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En este día conmemoramos la pasión y muerte de Jesús, recordamos el

camino doloroso que Cristo recorrió para llegar a la victoria santa a la que
estamos llamados todos los cristianos. Al despertar agradece por un día
más, no olvides que es un día de silencio, de oración, de ayuno y de
abstinencia.
En Semana Santa, miles de personas aprovechan estos días para salir de
viaje gracias a los feriados que otorga el Gobierno. Sin embargo, pocos
saben la importancia que tiene la festividad religiosa.

Estas fechas también sirven para tener momento de reflexión, debido al


sacrificio que realizó Jesús por los pecados de la humanidad. Por tal
motivo, en esta nota te contamos todo acerca de la Semana Santa.
¿Cuándo empieza Semana Santa?
La Semana Santa inicia el domingo 10 de abril y finaliza el domingo 17 de
abril del 2022. Durante esta semana se conmemoran diferentes
momentos de la historia de Jesucristo, desde el Domingo de Ramos hasta
el Domingo de Resurrección.

¿Qué días son feriados?


Las fechas que son feriados son el jueves 14 de abril y el viernes 15 de
abril. Asimismo, se suele evitar comer carne, ya que en esta fecha se hace
recuerda la crucifixión de Cristo.
¿Quiénes descansan?
De acuerdo al Gobierno, son dos días feriados a nivel nacional: el jueves
14 y viernes 15 de abril. No obstante, todo depende del empleador que
deberá coordinar con sus trabajadores los descansos respectivos.
Según la fe cristiana, los acontecimientos más importantes en la historia de la
humanidad son el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús el Cristo.

Este fin de Semana Santo fue distinto, para algunos fue un tiempo en familia,
para otros de oración e incluso para algunos de soledad, ya que por las
restricciones del Coronavirus no pudieron estar acompañados ni visitar a sus
seres queridos, sin embargo, viéndolo desde un punto de vista positivo, para la
mayoría fue tiempo de reflexión, recogimiento, análisis y retiro espiritual.

Sin duda estamos viviendo tiempos difíciles para los que no estábamos
preparados, nuevos y complejos escenarios que nos llevan a reflexionar
respecto de cómo cambiaron nuestras vidas y prioridades, de cómo se
manifiesta nuestro ser respecto a las crisis que enfrentamos y el temor que nos
ocasiona.
Hoy nos damos cuenta de la fragilidad de nuestra existencia en este
mundo, de las dificultades y carencias medicinales que enfrentamos, de
la necesidad de ser más humanos, empáticos y solidarios.

Frente a los problemas y nuevos desafíos que actualmente enfrentamos,


podemos meditar y aprender de Cristo quien nos dejó un mensaje de esperanza
y resurrección, pues la Fe Cristiana propaga que en algún momento nos
reencontraremos con nuestros seres queridos.

Es tiempo de perdón, amor y fe, consideremos todos los días una de las
principales frases de Santo Tomás de Aquino: “sea cual fuere el don que
hagamos a alguien, el primer regalo que hacemos es el de amarle”, haciendo
referencia a la importancia de la solidaridad y del sincero amor al

Jueves Santo (1 de abril) – descarga la reflexión aquí


Este día la iglesia conmemora la institución de la eucaristía, mejor
conocida como la ultima cena y el lavatorio de pies, signo de humildad que
tuvo Jesús con sus discípulos y que al igual quiere que tengamos con
nuestros hermanos más cercanos.
Este día lo puedes ofrecer por las personas que se han dirigido a ti con
sencillez y humildad, haz una oración con los de casa en el trascurso de la
tarde y lávense los pies mutuamente haciendo el mismo gesto de Jesús y
al termino abraza a tu familia sigo de unidad y de amor.

Compartan la comida juntos dejen a un lado los celulares y todo aquello


que los distraiga para tener una convivencia sana y ofrezcan un esfuerzo
por aquellos hermanos nuestros que a consecuencia del coronavirus se
encuentran padeciendo alguna necesidad física, emocional, psíquica o
espiritual.

