Artículo Especializado-Simón Toro
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fundamentos mecanicistas en
Descartes.
SIMÓN TORO MORAGA1
Resumen: el propósito de este artículo será intentar dar sustento a ciertas
nociones mecánicas relativas a la autosuficiencia en la res extensa en la
filosofía de Descartes obtenidas, principalmente, del primer capítulo del libro
Spirits and clocks; Self-movers, donde el autor, Dennis Des Chene, expone las
consideraciones que el filósofo, René Descartes tiene para explicar el auto
movimiento de la máquina animal por medio exclusivo de las leyes físicas.
Esto, con será realizado con el propósito de establecer si dichas nociones se
mantienen al comprarlas con investigaciones de la neurociencia
contemporánea. El objetivo central que se desprende de lo anterior es
comprender si el concepto de ser libre en los seres humanos se relaciona al
grado de conciencia en ellos (res cogitans en Descartes), o si, en cambio, así
como los humanos, los animales como máquinas extensas debiesen
considerarse dentro de la normativa positiva al momento de hablar de la ética
en nuestra sociedad. Para demostrar aquello se tomarán consideraciones
básicas de la neurociencia que nos señalaran, desde un enfoque objetivo,
(alejado de la subjetividad de la conciencia) si, tal como presupone el
mecanicismo cartesiano, la conciencia es una cualidad aparte de las máquinas
animales y exclusiva de los seres racionales o humanos.
Palabras claves: conciencia, mecanicismo, libertad, ética.
Abstract: The purpose of this article will be to try to give support to certain
mechanical notions related to self-sufficiency in the res extensive in the
philosophy of Descartes obtained, mainly, from the first chapter of the book
Spirits and clocks; Self-movers, where the author, Dennis Des Chene, exposes
the considerations that the philosopher, René Descartes has to explain the self-
movement of the animal machine by means exclusively of physical laws. This
will be done with the purpose of establishing if these notions are maintained
when compared with contemporary neuroscience research. The central
objective that emerges from the above is to understand if the concept of being
free in human beings is related to the degree of consciousness in them (res
cogitans in Descartes), or if, on the other hand, like humans, animals like
Extensive machines should be considered within positive regulations when
talking about ethics in our society. To demonstrate this, basic considerations of
1
Universidad de Chile, Santiago de Chile. Correo: [email protected]
neuroscience will be taken that will indicate to us, from an objective approach,
(away from the subjectivity of consciousness) if, as Cartesian mechanism
presupposes, consciousness is a quality apart from animal machines and
exclusive to rational beings or humans.
Keywords: conscience, mechanicism, freedom, ethics.
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1.Introducción
Si consideramos los fundamentos de sus Meditaciones Metafísicas, o lo dicho
en su Discurso del método, la filosofía mecanicista de René Descartes no nos
parecerá algo totalmente novedoso, como si no hubiese estado de modo, al
menos implícito, estas nociones basadas en la dinámica fisiológica como
sustentadora de los movimientos en los animales. Ahora bien, es en su Tratado
del Mundo donde se refiere precisamente a este respecto, que toma como
recursos las leyes físicas (termodinámica, mecánica, fisiología, etc.) que le
permitirán al francés alejarse de consideraciones como las de Aristóteles, que
concebía poderes inmanentes a los seres que explicarían sus movimientos
guiados hacia un fin determinado2.
De esta manera, y tal como lo expone Des Chene, la concepción que Descartes
tiene de los animales es meramente como res extensa; como un conjunto de
partes, que unidas y distribuidas de cierta manera determinan, eventualmente,
los ciclos perpetuos de movimientos en ellos. No poseen unión a la res
cogitans (o a la cosa pensante), pues eso es propio de los seres humanos. De
esto, cabe preguntar, ¿es la capacidad del pensamiento la que determina la
libertad en los individuos? De ser así, ¿Cómo definimos la acción de pensar?
¿es lo mismo la capacidad de pensar que ser conscientes de nuestras ideas y
actos? Será en la medida en que estas interrogantes sean respondidas, de la
mano con los comentarios de las investigaciones de la neurociencia, cómo
sabremos si lo propuesto por el filósofo racionalista del siglo XVII estaba
cercano a la evidencia actualizada sobre la estructura del cuerpo; precisamente
la estructura y operación cerebral, la cual engloba la concepción cartesiana de
res cogitans bajo el criterio de la conciencia o, en su defecto, la inconciencia
con la que ciertas operaciones (sobre todo en nuestra corteza cerebral) ocurren
en nosotros.
