2021 Informe Adj 001 2021 Serenazgo
2021 Informe Adj 001 2021 Serenazgo
2021 Informe Adj 001 2021 Serenazgo
MUNICIPAL Y SU SITUACIÓN
DURANTE LA PANDEMIA COVID-19
Este informe ha sido elaborado por el Programa de Asuntos Penales y Penitenciarios de la Adjuntía para
los Derechos Humanos y las Personas con Discapacidad. Liderado por Carlos Fernández Millán, Jefe del
Programa y los comisionados Walter Edgardo Avila Teshiroqui y Paulo César Palomino Acuña. La supervisión
fue posible gracias al conjunto de oficinas y módulos defensoriales a nivel nacional.
Índice
PRESENTACIÓN................................................................................................................................................ 5
COMPETENCIAS DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO............................................................................. 6
OBJETIVOS..........................................................................................................................................................7
OBJETIVOS GENERALES................................................................................................................................7
OBJETIVOS ESPECÍFICOS..............................................................................................................................7
METODOLOGÍA...................................................................................................................................................7
CAPÍTULO I:
MARCO TEÓRICO Y NORMATIVO................................................................................................................ 9
1.1. SEGURIDAD CIUDADANA COMO UNA CONDICIÓN Y RESPONSABILIDAD DEL ESTADO PARA LA
VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS.............................................................................................................11
1.2. ANÁLISIS DEL SERVICIO MUNICIPAL DEL SERENAZGO Y SU IMPLICANCIA EN LA SEGURIDAD
CIUDADANA...................................................................................................................................................................... 15
1.2.1. DEFINICIÓN DEL TÉRMINO SERENAZGO.................................................................................................. 15
1.2.2. MARCO NORMATIVO DEL SERENAZGO MUNICIPAL............................................................................ 16
1.2.3. EL SERVICIO DE SERENAZGO COMO INTEGRANTE DEL SISTEMA NACIONAL DE
SEGURIDAD CIUDADANA (SINASEC).......................................................................................................... 19
1.3. LA APLICACIÓN DEL ESTADO DE EMERGENCIA POR LA PANDEMIA DEL COVID-19.......................... 20
1.4. EL DESEMPEÑO DEL SERENAZGO EN LA PRIMERA LÍNEA CONTRA EL COVID-19............................ 23
1.5. SOBRE EL RÉGIMEN LABORAL DE LOS SERENOS Y LAS SERENAS MUNICIPALES...........................24
CAPÍTULO II:
MARCO HISTÓRICO Y ESTADO SITUACIONAL DEL SERVICIO DE SERENAZGO........................ 27
2.1. DESARROLLO HISTÓRICO DEL SERENAZGO MUNICIPAL............................................................................. 29
2.1.1. EL SERENAZGO EN LA COLONIA Y EN LA REPÚBLICA..................................................................... 29
2.1.2. IMPLEMENTACIÓN DEL SERVICIO DE SERENAZGO POS VIOLENCIA TERRORISTA............... 30
2.2. EL SERVICIO DE SERENAZGO EN LA REALIDAD PERUANA........................................................................ 32
2.3. EL PRESUPUESTO PÚBLICO-PRIVADO: LA EXPERIENCIA DE GIJÓN........................................................ 32
2.4. DE LA IMPLEMENTACIÓN PROGRESIVA DEL SERVICIO DE SERENAZGO............................................... 34
CAPÍTULO III:
RESULTADOS DE LA SUPERVISIÓN......................................................................................................... 37
3.1. CONOCIMIENTO DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL DISTRITO........................................................................ 39
3.2. RECURSOS HUMANOS................................................................................................................................................ 44
3.2.1. NÚMERO DE SERENOS VS. NÚMERO DE HABITANTES.................................................................... 44
3.2.2. BRECHA DE GÉNERO...................................................................................................................................... 47
3.2.3. BRECHA DE DISCAPACIDAD......................................................................................................................... 49
3.2.4. RANGO DE EDADES......................................................................................................................................... 50
3.2.5. REGÍMENES LABORALES............................................................................................................................... 51
3.2.6. PERIODOS DE VIGENCIA DE LOS CONTRATOS.................................................................................... 54
3.2.7. RANGO DE REMUNERACIONES.................................................................................................................. 55
3.2.8. BONIFICACIONES ANTES DEL ESTADO DE EMERGENCIA SANITARIA........................................ 56
3.2.9. REGÍMENES DE SALUD Y SEGUROS COMPLEMENTARIOS............................................................. 56
3.2.10. RECLUTAMIENTO Y PERFIL DEL PERSONAL......................................................................................... 59
CAPÍTULO IV:
SITUACIÓN DEL SERVICIO DE SERENAZGO DURANTE LA PANDEMIA POR EL COVID-19.....93
4.1. NÚMERO DE PERSONAL ANTES Y DURANTE EL ESTADO DE EMERGENCIA....................................... 95
4.2. CULMINACIÓN DEL VÍNCULO LABORAL............................................................................................................... 96
4.3. PERSONAL AFECTADO POR EL COVID-19........................................................................................................... 97
4.4. IMPLEMENTOS Y PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD, SOPORTE DE SALUD Y APOYO FAMILIAR.98
4.5. PRESUPUESTOS MUNICIPALES..............................................................................................................................101
4.6. BONIFICACIONES EN EL MARCO DEL COVID-19...............................................................................................102
Presentación
La seguridad ciudadana constituye, para la Defensoría del Pueblo, una línea institucional prioritaria de
intervención y de especial relevancia, toda vez que, de no ser debidamente garantizada y protegida
por el Estado, se afecta o pone en riesgo el ejercicio de una serie de derechos de primer orden como la
vida, la integridad, la libertad y el patrimonio de las personas.
Los gobiernos regionales y locales tienen competencias en materia de seguridad ciudadana conforme
a la Constitución Política, la Ley n.° 27867, Ley Orgánica de Gobiernos Regionales1, la Ley n.° 27972, Ley
Orgánica de Municipalidades2, así como a la Ley n.° 27933, que creo el Sistema Nacional de Seguridad
Ciudadana (SINASEC).
El serenazgo es un servicio municipal, de vigilancia y seguridad pública, que cumple un rol importante
para prevenir y hacer frente a la problemática de la delincuencia local, lo que lo ha convertido en un
componente primordial del SINASEC y de apoyo a la función policial. Su implementación y organización
corresponde tanto a las municipalidades provinciales como a las distritales, con la precisión que son las
primeras las que, de manera exclusiva y específica, deben normar su funcionamiento.
El crecimiento y la demanda de este servicio se ha venido dando de forma progresiva a nivel nacional,
ganándose paulatinamente la confianza y aceptación de la ciudadanía como consecuencia de sus
labores de prevención, disuasión y de apoyo oportuno a las víctimas de hechos punibles y accidentes;
por ello, en la actualidad, es un instrumento esencial de los gobiernos locales para prestar el servicio de
seguridad ciudadana encomendado por la Constitución.
Pero su desarrollo también dio lugar a que se dicten un conjunto de disposiciones legales de diferente
jerarquía y naturaleza provenientes de distintos sectores del Ejecutivo, especialmente del Ministerio
del Interior, ente rector del SINASEC.
La experiencia reciente, marcada por la crisis de salud pública por la pandemia, también ha sido una
oportunidad para visibilizar la participación del serenazgo en diferentes regiones del país, a través del
apoyo brindado a la Policía Nacional del Perú, las Fuerzas Armadas y sus respectivas municipalidades
para el acatamiento de las disposiciones de inmovilización obligatoria, aislamiento social y protección
1 Conforme a los incisos a), b), f) del artículo 61 de la Ley n.° 27867, los gobiernos regionales son competentes y tienen entre sus funciones en
materia de seguridad ciudadana la dirección del Comité Regional de Seguridad Ciudadana y la formulación de políticas acordes a la política
nacional formulada por el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec) y el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana (SINASEC).
2 Numerales 1.1) y 3.3.1) del artículo 85 de la Ley n.° 27972.
3 Al respecto, la Defensoría del Pueblo ha señalado en el Informe Defensorial N° 33, lo siguiente:
“La tasa implica esencialmente una contraprestación, lo que significa que el contribuyente, a cambio de la entrega de la correspondiente
aportación económica, recibe del Estado un servicio que le beneficia de manera directa y específica. Estos tributos se clasifican en arbitrios,
que son las tasas que se pagan por la prestación o mantenimiento de un servicio público (…)”. Ver página 55.
“Seguridad Ciudadana (serenazgo): es la tasa que cobran las municipalidades como consecuencia del mantenimiento y mejora del servicio
de vigilancia, que tiene como objeto velar y contribuir para la seguridad ciudadana y de sus bienes.
En vista que el arbitrio es una tasa, debe existir una prestación efectiva por parte de la municipalidad, que dé origen el cobro de dicho tributo
(…)”. Ver página 27.
Recuperado de: https://www.defensoria.gob.pe/wp-content/uploads/2018/05/informe_33.pdf
contra el virus. El cuerpo de serenazgo fue también duramente afectado por el coronavirus; no obstante,
no fueron reconocidos por el Ejecutivo con algún tipo de bonificación extraordinaria, al igual que otros
actores desplegados en la denominada “primera línea”, tal como ha sido de opinión de ésta institución
anteriormente.4
A esto se suma que los serenos se encuentran en diversos regímenes contractuales de trabajo que no
les permiten contar con seguros de vida o similares, y en inadecuadas condiciones laborales. Del mismo
modo, muchos subsisten a la precariedad organizativa e ineficaz gestión de algunas municipalidades y
de la existencia de una variedad de normas disociadas respecto a sus atribuciones y derechos. Como
es lógico, estos aspectos no contribuyen a una real profesionalización de las serenas y los serenos,
lo que también afecta su moral y, por consiguiente, incide en el nivel de la calidad de la prestación del
servicio que deben ofrecer para proteger y salvaguardar los derechos de las personas.
En este estudio se realiza un análisis sobre la situación del servicio municipal del serenazgo de los 30
distritos más vulnerables al crimen y a la violencia, con un enfoque de derechos humanos en favor de
la comunidad y de los propios serenos.
Este trabajo también pretende destacar la función del serenazgo en el contexto de pandemia, a fin de
sensibilizar a la opinión pública sobre su relevancia y contribuir a la mejora de su funcionamiento. Por
ello, en la parte final del documento se formulan recomendaciones a las autoridades competentes de
acuerdo con los hallazgos encontrados durante la supervisión efectuada al respecto.
Conforme al artículo 162 de la Constitución de 1993 y a su Ley Orgánica n.° 26520, la Defensoría del Pueblo
es una institución constitucional y autónoma encargada de la defensa de los derechos constitucionales
y fundamentales de la persona y de la comunidad, así como supervisar el cumplimiento de los deberes
de la administración pública y la adecuada prestación de servicios públicos a nivel nacional.
Para la Defensoría del Pueblo, la inseguridad ciudadana es un tema de especial relevancia y preocupación
que amerita especial atención, toda vez que afecta la vigencia de derechos de primer orden, como la
vida, la integridad y la libertad de las personas y, además, perjudica la estabilidad y el desarrollo de
la nación. Dentro de este ámbito, la labor defensorial está orientada a supervisar el accionar de los
diferentes actores estatales que tienen a su cargo la elaboración, el diseño y la ejecución de políticas
y estrategias sobre la materia.
El serenazgo es un servicio brindado por los gobiernos locales en apoyo a la labor policial; por lo
tanto, la Defensoría del Pueblo resulta competente para efectuar supervisiones relacionadas con
su funcionamiento y accionar, realizando los aportes o sugerencias necesarias en aras de mejorar la
calidad de dicho servicio en beneficio de la ciudadanía y del cuerpo de serenazgos.
4 Véase el Oficio n° 169-2020/DP, dirigido a la Presidencia del Consejo de Ministros, en el que se indica: “[…] Asimismo, es importante fortalecer
el apoyo que brindan los gobiernos locales a la Policía y FF.AA. a través de los Serenazgos. En este sentido, se tendrá que evaluar la
asignación de recursos económicos a las municipalidades afectadas por altas morosidades a consecuencia del incumplimiento del pago
de arbitrios, producto de la actual crisis socio económica. Esta acción debe tener por finalidad reforzar exclusivamente sus servicios de
seguridad ciudadana, como por ejemplo, a través de la contratación de personal, adquisición de unidades vehiculares, equipos y logística.
En esta misma línea, resulta oportuno considerar el otorgamiento de una bonificación extraordinaria a los serenos, cualquiera sea su
régimen laboral o modalidad de prestación de servicios. De este modo, se estaría haciendo un reconocimiento a la labor que cumplen en
distintas regiones del país en la denominada “primera línea”, colaborando con la comunidad y con la P.N.P y las FF.AA. para el acatamiento
de las disposiciones de contención y protección, así como con sus respectivas municipalidades en acciones de control y fiscalización. […]”
del Estado y la sociedad civil. Durante la emergencia sanitaria por el COVID-19, este programa desarrolló
supervisiones relacionadas con la seguridad ciudadana con un enfoque 360° de protección de derechos
humanos, dando especial énfasis al funcionamiento del SINASEC, de la función policial, las Fuerzas
Armadas y el serenazgo frente a la ciudadanía, a nivel nacional. De esta forma, no solo se buscó velar
por los derechos de la colectividad, sino también de los propios efectivos policiales, militares y serenos
municipales.
La labor de supervisión que —por mandato constitucional— desempeña la Defensoría del Pueblo, y la
cercanía que mantiene con la población y sus demandas, le permite conocer de primera fuente cómo es
que funcionan los diferentes organismos públicos y obtener diagnósticos sobre el estado situacional
de los servicios que brindan a la ciudadanía, como es el caso de los gobiernos locales y el serenazgo.
Asimismo, identificar problemas y posibles deficiencias de los modelos de gestión y organización estatal
para luego emitir recomendaciones pertinentes en busca de soluciones o mejoras.
OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES
z Presentar un diagnóstico sobre la situación del servicio municipal del serenazgo en el contexto de
la pandemia.
z Formular recomendaciones para mejorar el servicio de serenazgo, dirigidas a las instituciones que
conforman el SINASEC y, de corresponder, a otros actores.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
z Analizar el marco teórico, normativo y situacional del servicio municipal del serenazgo.
z Desarrollar los antecedentes históricos del serenazgo en el Perú.
z Evaluar la implementación del servicio de serenazgo por los gobiernos locales, las competencias
en materia de seguridad ciudadana, la selección y régimen laboral de los serenos, la cuota de
género y su capacitación.
z Describir las acciones del servicio municipal del serenazgo en el marco del COVID-19.
z Concientizar a la opinión pública sobre la relevancia del servicio de serenazgo en favor de la
seguridad ciudadana.
z Acogimiento de las recomendaciones realizadas en virtud de los resultados obtenidos del recojo
de información efectuado durante la supervisión de las municipalidades distritales seleccionadas,
con una perspectiva de derechos humanos.
METODOLOGÍA
Como insumo para el presente estudio, se tuvo en especial consideración la situación y crisis de salud
pública que afectaba al país a consecuencia del COVID-19; en este sentido, como herramienta principal
para el levantamiento de información, se utilizó una ficha de supervisión de forma virtual (no presencial),
la cual fue aplicada en el periodo del 07 al 21 de setiembre de 2020.
marco de la Estrategia Multisectorial Barrio Seguro, aprobado con Resolución Ministerial n.° 809-2019-
IN del 3 de junio de 2019. Ver Cuadro n.° 1.
Cuadro n.° 1
Relación de treinta (30) distritos más propensos a la violencia y crimen
En el año 2015, el Perú, junto a otros Estados democráticos miembros de las Naciones Unidas, aprobaron
17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con metas al año 2030, con el fin de acabar con la pobreza,
cuidar el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo5. Entre estos
17 objetivos, el número 16, se refiere a la promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas.
Entre las metas de este objetivo encontramos fortalecer las instituciones nacionales, a fin de tener la
capacidad de prevenir la violencia y combatir el delito en todas sus formas. Asimismo, crear a todos
los niveles instituciones eficaces, inclusivas y transparentes que rindan cuentas de su actuación a la
comunidad.
La seguridad es una necesidad del ser humano. La persona requiere que se respete su integridad
física y que se protejan sus bienes, y necesita certeza de contar con condiciones que le permitan
su desenvolvimiento; certeza frente a la necesidad, el trabajo, la pobreza, la vejez, las calamidades
humanas, entre otras. Por esta razón, se le da el rango de derecho, junto con otros de la gran familia
de los derechos humanos: los civiles, políticos, sociales, económicos y culturales, y los llamados de
tercera generación (los derechos de los pueblos). En su conjunto, estos derechos buscan garantizar
la existencia de una base mínima de condiciones para que las personas puedan satisfacer sus
necesidades humanas básicas (Brenes, 2004)6.
La seguridad ciudadana es un asunto de crucial atención para la mayoría de los países de nuestro
continente. En ese sentido, tiene como pilar lograr que la interrelación en sociedad esté orientada a
una convivencia armoniosa, pacífica y tolerante de sus miembros. En otros términos, busca lograr que
las personas puedan desarrollarse y alcanzar calidad de vida en el marco del respeto a sus libertades
y derechos7.
1. Cada uno de los Estados Parte en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar
a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los
derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición social.
2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales
y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las disposiciones
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos
en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de otro
carácter.
5 En el año 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, la cual cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
6 Educar para la Paz. 2004, Publicación del Programa Nuevas Formas de Seguridad en Centroamérica de la Universidad para la Paz. San José,
Costa Rica. Pág. 44.
7 Informe Defensorial n.° 81: Libertad de Tránsito y Seguridad Ciudadana: Los enrejados en las vías públicas de Lima Metropolitana, pág. 40.
(Disponible en: https://www.gob.pe/institucion/defensoria-del-pueblo/informes-publicaciones/1058112-informe-defensorial-n-81).
Sin embargo, puede entenderse que ese derecho surge de la obligación del Estado de garantizar
la seguridad de la persona, en los términos del artículo 3° de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona”; del artículo 1° de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre: “Todo
ser humano tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”; del artículo 7° de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos: “Toda persona tiene el derecho a la libertad
y a la seguridad personales; y del artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales”.
No obstante, la Comisión considera que la base de las obligaciones exigibles al Estado se encuentra
en un plexo normativo que exige la garantía de derechos particularmente afectados por conductas
violentas o delictivas, cuya prevención y control es el objetivo de las políticas sobre seguridad
ciudadana8.
También, la misma comisión ha indicado que la expresión de seguridad ciudadana ha sido definida
con varios conceptos a nivel regional, pero que esta debe referirse como la seguridad de todas las
personas y grupos, tanto en las zonas urbanas como rurales.
Las situaciones que generan inseguridad entre las ciudadanas y los ciudadanos suelen conllevar
afectaciones o amenazas a la vida, integridad, libertad personal y patrimonio de las personas (el mismo
que es el fruto de la libertad en sus dimensiones económicas). No solo por los atentados directos que
se producen cuando se comete un delito que afecte directamente a alguno de dichos bienes, sino
también cuando diversas actividades contribuyen a la degradación social del entorno barrial o vecinal,
generando círculos viciosos en el tejido social local que hacen de la inseguridad un elemento endémico9.
En efecto, la ausencia de seguridad se puede identificar por medio de la lectura de distintos tipos de
indicadores, como son los índices de victimización y de percepción por parte de la población10, por lo
que el Estado tiene el rol de evitar la comisión de delitos y faltas de todo tipo11.
Por ello, la vigencia efectiva de los derechos humanos requiere del compromiso de las diferentes
entidades del Estado, con la seguridad de los entornos sociales en los que se desarrolla la vida
ciudadana. Compromiso cuyo liderazgo corresponde a los gobiernos en cada nivel: nacional, regional
o local. En efecto, gobernar implica ocuparse de que la vida, integridad, libertad y el patrimonio de los
habitantes se encuentren asegurados ante afectaciones violentas o ilícitas, teniendo en cuenta que
tal seguridad se da previniendo la ocurrencia de tales afectaciones o garantizando una respuesta
8 CIDH, Informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, CIDH/ OEA. Numeral 17 (Disponible en: https://www.cidh.oas.org/countryrep/
Seguridad/seguridadii.sp.htm).
9 Informe Defensorial n.° 132: ¿Ciudadanos desprotegidos?: Estrategias para fortalecer el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. Segunda
Edición. Mayo 2008, pág. 26. (Disponible en: https://www.gob.pe/institucion/defensoria-del-pueblo/informes-publicaciones/1056142-informe-
defensorial-n-132).
10 Según datos del INEI, el 25.6 % de la población peruana de 15 y más años, residente en área urbana, fue víctima de algún hecho delictivo
dentro del periodo enero-junio 2020, una cifra menor al 26.1 % registrado durante el mismo semestre en el año 2019 (Véase: Informe
Técnico del INEI, Estadísticas de Seguridad Ciudadana. Enero-junio 2020, n.° 04-agosto 2020. Disponible en: http://m.inei.gob.pe/media/
MenuRecursivo/boletines/boletin-de-seguridad-ciudadana.pdf).
11 Según el Informe Técnico del INEI, Estadísticas de Seguridad Ciudadana de enero-junio 2020, el mayor número de denuncias durante
el primer semestre del año 2020 correspondió a la ciudad de Lima, que registró 43 881 (30.9 %). Luego tenemos a Arequipa con 10 404
denuncias y a Piura con 10 177. Los delitos más recurrentes fueron aquellos efectuados contra el patrimonio, la vida, el cuerpo y la salud,
la seguridad pública y la libertad personal. (Disponible en: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/boletin-de-seguridad-
ciudadana.pdf).
efectiva ante ellas. Por ende, debería ser consustancial a todo gobierno democrático una política de
Estado en materia de seguridad ciudadana que refleje claramente las responsabilidades y actividades
concretas del gobierno en cada nivel. En contraste, la ausencia de esta política o la existencia de alguna
que no funcione, o lo haga deficientemente, debe considerarse como una señal de incumplimiento de
funciones esenciales del gobierno12.
La construcción de una política sobre seguridad ciudadana debe incorporar los estándares de
derechos humanos como guía y a la vez como límite infranqueable para las intervenciones del
Estado. Estos se encuentran constituidos por el marco jurídico emanado de los instrumentos que
conforman el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, así como por los pronunciamientos
y la jurisprudencia de los organismos de contralor que integran los diferentes sistemas de
protección. Los estándares establecen orientaciones generales, determinando mínimos de
protección que deben ser necesariamente respetados por el Estado13.
En ese mismo sentido, tenemos que, en el ámbito nacional, la función de brindar la seguridad interna y
externa se encuentra a cargo del Estado. Ello responde a un modelo en que la seguridad es comprendida
como un bien público que debe ser garantizado por el aparato estatal en virtud de un contrato social
básico que existe con las ciudadanas y los ciudadanos, y por medio del cual estos ceden al Estado su
derecho a la defensa, otorgándole el monopolio del uso de la fuerza y el uso de las armas, a cambio
de que los salvaguarde y les proporcione protección frente a las amenazas contra su vida, integridad
física o patrimonio.
Así tenemos que el artículo 44 de la Constitución Política de 1993 recoge tales compromisos, disponiendo
que el Estado tiene el deber de garantizar la vigencia de los derechos humanos y proteger a la población
de las amenazas contra su seguridad.
