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EQUIPO:
INVESTIGACIÓN CUALITATIVA II
LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
OCTAVO CUATRIMESTRE
TURNO: A
Estudios realizados por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)
han documentado la violencia hacia las mujeres durante la atención del embarazo, parto
y puerperio.
“Pregunté por la causa de la muerte de mi bebé, pero no quisieron darme ninguna
explicación”, “Recuerdo vagamente que me dio una hoja de papel para firmar y tomó mi
mano para poner mi huella digital sin ninguna explicación” o “Si estamos aquí, es solo
porque no tenemos dinero”,son testimonios de las mujeres que han sufrido abusos por
parte de profesionales al recibir atención en los servicios de salud
Entre las situaciones de violencia que experimentan las mujeres durante la atención
obstétrica, se encuentran (
• Maltrato físico
• Humillación y abuso verbal
• Procedimientos autoritarios para imponer un método anticonceptivo a las
mujeres o para realizar una cesárea
• Violación a la confidencialidad
• Violación a la privacidad
• Obtención de consentimiento de forma involuntaria o con deficiencia en la
información
• Negación al tratamiento
• Detención de las mujeres y los recién nacidos en las instalaciones debido
a la imposibilidad para pagar
No solo el médico, sino también los demás integrantes del personal de salud que
participan en el acto del nacimiento parto o cesárea son capaces de causar violencia
obstétrica, pero son los(as) médicos(as) sobre quienes recae el mayor peso de la
responsabilidad y quienes ejecutan la mayoría de los actos que pueden generar violencia
hacia la mujer. De manera que, la violencia obstétrica está indefectiblemente vinculada
al tema de la violencia de género, como también es denominada la violencia contra la
mujer, implicando a sus derechos sexuales y reproductivos.
El embarazo y el parto son aspectos muy importantes de la salud reproductiva, así como
también de los derechos que les corresponden a las mujeres sobre estos procesos
naturales. Ellas tienen el derecho de tomar decisiones informadas durante los mismos,
libres de coerción, que las lleven a tener el parto que desean. El parto no es un evento
médico que requiera múltiples intervenciones, sino más bien es un proceso fisiológico de
la reproducción que debe estar basado en un asunto de derechos humanos y de justicia
social. El parto es un acto natural y fisiológico del proceso reproductivo, mediante el cual
el feto es expulsado del útero al exterior culminando así el proceso de la gestación. No
obstante, su atención ha sido tradicionalmente convertida en un acto médico individual,
particularmente para el campo de acción de la especialidad obstétrica (8-9).
Por tanto, el parto no constituye una enfermedad de la mujer, sino por el contrario, es un
proceso natural, fisiológico y vital de su cuerpo, asociado a la sexualidad femenina y a la
función reproductora, aun cuando durante su progreso puedan surgir complicaciones que
requieran atención médica oportuna.
Los síntomas del trastorno de estrés postraumático suelen alcanzar una intensidad
máxima entre las cuatro y seis semanas tras el parto y posteriormente suelen ir
disminuyendo, pero en algunos casos persisten meses o años. Un fenómeno bastante
típico es la reactivación de los síntomas en el siguiente embarazo, donde puede aparecer
pánico al parto o tocofobia. En este caso, la mujer desea evitar a toda costa una
experiencia traumática como la anterior, lo que a veces le lleva a solicitar una anestesia
general o una cesárea programada. Muchas pasan el segundo embarazo obsesionadas
con el siguiente parto.
Entre los factores desencadenantes del trastorno se han señalado el alto grado de
intervencionismo obstétrico y la percepción de cuidados inadecuados en el parto. El
TEPT aparece con mayor frecuencia tras una cesárea urgente y también tras un parto
vaginal instrumental, siendo menor la incidencia si la cesárea es programada o el parto
es vaginal y no intervenido.
Los síntomas son más intensos tras un parto inducido, si la mujer siente que perdió el
control durante el parto o si siente mucho dolor durante largos períodos de tiempo sin
alivio alguno.
La prevalencia también es mayor en madres de bebés prematuros o gravemente
enfermos tras el parto. Aquellas con trastornos de ansiedad en el embarazo o que ya
han tenido otras vivencias traumáticas previas también tienen un mayor riesgo de sufrir
las secuelas de un parto traumático.
