Estudio Anatomo Radiografico de La Irrigacion de La Prostata en Caninos

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UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS Y PECUARIAS

ESCUELA DE CIENCIAS VETERINARIAS

ESTUDIO ANÁTOMO-RADIOGRÁFICO DE LA IRRIGACIÓN DE


LA PRÓSTATA EN CANINOS

CLODOMIRA AGUAYO CONCHA


Memoria para optar al Título

Profesional de Médico Veterinario

Departamento de Patología Animal

PROFESOR GUÍA: RICARDO OLIVARES PÉREZ-MONTT

SANTIAGO, CHILE

2013
UNIVERSIDAD DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS Y PECUARIAS
ESCUELA DE CIENCIAS VETERINARIAS

ESTUDIO ANÁTOMO-RADIOGRÁFICO DE LA IRRIGACIÓN DE


LA PRÓSTATA EN CANINOS

CLODOMIRA AGUAYO CONCHA

Memoria para optar al Título

Profesional de Médico Veterinario

Departamento de Patología Animal

Nota Final: ……………. …………………………………….

NOTA FIRMA

Profesor Guía : RICARDO OLIVARES P-M. …… ……………………...

Prof. Consejero: HECTOR ADARMES A. …… ……………………...

Prof. Consejero: DANIEL SÁEZ V. …… ……………………...

SANTIAGO, CHILE

2013
A mi Madre:

Que siempre nos mostró un gran espíritu de sacrificio, de


superación y de compromiso.

Que con mucho esfuerzo logró educar a sus cuatro hijas y


siempre nos guió por el camino correcto.

Con mucho amor

Mireya Aguayo Concha

i
AGRADECIMIENTOS

Son muchas las personas a quienes quisiera agradecer por ayudarme en


alcanzar esta instancia de mi carrera y me gustaría nombrarlos a todos, pero
sería muy extenso, por eso lo hago:

En general:

 A mis profesores y consejeros.


 A mis amigos

 A mis familiares

En particular:

 Al Dr. Luis Adaro


 A la Dra. Daniela Figueroa

 Al Sr. Luis Muñoz.

 A Patricio Calderón

En forma muy especial:

 Al Dr. Ricardo Olivares


 Al Dr. Jorge Mendoza (Q.E.P.D)

Y finalmente con mucho amor, a mi esposo, que se transformó en mi


inclaudicable conciencia y ayuda para llegar a esta meta.

ii
TABLA DE CONTENIDOS

Pág.

Resumen 1

Summary 2

1. Introducción 3

2. Revisión Bibliográfica 5

2.1. Anatomía del Sistema Reproductivo del Macho Canino 5

2.1.1. La Próstata 7

2.1.1.1. Anatomía prostática 7

2.1.1.2. Histología prostática 8

2.1.1.3. Fisiología prostática 9

2.1.1.4. Vasos y nervios prostáticos 10

2.2. Métodos diagnósticos 11

2.3. Enfermedades prostáticas 13

2.3.1. Hiperplasia prostática benigna 13

2.3.2. Abscesos prostáticos 14

2.3.3. Quistes prostáticos 15

2.3.4. Neoplasias prostáticas 16

2.3.5. Prostatitis 17

3. Objetivos 19

3.1. Objetivo General 19

3.2. Objetivos Específicos 19

iii
Pag.

4. Materiales y Métodos 20

4.1. Materiales 20

4.1.1. Material Biológico 20

4.1.2. Material Clínico 20

4.2. Métodos 21

4.2.1. Método Anatómico y Radiográfico 21

5. Resultados 23

6. Método Anatómico 25

6.1. Ejemplar N° 1 25

6.2. Ejemplar N° 2 26

6.3. Ejemplar N° 3 27

6.4. Ejemplar N° 4 30

6.5. Ejemplar N° 5 33

7. Método Radiográfico 35

7.1. Ejemplar N° 1 35

7.2. Ejemplar N° 2 36

7.3. Ejemplar N° 3 37

7.4. Ejemplar N° 4 38

7.5. Ejemplar N° 5 39

8. Discusión 41

9. Conclusiones 44

10. Bibliografía 45

iv
INDICE DE ILUSTRACIONES Y CUADROS

Pag.

Figura N° 1 – Ejemplar N° 1 - Irrigación Prostática – Vista Lateral 25

Figura N° 2 – Ejemplar N° 2 - Irrigación Prostática – Vista Oblicua 26

Figura N° 3 – Ejemplar N° 3 - Bifurcación Prostática – Vista Lateral 27

Figura N° 4 – Ejemplar N° 3 - Arterias Prostáticas – Vista Lateral 28

Figura N° 5 – Ejemplar N° 4 - Bifurcación Prostática – Vista Lateral 30

Figura N° 6 – Ejemplar N° 4 - Arterias Prostáticas – Vista Lateral 31

Figura N° 7 – Ejemplar N° 5 - Arterias Prostáticas – Vista Lateral 33

Tabla N° 1 – Resumen de arterias, método anatómico 34

Figura N° 8 – Ejemplar N° 1 - Radiografía Vista Latero Lateral 35

Figura N° 9 – Ejemplar N° 2 - Radiografía Vista Ventro Dorsal 36

Figura N° 10 – Ejemplar N° 3 - Radiografía Vista Latero Lateral 37

Figura N° 11 – Ejemplar N° 4 - Radiografía Vista Latero Lateral 38

Figura N° 12 – Ejemplar N° 5 - Radiografía Vista Ventro Dorsal 39

Tabla N° 2 – Resumen de arterias, método radiográfico 40

v
RESUMEN

El estudio de la biología de la próstata, ha sido impulsado en gran parte por la alta


incidencia de enfermedades en esta glándula y en consecuencia, conocer su
anatomía vascular o angiología, es fundamental para realizar cualquier tratamiento,
ya sea quirúrgico o medicamentoso.

Con el objetivo de describir la irrigación arterial extraglandular de la próstata en


perro a nivel macroscópico, se utilizaron para el estudio, cinco ejemplares caninos
adultos machos, enteros, mestizos, fallecidos, que ingresaron al Laboratorio de
Anatomía del Departamento de Patología Animal de la Facultad de Ciencias
Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.

La irrigación arterial prostática, se describió mediante la técnica de inyección


intravascular con látex coloreado, evidenciándose que la Arteria Pudenda Interna da
origen a la Arteria Prostática, que discurre en dirección ventral en forma de arco,
emitiendo dos ramas terminales: una craneal y otra caudal, originándose de esta
última las Arterias Prostáticas Craneal, Media y Caudal que ingresan a la cápsula de
la glándula. Se pudo determinar que independiente de las ramificaciones de la
Arteria Prostática, ésta irriga a la glándula, siempre por medio de tres ramas
vasculares.

Fue de suma importancia definir el origen y dirección de la arteria prostática, su


llegada a la próstata y su relación con órganos adyacentes, con el objetivo de
contribuir a los protocolos quirúrgicos clásicos o laparoscópicos; tales como,
resección de quistes, neoplasias y ligadura de vasos en prostatectomías parciales.

El método radiográfico contrastado utilizado, permitió sólo visualizar los grandes


vasos arteriales abdominales.

Este trabajo también constituye un modelo para la comparación con otras especies,
como por ejemplo el hombre.

1
SUMMARY.

The prostatic biology survey has been largely driven by the high incidence of gland
diseases and therefore vascular anatomy, or angiology, is essential for any
treatment, whether surgical or pharmacological.

In order to describe the extra glandular arterial irrigation of the dog prostate, five
adult deceased male canine mix breed that entered the Anatomy Laboratory of
Animal Pathology, Department of Faculty Veterinary and Animal Sciences at the
University of Chile were used.

