Neoliberalismo en América Latina

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

extrajudiciales como delitos de lesa […] asistir a las víctimas de violaciones


humanidad. Ningún fuero especial o El Gobierno de la República de a los derechos humanos. Dicho
jurisdicción privativa puede escudar Guatemala reitera el compromiso de resarcimiento y/o asistencia se
la impunidad de las violaciones a los continuar la depuración y profesiona- harán efectivos a través de medidas
derechos humanos. lización de los cuerpos de seguridad. y programas gubernamentales, de
[…] Asimismo, expresa la necesidad carácter civil y socioeconómico, diri-
Para mantener un irrestricto de continuar adoptando e imple- gidos en forma prioritaria a quienes
respeto a los derechos humanos, mentando medidas eficaces para más lo requieran, dada su condición
no deben existir cuerpos ilegales ni regular en forma precisa la tenencia, económica y social.
aparatos clandestinos de seguridad. portación y uso de armas de fuego
El Gobierno de la República reconoce por particulares de conformidad con
que es su obligación combatir cual- la ley. Las Partes reconocen que es
quier manifestación de los mismos un deber humanitario resarcir y/o

E
l neoliberalismo no tuvo su origen en América Latina. Ludwig Von Mises,
Lionel Robbins, Friedrich Hayek, Walter Lippmann y Milton Friedman, EL PROYECTO
fueron los economistas europeos y norteamericanos que expusieron sus
ideas simultáneamente al desarrollo de la batalla occidental contra el
NEOLIBERAL EN
comunismo en el marco de la Guerra Fría. De esta forma, el neoliberalismo AMÉRICA LATINA
se inició a comienzos de la década de 1970 como consecuencia de la crisis del
modelo keynesiano que se había implementado en el mundo desde 1930. A dicho
escenario se sumó la recesión de la economía mundial que estalló con la crisis
del petróleo desatada en 1973. Esta crisis se produjo a principios de la década
del 70, a partir de la decisión de los principales países exportadores de aumentar
el precio del crudo, generando un proceso inflacionario mundial que repercutió
negativamente en la actividad económica. De esta forma, la crítica al Estado de
bienestar surgida en los países europeos se extendió a todos los países del mundo.
En América Latina, coincidió con el golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende
en Chile en 1973, y dio comienzo a la implementación progresiva de este proyecto
económico en toda la región de la mano de los sucesivos golpes de Estado y la
instalación de las diversas dictaduras.
A pesar de que las trayectorias nacionales fueran diversas, el modelo econó-
mico neoliberal se expandió en América Latina de forma generalizada e implicó la
reformulación de las relaciones sociales capitalistas nacionales y globales, como
también una reinserción de la región en la economía mundial.
Las reformas neoliberales tuvieron algunos pilares fundamentales. Algunos
de ellos fueron: el ajuste económico a partir de la reducción del gasto público, la
reducción de la intervención estatal, la liberalización de los mercados a partir de su
desregulación para dar preeminencia al capital privado y al establecimiento de la
flexibilidad laboral. Además, las políticas de ajuste estructural incluyeron políticas
antiinflacionarias, privatizaciones, liberalización del sistema financiero y apertura
de las fronteras comerciales.

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

LA FE EN EL PROGRESO INDIVIDUAL

La Sociedad de Mont Pélerin, fundada en 1947 por Friedrich Hayek, representó


a los intelectuales que creyeron fervientemente en la libertad individual como
fuente del crecimiento económico. Su posición consideraba que la intervención
estatal generaba distorsión de la competencia y destruía las posibilidades natu-
rales a partir del esfuerzo individual. Este fue el principal fundamento de la lucha
del neoliberalismo contra el poder de los sindicatos y la intervención del sector
público. Se suponía que el poder sindical era indeseable, dado que modificaba
la tasa natural de desempleo de toda economía que conformaba un ejército
industrial de reserva que flexibilizaba los vínculos laborales, disminuía el valor
del salario y garantizaba una mayor rentabilidad del capital.

EL CONSENSO DE WASHINGTON Y EL IMPULSO DEL NEOLIBERALISMO

Con la caída del muro de Berlín en 1989 y el fin del socialismo real, el capitalismo
vencedor se impuso también en la reconstrucción de Europa del Este. La llegada
de Margaret Thatcher al cargo de primer ministro del Gobierno inglés en 1979 y la
asunción de Ronald Reagan a la presidencia de los Estados Unidos en 1981 dieron
un impulso mayor a las medidas políticas de reforma estructural neoliberal.
Por su parte, el complejo proceso producto de los cambios y del desarrollo
de las tecnologías de comunicación —definido por muchos analistas como
globalización y por otros como mundialización— generó un impacto significativo
en la economía internacional. La llamada «financiarización» de la economía fue
un proceso global que se produjo a partir del aumento de la liquidez mundial
producida por la circulación de los «petrodólares», y por la emisión monetaria
norteamericana sin límites que implicó un mayor aumento de la inversión espe-
culativa que la productiva. Por lo tanto, el sector más rentable de la economía
era el rentístico-financiero. Estos cambios fueron también influenciados por las
transformaciones en el ámbito de la producción. La finalización de la produc-
ción en masa dio paso a un proceso flexible que direccionó la producción en
función de la demanda del mercado, modificando la organización de la cadena
productiva por la necesidad de la velocidad de respuesta para hacer frente a la
competencia comercial. Los mentores del neoliberalismo identificaron como
enemiga de la productividad a la fuerza del movimiento obrero, por lo que, a
fin de elevar las tasas de ganancias empresarias, profesaron la necesidad de
revertir esta situación desequilibrando nuevamente la balanza a favor del sector
patronal. Cualquier intervención al marco eminentemente teórico de la ley de la
oferta y la demanda debía ser suprimida. En ese contexto, las potencias occiden-
tales encontraron en el neoliberalismo la vía para reproducir, como en el pasado,
la relación de dependencia con el sur del hemisferio.
En este marco se desarrolló el Consenso de Washington, que consistió en
la formulación de una serie de medidas económicas consideradas deseables
por los organismos multilaterales de crédito, el Fondo Monetario Internacional
(FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la
hora de recomendar políticas económicas que generaran condiciones de posibi-
lidad para el pago de los préstamos que ellos mismos otorgaron a los distintos
Estados. El Consenso de Washington, elaborado por John Williamson en 1989,

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

presentó diez puntos conocidos como «recetas neoliberales» que debían ser
aplicados por los países que contrajeran deuda: disciplina presupuestaria para
evitar el déficit fiscal, reordenamiento de las prioridades del gasto en función
de las áreas estratégicas del desarrollo, reforma impositiva, liberalización
financiera, tipo de cambio competitivo, disminución de las barreras aduaneras,
ingreso irrestricto de inversión extranjera directa, privatizaciones, desregulación
y el aseguramiento de los derechos de propiedad. Por su parte, la flexibilización
del mercado laboral y, por lo tanto, de la relación entre el mundo del trabajo y el
empresarial, en detrimento del primero y a favor del segundo, formó parte de las
directivas neoliberales.

Margaret Thatcher junto al presidente Ronald


Reagan en Washington, 1987.

EL MITO DEL ESTADO MÍNIMO

El discurso neoliberal planteó un esfuerzo de los Estados por retirarse de sus


funciones regulatorias, dejando al mercado la distribución de los recursos. Este
postulado se apoyó en la demonización del Estado, que supuestamente había
tenido un crecimiento desmesurado desde 1940 y que no había mejorado su
funcionamiento, sino que resultó un ente torpe, débil, incompetente y costoso. Sin
embargo, las medidas implementadas durante las décadas neoliberales presen-
taron una intervención distinta, en favor del aumento de la rentabilidad del capital
y un menor gasto público en materia social. La presencia del Estado continuó, solo
que su direccionamiento fue diferente. Este decálogo de medidas fue el dogma de
los gobiernos a la hora de implementar las reformas estructurales tal como se vio
en su adopción del neoliberalismo en América Latina. Sin embargo, las políticas
que se observaron en los diferentes países tuvieron matices distintos en función
de las condiciones sociales, el momento político, las posiciones partidarias, la
crisis interna y los condicionamientos externos, aun manteniendo como primario
el objetivo de la reducción inflacionaria.

