LITIGACION ORALkl

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POLICÍA NACIONAL DEL ECUADOR

SUBDIRECCIÓN TÉCNICO CIENTÍFICA


POLICÍA NACIONAL DEL ECUADOR
GESTIÓN DE CAPACITACIÓN
DIRECCIÓN NACIONAL DE ASESORÍA JURÍDICA DE LA POLICÍA
MÓDULO DE DINAMICAS DE SANGRE
NACIONAL

“LITIGACIÓN ORAL”

2023
INDICE
INTRODUCCIÓN:............................................................................................................................3
UNIDAD I y II ....................................................................................................................................3
LA EXPRESIÓN "DERECHOS FUNDAMENTALES ..................................................................3
DERECHOS Y GARANTÍAS .........................................................................................................3
DERECHOS Y DEBERES .............................................................................................................4
CONCIENCIA Y LUCHA POR LOS DERECHOS ......................................................................5
LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS ............................................................................................5
CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES ............................................6
CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES ..................................................7
PARA SU ESTUDIO LOS DERECHOS FUNDAMENTALES HAN SIDO CLASIFICADOS
EN:.....................................................................................................................................................7
LA PROPIA DENOMINACIÓN DE ESTOS DERECHOS DEJA TRASLUCIR SUS
OBJETIVOS. ....................................................................................................................................7
EL DEBIDO PROCESO .................................................................................................................8
DERECHO A LA DEFENSA ........................................................................................................10
PRINCIPIOS RECTORES DEL DERECHO PROCESAL........................................................10
DEBIDO PROCESO Y DERECHO A LA DEFENSA ................................................................10
EL DERECHO A LA DEFENSA TÉCNICA EFECTIVA EN EL PROCESO PENAL .............12
ASPECTOS ESENCIALES PARA PROPORCIONAR DEFENSA TÉCNICA Y EFECTIVA
.........................................................................................................................................................13
UNIDAD III Y IV .............................................................................................................................14
DEBER OBJETIVO DE CUIDADO .............................................................................................14
UNIDAD V ......................................................................................................................................16
BIEN JURIDICO PROTEGIDO……………………………………………………………………………..………………16
INTRODUCCIÓN:
El Derecho es una de las carreras tradicionales con más historia en nuestro país y sigue
siendo hasta hoy, una de las más imprescindibles en las instituciones del estado. Estudiar
o conocer el derecho por parte de los peritos, permite no solo ser parte de diferentes
procesos judiciales y administrativos, sino colaborar con el bienestar social en defensa de
la justicia, sustentando adecuadamente los informes periciales.

UNIDAD I y II
LA EXPRESIÓN "DERECHOS FUNDAMENTALES" hace referencia a aquellas cualidades
o valores esenciales y permanentes del ser humano que son objeto de protección jurídica.
Con esta denominación nos referimos también a los derechos que están reconocidos y
garantizados por la Constitución política del Estado, que es el nivel superior de toda
jerarquía normativa.

Vale señalar que la expresión "derechos humanos", según los especialistas en la materia,
se presenta en nuestro tiempo como un concepto de contenido más amplio y se refiere a
las exigencias relacionadas con los valores de dignidad, de libertad e igualdad del ser
humano que no han logrado aún su reconocimiento positivo.

DERECHOS Y GARANTÍAS
Tradicionalmente se han identificado o confundido los términos "derechos' y "garantías".
Actualmente se establece las diferencias entre los conceptos.

Los Derechos son aquellas facultades o valores esenciales que tiene cada persona y que
están reconocidos por el orden jurídico nacional e internacional; el reconocimiento expreso
de un derecho significa que no hay trabas para su ejercicio, salvo las limitaciones
establecidas por el mismo ordenamiento jurídico.

En cambio, las Garantías son los medios o instrumentos jurídicos establecidos para
asegurar el libre ejercicio de los derechos. Es decir, estas garantías están previstas para
proteger a los derechos cuando estos son vulnerados. Por lo tanto, sirven de freno contra
la arbitrariedad y la ilegalidad.

Las garantías que están determinadas por la propia Constitución, son generalmente de
carácter procesal; así, la acción de amparo o de tutela, el hábeas corpus, hábeas data,
acción de inconstitucionalidad, entre otras.

DERECHOS Y DEBERES
Al hablar del tema de los derechos no podemos dejar de referirnos a los deberes, pues
éstos son el aspecto correlativo de los primeros: a cada derecho corresponde un deber. Se
trata de dos dimensiones de única realidad. Los derechos fundamentales (y los derechos
humanos en general) tienen que ser concebidos en esta doble e inesperable dimensión de
derechos-deberes.

Lo dicho halla su fundamento en la propia naturaleza del ser humano, ser sociable por
excelencia. La misma convivencia social exige la interrelación de los derechos con sus
correlativos deberes.

Además, el derecho -o mundo jurídico- no se considera en abstracto, sino conectado con


la sociedad concreta, donde las personas, al interactuar, dan origen a un complejo sistema
de derechos-deberes.

La conducta humana, tomada en su integridad, se mueve dentro de esta simultánea


correlación: por un lado, ejercemos derechos, y por otro, cumplimos deberes. Por lo tanto,
no es posible adoptar una concepción aislada que nos lleve a pensar erróneamente que
sólo poseemos derechos, liberándonos así de los deberes.

Una actitud semejante constituiría una conducta arbitraria, pues como bien señalara Kant
_quien mejor desarrollo esta correlación- el derecho sin deberes es sólo arbitrariedad
subjetiva.

En nuestra Constitución Política está presente la correlación derecho-deber. Igualmente se


establece -como en todas las constituciones actuales- los correlativos derechos y deberes
tanto de los gobernantes para con los gobernados, como de éstos para con la sociedad y
el Estado.
CONCIENCIA Y LUCHA POR LOS DERECHOS
Bien se podría afirmar que la lucha por el respeto de los derechos y libertades
fundamentales del hombre se confunde con la historia misma de la humanidad. Desde la
antigüedad más remota, los diversos pueblos y civilizaciones fueron estableciendo estos
atributos humanos esenciales y básicos -vale decir derechos- para hacer posible una vida
digna, justa y libre.

Esta lucha por los derechos va unidad al esfuerzo por limitar el poder de los gobernantes,
pues los principales enemigos de las libertades y derechos han sido, y siguen siéndolo, los
despotismo y totalitarismos de cualquier especie.