Es oportuno agregar que el compromiso exclusivo por la seguridad ciudadana fue posteriormente
ratificado por nuestro Estado en la “Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales
universalmente reconocidos”, adoptada en el año 1998 por la Asamblea General de las Naciones
Unidas, y en la Declaración de Seguridad Ciudadana en Sudamérica, suscrita el año 2005, en el marco
de la Primera Reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Sudamericana de Naciones, en la ciudad
de Brasilia (Brasil).
12 Informe Defensorial n.° 132: ¿Ciudadanos desprotegidos?: Estrategias para fortalecer el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. Segunda
Edición. Mayo 2008, pág. 27. (Disponible en: https://www.gob.pe/institucion/defensoria-del-pueblo/informes-publicaciones/1056142-informe-
defensorial-n-132).
13 CIDH, Informe sobre seguridad ciudadana y derechos humanos, CIDH/ OEA. Numeral 50. Disponible en: https://www.cidh.oas.org/countryrep/
Seguridad/seguridadii.sp.htm
14 En cuyo artículo 1 se estipula lo siguiente: “Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social”.
15 En los numerales 1) y 2) de artículo 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos se señala lo siguiente:
1. Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los individuos que se encuentren
en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo,
idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto,
las medidas oportunas para dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos
reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter.
Por otro lado, el artículo 197 de nuestra carta magna delega responsabilidades a las municipalidades,
indicando que, además de promover, apoyar y reglamentar la participación vecinal en el desarrollo
local, “[...] brindan servicios de seguridad ciudadana, con la cooperación de la Policía Nacional del Perú,
conforme a ley”.
Aunado a ello, la Ley n.° 27933, Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, vigente desde el
año 2003, define a la seguridad ciudadana como “[…] la acción integrada y articulada que desarrolla
el Estado, en sus tres niveles de gobierno, con la participación del sector privado, la sociedad civil
organizada y la ciudadanía, destinada a asegurar la convivencia pacífica, la erradicación de la violencia
y la utilización pacífica de las vías y espacios públicos. Del mismo modo, contribuir a la prevención de
la comisión de delitos y faltas”16.
Con la dación de esta ley, sus modificatorias y normas reglamentarias, se buscó articular a diversos
sectores y organismos estatales y sociales alrededor de objetivos comunes, creándose el Consejo
Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC) y los comités regionales, provinciales y distritales para
formular políticas públicas, y estrategias multisectoriales y descentralizadas en este rubro.
Estos órganos colegiados se encuentran presididos por el presidente del Consejo de Ministros, los
gobernadores regionales y alcaldes, respectivamente; y buscan efectivizar las acciones necesarias con
el apoyo de todas las demás instituciones que integran los referidos comités, como la Policía Nacional,
Ministerio Público, Poder Judicial, los sectores salud y educación, y de la propia ciudadanía, a través de
las organizaciones civiles como las juntas vecinales.
En lo que concierne a los gobiernos locales, estos cuentan con competencias específicas, exclusivas y
compartidas respecto a la seguridad ciudadana, conforme a diferentes disposiciones legales, como la
Ley n.° 27783, Ley de Bases de Descentralización, la Ley n.° 27972, Ley Orgánica de Municipalidades y
la mencionada Ley n.° 27933.
Otro importante aporte legislativo que añadir es la Ley n.° 29010, publicada el 28 de abril de 2007,
que faculta la inversión de los gobiernos regionales y locales en favor de la Policía Nacional del Perú,
exceptuando la adquisición de armas de fuego, municiones y armas químicas o eléctricas.
De esta forma, se tiene que la seguridad se presenta como una necesidad de todo ser humano y
un bien jurídicamente protegido, cuya problemática demanda de parte de los Estados fijar políticas
públicas preventivas y punitivas sostenibles en el tiempo, y flexibles según como varía la violencia y
criminalidad, identificando las amenazas y su origen, así como definiendo las responsabilidades de los
distintos actores de la administración estatal y de la sociedad.
A partir de estas precisiones tenemos que la seguridad ciudadana tiene una doble implicancia: de un
lado, plantea un ideal de orden, tranquilidad y paz social, que es deber de todo Estado democrático
garantizar al individuo y colectividad; y, por el otro, permite la vigencia y ejercicio pleno de los derechos
humanos y cumplimiento de las obligaciones individuales y colectivas.
Se pueden encontrar diferentes descripciones del término serenazgo. Así, por ejemplo, en el diccionario
de la Real Academia Española se le define como el “servicio municipal de vigilancia y seguridad pública”17.
También se le ha descrito de la siguiente forma:
En la lengua general, el sustantivo sereno y el adjetivo sereno[/a] son de diferente origen latino.
Como sustantivo, es en España el ‘vigilante nocturno que hace rondas para garantizar la seguridad
de los vecinos’ y también la ‘humedad de la noche’; como adjetivo, sereno equivale a tranquilo,
sosegado. Pero en el Perú y en Bolivia, el sustantivo sereno ha extendido su significado hasta
designar al vigilante diurno o nocturno encargado de cooperar con los vecinos y ponerlos en
relación con la policía en caso necesario. Su función se conoce, en estos países, como serenazgo18.
Otra definición la podemos encontrar en el Manual del Sereno Municipal19, documento en el que se
describe al serenazgo: “Es el servicio de apoyo en seguridad ciudadana que brinda los gobiernos
regionales, las municipalidades provinciales, distritales y centros poblados en su respectivo ámbito
geográfico; con excepción de los casos de patrullaje sin fronteras establecidos mediante convenio. Sus
procedimientos están enmarcados por la Constitución Política del Perú, la Ley y demás normas legales
vigentes en materia de seguridad ciudadana”20.
En igual sentido, se señala que el sereno es “el servidor civil (de actividades complementarias) que
mantiene vínculo contractual con el gobierno regional, municipalidad provincial, distrital y centro
poblado, brindando apoyo a la ciudadanía en las zonas asignadas, mediante acciones preventivas,
disuasivas y de atención a las personas, para coadyuvar en mejora de los niveles de seguridad y
tranquilidad pública”21.
Del mismo modo, la Ley Orgánica de Municipalidades equipara la noción del servicio de serenazgo con
la vigilancia municipal, cuando desarrolla las funciones específicas exclusivas de las municipalidades
distritales para organizar y normar su funcionamiento22.
17 https://dle.rae.es/serenazgo
18 Según Martha Hildebrandt Pérez-Treviño, lingüista y miembro de la Academia Peruana de la Lengua, en su conocida columna “El habla
culta” del diario El Comercio. Disponible en: https://archivo.elcomercio.pe/sociedad/lima/significado-palabra serenazgo-martha-hildebrandt-
noticia-713987
19 Aprobado mediante Resolución Ministerial n.° 772-2019-IN. Su dación se dio debido a que en la Quinta Disposición Complementaria Transitoria
del Decreto Supremo n.° 011-2014-IN (que aprobó el Reglamento de la Ley n.° 27933, Ley Nacional de Seguridad Ciudadana) se señaló que la
Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior debía elaborar dicho manual con la finalidad de enlazar el trabajo con
la Policía Nacional del Perú con el liderazgo del comisario de la jurisdicción.
20 Artículo 5, inciso b), del Manual del Sereno.
21 Artículo 5, inciso c), del Manual del Sereno.
22 Véase el numeral 3.1) del artículo 85º de la Ley n.° 27972.
23 Sentencia recaída en el expediente 041-2004-AI/TC de fecha 11 de noviembre del 2004. En el fundamento 44 de esta resolución, el TC
se pronunció sobre los arbitrios del serenazgo, señalando —textualmente— que “El servicio de serenazgo cumple el objetivo de brindar
seguridad ciudadana, por lo general, mediante servicios de vigilancia pública y atención de emergencias. Como servicio esencial, la seguridad
es un necesidad que aqueja por igual a todo ciudadano, por lo que el tamaño del predio resulta un criterio no relacionado directamente con
la prestación de este servicio; sin embargo, es razonable admitir que el uso de este servicio se intensifica en zonas de mayor peligrosidad,
para cuya medición es importante el criterio de ubicación del predio; asimismo, puede admitirse el criterio uso del predio, ya que, por ejemplo,
la delincuencia y peleas callejeras suelen producirse con mayor intensidad en lugares de uso comercial y discotecas”.
Como se verá más adelante, este tribunal también ha desarrollado el tipo de labor que cumplen las/
los serenas/os cuando tuvo que pronunciarse sobre demandas de amparo interpuestas contra
municipalidades sobre pretensiones del ámbito laboral, relacionadas con despidos arbitrarios y la
supuesta vulneración de los derechos a la libertad de trabajo y al debido proceso.
Complementariamente a los puntos de vista conceptuales descritos, es dable afirmar que las/los
serenas/os son consideradas/os actores cruciales para contribuir a salvaguardar el orden, la seguridad
y tranquilidad social, así como para proteger que los derechos y bienes de la ciudadanía no se vean
afectados por situaciones desafortunadas de crimen y violencia.
Según el artículo 166 de la Constitución de 1993, la Policía Nacional del Perú tiene entre sus funciones
garantizar, mantener y restablecer el orden interno (dicho precepto no refiere expresamente el término
seguridad ciudadana).
Como se ha referido anteriormente, es el artículo 197 el que constitucionalmente prescribe que los
gobiernos locales deben brindar el servicio de seguridad ciudadana “con la cooperación de la policía”.
Es de observarse que esta labor de cooperación que se encarga realizar a la policía se omite en el
texto del aludido 166 de la misma Constitución, que estableció las funciones de dicha institución.
En lo que atañe al serenazgo municipal, la Ley Orgánica de Municipalidades n.° 27972 no hace referencia
específica sobre su objeto y funciones, pero señala que, al igual que la Policía Nacional, constituye un
órgano de auxilio del alcalde para hacer cumplir las disposiciones municipales. Efectivamente, en el
inciso 19) del artículo 20 de la citada ley orgánica se señala como una de las atribuciones del alcalde
el “cumplir y hacer cumplir las disposiciones municipales con el auxilio del serenazgo y de la Policía
Nacional”.
Cabe, sin embargo, tener en cuenta que la norma municipal no otorga facultades coercitivas a los
serenos, por lo que —en virtud del principio de legalidad— se encuentran impedidos de imponer
sanciones administrativas o multas, salvo disposición expresa de la respectiva municipalidad emitida
conforme a ley.
La regulación municipal también indica en su artículo 85, numeral 1.1., que es una función específica y
exclusiva de las municipalidades provinciales: “1.1. Establecer un sistema de seguridad ciudadana, con
participación de la sociedad civil y de la Policía Nacional, y normar el establecimiento de los servicios
de serenazgo, vigilancia ciudadana, rondas urbanas, campesinas o similares, de nivel distrital o del de
centros poblados en la jurisdicción provincial, de acuerdo a ley [...]”, mientras que en el numeral 2.1. se
señala que tienen como funciones específicas coordinar con las municipalidades distritales que las
integran y con la policía, el servicio interdistrital de serenazgo y seguridad ciudadana.
En lo que se refiere a las municipalidades distritales, el numeral 3.1. del artículo 85 encarga a estas
“Organizar un servicio de serenazgo o vigilancia municipal cuando lo crea conveniente, de acuerdo a
las normas establecidas por la municipalidad provincial respectiva”.
En similar sentido, el inciso 17 del artículo 157 también otorga atribuciones al Concejo Metropolitano de
Lima para aprobar el “Sistema Metropolitano de Seguridad Ciudadana” y crear el “Serenazgo Municipal
Metropolitano”, así como para reglamentar su funcionamiento.
De esta forma, en lo relativo a la Municipalidad Metropolitana de Lima, mediante Ordenanza n.° 148-MML,
se estableció el marco del servicio público local del serenazgo para la provincia de Lima24. La referida
norma regula este servicio indicando que está organizado para garantizar y, en su caso, colaborar con
los órganos públicos competentes en la protección de las personas y bienes, y el mantenimiento de la
tranquilidad y el orden ciudadano.
Dicha comuna también emitió la Ordenanza n.° 638-MML25, creando el “Serenazgo Metropolitano de
Lima” con el fin de integrar el serenazgo metropolitano con el de las municipalidades distritales. En esta
nueva ordenanza, se detallan funciones del servicio concordantes con las señaladas en la Ordenanza
n.° 148-MML y se señala que las municipalidades distritales son competentes tanto para crear y
organizar el servicio, así como para dictar normas complementarias para el funcionamiento oportuno,
eficiente y eficaz del servicio26.
Es de advertirse que la Ordenanza n.° 148- MML, si bien en su artículo 4 detalla las funciones generales
del servicio público del serenazgo en la ciudad de Lima, también incluyó la destinada a controlar y
prestar apoyo a los órganos de su respectivo gobierno local cuando así lo solicitan para la ejecución de
acciones de su competencia. Sobre este asunto es importante recordar que, de acuerdo con lo opinado
por el Tribunal Constitucional, las funciones que sean encomendadas al serenazgo deberán de estar
orientadas a un objetivo principal que es brindar seguridad ciudadana.
Entonces, el dejar abierta la posibilidad de delegar en el serenazgo otras funciones de distinta naturaleza
bajo el título de “apoyo” o “colaboración”, puede contribuir a desnaturalizar su verdadero fin, según el
criterio y la necesidad de cada órgano municipal que lo requiera. Por ello, es importante apuntar a una
regulación uniforme y coherente que defina y limite el marco de actuación del sereno cuando se trate
de intervenir en apoyo a otras direcciones o gerencias municipales, evitando actuaciones irregulares o
discrecionales.
De otro lado, el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2019-2023, aprobado mediante Decreto Supremo
n.° 013-2019-IN, estableció entre sus objetivos estratégicos (n.° 4) “Promover espacios públicos libres de
robos y hurtos”, teniendo como un objetivo específico (n.° 04.04.00) el “Fortalecimiento del Serenazgo
Municipal”.
Y es que, en el diseño del SINASEC, el servicio de serenazgo municipal forma parte del conjunto de
actores que debe colaborar con la Policía Nacional del Perú y así lo determina el Reglamento de la Ley n.°
27933, Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana27, al señalar que corresponde al jefe provincial
o comisario provincial y distrital, según sea el caso y jurisdicción, coordinar con las municipalidades la
conducción y el comando de operaciones de patrullaje del serenazgo, previo planeamiento conjunto28.
Complementariamente, se tiene que el artículo 68.4 de dicho reglamento estipula que los serenos
deberán comunicar a la PNP cuando conozcan de la tentativa o comisión de un delito, falta o
contravención, así como de infracciones a las normas de tránsito, facilitando la intervención policial. En
igual sentido, en el artículo 68.5 se prescribe que los gobiernos locales deben implementar el servicio
de serenazgo sin fronteras o vigilancia interdistrital a efectos de coordinar esfuerzos para combatir la
delincuencia en sus jurisdicciones.
Esta organización y dirección del comisario PNP, que refiere la norma, debe servir para hacer más
eficiente el denominado “patrullaje integrado” que deben llevar a cabo conjuntamente los integrantes
Del mismo modo, en atención a la quinta disposición complementaria transitoria del mismo documento
regulador, se aprobó el Manual del Sereno Municipal mediante Resolución Ministerial n.° 772-2019-IN.
Dicho instrumento establece principios, normas y procedimientos básicos para el desempeño de las
funciones del sereno a nivel nacional, con la finalidad de unificar criterios de actuación a nivel nacional,
para mejorar el desempeño de sus funciones, coordinación con la Policía y otras entidades públicas y
privadas, así como con la comunidad respecto de la seguridad ciudadana.
Es menester destacar los principios del servicio de serenazgo que son detallados en dicho manual:
Estos principios resultan cruciales para regir la actuación de las/los serenas/os y así evitar que incurran
en acciones arbitrarias, desproporcionadas o ilegales.
Ahora bien, aunque con el referido manual se ha pretendido unificar criterios de intervención y
operatividad de los serenos y las serenas con ámbito de aplicación a nivel nacional, lo ideal sería contar
primero con una ley marco sobre el funcionamiento del serenazgo para alinear la demás normatividad
regulatoria a dicho cuerpo legal, con un enfoque de derechos humanos.
En este sentido, es oportuno recordar que las ordenanzas que sean dictadas por los gobiernos locales
creando arbitrios por concepto de seguridad ciudadana o serenazgo, amparándose en el artículo 40
de la Ley Orgánica de Municipalidades30, deberán de conjugar con la posición señalada por el máximo
29 Fundamento 44 de la sentencia recaída en el expediente 041-2004-AI/TC de fecha 11 de noviembre del 2004. Disponible en: https://tc.gob.pe/
jurisprudencia/2005/00041-2004-AI.pdf
30 Artículo 40 de la Ley Orgánica de Municipalidades:
Las ordenanzas de las municipalidades provinciales y distritales, en la materia de su competencia, son las normas de carácter general de
mayor jerarquía en la estructura normativa municipal, por medio de las cuales se aprueba la organización interna, la regulación, administración
y supervisión de los servicios públicos y las materias en las que la municipalidad tiene competencia normativa.
Mediante ordenanzas se crean, modifican, suprimen o exoneran, los arbitrios, tasas, licencias, derechos y contribuciones, dentro de los
límites establecidos por ley.
Las ordenanzas en materia tributaria expedidas por las municipalidades distritales deben ser ratificadas por las municipalidades provinciales
de su circunscripción para su vigencia.
Por lo que, conforme al marco normativo y las prerrogativas legales descritas, queda claro que tanto las
municipalidades provinciales como las distritales gozan de atribuciones respecto a la organización e
implementación del servicio de serenazgo, correspondiendo a las municipalidades provinciales normar
el establecimiento del citado servicio.
En el año 2003, se promulgó la Ley n.° 27933, Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana31. Con
la dación de esta ley, el Estado buscó establecer acciones destinadas a garantizar la paz, tranquilidad,
y reducir o neutralizar la criminalidad y delincuencia a nivel nacional.
El Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC) es el máximo organismo del SINASEC, el cual
se encarga de la formulación, conducción y evaluación de las políticas de seguridad ciudadana, así
como de la elaboración del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana. Asimismo, se crearon los comités
regionales, provinciales y distritales de seguridad ciudadana, que tienen a su cargo el diseño y la
formulación de las políticas y planes sobre ese rubro32.
El servicio municipal del serenazgo constituye un elemento importante dentro del SINASEC con el fin
de garantizar la seguridad y orden dentro de su jurisdicción territorial, tiene el deber de reconocer
situaciones en que se vulneren derechos fundamentales33 e intervenir de acuerdo con sus respectivas
competencias y funciones habilitadas por el ordenamiento legal vigente (principio de legalidad funcional).
Dentro de este contexto, los artículos 21 y 27 del Reglamento de la Ley n.° 27933 disponen que en el
espacio territorial donde exista el cuerpo de serenazgo, la dirección y el comando de las operaciones
de patrullaje estarán a cargo del comisario PNP, previa coordinación y planeamiento conjunto con la
respectiva municipalidad.
De esta forma, el personal del serenazgo se ha convertido en uno de los principales aliados de la Policía
Nacional del Perú para prevenir y hacer frente a la delincuencia.
A su vez, y tal como ha sido comentado anteriormente, el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2019-
2023 tiene entre sus objetivos estratégicos y específicos el fortalecimiento del serenazgo municipal,
que comprende las siguientes seis acciones estratégicas:
Para efectos de la estabilización de tributos municipales, las municipalidades pueden suscribir convenios de estabilidad tributaria municipal;
dentro del plazo que establece la ley. Los conflictos derivados de la ejecución de dichos convenios de estabilidad serán resueltos mediante
arbitraje.
31 Publicada el 12 de diciembre de 2003.
32 En el artículo 4 de la Ley n.° 27933 se detallan los componentes o instancias integrantes del SINASEC:
a) El Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (Conasec): máximo órgano que cuenta con una Secretaría Técnica, b) Los Comités Regionales
de Seguridad Ciudadana (Coresec): formulan políticas a nivel regional, c) Los Comités Provinciales de Seguridad Ciudadana (Coprosec):
formula acciones a nivel del distrito capital o cercado y, a nivel provincial, y d) Los Comités Distritales de Seguridad Ciudadana (Codisec):
encargados a nivel distrital de planear, organizar, ejecutar, coordinar y controlar los planes, programas y proyectos de seguridad ciudadana.
33 Ibidem, Literal c del numeral 1 del Capítulo II.
Sin lugar a dudas, este tipo de medidas son necesarias para impulsar, concretar y sostener, en beneficio
de la institucionalidad, el serenazgo en el Perú. Sin embargo, la estrategia estatal en la búsqueda de
cumplir con el objetivo de garantizar y proteger a la ciudadanía contra la inseguridad debe también
comprender el atender con celeridad diversos aspectos para contribuir al desarrollo funcional y
humano del serenazgo; como la dación de una legislación, mediante la cual se le otorguen facultades
especiales que permita complementar debidamente la función policial, la obligatoria capacitación de
sus integrantes a nivel nacional con una visión de derechos humanos, el respeto de sus derechos
laborales, el otorgamiento de las condiciones dignas y necesarias para desarrollar debidamente sus
tareas y brindarles la logística necesaria para el cumplimiento de sus obligaciones.
Estos son el derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica (artículo 3), el derecho a la vida
(artículo 4), el derecho a la integridad personal (artículo 5), la prohibición de la esclavitud y servidumbre
(artículo 6), el principio de legalidad y de retroactividad (artículo 9), el derecho a la libertad de conciencia
y de religión (artículo 12), la protección a la familia (artículo 17), el derecho al nombre (artículo 18), los
derechos del niño (artículo 19), el derecho a la nacionalidad (artículo 20), los derechos políticos (artículo
23); ni de las garantías judiciales indispensables para la protección de —justamente— los derechos que
no son susceptibles de suspensión34.
En similar línea, el artículo 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) establece lo
siguiente:
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado que el análisis jurídico del citado
artículo 27 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y de la función que cumple, debe
partir de la consideración de que se trata de un precepto concebido solo para situaciones excepcionales.
En el desarrollo de una opinión consultiva, la CIDH precisó que se aplica únicamente “en caso de
guerra, de peligro público o de otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del Estado
34 La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha definido, en términos generales, que por tales garantías deben entenderse “aquellos
procedimientos judiciales que ordinariamente son idóneos para garantizar la plenitud del ejercicio de los derechos y libertades a que se
refiere dicho artículo (27.2) y cuya supresión o limitación pondría en peligro esa plenitud”. (CIDH. Opinión Consultiva OC-9/87 del 6 de octubre
de 1987: “Garantías judiciales en estados de emergencia”, solicitada por el Gobierno del Uruguay. Numeral 20).
parte”. Aun, entonces, autoriza solamente la suspensión de ciertos derechos y libertades, y ello “en la
medida y por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”. Las disposiciones que
se adopten, además, no deben violar otras obligaciones internacionales del Estado parte, ni deben
entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen
social”35.
La misma CIDH cita en una de sus sentencias —recogiendo la opinión de la Corte Europea de Derechos
Humanos— tres supuestos que deben existir para justificar que un Estado declare un estado de
emergencia: (i) que exista una situación excepcional de crisis o emergencia, (ii) que esta afecte a toda la
población y (iii) que constituya una amenaza a la vida organizada de la sociedad.