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

LA APLICACIÓN DE LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES: LA DEUDA COMO


INSTRUMENTO DISCIPLINARIO

Un amplio grupo de intelectuales chilenos se formaron en la Escuela de Chicago,


con profesores del equipo de economistas de Milton Friedman, quienes desde 1955
habían desarrollado sus actividades en cooperación con la Universidad Católica de
Chile. Este grupo de académicos fue conocido como los «Chicago Boys». Fueron
Augusto Pinochet y Henry Kissinger en 1976. los escritores del texto sobre política económica El ladrillo, documento publicado
en 1973 que fundamentó el programa del gobierno de Augusto Pinochet, pionero
en la adopción del neoliberalismo en Latinoamérica. Sus medidas fueron
implementadas con rigor, violencia y sangre, violando los derechos fundamentales
de los ciudadanos del país.
Lo mismo puede decirse que sucedió en las dictaduras de Bolivia y Argentina,
en las cuales se impulsaron medidas de ajuste económico sobre la base de la
represión y el disciplinamiento social. En Bolivia, la dictadura del general Hugo
Bánzer Suárez entre 1971 y 1978 dejó la deuda externa más grande en la historia de
dicho país. El golpe de Estado de 1976 en Argentina impuso a partir de la represión
una reconversión de la estructura económica del país. El denominado Proceso de
Reorganización Nacional, con Martínez de Hoz a cargo del Ministerio de Economía,
construyó un modelo económico de crecimiento hacia afuera, basado en la primacía
del sector agroexportador, de la actividad financiera local e internacional y la
privatización de los sectores estratégicos de la economía.

Videla tomándole juramento a José Alfredo


Martínez de Hoz como ministro de Economía,
1976, Archivo del diario Clarín.

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Apuesta al dólar, 1980, en el contexto de la


aplicación de «La Tablita» de Martínez de Hoz.
Fotografía: Daniel Rodríguez, diario Clarín.

En otras palabras, el endeudamiento del conjunto de la región durante esta etapa


se debió a la combinación de dos factores: la alta liquidez de la banca internacional
por los depósitos de los «petrodólares» en los bancos norteamericanos y a la avidez
de la clase dominante nativa de hacer negocios financieros a través de la evasión de
dinero al exterior. El endeudamiento fue resultado de la imposición externa (por la gran
liquidez de los bancos) y del deseo de los grupos financieros locales de especular con
las divisas, más que con una necesidad real interna de capitales por parte del país.
En el caso argentino, la Ley de Entidades Financieras en 1977 eliminó la regu-
lación del mercado financiero, generando un crecimiento aún mayor de la deuda
externa por el vuelco en favor de la especulación financiera. La disminución de los
aranceles aduaneros en 1977 generó la apertura de las barreras comerciales, por lo
que el aparato productivo nacional se vio afectado significativamente. El factor del
tipo de cambio sobrevaluado también impactó en el intercambio comercial y en la
composición del salario de la mano de obra. El proyecto desarrollado se basó en el
incremento de la deuda externa, cuyo saldo fue la extranjerización económica y la
fuerte dependencia de las agencias internacionales de crédito que condicionaron el
actuar de los gobiernos siguientes en materia económica. De esta forma, en 1976 se

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

recurrió al crédito externo sin que se lo precisara, hecho que luego pasó a convertirse
en una necesidad intrínseca al funcionamiento del modelo del gobierno dictatorial.
El caso brasilero presentó algunas características particulares por haber tenido
una dictadura militar que planteó un esquema de desarrollismo económico. El
modelo incluyó un avance significativo en materia industrial dentro de sus medidas
centrales, hecho que colocó a Brasil dentro de los países más importantes en la
escala económica mundial. Este punto fue sumamente importante, ya que el avance
del neoliberalismo se encontró con mayores resistencias en este país a la hora de
implementar el ajuste estructural, la forma de adopción fue diferente y mucho más
Fernando Collor de Melo.
leve que en el resto de la región.
El neoliberalismo no llegó a Brasil con la dictadura militar, sino con el gobierno
de Fernando Collor de Melo, ganador en los comicios de 1989 por el Partido de la
Reconstrucción Nacional. Este implementó una serie de medidas de ajuste para
frenar la grave crisis económica que sufría el país: confiscó los depósitos de los
ahorristas, congeló salarios, precios y tarifas, cambió la moneda nacional y privatizó
empresas. El presidente no pudo frenar la inflación ni el aumento del endeudamiento
externo. Luego de la destitución de Collor de Melo por juicio político, asumió Fernando
Enrique Cardoso, quien adoptó un plan de estabilización económica que implicaba la
implementación de medidas que seguían las recetas dictadas por el FMI, financiando
su plan con grandes préstamos internacionales. Los resultados luego de ocho años
de ajuste y reformas estructurales fueron una gran deuda externa, crisis energética,
desempleo, devaluación y crisis social.

DEUDA EXTERNA TOTAL


(Millones de dólares corrientes, fin de período)

País / Año 1980 1999 2013


Argentina 27162 152563 141076
Bolivia 2340 6983 7756
Brasil 64000 225610 308625
Chile 11207 34758 130724
Colombia 6805 36733 91923
Costa Rica 2209 3641 17654
Los economistas neoliberales Sergio de la Cuba ... 11078 ...
Cuadra, Sergio de Castro, Pablo Barahona y
Álvaro Bardón en una reunión durante 1982. Ecuador 5997 15902 18672
El Salvador 1176 2789 13291
Guatemala 1053 2631 17493
Guyana 834 1210 1246
Haití 348 1162 1474
Honduras 1388 4691 6642
México 50700 166381 261039
Nicaragua 1825 6549 4724
Panamá 2211 5568 12231
Paraguay 861 2741 5131
Perú 9595 28586 60823
Suriname ... ... 737
Uruguay 1660 8261 22862
Venezuela 26963 37016 110485

(CEPAL: 2014)

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

México
166381

Haití
1162
Honduras
4691
2631
Nicaragua
Guatemala 6549 Venezuela
2789
37016
El Salvador 3641
5568

Costa Rica Guyana


Panamá Colombia
1210
36733

LA DEUDA EXTERNA
Ecuador
15902

EN LA ETAPA Perú
Brasil

NEOLIBERAL
225610

28586
Bolivia
6983
Deuda externa total
En millones de dólares, fin de período.
Paraguay
Años 2741
Chile
1999
34758
1980

Uruguay
Millones de US$ Argentina
8261
200 000 2
1

152563
100 000

50 000

1 Límite del lecho y subsuelo


del Río de la Plata
2 Límite del exterior del
Río de la Plata
3 Límite lateral marítimo
argentino-uruguayo

Mapa de elaboración propia sobre la base de la información estadística del Banco Mundial (BM), 2015.

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

GUAICAIPURO CUATÉMOC COBRA LA DEUDA A EUROPA


POR LUIS BRITTO GARCÍA

Aquí pues yo, Guaicaipuro firma sobre firma, que solo entre el lo cual daría derecho, no solo a exigir
Cuautémoc, he venido a encontrar a año de 1503 y el de 1660 llegaron a devolución inmediata, sino a indem-
los que celebran el Encuentro. Aquí Sanlúcar de Barrameda 185 mil kilos nización por daños y perjuicios. Yo,
pues yo, descendiente de quienes de oro y 16 millones de kilos de plata Guaicaipuro Cuautémoc, prefiero creer
poblaron América hace cuarenta mil provenientes de América. ¿Saqueo? en la menos ofensiva de las hipótesis.
años, he venido a encontrar a los que No lo creyera yo, porque es pensar que Tan fabulosas exportaciones de capital
se la encontraron hace quinientos. los hermanos cristianos faltan a su no fueron más que el inicio de un Plan
Aquí pues nos encontramos todos: séptimo mandamiento. ¿Expoliación? Marshalltzuma para garantizar la
sabemos lo que somos, y es bastante. Guárdeme Tonantzin de figurarme reconstrucción de la bárbara Europa,
Nunca tendremos otra cosa. que los europeos, igual que Caín, arruinada por sus deplorables guerras
El hermano aduanero europeo me matan y después niegan la sangre contra los musulmanes, cultores del
pide papel escrito con visa para poder del hermano. ¿Genocidio? Eso sería álgebra, la poligamia, el baño coti-
descubrir a los que me descubrieron. dar crédito a calumniadores como diano y otros logros superiores de la
El hermano usurero europeo me Bartolomé de las Casas, que califican civilización.
pide pago de una deuda contraída al Encuentro de Destruición de las Por ello, al acercarnos al Quinto
por Judas a quienes nunca autoricé Indias, o a ultrosos como el doctor Centenario del empréstito, podemos
a venderme. El hermano leguleyo Arturo Uslar Pietri, quienes afirman preguntarnos: ¿han hecho los
europeo me explica que toda deuda que el arranque del capitalismo y de la hermanos europeos un uso racional,
se paga con intereses, aunque sea actual civilización europea se debió a responsable, o por lo menos
vendiendo seres humanos y países esa inundación de metales preciosos. productivo de los recursos tan gene-
enteros sin pedirles consentimiento. No: esos 185 mil kilos de oro y 16 rosamente adelantados por nuestro
Ya los voy descubriendo. millones de kilos de plata deben ser Fondo Indoamericano Internacional?
También yo puedo reclamar pago. considerados como el primero de varios Deploramos decir que no. En lo
También puedo reclamar intereses. préstamos amigables de América para estratégico, los dilapidaron en bata-
Consta en el Archivo de Indias, papel el desarrollo de Europa. Lo contrario llas de Lepanto, Armadas Invencibles,
sobre papel, recibo sobre recibo, sería presuponer crímenes de guerra, Terceros Reichs y otras formas de