Para limitar el poder del Estado se han proclamado diversas doctrinas políticas ue luego
fueron recogidas por los ordenamientos jurídicos. Ejemplo de ello es la doctrina de la
separación de los tres clásicos poderes, así como el control ejercido en diversos niveles
sobre los órganos del Estado. Finalmente se ha llegado a la conclusión de que tan sólo un
sistema democrático tendrá vigencia los derechos y libertades fundamentales.

Surgieron, de este modo, diferentes documentos como la Carta Magna Inglesa de 1215 o
algunos fueron españoles de esta misma época, para llegar a las modernas declaraciones
de derechos (la norteamericana y la francesa de fines del siglo XVIII) que fueron acogidas
universalmente y, al mismo tiempo, incluidas en los textos constitucionales que a lo largo
del siglo pasado elaboraron los Estados.

En el siglo XX, el campo de los derechos será ampliado, dándoles un vigoroso contenido
acorde con las exigencias vitales de la comunidad política. Estos nuevos derechos
orientarán la acción de los gobernantes y se convertirán en objetivos concretos que deben
ser alcanzados por el Estado.

LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS


El ser humano tiene una dimensión básica que es su dignidad; ésta es la raíz de todos los
derechos fundamentales, Dicho de otro modo, todos los derechos se deprenden de la
dignidad inherente a la persona humana. Unánimemente, las corrientes de pensamiento
han coincidido en afirmar que los hombres, sin excepción, tienen derecho a llevar una vida
digna de seres humanos.

Cuando en el mundo actual se ha buscado un factor de convergencia que una a los diversos
pueblos y culturas, con la finalidad de fundamentar los derechos humanos, establecer un
sistema de valores comunes y legitimar el carácter universal de los derechos, este factor
aglutinante ha sido el concepto de dignidad humana.

Toda persona tiene una dignidad que lo diferencia y lo eleva sobre su entorno. Esta
dignidad, que debe ser respetada, implica una serie de exigencias, las cuales constituyen
los derechos y libertades esenciales, que deben ser igualmente respetados y reconocidos.

La dimensión ética de la dignidad hace que el hombre no deba ser nunca instrumentalizado,
como un simple medio al servicio de otros objetivos. El hombre será siempre el principio
orientador de toda organización social y política. Es el origen y el fin del Estado y así se
formula e las nuevas constituciones.

Como decíamos, la dignidad de la persona está en la raíz de todos sus derechos, pero hay
algunos donde esa dimensión ética del ser humano se hace más patente. Así, por ejemplo,
en derechos tales como la integración física y moral, la libertad de conciencia y de religión,
la no discriminación, el derecho al honor, a la intimidad personal, etcétera.

La dignidad humana fue un concepto afín en las doctrinas religiosas monoteístas. La


doctrina cristiana lo fundamento sólidamente al proclamar que los hombres fueron creados
a imagen de Dios, hijos del mismo Padre y, por lo tanto, hermanos con los mismos
derechos.

CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES


* De conformidad con la naturaleza del ser humano, los derechos fundamentales se
caracterizan por ser inviolables e irrenunciables.

* Son inalienables en cuanto no pueden ser transferidos a otras personas, a diferencia de


lo que sucede en los demás derechos.

Son, además, imprescriptibles porque no se adquieren ni se pierden por el simple


transcurso del tiempo, como ocurre con el resto de los derechos adquiridos o derivados.

* En cuanto a su número, los derechos son ilimitados, lo cual impide realizar una
enumeración taxativa de los mismos; ésta será, necesariamente, enunciativa, por lo que en
muchas constituciones, al establecer los derechos fundamentales, se deja la posibilidad de
que pueda haber otros derechos. Así lo hace la Constitución del Ecuador en su Art. 19.

* Los derechos fundamentales no pueden considerarse como absolutos, como ilimitados en


cuanto se refiere a su goce y ejercicio. Como dice un distinguido autor "no debe haber
libertad contra la libertad...que ningún individuo ni grupo use sus derechos y libertades para
destruir los derechos y libertades del hombre..." Los límites están dados por el mismo
convivir social: comúnmente suele decirse que el derecho de una persona termina donde
comienza el derecho de los demás.

La Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano expresa que: ...el
ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene más límites que aquellos que
aseguran a los demás miembros de la sociedad el goce de los mismos derechos" (Art.4).

Efectivamente se establece como límites: el orden público, la moral, los derechos de


terceros y la seguridad de todos o las justas exigencias del bien común.

CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

PARA SU ESTUDIO LOS DERECHOS FUNDAMENTALES HAN SIDO CLASIFICADOS


EN:
1. Derechos Civiles y Políticos. - Fueron los primeros en aparecer y en ser reconocidos,
especialmente a partir del constitucionalismo clásico en el siglo XVIII. Están conformados
por los derechos típicamente individuales, es decir, otorgados a la persona con
independencia de su ubicación como parte de un grupo social.

Tienen como fin principal el de garantizar la vida, la libertad en sus diversas


manifestaciones, la igualdad ante la Ley, la seguridad de la libre circulación, reunión y
asociación, la propiedad privada, entre otros derechos.

A estos derechos civiles se agregan los derechos políticos, es decir aquellos, que poseen
únicamente las personas que ostentan la calidad de ciudadanos, de donde viene la
expresión "gozar de los derechos de ciudadanía".

2. Derechos económicos, sociales y culturales. - Se caracterizan por superar el viejo


esquema del individualismo al considerarse que estos derechos, en su mayoría,
corresponden a las personas en cuanto forman parte integrante de un grupo social
determinado y tiene la finalidad de asegurar la satisfacción de sus necesidades vitales.

LA PROPIA DENOMINACIÓN DE ESTOS DERECHOS DEJA TRASLUCIR SUS


OBJETIVOS.
Tienen que ver con el amplio mundo del trabajo, de la previsión y seguridad social, con los
derechos de la familia y con las exigencias vitales de la sociedad, como son: salarios justos,
salud, educación, acceso a la vivienda y a los servicios públicos, función social de la
propiedad y otras más. A las normas constitucionales que los consagran, solemos llamarlas
normas programáticas.

Al asegurar estos derechos a los miembros de la comunidad se busca implantar la justicia


social. Sin embargo, los derechos económicos, sociales y culturales son de difícil
concreción. Su realización efectiva está condicionada por el grado de desarrollo socio-
económico y político de los Estados.

