Situación Actual de La Educación Especial
Situación Actual de La Educación Especial
Situación Actual de La Educación Especial
A partir de los años 90, Chile inicia el proceso de Reforma Educacional con el propósito de lograr
una mayor equidad y calidad en la educación y se compromete en la realización de diversas
acciones con el fin de modernizar el sistema educacional y garantizar respuestas educativas de
calidad que contribuyan a la integración social de todos y cada uno de los niños, niñas y jóvenes de
nuestro país.
Durante esta década organizaciones mundiales como las Naciones Unidas, UNICEF, UNESCO y
OREALC-UNESCO han impulsado el desarrollo de declaraciones, propuestas e informes que unen
y comprometen a los países del mundo para avanzar hacia el desarrollo de sistemas educativos más
inclusivos e integradores. Estos antecedentes han servido de base y orientación para la
implementación de planes nacionales e internacionales, para cautelar el acceso igualitario a la
educación.
Es indiscutible que la Reforma Educacional Chilena ha permitido el desarrollo del fortalecimiento
de la profesión docente, de innovaciones pedagógicas, de gestión, de infraestructura, aumento del
tiempo de estudio de los alumnos, etc. en los diferentes niveles del sistema tendientes a equiparar
las oportunidades de los niños, niñas y jóvenes para acceder a más y mejores aprendizajes. Un hito
relevante en este proceso es la Reforma Curricular iniciada en el año 1996, a partir del cual se
fueron progresivamente implementando los marcos curriculares de la educación básica, educación
media y finalmente de la Educación Parvularia. Sin embargo, es importante señalar, que la
Educación Especial no fue considerada en esta Reforma.
Una de las razones a la cual se puede atribuir esta situación, es que la Educación Especial, no fue
incluida en el informe de la Comisión Nacional para la Modernización de la Educación, realizada en
1994. En este documento, en las preguntas 1 y 212 se solicita a los participantes consultados,
describir los principales problemas identificados en el sistema educacional, tanto desde el punto de
vista de la calidad, equidad y eficiencia del mismo, como de su organización y financiamiento; al
respecto éstos señalan: “que las prácticas educativas no dan cuenta de las diversidades intelectuales,
socioeconómicas y culturales de los sujetos ni de las situaciones educativas”. En estos puntos, surge
de parte de los participantes en la consulta, la necesidad de generar condiciones de equidad en
relación con el acceso a una educación de calidad y de no discriminación de los alumnos y alumnas
de los sectores más vulnerables.
La ausencia de la Educación Especial en los estudios realizados por la Comisión Nacional,
determinó que en la Reforma Curricular, no se considerara un estudio acucioso de la normativa
existente de la Educación Especial aprobada en Marzo del año 199014 a la luz de los nuevos
avances teórico-prácticos que se estaban produciendo en el ámbito mundial. Esta situación
constituyó una razón más por la cual no se propuso la modificación de las normativas para este
sector de la educación.
Paralelamente a esta situación, desde 1990 en adelante, los establecimientos educacionales del país,
integraban alumnos con discapacidad a escuelas y liceos regulares. Este proceso se vio fortalecido e
incentivado con la promulgación del Decreto Supremo exento 490/9015, dictado al inicio de los
gobiernos de la concertación. En este documento, se establece por primera vez, normas que regulan
la integración escolar de alumnos con discapacidad en establecimientos comunes.
En el año 1994 se promulga la Ley sobre la Plena Integración Social de las Personas con
Discapacidad, N° 19.28416. Esta ley viene a fortalecer la Política de Integración Escolar, que estaba
vigente desde 1990 a través del Decreto 490/90 ( modificado por el Decreto Nº 1 en 1998) Estas
normativas impulsan en los años venideros, la incorporación de alumnos con discapacidad en las
escuelas básicas y liceos a través de la estrategia de Proyecto, posibilitando así el acceso de estos
alumnos y alumnas al currículo de la educación regular, con los apoyos especiales adicionales
necesarios para que progresen en el plan de estudio común.
Gracias a este marco legal, comienza en forma progresiva a tomar fuerza las nuevas concepciones
de la discapacidad, las cuales se orientan hacia la generación de estrategias para el acceso,
participación y progreso en el currículo común y en los escenarios de la enseñanza regular.
La política de integración impulsada por el Ministerio de Educación en estos años, se traduce en un
sistemático aumento de la cobertura de los alumnos integrados, situación que genera en el país,
principalmente en las agrupaciones de y para personas con discapacidad, diferentes posturas y
miradas respecto de las modalidades de atención educativa de los niños, niñas y jóvenes con
Necesidades Educativas Especiales.
Por un lado, están aquellos que piensan que el foco del proceso educativo de los alumnos debe estar
en “prepararlos para” que estén en mejores condiciones de enfrentarse a los desafíos de la vida
adulta. Que dada la complejidad de la discapacidad, los alumnos se benefician más de una
Educación Especializada segregada. Así, ésta es vista, como un proceso centrado principalmente en
desarrollar las competencias o conductas que los alumnos requieren con el fin de compensar los
efectos de su discapacidad.
