Didáctica General: Estrategias de Enseñanza y Aprendizaje
Didáctica General: Estrategias de Enseñanza y Aprendizaje
Didáctica General: Estrategias de Enseñanza y Aprendizaje
La acción didáctica
Debe adecuarse a
Las Capacidades
Intereses
Es
Status
Edad Capacidad Interés Cultura
Motivación social El que tiene
una mayor
aceptación en
la enseñanza
De este se derivan
La determinación del
método de contenidos
Se desarrollan en un
Contexto
Que
De otra parte, el
Por
Proveer de pautas y practicas específicas de aprendizaje que contengan diferentes grados de libertad y
autoorganización.
Entrenamiento de las destrezas necesarias en el mismo contexto de aprendizaje.
Reflexión y evaluación de las formas disponibles de aprendizaje, mediante diarios de aprendizaje, porfolios,
etc...
Modificación de las perspectivas subjetivas de las competencias que cada alumno se atribuye, para mostrar
que todos deben participar de igual modo.
Se utilizan técnicas como:
Puzzle de grupos
Puzzle en parejas dentro de un grupo de 4.
Discurso de problemas, en grupos de 3 se reparten fichas con preguntas clave que se deben investigar. Rally de
grupos
Las estrategias son seleccionadas /diseñadas por el/ la docente con intencionalidad pedagógica para apoyar el
desarrollo de las competencias en el marco de las situaciones de aprendizaje. El desarrollo de las competencias en
los estudiantes requiere de un/a docente capaz de modelar procesos y habilidades de pensamiento, curiosidad,
actitud científica, objetividad, flexibilidad, sistematicidad, creatividad, criticidad, etc.
Definición de objetivos del aprendizaje.
Uso de resúmenes.
Elaboración de ilustraciones e infografías.
Orientación con guías.
Turnos de preguntas intercaladas para conservar la atención.
Empleo de referencias discursivas.
Establecimiento de analogías.
Presentación de mapas conceptuales y de estructuras de texto.
Conclusión
El estudio de este tema será de gran utilidad al profesor, por varias razones. En primer lugar, su actividad docente es una
actividad humana y, por tanto, racional. Esta debe ser pensada en función de unos objetivos (es decir, planificada), controlada en
su desarrollo y adecuada a las características de los agentes. De otra parte, actuar racionalmente es una exigencia ética, que
deriva tanto de la sociedad como del alumno en cuanto persona. Por último, la acción metódica ahorra esfuerzo a los agentes
(profesor y alumno) y garantiza la eficacia del proceso didáctico. Una adecuada estrategia de enseñanza no garantiza el
éxito inmediato, pero permite sentar las bases para un aprendizaje a medio y largo plazo, pues enseña al alumno cómo aprender.
La estrategia clásica de enseñanza estaba basada en la transmisión de conocimientos desde el profesor hacia el alumno, con un
énfasis especial en la memorización de conocimientos. Los exámenes son la principal fuente de evaluación y se trata de un
aprendizaje escasamente crítico, orientado a resultados objetivos y medibles.
Sin embargo, numerosas estrategias de enseñanza alternativas han demostrado que también son capaces de lograr
excelentes resultados. Algunas se basan en la motivación del alumno para que aprenda por sí mismo, otras dan mayor
importancia al componente lúdico de la educación y otras apuestan por un desarrollo integral del niño. Son conocidas como
métodos, y entre ellas destacamos algunas por su implantación, como el método Waldorf, el método Montessori o el método
Sudbury:
Método Waldorf. Fomenta la creatividad y el aprendizaje natural mediante la participación en asignaturas artísticas y
trabajos artesanales. No se realizan exámenes y la contribución del entorno familiar juega un papel clave.
Método Montessori. Adecúa el entorno de aprendizaje al grado de desarrollo y motiva al estudiante para el
aprendizaje, de tal forma que éste logre ser autónomo. Diferencia en siete grupos educativos entre los 0 y los 21
años.
Método Sudbury. Aprovecha la propia curiosidad de los niños, a los que concede libertad para centrarse en las
actividades que más les gusten. Entiende el aprendizaje como algo divertido y motivador.