En cuanto a los derechos civiles y políticos, la protección y garantía que debe dar el Estado
se resume en no violarlos, en no lesionarlos mediante su acción u omisión. Para ello se
señalan los límites de la actividad estatal. Es decir, se establece un Estado pasivo, cuya
obligación es la de abstenerse.

En cambio, en los derechos económicos, sociales y culturales, la obligación del Estado es


crear las condiciones necesarias para satisfacer los requerimientos de carácter económico,
social y cultural de la población, o de remover los obstáculos que impiden tal satisfacción.
Estos derechos son de aplicación progresiva, mientras que los civiles y políticos son de
aplicación inmediata.

En cuanto a los derechos de la tercera generación, que son los más nuevos, necesitan de
la cooperación y solidaridad internacional para ser desarrollados, superando las
limitaciones propias de cada Estado.

No hay duda que todos los derechos forman una unidad indisoluble que fortalece su
carácter indivisible. No se contraponen, más bien se complementan. Entre los derechos
fundamentales hay una estrecha interrelación e interdependencia.

EL DEBIDO PROCESO
Frente a este aspecto es necesario comenzar induciendo sus vocablos, términos e
instituciones jurídicas, con el fin de orientar hacia una crítica y meta- comprensión de este
aspecto jurídico que es de trascendental importancia en el desarrollo de todo el proceso
penal, ya que ello permite garantizar la seguridad jurídica a cada uno de los sujetos
procesales y en general a la sociedad que es la que vigila la actuación de todos los
operadores de justicia, en especial del fiscal y del juzgador, que son los que tienen mayor
protagonismo en un proceso penal.
El vocablo proceso viene del latín processus, que es la acción de seguir adelante; que
aplicado al derecho es hacerlo y sustanciarlo hasta alcanzar la sentencia, pasando por
todas las etapas del proceso penal; la Constitución de la República en el artículo 169 utiliza
e término sistema procesal, pero para significar un conjunto de reglas y principios
organizados dentro de una materia.

En nuestro caso el proceso es el penal, al relacionarlo con el delito, respecto de su tipicidad,


sanción y juzgamiento, aspectos contemplados en las normas constitucionales y legales,
que se utilizan para la realización de la justicia que no menciona el artículo precedente.

¿Es de gran importancia referirse a lo que manifiesta Ferrajoli sobre el debido proceso,
quien dice?: ¿Y expresa los valores democráticos del respeto a la persona del imputado, la
igualdad entre las partes contendientes y la necesidad práctica? además de la fecundidad
lógica- de la refutación de la pretensión punitiva y de su exposición al control por parte del
acusado? (FERRAJOLI, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal).

En síntesis, se puede definir al debido proceso y al sistema procesal penal, como el conjunto
de principios y procedimientos sucesivos ordenados, dentro de los cuales se investiga un
delito, cuya finalidad fundamental es llegar a buscar la verdad de un hecho llamado delito,
pero siempre respetando los derechos del procesado- acusado.

La palabra debido se deriva del participio de deber, que significa lo que es lícito y éste viene
del latín licitus; que se traduce como justo y que es de la ley; por lo tanto, el término debido
proceso, etimológicamente significa seguir con la ley. Proceder viene del verbo proceder,
¿que en derecho es? ¿Iniciar o seguir procedimiento criminal contra alguien? (Diccionario
Encarta 2009); que en síntesis y desde el punto de vista jurídico sería proceder
debidamente, proceder con estricto apego a la ley procesal en todo el desarrollo del proceso
penal, con el objeto de garantizar todos y cada uno de los derechos fundamentales de los
sujetos procesales.

A esta institución jurídica varios pensadores le han definido así: ?En términos concretos,
podrá decirse que el debido proceso es el conjunto de derechos y garantías que protegen
a la persona de los posibles excesos o riesgos de abuso o desbordamiento de la autoridad
del Estado??. (VACA, Ricardo, 2007).
DERECHO A LA DEFENSA
El debido proceso para el derecho de defensa, es el conjunto de derechos y garantías
constitucionales y legales que preservan o tutelan al procesado dentro de una acción penal,
para defenderse y evitar que los operadores de justicia se extralimiten en la aplicación del
Derecho Procesal Penal. ¿Las normas procesales harán efectivas las garantías del debido
proceso, así lo explica expresamente el artículo 169 de la Constitución de la República? El
sistema procesal es un medio para la realización de la justicia. Las normas procesales
consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y
economía procesal y harán efectivas las garantías del debido proceso. No se sacrificará la
justicia por a la sola omisión de formalidades.?

PRINCIPIOS RECTORES DEL DERECHO PROCESAL


Por lo indicado y considerando lo dispuesto por la norma constitucional antes manifestada,
el Derecho procesal Penal, que es el que establece los procedimientos que deben seguirse
para aplicar el derecho sustantivo penal, deben regirse estrictamente a los principios de
simplicidad, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía procesal, siendo su
finalidad esencial la de garantizar cada uno de los derechos de los sujetos procesales,
haciendo así afectivas las garantías del debido proceso y por ende alcanzando una
administración de justicia creíble, transparente , rápida, sin contradicciones y de gran
trascendencia en la sociedad.

Es preciso indicar que el Derecho Procesal Penal, es la rama del Derecho Público, que
tiene por objeto regular la atribuciones de los operadores de justicia y la participación y
formalidades de los sujetos procesales, dentro de un juicio penal, donde se investiga un
delito que se le atribuye a un procesado o acusado determinado, pero que para su
juzgamiento es necesario que se le garantice el debido proceso, que es el ideal máximo
que persigue el juzgador, para cristalizar una adecuada administración de justicia.

DEBIDO PROCESO Y DERECHO A LA DEFENSA


El derecho de defensa, como se ha dicho al principio se refiere exclusivamente a lo material,
propia del procesado y que es activa y pasiva; la una hace uso de su palabra y la otra se
reserva el uso de la palabra.

El Derecho Procesal Penal, hace referencia al debido proceso desde un punto de vista
general, haciendo referencia a todas las etapas o fases del proceso penal, hasta la
culminación del trámite, donde deben cumplirse todos y cada uno de los principios del
debido proceso, que están determinados en los artículo 75 al 82 de la Constitución de la
República, del 1 al 15 del Código de Procedimiento Penal, del 4 al 13 del Código Orgánico
de la Función Judicial, siendo los más significativos los siguientes: Presunción de inocencia,
inmediación, contradicción, derecho a la defensa, simplificación, uniformidad, eficacia,
eficiencia, celeridad, economía procesal, in dubio pro reo, igualdad de oportunidades de los
sujetos procesales, imparcialidad del juzgador y conoce y resuelve cada uno de los casos
puestos a su conocimiento.

