Reli
Reli
Reli
camino doloroso que Cristo recorrió para llegar a la victoria santa a la que
estamos llamados todos los cristianos. Al despertar agradece por un día
más, no olvides que es un día de silencio, de oración, de ayuno y de
abstinencia.
En Semana Santa, miles de personas aprovechan estos días para salir de
viaje gracias a los feriados que otorga el Gobierno. Sin embargo, pocos
saben la importancia que tiene la festividad religiosa.
Este fin de Semana Santo fue distinto, para algunos fue un tiempo en familia,
para otros de oración e incluso para algunos de soledad, ya que por las
restricciones del Coronavirus no pudieron estar acompañados ni visitar a sus
seres queridos, sin embargo, viéndolo desde un punto de vista positivo, para la
mayoría fue tiempo de reflexión, recogimiento, análisis y retiro espiritual.
Sin duda estamos viviendo tiempos difíciles para los que no estábamos
preparados, nuevos y complejos escenarios que nos llevan a reflexionar
respecto de cómo cambiaron nuestras vidas y prioridades, de cómo se
manifiesta nuestro ser respecto a las crisis que enfrentamos y el temor que nos
ocasiona.
Hoy nos damos cuenta de la fragilidad de nuestra existencia en este
mundo, de las dificultades y carencias medicinales que enfrentamos, de
la necesidad de ser más humanos, empáticos y solidarios.
Es tiempo de perdón, amor y fe, consideremos todos los días una de las
principales frases de Santo Tomás de Aquino: “sea cual fuere el don que
hagamos a alguien, el primer regalo que hacemos es el de amarle”, haciendo
referencia a la importancia de la solidaridad y del sincero amor al
No dejen de leer el evangelio que nos ofrece la liturgia en este día santo,
reflexionémoslo y hagamos nuestra la enseñanza de Jesús y de igual
manera imitemos sus acciones, para que podamos ser imagen viva de
nuestro Señor.
Durante la tarde leamos la Pasión del Señor, y con un cristo y una veladora
en una media hora adoremos la cruz donde ha sido clavado el Salvador del
mundo y pidamos por aquellos que han muerto a raíz de esta pandemia
del coronavirus. No terminemos nuestra adoración sin rezar un Padre
Nuestro y un Ave María y al termino darle un beso al cristo como signo de
amor y de fe.
(Isaías 53:5)
(Isaías 53:5b-7)