LOS DISTINTOS PROCESOS NEOLIBERALES EN AMÉRICA LATINA

El panorama latinoamericano no resultaba auspicioso. La recesión interna-


cional profundizó los problemas económicos y produjo la llamada crisis de la deuda
de 1982. En ese momento, algunos de los países latinoamericanos no pudieron
cumplir con los pagos de los préstamos contraídos con los acreedores interna-
cionales. La falta de liquidez dado el aumento exponencial de la tasa de interés
internacional, sumada a la caída de los precios de las exportaciones por la recesión
mundial y el aumento de precios por la inflación en los costos de los insumos,
generaron una combinación insuperable para los Estados latinoamericanos. El
Gobierno mexicano en agosto de 1982, expresó que no era capaz de cumplir con
sus obligaciones financieras. Casi todos los demás países de la región se encon-
traron en las mismas condiciones, debiendo los organismos multilaterales de

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

exterminio mutuo, sin más resultado fijo de un 10 % anual acumulado como admitir su absoluto fracaso
que acabar ocupados por las tropas durante los últimos trescientos años. financiero y/o la demencial irra-
gringas de la OTAN, como Panamá Sobre esta base, y aplicando cionalidad de los supuestos del
(pero sin canal). En lo financiero, han la europea fórmula del interés capitalismo. Tales cuestiones
sido incapaces —después de una compuesto, informamos a los metafísicas, desde luego, no nos
moratoria de 500 años— tanto de descubridores que solo nos deben, inquietan a los indoamericanos.
cancelar capital o intereses, como de como primer pago de su deuda, una Pero sí exigimos la inmediata firma
independizarse de las rentas líquidas, masa de 185 mil kilos de oro y otra de de una Carta de Intención que
las materias primas y la energía barata dieciséis millones de kilos de plata, discipline a los pueblos deudores
que les exporta el tercer mundo. ambas elevadas a la potencia de del Viejo Continente, y los obligue
Este deplorable cuadro corrobora trescientos. Es decir: un número para a cumplirnos sus compromisos
la afirmación de Milton Friedman cuya expresión total serían necesa- mediante una pronta Privatización
según la cual una economía subsi- rias más de trescientas cifras, y que o Reconversión de Europa, que les
diada jamás podrá funcionar. Y nos supera ampliamente el peso de la permita entregárnosla entera como
obliga a reclamarles —por su propio tierra. Muy pesadas son estas moles primer pago de su deuda histórica.
bien— el pago del capital e intereses de oro y de plata. Dicen los pesimistas del Viejo
que tan generosamente hemos demo- ¿Cuánto pesarían, calculadas Mundo que su civilización está en una
rado todos estos siglos. Al decir esto, en sangre? ¿Cuánto pesa la sangre bancarrota que le impide cumplir sus
aclaramos que no nos rebajaremos a de ochenta millones de víctimas? compromisos financieros o morales.
cobrarles a los hermanos europeos las ¿Cuánto pesa el olvido de diez millares En tal caso, nos contentaríamos con
viles y sanguinarias tasas flotantes de de culturas? ¿Cuánto pesa el silencio que nos pagaran entregándonos la
interés de un 20 % y hasta un 30 % que de veinte millares de lenguas? bala con la que mataron al poeta.
ellos le cobran a los pueblos del tercer Aducir que Europa en medio Pero no podrán: porque esa bala, es el
mundo. Nos limitaremos a exigir la milenio no ha podido generar corazón de Europa.
devolución de los metales preciosos riquezas suficientes para cancelar
adelantados, más el módico interés este módico interés, sería tanto

crédito renegociar los préstamos otorgados a través de la imposición condiciones


aún más duras para todos.
Así, el neoliberalismo como corriente económica y política, se impuso en América
Latina siguiendo los postulados determinados por los países de Europa, por Estados
Unidos y principalmente por los organismos multilaterales de crédito tales como el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. La llegada al poder del gobierno
de facto de Pinochet inauguró (primero en Chile y luego en toda la región), la aplicación
de medidas neoliberales cuyo principal objetivo fue socavar los derechos sociales y
políticos adquiridos por la clase trabajadora en las décadas precedentes, y defendido
por el movimiento obrero organizado. Sin embargo, su instrumentación fue hetero-
génea en cada uno de los países donde el mercado le ganó la pulseada al Estado.
La crisis de deuda mexicana dio pie a los cambios económicos liberalizadores
en manos del PRI con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari iniciado en 1988.

387
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Estos fueron posibles de acuerdo con ciertos factores institucionales como


las facultades discrecionales del jefe del Ejecutivo, el vasto sistema de redes clien-
telares y estructurales corporativas, el control gubernamental sobre el proceso
electoral y la fortaleza histórica de las instituciones financieras. Las medidas adop-
tadas fueron, entre otras, la apertura comercial, la privatización, la desregulación, la
estabilidad monetaria y el control de la inflación y la implementación del Programa
Carlos Salinas de Gortari junto a Bush. Nacional de Solidaridad (Pronasol).

En el caso boliviano, luego de atravesar un período de inestabilidad política


durante el retorno a la democracia, Víctor Paz Estenssoro asumió la presidencia
en 1985 e inauguró, en manos del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), la
Nueva Política Económica: un programa de ajuste que consistió en la reducción
de los subsidios, el cierre de empresas estatales, la desregulación del control
de precios y el tipo de cambio para controlar la inflación. El plan tuvo impacto
económico y también político-social, ya que inició una cadena de luchas muy
significativas en contra de las reformas como la Marcha por la Vida de 1986 contra
el cierre de las minas, o el paro general de la Central Obrera Boliviana (COB). Jaime
Paz Zamora, presidente entre 1989 y 1993, intentó profundizar el modelo neoli-
beral; sin embargo, las medidas fueron adoptadas por sus sucesores en el cargo,
Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) y el gobierno del exdictador Hugo Banzer
Suárez (1997-2001). Las privatizaciones de las empresas estatales –Yacimientos

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Petrolíferos Fiscales Bolivianos-YPFB—, las telecomunicaciones con la privatiza-


ción de ENTEL, o la reforma del sistema de pensiones con la ley de capitalización
que creó el Fondo de Capitalización Colectiva, despidos o el desmantelamiento
del sector minero estatal, fueron las políticas neoliberales que se aplicaron en el
país boliviano. Hugo Banzer Suárez, luego elegido en elecciones democráticas,
continuó con las privatizaciones y con la eliminación de las plantaciones de coca,
por lo que encontró creciente oposición.
En el caso argentino, la asunción de Raúl Alfonsín en 1983 debió enfrentar un El vicepresidente Julio Garrett, el presidente
panorama económico de gran complejidad. La elevada deuda externa fue uno de Víctor Paz Estenssoro y el presidente del
Senado Gonzalo Sánchez de Lozada.
los principales desafíos. Su ministro de Economía (primero de varios), Bernardo
Grinspun, presentaba posicionamientos críticos al neoliberalismo y se propuso
impulsar el crecimiento de la pequeña y mediana industria. Sin embargo, las
presiones internas y externas y las relaciones conflictivas con el FMI terminan
provocando su desplazamiento y la aplicación de una política ortodoxa, sin poder
controlar la inflación ni asumir el pago de la deuda externa, que entró en cesación
de pagos en 1988. En dicho año, el Banco Mundial dejó de otorgarle préstamos
al país y, en consecuencia, se desató la hiperinflación más grande de la historia
argentina, debiendo el presidente dejar el cargo meses antes de la finalización
oficial de su mandato. Gonzalo Sánchez de Lozada con Bush.