La norma jurídica considera al debido proceso como garantía y al derecho de defensa como
principio. La garantía son los derechos que reconoce la Constitución de la República y la
ley, a los ciudadanos inmersos en una contienda penal; y, principio en cambio es un
enunciado normativo general del Derecho.

El proceso es un medio para asegurar, en a la mayor medida posible, la solución justa de


una controversia, a lo cual contribuyen el conjunto de actos de diversas características
generalmente reunidos bajo el concepto de debido proceso legal. En este sentido, en el
artículo 8.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos consagra los
lineamientos generales del denominado debido proceso legal o derecho de defensa
procesal.

Es por ello que toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad, durante el proceso, toda
perna tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas como el
derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no
comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; comunicación previa y detallada al
inculpado de la acusación formulada; concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa; derecho del inculpado de defenderse
personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y
privadamente con su defensor; derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor
proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el inculpado
no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley;
derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes ene l tribunal y de obtener la
comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre
los hechos; derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable,
y derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. (Artículo 8.2 Convención
Americana sobre Derechos Humanos, 22 de noviembre de 1969, San José Costa Rica).
Por lo indicado anteriormente, el debido proceso no es un principio procesal como lo
sostienen varios tratadistas, sino una garantía procesal constitucional que abarca a todos
los principios procesales. El debido proceso es el todo y el principio es una parte del todo:
el universo está constituido por un conjunto de elementos. La garantía asegura y protege
contra algún riesgo y el principio se aplica para que se cumpla el primer presupuesto
jurídico.

EL DERECHO A LA DEFENSA TÉCNICA EFECTIVA EN EL PROCESO PENAL


¿El abogado es un letrado en el campo del Derecho y su misión es defender a los que
carecen de este conocimiento y es estudioso de esta rama Ralph Waldo Emerson expresa?
Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: ¿el derecho a instruirlas?

Las personas que se encuentre afectada por la atribución de un delito, tienen el derecho a
ser auspiciado por un profesional del Derecho. De este enunciado nace en la doctrina la
defensa técnica, como si el Derecho requiere un tecnicismo; vale hacer un análisis de forma
sobre este particular para determinar si la terminología jurídica es propia y semánticamente
precisa.

La voz ciencia, se origina del latín sciencia que es el conjunto de conocimiento


sistematizados; y, el vocablo técnico viene del latín technicus, arte, por lo que técnica se
deriva de arte. Pues el Derecho, posee esa categoría estructural basada en e l pensamiento
de justicia y convivencia social y la vez se plasma en normas jurídicas mediante la
aplicación objetiva, por parte del juzgador quien administra justicia en cada caso concreto
la ley, la Constitución de la República, los tratados ya cuerdos internacionales, en relación
con el hecho y las pruebas de cargo y de descargo que han sido solicitadas, ordenadas,
practicadas e incorporadas por los sujetos procesales.

Por lo indicado, el Derecho es una ciencia porque está estructurado por un conocimiento
científico y que a la vez es arte porque se requiere de procedimientos técnicos para
manifestarse. Es ciencia dentro de la categoría social y arte en el ámbito de su aplicación:
se basa en propósitos de justicia para una mejor convivencia social y para transformarlos
en normas se hace menester habilidad creativa.

¿Para Ferrajoli el derecho a la defensa consiste en? La defensa, que tendencialmente no


tiene espacio en el proceso inquisitivo, es el más importante instrumento de impulso y de
control del método de prueba acusatorio, consistente precisamente en el contradictorio
entre hipótesis de acusación y de defensa y las pruebas y contrapruebas correspondientes.
La epistemología que está en la base de este método no permite juicios potestativos, sino
que requiere, como tutela de la presunción de inocencia, un procedimiento de investigación
basado en el conflicto, aunque sea regulado y ritualizado, entre partes contrapuestas.?
FERRAJOLI, Luigi, Derecho y Razón. Teoría del Garantismo Penal).

ASPECTOS ESENCIALES PARA PROPORCIONAR DEFENSA TÉCNICA Y EFECTIVA


Indudablemente para realizar una defensa técnica y efectiva, se requiere de un
conocimiento de las normas sustantivas y adjetivas penales, a más de las constitucionales
y de los tratados y acuerdos internacionales, porque se puede conocer el Derecho Penal a
profundidad, pero no se puede dominar el Derecho Procesal, como el Derecho
Constitucional, donde están reguladas las garantías y derechos de los ciudadanos y todos
los principios del debido proceso; pues resultará un fracaso si sucedería así, es como
conocer la madera pero nos ser aserrador: conjugar la ciencia y el arte es una operación
matemática, infalible.

Las normas penales se conjugarán con exactitud con el proceso penal, donde debe inspirar
al profesional defender los derechos de su patrocinado, para lo cual actuará de manera
transparente, con lealtad procesal y buena fe y fundamentalmente con conocimiento del
hecho fáctico y de las normas jurídicas aplicables al caso concreto, para de esta forma
garantizar los derechos de su defendido.

A le defensa técnica se la puede definir así: Es la ejercida por un abogado especialista en


una materia determinada, con conocimientos efectivos y acertados en el Derecho
Sustantivo y Adjetivo Penal, la Constitución de la República, los tratados y acuerdos
internacionales delos cuales el Ecuador es parte, a fin de que esté en capacidad de orientar
al inculpado para su defensa material y presentar pruebas, alegatos, argumentos,
objeciones, impugnaciones y recursos que consagra la ley, en todo el desarrollo del proceso
penal; entonces se tiene como objetivo hacer respetar la normativa legal todos los principios
del debido proceso, los principios generales del Derecho, aspectos que deben ser
garantizados por el juez o tribunal que está conociendo el caso y que finalmente la
competencia de resolverlo en estricto apego a Derecho, lo cual permitirá que la sociedad
tenga un alto grado de confiabilidad en la administración de justicia y en todos y cada uno
de los operadores de justicia en materia penal.
UNIDAD III Y IV

DEBER OBJETIVO DE CUIDADO


La teoría del delito de transito es una construcción metodológica que analiza al hombre
como actor primordial, al vehículo como medio de transporte y a la vía con sus condiciones
urbanas o rurales, sin dejar de lado el factor ambiental; esto permite al operador de justicia
como al abogado, identificar si la realización de un hecho de transito es penalmente
relevante y si acarrea responsabilidad punitiva para el causante del mismo. Esta
sistematización dogmática, al ser producto social, se desarrolla históricamente y busca
concretar una responsabilidad exigida como condición para la imposición de la pena.