Adicionalmente, existe la obligación de los Estados parte informar a la Secretaría General del Organismo
de Estados Americanos (OEA) las disposiciones de la Convención que se haya decidido suspender,
los motivos y la fecha de culminación, ello como un mecanismo enmarcado en la noción de garantía
colectiva en aras de la protección del ser humano (artículo 27.3 de la Convención).
Los tratados de derechos humanos referidos han sido ratificados por el Perú y, por ende, se encuentran
en vigor, formando parte del derecho interno, acorde al artículo 55 de la Constitución.
En el Perú, la Constitución de 1993 estipula en su artículo 137 que el presidente de la República (en su
condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú36), se encuentra
facultado para decretar el estado de emergencia y de sitio en todo el territorio nacional o en parte de
él, esto es, a nivel nacional, regional, departamental o local.
La instauración de dicho régimen de excepción tiene que contar con el acuerdo previo del Consejo de
Ministros y su vigencia deberá ser por un plazo determinado, debiendo dar cuenta al Congreso de la
República o a la Comisión Permanente37.
Durante esta etapa se puede restringir o suspender el ejercicio de los derechos relativos a la libertad y
seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión y de tránsito comprendidos en
los incisos 9, 11 y 12 del artículo 2 y en el inciso 24, apartado “f” del mismo artículo.
En el numeral 1 del artículo 137, se señala que el estado de emergencia en nuestro país será aplicable
“[…] en caso de perturbación de la paz o del orden interno, de catástrofe o de graves circunstancias que
afecten la vida de la Nación”.
El Tribunal Constitucional peruano considera que la legalidad de un estado de excepción debe avalarse
en dos condiciones principales, refiriendo lo siguiente:
a) Que su otorgamiento se produzca cuando se acredite que el orden institucional y la seguridad del
Estado se encuentre en severo peligro. En ese contexto, deben haberse presentado condiciones
35 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión Consultiva OC-8/87 del 30 de enero de 1987: “El hábeas corpus bajo suspensión de
garantías”, solicitada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Numeral 20.
36 Véase artículos 137, 165 y 167 de la Constitución de 1993.
37 Este precepto constitucional concuerda con el artículo 27 de la Convención Americana de Derechos Humanos que reconoce la posibilidad
autorizar la suspensión de las garantías constitucionales en caso de guerra, de peligro común o de otra emergencia que amenace la
independencia o seguridad del Estado.
La Constitución precisa, además, el plazo de vigencia del estado de emergencia, el cual no deberá
exceder de sesenta (60) días, pudiendo ser prorrogable a través de un nuevo decreto (no se especifica
por cuántas veces más). Es decir, que, al tratarse de un régimen de naturaleza excepcional frente a una
coyuntura anormal, debe entenderse que tiene una transitoriedad (no permanente) que le concede el
plazo estipulado por el propio precepto constitucional.
Siendo así, si se considera necesaria su prolongación, corresponderá que el nuevo plazo sea adoptado
por un periodo razonable, dentro del tiempo máximo permitido legalmente y como respuesta a una
causa debidamente justificada y a la imperiosa necesidad de conjurar los hechos que afectan la paz o
el orden interno.
Resulta interesante destacar que, hasta la actualidad, no se cuenta con un adecuado desarrollo
normativo sobre los regímenes de excepción que contempla el artículo 137, con criterios de razonabilidad
y proporcionalidad, lo que resulta de suma importancia para evitar el indebido uso del poder estatal y
la afectación de derechos.
Es una tarea pendiente que aún mantiene el Congreso de la República luego de la exhortación que
al respecto le hizo el Tribunal Constitucional39, con el propósito que en el plazo máximo de seis meses
legisle desarrollando el referido precepto constitucional, aplicando los criterios que se describen en el
mismo fallo y definiendo que se entiende por “perturbación de la paz”, “orden interno”, “catástrofe” o
“graves situaciones que afecten la vida de la Nación”. De igual forma, le requirió abordar el plazo de
sesenta (60) días, su naturaleza excepcional, las limitaciones del ejercicio de derechos fundamentales
y respecto a los mecanismos de control judicial y político, así como también para establecer veedurías
y misiones de observación de acuerdo con los tratados internacionales de derechos humanos40.
Ante la crisis de la pandemia de COVID-19, fueron diez los Estados parte de la Convención Americana de
Derechos Humanos que declararon estado de emergencia, estado de excepción, estado de catástrofe
por calamidad pública o de emergencia sanitaria nacional: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador,
El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y Perú41.
En el Perú, el 15 de marzo del año 2020, se publicó en el diario oficial El Peruano el Decreto Supremo n.°
044-2020-PCM, a través del cual el Gobierno de turno declaró el “Estado de Emergencia Nacional por
las graves circunstancias que afectan la vida de la Nación a consecuencia del brote del COVID-19”, por
un plazo inicial de quince días calendario y disponiendo el aislamiento social obligatorio42.
En el numeral 2.3 del artículo 2 del mencionado decreto, se estipuló que tanto la Policía Nacional del
Perú como las Fuerzas Armadas deberán adoptar las medidas necesarias para garantizar la prestación
y el acceso a los bienes y servicios.
38 Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente n.° 00017-2003-AI, de fecha 10/03/04 (FJ. 17).
39 Sentencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente n.° 00002-2008-AI de fecha 09/09/09 (FJ. 31.).
40 Respecto a este punto debe recordarse que el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2003), incluyó entre sus
recomendaciones relacionadas a las reformas institucionales la “regulación de los estados de excepción”, señalando que era necesario “[…]
delimitar en forma clara los alcances y límites de la actuación de las Fuerzas Armadas en los estados de excepción, dentro de la Constitución
y las leyes […]”.
41 Según lo informado a la secretaria general de la OEA, de acuerdo con el artículo 27.3 de la Convención Americana de Derechos Humanos.
42 Del mismo modo se estableció un periodo de cuarentena como medida de seguridad, en virtud de lo establecido por los artículos 130 y 131
de la Ley n.° 26842, Ley General de Salud.
El artículo 3 estableció que solo se suspendía el ejercicio de los derechos constitucionales relativos a
la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y de tránsito
(incisos 9, 11, 12 y 24, literal “f” del artículo 2 de la Constitución).
De acuerdo con el texto de los considerandos de la norma bajo comentario, esta decisión se basó
principalmente a la aparición de una novedosa y grave amenaza de salud pública, ello a raíz que
la Organización Mundial de la Salud calificó como una pandemia el brote del COVID-19 al haberse
extendido a más de cien países en el mundo. Previamente, había sido publicado el Decreto Supremo
n.° 008-2020-SA (el 11 de marzo), declarándose la emergencia sanitaria a nivel nacional, sumándose
progresivamente todo un paquete de otras disposiciones de los diferentes sectores especializados
para prevenir la propagación del virus, de distinta índole y materia (salud, justicia, penitenciario, etc.),
además de normatividad regulatoria y complementaria, entre otras.
Agregado a ello, se dispuso que todas las autoridades nacionales, regionales y locales tenían el
deber de colaborar con las autoridades policiales y militares en el ejercicio de sus funciones, lo que,
en el caso de las municipalidades, comprometió la participación de los efectivos del serenazgo a nivel
nacional.
Los decretos que dieron lugar al inicio y a las prórrogas del estado de emergencia se sustentaron en las
“graves circunstancias” que afectaban “la vida de la Nación”, así como en el interés y la responsabilidad
estatal de atender urgentemente una problemática de salud pública a consecuencia de la pandemia
del COVID-19. Por lo que se puede deducir que los supuestos aplicados calzan con las obligaciones
establecidas por el derecho internacional de los derechos humanos y la Constitución Política del Perú.
Luego de confirmarse el primer caso de coronavirus en el Perú, el Gobierno se vio obligado a implementar
una serie de mecanismos para la contención y protección de la salud pública y minimizar su impacto en
las distintas regiones del país.
De esta forma, el 15 de marzo de 2020, se publicó el Decreto Supremo n.° 044- 2020-PCM, declarándose
el estado de emergencia nacional y disponiéndose la suspensión del ejercicio de los derechos
constitucionales relativos a la libertad y la seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio, y la libertad
de reunión y de tránsito.
Esta participación conjunta también tuvo una importante repercusión en la reducción de la ocurrencia
de hechos delictivos, lo que también influyó en la disminución del nivel de percepción de inseguridad,
especialmente en los primeros meses de la vigencia del estado de emergencia sanitaria.
Pero este tipo de tareas también ocasionó que las/los serenas/os se vean expuestas/os al contagio del
virus, lo que inclusive causó el deceso de varios de ellas y ellos, y que otro grupo considerable tenga
que mantenerse aislados(as), por ende, impedidos de seguir ejerciendo sus funciones.
Esta situación se debió especialmente a que estuvieron en contacto directo con la población y a la
carencia de condiciones de bioseguridad necesarias para su protección, brindadas por parte de sus
empleadores, entre otras causas43.
A esta situación, se agrega que la calidad de este servicio también se vio afectada por la morosidad
tributaria a raíz del incumplimiento de los contribuyentes del pago oportuno de los arbitrios por
concepto de seguridad ciudadana y/o serenazgo, producto de la crisis socioeconómica generada por
los problemas de salud pública44.
Al respecto, es oportuno recordar que, mediante el Decreto de Urgencia n.° 053-2020, se otorgó un bono
extraordinario al personal de diferentes instituciones por encontrarse en alto riesgo ante la emergencia
producida por el COVID-19, no siendo considerados los efectivos del cuerpo del serenazgo45. Este hecho
motivó que, oportunamente, la Defensoría del Pueblo incluya entre sus recomendaciones dirigidas a la
Presidencia del Consejo de Ministros (cuyo titular preside el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana)
considerar el otorgamiento de una bonificación extraordinaria los miembros de los serenazgos,
cualquiera sea su régimen laboral o modalidad de prestación de servicios46.
Las labores realizadas por este trinomio de autoridades para contener la propagación del COVID-19
tuvo un impacto disuasivo, persuasivo y solidario que caló favorablemente en la ciudadanía, motivando
muestras públicas de reconocimiento a dicha labor mediante aplausos, frases alentadoras y otros
gestos de apoyo y agradecimiento, durante sus recorridos y patrullajes por vías públicas.
1.5.
SOBRE EL RÉGIMEN LABORAL DE LOS SERENOS Y LAS SERENAS
MUNICIPALES
Al respecto, se puede observar que, al igual que el referido manual y otros instrumentos de la materia,
se omite regular la parte laboral, lo que seguramente seguirá generando un estado de indefensión para
los serenos y las serenas, que se traduce en afectaciones a la economía familiar y de derechos como a
la salud, a la integridad personal (física, mental y emocional) y hasta el derecho a la vida.
43 No obstante que la Ley n.° 30485, publicada el 7 de julio del 2016, estableció la incorporación de los serenos a la cobertura del Seguro
Complementario de Trabajo de Riesgo.
44 Esta problemática fue advertida oportunamente por la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE), a través de su cuenta oficial de
Twitter, mediante comunicados en los meses de marzo y abril de 2020.
Véase:
https://twitter.com/PeruAmpe/status/1241513348023410689?s=20
https://twitter.com/PeruAmpe/status/1243648211690151938?s=20
https://twitter.com/PeruAmpe/status/1247323982644359169?s=20
https://twitter.com/PeruAmpe/status/1249885359397167104?s=20
45 Mediante Decreto de Urgencia n.° 092-2020 se realizó una ampliación de la entrega de bonificación extraordinaria para policías, militares y
personal del INPE, no incluyéndose dentro de los beneficiarios —nuevamente— a los serenos y las serenas.
46 Oficio n.° 169-2020/DP de fecha 12 de junio de 2020.
más tangible, situación que se hace más complicada cuando los problemas traspasan al ámbito de la
sostenibilidad familiar a cargo de la serena o el sereno.
Dicho esto, en relación con el régimen laboral del servicio de serenazgo, el Tribunal Constitucional se ha
pronunciado reiteradamente sobre las labores que desarrollan las/los serenas/os, a raíz de demandas
de amparo interpuestas contra municipalidades sobre pretensiones del ámbito laboral, relacionadas
con despidos arbitrarios y la supuesta vulneración de los derechos a la libertad de trabajo y al debido
proceso.
Sobre el particular, el Tribunal precisó que las labores que realiza el serenazgo son la de obreros
municipales, de naturaleza permanente y, por consiguiente, sujetos al régimen laboral de la actividad
privada (Decreto Legislativo n.° 728), conforme al artículo 37 de la Ley Orgánica de Municipalidades47.
No obstante, en una sentencia de fecha 20 de julio de 2020, expedida por la Séptima Sala Laboral
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima (recaída en el Expediente n.° 26243-2017-0-1801-JR-
LA-09), se dispuso que la persona del servicio de serenazgo ejerce sus labores en calidad de empleado,
y no como obrero, ya que las actividades que desarrolla son predominantemente intelectuales. Es
decir, se sentó una posición distinta a la planteada por el máximo intérprete de la Constitución48.
De ahí la necesidad de determinar un marco legal para revertir o cambiar este tipo de situaciones y que
unifique criterios sobre su régimen laboral en aras de reconocer de forma objetiva y concienzuda sus
derechos laborales, de acuerdo con la naturaleza de las funciones que realmente cumplen las serenas
y los serenos en el marco de sus competencias.
47 Véase sentencias recaídas en los expedientes n.° 2237-2008-PA/TC del 13 de abril de 2009 y n.° 6298- 2007-PA/TC del 11 de diciembre de
2008.
48 Véase Fundamento 36 de la sentencia recaída en el expediente n.° 26243-2017-0-1801-JR-LA-09.
Tanto en el ámbito internacional como interno existen antecedentes sobre cómo antiguamente
fue organizado el servicio de serenazgo por parte de diferentes autoridades locales. Su rol se fue
acentuando con el avance de los años, especialmente orientado a proteger y auxiliar a la comunidad
ante hechos vandálicos o relacionados con su integridad personal y resguardo de la propiedad.
2.1.1.1. En España
Los inicios del sereno se remontan a España y a algunos otros países de Sudamérica. No es fácil
encontrar material histórico que dé cuenta de información cierta respecto a sus verdaderos orígenes,
pero se sabe que se conocía como sereno a aquel individuo que se encargaba de vigilar las calles de
los pueblos y regular la iluminación de estas en horario nocturno, portando una pequeña porra y un
silbato49.
El primer registro oficial del personal de serenazgo se remonta al año 1715 en España. Otro dato histórico
interesante es del año 1820 y tiene que ver con el Reglamento para Serenos de la ciudad de Oviedo
(eran sólo diez integrantes en ese entonces), en el que se indicaba lo siguiente: “El establecimiento de
serenos es una de las medidas de policía más importante para asegurar la tranquilidad pública, para
evitar robos y otros excesos, y para que los vecinos tengan auxilio en los accidentes imprevistos que
suelen ocurrir en horas extraordinarias de la noche”.
Entre las cualidades que debía cumplir el sereno, se exigía que sean “ciudadanos españoles, casados
o viudos con arraigo, robustos y de buenas costumbres, comprobados por certificaciones del párroco,
informe del señor alcalde constitucional y de los señores regidores comisarios para el alumbrado”.
Además, la norma dispuso el pago de un arbitrio con el objeto de poder sustentar los sueldos y demás
gastos indispensables para el servicio que brindaba el sereno, aunado al pago que debía realizarse por
concepto de alumbrado.
Con un real decreto, de fecha 16 de septiembre de 1834, se reguló la función de los serenos en las
capitales de la provincia y, posteriormente, desaparece prácticamente en su totalidad a finales del siglo
XX50.
2.1.1.2. En el Perú
La implementación del serenazgo en nuestro país se da en el siglo XV, durante la época de la Colonia.
En ese entonces, la ciudad de Lima se encontraba dividida en barrios con sus respectivos alcaldes y
los serenos tenían como misión principal vigilar el orden en sus distritos, efectuar rondas nocturnas y
proceder a la detención de “vagos” y delincuentes51.
Sobre el particular Edgardo Alzamora García52, autor del libro Aproximaciones a la seguridad ciudadana,
49 ALZAMORA GARCÍA, Edgardo. Aproximaciones a la seguridad ciudadana. Lima (1997). Págs. 113-114.
50 No obstante, en los últimos años se ha vuelto introducir la figura del sereno en algunas ciudades españolas, como, por ejemplo, el Programa
de Serenos de Gijón, localidad perteneciente al Principado de Asturias, donde el ayuntamiento ha impulsado la formación y creación del
cuerpo de serenos municipales. Lo mismo ha ocurrido en el barrio madrileño de Chamberí.
51 Chang Kcomt, Romy Alexandra. (2010). Análisis comparado del tratamiento que se da a la detención ciudadana en Perú y España: especial
referencia a los serenos municipales y a los agentes de seguridad. Cuaderno de Trabajo n.° 18, p. 42. Lima: Pontificia Universidad Católica
del Perú.
52 El autor es un reconocido estudioso ex coronel del Ejército Peruano, ingeniero industrial y experimentado profesional en el campo del
desarrollo y la seguridad integral.
al hacer una breve reseña del sereno en la historia peruana, refiere lo siguiente: “El Virrey Andrés
Hurtado de Mendoza dispuso en 1555 aplicar en Lima el servicio de ‘serenos’, en uso en España. En
realidad, los alguaciles de capa y espada encargados del orden no dependieron del Virrey sino del
Cabildo, pero recibían consignas del jefe de la Guardia Virreinal. Ganaban cuatro reales al mes. Durante
el tiempo que tuvieron vigencia, casi pusieron fin a los asaltos y emboscadas frecuentes en la época”53.
Durante los primeros años de la República, los serenos aún ostentaban la labor del mantenimiento del
orden. En 1825, cambiaron el poncho y el chambergo por uniformes más apropiados: pantalón largo, un
sacón ¾, correa al cinto y un casco54.
El referido autor agrega que “hacia mayo de 1842, la prefectura de Lima sacó a remate (licitación) el
ramo de Serenazgo, con la condición de que no cobrase tributos muy altos. Para 1879, sin embargo, los
‘serenos’ habían desaparecido nuevamente, quedando una policía con menos atribuciones”.
Luego de varias décadas, el 26 de abril de 1958, la Municipalidad Distrital de San Isidro promulgó el
Decreto de Alcaldía n.° 340 creando el servicio de serenazgo. Debido a diversos problemas para su
continuidad, el servicio fue suspendido en el año 1984 y, posteriormente, fue reactivado en 1990 por
el Concejo de San Isidro a través de la dación del Edicto n.° 009-90-MSI, que dispuso se reiniciara la
cobranza del arbitrio correspondiente al servicio de serenazgo55.
En la actualidad, todas las municipalidades de Lima y Callao han implementado este servicio y su
desarrollo en el interior del país se viene dando de forma progresiva, como se podrá apreciar más
adelante del presente estudio.
Tal como se ha señalado, fue realmente a principios de la década de los noventa cuando el servicio
municipal del serenazgo adquirió especial relevancia para contribuir a hacer frente a la delincuencia,
supliendo las deficiencias mostradas por la policía en esa época, institución que se vio forzada en
concentrar su accionar, esfuerzos y recursos a la lucha principal contra el terrorismo, el cual ponía en
jaque la estabilidad democrática y desarrollo de la nación peruana.
El gobierno local de San Isidro dio la iniciativa en el año 1990, y fue a partir del año 1991 que empieza a
brindarse el servicio de patrullaje municipal con 11 vehículos.
Frente a la problemática de subversión en el Perú, en el año 2000, la comuna de San Isidro crea el
Serenazgo Municipal, mediante Acuerdo de Consejo n.° 014-2000. Dicho servicio contaba, en principio,
con 180 serenos, 4 operadores de radio, 6 supervisores, 4 funcionarios encargados de las labores
administrativas y una brigada de 20 canes.
En esta misma línea, el 10 de junio de 2004, la Municipalidad Metropolitana de Lima emitió la Ordenanza
n.° 638, Ordenanza del Serenazgo Metropolitano de Lima (SEMEL), que tenía como objetivo “contribuir
a asegurar la convivencia pacífica, el control de la violencia urbana y la prevención de delitos y faltas
en Lima”56.
El SEMEL se conforma por los serenazgos de Lima Metropolitana y del resto de los demás municipios
de la capital, pero es un esfuerzo pendiente consolidar el servicio en todo Lima. Así, se emitirían las
normas generales a las que tendrían que ceñirse el resto de las municipalidades; entonces, estas
solo podrían instaurar y organizar el servicio de serenazgo enmarcándose en las normas generales
dispuestas por la Municipalidad Provincial de Lima57.
Rápidamente, otras municipalidades de Lima empezaron a sumarse a este tipo de estrategia, como
fue el caso de la Municipalidad Distrital de San Juan de Lurigancho, que tiene en su ámbito territorial el
mayor número de habitantes a nivel nacional58, mediante la Ordenanza Municipal n.° 109-2007- MDSJL,
en el año 2007. Así también lo hizo la Municipalidad Distrital de Independencia, a través de la dación de
la Ordenanza n.° 0202-MDI, en el año 2010.
El proceso de desarrollo del serenazgo también dio lugar a distintas iniciativas, pero sin lograr aún
alcanzar a concretar los objetivos de origen, como el denominado “serenazgo sin fronteras”, dirigido a
permitir que el personal de uno u otro municipio pueda cruzar indistintamente sus fronteras distritales
cuando así ameritase determinada situación (persecución de posibles delincuentes). Aspectos de
recursos humanos, económicos, logísticos y políticos, no permiten la plena implementación de esta
estrategia hasta la actualidad, la cual debería funcionar de forma articulada y coordinada por un mismo
fin: luchar contra la delincuencia.
56 En igual sentido, la citada ordenanza dispuso las siguientes funciones generales del servicio de serenazgo:
- Planificar y ejecutar operaciones de patrullaje general y selectivo, en coordinación con la Policía Nacional del Perú.
- Prestar auxilio y protección a la comunidad.
- Supervisa e informa el cumplimiento de las normas de seguridad en establecimientos públicos de cualquier naturaleza o índole.
- Propiciar la tranquilidad, orden, seguridad y convivencia pacífica de la comunidad.
- Asumir el control del tránsito vehicular en todos aquellos lugares necesario en que no se encuentren efectivos de la Policía Nacional.
- Vigilar la preservación de la calidad de vida, limpieza, ornato público.
- Colaborar y prestar apoyo a los órganos de su respectivo Gobierno Local cuando lo soliciten para la ejecución de acciones de su
competencia.
- Implementar y actualizar el Sistema de Información Integrado Metropolitano.
- Orientar al ciudadano cuanto requiera algún tipo de información.
- Otras funciones que se le encarguen, las mismas que deberán ser establecidas en el Reglamento.
57 Chang Kcomt, Romy Alexandra, op. cit, p. 44.
58 De acuerdo con el INEI, la cifra proyectada para el año 2020 es de 1 177 629 habitantes en el distrito de San Juan de Lurigancho, conforme a
lo indicado en el documento Estimaciones y Proyecciones de Población por Departamento, Provincia y Distrito, 2018-2020. Boletín Especial
n.° 26, pág. 86.
protección (como contratar vigilancia privadas y enrejar vías públicas). De otra parte, esta situación
posibilitó el crecimiento y empoderamiento del servicio de serenazgo como un instrumento efectivo de
los gobiernos locales para la seguridad vecinal, encargado primordialmente del patrullaje y vigilancia
de las calles.
