Lenguaje y Comunicación - 7° Básico

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Evaluación 1 – Lenguaje y Comunicación

7° Básico

Nombre:

Fecha:

Asignatura: Curso:
Profesor:

Puntaje Total: Puntaje Obtenido:

NOTA:

Nivel de logro:
______________

Lo que debes mejorar:


____________________________________________________
____________________________________________________

Lo mejor logrado fue:


____________________________________________________
____________________________________________________

 Texto 1: Lee el texto y responde las preguntas 1 a la 6.


Set y Osiris

Con el paso de los años, Osiris se convirtió en un rey grande por su


bondad y su sabiduría. Se dedicó a la tarea de civilizar a su pueblo,
que por aquel entonces tenía costumbres primitivas y practicaba el
canibalismo.

Sus métodos de enseñanza eran tan interesantes y agradables, que a


sus súbditos no les costó comprender y adoptar las nuevas normas de
comportamiento.

Cuando Osiris terminó la tarea civilizadora con su pueblo, viajó a otras


tierras con el mismo propósito, ganando el respeto y la admiración de
quien lo conocía.

Mientras más lo conocían, más lo veneraban. Esto generó una gran


envidia en su malvado hermano Set.

Mientras Osiris viajó a tierras lejanas, su esposa Isis gobernó Egipto.


Set trató de tomar parte en el gobierno sin conseguirlo, pero cuando
Osiris finalmente regresó, Set comenzó a pergeñar un plan para
deshacerse de su hermano, el rey.

Para lograr su objetivo Set consiguió asociarse con Aso, la reina de


Etiopía y a un grupo de setenta y dos traidores.

Luego, se tomó el trabajo de medir cuidadosamente y en el más


absoluto secreto el cuerpo de su hermano y, con esas medidas mandó
construir un cofre, ricamente tallado y adornado.

Set, entonces, organizó un gran banquete donde invitó a su hermano


Osiris y a los setenta y dos conspiradores.

En medio de la fiesta, Set dijo divertido: - ¿Ven este riquísimo cofre?


Se lo obsequiaré a quien cupiere de cuerpo entero en él.
Los traidores formaron rápidamente una larga fila para medirse dentro,
pero ninguno cupo. Cuando le llegó el turno a Osiris, que no sospechó
en ningún momento de que estaba siendo víctima de una traición, se
acostó adentro. Los conspiradores se abalanzaron sobre el cofre,
clavaron la tapa y luego arrojaron plomo derretido, para evitar que
pudiera quedar alguna abertura por donde Osiris pudiera respirar.

Más tarde cargaron el cofre con su preciosa carga hasta el río Nilo y lo
arrojaron a sus aguas en la desembocadura del Tanaitic.

1. ¿Cuál es el conflicto que se presenta en este mito? (1 punto).

a) El amor prohibido entre Set e Isis.


b) Las injusticias que el rey Osiris cometía contra su pueblo.
c) El deseo de Set de usurpar el poder a Osiris.
d) El deseo de Osiris de ser rey de Etiopía.

2. ¿Qué problema tiene Set? (1 punto).


a) Tiene una deuda con la reina de Etiopía.
b) Tiene malos amigos.
c) Es presionado por la reina de Etiopía para hacer algo que no
desea.
d) Quiere ser rey de Egipto.

3. ¿Cuál de las siguientes opciones representa una característica


de Osiris y su correcta justificación? (1 punto).

a) Bondadoso. Enseñaba a su pueblo.


b) Bondadoso. Construía plazas y casas.
c) Desleal. No apoyaba a su hermano.
d) Vengativo. Quería quitarle terrenos a la reina de
Etiopía.
4. ¿Cuál de las siguientes opciones representa una característica
de Isis y su correcta justificación? (1 punto).

a) Malvada. Estaba de acuerdo con Set para asesinar


a su marido.
b) Buena esposa. Apoyaba a Osiris cuidando el reino,
mientras él viajaba.
c) Infiel. Tiene amores con su cuñado.
d) Creativa. Talla un cofre para su esposo.

5. ¿Qué importancia tiene el grupo de los 72 traidores en el


desenlace de la historia? (1 punto).

a) Tallaron el cofre y se lo regalaron a Osiris, causándole la muerte.


b) Probaron el cofre. Eso le dio confianza a Osiris para entrar en él.
c) Raptaron a Isis. Gracias a esto, Set se transformó en rey.
d) Raptaron a Osiris para que Set pudiese tomar el reino bajo su
poder.

6. ¿Qué cambio se produce en Set, al ver el amor que el pueblo


profesaba a Osiris? (1 punto).

a) Nace en él, la envidia.


b) Trata de imitarlo.
c) Se marcha a otros territorios.
d) Comienza a tallar un cofre.
7. ¿Cómo soluciona Set el problema que enfrenta en la
narración? ¿Crees que es la forma adecuada de solucionar un
conflicto? Fundamenta con 2 razones y ejemplificando una vez,
con el texto. (3 puntos).

8. ¿Cuál es la consecuencia del actuar de Set? (1 punto).

a) La unión con Aso.


b) La muerte de Isis.
c) La pérdida de tierras en Etiopía.
d) La pérdida de un rey bondadoso y sabio.

 Lee el siguiente trozo de la narración y responde las preguntas 8


y 9.

“Set comenzó a pergeñar un plan.”

9. ¿Cuál de las siguientes opciones representa un sinónimo para


la palabra “pergeñar”? (1 punto).
a) Relatar.
b) Expresar.
c) Maquinar.
d) Expulsar.

10. El núcleo del predicado de la oración es: (1 punto).

a) comenzó.
b) set.
c) pergeñar.
d) plan.