The prostatic arteries were described by colored latex intravascular injection


technique showing that the internal Pudendal Artery gives rise to the Prostatic Artery
which runs in an arc ventrally giving rise two terminal branches: one cranial and one
caudal, originating from the latter Cranial Prostatic Artery, Media and flow entering
the capsule of the gland. It was determined that regardless of the ramifications of
Prostatic Artery; it irrigates the gland, always throughthree vascular branches.

It was of utmost importance to define the origin and direction of the Prostatic Artery,
coming-in to the prostate and its relationship to adjacent organs, with the aim of
contributing to classic or laparoscopic surgical protocols, such as cysts resection,
tumors and vessels ligation in partial prostatectomy.

The contrast radiographic method used in this survey only allowed visualization of
large abdominal arterial vessels.

This work also provides a model for comparison with other species, including
humans.

2
1.- INTRODUCCIÓN:

El creciente interés por el bienestar animal a nivel mundial, ha estimulado la


investigación en relación a materias que permitan el desarrollo de herramientas, no
tan solo para la prevención, sino también para el diagnóstico y tratamiento de
algunas patologías, permitiendo así mejorar la calidad de vida de los animales. La
atención de perros geriátricoscorresponde a una parte importante de la rutina de las
clínicas y hospitales veterinarios en todo el mundo. Aspectos nutricionales,
farmacológicos y mejoras terapéuticas, promueven un aumento en las expectativas
de vida de los perros y en consecuencia, los problemas relacionados con el sistema
urogenital (incluyendo la próstata), se han hecho más frecuentes (Mostachio et al.,
2012). Entre estas patologías, se encuentran las que afectan a la glándula
prostática, asiento de diversos procesos de enfermedades en perros "enteros" de
mediana edad y geriátricos, cuyos tratamientos son posibles de realizar a través de
procedimientos no invasivos y en algunos casos por abordaje quirúrgicos.Una de las
patologías que afectan la glándula, la cual se observa más frecuentemente en
animales de entre seis y nueve años, es la hiperplasia prostática benigna,
alcanzando una incidencia de un 95%. Otros procesos que afectan la glándula
prostática son: abscesos, quistes y neoplasias prostáticas (Olson, 1984).

La glándula prostática canina comparte muchas similitudes morfológicas y


funcionales con la próstata del humano (Leroy y Northrup, 2009). Las similitudes de
las enfermedades de la próstata entre ambas especies ha llevado a un enorme
número de estudios sobre las lesiones de la próstata de los perros (Foster, 2012). El
perro, por lo tanto, en general ha sido considerado como un modelo animal
adecuado para el estudio de las enfermedades de la próstata en el hombre, como es
el cáncer de próstata y de esta forma desarrollar tratamientos efectivos (Lai et al.,
2008; Leroy y Northrup, 2009). Los perros con cáncer de próstata de origen natural,
son los modelos relevantes para la enfermedad, ya que los estudios pre-clínicos de
nuevos diagnósticos y terapias, pueden beneficiar a los seres humanos y a perros
(Leroy y Northrup, 2009). Entender el suministro neurovascular de la próstata y los
tejidos circundantes es esencial para reducir el riesgo de incontinencia urinaria,

3
hemorragia grave y necrosis avascular (Freitag et al., 2007). La descripción de la
vascularidad normal debe proporcionar una base morfológica completa y coherente
para la detección de neovascularización de la glándula prostática. La
neovascularización es un importante indicador diagnóstico y signo de pronóstico de
la enfermedad. La neovascularización en la glándula prostática, o cerca de ella, es
el primer signo de la presencia de un tumor prostático (Stefanov, 2004).

El difícil acceso anatómico de la glándula, motiva a ampliar los conocimientos


actuales sobre vascularidad prostática extraglandular, su distribución, localización y
relación con tejidos y órganos adyacentes. Esta memoria de título, aporta a mejorar
el conocimiento sobre la vascularidad extraglandular y los vasos que se comparten
con otros órganos adyacentes, factor importante a considerar en procedimientos
quirúrgicos, tales como, la prostactectomía, resección de quistes y neoplasias, ya
sea en procedimientos clásicos o vía laparoscópica. Además, de poder obtener un
mejor diagnóstico y tratamiento clínico-quirúrgico, mediante un estudio anátomo-
radiográfico que aporte nueva información dirigida a los médicos veterinarios
clínicos e investigadores en el tema, en el conocimiento vascular de esta glándula
desde el punto de vista morfológico a nivel macroscópico.

4
2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA:

2.1. ANATOMÍA DEL SISTEMA REPRODUCTIVO DEL MACHO CANINO

El sistema reproductivo en el macho canino está compuesto por: los testículos,


epidídimo y sus envolturas, cordón espermático, uretra (parte pélvica y parte
peneana), glándulas reproductivas accesorias, pene y prepucio (Dyce et al., 2002).

El escroto, la envoltura testicular más externa, tiene una forma redondeada y se


encuentra en una posición intermedia entre el periné y la ingle. Los testículos de
posición horizontal y con una dirección caudo-dorsal de forma aproximadamente
ovalada, están ligeramente comprimidos lateralmente y relacionados a lo largo de su
borde dorsal con el epidídimo. La cabeza y la cola del epidídimo están adheridas al
testículo, pero el cuerpo está parcialmente libre (Dyce et al., 2002).

Los componentes del cordón espermático que se mantienen unidos en su trayecto


extra-abdominal, se dispersan a nivel del anillo inguinal interno. El conducto
deferente se ensancha ligeramente, para formar la ampolla del deferente de
estructura glandular, antes de desembocar en la uretra pélvica (Dyce et al., 2002).

La primera parte de la uretra (parte pélvica), está enteramente rodeada por la


próstata. Su luz presenta una cresta dorsal que hace relieve hacia el interior, para
formar un colículo seminal, que presenta, en cada lado, un estrecho orificio de
desembocadura del conducto deferente y numerosos poros donde desembocan los
conductos excretores de la próstata. La porción restante de la uretra pélvica está
provista de una fina capa de tejido cavernoso, dispuesta a manera de manguito,
recubierta por el músculo uretral estriado. La luz de la uretra se amplía caudalmente
a la próstata, pero se estrecha gradualmente de nuevo a medida que se acerca a su
salida de la pelvis sobre el arco isquiático, para formar la parte peneana (Frick y
Aulitzky, 1991).

Las ampollas de los conductos deferentes junto a la próstata, forman el conjunto de


glándulas reproductivas accesorias, siendo la próstata la que aporta la mayor parte

5
del líquido seminal. La próstata está compuesta por una gran porción compacta,
formando una masa situada alrededor de la uretra y del cuello de la vejiga, y una
pequeña porción diseminada distribuida por la mucosa de la uretra pélvica (Frick y
Aulitzky, 1991).

El pene está suspendido entre los muslos, donde puede ser palpado en toda su
longitud. La raíz está formada por dos delgados pilares de origen isquiático y la
uretra se incorpora a esta estructura al mismo nivel y discurre hacia delante por la
cara ventral del cuerpo del pene. Los tejidos eréctiles se expanden para formar el
glande que está claramente dividido, tanto externa como internamente, en una
porción proximal expandida (bulbo del glande) y una porción distal cilíndrica (porción
larga del glande), que constituye el extremo o vértice del conjunto del órgano. La
porción inicial del cuerpo del pene forma un cuerpo cavernoso y parte de éste, en su
porción distal, se transforma en el hueso peneano situado en el centro del órgano.
Este hueso presenta un surco ventral en el que se sitúa la uretra, bien protegida y
rodeada con su revestimiento esponjoso. El hueso se hace más delgado hacia su
extremo distal, que se prolonga por una corta porción fibrocartilaginosa, dirigida
centralmente, llegando, prácticamente, hasta el vértice del pene (Dyce et al., 2002).