No dejen de leer el evangelio que nos ofrece la liturgia en este día santo,
reflexionémoslo y hagamos nuestra la enseñanza de Jesús y de igual
manera imitemos sus acciones, para que podamos ser imagen viva de
nuestro Señor.

Viernes Santo (2 de abril) – descarga la reflexión aquí


En este día conmemoramos la pasión y muerte de Jesús, recordamos el
camino doloroso que Cristo recorrió para llegar a la victoria santa a la que
estamos llamados todos los cristianos.

Al despertar agradece por un día más, no olvides que es un día de silencio,


de oración, de ayuno y de abstinencia. En el transcurso de la mañana con
los de casa hagan el rezo del Vía crucis, reflexionen sobre las caídas que
han tenido como sociedad, como familia e individualmente. Es importante
preguntarnos ¿Cuántas veces hemos sido ocasión de caída para otros?
Pero sobre todo pensemos de igual manera ¿cuantas veces nos hemos
levantado? Y ¿Cuántas veces hemos sido apoyo para que los demás se
levanten? Hagamos unos minutos de oración y de paz en nuestra casa que
muchas veces está viciada por el ruido y el murmullo interno como
externo. Si tienen hijos pequeños en casa dibujen cada estación del Vía
crucis y conversen sobre ella o realicen un canto apropiado.
Recuerda que este día la iglesia nos pide ayuno, para que sintamos la
necesidad del alimento espiritual que es la oración. Nos pide nos
abstengamos de comer carne, pero sobre todo de comernos en críticas y
juicios a nuestro prójimo, a aquel que está en nuestra propia familia.

Durante la tarde leamos la Pasión del Señor, y con un cristo y una veladora
en una media hora adoremos la cruz donde ha sido clavado el Salvador del
mundo y pidamos por aquellos que han muerto a raíz de esta pandemia
del coronavirus. No terminemos nuestra adoración sin rezar un Padre
Nuestro y un Ave María y al termino darle un beso al cristo como signo de
amor y de fe.

No nos olvidemos de la Virgen María, contemplemos una imagen de ella y


pidámosle que ante esta situación que vive el mundo nos ayude a salir
adelante, encendamos una vela y ofrezcamos esa luz a ella que nos trajo la
luz del mundo.

Sábado Santo (3 de abril) – descarga la reflexión aquí


El día de hoy por la tarde es un día de júbilo, inicia la vigilia pascual y la
iglesia nos invita a vivirla con solemnidad, nuestro Señor Jesús ha vencido
a la muerte y ha salido victorioso de la tumba.

Así también nosotros hermanos pidamos que salgamos victoriosos de esta


contingencia sanitaria y con agradecimiento infinito invoquemos la
presencia de ese Jesús vivo en nuestros hogares y en nuestra familia. Con
un canto de alabanza y adoración a Dios demos gracias por la vida, por
estar reunidos en su presencia con nuestros seres queridos y alegrémonos
por aquellos que pasan un momento triste y difícil para que la alegría de la
pascua llegue sin tardanza a sus corazones y así la fe de todos sea una
alabanza a Dios.-
La celebración de la Semana Santa reúne a los creyentes en
un espacio de reflexión. En ese contexto, abundan las frases
sobre la relación del hombre con Dios y, particularmente,
sobre el momento de la crucifixión y la posterior
resurrección de Jesús.

En los días previos al domingo de Pascua, distintos mensajes


de arrepentimiento de los pecados y también de regocijo y
júbilo recuerdan el paso de la muerte a la vida que hizo
Jesús. Estas palabras constituyen la base de las creencias
católicas y dan impulso para una vida acorde con sus
valores.

SEMANA SANTA: LAS CAÍDAS DE JESÚS EN EL VÍA


CRUCIS, LA APARICIÓN DE LA VERÓNICA Y OTROS
HECHOS QUE NO FIGURAN EN LA BIBLIA

En esta Semana Santa, es posible resaltar algunos pasajes de


la Biblia y otras frases religiosas que sientan las bases de la
Iglesia y que se aplican en la vida cotidiana como una
manera de estar alineados a los preceptos divinos.