11. ¿Cuál de los siguientes trozos del texto leído corresponde


al estilo narrativo directo? (1 punto).

a) “Los traidores formaron rápidamente una larga fila para medirse


dentro, pero ninguno cupo.”
b) “¿Ven este riquísimo cofre? Se lo obsequiaré a quien cupiere de
cuerpo entero en él.”
c) “Sus métodos de enseñanza eran tan interesantes y agradables,
que a sus súbditos no les costó comprender.”
d) “Luego arrojaron plomo derretido, para evitar que pudiera quedar
alguna abertura.”

12. Señala – con tus propias palabras - el evento anterior y el


posterior de aquel que te presentamos a continuación: (2
puntos)
“Clavaron la
tapa y luego
arrojaron
plomo
derretido.”

 Texto 2: Lee el siguiente texto y responde las preguntas 13 a la


14.

Prometeo no deseaba vivir entre las nubes del Monte Olimpo. Estaba
demasiado ocupado para hacerlo. Mientras que los dioses pasaban
sus vidas en inactividad, él planeaba cómo hacer el mundo más sabio
y mejor de lo que nunca antes había sido.

Así que en lugar de vivir en Olimpo, Prometeo salió y se mezcló con


los hombres para vivir con ellos y ayudarles, y pronto notó que estos
ya no eran felices como lo habían sido durante los días de gloria
cuando Crono, el titán, era rey. Los encontró viviendo en cuevas y en
agujeros en la tierra, temblando de frío porque no había fuego,
muriendo de hambre, perseguidos por las bestias salvajes y también
persiguiéndose entre ellos.

"Si sólo tuvieran fuego", se dijo Prometeo, "al menos podrían


calentarse y cocinar su comida, y después podrían aprender a hacer
herramientas y construir sus propias casas. Sin fuego, son peores que
las bestias".
Prometeo fue con valentía a ver a Zeus y le rogó que les diera fuego a
los hombres, para que pudieran tener un poco de comodidad durante
los largos y sombríos meses de invierno.

"¡No lo haré!" dijo Zeus, "¡No compartiré ni una chispa con ellos!
Porque si los hombres tuvieran fuego podrían volverse fuertes y sabios
como nosotros y después nos sacarían del reino. Además, el fuego es
una herramienta poderosa y ellos son demasiado pobres e ignorantes
para confiárselo. Es mejor que nosotros en el Monte Olimpo
gobernemos el mundo sin amenazas para que todos seamos felices".

Prometeo no respondió, pero en su corazón estaba el ayudar a la


humanidad y por lo tanto no se rindió. Cuando caminaba por la orilla
del mar encontró un largo tallo de hinojo. Lo partió y luego vio que su
centro hueco estaba lleno de una sustancia seca y suave que
quemaría lentamente y permanecería ardiendo por un largo tiempo.
Se llevó el tallo mientras comenzaba un largo viaje a la cima del Monte
Olimpo.

"La humanidad debe tener fuego, sin importar lo que haya decidido
Zeus", se dijo a sí mismo. Y con ese pensamiento se escabulló
silenciosamente en el dominio de Zeus y robó una chispa de su
relámpago. Prometeo tocó el extremo del largo tallo con la chispa y la
sustancia seca dentro de él prendió fuego y ardió lentamente.
Prometeo se apresuró a su propia tierra, cargando con él la preciosa
chispa escondida en el centro hueco de la planta.

Cuando llegó a casa, llamó a algunos de los hombres temblorosos


para que salieran de sus cuevas e hizo una fogata para ellos, y les
mostró cómo usarlo para calentarse y para cocinar sus alimentos.
Hombres y mujeres se reunieron alrededor del fuego, ya no tenían frío
y estaban felices y agradecidos con Prometeo por el maravilloso
regalo que les había traído.

Una fría mañana de invierno, Zeus miró hacia abajo desde el Monte
Olimpo y notó fogatas que ardían alegremente en los hogares de
hombres y mujeres en cada villa a lo largo de las tierras. No le tomó
mucho tiempo comprender que Prometeo lo había desobedecido y le
había dado el fuego a los hombres.

Zeus estaba muy enojado y ordenó encadenar a Prometeo a una


montaña para que sufriera allí por toda la eternidad. Y allí quedó
Prometeo, pensando en el futuro, feliz sabiendo que había dado el
fuego a los hombres, hasta que un día fue rescatado por Hércules, el
hijo mortal de Zeus... ¡pero esa es una historia para otro día!
13. ¿En qué se parece Osiris a Prometeo? (1 punto).

a) Ambos son traicionados a causa de la envidia.


b) Ambos desobedecen las órdenes de dios.
c) Ambos están enamorados.
d) Ambos desean el progreso humano.

14. Relee el segundo párrafo del texto y responde: ¿Cómo es el


reinado de Zeus, a partir de lo comentado en este trozo?
Fundamenta con dos acontecimientos del mito leído. Cuida tu
redacción y ortografía. (4 puntos).

 Producción textual. Desarrolla la actividad 15

Tu profesor (a) de historia te ha pedido que elabores un texto


informativo explicando alguno de los temas que has aprendido en su
asignatura para publicarlo en una enciclopedia escolar que se
realizará con aportes de todos los alumnos (as) del colegio. El texto
debe tener las siguientes características:
 Coloca un título alusivo al tema.
 Incorpora un párrafo introductorio en el que se presente el tema
del texto.
 Desarrolla solo un subtema por párrafo. Realiza un desarrollo de
un párrafo de extensión.
 Incluye ejemplos o descripciones para ilustrar o aclarar una idea.
 Organiza las ideas de modo coherente.
 Incluye, al final del texto, un párrafo de cierre en el que resumas
el tema.
 Cuida tu ortografía.
 Utiliza correctamente los signos de puntuación.
 Utiliza correctamente la anáfora al escribir.

15. Antes de escribir planifica tu texto, completando el siguiente


organizador gráfico. (4 puntos).

Tema:
Audiencia:
Propósito:
Ideas párrafo 1:

Ideas párrafo 2:

Ideas párrafo 3:

Ideas párrafo 4:

Texto 1: Lee el texto y responde las preguntas 16 a la 29.