El bulbo del glande tiene un tamaño considerable y se encuentra firmemente


adherido al hueso peneano y, a su vez, una parte distal del bulbo está cubierta por la
porción larga del glande, en cuyo extremo se encuentra el orificio uretral externo
(Dyce et al., 2002).

6
2.1.1. La Próstata

2.1.1.1. Anatomía Prostática

La próstata es la glándula accesoria sexual (Gobello y Corrada, 2002; Smith, 2008)


más importante del macho canino (Thibaut et al., 2009) y está ubicada en el canal
pélvico (Smith, 2008), retroperitoneal y caudal a la vejiga, envolviendo
completamente la uretra pélvica en su salida del cuello vesical. En la pubertad, la
glándula se localiza en la cavidad pélvica, pero en un alto porcentaje de perros de
más de cinco años de edad, se producen variaciones de tamaño ubicándose en el
abdomen (Tello et al., 1995; Gobello y Corrada, 2002; Dimitrov et al., 2010).

La presencia de la próstata es universal en los mamíferos y presenta marcadas


variaciones anatómicas, bioquímicas y patológicas entre las distintas especies (Frick
y Aulitzky, 1991).

Anatómicamente, la próstata es una estructura glándulomuscular semioval (Dimitrov


et al., 2010), que presenta dos lobos bien diferenciados entre sí (Smith, 2008;
Gobello y Corrada, 2002), debido a la presencia de un rafe medio de situación
dorsal (Smith, 2008) y comienza a desarrollarse hacia la sexta semana de gestación
(Kustritz, 1997). Según la NAV (2005), describe un cuerpo de la próstata, el que está
conformado por dos lobos, un istmo y dependiendo de la especie, una parte
diseminada.

La próstata está compuesta por numerosas glándulas tubulares rodeadas de tejido


conectivo intersticial y fibras de músculo liso. La densa cápsula fibromuscular de la
próstata (cápsula prostática) (Smith, 2008), está cubierta parcialmente por la
superficie dorsal de las fibras musculares de la pared de la vejiga urinaria (Miller et
al., 1991). Está subdividida por trabéculas en lobos. El epitelio de los conductos
glandulares se transforma en epitelio de transición en los conductos excretores que
abren hacia la uretra (Kustritz, 1997).

7
La glándula se localiza casi completamente en el espacio retroperitoneal (Thibaut et
al., 2009) caudal a la vejiga, en el área correspondiente al cuello vesical (Barsanti y
Finco, 1986; Smith, 2008). La parte de la próstata que se encuentra fuera del
peritoneo, es cubierta por la grasa periprostática y sólo es cubierta por peritoneo en
su porción craneodorsal. Ventralmente, la glándula es cubierta por tejido adiposo y
dorsalmente una banda fibrosa la pone en contacto con el recto (Barsanti y Finco,
1986; Smith, 2008). Varía a lo largo del diámetro craneocaudal de la pelvis (Dimitrov
et al., 2010) y se encuentra en estrecha aposición cranealmente a la vejiga,
dorsalmente al recto, ventralmente a la sínfisis pelviana y lateralmente a la pared
abdominal. Los conductos deferentes por el aspecto craneolateral de cada lobo
prostático cursan caudoventralmente antes de entrar a la uretra inmediatamente
adyacente al colículo seminal (Smith, 2008).

La posición de la glándula prostática varía con la edad del animal, dependiendo del
estado fisiológico de la misma y del grado de distensión vesical que exista. Así, una
vejiga muy distendida desplazará a la glándula hacia el abdomen, donde se
encuentra ubicada hasta los dos meses de edad, momento en que el vestigio del
uraco se desprende. Desde los dos meses hasta la madurez sexual, la glándula
yace en el canal pélvico (Kustritz, 1997).

2.1.1.2. Histología Prostática

La próstata es un órgano multicelular que contiene una población heterogénea de


tipos de células (Shidaifat et al., 2006).
La próstata canina tiene una morfología uniforme a lo largo del eje longitudinal y
carece de una diferenciación por zonas, abundante en acinos que contienen epitelio
secretor y constituyen la mayor parte de la próstata canina desde la periferia hacia el
área peri-uretral. Aquí varias estructuras ductales se introducen dentro del estroma.
El estroma peri-uretral se extiende dorsalmente y centralmente hacia el límite
exterior de la próstata y varias cadenas menos amplias lateralmente, formando
varios lobos del epitelio acinar. Los acinos secretores consisten principalmente en

8
epitelio columnar con unas pocas células basales localizadas en los acinos
periféricos. Las células columnares de los acinos prostáticos cambian gradualmente
a un revestimiento único de células epiteliales cúbicas en las estructuras ductales
(Lai et al., 2008).

2.1.1.3 Fisiología prostática

La función de la glándula prostática es producir un líquido seminal que provea de un


medio ambiente óptimo para la sobrevida y motilidad espermática (Kustritz, 1997).
La próstata contribuye al fluído de las fracciones primera y tercera del eyaculado
canino (Gobello y Corrada, 2002). Es importante notar que el fluido prostático
corresponde a más de un 95% del volumen del eyaculado del perro. Existen algunos
reportes contradictorios respecto del efecto del fluido prostático sobre la función
espermática. Algunos autores han demostrado que el fluido prostático cuando está
presente en cantidades significativas en las muestras de semen, severamente
compromete la función espermática post descongelación. En contraste con
resultados de otros estudios que muestran que el fluido prostático mejora la
fertilidad del semen canino congelado y enfatizan los beneficios potenciales del
fluido prostático en el perro, confiriéndole protección a las diferentes membranas en
la estructura del espermatozoide, haciéndolos menos susceptibles al estrés
osmótico (Strezezek y Fraser, 2009)

El volumen de la glándula prostática es edad-dependiente a medida que el


animal se desarrolla sexualmente (Shidaifat, 2007; Dimitrov et al., 2010). Entre los
cuatro y dieciséis meses de edad, la próstata crece a un nivel constante (Barsanti y
Finco, 1986).

El desarrollo de la próstata se puede dividir en tres etapas. La primera


corresponde al período de embriogénesis y el desarrollo postnatal inmediato y
finaliza cuando el animal tiene 2-3 años. La segunda consiste en una fase de
desarrollo hipertrófico exponencial que es dependiente de los andrógenos y termina
cuando el animal tiene de 12 a 15 años. En la tercera y última etapa se observa una

9
involución senil, que comienza cuando la producción de andrógenos disminuye
(Thibaut et al., 2009).

El crecimiento prostático es estimulado por la presencia de la testosterona


(Frick y Aulitzky, 1991; Purswell et al., 2000) encontrándose bajo control
androgénico (Gobello y Corrada, 2002; Teske et al., 2002; Shidaifat, 2007). El
mantenimiento del equilibrio en el crecimiento de la glándula prostática refleja la
complejidad del papel regulador general de los andrógenos para equilibrar la
proliferación celular, diferenciación y muerte (Shidaifat et al., 2006). El mayor
desarrollo de la glándula prostática ocurre entre las veinte y treinta y dos semanas
de edad, tiempo en el cual la concentración de testosterona plasmática aumenta
(Kustritz, 1997).

La testosterona es convertida en una hormona más potente la


dihidrotestosterona (DHT), por la 5 α-reductasa dentro de la próstata. Los
andrógenos interactúan con receptores androgénicos para regular el crecimiento
normal de la próstata y han sido implicados en la progresión de la hiperplasia
benigna prostática y cáncer prostático (Shidaifat, 2007).