Cuando analizamos el desarrollo del concepto de accidente de tránsito en materia penal,


se observa que, fundamentalmente, se ha modificado la definición con la aparición del
Código Orgánico Integral Penal. En la Ley de tránsito se definía al accidente como las “(…)
infracciones de tránsito, las acciones u omisiones que pudiendo ser previstas, pero no
queridas por el agente, se verifican por negligencia, imprudencia, impericia, o por
inobservancia de las leyes, reglamentos y ordenanzas de tránsito, o de ordenes legitimas
de las autoridades y agente de transito”. Es decir, el accidente de tránsito es un suceso
derivado de la culpa en la circulación y consecuentemente produce danos materiales,
lesiones a las personas y hasta la muerte.

De lo anterior, se deduce que existe una estrecha vinculación entre lo humano y lo material,
lo primero constituido por los peatones, conductores y pasajeros, y lo segundo, por las vías
y los vehículos. En este sentido, el Código Orgánico Integral Penal individualiza la conducta
culposa como prohibida, ya que esta se particulariza por la forma de seleccionar
mentalmente los medios y de dirigir la causalidad que produce el accidente de tránsito, por
lo que resulta indispensable considerar todas las circunstancias que rodean al accidente, a
efectos de determinar si esa conducta fue programada, ajustándose al deber objetivo de
cuidado o en forma violatoria del
mismo.

Frecuentemente, el deber objetivo de cuidado se halla establecido en la ley, como sucede


en las actividades reglamentadas, tales como conducir vehículos motorizados con casco.
La violación de los preceptos reglamentarios constituye un indicio de violación al deber
objetivo de cuidado, que es sancionado como una contravención mas no como un delito,
dado que no siempre la infracción a la ley agota todas las posibles formas de violación al
deber objetivo de cuidado que pueden darse en la actividad que reglamenta, y siempre se
acude a alguna fórmula general para poder determinarla, por lo que es importante
considerar que la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, Transito y Seguridad Vial es
complementada por el Código Orgánico Integral Penal al sancionar la violación del deber
objetivo de cuidado en los delitos de tránsito.

En tales circunstancias podemos vincular que las acciones u omisiones manifestadas en el


concepto de accidente de tránsito, constituyen una forma activa que viola el deber objetivo
de cuidado, ya que actuar imprudentemente se manifiesta en actos realizados con ligereza
y sin considerar riesgos, con un cierto desprecio por las consecuencias que se puedan
derivar de su conducta prohibida y cuyas derivaciones causan danos a terceros, por lo que
el causante debe responder por las secuelas producidas.

Se considera que la imprudencia aparece cuando el ser humano, al obrar precipitadamente,


no prevé las circunstancias perjudiciales a las que arriba con posterioridad. Se caracteriza
por la falta de atención o cautela en el actuar del individuo, incurriendo en ella, ya sea por
acción u omisión manifestada.

Pero, cuando el ser humano identificado como conductor, a sabiendas que los sistemas
mecánicos se encuentran con falta de mantenimiento o con un funcionamiento deficiente,
decide conducir, este riesgo creado en la conducción también viola el precepto de deber
objetivo de cuidado, en cuyo caso los danos previsibles en el vehículo no constituyen fuero
alguno para determinar su responsabilidad, ya que al igual que en la forma activa, el riesgo
generado deriva danos a terceros por lo que el causante debe responder por las secuelas
producidas.

Con lo indicado, podemos decir que al hecho culposo en materia penal de transito se integra
la conducta del conductor, tanto por el resultado como por el nexo de causalidad entre
ambos. La conducta puede expresarse en forma de acción (actividad voluntaria o
involuntaria) y de omisión, comprendiendo esta ultima la omisión simple y la comisión por
omisión, que es la denominada teoría de la conditio sine que non, del latin condicion
esencial” o “condicion indispensable”, entendida como un mecanismo para atribuir a un
factor la categoría de causa, que implica que un acontecimiento es causa de un resultado
cuando no pueda ser suprimido mentalmente, sin que el mencionado resultado
desaparezca, la cual se enuncia como un conjunto de condiciones positivas o negativas
concurrentes en la producción de un accidente de tránsito; y, siendo las condiciones
equivalentes, es decir, de igual valor dentro del proceso causal, cada una de ellas adquieren
la categoría de causa, puesto que, si se suprime mentalmente una condicion, el resultado
no se produce. Basta suponer hipotéticamente suprimida la actividad del ser humano para
comprobar la existencia del nexo de causalidad, pues si el conductor respeta la normativa
y no realiza la maniobra prohibida, evidentemente el resultado no se produce, es decir no
se origina el accidente; lo anterior constituye únicamente un ejemplo de comprobación de
la operación de la teoría de la conditio sine qua non. Es así que el nexo causal nace en
determinados cursos causales acumulativos o irregulares, la intervención de circunstancias
que de forma acumulada originan o producen el accidente de tránsito. Un resultado que es
objetivamente imputable y más cuando el conductor ha creado un riesgo no permitido, que
se realiza en su configuración concreta y se encuentra dentro del ámbito de la protección
de la norma, exige la imposición de una pena en rescate de las víctimas.

