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Elementos Que Interactúan en La Evaluación Del Aprendizaje

La evaluación del aprendizaje involucra cuatro fases: recopilación de información, interpretación de la información, emisión de un juicio de valor y toma de decisiones. Existen tres tipos principales de evaluación según sus agentes: la autoevaluación, en la que los estudiantes evalúan su propio aprendizaje; la coevaluación, en la que estudiantes y profesores comparten la responsabilidad de la evaluación; y la evaluación unidireccional, en la que el profesor evalúa a los estudiantes. La aplicación de la

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Elementos Que Interactúan en La Evaluación Del Aprendizaje

La evaluación del aprendizaje involucra cuatro fases: recopilación de información, interpretación de la información, emisión de un juicio de valor y toma de decisiones. Existen tres tipos principales de evaluación según sus agentes: la autoevaluación, en la que los estudiantes evalúan su propio aprendizaje; la coevaluación, en la que estudiantes y profesores comparten la responsabilidad de la evaluación; y la evaluación unidireccional, en la que el profesor evalúa a los estudiantes. La aplicación de la

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ELEMENTOS QUE INTERACTÚAN EN LA EVALUACIÓN

DEL APRENDIZAJE
2.1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN.

La evaluación se concibe como un proceso sistemático que permite obtener


información continua y significativa, interpretar la información para conocer la situación
del alumno y la alumna, con respecto a la construcción de su aprendizaje, en los
diferentes momentos del periodo escolar; formar juicios de valor con respecto a ese
proceso y tomar decisiones válidas y oportunas para adecuar las intervenciones
didácticas.

La evaluación es un proceso en el que se distinguen cuatro fases: recogida de


información, interpretación de la información, juicio de valor y adopción de medidas en
función al valor asignado.

2.1.1 Obtener información

Al llevar adelante el proceso de evaluación es necesario obtener información


relevante y útil que revele las capacidades desarrolladas en los alumnos, en función a
la competencia. El contenido de la información variará conforme al propósito que se
persiga con la evaluación.

2.1.2 Interpretar información

La información obtenida es interpretada con relación a unos referentes, por


ejemplo, con un propósito formativo se considerarán: los indicadores referidos a las
capacidades, la complejidad de las tareas que se proponen, los materiales didácticos
disponibles, el grado de motivación o de esfuerzo, las circunstancias externas
(familiares, sociales…), etc. Esto posibilita a que los datos recabados adquieran
significado pedagógico, es decir, permitan establecer hipótesis acerca de las posibles
causas de lo que está aconteciendo en el proceso de aprendizaje (logros, dificultades,
interferencias…), y de ese modo actuar en consecuencia y atribuir a tales logros o
dificultades determinadas razones.

2.1.3 Emitir juicio de valor.

Una vez obtenida e interpretada la información, conforme a la intencionalidad de


la evaluación, se estima la situación del estudiante con respecto al desarrollo de las
capacidades; la valoración se realiza teniendo como referente los indicadores que
refieren a éstas.
2.1.4 Tomar decisiones.

Una vez valorado el aprendizaje del alumno y la alumna, es preciso plantearse


si se procede a adoptar medidas y de qué tipo o alcance: para todo el grupo, para
algunos alumnos/as o para uno de ellos en particular. En este sentido, hay que tener en
cuenta que muchas veces las medidas que se plantean pensando en las necesidades
de algunos alumnos/as (o incluso de uno/a en particular) resultan beneficiosas también
para el conjunto del grupo.

En cualquier caso, habrá que procurar que las medidas adoptadas sean
coherentes con el propósito que se persigue. Si el objetivo es adaptar la intervención
pedagógica a las necesidades de los alumnos, las decisiones no pueden limitarse a
emitir una calificación.

2.2. CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN.

Permanente. Holística.

Contextualizada. Progresiva.

Innovadora. Coherente.

Flexible. Participativa.

Al servicio de valores. Sistemática.

2.3 FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN

La evaluación del aprendizaje cumple tres funciones:

Proporciona los antecedentes para que cada alumno y alumna comience el


proceso de enseñanza aprendizaje en el momento más adecuado, de modo que pueda
iniciar con éxito los nuevos aprendizajes. Sirve también para identificar las causas de
las deficiencias reiteradas en el logro del aprendizaje.

Mejora el proceso de enseñanza aprendizaje realizando la retroalimentación


del mismo.

Identifica el grado de aprendizaje de un o una alumno/a en cierto tiempo del


proceso educativo, con el fin de calificar y decidir la promoción.
2.4. CLASIFICACIÓN DE LA EVALUACIÓN SEGÚN SUS AGENTES
Según las personas que se involucren en el proceso de evaluación, se puede
hablar de una autoevaluación, coevaluación o una evaluación unidireccional y los
propósitos de sus agentes pueden ser diagnóstico, formativo o sumativo.
• Evaluación unidireccional.
En la evaluación unidireccional el/ la docente valora las producciones, las
actuaciones de los alumnos y alumnas.