El perro que no sabía ladrar


(Gianni Rodari)
Había una vez un perro que no sabía ladrar. No maullaba, no mugía,
no relinchaba, no sabía decir nada. Era un perrillo solitario, a saber
cómo había caído en una región sin perros. Por él no se habría dado
cuenta de que le faltara algo. Los otros eran los que se lo hacían
notar. Le decían:

- ¿Pero tú no ladras?

- No sé... soy forastero.

- Vaya una contestación. ¿No sabes que los perros ladran?

- ¿Para qué?

- Ladran porque son perros. Ladran a los vagabundos de paso, a los


gatos despectivos, a la luna llena. Ladran cuando están contentos,
cuando están nerviosos, cuando están enfadados. Generalmente de
día, pero también de noche.

- No digo que no, pero yo...

- Pero tú, ¿qué? Tú eres un fenómeno, oye lo que te digo: un día de


estos saldrás en el periódico.

El perro no sabía cómo contestar a estas críticas. No sabía ladrar y no


sabía qué hacer para aprender.

- Haz como yo -le dijo una vez un gallito que sentía pena por él-. Y
lanzó dos o tres sonoros kikirikí.

- Me parece difícil -dijo el perrito-.

- ¡Qué va, es facilísimo! Escucha bien y fíjate en mi pico. Vamos,


mírame y procura imitarme. El gallito lanzó otro kikirikí.
El perro intentó hacer lo mismo, pero sólo le salió de la boca un
desmañado keké que hizo salir huyendo aterrorizadas a las gallinas.

- No te preocupes -dijo el gallito- para ser la primera vez está muy


bien. Venga, vuélve a intentar.

El perrito volvió a intentarlo una vez, dos, tres. Lo intentaba todos los
días. Practicaba a escondidas, desde por la mañana hasta por la
noche. A veces, para hacerlo con más libertad, se iba al bosque. Una
mañana, precisamente cuando estaba en el bosque, consiguió lanzar
un kikirikí tan auténtico, tan bonito y tan fuerte que la zorra lo oyó y se
dijo: "Por fin el gallo ha venido a mi encuentro. Correré a darle las
gracias por la visita..." E inmediatamente se echó a correr, pero no
olvidó llevarse el tenedor, el cuchillo y la servilleta porque para una
zorra no hay comida más apetitosa que un buen gallo. Es lógico que le
sentara mal ver en vez de un gallo al perro que, tumbado sobre su
cola, lanzaba uno detrás de otro, aquellos kikirikí.

- Ah -dijo la zorra- conque esas tenemos, me has tendido una trampa.

- ¿Una trampa?

- Desde luego. Me has hecho creer que había un gallo perdido en el


bosque y te has escondido para atraparme. Menos mal que te he visto
a tiempo. Pero esto es una caza desleal. Normalmente los perros
ladran para avisarme que llegan los cazadores.

- Te aseguro que yo... Verás, no pensaba en absoluto cazar. Vine para


hacer ejercicios.

- ¿Ejercicios? ¿De qué clase?

- Me ejercito para aprender a ladrar. Ya casi he aprendido, mira qué


bien lo hago. Y de nuevo un sonorísimo kikirikí.
La zorra creía que iba a reventar de risa. Se revolcaba por el suelo, se
apretaba la barriga, se mordía los bigotes y la cola. Nuestro perrito se
sintió tan mortificado que se marchó en silencio, con el hocico bajo y
lágrimas en los ojos.

Por allí cerca había un cuco. Vio pasar al perro y le dio pena.

- ¿Qué te han hecho?

- Nada.

- Entonces, ¿por qué estás tan triste?

- Pues... lo que pasa... es que no consigo ladrar. Nadie me enseña.

- Si es sólo por eso, yo te enseño. Escucha bien cómo lo hago y trata


de hacerlo como yo: cucú... cucú... cucú... ¿lo has comprendido?

- Cú... -hizo el perro- Cú...

Ensayó aquel día, ensayó al día siguiente. Al cabo de una semana ya


le salía bastante bien. Estaba muy contento y pensaba: "Por fin, por fin
empiezo a ladrar de verdad. Ya no podrán volver a tomarme el pelo."

Justamente en aquellos días se levantó la veda. Llegaron al bosque


muchos cazadores, también de esos que disparan a todo lo que oyen
y ven. Dispararían a un ruiseñor, sí que lo harían. Pasa un cazador de
esos, oye salir de un matorral cucú... cucú..., apunta el fusil y - ¡bang
bang! - dispara dos tiros. Por suerte los perdigones no alcanzaron al
perro. Sólo le pasaron rozando las orejas, haciendo ziiip ziiip, como en
los tebeos. El perro a todo correr. Pero estaba muy sorprendido: "Ese
cazador debe de estar loco, disparar hasta a los perros que ladran..."
Mientras tanto el cazador buscaba al pájaro. Estaba convencido de
que lo había matado.
- Debe habérselo llevado ese perrucho, a saber de dónde habrá salido
-refunfuñaba-.

Y para desahogar su rabia disparó contra un ratoncillo que había


sacado la cabeza fuera de su madriguera, pero no le dio. El perro
corría, corría...

PRIMER FINAL

El perro corría. Llegó a un prado en el que pacía tranquilamente una


vaquita.
- ¿Adónde corres?
- No sé.
- Entonces párate. Aquí hay una hierba estupenda.
- No es la hierba lo que me puede curar...
- ¿Estás enfermo?
- Ya lo creo. No se ladrar.
- ¡Pero si es la cosa más fácil del mundo! Escúchame: muuu... muuu...
muuu... ¿No suena bien?
- No está mal. Pero no estoy seguro de que sea lo adecuado. Tú eres
una vaca...
- Claro que soy una vaca.
- Yo no, yo soy un perro.
- Claro que eres un perro. ¿Y qué? No hay nada que impida que
hables mi idioma.
- ¡Qué idea! ¡Qué idea!
- ¿Cuál?
- La que se me está ocurriendo en este momento. Aprenderé la forma
de hablar de todos los animales y haré que me contraten en un circo
ecuestre. Seré un exitazo, me haré rico y me casaré con la hija del rey.
Del rey de los perros, se comprende.
- Bravo, qué buena idea. Entonces al trabajo. Escucha bien: muuu...
muuu... muuu...
- Muuu... -hizo el perro-.
Era un perro que no sabía ladrar, pero tenía un gran don para las
lenguas.

