Tutela A Ips

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Señor

JUEZ DEL CIRCUITO DE SINCELEJO (REPARTO).


E. S. D.

REF: ACCIÓN DE TUTELA

ACCIONANTE: NORA DEL CARMEN SALGADO MERCADO

ACCIONADO: IPS CORDOBA- SEDE SINCELEJO 1

NORA DEL CARMEN SALGADO MERCADO, mayor de edad, domiciliada y residente en


esta ciudad, identificada como se registra al pie de mi firma; actuando en nombre propio; con
todo respeto manifiesto a usted que en ejercicio del derecho de TUTELA consagrado en el
artículo 86 de la Constitución Política y reglamentado por el Decreto 2591 de 1991, por este
escrito formulo ACCIÓN DE TUTELA contra la IPS CORDOBA- SEDE SINCELEJO 1, a fin
de que se ordene dentro de un plazo prudencial perentorio, en amparo de mis derechos
fundamentales de DERECHO A LA SALUD y VIDA EN CONDICIONES DIGNAS, sea
resuelto el Derecho de petición que presentó la suscrita ante la accionada y que como
consecuencia de ello me sea ordenado la entrega del medicamento ordenado por mi médico
tratante.

HECHOS Y OMISIONES QUE FUNDAMENTAN LA ACCIÓN

1. Fui diagnosticada con cáncer de mama, cuya masa ha venido aumentando, por lo
que se ordenaron estudios de ecocardiograma, los cuales arrojaron como resultados,
que ambas mamas reportan tejido fobroglandular.

2. Luego de esto, se me ordenó la práctica de una cirugía plástica y posteriormente una


biopsia de lo extraído.

3. El resultado de estos estudios arrojó que el tejido mamario izquierdo muestra un


tumor epitelial maligno infiltrante constituido por conductos con células tumorales.

4. Me encuentro actualmente afiliada al sistema de salud en la, IPS CORDOBA- SEDE


SINCELEJO 1 por medio del régimen contributivo.

5. A la fecha, no me han sido autorizados los procedimientos ni los medicamentos que


necesito para el tratamiento de mi enfermedad y por tanto mi calidad de vida se está
viendo afectada.

6. No cuento con recursos propios para sufragar los gastos de estos medicamentos y
procedimientos ordenados de forma particular, debido a mi avanzada edad, dependo
económicamente de mis hijos.
DERECHOS FUNDAMENTALES VIOLADOS

La IPS CORDOBA SEDE SINCELEJO, con la omisión de no autorizar y entregar los


medicamentos que me fueron ordenados por mí médico tratante está vulnerando mis
derechos fundamentales a la SALUD y VIDA DIGNA, pues la Corte Constitucional en su
amplia jurisprudencia ha establecido la protección especial que tienen los pacientes con
enfermedades degenerativas, crónicas o congénitas, por lo que mi estado de salud cada vez
se ve más afectado, así mismo, mi edad me imposibilita acceder a un empleo que me genere
ingresos económicos, con el fin de sostenerme y correr con todos los gastos que mi
enfermedad acarrea, por lo que solicito al juez de tutela, la protección mis derechos
fundamentales.

En el artículo 11 de la Constitución Política dice que: ARTÍCULO 11. El derecho a la vida es


inviolable. No habrá pena de muerte.”

En el artículo 1 de la misma se señala que:

“ARTICULO 1o. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de


República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales,
democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el
trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés
general.”

Es decir que en nuestro Estado social de Derecho nos fundamos en el respeto a la vida pero
más aún el de vivir en condiciones de dignidad, no es solo el estado biológico de “vivir” sino
que sean en unas condicione que dignifiquen a la persona, que se pueda desarrollar y poder
hacer como cualquier persona y si existe algún tipo de limitación que impida eso, el Estado
debe hacer lo posible por mejorar su calidad de vida, es decir cuando nos encontramos ante
una persona en estado de Discapacidad que es un sujeto de especial protección por parte de
Estado.

En la sentencia T-444 de 1.999 la Corte Constitucional señalo que:

“En reiterada jurisprudencia, esta Corporación ha sostenido que el derecho constitucional


fundamental a la vida no significa la simple posibilidad de existir sin tener en cuenta las
condiciones en que ello se haga, sino que, por el contrario, supone la garantía de una
existencia digna, que implica para el individuo la mayor posibilidad de despliegue de sus
facultades corporales y espirituales, de manera que cualquier circunstancia que impida el
desarrollo normal de la persona, siendo evitable de alguna manera, compromete el derecho
consagrado en el artículo 11 de la Constitución. Así, no solamente aquellas actuaciones u
omisiones que conducen a la extinción de la persona como tal, o que la ponen en peligro de
desaparecer son contrarias a la referida disposición superior, sino también todas las
circunstancias que incomodan su existencia hasta el punto de hacerla insoportable. Una de
ellas, ha dicho la Corte, es el dolor cuando puede evitarse o suprimirse, cuya extensión
injustificada no amenaza, sino que vulnera efectivamente la vida de la persona, entendida
como el derecho a una existencia digna. También quebranta esta garantía constitucional el
someter a un individuo a un estado fuera de lo normal con respecto a los demás, cuando
puede ser como ellos y la consecución de ese estado se encuentra en manos de otros; con
más veras cuando ello puede alcanzarlo el Estado, principal obligado a establecer
condiciones de bienestar para sus asociados.”
EL DERECHO A LA SALUD ES UN DERECHO FUNDAMENTAL AUTONOMO

De conformidad con lo anterior el alto tribunal Constitucional señalo en la sentencia T-299


del 2.015:
“4.3.1. La Constitución Política en el artículo 49 establece el carácter dual de derecho y
servicio público de la salud, garantizando a todas las personas el acceso a su promoción,
prevención y recuperación; y endilgando al Estado la obligación de organizar, dirigir y
reglamentar la prestación de dicho servicio.