Frases para compartir en Semana Santa

 Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en


mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí, no
morirá jamás”. (Juan 11:25-26)
 “Tomar cada día como un nuevo milagro, es otra
oportunidad para que cada nuevo amanecer se convierta en
una nueva oportunidad. Felices Pascuas”. (Anónimo)
 “La cruz no es para que la lleves al cuello, o la cuelgues de
una pared; es para que la vivas día a día.” (Anónimo)
 Jesús se apartó de nuestra vista para que volvamos sobre
nosotros, entremos en nuestro corazón y le hallemos; pues,
aunque partió, siempre está aquí con nosotros. (San Agustín)
 “Perdónalos padre, no saben lo que hacen” (Lucas 23-34)
 “Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies,
vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros
hagáis como yo he hecho con vosotros” (Juan 13:1-15)
 “La resurrección de Cristo es perdón para los pecadores,
vida para los que aceptaron su obra en la cruz, y gloria por
la eternidad con Él en los cielos.” (Anónimo)
 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestros Señor Jesucristo
quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de
Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una
esperanza viva” (Pedro 1: 3-9)
 Dícele Jesús: “Porque me has visto has creído. Dichosos los
que no han visto y han creído”. (Juan 20-29)
 “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo
partió, y lo dio a sus discípulos, y dijo: ´Tomad, comed; esto
es mi cuerpo´. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias,
les dio, diciendo: ´Bebed de ella todos; porque estos es mi
sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados´”. (Mateo 26:26-28)
 Dijo Jesús: “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán;
llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le
abrirá”. (Mateo 7, 7-12).
 “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. (Jesús).
 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo,
mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo
vivo en la fe del hijo de Dios, y se entregó a sí mismo por
mí.” (Gálatas).
El verdadero significado de la Semana Santa

La Semana Santa es el momento en el que los cristianos


recordamos la pasión, muerte y resurrección de Jesús, nuestro
Señor y Salvador. Debe ser un tiempo de reflexión, recogimiento
espiritual y gratitud a Dios. ¿Por qué? Porque gracias al sacrificio
de Jesús en la cruz tenemos perdón para nuestros pecados y la
salvación de nuestras almas. Jesús tomó nuestro lugar en la cruz,
sufrió el castigo que nos correspondía a cada uno de nosotros y lo
hizo todo por amor.

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras


iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y
gracias a sus heridas fuimos sanados. (Isaías 53:5)

Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras


iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y
gracias a sus heridas fuimos sanados.

(Isaías 53:5)

(...) gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos


perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el
Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros.
Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca; como cordero,
fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su
trasquilador; y ni siquiera abrió su boca.

(Isaías 53:5b-7)

¿Por qué murió Jesús?


Jesús murió en nuestro lugar para que podamos tener el perdón de
nuestros pecados y la vida eterna. No hay nada que nosotros, los
seres humanos, podamos hacer para borrar nuestra maldad y
asegurarnos la salvación.

En la antigüedad, el pueblo de Israel fue librado de la muerte y de


la esclavitud en Egipto gracias a la sangre de un cordero macho
sin defecto (Éxodo 12). Así mismo, Dios proveyó en Jesús el
Cordero perfecto que quita el pecado del mundo (Juan 1:29, 36).

Gracias al sacrificio de Jesús somos libres del poder de la muerte


y del pecado. No necesitamos hacer más sacrificios o conseguir
intermediarios. Podemos acudir directamente a Dios para recibir
su amor, su perdón y la vida eterna.

Los acontecimientos más importantes de la semana:

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos y termina


con el Domingo de Resurrección. Veamos algunos de los eventos
más importantes que nos relatan los Evangelios sobre la última
semana de Jesús en la tierra.

La entrada triunfal (Domingo de Ramos)

Jesús entra en Jerusalén, junto a sus discípulos, sentado en un


pollino. Una multitud le recibe aclamándole y tendiendo sus
mantos o ramas de los árboles en el camino, gritando ¡Hosanna al
Hijo de David!

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