Tipo de estudio
Descriptivo, basado en una estrategia cualitativa con enfoque fenomenológico. Se ha
seleccionado el paradigma cualitativo porque se pretendió construir significados desde
la perspectiva de las participantes en el estudio. La fenomenología es particularmente
apropiada como enfoque teórico debido a que responde a la pregunta ¿Qué significado
le otorgan los sujetos de estudio a una experiencia vivida?
Muestra
Debido a la naturaleza cualitativa de este estudio, la muestra no es probabilística, sino
intencional. Entre las mujeres que se encontraron qué estaban en un proceso de
embarazo o ya lo habían pasado. Al momento del período de recolección de datos se
seleccionó a aquellas que afirmen haber sufrido algún tipo de violencia durante el parto.
Ellas fueron las informantes clave del estudio y constituyeron la muestra teórica de esta
investigación.
Fuente de datos
Se obtuvieron los datos cualitativos de una fuente primaria, verbalmente, de las pacientes
que aceptaban responder el cuestionario y que son parte de la muestra teórica.
Instrumento de recolección de datos
Primeramente se utilizó un cuestionario breve previamente elaborado: en él estuvieron
contempladas algunas prácticas que la literatura cataloga como violencia obstétrica. Este
cuestionario permitió identificar a las informantes clave.
Procedimiento de recolección de datos
Llegando a cada mujer se le explica la temática del estudio y brevemente los objetivos
del mismo, se pidió su consentimiento para participar en dicho estudio y se orientó que
no afecta en nada su atención por participar en el mismo. Asimismo se le hizo saber que
en cualquier momento, si desea abandonar o negarse a dar información, se puede retirar
voluntariamente. De aceptar a participar se procedió a realizar el cuestionario breve. Por
medio de este se identificó a las mujeres que habían sufrido algún tipo de violencia. A
ellas se les hizo el cuestionario posteriormente, luego de recordarle las consideraciones
éticas iniciales.
Análisis de datos
Se analizó cada cuestionario teniendo en cuenta el principio de la comparación
constante: los cuestionarios realizados se transcribieron y analizaron y sólo entonces se
procedió a realizar la entrevista siguiente. Esto permitió comparar los datos obtenidos de
cada participante con los brindados por las participantes anteriores. De esta forma, se
afinaron las preguntas de cada entrevista y se profundizó en los aspectos que el
investigador consideró necesarios.
El procedimiento de análisis de los datos cualitativos fue el siguiente:
1. Se realizó una codificación abierta de los datos. Esto significa que a cada conjunto de
palabras que representen posibles elementos de respuesta a la pregunta central de
investigación se le asignó un código emergente, es decir, que no fue previamente
definido.
2. El siguiente paso fue la codificación axial: los códigos emergentes fueron agrupados
de acuerdo a la pregunta de investigación en forma de categorías teóricas.
3. A continuación, se realizó una codificación selectiva. Esto significa que entre las
categorías teóricas se identificaron los elementos constitutivos de los significados que
las participantes otorgan a la violencia obstétrica y a los factores asociados a ella.
4. Todos los pasos anteriores representaron un proceso iterativo de codificación,
recodificación e interpretación. En cada momento se redactaron comentarios que
facilitaron la elaboración de las conclusiones del estudio.
RESULTADOS
VARIABLES DESCRIPCIÓN DIMENSIONES CARACTERÍSTICAS
VIOLENCIA Es el maltrato que •contexto •desarrollo de protocolos
OBSTÉTRICA sufre la mujer médico •atención médica
embarazada al ser •personal
juzgada,
atemorizada, •publico
humillada y •privado
lastimada física y •sector
psicológicamente. •Oscultamiento
•Labor de parto
•Física •puerperio
•ofensas pasivo-agresivas
•Psicológica
TRASTORNO DE Trastorno •rasgos de
ESTRÉS caracterizado por personalidad •ansioso
POSTRAUMÁTICO la imposibilidad de •aprensivo
recuperarse •depresivo
después de •conductual
experimentar o •recuerdos intrusivos
presenciar un •evasión
evento •cambios en el pensamiento
atemorizante. •estados de ánimos
negativos
•cambios emocionales
radicales
Tabla 1. Descripción de las variables, dimensiones y características.