El acto de Alfonsín, 1983. Fotografía: Carlos


Roberto Bairo, diario Clarín.

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

En el balcón del Cabildo, 1983 (detalle).


Fotografía: Daniel Rodríguez, diario Clarín.

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Desfile de acusados, 1985. Fotografía: Eduardo


Longoni, diario Clarín. El gobierno de Alfonsín
impulsó el juicio a los responsables de la
violación de los derechos humanos luego de
la presentación del informe de la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas
(CONADEP) creada en 1983, a fin de recabar
información sobre la violación de los derechos
humanos durante la última dictadura militar.
Las condenas quedaron sin efecto luego de
las denominadas «Leyes de impunidad» (Ley
de Obediencia Debida, Ley de Punto Final),
indultos sancionados entre 1987 y 1990 bajo los
gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem.

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Carlos Menem asumió su gobierno en el marco de la crisis de deuda. Luego


de afrontar una nueva hiperinflación en 1991, y referirse a la necesidad de realizar
«cirugía mayor sin anestesia», lanzó el Plan de Convertibilidad que fijaba el valor del
peso argentino como el de un dólar norteamericano. La medida fue acompañada
por la apertura al comercio internacional, la desregulación financiera, la privatización
de empresas estatales y la reducción del gasto público disminuyendo el número de
empleados estatales a un tercio y redireccionando el presupuesto nacional. Luego,
durante el segundo mandato, se lanzó la reforma del Estado que profundizaba
las medidas en relación con la gestión pública, destinada a favorecer la lógica del
Carlos Menem y Domingo Cavallo durante su mercado: la descentralización administrativa; la desregulación de las tasas de
primera gestión, 1991, archivo Clarín. interés y la apertura de las fronteras comerciales.

En Uruguay, la apertura democrática fue en 1985, cuando ganó las elec-


ciones Julio María Sanguinetti por el Partido Colorado. El presidente encontró
una situación de alto desempleo, deuda externa y la caída del salario real. Sin
embargo, fue Luis Alberto Lacalle en 1990, electo por el Partido Nacional, quien
llevó a cabo el modelo del Fondo Monetario Internacional. La implementación de las
reformas estructurales fue un proceso gradual en Uruguay, el sistema político
generó ciertas trabas institucionales que, en el marco de la falta de las mayorías
necesarias para aprobar las propuestas, no permitieron realizar los cambios
económicos de la forma deseada.
Primero, Sanguinetti se encontró con obstáculos para llevar a cabo
algunas privatizaciones, aunque sí se encargó de reducir el gasto público. Luego

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Luis Alberto Lacalle (1990-1995) quiso privatizar empresas públicas, disminuir el gasto
público, reducir el tamaño del Estado, abrir las barreras comerciales y detener la
inflación en el corto plazo. Su plan de ajuste encontró gran oposición partidaria y social
ya que, por ejemplo, la ley de empresas públicas que privatizaba la Administración
Nacional de Telecomunicaciones (ANTEL) y otras empresas estatales, fue rechazada
por referéndum. Así, el caso uruguayo no constituyó una reforma profunda en
términos estructurales dado que a partir de mecanismos institucionales en manos 1. Luis Alberto Lacalle.
de la oposición, se frenaron algunas de las políticas neoliberales. 2. Julio María Sanguinetti.

1 2

Sin embargo, el presidente sucesor sería nuevamente Julio María Sanguinetti,


quien formó un Gobierno de coalición con el Partido Nacional y reformó la
Constitución, el sistema judicial, la administración estatal con la reducción de
los empleados públicos y el sistema de previsión social con la creación de las
Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP).
En Perú, la crisis económica, la inflación, la corrupción y el enfrentamiento con
la guerrilla no pudieron ser apaciguados durante el gobierno de Alan García (1985-
1990), quien, a pesar de intentar aplicar un programa de gobierno con más puntos en
común con el keynesianismo, no pudo evitar finalizar su mandato con una profunda
inestabilidad y crisis económica y social. Las recomendaciones del Consenso de
Washington fueron adoptadas por Alberto Fujimori, presidente elegido en 1990, cuyo
mandato fue controvertido por la forma autoritaria de su gobierno.
Ecuador se caracterizó por la inestabilidad política: entre 1976 y 2007, período
durante el cual hubo trece presidentes y solo tres de ellos finalizaron su mandato.
Uno de ellos fue Sixto Durán-Ballén, quien gobernó el país entre 1992 y 1996,
negoció los empréstitos con el Banco Mundial e implementó las condicionali-
dades impuestas a cambio del crédito. Estas consistieron en un fuerte shock
neoliberal, con privatizaciones, reducción de empleo público y flexibilización
laboral, liberalización del comercio y entrada de inversiones extranjeras.
El caso venezolano muestra el advenimiento del shock neoliberal de una
manera muy particular. A pesar del importante aumento del valor del petróleo
en la década del setenta, el país debió enfrentar una fuerte devaluación en 1983.
El presidente Luis Herrera Campins decidió solicitar un crédito al FMI, por el cual
debió adoptar medidas liberalizadoras del mercado con las que logró un rápido
crecimiento económico. El impacto del shock generó el primer estallido social

393
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

el 27 de febrero de 1989, primera oposición generalizada en contra del modelo


neoliberal. Esta protesta es considerada un hito en la historia del país: la creciente
oposición al Gobierno de Carlos Andrés Pérez dio lugar al pronunciamiento enca-
bezado en 1992 por Hugo Chávez Frías, posteriormente elegido como presidente
en elecciones democráticas hasta su muerte en 2013.

Luis Herrera Campins.

En el caso de Colombia, la continuidad de la violencia política en medio de la


lucha de los diferentes gobiernos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC) fue un factor fundamental. Dentro de dicho escenario, en
1990 César Gaviria del Partido Liberal fue elegido presidente y adoptó el modelo
liberal generalizado en esa década, para promover la apertura económica y reformar
el sistema de prestaciones sociales. En el caso colombiano no se logró una
inmediata reacción de los índices macroeconómicos y se desató una crisis
económica (el shock neoliberal tampoco fue considerado un éxito).

1- Bandera de las FARC-EP.


2- Las FARC. 2

394
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

En el caso de Paraguay, la dictadura de Alfredo Stroessner entre 1954 y


1989 finalizó en medio de una crisis muy profunda por las pujas internas por la
sucesión presidencial y por problemas económicos (producto del impacto de la
recesión internacional). En el caso paraguayo, una gran emigración de población
hacia los países vecinos por el aumento del desempleo fue causada por el estan-
camiento económico y la recesión. La alternancia de los presidentes posteriores
no modificó el camino a seguir, todos procuraron realizar un saneamiento fiscal
sin lograr bajar los índices de pobreza y desigualdad, en medio de una profunda Guillermo León Sáenz, alias «Alfonso Cano»;
crisis financiera. El poder estuvo concentrado en el Partido Colorado a pesar Luis Édgar Devia Silva, alias «Raúl Reyes», y Luis
Morantes, alias «Jacobo Arenas».
de las notables riñas internas entre las distintas facciones y las destituciones
constantes de los dirigentes partidarios. Sin embargo, el predominio del Partido
Colorado disminuyó gradualmente a partir del fortalecimiento de los partidos
opositores al régimen.