La valoración se caracteriza por ser un proceso complejo, considerando que la


responsabilidad evaluativa recae sobre una sola persona. Por este motivo, el o la
docente deberá poseer un cuerpo de conocimientos sólidos acerca de los saberes que
evalúa en sus alumnos y alumnas; deberá conocer los procedimientos e instrumentos
evaluativos y seleccionar los más pertinentes conforme a los propósitos. Así mismo,
será capaz de interpretar las informaciones resultantes de la aplicación de los
instrumentos y valorar con criterios objetivos dichos resultados para tomar decisiones
que coadyuven al logro de mejores aprendizajes. La evaluación unidireccional exige
del/la docente el cumplimiento permanente de sus principios éticos.
• Autoevaluación.
En la autoevaluación el alumno y la alumna valoran su proceso de aprendizaje.
Su finalidad principal es contribuir a que los estudiantes aprendan a aprender; es decir,
procura de que éstos sean efectivamente protagonistas de su aprendizaje mediante la
toma de conciencia de cómo aprenden y consecuentemente sean capaces de
autorregular su propio proceso de aprendizaje. De este modo los alumnos irán
adquiriendo con ello mayor autonomía.

En este tipo de evaluación es el/la alumno/a, más que el/la docente, el/la que
ejerce el control sobre sus avances y/o dificultades: toma conciencia de los niveles de
aprendizaje alcanzados respecto a los objetivos propuestos, y es capaz de reorientar y
adaptar su actuación para resolver las tareas de forma adecuada.

Para la implementación efectiva de la autoevaluación es conveniente que el


docente dé pautas precisas para que el/la alumno/a realice la valoración con seriedad
y corrección, y no arbitrariamente ni por juego. Del mismo modo es importante que
éste/a sepa la influencia que su juicio tendrá en la valoración global que se realice
posteriormente sobre su actuación y progreso.

Al iniciar un nuevo proceso de aprendizaje, resulta pertinente facilitar a los/as


alumnos/as la información detallada acerca de los aspectos que deben valorar, para
que los estudiantes puedan auto observarse y examinar sus trabajos de manera
continua y responsable y, llegar así, a conclusiones reales que le permitan construir
mejor sus conocimientos.
• Coevaluación.
En la coevaluación la responsabilidad por la valoración del aprendizaje es
compartida; en la misma, participan más de una persona. Este concepto supone
diversas maneras de llevar a cabo la coevaluación, por ejemplo:

Un/a AGENTES QUE Un grupo de


alumno/a INTERACTÚAN EN compañeros
evalúa a LA COEVALUACIÓN evalúa a un
otro/a compañero en
alumno/a y particular y ese
viceversa. alumno al
grupo.
El o la docente
evalúa a un/a
alumno/a y ese/a
alumno/a evalúa
al docente.

Así mismo, la coevaluación puede llevarse a cabo en diferentes contextos y


momentos. Por ejemplo:

Después de la práctica de una serie de actividades o al finalizar un proceso de


enseñanza aprendizaje, alumnos/as y docentes pueden evaluar ciertos aspectos que
resulten interesantes destacar.

Concluido un trabajo en grupo, cada uno valora lo que le ha parecido más


interesante de los otros.

En un debate, se valora conjuntamente el interés de las actividades, el


contenido de los trabajos, los objetivos alcanzados, la suficiencia de los recursos,
actuaciones destacadas de algunos/as alumnos/as, etc.

Posterior a un proceso de aprendizaje, donde se le solicita a los alumnos que


contesten un cuestionario de manera anónima; esta estrategia permite que éstos opinen
con absoluta libertad sobre lo realizado, como así también posibilita contrastar sus
opiniones con la apreciación del/la docente.

Para efectivizar la coevaluación se establecerá pautas precisas que garanticen


la valoración real de lo observado. Ésta se realizará en un contexto de seriedad y
criticidad y no como un entretenimiento. Del mismo modo se aclarará la incidencia que
el juicio tendrá en la valoración global del aprendizaje que se realice a posteriori.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que si no hay costumbre en el grupo
grado de realizar prácticas evaluativas de este tipo, debe comenzarse por valorar
exclusivamente lo positivo. Muchos/as alumnos/as, incluso docentes y la sociedad en
general, creen que la evaluación es funcional en tanto se la utiliza para resaltar lo
negativo, lo mal hecho, para sancionar, para suspender. Esa misma es la que aplican
los/as alumnos/as cuando dicen lo que han hecho mal los otros.

La coevaluación, si bien señala los aspectos a mejorar, destaca los aspectos


positivos que constituyen fortalezas de la persona o del grupo evaluado. Así mismo, al
señalar los aspectos a mejorar, éstos deben estar acompañados de las propuestas de
solución.

Con la aplicación de la autoevaluación y la coevaluación, los/as


alumnos/as, además de regular su proceso de aprendizaje, ejercitan valores
muy importantes tales como la libertad, la justicia, la responsabilidad, la
honestidad, la tolerancia, la autocrítica y la crítica constructiva, entre otros.

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