Módulo 1 - Lectura 3

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Protecciones eléctricas

El efecto térmico se vuelve indeseable cuando no es esperado. Este caso se


da:
- El calentamiento de los conductores en las líneas eléctricas, los que
condiciona la sección de estos en función de la intensidad de la corriente que
los atraviesa.
- En los conductores que forman los bobinados de transformadores,
motores y generadores, los que nos limita su potencia nominal.
- En resistencias que tienen la misión de limitar corriente y tensión al
ser conectadas en serie con la carga (reóstatos, potenciómetros, resistores en
circuitos electrónicos, etc.).
- En ciertos fallos, como el cortocircuito y la sobrecarga, que pueden
llegar a dañar las instalaciones eléctricas si no se emplea la protección
adecuada.
El cortocircuito se produce cuando se unen accidentalmente las dos
partes activas del circuito eléctrico. Estos accidentes suelen ser provocados
por un error en el montaje de la instalación, un fallo de un aislamiento que
separa las partes activas o por una falsa maniobra.
En un cortocircuito, la intensidad de corriente que aparece es muy
elevada, debido a que la única resistencia que existe en el circuito es la propia
de los conductores de línea. (Alcalde San Miguel, 2003, p. 39)

En función de la ley de Ohm, tenemos:


Icc = U
RL
En el caso de que la resistencia de línea (la que está presente en el cortocircuito) sea
muy baja o la tensión muy elevada, la corriente puede alcanzar varios miles de
amperios. Si la fuerte intensidad no se corta de forma inmediata, los conductores se
destruyen por los efectos del calor (Q = 0,24 x RL x I2 x t) en un corto periodo de
tiempo que incluso a veces no llega ni a unos pocos milisegundos (Alcalde San
Miguel, 2003).

Se produce la sobrecarga cuando hacemos pasar por un conductor eléctrico


más intensidad de corriente que la nominal (intensidad para la que ha sido
calculada la línea).
Las sobrecargas pueden venir provocadas por conectar demasiados
receptores en una línea eléctrica, por el mal funcionamiento de un receptor que
tiende a un mayor consumo eléctrico o por un motor eléctrico que es obligado
a trabajar a más potencia que su nominal.
Las sobrecargas originan un aumento de intensidad por los conductores
que, con el tiempo suficiente, puede llegar a provocar su destrucción por
elevación de temperatura.
Para medir una sobrecarga, hay que tener en cuenta dos factores:
- El número de veces que se supera la corriente nominal.
- El tiempo que dura la sobrecarga.
Una sobrecarga produce daños cuando estos dos factores son
considerables. Así, por ejemplo, si provocamos una sobrecarga en un
conductor de dos veces su intensidad nominal durante unos pocos segundos,
seguro que el conductor no sufre daños. Sin embargo, si el tiempo es de horas,
esta sobreintensidad puede llegar a dañar seriamente los aislantes del
conductor. (Alcalde San Miguel, 2003, pp. 39-40)

Para proteger a los conductores de los cortocircuitos se emplean los fusibles, y para
las sobrecargas, se emplean los interruptores automáticos.
Un fusible está compuesto por un hilo conductor de menor sección que los
conductores de la línea. En caso de una sobrecarga o cortocircuito, la
intensidad se eleva a valores peligrosos para los conductores de la línea, y el
fusible, que es más débil, se funde debido al efecto Joule, interrumpiendo el
circuito antes de que la intensidad de corriente alcance valores peligrosos.
(Alcalde San Miguel, 2003, p. 40)

Esta acción se realiza como si fuera una pequeña explosión cuyas partículas de metal
fundido se convierten en gas metálico. Esto transforma la zona en conductora y
genera un arco eléctrico entre los contactos del fusible, lo que provoca una
continuación del cortocircuito hasta la destrucción de la instalación.
Cuanto mayor es la corriente del corto, más difícil será apagar el arco. Es por ello que,
para evitar este fenómeno, los hilos fusibles se sitúan dentro de una cámara de
extinción, cuya función es apagar el arco de forma rápida y efectiva.
El poder de corte de un fusible es la capacidad de cortar su tensión nominal en caso
de un cortocircuito. Si decimos que: en una instalación la corriente se estima en 30
000 A (30 kA), el cartucho fusible deberá poseer un poder de corte superior a esa
intensidad, con fusibles de hasta 120 kA.

Los fusibles están calibrados según su corriente nominal, que nos indica el valor que
puede circular por él sin fundirse. Los fabricantes nos suministran una tabla con
diferentes curvas que indican, según la intensidad nominal seleccionada, el tiempo de
disparo en función del valor de la intensidad de cortocircuito.