2.1.1.4. Vasos y nervios prostáticos:

Los vasos sanguíneos y nervios de la próstata se encuentran bilateralmente en la


superficie dorso lateral de la glándula (Freitag et al., 2007). Las primeras
descripciones de la vascularización de la próstata canina datan de Gordon (1960) y
Hodson (1968), citados por Stefanov (2004). Este último, utilizando técnicas
avanzadas como ecotomografía y microscopía electrónica de barrido, combinado
con métodos de corrosión, que permitieron visualizar la microvascularización
(Stefanov, 2004).

El aporte arterial de la próstata deriva de la arteria ilíaca interna, que se continúa en


la arteria pudenda interna, la cual es un vaso más pequeño y ventral que corre en
dirección caudal sobre el tendón terminal del músculo Psoas Menor. A nivel de la
articulación sacro ilíaca, esta última da origen a la arteria prostática. La arteria

10
prostática corre en dirección ventral en forma de arco emitiendo dos ramas
terminales una craneal, arteria del Conducto Deferente que lo acompaña y nutre, y
la rama caudal arteria Rectal Media que irriga el recto, próstata y uretra (Evans y De
Lahunta, 2001). Las ramas arteriales entran a la próstata en la superficie dorsal o
dorsolateral de la glándula (Smith, 2008), siendo la vascularización de los lobos
independiente (Stefanov et al., 2000). La arteria prostática proveniente de la arteria
rectal media, genera tres pequeños vasos, craneal, media y caudal hacia la glándula
prostática (Stefanov, 2004).La sangre venosa drena a través de las venas de la
próstata y la uretra en la vena ilíaca interna (Freitag et al., 2007;Smith, 2008). Los
vasos linfáticos prostáticos se vacían hacia los nódulos linfáticos ilíacos (Freitag et
al., 2007)

La glándula recibe inervación autónoma del plexo pélvico (sistema parasimpático),


el que provoca un aumento de la secreción glandular y el nervio hipogástrico
(sistema simpático), causa expulsión del líquido prostático (Miller et al., 1991;
Freitag et al., 2007).

El plexo pélvico del perro se encuentra cinco a diez milímetros laterales a la


próstata. Se suministra cranealmente por el nervio hipogástrico y lateralmente por el
nervio pélvico. Los paquetes neurovasculares tienen un curso distal desde el plexo
pélvico a lo largo de la cara posterolateral de la próstata, incluyendo un nervio
cavernoso dominante a lo largo de su parte lateral. La histología ha revelado tejido
neurovascular extenso a lo largo de la cara posterolateral de la próstata por debajo
de la fascia periprostática (Gianduzzo et al., 2008)

2.2 Métodos diagnósticos

Las enfermedades de la próstata son comunes en el perro, con una incidencia de un


2,5% (Kustritz, 1997). La glándula prostática canina puede verse afectada por varios
procesos de enfermedad cuyos signos clínicos se enmascaran, lo que hace difícil
llegar a un diagnóstico correcto (Smith, 2008). La incidencia de todo tipo de
enfermedad de la próstata aumenta con la edad (Kustritz, 1997). El diagnóstico de la
enfermedad de la próstata requiere un conocimiento profundo de la anatomía de la

11
próstata así como de los signos clínicos asociados con enfermedad prostática
canina (Smith, 2008). La mayoría de los pacientes con enfermedad de la próstata se
presentan con signos de enfermedad del tracto urinario, (por ejemplo: hematuria,
descarga uretral, incontinencia urinaria) o dificultad para defecar (por ejemplo:
tenesmo, estreñimiento, fecas en forma de cinta), sin embargo, algunos pacientes
con enfermedades de la próstata no presentan signos clínicos, en otros casos
presentan signos de enfermedad sistémica (por ejemplo: falta de apetito, letargo ,
pérdida de peso), pudiéndose observar pacientes con pirexia, peritonitis,
endotoxemia, shock y pueden estar asociados con infecciones de la próstata, sobre
todo con rotura de abscesos prostáticos (Kustritz, 1997). El paciente que presenta
síntomas o signos sugestivos de la enfermedad de la próstata debe tener, como
mínimo, una historia completa, examen físico completo y el examen digital del recto
(Paclikova et al., 2006).

La glándula de la próstata debe ser evaluada en tamaño, forma, simetría y


determinar la eventual evidencia de dolor. Dependiendo de los resultados de estos
exámenes, se deben realizar procedimientos adicionales, tales como la radiografía,
la ultrasonografía, siendo esta técnica segura y no invasiva, permitiendo valorar
tamaño, forma, simetría, ecogenicidad y lesiones, además de ser de gran utilidad en
obtención de biopsias, permitiendo visualización y guía de la aguja dentro del
cuerpo haciendo más segura la toma de muestras (Herring y Bjornton, 1985; Smith,
2000; Cartee et al., 1993; Muzzi et al., 1999; Susil et al., 2003; King 2006; Powe et
al., 2004; Winter et al., 2006), citología y microbiología del líquido prostático, la
aspiración o biopsia de próstata (Smith, 2008) y la tomografía.

Esta última técnica se encuentra disponible en medicina veterinaria para la


evaluación de los trastornos del abdomen, incluidos los del tracto gastro intestinal y
el sistema reproductivo (Lee et al., 2011) Además, en los casos sospechosos de
enfermedad de la próstata, es prudente incluir también un hemograma completo, la
química del suero, así como un análisis de orina (Smith, 2008).

12
2.3 Enfermedades prostáticas

2.3.1 Hiperplasia prostática benigna (HPB)

El agrandamiento de la próstata con la edad es difícil de justificar como una lesión y


es común que este cambio sea llamado "la hiperplasia prostática benigna", para que
coincida con la condición humana (Foster, 2012).

Es la patología prostática más frecuente en perros (Christiansen, 2004). La


hiperplasia prostática benigna comienza como hiperplasia glandular a los 3 años de
edad, y a los 9 años se encuentran afectados el 95% de los animales. Sin embargo,
la mayoría no desarrollará signos clínicos asociados con la HPB. Es digno de
mención que la HPB es parte de un proceso de envejecimiento, que incluye tanto un
aumento del número de células (hiperplasia) como también un aumento en el
tamaño celular (hipertrofia) (Smith, 2008).

La hiperplasia prostática es el agrandamiento benigno de la próstata. El incremento


del número de células prostáticas es secundario a la estimulación hormonal
androgénica (Fossum, 1999). Aunque la patogenia de la HPB no se ha aclarado, es
evidente que la HPB se inicia con una alteración de los andrógenos, mediante un
aumento de receptores. Una sobreproducción de dihidrotestosterona dentro de la
próstata es el principal mediador para la HPB (Parry, 2006; Smith, 2008). Algunos
perros muestran signos clínicos con ampliación benigna de la próstata y esto se ha
denominado "Hiperplasia complicada" (Foster, 2012). Típicamente no hay signos
clínicos hasta que la condición ha progresado, hasta el punto de que el aumento de
la próstata causa tenesmo o hematuria (Smith, 2008). Existe obstrucción fecal en
lugar de la obstrucción urinaria como ocurre en los seres humanos (Foster, 2012).
Otros signos pueden incluir descarga uretral, hemospermia, o rara vez un
movimiento rígido secundario al aumento de la próstata (Smith, 2008). La HPB
puede predisponer a los perros machos intactos, al desarrollo de abscesos y quistes
(Paclikova et al., 2006; Freitag et al., 2007).