1. Alfredo Stroessner y Augusto Pinochet.


2. Alfredo Stroessner.

1 2

Por último, en cuanto a los países centroamericanos, cabe destacar que


tanto la transición hacia la democracia y el fin de las guerras civiles se produ-
jeron bajo la influencia de Estados Unidos, durante la gestión de Ronald Reagan.
Esta intervención, condicionó los futuros Gobiernos que en la década de 1990
y los primeros años del siglo XXI respondieron a las necesidades del capital
norteamericano.
Tal es el caso de Nicaragua, donde la influencia norteamericana también
fue determinante. Luego de la salida del Gobierno de Daniel Ortega del Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Violeta Barrios de Chamorro del Partido
Ernesto Pérez Balladares.
Unión Nacional Opositora (UNO) negoció el levantamiento del embargo aplicado
en 1981 en el marco del Gobierno revolucionario e implementó un modelo neoliberal
de privatización de empresas públicas e inversiones extranjeras que tenían como
prioridad controlar la inflación.
Otro ejemplo de la intervención norteamericana ocurrió en Panamá donde, a
solicitud del presidente George Bush, se detuvo al jefe de las Fuerzas de Defensa
de Panamá, Manuel Antonio Noriega, acusado por corrupción (1989). A su vez,
las políticas neoliberales fueron aplicadas por Ernesto Pérez Balladares, elegido
presidente en 1994 por el Partido Revolucionario Democrático (PRD).
También en el caso de Haití, Jean-Bertrand Aristide había sido electo presi-
dente en 1990 en las elecciones libres y democráticas del país. Luego de sufrir un
golpe de Estado en 1991 y exiliarse, con su retorno en 1994 (apoyado por Estados

395
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Unidos) y una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, logró terminar su


mandato. Enmarcado en el apoyo del Gobierno de Bill Clinton, inició el modelo
neoliberal en Haití con la privatización de empresas estatales (recomendada por
el Fondo Monetario Internacional).

EL ALCA, PIEZA CENTRAL DEL MODELO NEOLIBERAL

Durante 1980 y 1990, la mundialización de los imperativos económicos


sumada a los problemas económicos regionales, generó un nuevo tipo de
integración (nuevamente subordinada) de los países latinoamericanos. Por esa
razón, resurgieron proyectos antiguos de Estados Unidos estructurados sobre la
base de la idea del panamericanismo. Uno de ellos fue el Área de Libre Comercio
de las Américas (ALCA).
El ALCA fue una propuesta de Estados Unidos para extender al resto de la
región americana el proyecto planteado por el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), firmado entre Estados Unidos, México y Canadá,
vigente desde el 1.º de enero de 1994. Dicha iniciativa implicaba la integración
comercial de la región, extendiendo la hegemonía norteamericana sobre el resto
del continente y beneficiando los términos de su balanza comercial.

Jean-Bertrand Aristide.

MANIFESTACIONES EN CONTRA DEL ALCA

396
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Haití
México Jean-Bertrand
Carlos Salinas Álvaro Arzú Aristide
Irigoyen (1994-1996) Rep. Dominicana
de Gortari
(1988-1994) (1996-2000) y (2001-2004) Leonel Fernández
Guatemala Nicaragua (1996-2000)
Violeta Barrios
de Chamorro Carlos Andrés Pérez
El Salvador (1990-1997)
Armando Calderón Sol (1989-1993)
(1994-1999) Panamá Venezuela
Costa Rica Ernesto Pérez
José María Balladares Rafael Caldera
Figueres Olsen (1994-1999) (1994-1999)
(1994-1998) Colombia
César Gaviria
(1990-1994)
Sixto Durán-Ballén Fernando Collor de Melo
(1992-1996) Ecuador (1990-1992)
Abdalá Bucaram Ortiz Brasil
(1996-1997)
Fernando Enrique Cardoso
(1995-2002)
Perú
Alberto Fujimori
(1990-2000)
Paraguay
Bolivia
Gonzalo Sánchez de Lozada Alfredo Stroessner *
(1993-1997) (1954-1989)

Hugo Banzer Suárez


(1997-2001)

PRESIDENCIAS Andrés Rodríguez Pedotti


(1989-1993)

NEOLIBERALES
DURANTE LAS DÉCADAS
Argentina
Carlos Menem
(1989-1999) Uruguay Luis Alberto Lacalle
DE 1980 Y 1990 Fernando De la Rúa 2
1

3
(1990-1995)

(1999-2001) Julio María Sanguinetti


(1995-2000)

Chile
Tiempo de mandato Augusto
Pinochet
10 años (1973-1990)
5 años
2 años

1 Límite del lecho y subsuelo


del Río de la Plata
2 Límite del exterior del
Río de la Plata
3 Límite lateral marítimo
argentino-uruguayo

* En el caso de Paraguay se incluyó el gobierno de Alfredo Stroessner


que comenzó en 1954. Cabe aclarar que las políticas neoliberales
fueron aplicadas a partir de la década de 1970.

397
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

LA HERENCIA DEL NEOLIBERALISMO

La implementación del neoliberalismo se realizó en la región de manera dispar.


Las reformas fueron adoptadas por Gobiernos de distintos partidos e ideologías y los
procesos histórico-políticos de cada uno de los países presentaron características
particulares.
Más allá de estas diferencias, luego de las décadas de 1980 y 1990 se produjo
en la región la reconfiguración de la ecuación entre capital y trabajo, modificando la
estructura social de América Latina. Las consecuencias fueron muchas, como las
bajas tasas de crecimiento económico, la caída del ingreso per cápita en la región, el
aumento de la desigualdad en la distribución de la riqueza, el aumento del desempleo
y la tasa de pobreza. Los principales perjudicados fueron los sectores trabajadores.
También se produjo la disminución de la capacidad productiva, debido a la desin-
dustrialización producida por la apertura comercial. Esto modificó la situación de los
sindicatos, el movimiento obrero perdió gran capacidad de lucha frente a la pérdida
de los derechos laborales y la disminución de la cantidad de trabajadores. De esa
forma disminuyó el número de sindicalizados, se modificó la identidad de clase así
como su capacidad de lucha y resistencia.
La desarticulación del sector industrial tuvo como contrapartida una mayor
importancia económica del sector de servicios y de los productores agropecuarios
al favorecer un modelo de exportación, de crecimiento hacia afuera.
Por un lado la flexibilización laboral implicó la reformulación de las relaciones
del trabajo y se implementaron nuevas modalidades como la contratación, la
informalidad o trabajo precario, el trabajo a destajo y el trabajo de medio tiempo.
Por otro lado también se produjo la reconfiguración del aparato del Estado, con la
eliminación o disminución de las prestaciones sociales, salud, educación, asistencia
social, sistema de previsión social, etc.
Los partidos que adoptaron los postulados neoliberales fueron de diversos
signos ideológicos. Los hubo socialdemócratas, socialistas, nacionalistas e
inclusive de tradiciones de izquierda. Durante esta etapa, se produjo la pérdida
relativa de la soberanía nacional por la falta de autonomía de los Gobiernos
para decidir sus proyectos económicos. La falta de divisas implicó el condicio-
namiento externo de los organismos internacionales en el otorgamiento de los
créditos que incluyeron como requisito fundamental la adopción de las recetas
del Consenso de Washington. La implementación de dichas medidas supuso un
costo social muy importante, pero también un impacto en el sistema de repre-
sentación política, frente al deterioro de las condiciones económicas generales
y a la desesperanza y el descrédito de los votantes con la dirigencia política. El
resultado de este proceso se manifestó en la creciente conflictividad social y la
afectación de la gobernabilidad en América Latina.
A pesar de la firmeza con la que fue implementado el modelo económico neoli-
beral, numerosos sectores sociales se organizaron a lo largo de la década de 1990
para expresar sus reivindicaciones y luchar por sus derechos. En América Latina,
se pudo observar el surgimiento de diversos movimientos sociales que lucharon
en contra de la desigualdad social y abogaron por un modelo económico-político
alternativo.