SEGUNDO FINAL

El perro corría y corría. Se encontró a un campesino.


- ¿Dónde vas tan deprisa?
- Ni siquiera yo lo sé.
- Entonces ven a mi casa. Precisamente necesito un perro que me
guarde el gallinero.
- Por mí iría, pero se lo advierto: no sé ladrar.
- Mejor. Los perros que ladran hacen huir a los ladrones. En cambio a
ti no te oirán, se acercarán y podrás morderles, así tendrán el castigo
que se merecen.
- De acuerdo -dijo el perro-.
Y así fue como el perro que no sabía ladrar encontró un empleo, una
cadena y una escudilla de sopa todos los días.

TERCER FINAL

El perro corría. De repente se detuvo. Había oído un sonido extraño.


Hacía guau guau. Guau guau.
- Esto me suena -pensó el perro- sin embargo no consigo acordarme
de cuál es la clase de animal que lo hace.
- Guau, guau.
- ¿Será la jirafa? No, debe ser el cocodrilo. El cocodrilo es un animal
feroz. Tendré que acercarme con cautela.
Deslizándose entre los arbustos, el perrito se dirigió hacia la dirección
de la que procedía aquel guau, guau que, a saber por qué, hacía que
le latiera tan fuerte el corazón bajo el pelo.
- Guau, guau.
- Vaya, otro perro.
Sabéis, era el perro de aquel cazador que había disparado poco antes
cuando oyó el cucú.
- Hola, perro.
- Hola, perro.
- ¿Sabrías explicarme lo que estás diciendo?
- ¿Diciendo? Para tu conocimiento yo no digo, yo ladro.
- ¿Ladras? ¿Sabes ladrar?
- Naturalmente. No pretenderás que barrite como un elefante o que
ruja como un león.
- Entonces, ¿me enseñarás?
- ¿No sabes ladrar?
- No.
- Mira y escucha bien. Se hace así: guau, guau.
- Guau, guau -dijo enseguida nuestro perrito-.
Y, conmovido y feliz, pensaba para sus adentros: "Al fin encontré al
maestro adecuado."

16.En el segundo final de la narración, ¿qué problema evidencia


el campesino? (1 punto).

a) Los perros se roban a las gallinas.


b) Las gallinas están asustadas por los ladridos de los perros.
c) Los ladridos de los perros alertan a los ladrones.
d) Los ladridos atemorizan a las gallinas.

17.De la actitud del perro, se puede deducir que una de sus


características es ser: (1 punto).
a) responsable, cuidaba a las gallinas del campesino con
dedicación.
b) confiado, pues conversaba con animales peligrosos.
c) esforzado, pues ejercitaba los sonidos de los animales.
d) melancólico, pues extrañaba a su familia perruna.

18.¿Cuál es la relevancia de la vaca en el primer final del relato?


(1 punto).

a) Ayuda al perro, sin querer, a encontrar un propósito a su vida.


b) Le enseña a ladrar, terminando con su problema.
c) Lo acepta como es y lo invita a hacer lo mismo.
d) Lo lleva a un circo ecuestre, donde podrá demostrar su don
lingüístico.

19.¿Qué cambió en el perro, luego de que todos los animales lo


criticaran por no saber ladrar? (1 punto).

a) Decidió alejarse al bosque.


b) No volvió a juntarse con esos amigos.
c) Empieza a preocuparse por no saber ladrar.
d) Decide que lo mejor es adoptar el sonido de otro animal.

20.¿Cómo intentó el perro resolver su problema? (1 punto).

a) Intentó aprender a ladrar.


b) Buscó otro perro por todo el mundo.
c) Se volvió artista circense.
d) Se transformó en perro de caza.

21.¿Qué consecuencia tiene para el perro el quedarse con el


hombre? (1punto).

a) Aprender a ladrar.
b) Ser aceptado como es.
c) Nunca más ser amigo de las gallinas.
d) Nunca más recibir críticas de otros animales.

22.¿Cuál de los siguientes trozos del texto posee estilo indirecto?


(1 punto).

a) “Deslizándose entre los arbustos, el perrito se dirigió hacia la


dirección de la que procedía aquel guau, guau.”
b) “Naturalmente. No pretenderás que barrite como un elefante o
que ruja como un león.”
c) “¿Dónde vas tan deprisa?”
d) "Al fin encontré al maestro adecuado."

23.¿Qué importancia tiene el cazador de cucos, para el tercer


desenlace de la historia? (1 punto).

a) Lo ayuda a descubrir que no es un perro.


b) Es el dueño del perro que le enseña a ladrar.
c) Permite que el perro salga corriendo.
d) Lo lleva a su casa y le da un trabajo.

24.Completa los que ocurre antes y después del acontecimiento


que se presenta a continuación. (2 puntos).
El perro se
encuentra
con un cuco
y aprende a
hacer
“cucú.”

25. ¿Qué similitud se puede apreciar entre Armando Corrientes


del relato “El Otro Yo” y el perro de esta historia? (1 punto).

Ambos:

a) tienen una identidad oculta.


b) son criticados por la gente que les rodea.
c) están disconformes con sus rasgos personales.
d) quieren aprender cosas nuevas.

26..La palabra “veda” destacada en el texto, de acuerdo a su


contexto, significa: (1 punto).

a) prohibición para cazar cierto tipo de animales.


b) permiso para cazar aves.
c) ayuda que los humanos brindan a los animales.
d) destrucción del hábitat animal.