UNIDAD V
BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

En la actualidad la teoría del bien jurídico, salvo el caso del funcionalismo de Jackobs, es
comúnmente aceptada por la doctrina y la jurisprudencia. En efecto, se ha establecido que
la misión de la norma penal (que es distinto a Derecho penal) es proteger los bienes
jurídicos fundamentales considerándose por tales a aquellos bienes establecidos en la
Constitución, que, desde este punto de vista, establece un catálogo de bienes que deben
ser respetados y tutelados, pero es este mismo cuerpo normativo el que establece una
limitación en el poder de intervención estatal para sancionar las conductas más violentas
que atenten contra dicha lista de bienes, pues de ella mismo se desprende la técnica de
protección mediante otras ramas del derecho como el derecho civil, el administrativo, el
laboral, etc., son la que deben aplicarse antes que la prevista en el sistema penal.
Análisis Doctrinario

¿Muñoz Conde establece que? La norma penal funciona protegiendo las condiciones
elementales mínimas para la convivencia y motivando, al mismo tiempo, en los individuos,
que se abstengan de dañar esas condiciones elementales. ?, no obstante, aquello
la finalidad protectora de la norma penal ha sido duramente criticada:

? El mito del bien jurídico protegido o tutelado, que se racionaliza con la


teoría imperativita del derecho, presupone aceptar la eficacia protectora del
poder punitivo consagrada de modo pretendidamente deductivo, según el
cual, si una norma prohíbe una acción que lo lesiona, es porque lo tutela o
protege y, por ende, al no poder prohibir resultados la pena adquiere un
sentido policial preventivo. Se trata de una premisa que consiste en un juicio
falso: las normas protegen o tutelan bienes jurídicos. Este juicio, al
verificarse la operatividad del poder punitivo, al menos en la mayoría de los
casos, resulta con un valor de verdad falso?

¿Ahora bien, esas? Condiciones elementales mínimas para la convivencia? ¿Son lo


que se ha dado en llamar” bienes jurídicos”, a los que puede conceptualizar
cómo? Aquellos presupuestos que la persona necesita para la autorrealización en la vida
social". Por manera que existe, una doble acepción de bien jurídico: ¿una cómo? Concepto
indispensable para hacer efectivo el principio de residida, pero no es, en modo alguno, un
concepto legitimante del poder punitivo (de lege lata ni de legeferenda). Por ello no debe
confundirse el uso limitativo del concepto de bien jurídico con su uso legitimante, dado que
este último termina acuñando un verdadero concepto legitimante diferenciado, que es el
pretendido bien jurídico tutelado?

A fin de verificar el garantismo configurado por vía constitucional, corresponde por


tanto analizar el bien jurídico desde el punto de vista limitativo, es decir, que es necesario
para la intervención penal la afectación grave o puesta en peligro de un bien jurídico ya que
el principio de lesividad impone que no haya tipicidad sin lesión u ofensa a un bien jurídico,
que puede consistir en una lesión en sentido estricto o en un peligro. En este último caso
debemos mencionar que la nueva estructuración de la sociedad de riesgos y el
establecimiento de nuevos bienes jurídicos dignos de protección han implicado un gran
crecimiento de los delitos de peligro, los cuales consisten en la anticipación o
adelantamiento de las barreras de protección del Derecho penal, permitiendo que este
instrumento, que funcionaba generalmente ex post, tienda en los actuales momentos a
funcionar ex ante, eliminando la fuente de peligro. Ello es criticable, porque esto ha
permitido que la expansión del poder punitivo del estado sea mucho más grande y
descontrolada pues bajo estos parámetros se retoman las ideas del simbolismo del
Derecho penal, pero adicionalmente el principio de legalidad en materia penal se vuelve a
des configurar porque la definición de peligro, o fuente de peligro es de lo más variada y
arbitraria.

El autor Jesús María Silva Sánchez, ¿decía al respecto de esta expansión qué? No
es difícil constatar la existencia de una tendencia claramente dominante en la legislación
hacia la introducción de nuevos tipos penales, así como a una agravación de los ya
existentes, que cabe enclavar en el marco general de la restricción, o la «reinterpretación
de las garantías clásicas del Derecho penal sustantivo y del Derecho procesal penal.
Creación de nuevos «bienes jurídico-penales», ampliación de los espacios de riesgos
jurídico-penalmente relevantes, flexibilización de las reglas de imputación y relativización
de los principios político-criminales de garantía no serían sino aspectos de esta tendencia
general, a la que cabe referirse con el término “expansión». Tal «expansión» es, por cierto,
una característica innegable del Código penal español de 1995 y la valoración positiva que
importantes sectores doctrinales han realizado del mismo pone de relieve cómo la tópica
«huida (selectiva) al Derecho penal» no es sólo cuestión de legisladores superficiales y
frívolos, sino que empieza a tener una cobertura ideológica de la que hasta hace poco
carecía?

La lesión o puesta en peligro del bien jurídico protegido ha de ser de tal magnitud
que implique por consiguiente la intervención del Derecho penal, de manera que aquellas
conductas o afectaciones insignificantes, no constituyen lesividad material. De allí surge el
denominado principio de insignificancia o de bagatela, según el cual las afectaciones
insignificantes de bienes jurídicos no constituyen lesividad relevante a los fines de la
tipicidad objetiva.
Para el autor argentino Esteban Righi, la protección del derecho penal no es
absoluta, sino parcial pues se admiten casos de afectación de un mismo bien jurídico que
no son punibles penalmente. Cita a modo de ejemplo, la penalización de determinadas
acciones que afectan el derecho de propiedad, como el caso del hurto, y no otras que son
excluidas del ámbito del derecho penal, como el caso del mero incumplimiento contractual.
¿Ello ocurre por? Aplicación del llamado principio de intervención mínima, en cuya virtud
las normas penales deben limitarse a proteger los intereses colectivos o individuales,
cuando ello es imprescindible para la vida en comunidad. Consiguientemente, el remedio
penal debe ser utilizado por el Estado como ultima ratio, es decir, cuando han fracasado
todos los instrumentos previos de que dispone. ¿Ésa es la razón por la cual los bienes
jurídicos no deben ser protegidos con sanciones penales cuando es posible tutelarlos con
recursos menos gravosos, que por ser menos severos no necesariamente resultan menos
eficientes?

Finalmente debemos mencionar, ¿con el padre del garantismo penal Luigi Ferrajoli
establece que? La lesión de un bien jurídico debe ser condición necesaria, aunque nunca
suficiente para justificar su prohibición y punición como delito?

FASES DE LA AUDIENCIA EN EL SISTEMA DE ACUSACIÓN ORAL


(ACUSATORIO)

Artículo 5.- Principios procesales.-

El derecho al debido proceso penal, sin perjuicio de otros establecidos en la Constitución de


la República, los instrumentos internacionales ratificados por el Estado u otras normas
jurídicas, se regirá por los siguientes principios:

Oralidad: el proceso se desarrollará mediante el sistema oral y las decisiones se tomarán en


audiencia; se utilizarán los medios técnicos disponibles para dejar constancia y registrar las
actuaciones procesales; y, los sujetos procesales recurrirán a medios escritos en los casos
previstos en este Código.