398
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

EL NEOLIBERALISMO Y LAS DESIGUALDADES SOCIALES

1. Bolivia.
2. Paraguay.
3. Venezuela.
4. Haití.

2 4

399
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

LA RESISTENCIA POPULAR AL NEOLIBERALISMO

1. México insurgente,
el subcomandante Marcos.
2. La lucha en Cochabamba.
3. La lucha en Quito.
4. La lucha en Chile.

1 2

3 4

LA RESISTENCIA AL NEOLIBERALISMO:
DISTINTAS ESTRATEGIAS DEL MOVIMIENTO POPULAR

La transformación de la estructura social era un efecto esperado de las políticas


neoliberales en la región. Después de dos décadas de convulsión social gene-
ralizada y con algunos focos de rebeldía aún vigentes, la arremetida del proyecto
imperialista para América Latina tenía entre sus objetivos acabar con la iniciativa
popular. Más allá de la represión como una herramienta siempre disponible de las
clases dominantes, la desestructuración económica y social funcionó como un
mecanismo sumamente útil para quebrar la resistencia de los sectores populares. El
retroceso de la presencia del Estado, la desarticulación de experiencias progresistas
o revolucionarias y el abandono a su suerte de amplias capas de excluidos por parte
de las políticas gubernamentales, minaron la base social de las estructuras
organizativas más fuertes y debilitaron la capacidad de respuesta de sectores que
debieron luchar por su supervivencia. La derrota ideológica y cultural logró además
imponer un desánimo y descreimiento generalizado, deslegitimando muchas vías de
la lucha popular. Además, con énfasis en aquellos países en que se vivieron experien-
cias traumáticas de violencia política (especialmente por lo que implicó la respuesta
represiva), la avanzada ideológica neoliberal logró desterrar del vocabulario político

400
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

las ideas de revolución, socialismo o nacionalismo, que ante la desazón generalizada


por el nuevo clima, parecían conceptos perimidos, pasados de moda, anacrónicos.
El nuevo escenario, sin embargo, no implicó pasividad desde los sectores
populares, que debieron replantear sus líneas de acción ante una realidad que había
transformado profundamente las posibilidades de intervención en la vida política.
A lo largo y ancho de América Latina se dio una variedad de expresiones de resis-
tencia, que tuvieron como protagonistas a los nuevos movimientos sociales y que
implicaron una ruptura importante con el período anterior: por su relación con
el Estado, por su relación con la democracia (como concepto y como marco
institucional), por las formas de acción y la conformación del sujeto social y el
discurso. Se fue conformando además una «territorialización» en nuevos espacios
que reemplazaron a aquellos que entraron en crisis como forma aglutinadora y se
revalorizaron formas de identidad cultural que excedieron la noción de ciudadanía,
por ejemplo las identidades étnicas. La movilización muchas veces implicó a grupos
y organizaciones sociales afectados negativamente por las reformas del mercado.
Muchos de estos reclamos constituyeron una resistencia circunscripta a la defensa
de intereses específicos y con poca coordinación entre sí. Se fue haciendo cada vez
más evidente la incapacidad de canalizar estas demandas a través de las organi- 1.º de mayo de 1984, manifestación del
zaciones existentes y fueron gestándose nuevos espacios de representatividad Comando Nacional de Trabajadores.

vinculados con sus intereses sectoriales o identitarios. Todo esto no significó una
ruptura total con el pasado: la experiencia del movimiento obrero cumplió un rol clave
en muchos países, y así también lo hicieron las formas organizativas propias de la
tradición marxista. Incluso cuando muchas experiencias se entendieron a sí mismas
de forma más bien sui géneris, una gran cantidad de ellas buscó en la tradición
histórica y cultural de su pueblo una legitimación y una explicación para su propio
accionar, estableciendo así un lazo con luchas anteriores que de ningún modo fuera
meramente discursivo. Chile, Movimiento Sebastián Acevedo, 1988.
El movimiento obrero mantuvo su capacidad de iniciativa y constituyó uno de los
focos de la resistencia a través de sus herramientas más tradicionales: las huelgas
y movilizaciones.
En Chile, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) encabezó las
«Jornadas de Protesta Nacional», formas de protesta organizadas contra la dicta-
dura de Pinochet. Se dieron entre los años 1983 y 1986 y se configuraron a partir de
manifestaciones callejeras, huelgas y barricadas que fueron duramente reprimidas.
Estas jornadas constituyeron un punto de partida para articulaciones más amplias
como la «Asamblea de la Civilidad», la «Alianza Democrática» y el «Movimiento
Democrático Popular», en las que participaban numerosos sectores sociales que
concluirán en la realización de un plebiscito en 1988, que pondría en fuerte cuestio-
namiento al gobierno de facto.
En Argentina, el movimiento obrero desde la Confederación General del
Trabajo (CGT), pudo tomar la iniciativa en la década de 1980 con movilizaciones
y huelgas generales en los últimos años de la dictadura militar, con trece paros
generales durante el Gobierno de la transición democrática, bajo la conducción
del sindicalista Saúl Ubaldini. En la década de 1990, esta línea de oposición al
neoliberalismo se continuó a partir la conformación del Movimiento de Trabajadores
Argentinos (MTA), núcleo disidente al interior de la CGT, y con la formación de la
Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en 1992, con un grupo de sindicatos
que se diferenciaron de los otros que decidieron no combatir al nuevo modelo.

401
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Saúl Ubaldini.

El paro del 30 de marzo de 1982 convocado por


la Confederación General del Trabajo (CGT).
Algo similar sucedió en Bolivia, donde la Central Obrera Boliviana (COB) y en espe-
cial el núcleo de trabajadores mineros encabezaron una serie de huelgas y protestas
contra el Gobierno de Paz Estensoro. El punto de inflexión fue «La Marcha por la Vida
y por la Paz» el 28 de agosto de 1986, cuando doce mil mineros se concentraron
para repudiar el decreto con que se había iniciado la desnacionalización de la
economía boliviana.

1. La Marcha por la Vida y por la paz, 28 de


agosto de 1986.
2. Columna de mineros de Oruro rumbo a La
2
Paz, 28 de agosto de 1986.

En Bolivia también existió una continuidad de las tradiciones de lucha,


sumada a la incorporación de nuevas formas de organización del movimiento
popular. Con el eufemismo de la «relocalización», el Estado dejó grandes canti-
dades de trabajadores sin sustento y los obligó a buscar nuevas oportunidades
laborales. En dicho contexto, una de las salidas que encontraron fue la migración
a otras zonas de Bolivia. Muchos de aquellos migrantes fueron exmineros que

402
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

después del desmantelamiento de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol),


se reagruparon en nuevos tipos de organizaciones como las juntas vecinales en
El Alto y sindicatos de cultivadores en el Chapare. Confluyeron allí tradiciones
organizativas de los sindicatos campesinos y de los sindicatos obreros, como así
también las propias de la vida comunitaria que impulsaron la generación de nuevas
identidades colectivas, siendo eje fundamental de la lucha de los movimientos
sociales y más adelante del Movimiento al Socialismo (MAS).
Las medidas económicas neoliberales generaron la disminución del trabajo Evo Morales, uno de los fundadores del MAS.
formal y, por ende, un debilitamiento de las centrales sindicales de América
Latina. Esta situación promovió nuevas modalidades de lucha popular, tales
como la emergencia de movimientos sociales de desocupados, que frente a
Detalle de barricada en Diagonal Norte y Florida,
la imposibilidad de recurrir a la huelga —herramienta histórica de lucha de los 20 de diciembre de 2001. Fotografía: Eduardo
trabajadores organizados— recurrieron al corte de rutas o calles para visibilizar Longoni, diario Clarín.

403
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

su lucha (movimientos piqueteros). En Argentina por ejemplo, se creó una


nueva central obrera que convocó a los movimientos de desocupados a formar
parte de ella (Central de Trabajadores de la Argentina, CTA). En ese sentido, la
aparición del trabajador desocupado como una categoría reconocida por la insti-
tucionalidad sindical se configuró en torno a las nuevas modalidades de acción
y organización. Además, las distintas organizaciones de derechos humanos
cumplieron un rol destacado en la articulación de la oposición al neoliberalismo
Movimiento piquetero en las calles de Buenos (el más significativo de ellos fue el de Madres de Plaza de Mayo), ya que en la
Aires. mayoría de los casos expandieron su horizonte de reclamos desde su motivación
específica hacia las cuestiones más amplias relacionadas con la calidad de vida
de la población. Todas estas corrientes de oposición confluyeron en una gran
manifestación popular los días 19 y 20 de diciembre de 2001, brutalmente repri-
mida, pero que constituyó un hito clave en la historia de los movimientos populares
argentinos, poniendo en entredicho la hegemonía del proyecto neoliberal.
Distinto fue el caso brasileño, allí no había tenido lugar un proceso de desin-
dustrialización como en otros países de la región; el movimiento obrero mantuvo
un margen de acción para continuar la lucha sindical y política de forma indepen-
diente. El Partido de los Trabajadores (PT) constituyó un núcleo organizador de la
lucha popular que condujo las protestas de jubilados y numerosas huelgas, entre
ellas, la de los petroleros en 1955, una de las más significativas. El armado de su
propio instrumento electoral configuró también una nueva estrategia del movi-
miento popular, aunque más integrada a tradiciones previas como la del partido
de clase. Aún así, la experiencia del Movimiento de los Trabajadores Rurales
Sin Tierra (MST) señaló la diversidad de realidades sociales que confluían en el
país brasileño. Conformado por campesinos pobres (expulsados de sus tierras
durante la dictadura militar en beneficio del latifundio) y desocupados urbanos,
se entroncó a su vez con la tradición brasileña de la lucha agraria. Su surgimiento
se dio en una fuerte vinculación con las comunidades eclesiales de base y pudo
articularse además con otros sectores de la sociedad: el comunismo, el PT, el
sindicalismo rural y urbano en general. La modalidad de ocupación de tierras y
puesta en producción de una enorme cantidad de familias, no fue en desmedro
de una fuerte organización interna que apuntó a la generación de una contrahege-
monía tanto simbólica cuanto material, aunque sin pretender el acceso al Estado.
La reivindicación de la formación y educación autónoma, junto con la construc-
ción de normas de convivencia enraizadas en la cultura popular, expresaron la
vocación de este movimiento por una refundación societaria establecida como
contrapoder en el interior del Estado brasileño.