27.¿Cuál de las siguientes opciones ofrece una correcta


interpretación del conflicto presente en el texto leído? (2 puntos).

El conflicto del texto se puede interpretar como:


a) la falta de criterio y reflexión de los animales, a diferencia de la
racionalidad humana.
b) la pérdida de identidad para responder a las exigencias sociales.
c) la búsqueda de la felicidad en cosas superfluas y sin sentido.
d) el deseo de formar una sociedad en la que todos sean iguales.

28. ¿Qué significa el siguiente comentario hecho por el narrador


cuando el perro aceptó ir a trabajar con el campesino?: “Y así fue
como el perro que no sabía ladrar encontró un empleo, una
cadena y una escudilla de sopa todos los días.” (1 punto).

Se puede interpretar como:

a) la pérdida de identidad del perro.


b) las cosas nuevas que el perro tendrá.
c) la pérdida de libertad que tendrá el perro.
d) el encuentro del amor y la sabiduría en su amo.

29.Lee el siguiente trozo y reescríbelo, evitando la repetición de la


palabra “perro”. Utiliza para ello, pronombres, sinónimos e
hiperónimos. (4 puntos).

El perro no sabía ladrar, pues nunca había conocido otro perro


que le enseñara a hacerlo. Este perro no había conocido a su
familia y no había recibido educación para perros.
Lee el siguiente texto y responde la pregunta. 30.

Te quiero, Mario Benedetti

Tus manos son mi caricia  y en la calle codo a codo 


mis acordes cotidianos  somos mucho más que dos 
te quiero porque tus manos 
trabajan por la justicia  y por tu rostro sincero 
y tu paso vagabundo 
si te quiero es porque sos  y tu llanto por el mundo 
mi amor mi cómplice y todo  porque sos pueblo te
y en la calle codo a codo  quiero 
somos mucho más que dos 
y porque amor no es
tus ojos son mi conjuro  aureola 
contra la mala jornada  ni cándida moraleja 
te quiero por tu mirada  y porque somos pareja 
que mira y siembra futuro  que sabe que no está sola 

tu boca que es tuya y mía  te quiero en mi paraíso 


tu boca no se equivoca  es decir que en mi país 
te quiero porque tu boca  la gente viva feliz 
sabe gritar rebeldía  aunque no tenga permiso 

si te quiero es porque sos  si te quiero es porque sos 


mi amor mi cómplice y todo  mi amor mi cómplice y todo 
y en la calle codo a codo 
somos mucho más que dos.

30. ¿Cuál es el motivo lírico del texto “Te quiero”?

a) Destacar la justicia social.


b) Valorar el compañerismo de los seres humanos.
c) Describir el amor que siente por su pareja.
d) Advertir que las personas juntas pueden ser más.
Lee el siguiente texto y responde las preguntas 31 a 32.

Todas íbamos a ser reinas, Gabriela Mistral


31. A partir del texto, ¿quién contó diez hijos?

a) Soledad
b) Lucila
c) Rosalía
d) Efigenia

32.Según el texto, ¿quiénes cantan “llegaremos todas al mar”?

a) Las montañas.
b) Soledad y Lucila.
c) Rosalía y Efigenia.
d) Las que vienen.

33. En los versos:

“tu boca que es tuya y mía 


tu boca no se equivoca 
te quiero porque tu boca 
sabe gritar rebeldía”

¿Qué figura literaria se encuentra presente?

a) Anáfora.
b) Hipérbole.
c) Comparación.
d) Personificación.

34.¿Qué valores tiene la amada de “Te quiero”?

a) Ganas de ser feliz


b) Justicia e igualdad.
c) Complicidad y rebeldía.
d) Justicia y sinceridad.
35. ¿Con qué palabra puedes reemplazar la palabra en destacada
“y tu paso vagabundo”?

a) Errante
b) Nómade
c) Merodeador
d) Ambulante

36.¿Cuál es el propósito comunicativo del texto “Todas íbamos a


ser reinas”?

a) Relatar el origen de la amistad.


b) Ensalzar a la amistad de las mujeres.
c) Relatar el fin de la amistad.
d) Relatar la diferencia entre los sueños de infancia y la realidad.

37. Según el texto, ¿quién mece los hijos de otras reinas"?

a) Soledad
b) Lucila
c) Rosalía
d) Efigenia

38.¿Cuál de los siguientes versos presenta una personificación?

a) “tus ojos son mi conjuro” 


b) “tu boca que es tuya y mía” 
c) “tu boca sabe gritar rebeldía” 
d) “si te quiero es porque sos 
mi amor mi cómplice y todo” 
39.¿Qué figura literaria se presenta en los versos “en las lunas de
la locura / recibió reino de verdad”?

a) Ironía.
b) Antítesis.
c) Comparación.
d) Hipérbaton.

Lee el siguiente texto y responde las preguntas 40 a 42.

Silbando en el viento, Bob Dylan

Cuántos caminos debe recorrer un hombre,


antes de que le llames "hombre".
Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
antes de dormir en la arena.
Cuántas veces deben volar las balas de cañón,
antes de ser prohibidas para siempre.

La respuesta, amigo mío, está flotando (silbando) en el viento,


la respuesta está flotando en el viento.

Cuántos años puede existir una montaña,


antes de que sea lavada (arrasada) por el mar.
Cuántos años pueden vivir algunos,
antes de que se les permita ser libres.
Cuántas veces puede un hombre girar la cabeza,
y fingir que simplemente no lo ha visto.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.


La respuesta está flotando en el viento.

Cuántas veces debe un hombre levantar la vista,


antes de poder ver el cielo.
Cuántas orejas debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar.
Cuántas muertes serán necesarias,
antes de que él se dé cuenta,
de que ha muerto demasiada gente.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.


La respuesta está flotando en el viento.

