medicina, más exactamente, por la psiquiatría. Tal

vez sea porque la medicina siempre ha sido el referente para el tratamiento de las

enfermedades del hombre tanto físicas como mentales. Debido a esto, los tratamientos para

personas con patologías de la psiquis se ven enmarcadas en abordajes desde la psiquiatría,

incluso el DSM es un reflejo de ello. Allí se describen las enfermedades mentales, se

estandarizan y se les da tratamiento farmacológico, aunque se contemplen los tratamientos

psicológicos. Sabemos que el DSM ha sido elaborado y actualizado por científicos de la

psicología y la medicina, pero esto no es garantía de que los tratamientos que allí se

contemplan sean eficaces en todos los pacientes. Es posible que los resultados que se

obtienen de estos tratamientos no es el óptimo debido a que se ha desestimado las

intervenciones psicosociales basadas en la evidencia, las cuales tienen amplio sustento

científico y que demuestran una eficacia superior a la farmacológica sin los efectos

secundarios de los medicamentos y claro está, menos costos (Hofmann & Hayes, 2019)

El análisis funcional es una herramienta indispensable en la forma como se aborda la

enfermedad, pues gracias a él, se tienen en cuenta varios aspectos (variables) y sus relaciones.

Desde esta herramienta se individualiza al consultante, permitiendo entender los problemas


conductuales que presenta y así, se pueden establecer planes de tratamientos acordes con las

necesidades del paciente. Se debe resaltar la importancia del análisis funcional en los

siguientes contextos clínicos: 1) cuando el caso es muy complejo debido a que están

involucradas múltiples variables que se relacionan y varias áreas problema en el paciente, 2)

la utilización de un tratamiento estándar, con resultados ineficaces y 3) cuando no existe un

consenso en el tratamiento por el equipo a cargo del caso (Hassinen et al., 2013).

Debemos mencionar que la relevancia del análisis funcional reside en que no se queda

en el diagnóstico y en darle nombre a una serie de síntomas y encasillarlos, por el contrario,

busca ahondar en la situación mediante el entendimiento de todo aquello que pueda interferir

con la conducta del paciente. Entonces el análisis funcional es, como lo resume Hassien et al.

(2013), “el objetivo principal del análisis funcional es explicar los problemas de conducta y

sugerir el mejor enfoque de tratamiento.”

La pregunta que surge por la falta de aplicabilidad del análisis funcional es ¿Qué se

debería implementar para fomentar su aplicación y que sea un recurso de uso indispensable

en la práctica clínica de la psicología? No hay una respuesta precisa a esto, pero lo que sí es

importante es reconocer la funcionalidad que tiene esta herramienta, la necesidad en la

optimización al implementarla, entender que puede ser una alternativa válida al DSM, sin

embargo, lo más importante es aportar sustento empírico que le permitan dar mayor validez a

su aplicación y, por último, encontrar una forma en el que haya mayor visibilización en la

labor de los psicólogos, esa labor científica encaminada siempre a brindar mejores

alternativas de tratamiento a las personas y aportar al entendimiento de la psiquis humana.

También es importante conocer algunas de las razones que Hofmann & Hayes (2019)

presentan para sustentar algunas de las fallas por las que el campo pierde las raíces

conductuales, haciendo que poco a poco se esté más lejos de identificar las relaciones
funcionales, indispensables y controlables por seguir el protocolo de trastorno establecido a

lo largo de la historia; en primer lugar la gama limitada de principios de contingencia directa,

la falta de confiabilidad en el análisis funcional, los datos limitados sobre los componentes y

grados del tratamiento, la falta de tecnología lista para registrar los procesos de los cliente

con regularidad a lo largo del tiempo y finalmente una de las más importantes es ausencia de

teorías y modelos bien especificados, robustos y empíricamente viables ya que la falta de

bases teórico prácticas hacen que exista un gran brecha en el campo aplicado.

No obstante, varias de dichas fallas poco a poco se han venido enfrentando y

solucionando desde una perspectiva transdiagnóstica, es decir, teniendo principios

fundamentales que implican la posibilidad de intervenir sobre factores comunes a distintos

trastornos, por supuesto ofreciendo una visión más integrada y eficiente de la atención;

haciendo que de repente los limitantes de componentes pasen a un segundo plano y que los

modelos sean amplios y efectivos donde se especifiquen los procesos que deben cambiarse y

digan cuál es la mejor manera de hacerlo.

Empezando a ser “multidisciplinario y basarse en principios nomotéticos basados en

grandes conjuntos de análisis idiográficos”(Hofmann & Hayes ,2019), esto realmente

generaría un cambio o aportaría a la reconstrucción de las fallas del pasado mencionadas

anteriormente.

Por último, entendiendo que este tema del análisis funcional ha estado en constante

cambio, y más en los últimos dos años con el gran desafío que se ha enfrentado a nivel

mundial, covid-19; Hayes, Hofmann, & Stanton (2020) comparten una nueva forma de

análisis funcional que se puede utilizar para organizar la investigación sobre las

características de comportamiento de esta crisis; basándose en un conocimiento existente de

los procesos de cambio.


Entendiendo el análisis funcional como una herramienta efectiva pero transformadora

y adaptable a las distintas necesidades, sin dejar de lado lo teórico que poco a poco se puede

aplicar más teniendo un modelo con procesos de cambio basados en evidencia, teniendo

como consecuencia el aumento la confianza en la progresividad de la psicología.


Referencias

Caycedo, Cl., Ballesteros, Bl. Y Novoa, M. (2008). Análisis de un protocolo de

formulación de caso clínico desde las categorías de bienestar psicológico.

Universitas Psychologica 7(1), pp. 231-250. Recuperado de:

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-

92672008000100017

Hassinen, L., Hayes, S., Timonen, T. y Lappalainen, R. (2013). A case formulation

model for the assessment of psychological problems among deafblind persons.

Scandinavian Journal of Disability Research 15(4), pp. 325-341. doi:

http://doi.org/10.1080/15017419.2012.724444

Hayes, S., Hofmann, S. & Stanton, C. (2020). Process-based functional analysis can

help behavioral science step up to novel challenges: COVID-19 as an example.

Journal of contextual behavioral science 18, pp. 128-145. doi:

10.1016/j.jcbs.2020.08.009

Hofmann, S., Hayes,S. (2019). Functional Analysis is Dead: Long Live Functional

Analysis.Pubmed, NIH. DOI: 10.1177/2167702618805513.

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