Con el pasar del tiempo, el serenazgo municipal también ha ido asumiendo distintos roles a pedido y
necesidades de las/los propias/os vecinas/os (contribuyentes), como los relacionados con la atención de
urgencias de carácter doméstico, ornato, tranquilidad, accidentes de tránsito, entre otros.
En la actualidad los ingresos de recursos económicos por concepto de arbitrios municipales significan
un asunto clave para que los gobiernos locales puedan dar sostenimiento del servicio de serenazgo.
La Constitución, la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley de Tributación Municipal dan el marco
jurídico para el ejercicio de esta potestad tributaria de las municipalidades, que las faculta a crear
y exigir el pago de una tasa (arbitrio) a los contribuyentes por la prestación y el mantenimiento del
servicio de seguridad ciudadana o serenazgo.
Del mismo modo, se ha podido observar una notoria precariedad que será evidenciada más
adelante en este mismo informe y que demuestra que es imprescindible establecer medidas
efectivas para alcanzar a garantizar el verdadero ejercicio de los derechos fundamentales de
las/los serenas/os 59.
Esta realidad muestra también, a un personal del servicio de serenazgo que no cuenta con una
remuneración laboral adecuada y acorde a sus funciones y, a muchas/os de ellas/ellos, sin siquiera
recibir beneficios ni oportuna y debida asistencia médica personal ni familiar.
Durante la pandemia por el COVID-19 se pudo, además, visibilizar la carencia y no renovación de los
equipos básicos y necesarios para que dicho personal desarrolle sus funciones de manera segura.
Además, en muchos de ellas/ellos se traslució la pérdida de motivación y la insuficiente capacitación y
entrenamiento para afrontar algunas situaciones extremas.
Cabe resaltar que la aprobación de la creación y el funcionamiento del servicio de serenazgo depende
de cada gobierno local, por ende, este acto deberá llevarse a cabo mediante una ordenanza, norma
con rango de ley.
59 Algunos de estos derechos están incluidos en el artículo 2° del Capítulo III del Manual del Sereno Municipal, aprobado mediante Resolución
Ministerial n.° 772-2019-IN, tales como: el derecho a percibir una contraprestación económica correspondiente al servicio prestado y demás
beneficios laborales; se le brinde el uniforme y equipamiento básico necesario para el cumplimiento de sus labores; y, se les otorgue la
capacitación permanente y entrenamiento previo que facilite al sereno cumplir con efectividad su función.
se les pregunta por las quejas de vecinas/os ante la continuidad de hechos delictivos y la falta de
serenas y serenos en sus correspondientes jurisdicciones municipales.
De acuerdo con nuestro marco normativo municipal, los gobiernos locales perciben ingresos tributarios
por la recaudación de impuestos municipales, contribuciones y tasas creadas por los concejos
municipales.
También, cuentan con lo que se percibe por el pago de impuestos creados en su favor60, como son
los impuestos: predial, alcabala, a los juegos, a los espectáculos públicos y al patrimonio vehicular, los
mismos que son recaudados por entes estatales.
Adicionalmente, les corresponde a las comunas ediles recibir ingresos por concepto del “Fondo de
Compensación Municipal” (numeral 5 del artículo 196 de la Constitución), suma que debe ser distribuida
entre las municipalidades provinciales y distritales del país con el fin de asegurar su funcionamiento,
aplicándose criterios de equidad y compensación.
En lo que respecta al servicio de serenazgo, la Ley de Tributación Municipal y su Texto Único Ordenando,
direccionan la carga de su subvención a las y los contribuyentes a través del cobro del pago de arbitrios
municipales61.
Este modelo supone el pago de una tasa llamada arbitrio por la contraprestación de un servicio
individualizado brindado por las municipalidades, en este caso, por la seguridad ciudadana o
serenazgo.
Es decir, la legislación tributaria peruana plantea una clara responsabilidad a la sociedad civil para el
mantenimiento de este servicio, lo cual, en la práctica, genera problemas de distinta índole, lo que hace
que en muchos casos la administración municipal tenga que hacer uso de recursos e ingresos que
originalmente son programados para fines distintos o depender de la aprobación de una inyección
presupuestal del Ministerio de Economía y Finanzas.
Sobre el particular, resulta oportuno citar la experiencia española del Programa de Serenos de Gijón,
localidad perteneciente al Principado de Asturias, ayuntamiento que impulsó la creación y formación
del cuerpo de serenos municipales en esa región.
Durante mucho tiempo, este cuerpo de serenas y serenos tuvo como principal tarea vigilar que no
faltara el alumbrado público, además de hacer de guardianes de las llaves de viviendas y comercios. Sin
embargo, con el transcurrir de los años, fueron asumiendo nuevas labores con la colectividad, como el
velar por el buen estado del mobiliario urbano y el servicio de limpieza.
Este programa es subvencionado por ingresos públicos y privados. En palabras del director de los
Serenos de Gijón, Lorenzo Pañeda, se basan en un “modelo mixto y solidario”, pues reciben colaboración
económica de comerciantes, comunidades de vecinos y del propio ayuntamiento de Gijón. Además,
60 Al respecto, cabe precisar que el pago de impuestos no origina una contraprestación directa de las municipalidades a favor de las y los
contribuyentes.
61 Artículo 68 del T.U.O. de la LTM: “Las municipalidades podrán imponer las siguientes tasas: a) Tasas por servicios públicos o arbitrios: son las
tasas que se paga por la prestación o mantenimiento de un servicio público individualizado en el contribuyente. […]”.
Artículo 69 del T.U.O. de la LTM:
Las tasas por servicios públicos o arbitrios, se calcularán dentro del último trimestre de cada ejercicio fiscal anterior al de su aplicación,
en función del costo efectivo del servicio a prestar. La determinación de las obligaciones referidas en el párrafo anterior deberá
sujetarse a los criterios de racionalidad que permitan determinar el cobro exigido por el servicio prestado, basado en el costo que
demanda el servicio y su mantenimiento, así como el beneficio individual prestado de manera real y/o potencial.
Para la distribución entre los contribuyentes de una municipalidad, del costo de las tasas por servicios públicos o arbitrios, se
deberá utilizar de manera vinculada y dependiendo del servicio público involucrado, entre otros criterios que resulten válidos para la
distribución: el uso, tamaño y ubicación del predio del contribuyente. […]
mantienen su objetivo e interés social, al primar la inserción laboral de colectivos desfavorecidos con la
prestación de servicios a personas, a comerciantes, al turismo y a la ciudad.
El director refiere que “Si Gijón es la ciudad más segura de toda España, es también por nosotros”, y
agrega que “Este es un modelo de negocio mixto, público-privado. Tenemos un porcentaje de ingresos
municipales y un porcentaje de ingresos privados. Mantenemos un convenio con el Ayuntamiento
que utilizamos para pagar salarios y seguridad social, nada más. Con lo privado pagamos el resto:
vestimenta, alquiler del local, material de oficina, teléfonos […]”62.
En conclusión, la forma en que ha sido diseñado este servicio hace que no sea dependiente únicamente
de los recursos públicos. De ahí la importancia de colocar en la agenda estatal la posibilidad de adoptar
un modelo similar, que permitan replantear la forma, procedimiento y responsables de sostener el
servicio de serenazgo municipal, de crucial importancia para contrarrestar la delincuencia y violencia.
La extensión del servicio de serenazgo, en distintas regiones, se ha venido dando de forma progresiva
ante la necesidad municipal de contribuir y complementar la función policial frente al incremento de la
violencia y delincuencia que, durante años, constituye uno de los principales problemas que aquejan el
desarrollo del país, generando en la población un clima de inseguridad y la ruptura de una convivencia
social pacífica.
La progresión y extensión a nivel nacional de este servicio se muestra en el Gráfico n.° 1, en el que se
aprecia que, al 31 de marzo del año 2019, el número de efectivos del servicio de serenazgo era el 56 %
de un total de 1874 municipios, lo que representa un total de 28 702 efectivos, de los cuales el 84.1 %
eran hombres y el 15.9 % mujeres64.
62 https://hablemosdeempresas.com/pymes/serenos-de-gijon/
63 https://www.elperiodico.com/es/activos/20190819/profesiones-el-viejo-oficio-del-sereno-7592569
64 INEI. Según el Registro Nacional de Municipalidades 2019, 34 de cada 100 trabajadores en las municipalidades provinciales y distritales
del país son mujeres. Nota de Prensa n.° 022. Publicado el 14 de febrero de 2020. Disponible en: http://m.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/
noticias/np022-2020.pdf. Fecha de consulta: 22 de noviembre de 2020.
Gráfico n.° 1
Municipalidades que brindan el servicio de serenazgo 2019
827 1047
44% 56%
Del mismo modo, a marzo de 2019, la provincia de Lima reunió el 41.9 % de los efectivos del servicio de
serenazgo, seguido por los departamentos de La Libertad (6.3 %), Cusco (5.3 %) y Arequipa (4.6 %). La
menor cantidad de serenas/os se registra en Madre de Dios y Amazonas con 77 efectivos, para cada
caso65.
Gráfico n.° 2
Departamentos con mayor número de efectivos de serenazgo
41.90%
Sin embargo, no se puede dejar de señalar que los serenos no han estado exentos de problemas,
críticas y denuncias, especialmente motivadas por excesos cometidos por algunos de sus miembros;
65 Idem.
estos actos generaron corrientes de opinión pública cuestionando su existencia, lo que incluso ocasionó
que se le tilde como un factor más de la inseguridad66.
La intervención de la Defensoría del Pueblo, en este tipo de casos, permitió constatar precariedad
organizativa municipal que, como tal, incidía en la eficacia y calidad del servicio y, de otro lado, en el
debido respeto hacia los derechos fundamentales de las personas.
Lo cierto es que, con el transcurrir de los años, el servicio de serenazgo ha ido generando la aceptación
y confianza de la ciudadanía, aumentando su demanda y gradual empoderamiento, convirtiéndolo así
en un importante instrumento edil para prevenir y neutralizar la ocurrencia delictiva67.
66 CAPITAL. Noticias. “Los Olivos: vecinos denuncian presuntos abusos de los serenos del distrito con los ambulantes”. Publicado el 1 de
agosto de 2019. Disponible en: https://capital.pe/lima/los-olivos-vecinos- denuncian-presuntos-abusos-de-los-serenos-con-los-ambulantes-
noticia-1212215. Fecha de consulta: 21 de noviembre de 2020; RPP Noticias. Venezolano denuncia que fue agredido por serenos de Los
Olivos que lo confundieron con un ambulante. Publicado el 12 de julio de 2019. Disponible en: https://rpp.pe/lima/policiales-crimenes/los-
olivos-venezolano-denuncia-que-fue-agredido-por-serenos-que-lo-confundieron-con-un-ambulante-noticia-1208472. Fecha de consulta: 21
de noviembre de 2020.
67 La Defensoría del Pueblo recibió en el periodo de enero de 2004 a abril de 2005 un total de 19 quejas contra los serenazgos de las
municipalidades de Lima y Callao y entre noviembre de 2011 y enero de 2012 se tramitaron 8 quejas. Si bien el número de quejas no era
cuantitativamente considerable, la importancia del problema radica en que los hechos tenían que ver con el uso indebido y desproporcionado
de la fuerza durante acciones de erradicación del comercio ambulatorio informal.
Por ello, es necesario que quienes tienen a su cargo dicha labor conozcan la realidad del distrito y
cuenten con experiencia en materia de seguridad ciudadana; asimismo, tengan formación en gestión
pública y planeamiento estratégico.
Los comités de seguridad ciudadana, que funcionan en el marco de la Ley n.° 27933, cuentan con
la asistencia de sus secretarías técnicas para la elaboración de sus planes de acción en busca de
contrarrestar la referida problemática. En el caso de los gobiernos locales se trata, por lo general, de
funcionarios que tienen bajo su cargo las gerencias, subgerencias o áreas de seguridad ciudadana y
serenazgo municipal.
Esta labor implica contar con información básica sobre el estado situacional y conocimiento del
problema público, que afecta al área geográfica donde se implementarán las políticas y planes contra
la inseguridad ciudadana. En ese sentido, se debe contar con un diagnóstico que refleje la realidad y el
contexto social, económico, geográfico y cultural de la región, siguiendo los lineamientos desarrollados
en las directivas de la Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior para el
diseño, formulación, aprobación, implementación, seguimiento y evaluación de los planes de seguridad
ciudadana.
Quienes dirigen el servicio de serenazgo de las municipales deben contar con información cuantitativa
y cualitativa que contribuya a brindar un servicio de calidad a las/los vecinas/os, así como a diseñar
acciones preventivas, como la identificación de lugares donde se focaliza la delincuencia para el diseño
de las rutas de las/los serenas/os durante el patrullaje integrado que realizan en coordinación y apoyo
con la Policía.
Por esta razón, se consideró pertinente incluir en la primera parte de la ficha de supervisión, un capítulo
destinado a conocer si los entrevistados y entrevistadas, a cargo de los equipos de serenas y serenos,
conocían o contaban con información esencial para la organización del servicio en sus localidades.
Las interrogantes que se plantearon tuvieron que ver con el área geográfica, el número de habitantes,
las tasas de victimización y percepción de inseguridad, así como los hechos delictivos de mayor
incidencia durante los años 2019 y 2020.
Extensión geográfica
Como se puede ver en el Gráfico n.° 3, la mayoría de los entrevistados manifestó conocer la extensión
geográfica de su distrito (87 %) y, según se constató, una gran parte de ellos recurrió a información
que se encuentra en el portal web del Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI), tal como lo
recomienda la Directiva n.° 011-2019-IN-DGSC, denominada “Lineamientos técnicos y procedimientos
para el diseño, formulación, aprobación, implementación, seguimiento y evaluación de los planes de
acción distrital de seguridad ciudadana”.
Gráfico n.° 3
Conocen la extensión geográfica de su distrito
13%
87%
SÍ
NO
Este tipo de directivas constituyen instrumentos normativos de mucha utilidad, porque contribuyen
a uniformizar criterios para la elaboración de los planes de acción de seguridad ciudadana a nivel
nacional. Su uso resulta obligatorio para los gerentes y subgerentes de seguridad ciudadana que,
como se ha dicho, también cumplen las funciones de secretarios técnicos en sus respectivos comités,
debiendo manejar esta data para la elaboración de sus diagnósticos y planes, en los cuales el servicio
de serenazgo resulta ser uno de los actores esenciales para prevenir y hacer frente a la delincuencia.
Por ello, llama la atención que los representantes de los municipios de Zarumilla, Tumbes, Huánuco y
Amarilis (04) no hayan podido precisar la extensión geográfica de sus distritos.
Población
Gráfico n.° 4
Conocen el número de habitantes de su distrito
10%
90%
SÍ
NO
Durante la supervisión se indagó sobre estas variables, como se aprecia en los Gráficos n.° 5 y n.° 6,
reflejando que la mayoría de las/los funcionarias/os encuestadas/os contaba con esta información (67
% y 73 %), tomando como referencia los informes técnicos y boletines estadísticos que periódicamente
publica el INEI en su portal institucional o en la plataforma web Datacrim68.
68 https://datacrim.inei.gob.pe/
Gráfico n.° 5
Conocen la tasa de percepción de inseguridad de su distrito
33%
67%
SÍ
NO
Gráfico n.° 6
Conocen la tasa de victimización de su distrito
27%
73%
SÍ
NO
Los resultados mostrados permiten afirmar que la mayoría de las/los funcionarias/os municipales
consultadas/os tienen conocimiento de las características de sus distritos y los indicadores de
criminalidad que deben enfrentar.
De otro lado, llama la atención que un 33 % de municipalidades distritales encuestadas (Satipo, Florencia
de Mora, Juanjuí, La Esperanza, Pueblo Nuevo, Santiago, Paramonga, Huánuco, Amarilis y El Agustino)
no cuente con cifras sobre la tasa de percepción de inseguridad ciudadana dentro del ámbito de su
competencia territorial.
Situación similar ocurre con las cifras de victimización, donde las municipalidades de Satipo, La
Esperanza, Pueblo Nuevo, Santiago, San Clemente, Huánuco, Amarilis y El Agustino (27 %) no brindaron
respuesta a lo consultado por la Defensoría del Pueblo.
Incidencia delictiva
Otro aspecto considerado en el cuestionario fue el relacionado a los tipos de hechos delictivos de
mayor incidencia en sus distritos durante los años 2019 y 2020 (hasta el mes de octubre).
Gráfico n.° 7
Hechos delictivos de mayor incidencia 2019 y 2020
19
18
6
3
2 2
0 1 0
2019 2020
Según se desprende del Gráfico n.° 7, durante los años 2019 y 2020, los delitos que se han mantenido
con un mayor número de incidencia, en los distritos supervisados, son los que afectan el patrimonio de
las personas, seguido de los que afectan la vida, el cuerpo y la salud, tráfico ilícito de drogas y libertad
sexual. El grupo de mayor incidencia (contra el patrimonio), por su naturaleza misma, demandan mayor
participación a los diversos serenazgos municipales.
El 31 de diciembre de 2016 fue publicado el Decreto Legislativo n.° 1316 que modificó la Ley n.° 27933,
Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. Se estableció que el Ministerio del Interior debía
administrar el Registro Nacional de Serenazgos y el Registro de Centros de Capacitación de Serenos
(artículo 3-A, literal “g” de la referida norma).
Con ese propósito, el 29 de mayo de 2019, fue creado el Registro Nacional de Serenos y de Serenazgos,
mediante Decreto Supremo n.° 012-2019-IN. La finalidad de esta herramienta es contar con información
nominal y estadística “a fin de facilitar la identificación, conocer la trayectoria laboral, antecedentes,
formación académica, y otros datos que sean necesarios y relevantes a la naturaleza de la función que
cumple en el ámbito de la seguridad ciudadana”.
A pesar del tiempo transcurrido, estas disposiciones no muestran los resultados esperados, tal es así
que la Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, encargada de administrar
esta información, exhortó a los gobiernos locales que cumplan con lo regulado en el referido decreto
supremo69.
La suma total de las/los serenas y serenos integrantes de las treinta municipalidades supervisadas
asciende a 4012 (ver Gráfico n.° 8). Los cinco gobiernos locales que tienen a su disposición el mayor
número de efectivos son Lima Metropolitana (1600), La Victoria (287), Bellavista (243), Callao (220) y
Chimbote (213).
En el extremo contrario, se advierte, en los servicios de serenazgo con menor número de personal, una
notoria falta de capacidad operativa con relación a la cifra aproximada de habitantes en sus distritos70.
Por ejemplo, Paramonga brinda servicios a una población aproximada de 21 938 habitantes con 20
serenos; Pueblo Nuevo a 73 510 habitantes con 14 serenos; San Clemente cuenta con 13 serenos para
28 904 habitantes; Florencia de Mora tiene 12 serenos para 38 334 habitantes; y, por último, Ayabaca
cuenta con 9 serenos para 32 889 habitantes.
Esta situación de inequidad se hace más aguda si consideramos que no todo el personal brinda
servicios en el mismo horario, toda vez que deben organizarse por turnos, reduciéndose mucho más la
capacidad operativa para atender las necesidades de la población.
Gráfico n.° 8
Número de personal en los servicios de Serenazgos Setiembre 2020
Lima 1600
La Victoria 287
Bellavista 243
Callao-Callao 220
Chimbote 213
Cusco 195
Ayacucho 137
Rimac 107
Piura 105
La Esperanza 78
Tumbes 75
El Agustino 72
San Vicente de Cañete 69
Santiago 64
Pisco 63
Breña 56
Barranca 56
El Porvenir 47
Huánuco 45
Amarilis 38
Imperial 37
Juanjui 36
Zarumilla 35
Satipo 34
Abancay 32
Paramonga 20
Pueblo Nuevo 14
San Clemen te 13
Florencia de Mora 12
Ayabaca 9
Para entender la situación de los 30 servicios de serenazgos supervisados, el siguiente cuadro muestra
la cantidad aproximada de habitantes que tienen los distritos por cada sereno municipal.
Cuadro n.° 2
Habitantes por cada efectivo de serenazgo
La Municipalidad Metropolitana de Lima cuenta con un sereno por cada 167 habitantes, aproximadamente
(para Cercado), mientras que, en un escenario distinto, la comuna de Pueblo Nuevo cuenta con un
sereno por cada 5 251 habitantes. La situación de los distritos que están al final del cuadro causa
preocupación, porque esa falta de capacidad operativa no garantiza el posicionamiento del servicio de
seguridad ciudadana por parte del cuerpo de serenazgo.
Una de las causas que explican el número de serenas y serenos por cada distrito es el bajo nivel de
recaudación que tienen por falta de cultura tributaria de los contribuyentes, lo que en el contexto de
la pandemia por el COVID-19 tuvo un mayor impacto negativo, debido a los problemas surgidos en
el ámbito social, laboral y económico. Este fenómeno genera alarma, considerando que los distritos
supervisados encabezan la lista de los lugares más vulnerables al crimen y la violencia.
Según cifras de INEI, en junio de 2016, existían a nivel nacional más de veintiséis mil serenas y serenos,
lo que significó un aumento del 4.3 % en comparación con lo registrado en diciembre de 2015.
Del total de estos efectivos, 22 769 eran hombres (85 %) y 3 894 mujeres (15 %), encontrándose la
mayoría concentrados en la provincia de Lima (10 869) y en los departamentos de La Libertad (1 589),
Cusco (1 512) y Piura (1 413)71.
Según esta misma entidad72, el total de serenas y serenos en todo el país disminuyó a 26 089 en marzo
de 2018, agrupándose el mayor número de efectivos en los departamentos de Lima con 10 471 (40.1 %),
1 749 en La Libertad, 1 404 en Cusco, 1 299 en Arequipa y 1 214 en Piura.
Si bien hubo una reducción del personal del serenazgo en el año 2018, la brecha de género se mantuvo,
con un 85.3 % de hombres (22 241) y 14.7 % de mujeres (3 848). Esto quiere decir que, a pesar del
transcurso de los años, se ha mantenido el mismo patrón de desigualdad siendo ampliamente superior
el número de personal masculino.
En la supervisión realizada en el año 2020 por la Defensoría del Pueblo, se ha verificado que persiste
una mercada diferencia entre el número de efectivos por género, con 3 268 de hombres (81%) y 744
mujeres (19%), como se muestra en el gráfico n.° 9.
Gráfico n.° 9
Personal del servicio de serenazgo de las municipalidades supervisadas según sexo
19%
81%
Varones
Mujeres
Este panorama también se ve reflejado en el Gráfico n.° 10, en el cual se puede apreciar la cantidad de
personal femenino en los servicios de serenazgo de las treinta municipalidades supervisadas.
Gráfico n.° 10
Número de personal femenino en los servicios de serenazgo supervisados
Lima 384
La Victoria 61
Bellavista 56
Cusco 56
Chimbote 26
Callao-Callao 25
Ayacucho 18
Huánuco 17
Rimac 16
Abancay 16
La Esperanza 8
El Agustino 8
Santiago 7
Florencia de Mora 7
Tumbes 6
Barranca 6
Imperial 5
Juanjui 4
Breña 3
Zarumilla 3
Pueblo Nuevo 3
Amarilis 2
Satipo 2
San Vicente de Cañete 1
Pisco 1
El Porvenir 1
San Clemen te 1
Ayabaca 1
Piura 0
Paramonga 0
La Municipalidad Metropolitana de Lima es quien encabeza la lista de las municipalidades con el mayor
número de personal femenino (384), seguido por las comunas distritales de La Victoria (61), Bellavista
(56), Cusco (56) y Chimbote (26).