13
La castración es el tratamiento más eficaz para la eliminación de la influencia
hormonal en perros con HPB. La castración quirúrgica provoca una reducción del
70% en el tamaño de la glándula, después de la cirugía (Parry, 2006; Smith, 2008).
Actualmente, el tratamiento más común para la HPB es el finasteride, un esteroide
sintético inhibidor de la 5 α- reductasa tipo II, que se ha utilizado en humanos
durante más de una década en el manejo de la HPB (Smith, 2008).El 3D-CRT
(Radioterapia Tridimensional Conformacional), es un tratamiento eficaz, no invasivo
de la HPB que se asocia con efectos secundarios mínimos (Zhao et al., 2011).
Recientemente, el efecto de la toxina botulínica A (TBA), ha sido investigada en la
rata y en la próstata humana y ha demostrado que induce la atrofia de la próstata
canina. Este hallazgo es particularmente interesante y aporta una nueva visión de la
toxina botulínica. Así la administración de 250U de BT-A, no contribuyó a la
reducción del volumen prostático y no afectó negativamente a la calidad del semen
de los perros con la HPB, pero contribuyó a mejorar sustancialmente los signos
clínicos sin afectar la espermatogénesis y la maduración del epidídimo o el
comportamiento reproductivo. A pesar de la ausencia de efectos secundarios se
necesitan estudios de seguimiento para confirmar estos resultados (Mostachio et
al., 2012).

2.3.2 Abscesos prostáticos

La abscedación prostática es una secuela de la prostatitis crónica; acúmulos de


líquido purulento se encuentran dentro del parénquima de la próstata (Christiansen,
2004; Smith, 2008). Los signos clínicos suelen variar, dependiendo del tamaño y si
la infección se ha convertido en sistémica. En los perros con abscesos de la
próstata muy grande, puede haber signos de tenesmo o disuria debido a la presión
en el colon o la uretra, respectivamente. Descarga uretral, ya sea crónica o
intermitente, es un hallazgo frecuente en perros con abscesos prostáticos (Smith,
2008).

El tratamiento de abscedación prostática está dirigido al drenaje del absceso, ya sea


con la guía del ultrasonido o la cirugía, drenaje percutáneo guiado por ultrasonido.

14
La cirugía ha sido el tratamiento tradicional de elección de los abscesos prostáticos.
Las opciones quirúrgicas incluyen la colocación de drenajes de Penrose en el
absceso. En todos los casos, los antibióticos apropiados basados en cultivo y
sensibilidad, se deben utilizar en adición a otros tratamientos (Smith, 2008).

2.3.3 Quistes prostáticos

Un quiste prostático es una cavidad llena de líquido aséptico dentro o unido a la


próstata (Fossum, 1999). Los quistes son clasificados como quistes de retención o
quistes paraprostáticos. Los quistes de retención se forman cuando se llenan de
líquido las cavitaciones que se producen dentro del parénquima de la próstata.
Estos quistes normalmente comunican con la uretra. Los quistes paraprostáticos se
encuentran fuera de la próstata y han sido asociados a los restos del útero
masculino (Paclikova et al., 2006; Smith, 2008). Estos quistes paraprostáticos a
menudo son muy grandes y se pueden palpar transabdominalmente. Por lo general
se adjunta a la próstata a través de un tallo de tejido o adherencias (Smith, 2008).
Los quistes prostáticos también pueden ser una extensión de la HPB (Christiansen,
2004). En la HPB de próstata asociada con la edad en perros machos intactos, hay
distensión variable de acinos prostáticos para formar estructuras quísticas. Algunas
de estas distensiones son lo suficientemente grandes como para ser clasificadas
como quistes y algunas son de varios centímetros de diámetro y dan la apariencia
poliquística a la próstata (Foster, 2012). Se observó que la prevalencia de los
quistes de próstata en los adultos de razas grandes fue de aproximadamente el
14%, de los cuales, el 42% evidenció infección bacteriana (Smith, 2008). Los signos
clínicos se relacionan con el tamaño del quiste, compresión de la uretra y/o colon lo
que puede producir disuria o tenesmo (Christiansen, 2004).

La terapia tradicional para los quistes de próstata incluye desbridamiento quirúrgico,


omentalización, marsupialización, y la colocación de drenajes quirúrgicos. Estos
tratamientos suelen ser eficaces, pero las complicaciones son bastante frecuentes.
Nuevas técnicas, realizando el drenaje de los quistes mediante ultrasonido, se ha
convertido en un aceptable método de tratamiento. Sin embargo, los dueños de los

15
animales deben ser advertidos de la posibilidad potencial de "sembrar" bacterias, ya
que se ha observado que el 42% de los quistes pueden tener microorganismos
presentes. Además, los dueños de las mascotas deben estar conscientes que la
realización de múltiples procedimientos de drenaje, pueden ser necesarios para
resolver por completo los signos clínicos, en que la recidiva es común. El
tratamiento con finasteride o la castración para reducir el tamaño de la próstata, se
recomienda además de la aspiración del contenido del quiste (Smith, 2008).

2.3.4 Neoplasias prostáticas

Los tumores prostáticos pueden originarse a partir del tejido epitelial (carcinomas),
tejido del músculo liso (leiomiosarcoma) o estructuras vasculares
(hemangiosarcoma) (Fossum, 1999). Existen varios tipos de carcinomas en perros
incluyendo adenocarcinoma (presumiblemente de las glándulas), carcinoma de
células en transición (de los conductos prostáticos), carcinomas mixtos y
carcinomas de células escamosas (Foster, 2012). El adenocarcinoma prostático es
la neoplasia prostática de mayor prevalencia (Fossum, 1999; Christiansen, 2004;
Smith, 2008). Los tumores prostáticos son raros en perros, tendiendo a aparecer en
animales mayores de 10 años (Christiansen, 2004; Smith, 2008). Los perros con
cáncer de próstata por lo general se presentan con enfermedad avanzada que no
responde a terapia de privación de andrógenos. Similares a los humanos, los perros
afectados a menudo desarrollan metástasis osteoblásticas del hueso de la pelvis y/o
lumbar (Leroy y Northrup, 2009). Las células neoplásicas metastizan vía linfática
principalmente a linfonódulos regionales, cuerpos vertebrales y pulmón
(Christiansen, 2004). La apariencia de la próstata con neoplasia es muy variable en
su apariencia. En ocasiones la próstata esta considerablemente aumentada de
tamaño, mayor a 20 centímetros de diámetro, multinodular, asimétrica y con
adherencias a los tejidos adyacentes (Foster, 2012). Los signos clínicos asociados
con neoplasia prostática pueden variar en función del momento del diagnóstico, el
grado de invasión y la metástasis potencial. La mayoría de los signos clínicos
incluyen anorexia, pérdida de peso, hematuria, estranguria, tenesmo, y muchas
veces debilidad en los miembros posteriores (Smith, 2008).

16
El tratamiento de los perros con neoplasias prostáticas, es muchas veces ingrato y
no se ha demostrado que prolongue notablemente el tiempo de supervivencia. Por
desgracia, los perros se diagnostican tardíamente en el curso de la enfermedad y
las opciones efectivas de tratamiento son limitadas. Los perros que al mismo tiempo
sufren de HPB pueden beneficiarse de la castración que contribuirá a reducir la HPB
y mejora el control de la frecuencia urinaria. La radioterapia se ha utilizado para
reducir el tamaño de la próstata, pero no mejora los tiempos de supervivencia y es
logísticamente inviable. Protocolos de quimioterapia no han tenido mucho éxito en la
gestión de la neoplasia prostática. Opciones de tratamiento quirúrgico suelen dejar
al perro con incontinencia urinaria y puede ser técnicamente difícil. Debido a la
etapa de la enfermedad en el momento de ser diagnosticada y la falta de terapias
eficaces, la eutanasia a menudo se recomienda cuando se ve afectada la calidad de
vida (Smith, 2008).