UNIDADES DE
CATEGORIZACIÓN CODIFICACIÓN
CONTENIDO
•Violencia obstétrica
VO
CRITERIO TEMÁTICO •Trastorno de estrés
TEPT
postraumático
•Durante el embarazo Denn
CRITERIO TEMPORAL •Labor de parto Lp
•Puerperio Pp
•Sector publico Spu
CRITERIO ESPACIAL
•Sector privado Spri
•Personal de salud
CRITERIO SOCIAL •Médicos Im
•Enfermer@s Ie
•Violencia física Ivf
•Violencia psicológica Ivps
•Recuerdos angustiosos Ira
•Sueños angustioso Isa
•Malestar psicológico Impsi
intenso
•Percepción distorsionada Ipd
•Estado emocional Ieen
negativo
•Sentimiento de desapego Isd
•Comportamiento irritable Ici
•Hipervigilancia Ih
•alteración del sueño Ias
TABLA 2. Separación de unidades de contenido, categorización y codificación
RESULTADO
INTERPRETACIÓN
CODIFICADO
La mayoría de las mujeres que realizamos la encuesta no saben
VO
a ciencia cierta a qué nos referimos con violencia obstétrica.
Toda nuestra muestra coincide en que en el sector público fue
VOSpu donde se les ejerció violencia obstétrica a comparación de las
que fueron asistidas en sector privado.
En específico, de todo el personal de salud los enfermer@s son
VOIe
quiénes ejercen mayormente violencia obstétrica.
Durante labor de parto es donde se indica mayor violencia
VOLp
ejercida.
Ninguna mujer que cuestionamos y que sufrió violencia obstétrica
Ira, Isa, Impsi, Ipd,
fue diagnosticada con TEPT, pero todas presentaron algunos
Ieen, Isd, Ici, Ih, Ias
síntomas que son indicadores del trastorno.
Aunque la duración de los síntomas fue mayor a un mes; ninguna
TEPT mujer cumplía con los criterios necesarios para ser diagnosticada
con el trastorno.
La forma más común de presentarse violencia obstétrica fue de
VOIvpsIe manera psicológica, pero hubo comentarios de mujeres que nos
VOIvfIm decían que las llegaron a lastimar en el desarrollo de los
protocolos, como en el oscultamiento.
TABLA 3. Interpretación de resultados en base a las codificaciones
Además de lo anterior, una de las usuarias refiere que el médico encargado de curar su
herida quirúrgica post-cesárea, procedió a realizar la técnica de manera brusca y sin
cuidado, no importándole el dolor ocasionado en ella y las quejas que expresaba:
“Me la curó ligero, así como sin cuidado más que todo, como que era un animal.” Alma,
21 años.
Parte de este trato es comprendido también la falta de atención a las pacientes por parte
de los tratantes y la violencia física que algunas recibieron.
Violencia psicológica
Una de las pacientes comenta que durante su trabajo de parto fue regañada y llamarla
“débil” por parte del médico, luego de referir no soportar el dolor al momento de revisarla,
suponiendo que era incompetente para parir:
“Me estaban revisando hasta una, una doctora se puso a (0.1) a regañarme, (.) de que
era como una (0.3) este, cómo le digo, de que era como débil porque si no aguantaba
que ella me tocara, entonces como iba a aguantar un parto (me dijo)”
Además, el médico minimizó su dolor al decirle que tenía que soportarlo porque no era
lo suficientemente significativo en comparación con lo que ella expresaba:
“¿Y ella que le respondió? -Eso que (0.4) que tenía que aguantar porque eso no era
nada”
Esmeralda, 29 años.
La violencia verbal sufrida por las pacientes estuvo relacionada en algunas ocasiones a
violencia física, ya que el maltrato físico es precedido y/o acompañado por abuso verbal.