Resuelto lo anterior, quedaría solamente enfocar la evidencia rescatada hacia
las medidas normativas (política) que están precedidas de la valoración (ética)
2
Véase pág. 15 Spirits and Clocks, ahí Des Chene pone sobre la mesa la noción que
Aristóteles tiene acerca del crecimiento y movimiento de los seres vivos como un
árbol. Este según el naturalismo del griego, se justificaría por un alma vegetativa
inmanente (como un poder) que le permitiría, eventualmente, desarrollarse hacia un
fin según características propias de cada sustancia (teleología).
correspondiente a la nueva o modificada comprensión que se tenga acerca del
estatuto ontológico, y así moral, respecto de los animales. Pues, aun cuando en
la actualidad se les estén reconociendo cada vez más derechos (y deberes para
con los dueños en caso de ser mascotas), lo relevante es establecer
fundamentos objetivos acerca de su capacidad de poseer conciencia, y más
importante, la capacidad de realizar valoraciones éticas de ellos en un medio;
tal como nosotros los humanos. Pero ¿Por qué establecer los parámetros desde
las capacidades que los seres humanos poseen? Básicamente porque hemos
sido nosotros, y nuestra capacidad de reconocernos en un mundo del cual
beneficiarnos estando con otros, lo que nos ha hecho fijar concepciones éticas
como: el bien, el mal, la justicia, la empatía, etc. Hemos sido el paradigma de
la conformación y evolución de la estructura social. Contamos solo con ello, y
ahora, dada la certeza de los métodos de distintas ciencias, podemos pensar
sobre la estructura, y con ello, capacidades que los seres del reino animal
tienen. Entonces, bajo este escenario, ¿seguirán siendo estos solo máquinas
animales como aseguraba Descartes? O ¿deberemos considerar integrarlos de
manera igualitaria (por lo menos) en lo que refiere al derecho de vivir?
2.La máquina animal
Señalaremos, en primer lugar, la exposición que Des Chene hace acerca de la
explicación fisiológica que el filósofo racionalista hace del cuerpo, donde
comienza por el sistema digestivo y termina con el circulatorio.
The machine, then, is a self-mover, first of all, because some of its
movements are comprised in self-perpetuating cycles: the periodic contraction
and expansion of the heart, the depletion and replenishment of the blood,
hunger and satiety, desiring food, seeking and obtaining it. (Spirits and
clocks, pág. 25)
En efecto, según él, sería en la digestión donde la sangre (que es el principio y
fundamento durante todo el ciclo de causas-efectos en el organismo) se
produce y sería en la circulación donde, según los estímulos que recibe por los
sentidos, la máquina se movería para auto-mantenerse (por medio de ciclos).
Sobre esto, podemos notar el primer acierto en Descartes, así como su primera
oscuridad respecto al inicio del movimiento, ya que según Fuster (2014), sería
el componente PA (percepción-acción) el responsable inicial del trabajo
mental donde el cerebro recibe los estímulos externos, siendo esta la relación
que explique el libre albedrío (pág. 27). Ahora bien, a este respecto podemos
notar el distanciamiento del francés sobre los conocimientos de la estructura
cerebral, pues este no considera como fundamento del movimiento en los
animales las operaciones cerebrales, sino como dijimos, la sangre movida por
las percepciones, y, aunque menciona a la glándula pineal, no lo hace con la
intención de otorgarle el título de ser la responsable del comportamiento tanto
particular (en cada uno de los órganos) como general (el cuerpo completo). De
ella nos dice:
Much later, discussing the determination of the animal spirits by the pineal
gland (…) When the movements that give rise to hunger occur, and "when
nothing is presented to any of the senses, nor to memory, that seems proper
for eating," the spirits caused by the condition of the stomach "will betake
themselves to a location where they will find several pores disposed to
conduct them indifferently into all the nerves that can serve for seeking or
pursuing an object. (Idem., pág. 25)