Logo utilizado por el Movimiento de los


Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).

En plena campaña política, el candidato Luiz


Inácio Lula da Silva participa en una reunión
con Prefeito Zezinho Garcia, José Dirceu, Luiza
Erundina y Eduardo Suplicy.

404
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

El dirigente del sindicato de metalúrgicos, Lula


da Silva, 19 de abril de 1980.

Campamento del MST.

En Venezuela, el reclamo popular se expresó desde mediados de los ochenta,


especialmente a partir de protestas urbanas que tuvieron como punto de inflexión
el «Caracazo» o «Sacudón» del 27 de febrero de 1989. Ferozmente reprimida,
no significó el final de estas expresiones de descontento que se reprodujeron
en numerosas ocasiones en la década siguiente. La modalidad de acción fue
similar a las de otras revueltas urbanas en países de la región: cortes de calles
y rutas, barricadas y toma de edificios públicos. Se generalizaron las formas de
acción colectiva por fuera de los canales institucionales partidarios y gremiales,
organizaciones que se habían visto deslegitimadas en los años anteriores.
En este marco fue que tuvo lugar el levantamiento militar comandado por
Hugo Chávez Frías el 4 de febrero de 1992. El intento frustrado de tomar el poder
por las armas llevó a Chávez a la cárcel y a la necesidad de replantearse las
vías para llegar al poder. En 1997 fundó el Movimiento V República, reflejo de
la necesidad de trasvasar los límites estructurales de los partidos tradicionales
para pensar la política desde el movimiento popular. Este se insertó rápidamente
en la disputa electoral y cosechó victorias contundentes.

405
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

EL CARACAZO EN IMÁGENES

406
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

407
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

DISCURSO DE HUGO CHÁVEZ FRÍAS EN CONMEMORACIÓN


DEL LEVANTAMIENTO DEL 4 DE FEBRERO DE 1992
4 DE FEBRERO DE 2010
(SELECCIÓN DE FRAGMENTOS)

Recordemos de dónde vino aquel puro compromiso con la redención


movimiento cívico-militar que, de la Patria y para devolverle al
tras un arduo trabajo de muchos pueblo las armas de la República.
años, se levantó en armas aquel […]
febrero rebelde. Si bien es cierto A todo esto debemos añadir
que el antecedente determinante la necesidad de revivir el legado
de la insurgencia del Movimiento revolucionario de nuestro padre
Bolivariano Revolucionario-200 se Libertador, líder y guía de nuestro
encarna en aquel otro día de febrero movimiento. El 4-F Bolívar volvió
que partió la historia nacional en para no irse nunca jamás.
dos, la insurrección popular del 27 […]
de febrero de 1989, el mar de fondo Dotó a la nación de un objetivo
del que Kléber nos habla, antecede estratégico en lo político: la nueva
al mismo Caracazo: nos remite no democracia, y anuló la validez de los
solo a los años del «puntofijismo», viejos planteamientos de todos los
sino a la estructuración gomecista partidos existentes.
del Estado venezolano. Veamos las
palabras de Hugo Chávez.
[…]
Para 1992 el juego estaba
completamente trancado: las armas
de la crítica tuvieron que dar paso
a la crítica de las armas. La política
entreguista del puntofijismo llegaba
a su más nauseabunda expresión
con el programa neoliberal puesto
en práctica por Carlos Andrés Pérez:
el país estaba subordinado al Fondo
Monetario Internacional y el Banco
Mundial y de rodillas ante el imperio;
los partidos políticos se dedicaban
exclusivamente al saqueo y a la
burla social; la dignidad del pueblo
venezolano estaba secuestrada.
Teníamos que dar un paso al frente
ante tal estado de cosas, con el más

408
CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Hubo también algunas experiencias de organizaciones guerrilleras que


recuperaron la tradición de lucha del período anterior, mayormente desactivada
en la casi totalidad de los países latinoamericanos. En Perú, con la experiencia de
Sendero Luminoso; en Bolivia, con el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) en el
que participó, entre otros, el actual vicepresidente Álvaro García Linera; y en Chile,
con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Estas experiencias se entroncaban con
sus antecesoras de los años sesenta y setenta, y especialmente con la tradición
de la Revolución cubana, pero también con experiencias más recientes como la
Revolución nicaragüense, el gobierno revolucionario de Granada y las experiencias
de El Salvador con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y
de Guatemala, con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG)
En México, la experiencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional
(EZLN) inició su camino también, presentándose como una guerrilla en términos
clásicos. La realidad concreta del país y la reacción de la población mexicana
ante el levantamiento neozapatista el 1.º de enero de 1994 (que no expresó su
repudio, pero que tampoco prestó apoyo a la modalidad de acción) reconfiguró Portada de El diario donde se anuncia operativo
de Sendero Luminoso.
su posicionamiento y lo obligó a suspender el conflicto armado. El proceso tomó
el cariz de un levantamiento indígena y campesino que tuvo elementos distintivos
de la nueva época y que tuvo, también, como causa directa del levantamiento
las reformas neoliberales (en particular el ingreso de México al Tratado de Libre
Comercio). Pero, a su vez, su enraizamiento fue muy profundo en relación con la
tradición revolucionaria mexicana, en la que la cuestión de la tierra tuvo un rol
preponderante como articulador de los reclamos sociales. El EZLN se convirtió
en canalizador de las demandas de los sectores históricamente subordinados en
México, con especial protagonismo en su interior de los pueblos originarios de la Ejército Zapatista de Liberación Nacional
zona de Chiapas. (EZLN).