Por virtud de dicha dualidad, la salud adquiere características distintas frente a los dos
escenarios en los cuales se desarrolla. Así, al tratarse de un derecho, el mismo deberá
garantizarse de manera oportuna, eficiente y con calidad, de conformidad con los principios
de continuidad e integralidad; y en lo que respecta a su rol de servicio público, éste deberá
regirse por los tres principios establecidos por la Constitución (CP art. 48), a saber:
eficiencia, universalidad y solidaridad. Estos últimos son desarrollados por la Ley 1751 de
2015 en la que además se adiciona el principio de integralidad.

4.3.2. Paralelo a lo anterior, cabe anotar que en la jurisprudencia la salud como derecho ha
sido tratada de distintas maneras. En principio, se le atribuyó un carácter prestacional, en
virtud del cual se podía invocar su protección por vía de tutela sólo en el caso de que se
estuviese vulnerando un derecho fundamental. Esta doctrina fue conocida como la teoría de
la conexidad, a partir de la cual debía probarse que el desconocimiento del derecho aludido
incidía directamente en una garantía iusfundamental.

Sin embargo, en años recientes, la salud ha sido categorizada como un derecho


fundamental, al considerar que contribuye –desde una perspectiva subjetiva– a la realización
de las funciones y actividades propias del ser humano, lo que genera a su vez mayores
probabilidades de alcanzar un proyecto de vida, como garantía directamente vinculada con
los derechos de libertad. En este orden de ideas, en una de las sentencias más importantes
sobre el tema, se señaló que:

“Así pues, considerando que ‘son fundamentales (i) aquellos derechos respecto de los
cuales existe consenso sobre su naturaleza fundamental y (ii) todo derecho constitucional
que funcionalmente esté dirigido a lograr la dignidad humana y sea traducible en un derecho
subjetivo’, la Corte señaló en la Sentencia T-859 de 2003 que el derecho a la salud es un
derecho fundamental, ‘de manera autónoma’, cuando se puede concretar en una garantía
subjetiva derivada de las normas que rigen el derecho a la salud, advirtiendo que algunas de
estas se encuentran en la Constitución misma, otras en el bloque de constitucionalidad y la
mayoría, finalmente, en las leyes y demás normas que crean y estructuran el Sistema
Nacional de Salud, y definen los servicios específicos a los que las personas tienen
derecho.”

Este reconocimiento de carácter fundamental del derecho a la salud también fue adoptado
por el legislador en la Ley 1751 de 2.015, la cual dispone que:

“Artículo 2. Naturaleza y contenido del derecho fundamental a la salud. El derecho


fundamental a la salud es autónomo e irrenunciable en lo individual y en lo colectivo.
Comprende el acceso a los servicios de salud de manera oportuna, eficaz y con calidad para
la preservación, el mejoramiento y la promoción de la salud. El Estado adoptará políticas
para asegurar la igualdad de trato y oportunidades en el acceso a las actividades de
promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y paliación para todas las
personas. De conformidad con el artículo 49 de la Constitución Política, su prestación como
servicio público esencial obligatorio, se ejecuta bajo la indelegable dirección, supervisión,
organización, regulación, coordinación y control del Estado”.

PRETENSIONES

1. Solicito muy respetuosamente al Juez Constitucional, tutele los derechos fundamentales


invocados y en consecuencia ordénele a la IPS CORDOBA SEDE SINCELEJO, la
autorización y la entrega de los medicamentos y procedimientos ordenados por el médico
tratante, para el tratamiento de mi enfermedad.

2. En caso de ordenarse procedimientos y estos no estén disponibles en mi lugar de


domicilio, solicito se me suministren los gastos de transporte de mi persona y mi
acompañante.

PROCEDENCIA Y LEGITIMIDAD

Esta acción de Tutela es procedente de conformidad con lo establecido en los artículos 1,


2,5, y 9 del Decreto 2591/91, ya que lo que se pretende es que se garantice los derechos
fundamentales petición, debido proceso, derecho a la salud, y a la vida en condiciones
dignas , ya que, la petición consiste en una orden para que aquel respecto de quien se
solicita la tutela actúe o se abstenga de hacerlo según el inciso segundo del artículo 86 de la
C. P. Siendo únicamente aceptables como otros medios de defensa judicial, para los fines
de exclusión de la acción de tutela, aquellos que resulten aptos para hacer efectivo el
derecho, es decir, que no tienen tal carácter los mecanismos que carezcan de conducencia y
eficacia jurídica para la real garantía de los derechos.

Para los efectos de que trata el artículo 37 y 38 del Decreto 2591 de 1991, manifiesto bajo
juramento que, con anterioridad a ésta acción no he promovido acción similar por los mismos
hechos.

PRUEBAS

Solicito se tengan como pruebas las siguientes, tendientes a demostrar los hechos de ésta
acción:

- Copia ampliada de mi Cedula


- Copia de las órdenes de procedimientos por del médico tratante.
- Copia de las formulas medicas por el médico tratante.
- Historia clínica.

NOTIFICACIONES

La IPS CORDOBA SEDE SINCELEJO, recibe notificaciones en la Carrera 25 # 20a-18,


Sincelejo, Sucre.

La suscrito recibe notificaciones en: CALLE 23#41 A 54 BARRIO LAS MARGARITAS


Teléfono: 2801849
Atentamente,

NORA DEL CARMEN SALGADO MERCADO


CC: 22886026 expedida los Palmitos.

ESTUDIANTES: YORELIS OVIEDO ANAYA Y ANDREA MENDOZA MARTILIANO.


DERECHO IX SEMESTRE.

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