Por el contrario, las municipalidades de Satipo y Amarilis solo cuentan con 2 mujeres en sus equipos
de serenazgos. Situación igual de preocupante se presenta en Ayabaca, El Porvenir, San Clemente,
Pisco y San Vicente de Cañete con solo 1 mujer en sus servicios. Por último, las comunas de Piura y
Paramonga no cuentan con mujeres en sus unidades de serenazgo.
Cabe señalar que, a diferencia de épocas anteriores en las que se encargaba a las serenas labores de
carácter administrativo o de “radio operadoras”, en la actualidad cumplen tareas de la misma naturaleza
y exigencia que el personal masculino, lo que incluye participación en operativos y patrullajes en las
calles para disuadir la delincuencia.
El 57 % de los cuerpos de serenazgo municipal no cuentan, entre sus integrantes, con personas con
discapacidad. En este grupo, conformado por 17 comunas, se encuentran las municipalidades de Piura,
Satipo, Ayabaca, Juanjuí, El Porvenir, La Esperanza, Pueblo Nuevo, Barranca, Santiago, Paramonga,
San Clemente, Tumbes, Huánuco, Pisco, Amarilis, El Agustino y el Rímac.
Gráfico n.° 11
Servicios de Serenazgo que cuentan con personas con discapacidad
43%
57%
SÍ
NO
En menor porcentaje (43 %), están las municipalidades que sí cuentan con serenos y serenas con
discapacidad. En este grupo de 13 municipalidades se encuentran Lima, Chimbote, Florencia de Mora,
Ayacucho, Abancay, Bellavista, Breña, Cusco, Callao, Imperial, La Victoria, San Vicente de Cañete y
Zarumilla.
Gráfico n.° 12
Número de personas con discapacidad, por género, en los servicios de Serenazgo
Mujeres 7
Varones 55
Seguidamente están los municipios de Callao con 5 personas con discapacidad; Ayacucho y Bellavista
con 3 cada una; Chimbote, La Victoria y Breña con 2; y Florencia de Mora, Abancay, Zarumilla, Cusco,
Imperial y San Vicente de Cañete con 1.
Se advierte del Gráfico n.° 13 que el personal de serenazgo de las municipalidades supervisadas se
encuentra, mayoritariamente, en el rango de 29 y 39 años (33 %) y entre 40 y 50 (26 %). En minoría, se
encuentran las personas mayores de 50 años (16 %) y aquellas cuyo rango de edad oscila entre 18 y 28
(15 %).
En el grupo de personas mayores de 50 años encontramos que los cinco municipios con mayor
número de efectivos son los Lima Metropolitana (386), Cusco (68), Chimbote (33), Bellavista (27) y
Santiago (23). De otro lado, en rango de 18 y 28, el mayor número de serenos y serenas lo tienen los
gobiernos locales de Lima Metropolitana (267), Bellavista (85), Pisco (40), Ayacucho (24) y La Victoria
(22).
Gráfico n.° 13
Número de serenos según rango de edades
No precisa De 18 - 28
10% 15%
Más de 50
16%
De 29 - 39
33%
De 40 - 50
26%
Cabe precisar que los representantes de las municipalidades de Callao, Rímac, San Vicente de
Cañete, Santiago y San Clemente no contaban con esta información, a pesar de ser relevante para
la administración de los equipos de trabajo. Además, porque forma parte de los datos indispensables
que debe gestionar cada municipalidad al momento de subir información en el Registro Nacional de
Serenos y de Serenazgos, conforme al Decreto Supremo n.° 012- 2019-IN.
Las oficinas y módulos de la Defensoría del Pueblo a nivel nacional, han atendido casos de serenas y
serenos, en actividad o luego de culminado su vínculo con la institución, debido a problemas de índole
laboral; ya sea por haber rescindido sus contratos de forma irregular o por incumplimiento en el pago
a sus haberes.
En otros casos, por la desnaturalización de sus contratos, con el fin de encubrir una relación laboral
de carácter permanente y no reconocerles beneficios y derechos, recurriendo también a instancias
jurisdiccionales para hacer valer sus derechos.
Estos temas también han sido motivo de consultas durante charlas y talleres de la Defensoría del
Pueblo dirigidos al personal de serenazgo, dando lugar a intervenciones defensoriales ante las
municipalidades responsables.
Ilustración n.° 1
Charla sobre seguridad ciudadana y derechos humanos organizado por la Defensoría del
Pueblo para personal del Serenazgo (Bellavista-Callao)
Este tipo de actividades, y la atención de casos, han permitido identificar que los temas laborales
representan la principal causa de demandas y reclamos del personal de serenazgo. Esto influye
negativamente en su estado anímico y motivación que se ve reflejado en su desempeño
profesional.
De acuerdo con el artículo 37 de la Ley n.° 27972, Ley Orgánica de Municipalidades, los funcionarios
y empleados municipales se rigen por el régimen laboral aplicable para la administración pública, es
decir, por lo estipulado en el Decreto Legislativo n.° 276, Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de
Remuneraciones del Sector Público.
La misma norma señala que los obreros son servidores públicos y que se sujetan al régimen laboral
de la actividad privada regulado por la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, Texto Único
Ordenado del Decreto Legislativo n.° 728. El régimen laboral de las/los serenas y serenos no se encuentra
expresamente previsto en la legislación antes mencionada, por lo cual, desde que entró en vigor la Ley
Orgánica de Municipalidades73, surgieron una serie de posiciones sobre el grupo ocupacional que les
correspondía (profesional, técnico o auxiliar) y el régimen que debía asignárseles por el tipo funciones
que realizaban.
Este asunto dio lugar a reiterados pronunciamientos del Tribunal Constitucional orientados a que se
considere las labores que desarrollan los serenos en la misma categoría que los obreros municipales,
Adicionalmente han surgido opiniones institucionales sobre la posibilidad de contratar a las/los serenas
y serenos en otros regímenes laborales, como la emitida por la Gerencia de Política de Gestión de la
Autoridad Nacional del Servicio Civil (SERVIR), en el sentido que no existiría impedimento legal para que
las municipalidades contraten a este personal bajo el régimen del Decreto Legislativo n.° 1057 (CAS)75.
Resulta preocupante que, a pesar de haber trascurrido casi veinte años desde que entró en vigor
la Ley n.° 27972 y lo resuelto, en su momento, por el máximo intérprete de la Constitución, algunas
municipalidades aplican diversos criterios para contratar a sus serenas y serenos; esto es, actualmente
puede encontrarse en una misma municipalidad personal del servicio de serenazgo contratado bajo el
régimen del Decreto Legislativo n.° 728, Decreto Legislativo n.° 276, Decreto Legislativo n.° 1057 (CAS),
servicios no personales y locación de servicios.
Gráfico n.° 14
Personal del servicio de serenazgo según régimen laboral
Serenos (as)
Se deben destacar que hay entidades ediles que tienen contratado a todo su personal de serenazgo
en el régimen de la actividad privada, esto es el Decreto Legislativo n.° 728, acorde con la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional76. Estas son las gestiones municipales de Chimbote (213), Ayacucho (137),
San Vicente de Cañete (69), Huánuco (45) y Zarumilla (35).
Además, por la naturaleza de la labor que cumplen, llama la atención que algunos municipios cuenten con
personal de serenazgo en el régimen de Ley de Bases de la Carrera Administrativa y de Remuneraciones
74 Véase sentencias recaídas en los expedientes n.° 2237-2008-PA/TC del 13 de abril de 2009 y n.° 6298- 2007-PA/TC del 11 de diciembre de
2008.
75 Informe Técnico n.° 541-2019-SERVIR/GPGSC de fecha 11 de abril de 2019, documento con el que se emite opinión relacionada con el Proyecto
de Ley n.° 4036/2018-CR, Ley del Serenazgo Municipal. La posición de SERVIR contradijo lo resuelto por la Corte Suprema en la Casación
Laboral n.° Casación 13812-2016/Lima Norte, que señaló que los trabajadores de serenazgo no pueden ser contratados mediante los
contratos administrativos de servicios (CAS), ya que son trabajadores obreros sujetos al régimen laboral de la actividad privada regulado por
el TUO del D. Leg. n.° 728.
76 Véase sentencia recaída en el expediente n.° 06298-2007-PA/TC del 1 de diciembre de 2008.
del Sector Público (Decreto Legislativo n.° 276); siendo éste el caso de Lima Metropolitana (83), Cusco
(48), Tumbes (15), Piura (06), Florencia de Mora y Santiago (2 cada una), así como Barranca, La Victoria y
El Porvenir (1 cada una).
En claro contraste encontramos a los serenazgos del Rímac (107), El Agustino (72), Pisco (63) y Paramonga
(20) que tienen a todo su personal del servicio de serenazgo contratado por órdenes de servicio. Similar
situación se encuentran Bellavista (241 de 243), Callao (215 de 220), San Clemente (12 de 13) y Barranca
(47 de 56) donde sus efectivos —casi en su totalidad— están sujetos a esta modalidad de contratación.
Esto llama la atención, porque dicho personal no cuenta con beneficios laborales, como vacaciones,
gratificaciones o, incluso, un seguro médico. Es por lo señalado que este tipo de contratos, en algunos
casos, son sometidos a demandas judiciales para el reconocimiento de derechos laborales, procesos
donde se aplica el “principio de primacía de la realidad”.
[…] el personal de serenazgo también realiza labores administrativas durante sus servicios, al
registrar sus intervenciones y redactar informes de ocurrencias; por ende no ejerce una actividad
puramente física ni mecánica, semejante a los servicios de jardinería, de limpieza; sino que, además
del esfuerzo físico, también requieren de habilidades intelectuales para ejercer sus funciones
adecuadamente; y sus responsabilidades así lo exigen; incluso usan tecnologías específicas y
se capacitan sobre seguridad ciudadana y derechos del ciudadano; hace tipificaciones de las
intervenciones que realiza; coordina la planificación y ejecución de operaciones de ronda y
patrullaje general con la Policía Nacional del Perú […].
Asimismo, agregó “[…] a lo que se suma que la actual Ley Orgánica de Municipalidades no dispone de
modo expreso que el personal de serenazgo deba ser considerado o tenga la condición de obrero; y de
hecho, en los antecedentes legislativos de la misma, siempre fue considerado en una categoría distinta
a la de los obreros”.
Siendo esto así, es necesario que se apruebe un marco normativo que estandarice y fije las condiciones
laborales más idóneas para el personal de serenazgo, el cual les permita aspirar a una línea de
carrera dentro de la función pública, con posibilidad de ascender progresivamente sobre la base a la
meritocracia77.
77 Antes de la culminación de la elaboración del presente informe, el 19 de agosto, se publicó la Resolución Ministerial n.° 725-2020-IN del
Ministerio del Interior, disponiendo la publicación de un proyecto de decreto supremo que aprueba disposiciones respecto al servicio de
serenazgo municipal y a su articulación con la Policía Nacional del Perú para fortalecer la seguridad ciudadana.
Casi un mes después, la Congresista de la República Mónica E. Saavedra Ocharán, presentó el Proyecto de Ley n.° 6387/2020-CR del 7
de octubre de 2020, proponiendo la aprobación de la “Ley del Serenazgo Municipal”. El texto de dicho documento cuenta con opiniones y
aportes de la Defensoría del Pueblo.
tendencia de las gestiones municipales a suscribir contratos por periodos cortos, lo que puede tener un
efecto intimidatorio hacia las/los serenas y serenos, al estar subordinados a una estructura jerárquica,
condicionados a la decisión discrecional de la gestión edil que decidirá su renovación contractual.
Gráfico n.° 15
Periodo de duración de los contratos del personal de serenazgo
De 7 – 12 meses
5%
(+) 12 meses
De 1 – 3 meses 23%
68%
No precisa
4%
Y es que, como cualquier otro trabajador o trabajadora, el/la sereno/a también necesita un ambiente
apropiado que le ofrezca estabilidad laboral, de lo contrario, esto puede repercutir en el desarrollo de
las funciones que brinda en servicio a la colectividad.
Otro aspecto importante tiene que ver con los salarios que perciben las/los serenas y serenos. Se ha
podido determinar que un 59 % de serenas y serenos está dentro del rango del sueldo mínimo a los S/
1 500, seguido de un 36 % que gana entre S/ 1 500 a S/ 2 500. Sin embargo, se ha identificado casos en
las municipalidades de El Porvenir (37), Cusco (30), Amarilis (14), Lima (04), Imperial (2) y Barranca (1) donde
el personal percibe un salario menor a los S/ 930 soles, esto es por debajo de la remuneración mínima
vital.
Las notorias diferencias salariales que se aprecian en el Gráfico n.° 16, se deben —entre otras causas—
a la inexistencia de escalas remunerativas que estandaricen los sueldos del personal de serenazgo, de
acuerdo con el tipo de función que cumplen (patrullaje a pie o en vehículo motorizado y no motorizado,
monitoreo de cámaras de video vigilancia, etc.). Asimismo, también influye los altos niveles de morosidad
que afectan la recaudación de los arbitrios por concepto de servicios de seguridad ciudadana y/o del
serenazgo.
Gráfico n.° 16
Remuneración del personal de Serenazgo
(+)3000 41 (1%)
No precisa 22 (1%)
Con relación a ello, el Decreto Legislativo n.° 776, Ley de Tributación Municipal, establece que las
municipalidades pueden imponer tasas o arbitrios por la prestación de servicios públicos o arbitrios
mediante la aprobación de ordenanzas que, en el caso de las distritales, deben pasar por un proceso
de ratificación a cargo de las municipalidades provinciales de su jurisdicción78. Lo recaudado por el
cobro de la tasa del servicio de seguridad ciudadana y/o del serenazgo debe utilizarse exclusivamente
para garantizar su mantenimiento y sostenibilidad.
De ahí que, cuando se presenta una alta morosidad, la calidad del servicio puede verse afectada,
impactando los montos salariales de las/los serenas y serenos o generando incumplimiento de
obligaciones laborales y contractuales por parte de las municipalidades empleadoras.
Además del tema remunerativo, se consultó a las municipalidades supervisadas si sus serenas y
serenos recibieron alguna bonificación antes del 15 de marzo de 202079, como parte de una política
de incentivos, en reconocimiento a la importante labor que cumplen, expuestos a situaciones de
riesgos. Solo los representantes de 10 municipios indicaron haber brindado este tipo de bonificación
a su personal del servicio de serenazgo. Las entidades ediles de Satipo, Pueblo Nuevo, Imperial,
Zarumilla, Cusco y Amarilis precisaron que la bonificación entregada a su personal fue por concepto de
escolaridad; y la de Bellavista informó que entregó un bono por fiestas navideñas. Las municipalidades
de Barranca, Florencia de Mora y Callao también manifestaron haber entregado una bonificación, pero
no precisaron por qué concepto.
Por la naturaleza de sus funciones, las/los serenas y serenos se encuentran diariamente expuestos a
situaciones de peligro, enfrentando la inseguridad ciudadana en apoyo a la Policía Nacional del Perú,
pudiendo incluso perder la vida. El acceso a los servicios de salud es un derecho y, en una relación
laboral, debe ser asumido por la entidad empleadora; sin embargo, un porcentaje de serenas y serenos
tienen que cubrir estos costos de forma particular, consecuencia del poco apoyo que reciben de sus
propias instituciones y por carecer de seguros de salud o de otro soporte que garantice una cobertura
de médica.
Estas carencias se han hecho más notorias durante la pandemia a causa del COVID-19, con la
intervención de las/los serenas y serenos en la primera línea de acción. Su participación para evitar
la propagación del COVID-19 ha sido de especial relevancia en diferentes regiones del país, a través
de su colaboración a la Policía Nacional del Perú y a las Fuerzas Armadas para el acatamiento de las
disposiciones de inmovilización social obligatoria, aislamiento social y protección contra el virus; así
como en las acciones de control y fiscalización de actividades comerciales no permitidas durante el
periodo de cuarentena. Incluso han participado en actividades solidarias como el reparto de canastas
de víveres y medicinas en zonas poco accesibles80.
En las comunas supervisadas, el 75 % de serenas y serenos tienen la cobertura del régimen de EsSalud.
En menor proporción (5 %), se encuentran en el SIS. No obstante, un 20 % no tiene seguro de salud, lo
que equivale a 816 efectivos. Resulta relevante que, de este grupo, casi su totalidad (813) corresponde
a personal contratado con órdenes de servicio (terceros), lo cual evidencia el nivel de desprotección y
riesgo en el que se encuentra el personal de serenazgo que labora bajo esta modalidad.
Gráfico n.° 17
Régimen de salud del personal del servicio de serenazgo
SIS 5%
Seguro Privado 0%
No precisa 0%
Este resultado es preocupante por el tipo de actividades que desarrolla el personal de serenazgo
diariamente, siendo indispensable la implementación de medidas para brindarles el soporte de salud
necesario, con el fin de salvaguardar su salud e integridad física.
Otro aspecto importante es el relacionado al cumplimiento de la Ley n.° 30485, ley que incorpora
a los serenos en el Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo (SCTR), creado por la Ley n.°
2679081. Esta ley establece que los afiliados regulares y potestativos del régimen contributivo de
EsSalud, que desarrollen actividades para el mantenimiento del orden público y de seguridad-
80 Algunas de estas situaciones fueron advertidas por la Asociación de Serenos del Perú y dieron lugar a reportajes periodísticos en distintos
medios de prensa. También motivaron la intervención de la Defensoría del Pueblo a través de pronunciamientos públicos y comunicaciones
a las autoridades competentes. Así, por ejemplo, se pidió al Conasec considerar el otorgamiento de una bonificación extraordinaria al
personal del servicio de serenazgo, cualquiera sea su régimen laboral o modalidad de prestación de servicios, como un reconocimiento a su
labor cumplida en la denominada “primera línea” para el acatamiento ciudadano de las disposiciones de contención y protección.
81 Ley de Modernización de la Seguridad Social en Salud.
serenazgo, tienen derecho a la cobertura adicional del SCTR, el cual deberá ser contratado a cuenta
del empleador.
El SCTR otorga (i) prestaciones de salud, pudiendo contratarse libremente con EsSalud o con la entidad
prestadora de salud (EPS) elegida conforme al artículo 15 de la Ley n.° 26790; y (ii) pensiones de invalidez
temporal o permanente y de sobrevivientes y gastos de sepelio, como consecuencia de accidentes de
trabajo o enfermedades profesionales, pudiendo contratarse libremente con la ONP o con empresas
de seguros debidamente acreditadas. Dicha disposición normativa no efectúa distinción en el tipo de
entidad empleadora ni la condición de los beneficiarios, por lo que es posible asumir que se encuentran
comprendidos en su alcance todas las entidades empleadoras y todos los serenos, que desarrollan
actividades para el mantenimiento del orden público y de seguridad-serenazgo82.
A pesar del tiempo transcurrido, desde su entrada en vigor (7 de julio de 2016), el cumplimiento
e implementación de esta norma no ha tenido un avance importante por parte de los gobiernos
locales.
Gráfico n.° 18
Seguro Complementario de trabajo de Riesgo Ley N° 30485
Sí No No precisa
Como se muestra en el gráfico anterior, en todos los regímenes de contratación del personal de
serenazgo, el porcentaje mayoritario no cuenta con Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo,
resaltando nuevamente la situación de desprotección en la que se encuentra el personal contratado
por órdenes de servicios (terceros). Del mismo modo, sobre el personal del serenazgo que pertenece
al régimen laboral regulado por el Decreto Legislativo n.° 728, en el mes de febrero del año 2020 se
aprobó el Decreto Supremo n.° 009-2020-TR83, por el cual se fijan normas que reglamentan el Decreto
de Urgencia n.° 044-2019, sobre el referido seguro.
Esta regulación establece que los empleadores deberán contratar el seguro de vida ley a favor de
sus trabajadoras y trabajadores desde el primer día de labores, marcando distancia con la anterior
regulación que establecía que se podía contratar este seguro a partir del cuarto año. Este cambio
normativo busca fortalecer la protección de salud y vida de los trabajadores; sin embargo, solo el 30 %
82 Numeral 2.16 del Informe Técnico n.° 2036-2016-SERVIR/GPGSC de la Gerencia de Políticas de Gestión del Servicio (Disponible en: https://
storage.SERVIR.gob.pe//normatividad/Informes_Legales/2016/IT_2036-2016-SERVIR-GPGSC.pdf).
83 Decreto Supremo que aprueba las normas reglamentarias del Decreto de Urgencia n.° 044-2019 relativas al seguro de vida, publicado en el
diario oficial El Peruano el 10 de febrero de 2020.
del personal de serenazgo contratado en este régimen cuenta con este seguro, contraviniendo con
ello la regulación antes mencionada. Ver Gráfico n.° 19.
Gráfico n.° 19
Personal del servicio de serenazgo contratado bajo los alcances del DL n.° 728 que
cuenta con Seguro de Vida Ley
33% 30%
SÍ
NO
37%
NO PRECISA
¿Existe alguna norma o documento que establezca cuáles son los criterios de selección y los requisitos
que se deben considerar para la contratación de personas que deseen formar parte del servicio de
serenazgo? Al respecto, la Cuarta Disposición Complementaria Transitoria del Reglamento de la Ley del
Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, aprobado por Decreto Supremo n.° 011-2014-IN, dispuso que
SERVIR, en coordinación con la Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior,
defina el perfil del sereno municipal.
En la referida directiva se precisa como misión del puesto tipo de sereno el “brindar apoyo a la ciudadanía
en las zonas asignadas, mediante acciones preventivas, disuasivas y de atención a las personas,
para coadyuvar en mejorar los niveles de seguridad y tranquilidad pública”. Además, se detallan los
requisitos que son necesarios para cumplir con el puesto de sereno municipal, como se muestra en la
Ilustración n.° 2.
Ilustración n.° 2
Fuente: Directiva n.° 001-2015-SERVIR/GPGSC, modificada por Resolución de Presidencia Ejecutiva n.° 063-2016-SERVIR-PE
Elaboración: Defensoría del Pueblo
En las municipalidades supervisadas, los criterios de selección y requisitos son diferentes, como se
muestra en el siguiente gráfico; teniendo coincidencia en exigir que el personal sea mayor edad, que
no cuenten con antecedentes penales, judiciales ni policiales, haber culminado satisfactoriamente la
educación secundaria y con determinada experiencia general y específica respecto de las funciones
que corresponden al puesto.
Gráfico n.° 20
Requisitos para ser sereno(a)
Educación secundaria 29
28
Evaluación psicológica 16
Buena presencia 10
No ser homosexual 4
Llama la atención el caso de la Municipalidad de Pueblo Nuevo, que no exige certificado de antecedentes
penales ni judiciales a sus postulantes; la Municipalidad de Lima no solicita haber concluido los estudios
secundarios; Ayacucho, Florencia de Mora y Juanjuí requieren acreditar experiencia laboral general;
Abancay y Callao no piden tener experiencia laboral específica.
En los casos donde no se exige contar con experiencia general o específica en las funciones del
puesto es imprescindible que el personal sea capacitado antes de salir al campo, para poder cumplir
adecuadamente su rol.