409
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL


DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA. HOY DECIMOS ¡BASTA!
DICIEMBRE DE 1993
Al pueblo de México. Hermanos de 70 años encabezada por una cama- ejecutivo federal que hoy detenta
mexicanos: rilla de traidores que representan su jefe máximo e ilegítimo, Carlos
Somos producto de 500 años de a los grupos más conservadores y Salinas de Gortari.
luchas: primero contra la esclavitud, vendepatrias. Son los mismos que se Conforme a esta declaración de
en la guerra de Independencia opusieron a Hidalgo y a Morelos, los guerra pedimos a los otros Poderes
contra España encabezada por los que traicionaron a Vicente Guerrero, de la nación se aboquen a restaurar
insurgentes, después por evitar ser son los mismos que vendieron la legalidad y la estabilidad de la
absorbidos por el expansionismo más de la mitad de nuestro suelo al nación deponiendo al dictador.
norteamericano, luego por promulgar extranjero invasor, son los mismos También pedimos a los organismos
nuestra Constitución y expulsar al que trajeron un príncipe europeo a Internacionales y a la Cruz Roja
Imperio francés de nuestro suelo, gobernarnos, son los mismos que Internacional que vigilen y regulen los
después la dictadura porfirista nos formaron la dictadura de los cientí- combates que nuestras fuerzas libran
negó la aplicación justa de leyes de ficos porfiristas, son los mismos que protegiendo a la población civil, pues
reforma y el pueblo se rebeló formando se opusieron a la expropiación petro- nosotros declaramos ahora y siempre
sus propios líderes, surgieron Villa lera, son los mismos que masacraron que estamos sujetos a lo estipulado
y Zapata, hombres pobres como a los trabajadores ferrocarrileros en por la Leyes sobre la Guerra de la
nosotros a los que se nos ha negado 1958 y a los estudiantes en 1968, son Convención de Ginebra, formando
la preparación más elemental para los mismos que hoy nos quitan todo, el EZLN como fuerza beligerante de
así poder utilizarnos como carne absolutamente todo. nuestra lucha de liberación. Tenemos
de cañón y saquear las riquezas de Para evitarlo y como nuestra al pueblo mexicano de nuestra parte,
nuestra patria sin importarles que última esperanza, después de haber tenemos patria y la bandera tricolor
estemos muriendo de hambre y enfer- intentado todo por poner en práctica es amada y respetada por los comba-
medades curables, sin importarles que la legalidad basada en nuestra Carta tientes INSURGENTES, utilizamos
no tengamos nada, absolutamente Magna, recurrimos a ella, nuestra los colores rojo y negro en nuestro
nada, ni un techo digno, ni tierra, ni Constitución, para aplicar el artículo uniforme, símbolos del pueblo traba-
trabajo, ni salud, ni alimentación, ni 39 constitucional que a la letra dice: jador en sus luchas de huelga, nuestra
educación, sin tener derecho a elegir «La soberanía nacional reside bandera lleva las letras «EZLN»,
libre y democráticamente a nuestras esencial y originariamente en el EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN
autoridades, sin independencia de los pueblo. Todo el poder público dimana NACIONAL, y con ella iremos a los
extranjeros, sin paz ni justicia para del pueblo y se instituye para bene- combates siempre.
nosotros y nuestros hijos. ficio de este. El pueblo tiene, en todo Rechazamos de antemano cual-
Pero nosotros HOY DECIMOS tiempo, el inalienable derecho de quier intento de desvirtuar la justa
¡BASTA!, somos los herederos de los alterar o modificar la forma de su causa de nuestra lucha acusándola de
verdaderos forjadores de nuestra gobierno». narcotráfico, narcoguerrilla, bandidaje
nacionalidad, los desposeídos somos Por tanto, en apego a nuestra u otro calificativo que puedan usar
millones y llamamos a todos nues- Constitución, emitimos la presente nuestros enemigos. Nuestra lucha
tros hermanos a que se sumen a este al ejército federal mexicano, pilar se apega al derecho constitucional
llamado como el único camino para básico de la dictadura que pade- y es abanderada por la justicia y la
no morir de hambre ante la ambición cemos, monopolizada por el partido igualdad.
insaciable de una dictadura de más en el poder y encabezada por el Por lo tanto, y conforme a esta

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CAPÍTULO 3 / EL MODELO NEOLIBERAL BAJO DICTADURA Y DEMOCRACIA (1973-1999)

Declaración de guerra, damos a nues- nuestras riquezas naturales en los


tras fuerzas militares del Ejército lugares controlados por el EZLN.
Zapatista de Liberación Nacional las PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros,
siguientes órdenes: hombres y mujeres íntegros y libres,
Primero. Avanzar hacia la capital estamos conscientes de que la guerra
del país venciendo al ejército federal que declaramos es una medida última
mexicano, protegiendo en su avance pero justa. Los dictadores están
liberador a la población civil y permi- aplicando una guerra genocida no
tiendo a los pueblos liberados elegir, declarada contra nuestros pueblos
libre y democráticamente, a sus desde hace muchos años, por lo que
propias autoridades administrativas. pedimos tu participación decidida
Segundo. Respetar la vida de los apoyando este plan del pueblo mexi-
prisioneros y entregar a los heridos cano que lucha por trabajo, tierra,
a la Cruz Roja Internacional para su techo, alimentación, salud, educación,
atención médica. independencia, libertad, democracia,
Tercero. Iniciar juicios sumarios justicia y paz. Declaramos que no
contra los soldados del ejército dejaremos de pelear hasta lograr el
federal mexicano y la policía política cumplimiento de estas demandas
que hayan recibido cursos y que básicas de nuestro pueblo formando
hayan sido asesorados, entrenados, o un Gobierno de nuestro país libre y
pagados por extranjeros, sea dentro democrático.
de nuestra nación o fuera de ella,
acusados de traición a la patria, y INTÉGRATE A LA FUERZAS
contra todos aquellos que repriman y INSURGENTES DEL
maltraten a la población civil y roben EJERCITO ZAPATISTA DE
o atenten contra los bienes del pueblo. LIBERACIÓN NACIONAL
Cuarto. Formar nuevas filas con
todos aquellos mexicanos que mani- Comandancia General del EZLN
fiesten sumarse a nuestra justa lucha,
incluidos aquellos que, siendo soldados
enemigos, se entreguen sin combatir
a nuestras fuerzas y juren responder
a las órdenes de esta Comandancia
General del EJÉRCITO ZAPATISTA DE
LIBERACIÓN NACIONAL.
Quinto. Pedir la rendición incon-
dicional de los cuarteles enemigos
antes de entablar los combates.
Sexto. Suspender el saqueo de

411
ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

La reivindicación de demandas sectoriales, mucho más específicas e identificadas


con identidades particulares o de raigambre territorial, se expresó fuertemente en otros
levantamientos de pueblos originarios que también se vivieron en Centroamérica,
Colombia, Ecuador, Bolivia y Chile. En Ecuador, la lucha del movimiento indígena
estuvo articulada por el Movimiento de Unidad Nacional Pachakutik-Nuevo País, que
nació como organización en 1995, se constituyó como un partido político y participó
exitosamente de las elecciones. Además, encabezó un ciclo de movilizaciones que
llevaron a la caída del Gobierno de Abdalá Bucaram en 1997. En Quito, los pueblos origi-
narios protagonizaron una rebelión en el año 2000 y en el 2006 estuvieron a la cabeza
de la oposición de la firma del TLC con Estados Unidos. En Bolivia, el movimiento
campesino-indígena ganó cohesión y comenzó a considerarse a sí mismo como el
sujeto político de la transformación boliviana. En torno a este nuevo posicionamiento,
se suscitó el debate sobre la necesidad de la construcción de un instrumento político
que superara las limitaciones de las organizaciones sindicales. El Instrumento Político
para la Soberanía de los Pueblos (IPSP), luego enmarcado dentro del MAS, terminó por
constituir el centro de la oposición al neoliberalismo y el imperialismo, abrevando en las
múltiples tradiciones políticas del pueblo boliviano.
Todos estos movimientos latinoamericanos tuvieron una relación particular con el
sistema democrático. Por un lado, reforzaron una nueva conceptualización de la demo-
cracia, en la que se propuso como elementos fundamentales la justicia social, el respeto
por las identidades culturales diversas y la igualdad de derechos. Por otro lado, con una
concepción divergente en torno a la participación en elecciones en función de su forma
de relacionarse con el Estado. Algunos procesos se consideraron totalmente al margen
del sistema electoral y no buscaron el acceso al Estado como forma de cumplimentar
sus demandas. Interpelaron al Estado, pero no disputaron el control del gobierno,
valorando la propia autonomía organizacional y en algunos casos hasta societaria.
Los casos del MST y el EZLN son paradigmáticos en ese sentido, con la vocación de
construcción de un contrapoder y una nueva concepción de democracia fundada en
los principios de sus propias organizaciones. También recorrieron ese camino algunos
núcleos de lucha indígena que se han centrado en la identidad étnica como elemento
cohesionador y que defienden un modelo societario que entra en abierta contradicción
con la estatalidad y el sistema capitalista. En otros casos, el acceso a la contienda
democrática ha sido un objetivo expreso de los nuevos movimientos de resistencia.
Esto, en general, se ha dado con los movimientos que han podido articular con otros
focos de reclamo y combinar a partir de intereses comunes las vías de acción política.
Estos espacios se han constituido en general como representantes de la oposición al
neoliberalismo y han podido proyectar sus intereses específicos hacia expresiones polí-
ticas de más amplio alcance social. Esto se ve reflejado en el MAS, que como espacio
de encuentro de distintas expresiones de los movimientos sociales bolivianos y bajo
el liderazgo de Evo Morales, se incorporó al ámbito electoral no sin pocas desavenen-
cias internas. De la misma manera, el PT pudo ampliar su base social y establecerse
como alternativa política a partir de su participación en elecciones. El caso venezolano
también es un ejemplo de esta forma de intervención, que se diferenció en el sentido de
que el golpe militar significó de por sí una voluntad de acceso al poder del Estado por
otras vías, enfatizando una concepción de democracia que se afirmó sobre la distribu-
ción de la riqueza más que en las características institucionales. Estos movimientos,
que entendieron a la lucha electoral como un modo de acción más de sus repertorios
de resistencia, posteriormente aportaron con sus principales referentes a aquellos
presidentes que inauguraron una nueva etapa histórica regional.

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