Maria Bata
Maria Bata
Maria Bata
ESTUDIANTE
MARIA VERONICA BATA CASTILLO
ID 705571
PROGRAMA ADMINISTRACIÓN DE
EMPRESA
GESTIÓN PÚBLICA
7 SEMESTRE
GIRARDOT- CUNDINAMARCA
2022-1
Introducción
La Administración es una disciplina que aporta en muchas actividades humanas, realiza una
serie de actividades encaminadas al fortalecimiento de las organizaciones públicas y privadas,
para lo cual hace uso de un conjunto de herramientas de la disciplina como el benchmarking,
plan de marketing, actividades de planeamiento, control y dirección, Además la
administración es transversal en todos los ámbitos, es por eso que se puede encontrar una
variedad de administraciones tal como:
La administración pública son organizaciones a las que corresponde, como es bien conocido,
satisfacer los intereses generales de sus respectivas comunidades. Cualquier Administración
pública es una organización pero también las entidades que forman parte de la misma, sean
estas formalmente independientes (agencias, organismos autónomos o empresas públicas) o
no (departamentos centrales) pueden considerarse organizaciones a efectos analíticos. Todo
ello con independencia de que su entorno esté configurado por otras unidades administrativas
y que sus objetivos y decisiones estén condicionados por los criterios de instancias superiores
(Escalante, 2006 ).
Es por esto que la gestión pública está enfocada en la administración eficiente de todos los
recursos con los que cuenta una nación, con la finalidad de dar respuesta a las demandas de
sus habitantes, a la vez que garantizar el desarrollo del país.
por ende en los últimos años, los países de América Latina han experimentado reformas
importantes en el Estado y particularmente en la gestión pública es por esto que la cuestión de
la ética aparece junto a estas transformaciones y cambios, la adopción de códigos, de
regulaciones éticas, así como de sistemas de transparencia y rendición de cuentas es prueba
del rol que ha venido jugando la ética en todos estos procesos (Mariñez,2011).
Cabe destacar que actualmente la nueva gestión pública rescata e introduce una serie de
nuevos valores. Ya no se considera a la administración como simple instrumento ejecutor
de las órdenes políticas. Se reorienta la actividad administrativa hacía el logro de resultados,
hacía una cultura con calidad de servicio, hacía mayores niveles de autonomía y
responsabilidad de los directivos y de los funcionarios. Esta nueva situación plantea el papel
de la cultura organizativa y de la ética pública como instrumentos de control de las
burocracias públicas.
En conclusión, la ética pública existe desde hace muchos años y que ha formado la conducta
de los hombres de gobierno. A pesar del descuido al que ha sido sometida, en las últimas
décadas se ha vuelto a convertir en un tema de análisis fundamental entre los principales
estudiosos del gobierno y la gestión pública de esta manera en este ensayo tiene como
objetivo analizar la ética en el contexto de las tendencias de la gestión pública, esto requiere
darle un sentido a la ética para la política y la administración pública. Es decir, aquella ética
que señala qué deben hacer los poderes, las autoridades y los funcionarios, quiénes pueden y
son competentes para hacerlo y con qué procedimientos,
Gestión pública y la ética
La gestión son acciones precisas y oportunas para conseguir en el menor tiempo posible, y
con la calidad del caso, los propósitos trazados tanto en la esfera pública como en la privada.
Es una categoría amplia, que implica según Medina (2008) “múltiples usos, cuya
característica básica es la de referirse a acciones puntuales (…). Las acciones, recursos,
objetivos y logros constituyen la base esencial de los procesos de gestión, que están
precedidos por una razón social o institucional” (p. 24), es decir que es la creación y
mantenimiento de un medio laboral donde los individuos, trabajan en grupos para cumplir
objetivos y misiones específicos.
Además la gestión es transversal en todos los ámbitos, es por eso que se puede encontrar una
variedad de gestiones como: gestión privada, gestión institucional, gestión local, gestión
comunitaria, gestión territorial y gestión pública. De ésta última haremos referencia a
continuación pero primero que todo para entender mucho mejor se debe tener en cuenta que
esta gestión tiene como punto de partida la administración pública tradicional que “es una
disciplina que aporta en muchas actividades humanas, realiza una serie de actividades
encaminadas al fortalecimiento de las organizaciones públicas y privadas”(Sanchez y
Liendo, 2020, P. 5), de esta manera se hace del uso de un conjunto de herramientas de la
disciplina como el benchmarking, plan de marketing, actividades de planeamiento, control y
dirección, etc.
Asi mismo cabe resaltar que la administración pública parte de dos aspectos distintos, uno es
lo dinámico y lo otro estático, el primer aspecto se entiende como la acción del sector público
cuya virtud dicta las disposiciones destinadas al cumpliento de las leyes en aras al interés
público, como segundo aspecto la administración pública es la estructura integradas por las
instituciones depositarias de la función pública administrativa ( Fernandez, 2016), cabe
señalar que la estructura de la administración pública está compuesta por áreas distribuidas en
tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
Como primero tenemos el enfoque B que es decir que la gestión es mucho más cercana a la
administración pública, esta toma como base conceptos de las disciplinas comerciales con
metodologías específicamente cuantitativas, sin hacer una distinción rigurosa entre las esferas
públicas y privadas. En esta perspectiva la importancia empírica es mucho más marcada y se
orienta hacia los procesos, el diseño de las organizaciones, la gestión del personal, el manejo
presupuestario, etc
Como segundo enfoque P, la gestión pública se concibe como el manejo directivo de las
políticas. Parte del rechazo de la administración pública tradicional, concentrándose en
explorar la función del administrador o ejecutivo político en las políticas de alto nivel de las
organizaciones públicas. Este enfoque en español corresponde a la denominación de
“gestión pública” ( public managment). En esta perspectiva se hace mucho énfasis en los
aspectos políticos de la gestión y su metodología se concentra en estudios de caso, lo cual le
aporta bases prescriptivas soportadas en la práctica más que en la teoría ( Sanchez y Liend,
2020, p. 97 ).
además es necesario aclarar que gestión pública es la que aporta de manera significativa al
buen desempeño y fortalecimiento de las organizaciones del Estado a través de
herramientas y modelos de gestión de la administración y, en particular, de la
administración pública, por ejemplo, el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP),
Sistema Integrado de Administración Financiera (SIAF), entre otros (Escalante, 2015, p.