Artículo 560.- Oralidad.- El Sistema procesal penal se fundamenta en el principio de


oralidad que se desarrolla en las audiencias previstas en este Código. Deberán constar o
reducir a escrito:

1. La denuncia y la acusación particular.

2. Las constancias de las actuaciones investigativas, los partes o informes policiales,


informes periciales, las versiones, testimonios anticipados, testimonios con juramento y
actas de otras diligencias.

3. Las actas de audiencias.

4. Los autos definitivos siempre que no se dicten en audiencias y las sentencias.

5. Interposición de recursos.

Llamamiento A Juicio

Artículo 608.- Llamamiento a juicio.- La resolución motivada de llamamiento a juicio


incluirá: Código Orgánico Integral Penal 229:

1. La identificación del o los procesados.

2. La determinación del o los hechos y el delito acusado por la o el fiscal, así como el grado
de participación establecido en la acusación fiscal, la especificación de las evidencias que
sustentan la decisión, la cita y pertinencia de las normas legales y constitucionales aplicables.

3. La aplicación de medidas cautelares y de protección no dictadas hasta el momento o la


ratificación, revocación, modificación o sustitución de las mismas, dispuestas con antelación.

4. Los acuerdos probatorios que han convenido los sujetos procesales y aprobados por la o
el juzgador.

5. Las declaraciones contenidas en el auto de llamamiento a juicio no surtirán efectos


irrevocables en el juicio.

6. El acta de la audiencia, conjuntamente con los anticipos probatorios, son los únicos
enviados al tribunal y el expediente será devuelto a la o al fiscal.

Artículo 609.- Necesidad de la acusación.- El juicio es la etapa principal del proceso. Se


sustancia sobre la base de la acusación fiscal.

Artículo 610.- Principios.- En el juicio regirán, especialmente los principios de oralidad,


publicidad, inmediación y contradicción en la actuación probatoria. Asimismo, en su desarrollo
se observarán los principios de continuidad del juzgamiento, concentración de los actos del
juicio, identidad física de la o el juzgador y presencia obligatoria de la persona procesada y de
la o el defensor público o privado, con las salvedades del juzgamiento en ausencia previstas
en la Constitución.

Artículo 611.- Notificaciones.- La o el juzgador notificará a los testigos o peritos para su


comparecencia a la audiencia, siendo responsabilidad de los sujetos procesales el llevar a
dichos peritos o testigos a la misma.

De igual forma oficiará las certificaciones solicitadas a efectos de que la parte solicitante
pueda obtener la presencia de los testigos y peritos, así como la información requerida o
solicitada documentalmente.

Instalación

Artículo 612.- Instalación y suspensión.- La o el juzgador declarará instalada la audiencia


de juicio en el día y hora señalados, con la presencia de la o el fiscal, la o el defensor público
o privado y la persona procesada, salvo el caso previsto en este Código referente a las
audiencias telemáticas y a los casos previstos en la Constitución.

La o el acusador particular podrá intervenir a través de un procurador judicial o en el caso de


personas jurídicas de derecho público o privado podrá comparecer la o el representante legal
o su procurador judicial.

En caso de no comparecer a la instalación de la audiencia, la acusación particular, se


entenderá abandonada.

Una vez iniciada la audiencia, si al momento de intervenir algún perito o testigo no se


encuentra presente o no puede intervenir a través de algún medio telemático, se continuará
con los peritos o testigos presentes y demás medios de prueba. Finalizados los testimonios,
cualquiera de las partes podrá fundamentar ante el tribunal la relevancia de la comparecencia
de los peritos o testigos que no están presentes.

El tribunal excepcionalmente, en caso de aceptar esta solicitud, suspenderá la audiencia y


señalará día y hora para su reanudación, la cual se realizará de manera inmediata, en un plazo
no mayor a diez días.

En caso de no ser aceptada la petición de las partes, se continuará con la audiencia y el


tribunal dictará sentencia sobre la base de las pruebas evacuadas.

Alegato De Apertura

Artículo 614.- Alegatos de apertura.- El día y hora señalados, la o el juzgador, instalará la


audiencia de juicio oral una vez verificada la presencia de las partes procesales. Concederá
la palabra tanto a la o al fiscal, la víctima y la o al defensor público o privado de la persona
procesada para que presenten sus alegatos de apertura, antes de proceder a la presentación
y práctica de las pruebas.

Etapa De Prueba
Las partes solicitaran la intervención de sus testigos, quienes deberán estar plenamente
identificados con su documento (cedula de ciudadanía), rendir juramento (religión).

El interrogatorio por la parte solicitante iniciara con la acreditación del testigo (exponer su
hoja de vida con las respectivas capacitaciones), todo esto con la finalidad de que el tribunal
conozca sobre el perfil persona o profesional del testigo que va rendir testimonio.

Una vez que el testigo fue acreditado, se realizara el interrogatorio, que es una serie de
preguntas abiertas, evitando introducir información al testigo, ya que en esta fase es
indispensable que el protagonista principal sea el testigo y no el abogado que interroga.

Artículo 615.- Práctica de pruebas.- La o el presidente del tribunal procederá de conformidad


con las siguientes reglas:

1. Después del alegato de apertura, ordenará la práctica de las pruebas solicitadas por la o
el fiscal, la víctima y la defensa pública o privada.

2. Durante la audiencia, las personas que actúan como peritos y testigos deberán prestar
juramento de decir la verdad y ser interrogadas personalmente o a través de sistemas
telemáticos.

3. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en que
consten anteriores versiones, declaraciones u otros documentos que las contengan, salvo el
caso de prueba anticipada. La declaración de los testigos se sujetará al interrogatorio y
contrainterrogatorio de los sujetos procesales.

4. Las versiones e informes del personal del Sistema especializado integral de investigación,
de medicina legal y ciencias forenses, del personal competente en materia de tránsito, de los
peritos y otras declaraciones previas se utilizarán en el interrogatorio y contrainterrogatorios
con el fin de recordar sus actuaciones.

5. Los peritos deberán exponer el contenido y las conclusiones de su informe y a continuación


se autorizará a interrogarlos. Los interrogatorios serán realizados primero por la parte que ha
ofrecido esa prueba y luego por las restantes.

6. Si en el juicio intervienen como acusadores la o el fiscal y la o el defensor público o privado


que representa a la víctima o el mismo se realiza contra dos o más personas procesadas, se
concederá sucesivamente la palabra a todos las y los acusadores o a todas las personas
acusadas, según corresponda.