2.3.5 Prostatitis

La Prostatitis aguda es la inflamación focal o difusa del parénquima prostático,


causada por microorganismos que llegan a la próstata (Christiansen, 2004). La
prostatitis se produce por una infección ascendente de organismos que viajan del
pene y prepucio a través de la uretra hasta la próstata. También existe una
posibilidad teórica de infección de la próstata desde la vejiga y la orina (Foster,
2012). La prostatitis aguda generalmente afecta a perros machos maduros que a
menudo se presentan con signos de enfermedad sistémica (por ejemplo: anorexia,
fiebre y depresión) (Smith, 2008). Tales casos tendrán edema y hemorragia
prostática y periprostática (Foster, 2012). Los perros machos generalmente tienen
suficientes mecanismos de defensa que protegen la próstata de la infección. Sin
embargo, cuando la próstata se ve comprometida con HPB o quistes, puede ocurrir
la prostatitis. En la mayoría de los casos, la próstata es colonizada por bacterias que
ascienden por la uretra, sin embargo también hay diseminación hematógena. La
bacteria aislada más comúnmente es la Escherichia coli. Otras bacterias que se han
aislado son Mycoplasma, Staphylococcus spp., Streptococcus spp., Klebsiella spp.,
Proteus mirabilis, Psedomonas spp. y Brucella canis (Smith, 2008). Una vez que las

17
bacterias infectan la próstata crecen dentro del lumen de la glándula, produciendo
endotoxinas y exotoxinas o bien sólo producen una respuesta inflamatoria. Es difícil
determinar el contorno de la próstata, con técnicas de palpación rectal, debido a
esta respuesta inflamatoria (Foster, 2012). Los signos clínicos asociados con la
prostatitis son generales, dolor abdominal caudal, paso torpe o poco natural (Smith,
2008).

La prostatitis crónica es una secuela de la prostatitis aguda o puede ser primaria en


perros sin antecedentes de enfermedad prostática, en tal caso sólo se presentará
sintomatología si el cuadro se acompaña de un absceso prostático. También, se
puede presentar secundaria a urolitiasis, infecciones urinarias o a modificaciones en
la arquitectura glandular, las cuales pueden interferir en la secreción y evacuación
del líquido prostático (quistes, neoplasias o metaplasia escamosa) (Christiansen,
2004).

El tratamiento de la prostatitis bacteriana requiere una prolongada terapia con


antibióticos para los que son sensibles, las opciones de antibióticos deben basarse
en el cultivo y la sensibilidad, así como la farmacocinética del antibiótico. El
tratamiento debe continuar durante al menos 4-6 semanas. Seguimiento de
exámenes de orina y cultivo de líquido prostático debe ser realizado antes del final
del tratamiento y 30 días después de la terapia y asegurar así la resolución de la
infección. La castración se recomienda como complemento al manejo médico de la
prostatitis, ya que la infección es más rápidamente controlada en comparación con
los machos sin castración (Smith, 2008).

18
3. OBJETIVOS

3.1 OBJETIVO GENERAL

Describir anatómica y radiográficamente la irrigación extraglandular de la próstata


en caninos.

3.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

3.2.1 Visualizar y describir la irrigación arterial de la próstata mediante inyección


intravascular con látex coloreado desde una perspectiva anatómica macroscópica.

3.2.2. Visualizar y describir la irrigación prostática a través de imágenes


radiográficas contrastadas.

19
4. MATERIALES Y MÉTODOS
Esta memoria de título fue realizada en el Laboratorio de Anatomía del
Departamento de Patología Animal y en el Laboratorio de Radiología del
Departamento de Ciencias Clínicas de la Facultad de Ciencias Veterinarias y
Pecuarias de la Universidad de Chile.

4.1 MATERIALES

4.1.1 MATERIAL BIOLÓGICO


Para el estudio anatómico y radiográfico se utilizaron cinco machos caninos
adultos, de raza mestiza, cuya edad osciló entre los tres y cinco años, de un peso
entre 15 a 20 kg, sin patologías prostáticas diagnosticadas, obtenidos de clínicas
veterinarias particulares (Clínica Veterinaria Placilla y Hospital Veterinario Cat-Dog)
y del Departamento de Sanidad Ambiental de la Municipalidad de Peñalolén.

4.1.2 MATERIAL CLÍNICO


 Medio de conservación (Formalina al 10%).
 Medio de fijación (Formalina al 5%).
 Instrumental de disección.
 Látex y pigmentos coloreados.
 Lupa para disección.
 Cámara fotográfica Sony Cybershot Digital
 Equipo de Rayos X marca General Electric Mod. Mobile 225 existente en la
Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.
 Medio de Contraste Radio Opaco Iodado (Diatrizoato de Sodio y Meglumina,
cuya composición por mililitro es:
660 mg de Diatrizoato de Meglumina.
100 mg de Diatrizoato de Sodio
4,8 mg (0,21 mEq de Sodio)
367 mg de Yodo.
pHajustado a 6,0 -7,6

20
4.2 MÉTODOS
4.2.1 Método Anatómico y Radiográfico

Para realizar este estudio, se utilizaron cinco ejemplares de cadáveres de


caninos machos mestizos obtenidos de clínicas veterinarias particulares y del
departamento de sanidad ambiental de la Municipalidad de Peñalolén, eutanasiados
en dichos lugares y trasladados al Laboratorio de Anatomía del Departamento de
Patología Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la
Universidad de Chile.

El procedimiento se realizó de la siguiente forma:

4.2.1.1 En el Laboratorio de Anatomía se inyectó, a través de una de las


arterias carótidas comunes de los ejemplares en estudio, 50 ml de
medio de contraste radio-opaco iodado (Diatrizoato de Sodio y
Meglumina).

4.2.1.2 Posteriormente, fueron llevados al laboratorio de Radiología del


Departamento de Ciencias Clínicas de la Universidad de Chile.

4.2.1.3 Se tomaron radiografías en vista ventro-dorsal y latero lateral de la


zona pelviana.

4.2.1.4 Posteriormente en dichas placas, se describieron los vasos


visualizados en las radiografías.

4.2.1.5 Los animales se trasladaron nuevamente al Laboratorio de


Anatomía y se procedió a su fijación, mediante perfusión
intravascular por gravedad vía Arteria Carótida Común, con
formalina al 5%.

21
4.2.1.6 Luego de 72 horas, se procedió a inyectar 150 ml de látex
coloreado a través de la misma vía arterial.

4.2.1.7 Posteriormente los ejemplares se conservaron a 4°C, hasta su


estudio anatómico.

4.2.1.8 Se abordó el ejemplar, seccionándolo transversalmente a nivel las


últimas vértebras lumbares, se removieron los órganos
abdominales hasta despejar vejiga y vaciar colon. Posteriormente,
se retiró la sínfisis pélvica y se despejó la próstata, uretra y sus
vasos.

4.2.1.9 Se disecó y se observó mediante lupa 5X, los vasos arteriales


regionales.

4.2.1.10 Se describieron los vasos visualizados a partir de la arteria


pudenda interna y las ramas que ingresan a la próstata.

4.2.1.11 Luego el material fue conservado por inmersión en formalina al


10% a temperatura ambiente, hasta la toma de las fotografías.

4.2.1.12 Los resultados fueron analizados y tabulados, comparando los


vasos sanguíneos descritos en cada ejemplar para hacer un
enfoque descriptivo y proporcional de acuerdo al número de casos
estudiados.