Negligencia
En algunos de los casos conocidos at través de las entrevistas las pacientes refieren
que: los médicos no las manejaron oportunamente, ocasionándoles complicaciones
como aspiración de líquido amniótico y meconio, las cuales se pudieron evitar. Una de
ellas expresó que a pesar de monitorearla por más de 12 horas y hacerla pujar, los
tratantes no se habían percatado que la presentación del feto era distócica y hasta última
instancia se optó por finalizar el embarazo por cesárea:
“Más de 12 horas, y nada que lo hacían, (0.3) hasta que se dieron cuenta de que no iba
a salir porque estaba atravesada y se me complicó porque tragó líquido y pupú” Lylliam,
32 años.
Otra paciente relata que los tratantes actuaron correctamente hasta que su esposo se
molestó y constataron que su estado de salud se había complicado:
“...hasta que me miraron mal ya la chavalita y hasta que vieron a mi esposo molesto, ya
ellos buscaron la manera, ideay, me metieron de urgencia, pero todo fue, como le dijera,
un error de ellos, nunca se pusieron de acuerdo y como le digo, sufrí, no era necesario
llegar a eso.” Katherine, 28 años.
En otras situaciones se identificó una relación estrecha entre la negligencia y mala praxis
en los servicios de obstetricia.
CONCLUSIÓN
Gracias a todo el trabajo de investigación que realizamos podemos concluir que nuestra
hipótesis inicial no fue cierta, ya que la cual establecía que si en el proceso de embarazo
y labor de parto de una mujer se presenta o se ejerce violencia obstétrica entonces, es
muy probable que se genere un trastorno de estrés post traumático. Es decir, pudimos
comprobar que se generan o presentan varios síntomas del TEPT pero ninguna mujer
que se estudió cumple con los criterios establecidos para ser diagnosticada con el
trastorno.
Es interesante puntuar que hay investigadores/as que han señalado que la calidad
asistencial estaría asociada a la jerarquía social de la paciente; así, a mayor
vulnerabilidad de la mujer, más humillante tendería a ser el trato recibido. Algunos
estudios también señalan que la práctica de la violencia obstétrica podría estar asociada
al síndrome de burnout (desgaste profesional) entre profesionales del parto, que
tenderían a deshumanizar a las usuarias y afectaría la relación médico- paciente.
Y también es importante considerar que el malestar generado por el trastorno de estrés
postraumático tras el parto a menudo no se exterioriza, con lo que en la mayoría de los
casos tampoco se diagnostica ni se trata. Además, su infradiagnóstico se debe al
solapamiento de su sintomatología con la depresión posparto y con problemas simples
de adaptación, lo que conduce a pautas de tratamiento muchas veces inadecuadas.
Entonces surge interesante poder estudiar todas estas variables o situaciones anteriores
en una investigación posterior del tema. En dónde se puedan lidiar con las limitaciones
que tuvimos como lo fue el número muy bajo de mujeres encuestadas, y sugerimos que
la siguiente investigación pudiera ser con una técnica etnográfica para así poder analizar
desde adentro del contexto tanto en sector público y privado como es que se llevan a
cabo los protocolos de salud en este tipo de situaciones.
En la propuesta de nuevos modelos formativos en la atención a la salud de las mujeres
que tiendan a mejorar la calidad asistencial es imprescindible proveer de herramientas
de conocimiento y detección de la violencia obstétrica, así como de control del estrés
laboral, que los protocolos no resulten invasivos, dolorosos ni arriesgados, y que los
partos reciban un trato respetuoso y humanizado.
REFERENCIAS
• Beck, C.T., Gable, R.K, Sakala, C., Decrercq, E.R (2011) Posttraumatic Stress
Disorder in New Mothers: Results from a Two Stage U.S. National Survey.
Birth 38:3, 216-227.
• Beck, C.T (2006) The Anniversary of Birth Trauma. Failure to rescue. Nursing
Research. 65(6): 331-390.
• Callahan et al, (2006) Cuestionario de estrés postraumático perinatal.
• Olza Fernández I. Estrés postraumático secundario en profesionales de la
atención al parto. Aproximación al concepto de violencia obstétrica. C Med
Psicosom. 2014:111. [ Links ]
• Margarita García E. La violencia obstétrica como violencia de género.
Estudio etnográfico de la violencia asistencial en el embarazo y el parto en
España y de la percepción de usuarias y profesionales. [Tesis doctoral].
Madrid: Universidad Autónoma de Madrid; 2018. [ Links ]