Un grupo de 13 municipios exigen como requisito contar con una talla mínima (no especificada), y 10
señalaron exigir que los postulantes hayan realizado servicio militar. Similar exigencia se presenta en 9
municipios, que piden a sus aspirantes ser licenciados de las fuerzas armadas o policiales84.
Estos dos últimos requisitos responden a un antiguo diseño que subsiste en los cuerpos de
serenazgos de algunos gobiernos locales y que apunta a un modelo de personal que, de preferencia,
sea egresado de instituciones castrenses, básicamente con el fin de que puedan volcar su
“experiencia militar” en combatir la delincuencia, relegando a un segundo plano su principal rol de
carácter preventivo85.
Resulta evidente la falta de un adecuado marco normativo que regule las funciones, competencias y
perfil del personal de serenazgo. Asimismo, es importante que quienes brinden el servicio de seguridad
ciudadana cuenten con una adecuada capacitación. Desde hace varios años se viene denunciando
el uso indebido y desproporcionado de la fuerza ejercida por algunos serenos durante operativos de
fiscalización y erradicación del comercio ambulatorio informal, así como en la ejecución de disposiciones
municipales destinadas a la protección del ornato público86.
Un grupo menor de municipios (8), conformado por Tumbes, El Porvenir, Florencia de Mora, Paramonga,
Pisco, Imperial, San Vicente de Cañete y Satipo, exigen ser vecinos del distrito, con el fin de que
conozcan la realidad de sus localidades, los tipos de espacios públicos y el comportamiento de la
delincuencia en la zona.
Sin embargo, no todos los requisitos que exigen las municipalidades supervisadas se encuentran
justificados en razones objetivas o de carácter técnico, encontrándose fuera de la finalidad esencial del
servicio que se brinda. En este grupo se encuentran 10 localidades, conformadas por Satipo, Zarumilla,
Santiago, Bellavista, Cusco, Callao, Pisco, Imperial, Rímac y San Vicente de Cañete, quienes indicaron
que exigen a sus aspirantes a serenazgo tener “buena presencia”.
Sobre este punto surge entonces la interrogante: ¿Qué debemos entender por buena presencia?
Claramente deja abierta la posibilidad a diversas apreciaciones e interpretaciones discrecionales y
subjetivas de quienes tienen a su cargo los procesos de evaluación, pudiendo ser incluso discriminatorio
si se refiere a aspectos físicos, patrones de “belleza” o estereotipos impuestos por la sociedad.
En la medida que este tipo de requisitos no conjuguen de forma proporcional y razonable con el objeto
de lograr un servicio eficiente del serenazgo, pueden significar restricciones indebidas que conllevan a
84 Estas municipalidades distritales son las de Satipo, Juanjuí, Zarumilla, Santiago, Paramonga, San Clemente, Tumbes, Imperial y San Vicente
de Cañete.
85 Tal como se desprende - por ejemplo - de las convocatorias públicas realizadas en su oportunidad por las Municipalidades de San Martín de
Porres, San Miguel, Puno, Lambayeque, Paramonga y Miraflores; en sus respectivas páginas web oficiales.
Véase:
https://www.mdsmp.gob.pe/online/verconvocatoria.php?idcon=19
https://www.munisanmiguel.gob.pe/Transparencia/archivos/convocatorias/2021/PCAS_20210416_048.pdf
http://www.munipuno.gob.pe/descargas/transparencia/cas2012/cas2012_con86.pdf
http://www.munilambayeque.gob.pe/documentos/Convocatoria_Serenazgo2012.pdf
https://www.muniparamonga.gob.pe/wp-content/uploads/2020/11/BASES-CONVOCATORIA.pdf
http://www.miraflores.gob.pe/Gestorw3b/files/pdf/8097-18201-convocatoria---noviembre.pdf
86 Algunos de estos casos tuvieron una repercusión importante al ser abordado en los medios de prensa. Así, por ejemplo, en el año 2002
fue muy sonado el caso del torero español José Reina Rincón, quien fue encontrado muerto luego de ser intervenido por serenos de la
Municipalidad Distrital de Miraflores. En enero del 2005 se dio a conocer el caso de un menor (17) que falleció víctima de agresiones físicas
en la intersección de las avenidas Javier Prado y Las Flores por parte de serenos y policías municipales de San Isidro al intentar quitarle su
mercadería como parte de una “operación contra el comercio informal” y el caso de serenos de Puente Piedra que fueron denunciados por
presuntamente drogar y ultrajara una joven de 15 años, entre otros.
Otro hallazgo importante es el identificado en los municipios de Satipo, El Porvenir, Santiago y Tumbes
(04), quienes manifestaron requerir a sus postulantes no ser homosexual. Sobre este punto es oportuno
recordar lo señalado por el Tribunal Constitucional en su sentencia emitida en el Expediente 05652-
2007-PA/TC88:
34. El inciso I). del Art. 26 de la Constitución Política reconoce que en la relación laboral se respeta
el principio de igualdad de oportunidades sin discriminación. Es evidente que el reconocimiento
constitucional de dicho principio laboral constituye una manifestación del derecho a la igualdad en
el ámbito de las relaciones labores.
35. Sobre el particular el Tribunal Constitucional, en la STC n.° 008- 2005-PI/TC. ha señalado que
el principio constitucional de igualdad de trato en el ámbito laboral hace referencia a la regla
de no discriminación en materia laboral, el cual específicamente hace referencia a la igualdad
ante la ley. Esta regla de igualdad asegura, en lo relativo a los derechos laborales, la igualdad de
oportunidades de acceso al empleo y de tratamiento durante el empleo […].
37. En este contexto, la discriminación laboral se produce cada vez que se escoge o rechaza
a un trabajador por razón de su origen, sexo, raza, color, orientación sexual, religión,
opinión, condición económica, social, idioma o de cualquier otra índole. En buena cuenta,
la discriminación en el entorno laboral supone dispensar un trato distinto a las
personas atendiendo a ciertas características, como pueden ser la raza, el color o
el sexo, lo cual entraña un menoscabo de derecho u la igualdad de oportunidades
y de trato y a la libertad de trabajo, debido a que la libertad del ser humano para
elegir y desarrollar sus aspiraciones profesionales y personales se ve restringida.
(Lo resaltado es nuestro).
De esta forma se evidencia que algunos municipios exigen requisitos de selección sin sustento técnico,
contrarios a los principios de no discriminación, idoneidad, necesidad y razonabilidad89. A esta clase de
requerimientos se suma otro identificado en los municipios de Tumbes y Santiago, que exigen a sus
postulantes tener experiencia en el uso de armas de fuego. Es importante recordar que nuestro actual
marco normativo no habilita a los serenos municipales utilizar armas de fuego para el cumplimiento de
sus funciones.
Existen posiciones divididas respecto al uso de armas de fuego por parte del personal de serenazgo. A
ello se suman propuestas legislativas de parte de algunos parlamentarios del Congreso de la República,
87 Al respecto se tiene que el Tribunal Constitucional estableció lo siguiente: “La discriminación en materia laboral se configura cuando se
afecta al trabajador en sus características innatas como ser humano (lo propio y privativo de la especie), o cuando se vulnera la cláusula de
no discriminación prevista por la Constitución. En buena cuenta, la discriminación en materia laboral se produce cuando existen actos de
diferenciación arbitraria al momento de postular a un empleo o durante la relación laboral; es decir, tanto en el acceso al empleo como en el
trato dentro de una relación laboral” (Véase FJ 23 de la sentencia recaída en el Expediente n.° 0008-2005-PI/TC. Disponible en: http://www.
tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/00008-2005- AI.pdf).
88 Del mismo modo, y en relación con el art. 26 del Pacto internacional de derechos civiles y políticos, en que se establece también la cláusula
de igualdad de trato e interdicción de la discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social, el Comité de Derechos Humanos de
Naciones Unidas ha destacado que la prohibición contra la discriminación por motivos de sexo (art. 26) comprende la discriminación basada
en la orientación sexual (señaladamente, Dictamen de 4 de abril de 1994, comunicación núm. 488/1992, caso Toonen contra Australia, § 8.7,
y Dictamen de 18 de septiembre de 2003, comunicación núm. 941/2000, caso Young contra Australia, § 10.4). (Ver fundamento jurídico 3 de la
Sentencia 41/2006 de 13 de febrero del Tribunal Constitucional de España).
89 El Tribunal Constitucional ha precisado en su jurisprudencia que: “El test de razonabilidad es un análisis de proporcionalidad que está
directamente vinculado con el valor superior justicia; constituye, por lo tanto, un parámetro indispensable de constitucionalidad para
determinar la actuación de los poderes públicos, sobre todo cuando ésta afecta el ejercicio de los derechos fundamentales. Para
que la aplicación del test sea adecuada, corresponde utilizar los tres principios que lo integran: fin válido e idoneidad, necesidad y
proporcionalidad en sentido estricto” (Véase FJ 109 de la sentencia recaída en el Expediente n.° 050-2004-AI/TC. Disponible en: http://tc.gob.
pe/jurisprudencia/2005/00050-2004-AI%2000051-2004-AI%2000004-2005-AI%2000007-2005-AI%2000009-2005-AI.pdf).
con la intención de legalizar el uso de “armas no letales”, como gas pimienta, balas de goma, varas de
metal o plástico, entre otros; sin embargo, ninguna de estas iniciativas ha progresado.
Para la Defensoría del Pueblo queda claro que el establecer una regulación especial para permitir
el uso de esta clase de herramientas al personal de serenazgo municipal es un asunto sumamente
delicado que debe considerar el análisis de diversos factores. No debemos olvidar que, actualmente,
el serenazgo se encuentra en una etapa de desarrollo y que —como se ha venido mostrando en el
presente estudio— presenta problemas estructurales que son necesarios atender y corregir para
alcanzar su plena institucionalización.
Esta tarea tiene que ser asumida por el Estado con mayor interés, promoviendo un desarrollo normativo,
administrativo y operacional que contribuya a crear un escenario que garantice los derechos de las/los
serenas y serenos, y les permita brindar un servicio de excelencia y calidad a la ciudadanía.
A la luz de lo señalado, corresponde a la Defensoría del Pueblo mantenerse alerta y, conforme a sus
atribuciones, supervisar y actuar ante las municipalidades mencionadas, con el objetivo de eliminar la
exigencia de requisitos subjetivos y sin sustento técnico, como los antes comentados.
3.3.
CAPACITACIÓN PREVIA, FORMACIÓN CONTINUA Y MECANISMOS DE
CONTROL FUNCIONAL.
Los espacios de capacitaciones se deben aprovechar para formar y reforzar conceptos claves en
temas de derechos humanos, género, buen trato a las personas, ética, integridad y responsabilidad
funcional, entre otros, así como para afianzar conocimientos sobre atribuciones y límites de las
municipalidades en el ejercicio de su capacidad sancionadora, en virtud de los principios de legalidad y
debido procedimiento.
Mientras que no exista un desarrollo legislativo que establezca con carácter imperativo la implementación
de escuelas regionales de formación del cuerpo de serenazgo y centros de capacitación continua
descentralizados para las/los serenas y serenos, así como su organización, será forzoso que los propios
gobiernos locales en coordinación o convenio con otras entidades públicas y privadas (como la Policía,
Ministerio Público, Poder Judicial, Contraloría General de la República, Defensoría del Pueblo, ONG y
otros) destinen tiempo y recursos en esta tarea.
Ahora bien, es recomendable que exista una etapa previa de inducción obligatoria que le permita al
nuevo personal estar preparado para cumplir sus turnos de patrullaje y/o vigilancia y desenvolverse
correctamente en contacto con la ciudadanía.
Gráfico n.° 21
¿El nuevo personal de Serenazgo es capacitado antes de iniciar funciones?
24
SÍ
NO
Un mejor resultado se advierte en los casos de capacitación continua, es decir, aquella dirigida al
personal que ya se encuentra en funciones; 28 (93 %) municipalidades indicaron realizar estas charlas de
afianzamiento y solo 2 (7 %) señalaron no hacerlo, siendo este el caso de Florencia de Mora y Huánuco.
Gráfico n.° 22
¿El personal de serenazgo es capacitado durante el desarrollo de sus funciones?
28
SÍ
NO
Es preciso resaltar los resultados mostrados en los gráficos anteriores, que reflejan el interés de las
municipalidades encuestadas en contar con personal de serenazgo debidamente capacitado.
Los temas de capacitación que las municipalidades encuestadas brindan a las/los serenas y serenos
son diversos, entre ellos tenemos los siguientes:
z Atención al público
z Defensa personal
z Legislación municipal
z Tácticas y procedimientos de intervención
z Manual del sereno
z Primeros auxilios
z Instrucción física
z Prevención del COVID-19
z Patrullajes preventivo y disuasivo
Esto refleja que las capacitaciones no responden a una malla curricular única, sino más bien a la
decisión, voluntad e iniciativa de los gerentes, subgerentes o jefas y jefes que tienen a su cargo el
funcionamiento de los equipos de serenazgo90.
Debemos destacar las actividades realizadas por la Escuela Metropolitana de Serenos (EMS) de la
Municipalidad Metropolitana de Lima, la cual, incluso durante la pandemia, realizó charlas mediante el
uso de plataformas virtuales, brindando capacitaciones sobre diferentes temáticas en coordinación
con otras municipalidades, entre los temas desarrollados tenemos: protocolos de prevención y
distanciamiento social durante sus patrullajes e intervenciones en épocas de pandemia por la COVID-19,
patrullaje preventivo, seguridad vial y tránsito, doctrina del sereno y otros.
En la actualidad, el Ministerio del Interior, como ente rector, no establece el contenido curricular ni asume
el desarrollo de las actividades de capacitación, formación ni certificación oficial de los eventos en las
municipalidades supervisadas. Esta situación ocasiona que los funcionarios responsables se vean en
la necesidad de aprovechar espacios multisectoriales (como las sesiones de los comités distritales de
seguridad ciudadana) para solicitar el apoyo y participación de representantes de otras instituciones
como expositores en charlas, talleres u otras actividades de capacitación para sus serenos y serenas.
El personal de serenazgo es parte la imagen de las municipalidades con presencia en las calles, por lo
que su adecuada formación contribuye a que las/los vecinas y vecinos tengan una valoración positiva
de la gestión municipal.
De otro lado, el personal de serenazgo se encuentra sometido a una investigación sumaria a cargo
de sus superiores, en casos de denuncias o quejas por irregularidades en su función; estas podrían
acarrear la rescisión o no renovación de sus contratos, sin perjuicio de las consecuencias penales a
causa de la gravedad de los hechos imputados.
Sobre el particular, la Ley n.° 27815, ley del Código de Ética de la Función Pública, reconoce como
servidor público a todo funcionario, servidor o empleado de la Administración Pública que desempeña
actividades al servicio del Estado. En este sentido, las/los serenas y serenos podrían ser pasibles
de sanciones luego de los procedimientos preestablecidos normativamente por cada municipalidad,
90 Sobre el particular es oportuno destacar la iniciativa de la Municipalidad de San Isidro promovida en el año 2016, mediante la creación de
un centro de capacitación denominado “Escuela de Serenazgo”, en convenio con la Escuela de Postgrado de la Universidad Peruana de
Ciencias Aplicadas. Los módulos desarrollaban adoctrinamiento y formación ciudadana integral, formación interpersonal y servicios a la
comunidad y seguridad ciudadana.
respetando la normatividad, el régimen laboral y las condiciones contractuales aplicables para cada
caso.
El artículo 21, literal b, del Reglamento de la Ley n.° 27933, Ley del Sistema Nacional de Seguridad
Ciudadana, establece como una función específica del jefe o comisario policial el organizar y dirigir el
servicio de patrullaje policial integrado a nivel provincial. En igual sentido, la norma indica que tiene
a su cargo la conducción y el comando de las operaciones de patrullaje en coordinación y previo
planeamiento con el servicio de serenazgo.
Asimismo, en el artículo 27 de la referida norma señala que es función del comisario distrital organizar y
dirigir el servicio de patrullaje policial integrado a nivel distrital, precisándose que “En la circunscripción
territorial donde exista el servicio de serenazgo la conducción y el comando de las operaciones de
patrullaje estarán a cargo del comisario, en coordinación con el municipio y previo planeamiento conjunto”.
En consideración a dicha base legal, la Policía Nacional del Perú emitió la Directiva n.° 01-2009-DIRGEN-
PNP/EMG denominada “Lineamientos para la efectividad en la ejecución del patrullaje local integrado,
entre la Policía Nacional del Perú y los gobiernos locales”91. En esta norma se reitera la responsabilidad
del Comisario PNP de conducir las acciones de patrullaje conjunto con el personal del serenazgo, previa
coordinación con la autoridad municipal.
Para este fin, se utilizan las unidades móviles de ambas entidades, precisándose que “ninguna unidad
móvil de la municipalidad podrá desplazarse sin por lo menos un efectivo policial, bajo responsabilidad
del Gerente de Seguridad Ciudadana Municipal”.
Al preguntar a las municipalidades supervisadas por esta actividad indicaron, casi en su totalidad, que
sí realizan patrullaje integrado con la Policía Nacional del Perú como se muestra en el siguiente gráfico.
Gráfico n.° 23
¿Realiza patrullaje local integrado con la Policía Nacional del Perú?
28
SÍ
NO
Solo los municipios de Pueblo Nuevo y Amarilis indicaron no realizar esta actividad. En el caso de
Pueblo Nuevo, su representante señaló que dicho patrullaje se estuvo realizando hasta el mes de
marzo de 2020, pero tuvo que suspenderse a causa de los efectos del coronavirus en la salud de los
efectivos policiales de las comisarías de la jurisdicción. Por su parte, el funcionario de la comuna de
Amarilis precisó que el motivo por el cual no se lleva a cabo el patrullaje es por falta de coordinación
con la Policía.
Como todo trabajo, el que realizan las/los serenas y serenos debe hacerse en condiciones dignas,
brindándoles las herramientas necesarias para el cumplimiento de sus deberes en apoyo a la lucha
contra la delincuencia y otras acciones municipales para lo que resulten competentes.
El serenazgo municipal requiere de equipamiento para cumplir a cabalidad sus funciones. Como ya
se ha indicado, de acuerdo con la Ley de Tributación Municipal, el servicio de seguridad ciudadana
que brindan los gobiernos locales se debe mantener principalmente con los ingresos recaudados
como consecuencia del pago de arbitrios por parte de los contribuyentes, quienes son los principales
beneficiarios con este y otros servicios municipales, como el de limpieza pública, parques y jardines.
Sin embargo, vemos que, en la práctica, ello no ocurre así y es casi común saber de los elevados índices
de morosidad tributaria. Resultado de ello tenemos administraciones ediles que se ven obligadas a
redistribuir recursos presupuestales para no dejar de brindar el servicio; surge así el incumplimiento de
obligaciones laborales o contractuales que afectan a los propios serenos y serenas y, por consiguiente,
se perjudica la calidad de un servicio que afecta directamente la seguridad de las personas.
Cuadro n.° 3
Principales implementos que proporcionan las municipalidades supervisadas a su
personal de serenazgo
Como se desprende del cuadro anterior, gran parte del total de las municipalidades a las que se supervisó
hace entrega a sus serenas y serenos de uniformes o vestimenta (pantalón, polo, camisa, casaca,
gorro, mameluco, etc.), además de botas, chalecos simples, cascos, radios, linternas y escudos. Solo
7 servicios de serenazgos proveen a sus integrantes de teléfonos celulares: Lima, Satipo, Chimbote,
La Esperanza, Abancay, Zarumilla e Imperial, y otras 6 que sí les hacen entrega de chalecos antibalas:
Lima, Piura, Chimbote, La Esperanza, Huánuco y San Vicente de Cañete.
Ante la ausencia de una regulación especial que establezca el tipo de equipamientos estándar que
les corresponde a los serenazgos su disponibilidad y entrega, esta se encuentra supeditada a la
decisión y recursos de cada municipalidad. Esta situación es fácil de distinguir entre la indumentaria
de municipalidades de la capital y del interior del país con colores diversos que, en algunos casos,
generan confusión con los que usan las fuerzas policiales y militares. Cabe señalar que el sector Interior,
como ente rector del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana tiene competencia para regularizar y
estandarizar las características de los uniformes, distintivos e implementos de la/el serena/o municipal92.
En algunos casos se trata de vestimenta y equipos muy precarios; mientras que en el otro extremo
se sobre dimensiona su aspecto o apariencia con trajes sofisticados, como el de los denominados
“robocops”.
Ilustración n.° 3
Trajes para serenazgos conocidos como los “robocops”
Por ello, urge que la ley del cuerpo de serenazgo regule este aspecto, definiendo el tipo de equipamiento
que le corresponde a todos los serenazgos para garantizar efectividad en sus intervenciones.
92 Decreto Legislativo n.° 1316, publicado en el diario oficial El Peruano el 31 de diciembre de 2016.
Artículo 3-A.- Competencia y funciones del ente rector del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. El Ministerio del Interior en su calidad
de ente rector del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana tiene competencia para dictar las normas y procedimientos relacionados con
la Seguridad Ciudadana en el marco de la presente Ley.
Son funciones del ente rector ejerce las siguientes:
[…] j) Normar las características, especificaciones técnicas y uso de vehículos, uniformes, distintivos e implementos del sereno. El uniforme
utilizado por el sereno no deberá ser igual ni tener similitud o generar confusión con los uniformes de las Fuerzas Armadas o Policía Nacional
del Perú.”
Otro hallazgo importante tiene que ver con el tiempo de renovación de los uniformes del personal de
los servicios de serenazgo supervisados. Al respecto, se aprecia en el Gráfico n.° 24 que, del total de
municipalidades evaluadas, 11 de ellas lo hacen luego de 1 año de uso: Ayabaca, Piura, Florencia de
Mora, Juanjuí, El Porvenir, La Esperanza, Santiago, Cusco, Paramonga, Amarilis y Breña.
De otro lado, un grupo mayoritario de municipalidades (13), renueva los uniformes de sus serenos y
serenas luego de 7 a 12 meses de uso: Satipo, Chimbote, Ayacucho, Zarumilla, Barranca, Callao, Tumbes,
Pisco, Imperial, El Agustino, Lima, Rímac y San Vicente de Cañete.
Adicionalmente, están las 5 gestiones ediles de Pueblo Nuevo, Abancay, Bellavista, San Clemente
y Huánuco que llevan a cabo la renovación a los seis meses. Por último, causa sorpresa que solo
la Municipalidad de La Victoria indicó que no renueva los uniformes de su personal de serenazgo,
a pesar de que, como es de público conocimiento, se trata de un distrito que enfrenta problemas
de delincuencia y de comercio ambulatorio informal, lo que ocasiona un constante y arduo trajín de
sus agentes de seguridad ciudadana y de fiscalización municipal, teniendo como consecuencia un
inevitable desgaste de su indumentaria y nula capacidad de recambio.
Gráfico n.° 24
Renovación del uniforme del personal de Serenazgo
12 meses a más 11
7 a 12 meses 13
6 meses 5
No renueva 1
El servicio de serenazgo municipal requiere que las/los serenas y serenos cuenten con logística
adecuada y suficiente para un mejor cumplimiento de sus funciones de seguridad ciudadana.