22
5. RESULTADOS

Tomando como referencia lo indicado por Evans y De Lahunta (2001), en el sentido


que el aporte arterial de la próstata deriva de la arteria ilíaca interna, que se
continúa en la arteria pudenda interna, la cual es un vaso más pequeño y ventral
que corre en dirección caudal sobre el tendón terminal del músculo Psoas Menor y
que a nivel de la articulación sacro ilíaca, formando un ángulo de 45°, da origen a la
arteria prostática (fig. N° 2), la que corre en dirección ventral en forma de arco
emitiendo dos ramas terminales, una craneal, la arteria del conducto deferente y una
caudal, la arteria Rectal Media, que irriga el recto, próstata y uretra (fig. N° 4). De la
arteria rectal media se originan las arterias prostáticas craneal, media y caudal que
ingresan a la cápsula de la glándula. Lo que corrobora lo descrito por Stefanov et al.
(2000)

Es así como, en 2 de 5 casos, la arteria prostática discurrió en dirección ventral


originando la rama craneal y la rama caudal (fig. N° 4 y 6) y en 3 de 5 ejemplares, la
arteria prostática generó una sola rama (fig. N° 1, 2 y 7).

En 2 de 5 casos la arteria prostática craneal, provino de la arteria del conducto


deferente y las arterias prostáticas media y caudal, de la arteria rectal media (fig N°
4 y 6). En los otros 3 ejemplares, las arterias prostáticas: craneal, media y caudal,
se originan directamente de la arteria prostática y no se presentan las arterias del
conducto deferente y la arteria rectal media (fig. N° 1, 2 y 7).

En 4 de 5 ejemplares, la rama craneal de la arteria prostática (arteria del conducto


deferente), derivó hacia vejiga (fig. N° 1, 2, 4 y 6), en 2 de 5 ejemplares, derivó a
uréteres a través de la arteria del conducto deferente (fig. N° 4 y 6) y en 1 de 5 la
rama ureteral proviene de la arteria prostática (fig., N° 1).

En 1 sólo ejemplar, la rama caudal de la arteria rectal media derivó hacia la


uretra.(fig. N° 4)

23
Independientemente de las ramificaciones, la arteria prostática ingresa siempre a la
cápsula de la glándula mediante las arterias prostáticas craneal, media y caudal, lo
que corrobora lo descrito por Stefanov, 2000.

El procedimiento experimental mediante radiografía contrastada, no tuvo el


resultado esperado y sólo permitió visualizar los grandes vasos arteriales, tales
como: Arteria Aorta, Arteria Ilíaca Externa, Arteria Ilíaca Interna, Arteria Glútea y
Arteria Femoral, ya que el medio de contraste no logró llegar a la vasculatura
prostática, debido probablemente a la utilización de ejemplares fallecidos.

24
6. MÉTODO ANATÓMICO
6.1 Ejemplar N° 1

Fig. N° 1 - Irrigación Prostática - Vista lateral (Aumento: 1,86X)

1: Arteria pudenda interna


2: Arteria prostática
3: Arteria prostática caudal
4: Arteria prostática media
5: Arteria prostática craneal
6: Próstata
7: Arteria vesical caudal.
8: Rama ureteral

En el Ejemplar N° 1, la arteria prostática (2), se origina en la arteria pudenda interna


(1), formando un ángulo de 45° y corre en dirección ventral, originando una sola
rama que presenta una parte craneal que irriga la vejiga (7) y uréteres (8) y una
parte caudal, que irriga la próstata en la superficie dorso lateral, mediante tres
ramas, las arterias prostáticas caudal (3), media (4) y craneal (5)

25
6.2 Ejemplar N° 2

7 1

5
3
4

Fig. N° 2 - Irrigación Prostática - Vista Oblicua (Aumento: 2,10X)

1: Arteria pudenda interna


2: Arteria prostática
3: Arteria prostática caudal
4: Arteria prostática media
5: Arteria prostática craneal
6: Próstata
7: Arteria vesical caudal

En el Ejemplar N° 2, la arteria prostática (2), se origina en la arteria pudenda interna


(1), formando un ángulo de 45° y corre en dirección ventral, originando una sola
rama que presenta una parte craneal que irriga la vejiga (7) y una parte caudal, que
irriga la próstata en la superficie dorso lateral, mediante tres ramas, las arterias
prostáticas caudal (3), media (4) y craneal (5).

26
6.3 Ejemplar N° 3

6.3.1 Bifurcación Prostática

Fig. N° 3 - Bifurcación Prostática - Vista Lateral (Aumento: 2,35X)

1: Arteria pudenda interna


2: Arteria prostática

27
6.3.2 Arterias Prostáticas

11

Fig. N° 4 - Arterias Prostáticas - Vista Lateral (Aumento: 2,00X)

1: Arteria prostática
2: Arteria rectal media
3: Arteria del conducto deferente
4: Arteria prostática craneal
5: Arteria prostática media
6: Arteria prostática caudal
7: Arteria rectal media (rama uretral)
8: Arteria vesical caudal
9: Arteria del conducto deferente (rama ureteral)
10: Vejiga
11: Próstata
12: Uretra

28
En el Ejemplar N° 3, la arteria prostática (1) corre en dirección ventral, originando
dos ramas:

 La rama caudal que corresponde a la arteria rectal media (2) que irriga la
próstata (11) en la superficie dorso lateral, mediante dos ramas, las arterias
prostáticas caudal (6) y arteria prostática media (5) y en su parte final la
uretra (12).
 La rama craneal que corresponde a la arteria del conducto deferente (3),
irriga a la próstata (11) mediante la arteria prostática craneal (4) e irriga
vejiga (10) y uréteres (9).

29
6.4 Ejemplar N° 4

6.4.1 Bifurcación Prostática

Fig. N° 5 - Bifurcación Arterial - Vista Lateral (Aumento: 2,23x)

1: Arteria pudenda interna


2: Arteria prostática

30
6.4.2 Arterias Prostáticas

Fig. N° 6 - Arterias Prostáticas - Vista Lateral (Aumento: 1,94X)

1: Arteria prostática
2: Arteria rectal media
3: Arteria del conducto deferente
4: Arteria prostática craneal
5: Arteria prostática media
6: Arteria prostática caudal
7: Arteria vesical caudal
8: Rama uretral
9: Próstata

31
En el Ejemplar N° 4, la arteria prostática (1) corre en dirección ventral, originando
dos ramas:
 La rama caudal que corresponde a la arteria rectal media(2), que irriga la
próstata (9) en la superficie dorso lateral, mediante dos ramas, las arterias
prostáticas caudal (6) y arteria prostática media (5).
 La rama craneal que corresponde a la arteria del conducto deferente(3),
irriga a la próstata (6) mediante la arteria prostática craneal (4) e irriga
vejiga y uréteres.

32
6.5 Ejemplar N° 5

Fig. N° 7 - Arterias Prostáticas - Vista Lateral (Aumento: 1,75X)

1: Arteria pudenda interna


2: Arteria prostática
3: Arteria prostática craneal
4: Arteria prostática media
5: Arteria prostática caudal
6: Próstata

En el Ejemplar N° 5, la arteria prostática (2) se origina en la arteria pudenda interna


(1), formando un ángulo de 45° y corre en dirección ventral, originando una sola
rama, que irriga a la próstata (6) en la superficie dorso lateral, mediante tres ramas,
las arterias prostáticas caudal (5), media (4) y craneal (3).

33
Tabla N°1:

Resumen de arterias comprometidas en la irrigación prostática observadas

mediante técnica de inyección intravascular con látex coloreado.

