Cómo El Gran Imperio Persa Fue Borrado de La Historia
Cómo El Gran Imperio Persa Fue Borrado de La Historia
Cómo El Gran Imperio Persa Fue Borrado de La Historia
21 agosto 2022
La herencia griega
Durante la Ilustración, dos siglos antes, los intelectuales
habían teorizado sobre por qué Occidente se había vuelto
tan dominante en el orden mundial y había tenido tanto
éxito en la expansión de su civilización.
Propusieron una teoría radical: la superioridad europea no
provenía del cristianismo, como se había pensado
anteriormente, sino de una tradición cultural que comenzó
en la antigua Grecia.
Entre los "bárbaros", para los griegos, los peores eran los persas. (Detalle de un
friso del palacio aqueménida de Darío I en Susa, Irán).
Los griegos, estipularon, inventaron la libertad y la
racionalidad, y luego Roma esparció estos preciosos
dones por toda Europa en una serie de conquistas
imperiales civilizadoras.
Otras culturas al margen de Grecia y Roma eran
bárbaras.
Y los peores y más amenazadores de los bárbaros eran
los persas, con su búsqueda de la dominación mundial.
Desde la era de las guerras greco-persas, los persas
fueron los receptores de una campaña de desprestigio en
la que se les presentaba como los opresores tiránicos del
mundo libre.
Eso ha sido enormemente perjudicial para el estudio de la
historia de la antigua Persia.
Y el problema se ha visto agravado por el hecho de
que los persas no escribieron historia narrativa de la
forma en que lo hicieron los griegos, sino que se basaron
principalmente en narraciones orales, poesía y canciones
para transmitir su pasado.
Salvado de la tiranía
¿Entonces, cómo pueden los historiadores liberar a los
persas de la tiranía de la tradición clásica?
¿Cómo podemos relacionar el auge y la caída de su
notable imperio desde una perspectiva que durante tanto
tiempo estuvo fuera de la historia: la suya propia?
ES
Hay tesoros que permiten contar otra versión de la historia,
como esta placa de oro con inscripciones en cuneiforme de 550-
500 a.C.
De reino a superpotencia
Esa historia comienza a mediados del siglo VI con el
ascenso de uno de los gobernantes más notables del
mundo antiguo: Ciro II, o "el Grande".
Cuando llegó al poder en 559 a.C., Persia era un pequeño
reino ubicado en el suroeste de Irán, una de las varias
tribus vasallas del reino de los medos.
Cuando murió en el 530 a.C., estaba en camino al estatus
de superpotencia.
El cilindro de Ciro, aqueménida, 539-538 a.C., excavado en
Babilonia, Irak, 1879.
FUENTE DE LA
Ruinas del palacio en Parsagada.
Ritos y rituales
Ciro el Grande murió luchando contra una tribu de Asia
central llamada los masagetas.
Aunque su caída asestó un duro golpe, no fue suficiente
para revertir la expansión del imperio. De hecho, su
sucesor, Cambises II, agregó un premio significativo a
las posesiones imperiales de Persia: Egipto.
Las fuentes griegas retratan a Cambises como un déspota
loco que oprimía tiránicamente a sus súbditos y
degradaba impíamente las tradiciones religiosas de las
naciones conquistadas, pero la evidencia arqueológica de
Egipto pinta un cuadro diferente.
Indican que el rey adoptó una política de armonía
religiosa: las inscripciones del Serapeum de Menfis (524
a.C.) confirman que honró la muerte de un toro sagrado
con los debidos ritos y rituales.
FUENTE DE LInscripciones del Serapeum de Menfis.
Despiadado y formidable
Darío le arrebató el poder en 522 a.C. al hijo de Ciro,
Bardiya, en un sangriento golpe de Estado en el palacio, y
fue completamente despiadado cuando el imperio fue
sacudido por una ola de revueltas.
En poco más de un año, derrotó, capturó y ejecutó a los
líderes rebeldes, y durante el resto de su reinado de 36
años nunca más fue amenazado con un levantamiento.
Los textos persas contemporáneos atestiguan el alcance
del poder de Darío y su ferocidad al defenderlo.
Según una fuente, el propio dios Ahuramazda le dio a
Darío "la realeza de esta amplia Tierra con muchas tierras
en ella: Persia, Media y las otras tierras de otras lenguas,
de las montañas y las llanuras, de este lado del océano y
del otro lado del océano, y de este lado del desierto y del
otro lado del desierto".
Satrapías
Presidir un imperio de más de 3 millones de kilómetros
cuadrados presentaba un enorme desafío logístico,
incluso para un gobernante tan capaz como Darío.
Su solución fue dividir los territorios del imperio en
satrapías administrativas (provincias) y entregar los
puestos más altos a un pequeño grupo de hombres
extraídos exclusivamente de los escalones más altos de
la aristocracia persa.
El sistema de satrapía es una de las principales razones
por las que los persas pudieron controlar un imperio tan
vasto durante tanto tiempo.
Otro factor que le dio al imperio persa una ventaja
competitiva crítica fue la calidad de su infraestructura.
Carreteras de primer orden conectaban los principales
centros satrapiales con el núcleo imperial.
La mera inmensidad del imperio de Darío también se
refleja en el arte aqueménida, esencialmente una mezcla
ecléctica de estilos y motivos extraídos de diferentes
partes del imperio, pero fusionados para producir una
apariencia distintiva y armoniosa que era claramente
persa.
Exageraciones
A pesar de todos sus logros como guerrero y
administrador, Darío el Grande es recordado
principalmente, al menos en Occidente, como el déspota
cuyos designios sobre Grecia terminaron sangrientamente
en la batalla de Maratón.
Si bien Darío pudo haber tenido la ambición de incorporar
Grecia a su imperio, el relato de Heródoto sobre las
tensiones greco-persas exagera la respuesta persa a la
resistencia griega.
Darío murió en el 486 a.C. y la tarea de expandir el
imperio quedó en manos de su hijo Jerjes.
FUENTE DE LA IMAGE
Según la Biblia, Ester fue una reina judía del rey persa Asuero.
Asuero se identifica tradicionalmente con Jerjes.
FUENTE DE LA
Mapa del imperio de Carlo Magno.
Todo en familia
A pesar de las revueltas, los problemas fronterizos, las
luchas por la sucesión y los regicidios, el imperio persa
había dominado enormes territorios y diversas
poblaciones durante más de dos siglos.
La pregunta que surge inevitablemente no es por qué
llegó a su fin el imperio persa, sino más bien, ¿cómo se
mantuvo durante tanto tiempo?
Hay una respuesta fundamental a esa pregunta: la familia
aqueménida nunca perdió su control exclusivo sobre la
realeza.
Los aqueménidas dirigieron su imperio como un negocio
familiar.
Hubo rebeliones dentro de la casa imperial, es cierto, pero
nunca para establecer estados separatistas, sino para
establecer quién debería sentarse en el trono como
cabeza de la familia.
Hoy, el estudio del imperio persa se está expandiendo y
floreciendo como nunca antes.
Siguen apareciendo estudios textuales de fuentes
indígenas persas y, desde la década de 1930, la
arqueología del imperio ha producido hallazgos
inesperados que constantemente obligan a los estudiosos
a repensar nuestras definiciones de imperio.
Tomando prestado de Robert Graves, ahora es posible
contar la versión persa de la rica historia de Irán.