40. De acuerdo al texto, ¿qué está flotando en el viento?

a) La poesía.
b) Los sueños.
c) La respuesta.
d) El silbido.

41. Según el texto, ¿quiénes no pueden ser libres?

a) Los poetas.
b) Los protagonistas.
c) Los hombres sin libertad.
d) Los seres llenos de pasión.

42. Según el texto, ¿quién dormirá en la arena?

a) Algunos.
b) Una montaña.
c) La blanca paloma.
d) El hombre.
Lee el siguiente texto y responde las preguntas 21 a 26.

Soliloquio de Segismundo
La vida es sueño, Calderón de la Barca

Sueña el rey que es rey, y vive


con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Qué hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
43.De acuerdo al texto, ¿dónde está Segismundo?

a) En prisión.
b) En un sueño.
c) En un reino.
d) En libertad.

44.Cuál es el propósito comunicativo del texto leído?

a) Cuestionar el comportamiento ser humano.


b) Narrar la intensa vida del ser humano.
c) Enumerar consejos para vivir de mejor forma.
d) Expresar la importancia de dar respuestas.

45.En el texto, ¿qué significa la expresión “Cuántas orejas debe


tener un hombre, antes de poder oír a la gente llorar”?

a) El hombre tiene muy pocas orejas.


b) Es imposible escuchar el dolor humano.
c) Cuestiona la inclemencia del ser humano.
d) Los hombres no escuchan a los demás.

46. De acuerdo al texto, ¿quiénes sueñan?

a) El rey en su reinar.
b) El pobre que padece.
c) El rico en su riqueza.
d) Todos sueñan.

47.A partir del texto, ¿qué es la muerte?

a) Un sueño.
b) Un frenesí
c) Una ficción.
d) El fin del sueño.
48. ¿Qué significa la expresión “y el mayor bien es pequeño”?

a) Que todos los bienes son pequeños.


b) Que no hay bienes mayores.
c) Que todos los bienes son sueños.
d) Que todos los bienes son iguales.

49. ¿Cuál es el tema del texto “Soliloquio de Segismundo”?

a) La vida de los seres humanos.


b) La vida como un sueño.
c) Los bienes son pequeños.
d) La historia de Segismundo.

50. En el texto, ¿qué significado tiene la palabra “lisonjero”?

a) Elogioso
b) Desdichado
c) Preso
d) Soñado

Lee el siguiente texto y responde de la pregunta 51 a la 53

El ramo azul

Octavio Paz

Desperté, cubierto de sudor. Del piso de ladrillos rojos, recién regados,


subía un vapor caliente. Una mariposa de alas grisáceas revoloteaba
encandilada alrededor del foco amarillento. Salté de la hamaca y
descalzo atravesé el cuarto, cuidando no pisar algún alacrán salido de
su escondrijo a tomar el fresco. Me acerqué al ventanillo y aspiré el
aire del campo. Se oía la respiración de la noche, enorme, femenina.
Regresé al centro de la habitación, vacié el agua de la jarra en la
palangana de peltre y humedecí la toalla. Me froté el torso y las
piernas con el trapo empapado, me sequé un poco y, tras cerciorarme
de que ningún bicho estaba escondido entre los pliegues de mi ropa,
me vestí y calcé. Bajé saltando la escalera pintada de verde. En la
puerta del mesón tropecé con el dueño, sujeto tuerto y reticente.
Sentado en una sillita de tule, fumaba con el ojo entrecerrado. Con voz
ronca me preguntó:
- ¿Dónde va señor?
-A dar una vuelta. Hace mucho calor.
-Hum, todo está ya cerrado. Y no hay alumbrado aquí. Más le valiera
quedarse.
Alcé los hombros, musité “ahora vuelvo” y me metí en lo oscuro. Al
principio no veía nada. Caminé a tientas por la calle empedrada.
Encendí un cigarrillo. De pronto salió la luna de una nube negra,
iluminando un muro blanco, desmoronado a trechos. Me detuve, ciego
ante tanta blancura. Sopló un poco de viento. Respiré el aire de los
tamarindos. Vibraba la noche, llena de hojas e insectos. Los grillos
vivaqueaban entre las hierbas altas. Alcé la cara: arriba también
habían establecido campamento las estrellas. Pensé que el universo
era un vasto sistema de señales, una conversación entre seres
inmensos. Tiré el cigarrillo sobre la banqueta. Al caer, describió una
curva luminosa, arrojando breves chispas, como un cometa minúsculo.

Caminé largo rato, despacio. Me sentía libre, seguro entre los labios
que en ese momento me pronunciaban con tanta felicidad. La noche
era un jardín de ojos. Al cruzar la calle, sentí que alguien se
desprendía de una puerta. Me volví, pero no acerté a distinguir nada.
Apreté el paso. Unos instantes percibí unos huaraches sobre las
piedras calientes. No quise volverme, aunque sentía que la sombra se
acercaba cada vez más. Intenté correr. No pude. Me detuve en seco,
bruscamente. Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un
cuchillo en mi espalda y una voz dulce:
-No se mueva, señor, o se lo entierro.
Sin volver la cara pregunté:
- ¿Qué quieres?
-Sus ojos, señor –contestó la voz suave, casi apenada.
- ¿Mis ojos? ¿Para qué te servirán mis ojos? Mira, aquí tengo un poco
de dinero. No es mucho, pero es algo. Te daré todo lo que tengo, si
me dejas. No vayas a matarme.
-No tenga miedo, señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los
ojos.
-Pero, ¿para qué quieres mis ojos?
-Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules y por
aquí hay pocos que los tengan.
- Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos.
-Ay, señor no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules.
-No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa.
-No se haga el cursi, me dijo con dureza. Dé la vuelta.
Me volví. Era pequeño y frágil. El sombrero de palma le cubría medio
rostro. Sostenía con el brazo derecho un cuchillo de campo, que
brillaba con la luz de la luna.
-Alúmbrese la cara.
Encendí y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo
entrecerrar los ojos. El apartó mis párpados con mano firme. No podía
ver bien. Se alzó sobre las puntas de los pies y me contempló
intensamente.
La llama me quemaba los dedos. La arrojé. Permaneció un instante
silencioso.
-¿Ya te convenciste? No los tengo azules.
-¡Ah, qué mañoso es usted! –respondió. -A ver, encienda otra vez.
Froté otro fósforo y lo acerqué a mis ojos. Tirándome de la manga, me
ordenó.
-Arrodíllese.
Mi hinqué. Con una mano me cogió por los cabellos, echándome la
cabeza hacia atrás. Se inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el
machete descendía lentamente hasta rozar mis párpados. Cerré los
ojos.
-Ábralos bien –ordenó.
Abrí los ojos. La llamita me quemaba las pestañas. Me soltó de
improviso.
-Pues no son azules, señor. Perdone.
Y desapareció.
Me acodé junto al muro, con la cabeza entre las manos. Luego me
incorporé. A tropezones, cayendo y levantándome, corrí durante una
hora por el pueblo desierto. Cuando llegué a la plaza, ví al dueño del
mesón, sentado aún frente a la puerta.
Entré sin decir palabra.
Al día siguiente huí de aquel pueblo.
51.¿Dónde se encontraba el protagonista al comienzo del relato?