Si bien este equipamiento no se encuentra estandarizado en alguna norma de carácter general, son
las municipalidades quienes se organizan, según sus recursos, y planifican la estrategia en materia de
seguridad ciudadana, la cual ejecutan dentro del ámbito de su competencia territorial93.
Ilustración n.° 4
Personal de Serenazgo de Chimbote
Si bien los servicios de serenazgo supervisados tienen en común pertenecer a los distritos de
mayor incidencia de crimen y violencia en el país, su situación logística es muy diferente. De las 30
municipalidades supervisadas, Juanjuí, Paramonga y San Clemente señalaron que su servicio de
serenazgo no cuenta con computadoras ni impresoras en sus módulos de seguridad ciudadana, lo cual
dificulta su articulación y conectividad con los centros de monitoreo de la Policía Nacional del Perú y
otros servicios de emergencia.
De las 27 municipalidades que afirmaron contar con equipos informáticos en sus servicios de serenazgo,
como computadoras, impresoras y fotocopiadoras, precisaron el número y en qué estado se encuentran
los mismos, dando el siguiente resultado.
Gráfico n.° 25
Equipos informáticos
403
Computadora
48
98
Impresora
28
58
Fotocopiadora
1
Operativos Inoperativos
Los distritos donde se identificaron equipos de cómputo inoperativos son Lima Metropolitana, Ayacucho,
San Vicente de Cañete, Satipo y Pisco; según el siguiente detalle.
Cuadro n.° 4
Municipalidades con equipos de cómputo inoperativos en el servicio de serenazgo
Con el fin de verificar la identidad de las personas intervenidas y adoptar medidas de seguridad
preventivas, en favor de la comunidad, algunos distritos han incorporado a su logística equipos
biométricos y sistemas de alarma.
Con relación a los sistemas de alarma municipal, solo 5 municipalidades indicaron contar con este tipo
de herramienta tecnológica96.
95 Chimbote, El Porvenir, La Esperanza, Ayacucho, Huánuco, Pisco, Lima Metropolitana, La Victoria, San Vicente de Cañete y Breña.
96 Florencia de Mora, Barranca, Paramonga, Amarilis y Lima Metropolitana.
Gráfico n.° 26
Equipos tecnológicos de apoyo al servicio de serenazgo
18
Equipo biométrico
2
5
Alarma
0
Operativos Inoperativos
Otra herramienta que es utilizada por personas naturales y jurídicas, públicas y privadas, para combatir
la inseguridad ciudadana, es la vigilancia a través de video cámaras. Los servicios de serenazgo de las
municipalidades no son ajenos al uso de estos componentes tecnológicos, los cuales coadyuvan en la
prevención y lucha contra el crimen, así como en la identificación de las personas que cometen delitos
y faltas en espacios públicos, para que las entidades del sistema de justicia puedan investigarlas,
procesarlas y sancionarlas.
Al respecto, mediante Ley n.° 30120, “Ley de apoyo a la seguridad ciudadana con cámaras de
videovigilancia públicas y privadas”97, se incluyó como instrumento de vigilancia ciudadana las imágenes
y audios registrados por las cámaras de videovigilancia ubicadas en la parte externa de inmuebles,
de propiedad de las personas naturales y jurídicas, públicas y privadas, en los casos de presuntas
comisiones de delitos y faltas.
El uso de las cámaras de videovigilancia fue regulado posteriormente mediante Decreto Legislativo
n.° 121898. En esta norma se indica que constituyen instrumentos de vigilancia ciudadana “para la
prevención de la violencia y del delito, así como el control y persecución del delito o falta en el marco del
Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana”. Asimismo, establece que su instalación debe responder a
los planes distritales de seguridad ciudadana.
Tanto la Ley n.° 30120 como el Decreto Legislativo n.° 1218 fueron reglamentados por el Decreto
Supremo n.° 007-2020-IN99, que incorpora estos instrumentos tecnológicos de vigilancia ciudadana en
las políticas del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana. En este reglamento se dictan disposiciones
para garantizar la estandarización e interoperabilidad de los sistemas de videovigilancia a nivel nacional.
Además, precisa que es responsabilidad de los gobiernos locales contar con una base de datos que les
permita identificar la siguiente información100:
Cuadro n.° 5
Municipalidades que no cuentan con cámaras de videovigilancia municipal
1 Ayabaca
2 Juanjuí
3 El Porvenir
4 Zarumilla
5 San Clemente
6 Huánuco
7 Pisco
De aquellos municipios que sí cuentan con esta herramienta, los distritos de Lima (206), Bellavista
(205) y La Victoria (180) tienen el mayor número de cámaras de videovigilancia; sin embargo, causa
preocupación el alto número de equipos inoperativos (24 %), de los cuales 113 corresponden a Lima
Metropolitana, 40 a Bellavista y 33 a Cusco.
Gráfico n.° 27
Cámaras de videovigilancia municipal
Operativos 1085
Inoperativos 348
Cabe señalar que, para optimizar el uso de la videovigilancia, las municipalidades deben implementar
su integración con los sistemas de alerta, alarmas, centrales de emergencia —entre otros— permitiendo
el intercambio de información en tiempo real en coordinación con la Policía Nacional del Perú, esto
último ayuda a que las fuerzas del orden puedan intervenir en flagrancia delictiva, llegándose incluso a
frustrar crímenes. La experiencia permite afirmar que una respuesta conjunta es mejor que esfuerzos
individuales y desarticulados.
El Manual del Sereno Municipal, aprobado por Resolución Ministerial n.° 772- 2019-IN102, establece que el
personal de serenazgo puede realizar patrullaje con empleo canino cumpliendo con ciertos parámetros,
como que el can se encuentre en todo momento con bozal y que se consideren las condiciones
climatológicas de la zona en salvaguarda del animal, entre otros.
Ilustración n.° 5
Brigada canina del Serenazgo de Lima
Gráfico n.° 28
Municipalidades que realizan patrullaje con empleo de canes
23%
77%
SÍ
NO
En el caso de las unidades móviles, con las que cuenta el servicio de serenazgo, causa preocupación
el alto número de vehículos inoperativos en las municipalidades supervisadas, lo cual afecta la calidad
del servicio que brindan, específicamente la función de patrullaje motorizado y no motorizado. Ante
ello, urge que las autoridades ediles gestionen la reparación, mantenimiento o renovación de estas
unidades móviles, en los casos que técnicamente correspondan, a fin de brindar un mejor servicio en
favor de las personas.
Gráfico n.° 29
Vehículos asignados al servicio de serenazgo
Camionetas 225
48
Autos 63
31
Motocicletas 221
108
Bicicletas 82
20
Segways 2
8
Otros 16
2
Operativos Inoperativos
En el gráfico anterior se aprecia que la mayor cantidad de vehículos inoperativos, asignados al servicio
de serenazgo, corresponde a camionetas, autos, motocicletas y bicicletas. Los distritos con mayor
cantidad de vehículos inoperativos son Lima Metropolitana, La Victoria y Callao, conforme se detalla en
el siguiente cuadro:
Cuadro n.° 6
Municipalidades con más vehículos inoperativos
De otro lado, los distritos con menor número de unidades móviles en sus servicios de serenazgo son
Zarumilla, San Clemente, Ayabaca, Florencia de Mora, Abancay y Rímac, según el siguiente detalle:
Cuadro n.° 7
Municipalidades con el menor número de unidades móviles
De los distritos mencionados, tanto Zarumilla como San Clemente tienen dos camionetas,
de las cuales solo una se encuentra operativa en cada distrito. Asimismo, en el caso de la
municipalidad de Ayabaca, la única camioneta con la que cuenta su servicio de serenazgo no
puede ser utilizada porque se encuentra inoperativa, solo teniendo dos motos para el servicio
de patrullaje motorizado.
Esta información resulta relevante, teniendo en cuenta el número de habitantes de los referidos
distritos, que según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)104,
realizados sobre la base del Censo Nacional 2017, su proyección poblacional para el presente año
es la siguiente:
104 Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2020). PERÚ: Estimaciones y Proyecciones de Población por Departamento, Provincia y
Distrito, 2018-2020. Boletín Especial n.° 26.
Cuadro n.° 8
Población Total Proyectada al 30 de junio de 2020 vs. Número de unidades móviles
operativas
Esta información permite evidenciar que el número de unidades móviles de los seis distritos mencionados
es insuficiente para realizar el servicio de patrullaje local teniendo en cuenta su población actual. Esta
situación empeora si consideramos que su capacidad logística se reduce, en tres de estos casos, a
la mitad de su parque automotor por la cantidad de vehículos inoperativos, como en el caso de los
distritos de Zarumilla, San Clemente y Ayabaca.
Otros casos alarmantes son los de Paramonga, Pisco, Santiago y San Vicente de Cañete, por el número
de unidades móviles inoperativas que, en algunos casos, es igual o incluso mayor al de sus unidades
operativas, lo cual evidencia que no se realiza mantenimiento oportuno a los vehículos motorizados,
como se muestra a continuación.
Paramonga, uno de los cinco distritos que conforman la provincia de Barranca, solo cuenta con 1
camioneta y 3 motocicletas operativas, las cuales resultan insuficientes para realizar el servicio de
patrullaje motorizado. Esta situación podría mejorar si se diese mantenimiento y refacción a los 6
vehículos inoperativos de su servicio de serenazgo (1 camioneta y 5 motocicletas), como se muestra en
el siguiente gráfico:
Gráfico n.° 30
Situación de unidades móviles en Paramonga
1
Camionetas
1
Autos 0
0
3
Motocicletas
5
Bicicletas 0
0
Operativos Inoperativos
Peor situación presenta Pisco, que solo cuenta con 5 camionetas operativas teniendo en total 15
vehículos inoperativos (4 camionetas y 11 motocicletas). Cabe señalar que, en la entrevista realizada,
se precisó que los hechos delictivos de mayor incidencia que afectó a la comuna de Pisco, durante
los años 2019 y 2020, fueron los delitos contra el patrimonio. Para que el cuerpo de serenazgo pueda
combatir este tipo de actos ilícitos es indispensable contar con unidades móviles operativas.
Gráfico n.° 31
Situación de unidades móviles en Pisco
5
Camionetas
4
Autos 0
0
0
Motocicletas
11
Bicicletas 0
0
Operativos Inoperativos
Gráfico n.° 32
Situación de unidades móviles en Santiago
5
Camionetas
5
0
Autos
0
Motocicletas 0
0
Bicicletas 0
0
Operativos Inoperativos
Por último, en San Vicente de Cañete, de 5 camionetas asignadas al servicio de seguridad ciudadana
solo 3 se encuentran operativas, y de 12 motocicletas solo 7 operan para realizar patrullaje en el distrito.
Este hecho resulta preocupante considerando que los delitos que más afectaron a este distrito, en el
año 2019, fueron aquellos contra la vida, el cuerpo y la salud; asimismo, en el 2020, fueron los delitos
contra el patrimonio; según lo señalado por el subgerente de seguridad ciudadana de la comuna a la
Defensoría del Pueblo.
Gráfico n.° 33
Situación de unidades móviles en San Vicente de Cañete
3
Camionetas
2
Autos 2
0
Motocicletas 7
5
Bicicletas 0
0
Operativos Inoperativos
El servicio de serenazgo municipal es financiado por los contribuyentes a través del pago de arbitrios
por seguridad ciudadana. De los 30 servicios de serenazgo supervisados por la Defensoría del Pueblo,
solo 13 precisaron cuál fue el monto recaudado por el municipio en el año 2019, y 12 en el periodo
correspondiente de enero a julio de 2020.
Cuadro n.° 9
Recaudación de las municipalidades por concepto de arbitrio de seguridad
ciudadana
105 Las municipalidades que no precisaron el monto recaudado por arbitrio de seguridad ciudadana son las siguientes: Chimbote, Piura,
Florencia de Mora, El Porvenir, Ayacucho, Pueblo Nuevo, Abancay, Zarumilla, Santiago, Bellavista, Cusco, Tumbes, Huánuco, Amarilis, San
Vicente de Cañete, Ayabaca y Juanjuí.
Sobre la morosidad en el pago del referido arbitro municipal, las gestiones ediles reportaron un alto
índice de morosidad tributaria en el primer semestre del presente año, lo cual afecta la calidad del
servicio que se brinda, al no contar con recursos económicos para solventarlo106.
Cuadro n.° 10
Morosidad en el pago de arbitrios municipales
Por esta situación, desde el inicio del estado de emergencia nacional decretado por el Poder Ejecutivo,
la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) solicitó la transferencia extraordinaria de recursos
al Gobierno Central con el fin de garantizar la prestación de servicios públicos esenciales, como la
seguridad ciudadana, al preverse una reducción en la recaudación fiscal de las municipalidades107.
Cabe señalar que este déficit económico afecta el financiamiento de pagos a las/los trabajadoras y
trabajadores del servicio de serenazgo.
106 Las municipalidades que no precisaron el porcentaje de morosidad en el pago de arbitrios municipales son las siguientes: Chimbote, Piura,
Florencia de Mora, El Porvenir, Ayacucho, Pueblo Nuevo, Abancay, Santiago, Bellavista, Cusco, Tumbes, Huánuco, Amarilis, El Agustino, San
Vicente de Cañete, Ayabaca, Juanjuí y Zarumilla.
107 Comunicados de la Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) de fechas 21 de marzo, 13, 18 y 23 de abril de 2020; y, oficios n.° 135-2020-
AMPE y 139-2020- AMPE de fechas 26 de marzo y 5 de abril de 2020, respectivamente, dirigidos a la Presidencia del Consejo de Ministros.
108 Las municipalidades que no precisaron el número de intervenciones del servicio de serenazgo en el año 2019 y en el periodo de enero a julio
de 2020 son: Satipo, Ayabaca, Florencia de Mora, Juanjuí, Zarumilla, Paramonga, Tumbes, Pisco, Amarilis, El Agustino y Rímac.
Al respecto, preocupa que la labor que cumplen las/los serenas y serenos, como primera línea en
atender las necesidades de la población en materia de seguridad ciudadana, tenga como contraste el
alto porcentaje de morosidad de los contribuyentes, afectando con ello la sostenibilidad económica de
este servicio y la disminución de intervenciones.
En los siguientes gráficos se aprecia, de forma detallada, cómo influyó el estado de emergencia declarado
por el Poder Ejecutivo, a consecuencia del Covid-19, en el número de intervenciones realizadas por
los servicios de serenazgos de los distritos de El Porvenir, Imperial, Breña, La Esperanza, Abancay,
Santiago, Bellavista, Huánuco, La Victoria, San Clemente, Chimbote, Piura, Ayacucho, Pueblo Nuevo,
Barranca, Cusco, Callao, San Vicente de Cañete y Lima Metropolitana.
Como se muestra en el Gráfico n.° 34, en el caso de El Porvenir se advierte que las intervenciones del
personal de serenazgo incrementaron luego que se declaró el estado de emergencia, en comparación
a las cifras del año 2019.
Gráfico n.° 34
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en El Porvenir
2019 2020
Similar situación ocurrió con el servicio de serenazgo de Imperial (Cañete), donde el crecimiento fue
exponencial a partir del mes de marzo de 2020, a pesar de que en dicho periodo el país se encontraba
en estado de emergencia con restricciones a la libertad de tránsito.
Gráfico n.° 35
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Imperial
350
295 310 300
280
240 243
2019 2020
Un escenario distinto se presentó en Breña donde, si bien las intervenciones incrementaron en el mes
de marzo, disminuyeron considerablemente en los meses de abril y mayo para luego incrementarse a
cifras superiores que las reportadas en el año 2019.
Gráfico n.° 36
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Breña
677
613
753
695 517
456
576
320 493
450 453
345 412 198
348 363
293
204
159
2019 2020
Huánuco no presentó muchas diferencias entre un año y otro (2019-2020). En el periodo de enero a julio
de 2019 su personal de serenazgo realizó 1900 intervenciones, mientras que en el mismo periodo del
año siguiente realizó 1920.
Gráfico n.° 37
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Huánuco
400
320 450
320 280 400
280
220 250 350
300
280
250 250
200
200 200 2002 00
2019 2020
En La Esperanza (Trujillo), luego de la declaratoria del estado de emergencia las intervenciones descendieron
a cifras mínimas; por ejemplo, en abril y junio solo se realizaron 5 intervenciones por cada mes.
Gráfico n.° 38
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en La Esperanza
226
144
122
96 91 40 98
36 36 89
70 69 66
40 48
5 18 5 25
2019 2020
En Abancay, su histórico de intervenciones del año 2019 reportó que el mes con menos intervenciones
fue febrero (170) y el más alto diciembre (220). Sin embargo, durante los meses de mayo y junio de 2020
solo realizaron 50 y 60 intervenciones, respectivamente.
Gráfico n.° 39
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Abancay
50 60
2019 2020
Santiago (Cusco) mostró también una tendencia en la disminución del número de intervenciones a
partir del mes de marzo de 2020, mes en el que se declaró en estado de emergencia al país, llegando
a realizar, su personal de serenazgo, en julio del referido año, solo 19 intervenciones.
Gráfico n.° 40
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Santiago
52
40 42
51
34
28 39 40
34 30 21
29 20 32
20 19
18 20
14
2019 2020
Bellavista (Callao), por su parte, también presentó menos intervenciones en el año 2020. A manera de
ejemplo, en abril de 2019 realizó 2941 intervenciones mientras que en el mismo mes de 2020 solo realizó
665.
Gráfico n.° 41
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Bellavista
2,941
2019 2020
Según lo reportado por la comuna de La Victoria, el primer trimestre del año 2020 se realizaron más
intervenciones que en el año 2019. En dicho periodo (enero-marzo), registran 5470 intervenciones en el
año 2019, mientras que en el mismo periodo del año 2020 realizaron 25 117, esto es, casi tres veces más.
Sin embargo, luego de la declaratoria del estado de emergencia, las cifras descendieron notoriamente,
registrando 1456 en el mes de abril.
Gráfico n.° 42
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en La Victoria
10,535
8,017
6,565 7,008 9,594
8,277
7,636
4,714 6,637
2,847 3,145
5,085 4,693
2,958 2,940
2,269 1,456
1,621 1,580
2019 2020
El servicio de serenazgo de Piura precisó haber realizado menos intervenciones durante el periodo de
enero a julio del año 2020, en comparación a las cifras reportadas en el año 2019. Resalta, entre ambos
años, mayor diferencia el mes de mayo, en el cual se realizaron 345 intervenciones en el 2019 y solo 65
en el 2020.
Gráfico n.° 43
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Piura
358 345
338 339 334
307
259
241 225
207 208 211
257
235
194
130
97 106
65
2019 2020
Ayacucho también refleja una disminución en las intervenciones de su servicio de serenazgo durante
los meses de estado de emergencia del 2020. Si bien, en el primer trimestre, se reportaron cifras
similares en ambos años, a partir de abril del 2020 los casos descendieron.
Gráfico n.° 44
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Ayacucho
693
587 606 615 584 608
537 556 536
524 477 454
551
493 496
454
357 382
319
2019 2020
El distrito de Pueblo Nuevo, de la provincia de Chincha, reportó que su servicio de serenazgo municipal
realizó menos intervenciones luego que el Poder Ejecutivo dictara las medidas de inmovilización social
obligatoria. En los meses de abril, mayo, junio y julio reportaron haber realizado 10, 7, 4 y 6 intervenciones,
respectivamente.
Gráfico n.° 45
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Pueblo Nuevo
73
60 53
52
44
38 36 36
47 31 29
25 26
20
32
7 4 6
10
2019 2020
En el caso de Barranca, si bien solo reportó el periodo de meses de enero a abril de 2020, se aprecia del
gráfico siguiente que también sus cifras de intervención descendieron, llegando a realizar en el mes de
abril de 2020 un total de 302 intervenciones.
Gráfico n.° 46
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Barranca
1,688 1,577
1,475 1,542 1,473
1,463 1,404 1,365
1,246 1,184 1,211
1,117
968 1,027
542
302
2019 2020
Cusco reportó también que las intervenciones realizadas por su servicio de serenazgo durante el 2020
fueron menores en comparación a las del año 2019. Por ejemplo, el mayor número de intervenciones del
2019 en el periodo de enero a julio fue 180, mientras que en el 2020 fue 90, esto es, la mitad.
Gráfico n.° 47
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Cusco
90
80
70
60
50
40 40
2019 2020
En Callao se reportó el menor número de intervenciones en los meses de abril y mayo de 2020 con un
total de 172 y 169 acciones realizadas por su servicio de serenazgo, respectivamente. Cabe señalar que
estas cifras distan mucho de las reportadas en el 2019, donde el menor número de intervenciones fue
491, realizadas en el mes de enero.
Gráfico n.° 48
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Callao
756 715
673 672 671 650
614 625 614 601
570 580
491
629
472
418
208
172 169
2019 2020
San Vicente de Cañete registró un panorama similar, como muestra el siguiente gráfico, donde se
aprecia que el número de intervenciones realizadas en el año 2020 fue notoriamente inferior en
comparación a las cifras reportadas en el año anterior.
Gráfico n.° 49
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en San Vicente de Cañete
108
83 78 79
73 71 70
67 63 65
61
48
69 70 65
36
24 24 28
2019 2020
Gráfico n.° 50
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Lima Metropolitana
65,157
59,135
55,423 56,005 56,165 51,942 52,088
49,898 47,546
45,286
38,855 37,321
35,781 33,201
17,751
4,499 4,884 4,075 7,288
2019 2020
La municipalidad de San Clemente (Pisco) precisó sus intervenciones realizadas en el año 2019, las
cuales son, en promedio, 20 mensuales. Si bien solo precisaron el primer trimestre del 2020, se advierte
que las cifras oscilan en la misma ratio en ambos años.
Gráfico n.° 51
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en San Clemente
25 25
23 22 16 23 22 23
20 20 19 20
15 16
14
2019 2020
Por último, en el caso de Chimbote, señalaron haber realizado 20 intervenciones por mes durante el
2019 y 15 durante el primer semestre del 2020. Cabe señalar que es el único servicio de serenazgo, de
las 30 municipalidades supervisadas, que reportó el mismo número de intervenciones por mes.
Gráfico n.° 52
Número de intervenciones del servicio de serenazgo en Chimbote
20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20
15 15 15 15 15 15 15
2019 2020
La pandemia también ha generado cambios en los principales motivos de intervención del serenazgo.
Mientras que, en el año 2019, el serenazgo intervenía mayormente por la comisión de delitos contra el
patrimonio; en el 2020, el principal motivo de intervención ha sido por casos de violencia familiar.