97).
Es importante agregar que dentro de la gestión pública existe un control por el sistema
nacional que según Escalante (2016) “es el conjunto de acciones mediante las cuales las
instituciones públicas tienden al logro de sus fines y objetivos, todos ellos vinculados con el
bienestar de la sociedad”(p.268), de esta manera el sistema de control busca que las entidades
públicas cumplan con el logro de sus objetivos y fines además el sistema controla que los
funcionarios del estado se rijan a las normas estando obligados a manejar los recurso públicos
adecuadamente, además existe dos tipos de control: el interno que lo lleva a cabo cada
organización pública (control previo) y el externo, que lo lleva a cabo la Contraloría General
de la República y se basa en principios comúnmente aceptados.
Por ende en los últimos años, los países de América Latina han experimentado reformas
importantes en el Estado y particularmente en la gestión pública es por esto que la cuestión de
la ética aparece junto a estas transformaciones y cambios, la adopción de códigos, de
regulaciones éticas, así como de sistemas de transparencia y rendición de cuentas es prueba
del rol que ha venido jugando la ética en todos estos procesos (Mariñez,2011).
Es necesario aclarar que la ética es la disciplina del conocimiento que estudia las actitudes,
hábitos y costumbres del ser humano. Estudia y explica el porqué de la conducta humana y
propone formas deseables para actuar.“La ética es la morada o lugar donde se habita, es el
refugio de toda persona, la fortaleza inexpugnable del ser humano. Es suelo firme para
caminar sobre la vida. La ética es una lámpara que ilumina al hombre en su vida”
(Ferreira,2005), de esta manera las personas que poseen ética es cuando logran identificar y
establecer sus virtudes e interviene en su conducta para el bien.
De esta manera la ética se clasifica como aquellos actos que benefician, son positivos o
convenientes al ser humano en tanto que no perjudican ni a uno mismo ni a otro, por el
contrario ayudan a los semejantes, Para Aristóteles “la virtud de un hombre es un bien digno
de honra porque gracias a ella, viene el hombre a ser honesto o bueno.”3 Es la potencia
específica que el hombre tiene de afirmar su propia excelencia, es decir, su humanidad.
Además el objeto principal de la ética es lograr una “vida activa” en la que el individuo tenga
una conducta libre y responsable orientada a la realización del bien mediante el cumplimiento
del deber. Cuando un individuo posee ética se despierta en él un espíritu de servicio y, en
consecuencia, actúa con responsabilidad. La ética muestra los distintos comportamientos
existentes en el ser humano lo que permite forjar el carácter al mostrar los diferentes caminos
para actuar, ya sea de manera correcta o errónea ( Bautista, 2006, p.32). A continuación se
podrá evidenciar la importancia que hace la ética dentro de la gestión pública sin antes aclarar
que existen tres funciones generales dentro de la gestión pública.
Además la nueva gestión pública introduce una gran variedad de nuevos valores de este modo
ya no se considera a la administración como simple instrumento ejecutor de las órdenes
políticas, se reorienta la actividad administrativa hacía el logro de resultados, hacía una
cultura con calidad de servicio, hacía mayores niveles de autonomía y responsabilidad de los
directivos y de los funcionarios. Esta nueva situación plantea el papel de la cultura
organizativa y de la ética pública como instrumentos de control de las burocracias públicas.
De esta manera la administración pública actual descansa, por un lado, en los principios del
modelo racional weberiano y, por otro, en la incorporación de nuevos valores
representados por la realización práctica de actuaciones eficaces y eficientes que den
respuesta a las necesidades sociales de forma satisfactoria y con calidad adecuada y,
además, con el menor
coste posible. Para Martínez Bargueño (1997, 24), el objetivo de esto es obtener mejores
resultados en la gestión pública. Cuando el servidor público posee valores éticos se torna más
prudente, mantiene el dominio sobre sí mismo, cumple con las obligaciones propias de su
condición en cualquier ocasión y ante cualquier circunstancia.
En conclusión, la nueva gestión pública introducido una serie de nuevos valores y de esta
manera ya no se considera a la administración como un simple instrumento ejecutor de las
órdenes política y de esta manera se reorienta la actividad administrativa hacía el logro de
mejores resultados, hacía una cultura con calidad de servicio, con mayores niveles de
autonomía y responsabilidad de los directivos y de los funcionarios. Por ende, esta nueva
situación plantea el papel de la cultura organizativa y de la ética pública como instrumentos
de control de las burocracias públicas.
Conclusiones
Por ende, la ética en la gestión pública debe plantearse como un agente activo que estimula a
los ciudadanos a participar socialmente y responsablemente en la vida pública, contribuyendo
en la búsqueda de ese bien común; esta situación obliga a los políticos a rendir cuentas de su
actuación y crea exigencias éticas de solidaridad entre los ciudadanos y funcionarios
públicos.
Bibliografía