A) En la cárcel.
B) En la calle.
C) En una posada.
D) En el campo.

52. ¿Cuál es el conflicto principal de la obra?

A) La búsqueda de ojos azules para la novia.


B) La mala atención de la posada.
C) Habitar en un pueblo fantasma.
D) El asalto frustrado.

53. ¿Cómo es posible caracterizar al protagonista?

A) Miedoso.
B) Preocupado.
C) Alegre.
D) Amable.

Lee el siguiente texto y responde de la pregunta 54 a la 58 (1


punto c/u).

Espantos de agosto

Gabriel García Márquez

Llegamos a Arezzo un poco antes del mediodía, y perdimos más de


dos horas buscando el castillo renacentista que el escritor venezolano
Miguel Otero Silva había comprado en aquel recodo idílico de la
campiña toscana. Era un domingo de principios de agosto, ardiente y
bullicioso, y no era fácil encontrar a alguien que supiera algo en las
calles abarrotadas de turistas. Al cabo de muchas tentativas inútiles
volvimos al automóvil, abandonamos la ciudad por un sendero de
cipreses sin indicaciones viales, y una vieja pastora de gansos nos
indicó con precisión dónde estaba el castillo. Antes de despedirse nos
preguntó si pensábamos dormir allí, y le contestamos, como lo
teníamos previsto, que sólo íbamos a almorzar.

-Menos mal -dijo ella- porque en esa casa espantan.

Mi esposa y yo, que no creemos en aparecidos del medio día, nos


burlamos de su credulidad. Pero nuestros dos hijos, de nueve y siete
años, se pusieron dichosos con la idea de conocer un fantasma de
cuerpo presente.

Miguel Otero Silva, que además de buen escritor era un anfitrión


espléndido y un comedor refinado, nos esperaba con un almuerzo de
nunca olvidar. Como se nos había hecho tarde no tuvimos tiempo de
conocer el interior del castillo antes de sentarnos a la mesa, pero su
aspecto desde fuera no tenía nada de pavoroso, y cualquier inquietud
se disipaba con la visión completa de la ciudad desde la terraza florida
donde estábamos almorzando. Era difícil creer que en aquella colina
de casas encaramadas, donde apenas cabían noventa mil personas,
hubieran nacido tantos hombres de genio perdurable. Sin embargo,
Miguel Otero Silva nos dijo con su humor caribe que ninguno de tantos
era el más insigne de Arezzo.

-El más grande -sentenció- fue Ludovico.

Así, sin apellidos: Ludovico, el gran señor de las artes y de la guerra,


que había construido aquel castillo de su desgracia, y de quien Miguel
nos habló durante todo el almuerzo. Nos habló de su poder inmenso,
de su amor contrariado y de su muerte espantosa. Nos contó cómo fue
que en un instante de locura del corazón había apuñalado a su dama
en el lecho donde acababan de amarse, y luego azuzó contra sí
mismo a sus feroces perros de guerra que lo despedazaron a
dentelladas. Nos aseguró, muy en serio, que a partir de la media
noche el espectro de Ludovico deambulaba por la casa en tinieblas
tratando de conseguir el sosiego en su purgatorio de amor.

El castillo, en realidad, era inmenso y sombrío. Pero a pleno día, con


el estómago lleno y el corazón contento, el relato de Miguel no podía
parecer sino una broma como tantas otras suyas para entretener a sus
invitados. Los ochenta y dos cuartos que recorrimos sin asombro
después de la siesta, habían padecido toda clase de mudanzas de sus
dueños sucesivos. Miguel había restaurado por completo la planta
baja y se había hecho construir un dormitorio moderno con suelos de
mármol e instalaciones para sauna y cultura física, y la terraza de
flores intensas donde habíamos almorzado. La segunda planta, que
había sido la más usada en el curso de los siglos, era una sucesión de
cuartos sin ningún carácter, con muebles de diferentes épocas
abandonados a su suerte. Pero en la última se conservaba una
habitación intacta por donde el tiempo se había olvidado de pasar. Era
el dormitorio de Ludovico.

Fue un instante mágico. Allí estaba la cama de cortinas bordadas con


hilos de oro, y el sobrecama de prodigios de pasamanería todavía
acartonado por la sangre seca de la amante sacrificada. Estaba la
chimenea con las cenizas heladas y el último leño convertido en
piedra, el armario con sus armas bien cebadas, y el retrato al óleo del
caballero pensativo en un marco de oro, pintado por alguno de los
maestros florentinos que no tuvieron la fortuna de sobrevivir a su
tiempo. Sin embargo, lo que más me impresionó fue el olor de fresas
recientes que permanecía estancado sin explicación posible en el
ámbito del dormitorio.