Los Interruptores Automáticos (IA) sustituyen en muchas aplicaciones a los fusibles,


ya que protegen bien contra los cortocircuitos y actúan frente a las sobrecargas más
rápido y de forma más selectiva.
En instalaciones eléctricas de baja potencia, como viviendas unifamiliares o locales
comerciales, se instala un cuadro de mando y protección con varios interruptores
automáticos bajo el nombre de Pequeños Interruptores Automáticos (PIA), según la
denominación de la Asociación Eléctrica Argentina (AEA).
Hay interruptores de uno, dos, tres y cuatro polos. Los PIA están calibrados a partir
de su corriente nominal, que indica el valor que puede circular por él sin accionarse.
Hay que considerar que el poder de ruptura es inferior al de los fusibles.
Al igual que el caso anterior, los fabricantes nos suministran una tabla con diferentes
curvas que nos indican, el tiempo de disparo según la intensidad nominal
seleccionada. Para conseguir apagar el arco que se produce en la desconexión entre
los contactos del interruptor, se dispone de una cámara de extinción.
1. Circuitos en serie, paralelo y mixtos

El montaje de receptores en serie y paralelo ocupa un lugar especial dentro de


la electrotecnia. El cálculo de las magnitudes eléctricas que se dan en los
circuitos, como tensión, intensidad, resistencia y potencia, depende de la forma
en que están acoplados los receptores.
Por lo general, en la industria y las viviendas, los receptores se instalan
en paralelo. No obstante, en muchas ocasiones, aparecen partes de la
instalación que quedan interconectadas en serie, por lo que es muy importante
realizar un estudio detallado de esta forma de conexión.
Acoplar varios receptores [resistencias] en serie es ir conectando el
terminal de salida de uno con el de entrada del otro, sucesivamente. (Alcalde
San Miguel, 2003, p. 46)

Si en esta condición hacemos un circuito al que le aplicamos una tensión U, al cerrar


el interruptor, el conjunto de las tres resistencias quedará sometido a la tensión U del
generador. Esto hará que surja una corriente I, que se establecerá en todas las
resistencias por igual. En cada una de ellas provocará una caída de tensión que no
es más que una tensión aplicada a cada resistencia. La suma de dichas tensiones es
igual a la tensión aplicada al conjunto.

De aquí se desprenden dos propiedades del circuito en serie:

- La corriente I que circula por el circuito es la misma para cada resistencia.


- La suma de las tensiones aplicadas a cada resistencia (caída de tensión) es igual
a la tensión de la fuente.
Lo que ve la fuente es una sola resistencia, es la llamada resistencia total o
equivalente (RT), y no es más que la suma de todas las resistencias puestas en serie.
Si aplicamos la ley de Ohm, podemos hallar el valor de la corriente:

I=U
RT

Donde: RT=R1+R2+ … +Rn

Con el mismo criterio, podemos hallar la potencia eléctrica en cada resistencia y la


potencia total que ve la fuente:

PT=P1+P2+ … +Pn

Acoplar varios receptores en paralelo es conectar los terminales de dichos receptores


entre sí. De aquí se desprenden dos propiedades del circuito paralelo:

- La tensión U de la fuente es la tensión aplicada a cada resistencia.


- El valor de la I que circula por cada resistencia se obtiene aplicando la Ley de
Ohm.

La corriente total que la fuente debe entregar será la suma de las distintas corrientes
que circulan en cada receptor (ver Leyes de Kirchhoff). Si aplicamos la Ley de Ohm:

IT=U
RT

1
𝑅𝑇 =
1 1 1 1
𝑅1 + 𝑅2 + 𝑅3 + ⋯ + 𝑅𝑛
Con el mismo criterio, podemos hallar la potencia eléctrica en cada resistencia y la
potencia total que ve la fuente:

PT=P1+P2+ … +Pn
2. Leyes de Kirchhoff

La ley de Ohm no es suficiente en sí misma para analizar circuitos. Pero cuando se


le une con las dos leyes de Kirchhoff, hay un conjunto suficiente y eficaz de
herramientas para analizar gran variedad de circuitos eléctricos.
Las leyes de Kirchhoff fueron introducidas en 1847 por el físico alemán Gustav Robert
Kirchhoff (1824-1887). Se las conoce formalmente como la ley de corriente de
Kirchhoff (LCK) y la ley de tensión de Kirchhoff (LTK).
La primera ley de Kirchhoff se basa en la ley de la conservación de la carga, de
acuerdo con la cual la suma algebraica de las cargas dentro de un sistema no puede
cambiar.
La ley de corriente de Kirchhoff (LCK) establece que la suma algebraica de las
corrientes que entran a un nodo (o frontera cerrada) es cero.
Al igual que es posible conectar receptores en serie o en paralelo, en ocasiones
pueden aparecer circuitos con receptores acoplados en serie mezclados con
receptores conectados en paralelo, son los denominados circuitos mixtos.
Para resolver este tipo de circuitos, hay que seguir los siguientes pasos:
- Reducir a su circuito equivalente aquellas partes del circuito que estén claramente
acopladas, ya sea en serie o en paralelo.
- Dibujar sucesivamente los nuevos circuitos equivalentes obtenidos, indicando las
magnitudes conocidas y desconocidas.
- Calcular las magnitudes desconocidas del circuito desde los circuitos equivalentes
más reducidos hasta el circuito original.
Referencias

Alcalde San Miguel, P. (2003). Electrotecnia. Thomson Paraninfo.

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