Cuadro n.° 11
Principales motivos de intervención del servicio de serenazgo 2019-2020
2019 2020
Delitos contra el
Violencia familiar
patrimonio
Delitos contra el
Violencia familiar
patrimonio
Consumo de licor en espacios Incumplimiento a las medidas
públicos sanitarias por Covid-19
Ha sido muy importante el trabajo del serenazgo en la lucha contra la violencia hacia las mujeres y
hacia los integrantes del grupo familiar. Durante el estado de emergencia sanitaria declarada por el
COVID-19, el Poder Ejecutivo dictó medidas para garantizar la atención y protección de las víctimas de
hechos de violencia109, regulando el apoyo del servicio de serenazgo de cada distrito para monitorear y
atenderlas de manera oportuna, brindándoles la protección y seguridad que necesitan
109 Decreto Legislativo n.° 1470, publicado en el diario oficial El Peruano el 27 de abril de 2020.
CAPÍTULO IV:
SITUACIÓN DEL
SERVICIO DE
SERENAZGO DURANTE
LA PANDEMIA POR EL
COVID-19
En consonancia con ello, las municipalidades dispusieron medidas complementarias para prevenir el
contagio y propagación del coronavirus en sus territorios; regulando también la suspensión de algunos
servicios municipales no esenciales, con excepción de aquellos relacionados a la seguridad, salud,
limpieza pública y recojo de residuos sólidos114. Es decir, el servicio de serenazgo en los distritos se
continuó brindando de manera ininterrumpida durante el estado de emergencia nacional, sumándose a
la primera línea de apoyo a la Policía Nacional del Perú y las Fuerzas Armadas para el cumplimiento del
aislamiento social obligatorio (cuarentena) y la inmovilización social.
Este contexto ha generado cambios en la situación del personal de serenazgo, siendo importante
conocer en qué condiciones brindan servicios en la actualidad y qué efectos ha tenido la pandemia
en el servicio de seguridad ciudadana que brindan las municipalidades. Al respecto, la supervisión
ha permitido verificar en qué lugares se incrementó, se mantuvo o disminuyó el número de serenos y
serenas, como se detalla a continuación.
Cuadro n.° 12
Número de personal de serenazgo antes de la pandemia y durante el estado de
emergencia nacional a causa del COVID-19
110 Decreto Supremo n.° 044-2020-PCM, publicado en el diario oficial El Peruano el 15 de marzo de 2020.
111 Decreto Supremo n.° 008-2020-SA, publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de marzo de 2020.
112 Decreto Supremo n.° 046-2020-PCM, publicado en el diario oficial El Peruano el 18 de marzo de 2020.
113 Exceptuando al personal estrictamente necesario que participa en la prestación de los servicios de abastecimiento de alimentos, salud,
medicinas, la continuidad de los servicios de agua, saneamiento, energía eléctrica, gas, combustibles, telecomunicaciones, limpieza y recojo
de residuos sólidos, servicios funerarios, y transporte de carga y mercancías y actividades conexas, según lo estipulado por el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones.
114 Por citar algunos ejemplos, la municipalidad de San Isidro, con el Decreto de Alcaldía n.° 005-2020- ALC/MSI; la Municipalidad del Callao, con
la Ordenanza Municipal n.° 004-2020; y la Municipalidad de Breña, con la Ordenanza Municipal n.° 0535-2020-MDB.
El cuadro anterior nos permite identificar que distritos como La Victoria, Rímac y Tumbes contrataron
mayor personal de serenazgo durante el estado de emergencia: 109, 37 y 30, respectivamente. De otro
lado, 14 de las municipalidades supervisadas vieron reducida su capacidad operativa, siendo los casos
de mayor reducción de personal Lima (-61), Piura (-58) y Cusco (-47).
Además de ello, se han identificado 206 casos de culminación del vínculo laboral del personal de
serenazgo a causa de renuncias, abandonos del puesto de trabajo y despidos.
Gráfico n.° 53
Culminación del vínculo laboral del personal de serenazgo durante el estado de
emergencia por COVID-19
11%
66% 23%
De otro lado, durante el estado de emergencia se incorporaron 349 nuevos serenas y serenos al servicio
de seguridad ciudadana, cifra que representa cerca del 9 % del número total al momento de la supervisión.
Gráfico n.° 54
Personal de Serenazgo afectado por la Covid-19
0
Fallecidas (os)
15
253
Contagiadas (os) 940
57
Con licencia
303
Mujeres Varones
El número total de serenas y serenos de los 30 municipios supervisados, para el presente informe,
asciende a 4012 (véase Gráfico n.° 8). Como se puede apreciar del gráfico anterior, el COVID-19 tuvo
un efecto directo en el personal y también en el servicio de seguridad ciudadana que brindan dichas
comunas, afectando un total de 1568 serenos (fallecidos, contagiados y licencias), lo que equivale a un
39.08 %.
Con relación a los implementos de seguridad que los municipios brindan a su personal de serenazgo,
existe un consenso en la entrega de mascarillas, no siendo así en equipos de protección como alcohol,
guantes, protectores faciales, gel antibacterial, protectores oculares y mamelucos, siendo estos últimos
entregados en menor medida.
Gráfico n.° 55
Equipo de protección personal que las municipalidades brindan al personal del servicio
de serenazgo
Mascarillas 100%
Alcohol 97%
Guantes 87%
Mamelucos 40%
115 Aprobado por Resolución Ministerial n.° 239-2020-Minsa, de fecha 28 de abril de 2020.
116 Aprobado por Resolución Ministerial n.° 448-2020-Minsa, de fecha 30 de junio de 2020.
Gráfico n.° 56
Aplicación de pruebas de descarte Covid-19 al personal del servicio de serenazgo
17 5
De otro lado, solo un 37 % brinda soporte de salud mental para el tratamiento del estrés y situaciones
similares que puedan afectar al personal de serenazgo. Al respecto, la Defensoría del Pueblo ha
señalado, en reiterados comunicados117, que es necesario garantizar y reforzar la atención en salud
mental durante el contexto del coronavirus, toda vez que la enfermedad y las medidas de aislamiento
social pueden causar niveles altos de temor, estrés o ansiedad.
Este desgaste emocional y mental se incrementa en pacientes con COVID-19, habiéndose reportado
inclusive lamentables casos de suicidios, como los ocurridos en el Hospital Regional de Ica118. Con
relación a estos hechos, en el mes de junio de 2020, el Ministerio de Salud aprobó el Plan de Salud
Mental (en el contexto COVID-19-Perú, 2020-2021)119, el cual busca reducir los efectos de la pandemia en
la salud mental de la población.
Gráfico n.° 57
Soporte al personal del servicio de serenazgo
20%
63%
80%
37%
SÍ NO
Algunas municipalidades brindan también soporte a los familiares y deudos del personal de serenazgo
que fallece por COVID-19. El 37% de los servicios de serenazgo verificados señaló que cubren los gastos
de sepelio u otorgan una bonificación económica, a través de sus áreas de servicio social.
Gráfico n.° 58
Brindan asistencia y soporte a los familiares y deudos del personal de serenazgo
fallecido por Covid-19
37% 60%
3%
SÍ NO NO PRECISA
En el tema presupuestal, un 47 % señaló que el monto de financiamiento para solventar los costos del
servicio de serenazgo se mantuvo durante la pandemia. Solo un 17 % indicó que se incrementó y un 23
% que se redujo.
Gráfico n.° 59
Presupuesto para el servicio de serenazgo durante el estado de emergencia
17%
23%
13%
47%
De aquellos municipios que vieron reducido su presupuesto para financiar el servicio de serenazgo,
causa preocupación que el porcentaje de reducción va desde un 30 % hasta 60 % en algunos casos,
conforme se detalla a continuación:
Cuadro n.° 13
Presupuesto para el servicio de serenazgo durante el estado de emergencia nacional
Distrito Reducción
1 Piura 30 %
2 San Clemente 30 %
3 El Porvenir 40 %
4 Bellavista 40 %
5 El Agustino 40 %
6 Amarilis 60 %
7 San Vicente de Cañete 60 %
Fuente: Ficha de recojo de información
Elaboración: Defensoría del Pueblo
Por último, se consultó si el personal de serenazgo recibió algún tipo de bonificación después de
la declaración del estado de emergencia nacional. Al respecto, 8 servicios de serenazgo, de los 30
entrevistados, otorgaron este apoyo económico al personal contratado bajo el régimen del Decreto
Legislativo n.° 728; en menor cantidad se verificó que también fueron beneficiadas las otras modalidades
de contratación.
Gráfico n.° 60
Bonificación al personal de serenazgo después de del 15 de marzo de 2020
DL 728 8 15 7
CAS 3 16 11
Tercero 3 17 10
DL 276 4 11 15
SÍ NO NO PRECISA
No obstante, resulta preocupante que las/los beneficiarias/os de esta bonificación son una minoría,
siendo el porcentaje predominante aquellos municipios que no otorgaron ninguna bonificación a su
personal en el contexto de la pandemia por la COVID-19.
Sobre el particular, conviene advertir que dicha bonificación responde a una iniciativa propia de los
gobiernos locales, mas no del Poder Ejecutivo, como sí se hizo en favor de otros actores desplegados
en la primera línea de atención contra el coronavirus, como los miembros de la Policía, las Fuerzas
Armadas, el INPE, entre otros120.
120 Es el caso del D. U. n.° 026-2020, con el cual se otorgó una bonificación extraordinaria a favor del personal de la salud y asistencial que
brinda atención por el COVID-19. Asimismo, el D. U. n.° 053-2020, que consideró al INPE, el Programa Nacional de Centros Juveniles, las
Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú.
121 Oficio n.° 169-2020/DP de fecha 12 de junio de 2020.
CAPÍTULO V:
CONCLUSIONES
El 100 % de las municipalidades supervisadas han implementado el servicio de serenazgo para luchar
contra la inseguridad ciudadana, siendo esto un aspecto positivo al tratarse de distritos de mayor
incidencia de crimen y violencia en el país. Sin embargo, a nivel nacional solo el 55.92 % brinda dicho
servicio, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística e Informática del año 2018124.
En ese sentido, se hace necesario, como política de Estado, en materia de seguridad ciudadana, evaluar
su implementación progresiva a nivel nacional, de acuerdo con las necesidades y posibilidades de cada
gobierno local, sobre todo en aquellos lugares con mayores índices de delincuencia.
Se identificó, en los distritos supervisados, falta de capacidad operativa del personal de serenazgo,
como en el caso de las municipalidades de Pueblo Nuevo, El Porvenir, Ayabaca, Florencia de Mora, El
122 Los 30 serenazgos municipales supervisados brindan servicios en los distritos de Lima (Cercado de Lima), La Victoria (Lima), El Agustino
(Lima), Rímac (Lima), Breña (Lima), Florencia de Mora (Trujillo), El Porvenir (Trujillo), La Esperanza (Trujillo), Callao (Callao), Bellavista (Callao),
Zarumilla (Tumbes), Imperial (Cañete-Ica), San Vicente (Cañete-Ica), Pueblo Nuevo (Chincha-Ica), Pisco (Ica), San Clemente (Ica), Barranca (Lima
provincia), Paramonga (Lima provincia), Piura (Piura), Ayabaca (Piura), Ayacucho (Huamanga), Cusco (Cusco), Satipo (Junín), Tumbes (Tumbes),
Apurímac (Abancay), Huánuco (Huánuco), Amarilis (Huánuco), La Esperanza (Trujillo), Chimbote ( Santa-Ancash) y Juanjuí (Mariscal Cáceres-
San Martín).
123 Hasta el cierre del presente informe, se encontraban pendientes de aprobación las propuestas legislativas promovidas por el Ministerio
del Interior (proyecto de ley del serenazgo municipal) y por la congresista de la República, Mónica Saavedra Ocharán (proyecto de ley n.°
6387/2020-CR); esta última cuenta con opiniones vertidas oportunamente por la Defensoría del Pueblo.
124 Recuperado de: https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1636/libro.pdf pág. 251.
Agustino, La Esperanza, Abancay, Amarilis, Callao, San Clemente, Huánuco; en las que, de acuerdo con
el INEI125 y la supervisión realizada por la Defensoría del Pueblo, se cuenta con solo un sereno para más
de dos mil habitantes.
Existe una notoria brecha de género y discapacidad en los servicios de serenazgo. El 81 % son hombres
y solo un 19 % mujeres, habiendo incluso municipios como los de Piura y Paramonga que no cuentan
con personal femenino. Asimismo, 17 comunas de 30 no contratan a personas con discapacidad.
De acuerdo con el Decreto Supremo n.° 012-2019-IN, que aprobó el reglamento del Registro Nacional
de Serenos y de Serenazgos, es obligación de los municipios ingresar y remitir la información requerida
por dicha plataforma virtual a la Dirección General de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior.
Esta data incluye información sobre las edades de sus serenas y serenos; no obstante, la supervisión
realizada permitió identificar que las municipalidades de Callao, Rímac, San Vicente de Cañete, Santiago
y San Clemente no contaban con dicha información, a pesar de ser una obligación.
El 67 % de los contratos que suscriben tienen un periodo máximo de 3 meses de vigencia, generando
inestabilidad laboral. Asimismo, el 59 % percibe una remuneración entre los S/ 930 y S/ 1500 soles. Las
municipalidades de El Porvenir, Cusco, Amarilis, Lima, Imperial y Barranca cuentan con personal que
percibe un salario menor a una remuneración mínima vital (S/ 930 soles).
No se cumple con dar cobertura de salud y seguros complementarios a todas/os las/los serenas y serenos.
Un 20 % del personal de serenazgo, de las instituciones ediles supervisadas, no tiene seguro médico; de
este porcentaje, casi la totalidad son personal contratado por órdenes de servicios (813 de 816 efectivos).
Asimismo, solo a un pequeño grupo de trabajadoras y trabajadores, de cada régimen de contratación, se
les brinda el seguro complementario de trabajo de riesgo, a pesar de ser obligatorio por la Ley n.° 30485,
ley que incorpora a los serenos en el seguro complementario de trabajo de riesgo, siendo nuevamente el
grupo de personas más afectadas aquellas que han sido contratadas por órdenes de servicio.
125 Instituto Nacional de Estadística e Informática, INEI (2020). PERÚ: Estimaciones y Proyecciones de Población por Departamento, Provincia y
Distrito, 2018-2020. Boletín Especial n.° 26.
126 Véase sentencias recaídas en los expedientes n.° 2237-2008-PA/TC del 13 de abril de 2009 y n.° 6298- 2007-PA/TC del 11 de diciembre de
2008.
127 Recuperado de: https://elperuano.pe/NormasElperuano/2017/12/21/1599581-1/1599581-1.htm
“II. CATEGORÍA LABORAL EN LA QUE SE DEBE ENMARCAR A LOS POLICÍAS MUNICIPALES Y AL PERSONAL DE SERENAZGO
El Pleno acordó por unanimidad:
Los policías municipales y el personal de serenazgo al servicio de las municipalidades deben ser considerados como obreros. Ello debido a la
naturaleza de las labores que realizan y en aplicación de los principios pro homine y progresividad. Es decir, deben estar sujetos al régimen
laboral de la actividad privada (Decreto Legislativo N° 728).”
La ausencia de una norma con rango de ley que regule el perfil del sereno o serena municipal genera
que los municipios apliquen, en forma discrecional, criterios diversos en sus procesos de selección del
personal de serenazgo; ello conlleva – en algunos casos – la aplicación de requisitos discriminatorios
o sin sustento técnico como “tener buena presencia”, “no ser homosexual” y “tener experiencia con
armas de fuego”.
5.9. CAPACITACIÓN
de Cañete. Ambos factores muestran la carencia de recursos logísticos suficientes para poder atender
las necesidades de la población, tanto en labores disuasivas (servicio de patrullaje), como en los casos
donde se requiere una respuesta inmediata (flagrancia delictiva).
La pandemia por el COVID-19 afectó económicamente a las municipalidades supervisadas, cuyo nivel
de recaudación en el 2020 fue inferior al año fiscal anterior, habiéndose elevado el índice de morosidad
de los y las contribuyentes. Esto perjudica el financiamiento de servicios públicos esenciales, como el
de seguridad ciudadana.
Se identificó, a la fecha de supervisión, 206 casos de culminación del vínculo laboral durante el estado
de emergencia sanitaria, siendo un 66 % despidos, 23 % abandonos del puesto y 11 % renuncias.
Las municipalidades supervisadas reportaron 15 personas fallecidas y 1193 contagiadas con COVID-19,
desde marzo a setiembre del año 2020.
Un porcentaje muy reducido de personal de serenazgo ha recibido algún tipo de bonificación, como
apoyo económico, durante la pandemia. Solo un 26 % de personal contratado por Decreto Legislativo
n.° 728, un 1 % de CAS, un 1 % de terceros y un 13 % del régimen regulado por Decreto Legislativo n.° 276.
CAPÍTULO VI:
RECOMENDACIONES
AL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Aprobar una ley que regule el servicio del cuerpo de serenazgo municipal descentralizado, debiendo
precisar su finalidad, principios y funciones, así como sus derechos, obligaciones, prohibiciones e
impedimentos de este grupo de servidoras y servidores municipales. Asimismo, es necesario que se
estandarice su régimen laboral de contratación y se les otorgue seguro de salud, así como seguro
complementario por trabajo de riesgo. Además, se debe regular el perfil del personal que deberá ser
exigido en los procesos de selección, así como la implementación progresiva y descentralizada de
centros de formación y capacitación permanente.
Aprobar la entrega de un bono extraordinario en favor del personal de serenazgo, como reconocimiento
a su labor desarrollada en la primera línea, durante la pandemia por el COVID-19, apoyando al
personal de la Policía y las Fuerzas Armadas, conforme ha sido materia de opinión de esta institución
anteriormente.128
Emitir lineamientos y normas, en su condición de ente rector del Sistema Nacional de Seguridad
Ciudadana, mientras no se cuente con una norma que regule el servicio de serenazgo municipal, a
efectos de optimizar su articulación entre las Municipalidades Provinciales y Distritales, con el fin de
garantizar los derechos de los serenos y serenas, en el contexto de la pandemia por el COVID-19.
Diseñar, en coordinación con el SERVIR, en su condición de organismo técnico y rector del sistema
administrativo de gestión de recursos humanos del Estado, los requisitos mínimos para acceder al
puesto de sereno municipal, teniendo en cuenta que es un servicio de naturaleza especial, orientado a
la seguridad y vigilancia ciudadana.
Coordinar con los Gobiernos Regionales la implementación, autorización y certificación progresiva de centros
de formación y capacitación permanente de serenos y serenas en el ámbito de su competencia territorial.
Implementar una malla curricular con el fin de uniformizar la capacitación que reciben los serenos y
serenas, con énfasis en el respeto al principio de legalidad y con un enfoque de derechos humanos,
que sirva de guía a los Centros de Capacitación de Serenos y a las municipalidades que actualmente
brindan charlas a su personal.
Estandarizar el uniforme y equipamiento básico que las municipalidades deben otorgar a sus serenos
y serenas, precisando las especificaciones técnicas de cada implemento, según la zona geográfica y
características del lugar donde se brindará el servicio, a fin de garantizar la protección de la integridad
física y condiciones de trabajo dignas del personal de serenazgo.
Ordenar a las regiones, macrorregiones y frentes policiales que sus unidades básicas respectivas, a
nivel nacional, adopten acciones de coordinación con los gobiernos locales para el cumplimiento del
128 Véase el Oficio n° 169-2020/DP, dirigido a la Presidencia del Consejo de Ministros, el que indica: “[…] resulta oportuno considerar el otorgamiento
de una bonificación extraordinaria a los serenos, cualquiera sea su régimen laboral o modalidad de prestación de servicios. […]”.
servicio de patrullaje integrado, conforme lo establece el reglamento de la Ley n.° 27933, como parte
del Plan de Seguridad Ciudadana de cada provincia y distrito, observando las medidas sanitarias de
protección contra el COVID-19 e identificando las zonas de mayor incidencia delictiva.
Afianzar los niveles de coordinación y articulación con las municipalidades que brindan el servicio
de serenazgo, con el objeto de establecer estrategias eficientes en materia de seguridad ciudadana,
aprovechando los espacios que brindan las diferentes instancias del SINASEC, que tienen por objeto
coordinar eficazmente la acción del Estado y promover la participación ciudadana, conforme a las
obligaciones establecidas en el reglamento de la Ley n.° 27933, Ley del Sistema Nacional de Seguridad
Ciudadana.
Implementar una base de datos con información oficial y actualizada que les permita a sus equipos de
seguridad ciudadana elaborar diagnósticos en base a indicadores objetivos sobre la problemática de
inseguridad en sus territorios, con el fin de planificar y orientar debidamente las acciones del servicio
de serenazgo.
Cumplir con lo regulado por el Decreto Supremo n.° 012-2019-IN, que creó el Registro Nacional de
Serenos y de Serenazgos, el cual permite contar con información del personal y de los servicios que
prestan los gobiernos regionales, municipalidades provinciales, distritales y de centros poblados.
Cumplir con lo establecido por el Tribunal Constitucional en reiteradas sentencias, en el sentido que
el personal de serenazgo debe ser contratado bajo los alcances del régimen laboral de la actividad
privada (Decreto Legislativo n.° 728), promoviendo la estabilidad laboral y remuneraciones justas.
Garantizar, para todo el personal de serenazgo, la cobertura de salud y seguro de vida; así como su
incorporación en la cobertura del seguro complementario por trabajo de riesgo, en cumplimiento de la
Ley n.° 30485.
Proscribir en sus procesos de selección del personal de serenazgo, cualquier tipo de requisito que
puedan ser considerado discriminatorio, como “tener buena presencia” o “no ser homosexual”.
Implementar equipos de cómputo en los módulos de seguridad ciudadana, así como mantener
dichos equipos actualizados permanentemente, a fin de optimizar los servicios de serenazgo,
debiéndose prever su mantenimiento o renovación periódica según sus respectivas especificaciones
técnicas.
Promover, como un punto de agenda prioritario de los comités de seguridad ciudadana, la aplicación
del Decreto Legislativo n.° 1218 y su Reglamento, sobre uso de cámaras de videovigilancia, así como
sistemas de alarma, fomentándose la implementación progresiva de instrumentos tecnológicos que
deben ser utilizados de forma integrada a sus centrales de emergencia, para atender las necesidades
de la colectividad en tiempo real.
Gestionar con urgencia la reparación de los equipos inoperativos de videovigilancia y de los vehículos
motorizados y no motorizados, evaluando la implementación del sistema renting vehicular para
asegurar el correcto funcionamiento y operatividad de sus unidades.
Realizar de manera constante y periódica, campañas de difusión dirigidas a las y los contribuyentes
a fin de promover una “cultura tributaria”, sobre la importancia de cumplir oportunamente con el pago
de la tasa por concepto de seguridad ciudadana y/o serenazgo, explicando el uso que se le da al dinero
que se recauda y cómo es que la morosidad perjudica directamente en la sostenibilidad y eficiencia del
servicio.
Garantizar que todo el personal del servicio de serenazgo cuente con equipos de protección personal
idóneos y en cantidades suficientes para prevenir el riesgo de contagio de COVID-19, debiendo las
gestiones ediles monitorear su correcto uso a través de sus respectivos Comités de Seguridad y Salud
en el Trabajo.
Brindar soporte de salud mental al personal del servicio de serenazgo que actúa en primera línea
en apoyo a la Policía Nacional del Perú, así como a los familiares de las/los deudas/os en caso de
fallecimiento por COVID-19.
Realizar la difusión del presente informe, así como promover el cumplimiento de las recomendaciones
formuladas a los gobiernos locales respecto al funcionamiento del servicio del serenazgo municipal.
Incorporar como agenda de las reuniones nacionales y/o regionales, el análisis de indicadores de
seguridad ciudadana, a fin de adoptar acuerdos que mejoren sus resultados; así como identificar
y fomentar la implementación de buenas prácticas de gestión y colaboración institucional; o de
cooperación público / privado, de ser el caso.