Los días del verano son largos y parsimoniosos en la Toscana, y el


horizonte se mantiene en su sitio hasta las nueve de la noche. Cuando
terminamos de conocer el castillo eran más de las cinco, pero Miguel
insistió en llevarnos a ver los frescos de Piero della Francesca en la
Iglesia de San Francisco, luego nos tomamos un café bien conversado
bajo las pérgolas de la plaza, y cuando regresamos para recoger las
maletas encontramos la cena servida. De modo que nos quedamos a
cenar.

Mientras lo hacíamos, bajo un cielo malva con una sola estrella, los
niños prendieron unas antorchas en la cocina, y se fueron a explorar
las tinieblas en los pisos altos. Desde la mesa oíamos sus galopes de
caballos cerreros por las escaleras, los lamentos de las puertas, los
gritos felices llamando a Ludovico en los cuartos tenebrosos. Fue a
ellos a quienes se les ocurrió la mala idea de quedarnos a dormir.
Miguel Otero Silva los apoyó encantado, y nosotros no tuvimos el valor
civil de decirles que no.

Al contrario de lo que yo temía, dormimos muy bien, mi esposa y yo en


un dormitorio de la planta baja y mis hijos en el cuarto contiguo.
Ambos habían sido modernizados y no tenían nada de tenebrosos.
Mientras trataba de conseguir el sueño conté los doce toques
insomnes del reloj de péndulo de la sala, y me acordé de la
advertencia pavorosa de la pastora de gansos. Pero estábamos tan
cansados que nos dormimos muy pronto, en un sueño denso y
continuo, y desperté después de las siete con un sol espléndido entre
las enredaderas de la ventana. A mi lado, mi esposa navegaba en el
mar apacible de los inocentes. “Qué tontería -me dije-, que alguien
siga creyendo en fantasmas por estos tiempos”. Sólo entonces me
estremeció el olor de fresas recién cortadas, y vi la chimenea con las
cenizas frías y el último leño convertido en piedra, y el retrato del
caballero triste que nos miraba desde tres siglos antes en el marco de
oro. Pues no estábamos en la alcoba de la planta baja donde nos
habíamos acostado la noche anterior, sino en el dormitorio de
Ludovico, bajo la cornisa y las cortinas polvorientas y las sábanas
empapadas de sangre todavía caliente de su cama maldita.

54. ¿Qué es lo que más impresiona al protagonista sobre el


castillo?

A) El olor a fresas.
B) La existencia del fantasma.
C) La credulidad de las personas.
D) La inmensidad del castillo.
55. ¿De qué forma el protagonista busca zafar del asalto?

A) Ataca de regreso a su oponente.


B) Huyendo del pueblo.
C) Procura demostrar el color de sus ojos.
D) Convence al atacante de que tome el dinero.

56. ¿Qué consecuencias tiene el frustrado asalto?

A) Provoca la huida del pueblo por parte del protagonista.


B) La desesperación del asaltante.
C) Sed de venganza por parte del protagonista.
D) Desesperación en el pueblo.

57. ¿Cuál es la disposición de los acontecimientos en este relato?

A) Cronológica.
B) In media res.
C) Comienza desde el final.
D) Comienza desde el medio.

58. ¿Qué característica común tienen los protagonistas de ambos


relatos?

A) Ambos son hombres de familia.


B) Ambos están preocupados por lo sobrenatural.
C) Ambos observan analíticamente el espacio que los circunda.
D) Ambos tienen responsabilidades.
59. ¿Por qué el narrador afirma que ‘La noche era un jardín de
ojos’?

A) Se refiere a que habían muchas personas esa noche en la calle.


B) En alusión a la libertad que sentía el protagonista.
C) Porque es una metáfora de la felicidad.
D) Hace referencia a las estrellas en el firmamento.

60. Gabriel García Márquez escribe este cuento en plena Guerra


Fría. ¿Cuál de las siguientes características del texto leído se
enmarca en dicho contexto?

A) Tener un protagonista asesino, dado que refleja el horror de la


muerte.
B) La temática fantasmagórica, porque hubo muchas muertes en esa
guerra.
C) El final abierto, ya que refleja la inestabilidad social y política de la
época.
D) La presencia de una familia, producto de la soledad reinante en la
época.

61. ¿Qué característica de los relatos de terror presenta este


texto?

A) Tener un objeto cotidiano con aspectos fantásticos.


B) El relato de una leyenda hecha realidad.
C) Provocar un sentimiento de angustia en el lector.
D) Generar miedo a través de una temática atemorizante.

62. Es posible interpretar que al final de la historia:

A) El protagonista no ha despertado por completo de su sueño.


B) El fantasma de Ludovico asesinó a la esposa.
C) El protagonista se percata de que es realmente Ludovico.
D) El protagonista asesinó a su esposa sin percatarse.

63. ¿Con qué finalidad se utilizan los guiones en el siguiente


fragmento?

A mi lado, mi esposa navegaba en el mar apacible de los inocentes.


“Qué tontería -me dije-, que alguien siga creyendo en fantasmas por
estos tiempos”.

A) Para introducir la voz del narrador.


B) Para aclarar un pensamiento del personaje que habla.
C) Para introducir una cita.
D) Para aclarar un argumento.

64. Producción escrita (4 puntos):

Completa el final de esta historia. Para ello, procura:

- Tener coherencia entre tus ideas.


- Mantener el tenor de terror.
- Tener una buena redacción y un correcto uso de la ortografía.
- Entregar un desenlace claro para el protagonista.
- Selecciona al menos 2 palabras del texto que te resulten complejas y
utilízalas en tu nuevo relato. Destaca las palabras escogidas.

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65. La palabra destacada en el texto “musité” puede ser


reemplazada por:

A) grité.
B) balbucié.
C) exclamé.
D) hablé.

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