VASOS EJEMPLARES
1 2 3 4 5
A. pudenda interna + + + + +
A. prostática + + + + +
A. prostática craneal + + + + +
A. prostática media + + + + +
A. prostática caudal + + + + +
A. vesical caudal + + + +
Rama ureteral + + +
Rama uretral +
A. del conducto deferente (Rama craneal) + +
A. rectal media (Rama caudal) + +

34
7. MÉTODO RADIOGRÁFICO

7.1 Ejemplar N° 1

2
1

Fig. N° 8 Vista Latero Lateral (Aumento: - 1,67X)

1: Arteria aorta
2: Arteria ilíaca interna
3: Arteria ilíaca externa
4: Arteria femoral

35
7.2 Ejemplar N° 2

Fig. N° 9 Vista Ventro Dorsal (Aumento: - 1,87X)

1: Arteria aorta
2: Arteria ilíaca interna
3: Arteria glútea

36
7.3 Ejemplar N° 3

2
1

Fig. N° 10 Vista Latero Lateral (Aumento: - 1,56X)

1: Arteria aorta
2: Arteria ilíaca interna
3: Arteria glútea Arteria
4: ilíaca externa Arteria
5: femoral

37
7.4 Ejemplar N° 4

Fig. N° 11 Vista Latero Lateral (Aumento: - 0,75X)

1: Arteria aorta
2: Arteria ilíaca externa
3: Arteria femoral

38
7.5 Ejemplar N° 5

2
4

Fig. N° 12 Vista Ventro Dorsal (Aumento: - 2,15x)

1: Arteria aorta
2: Arteria ilíaca externa
3: Arteria femoral
4: Arteria ilíaca interna
5: Arteria pudenda interna

39
Tabla N°2:

Resumen de las arterias comprometidas en la irrigación prostática observadas

mediante técnica radiográfica con medio de contraste.

VASOS EJEMPLARES
1 2 3 4 5
Arteria aorta + + + + +
Arteria ilíaca externa + - + + +
Arteria ilíaca interna + + + - +
Arteria glútea - + + - +
Arteria femoral + - + + +
A. pudenda interna - - - - -
A. prostática - - - - -
A. prostática craneal - - - - -
A. prostática media - - - - -
A. prostática caudal - - - - -
Rama vesical - - - - -
Rama ureteral - - - - -
Rama uretral - - - - -
A. del conducto deferente - - - - -
A. rectal media - - - - -
(+) Se observan
(-) No se observan

40
8. DISCUSIÓN

Describir la distribución de los vasos sanguíneos de la próstata canina es


importante y útil para la comprensión del control fisiológico y ciertos procesos
patológicos de dicha glándula. La glándula prostática canina, comparte muchas
similitudes morfológicas y funcionales con la próstata humana. Los perros afectados
con cáncer de próstata, son modelos relevantes para esta enfermedad en humanos
(Leroy y Northrup, 2009).

El cáncer de próstata es una enfermedad devastadora, pero el derrumbe de las


barreras entre las especies está permitiendo a los investigadores de la medicina
veterinaria y humana, formar alianzas únicas para avanzar en la comprensión y
desarrollo de nuevas drogas (Argyle, 2009).

En los Estados Unidos, el cáncer de próstata es la causa principal de muerte por


cáncer entre los hombres y la tercera causa de muerte en todo el mundo (Yaseen et
al., 2010).

Además, el modelo canino se ha convertido en el modelo preferido para la


investigación sobre la prostatectomía en humanos. Puesto que la anatomía
neurovascular canina se asemeja a la de los humanos y es un modelo idóneo para
evaluar, por ejemplo, prostatectomías relacionadas con la función eréctil (Gianduzzo
et al., 2008).

Los resultados de este estudio describen que la arteria pudenda interna da origen a
la arteria prostática. La arteria prostática, en analogía con lo indicado en NAV
(2005), corre en dirección ventral originando la rama para el conducto deferente
(rama craneal) y la arteria rectal media (rama caudal). Debido a que la arteria
prostática se divide en dos grandes ramas, una hacia la vejiga y otra hacia la
próstata, Stefanov (2000) propuso que la arteria que se origina en la arteria
pudenda interna, se debería llamar "arteria pelviana". La rama caudal de la arteria
prostática, es decir, la arteria rectal media irriga uretra, recto y próstata, esta última,

41
antes de ingresar a la glándula, se divide en 3 vasos llamados: arteria prostática
craneal, arteria prostática media y arteria prostática caudal (Stefanov, 2004). Esto
difiere con lo que indica la Nómina Anatómica Veterinaria (2005), asunto que está
en discusión actualmente. De acuerdo con el presente estudio, los resultados
encontrados corresponden a los sugeridos por Stefanov (1999) en su tesis de
doctorado, utilizando para dicho fin la metodología por corrosión vascular.

El origen de la arteria prostática en el conejo (Oryctolagus cuniculus), surge de la


bifurcación entre la arteria ilíaca externa e interna, a diferencia de lo que
encontramos en la irrigación prostática canina (Kürtül et al., 2001).

A diferencia del perro, la arteria prostática del humano, proviene de distintas


arterias, en mayor porcentaje de la arteria pudenda, luego la arteria común del
glúteo pudendo, la arteria obturatriz y en menor porcentaje, desde la arteria vesical
(Bilhim et al., 2011). En el cerdo (Sus scrofa domestica), el suministro de sangre de
la arteria prostática proviene de la arteria vesical inferior (Sun et al., 2008). En este
trabajo, se encontró que en todos los perros analizados, la arteria prostática
provenía de la arteria pudenda interna, a pesar del pequeño número de ejemplares
estudiados.

En ratas (Rattus norvegicus), el suministro de sangre a la próstata proviene de la


arteria vesical que se origina de la ilíaca interna; las arterias vesicales superiores
viajan cerca de la base de las glándulas vesiculares y se dividen en la unión de la
vejiga, ventral a los lobos laterales de la próstata (Mcvary et al., 1994), a diferencia
de lo que ocurre en el perro, donde la arteria vesical proviene de la arteria
prostática.

El gato (Felis catus), es muy parecido al perro, la arteria prostática se deriva de la


arteria pudenda interna, y desde la arteria prostática surge la arteria vesical craneal
y caudal que irriga al conducto deferente, la uretra y la próstata (Erdogan, 2011).
Sin embargo, existe una pequeña diferencia, pues en el perro, la rama caudal de la
arteria prostática irriga la uretra, la próstata y el recto (Stefanov, 2004)

42
La próstata requiere un suministro continuo de andrógenos que proviene de la
vasculatura prostática, con el fin de mantener su estructura y función normales
(Shabsigh et al., 1999). Por lo tanto, conocer la irrigación de la próstata canina es
fundamental, puesto que si existe una patología resistente a medicamentos, sólo se
podría ligar la vasculatura y se adicionaría hormonoterapia con estrógenos
sintéticos, lo que produciría una atrofia prostática sin extraer la próstata completa
(Okumus et al., 2004).

43
9. CONCLUSIONES

o El método anatómico utilizado en este estudio, permitió visualizar y


describir la irrigación de la próstata en perros. Pudiendo determinar
que independiente de las ramificaciones de la arteria prostática, esta
irriga a la glándula, siempre por medio de tres ramas vasculares.

o Esta memoria podría constituir un aporte para posteriores estudios


morfológicos, normales y patológicos, (como por ejemplo, cáncer,
hiperplasia prostática benigna, etc.) y su proyección a la medicina
clínica y quirúrgica de la próstata.

o Este estudio permite la identificación selectiva de los vasos, para


evitar complicaciones isquémicas en la vejiga u otros órganos
pélvicos, en caso de cirugía de próstata.

o El método radiográfico contrastado utilizado, permitió sólo visualizar


los grandes vasos arteriales abdominales, debido probablemente al
hecho de inocular el medio de contraste en cadáveres.

44
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