7. El tribunal podrá formular preguntas al testigo o perito con el único fin de aclarar sus
testimonios.
8. Antes de declarar, las y los peritos y testigos no podrán comunicarse entre sí ni ver ni oír
ni ser informados de lo que ocurre en la audiencia.

Interrogatorio

Artículo 505.- Testimonio de peritos.- Los peritos sustentarán oralmente los resultados
de sus peritajes y responderán al interrogatorio y al contrainterrogatorio de los sujetos
procesales.

La pericia Artículo 511.- Reglas generales.- Las y los peritos deberán:

1. Ser profesionales expertos en el área, especialistas titulados o con conocimientos,


experiencia o experticia en la materia y especialidad, acreditados por el Consejo de la
Judicatura.

2. Desempeñar su función de manera obligatoria, para lo cual la o el perito será


designado y notificado con el cargo.

3. La persona designada deberá excusarse si se halla en alguna de las causales establecidas


en este Código para las o los juzgadores.

4. Las o los peritos no podrán ser recusados, sin embargo el informe no tendrá valor alguno
si el perito que lo presenta, tiene motivo de inhabilidad o excusa, debidamente comprobada.

5. Presentar dentro del plazo señalado sus informes, aclarar o ampliar los mismos a pedido
de los sujetos procesales.

6. El informe pericial deberá contener como mínimo el lugar y fecha de realización del
peritaje, identificación del perito, descripción y estado de la persona u objeto peritado, la
técnica utilizada, la fundamentación científica, ilustraciones gráficas cuando corresponda, las
conclusiones y la firma.

7. Comparecer a la audiencia de juicio y sustentar de manera oral sus informes y contestar


los interrogatorios de las partes, para lo cual podrán emplear cualquier medio.

8. El Consejo de la Judicatura organizará el sistema pericial a nivel nacional, el monto que


se cobre por estas diligencias judiciales o procesales, podrán ser canceladas por el Consejo
de la Judicatura.

De no existir persona acreditada como perito en determinadas áreas, se deberá contar con
quien tenga conocimiento, especialidad, experticia o título que acredite su capacidad para
desarrollar el peritaje. Para los casos de mala práctica profesional la o el fiscal solicitará una
terna de profesionales con la especialidad correspondiente al organismo rector de la materia.
Práctica de pruebas

Artículo 615.- Práctica de pruebas.- La o el presidente del tribunal procederá de


conformidad con las siguientes reglas:

1. Después del alegato de apertura, ordenará la práctica de las pruebas solicitadas por la o
el fiscal, la víctima y la defensa pública o privada.

2. Durante la audiencia, las personas que actúan como peritos y testigos deberán prestar
juramento de decir la verdad y ser interrogadas personalmente o a través de sistemas
telemáticos.

3. Su declaración personal no podrá ser sustituida por la lectura de los registros en que
consten anteriores versiones, declaraciones u otros documentos que las contengan, salvo el
caso de prueba anticipada. La declaración de los testigos se sujetará al interrogatorio y
contrainterrogatorio de los sujetos procesales.

4. Las versiones e informes del personal del Sistema especializado integral de investigación,
de medicina legal y ciencias forenses, del personal competente en materia de tránsito, de los
peritos y otras declaraciones previas se utilizarán en el interrogatorio y contrainterrogatorios
con el fin de recordar sus actuaciones.

5. Los peritos deberán exponer el contenido y las conclusiones de su informe y a continuación


se autorizará a interrogarlos. Los interrogatorios serán realizados primero por la parte que ha
ofrecido esa prueba y luego por las restantes.

6. Si en el juicio intervienen como acusadores la o el fiscal y la o el defensor público o privado


que representa a la víctima o el mismo se realiza contra dos o más personas procesadas, se
concederá sucesivamente la palabra a todos las y los acusadores o a todas las personas
acusadas, según corresponda.

7. El tribunal podrá formular preguntas al testigo o perito con el único fin de aclarar sus
testimonios.

8. Antes de declarar, las y los peritos y testigos no podrán comunicarse entre sí ni ver ni oír
ni ser informados de lo que ocurre en la audiencia.

Objeciones

Artículo 569.- Objeción.- Las partes podrán objetar con fundamento aquellas
actuaciones que violenten los principios del debido proceso, tales como:

1. Presentación de pruebas que han sido declaradas ilegales.

2. Presentación de testigos improvisados o de última hora.


3. Comentarios relacionados con el silencio de la persona procesada.

4. Realización de preguntas auto incriminatorias, capciosas, compuestas, impertinentes,


repetitivas, irrespetuosas, vagas o ambiguas, aquellas que están fuera de la esfera de
percepción del testigo, sugestivas excepto en el contrainterrogatorio; opiniones, conclusiones
y elucubraciones, salvo en los casos de peritos dentro del área de su experticia.

5. Comentarios relacionados con el comportamiento anterior de la víctima. Presentada la


objeción, la o el juzgador la aceptará o negará y resolverá si el declarante la contesta o se
abstiene de hacerlo.

Prueba No Solicitada

Artículo 617.- Prueba no solicitada oportunamente.- A petición de las partes, la o el


presidente del tribunal podrá ordenar la recepción de pruebas que no se han ofrecido
oportunamente, siempre y cuando se cumplan con los siguientes requisitos:

1. Que quien solicite, justifique no conocer su existencia sino hasta ese momento.

2. Que la prueba solicitada sea relevante para el proceso.

Alegatos

Artículo 618.- Alegatos.- Concluida la fase probatoria, la o el presidente del tribunal


concederá la palabra para alegar sobre la existencia de la infracción, la responsabilidad de la
persona procesada y la pena aplicable, de acuerdo con el siguiente orden y disposiciones:

1. La o el fiscal, la víctima y la o el defensor público o privado presentarán y expondrán, en


ese orden, sus argumentos o alegatos. Hay derecho a la réplica, pero concluirá siempre la o
el defensor.

2. La o el presidente del tribunal delimitará en cada caso el tiempo de intervención de los


argumentos de conclusión, en atención al volumen de la prueba vista en la audiencia pública
y la complejidad del caso.

3. Una vez presentados los alegatos, la o el presidente declarará la terminación del debate y
el tribunal deliberará, para anunciar la decisión judicial sobre la existencia de la infracción, la
responsabilidad penal, así como la individualización de la pena.

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