El proceso educativo, desde esta perspectiva, se concibe separado del resto de los niños y niñas sin
discapacidad y con un currículo especial. La integración es vista principalmente como resultado del
proceso educativo en la escuela especial.
Por otro lado, están quienes sostienen que los objetivos fundamentales y contenidos mínimos de la
educación chilena son un derecho inalienable de todos los niños y niñas y que son esenciales para el
pleno ejercicio de la vida ciudadana. En virtud de ello, se postula que todos los niños puedan
acceder y participar desde la más temprana edad de la enseñanza común. La integración escolar, se
basa en el currículo regular, que es adaptado para satisfacer las necesidades educativas especiales de
los alumnos, contando con los apoyos y recursos adicionales necesarios para que los niños, niñas y
jóvenes puedan acceder, permanecer y egresar de la enseñanza regular. La integración es concebida
como parte integral de todo el proceso educativo y ocurre desde una edad temprana.
Finalmente, hay posturas intermedias que combinan elementos de las perspectivas planteadas
anteriormente, evidenciando un proceso de transición entre ambos paradigmas.
Es importante señalar, que además del marco legal, otro de los factores que contribuyó en el avance
hacia los nuevos enfoques de la Educación Especial, fueron la actividades realizadas por el MECE
Educación Especial durante los años 1992 – 1997 dirigidas a enseñanza especial y básica. Su
principal aporte consistió en que, después de muchos años, se perfeccionaba a los profesores en
temas teórico-prácticos que sustentaban los procesos de cambios de enfoque que se estaban
gestando en el sistema. Algunas de las temáticas más relevantes abordadas en este programa fueron,
la promoción del trabajo colaborativo entre docentes y especialistas; el acceso de los alumnos con
discapacidad al curriculum regular y a los apoyos humanos, técnicos y didácticos necesarios para su
participación y aprendizaje en igualdad de condiciones que el resto de los alumnos.
En un esfuerzo por avanzar hacia el desarrollo de políticas de integración social, escolar, laboral en
el país, durante los años 1995 - 1997 se llevó a cabo el “Master Universitario en Integración de
Personas con Discapacidad” en convenio con la Universidad de Salamanca, el Ministerio de
Asuntos Sociales y el Instituto Nacional de Servicios Sociales de España y el Centro de
Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones pedagógicas CPEIP del Ministerio de
Educación de Chile. En esta formación participaron diversos profesionales de distintas
organizaciones del estado, entre ellos profesionales de la Educación Especial del país quienes han
influido en mayor o menor medida en el desarrollo de las políticas de estado para la integración de
este colectivo.
- Apoyo itinerante de especialistas. Son especialistas que trabajan con alumnos integrados de
varias escuelas. Las horas de atención en el aula de recursos, en la sala de clases, así como
el tiempo de asesoramiento al profesor y a la familia varían en cada proyecto. Asimismo,
existen distintas formas de abordar los apoyos especializados, éstos fluctúan desde un
trabajo centrado en el alumno hacia un trabajo que pone énfasis en la colaboración entre el
especialista, el profesor de aula y la familia.
- Apoyo desde centros de recursos especializados. Otra modalidad de apoyo la proporcionan
las escuelas especiales que asumen el rol de “Centros de recursos”. En esta modalidad, los
docentes y profesionales de la escuela especial proveen el apoyo ya sea en forma itinerante
o en la escuela especial. Esto supone también la dotación del material didáctico específico.
- Apoyo de profesionales que forman parte del establecimiento educacional. Se caracteriza
por la contratación de uno o más docentes especialistas a tiempo parcial o completo por la
escuela para apoyar los procesos de integración. Ello favorece el desarrollo de instancias de
trabajo colaborativo con el docente de aula, así como todos los aspectos relativos a la
participación curricular y social de los alumnos integrados.
c) Acciones de apoyo a los procesos e integración escolar.
La focalización de las políticas en la integración escolar durante los últimos años se ha
orientado en función de aumentar la cobertura y de mejorar la calidad de los procesos de
integración. Estas orientaciones han obtenido como resultado un aumento progresivo de la
cobertura de niños, niñas y jóvenes integrados al sistema regular, desde 3.365 en 1997 a 20.746
en 2003 según datos estimados proporcionados por las regiones.
Estos esfuerzos desarrollados por el Ministerio de Educación para la implementación de la
política de integración escolar han provocado en el sistema educacional una mayor
sensibilización y apertura por parte de las comunidades educativas, en la atención de los niños,
niñas y jóvenes con Necesidades Educativas Especiales. Las acciones realizadas para avanzar
en esta dirección son:
Recursos de Aprendizaje
Este componente otorga la posibilidad a las escuelas especiales de postular a un financiamiento
de $900.000 para la adquisición de material didáctico específico para la atención de los niños,
niñas y jóvenes con necesidades educativas asociadas a discapacidad. A partir de 2002, no se
entrega recursos en dinero a las escuelas especiales, sino que se adquieren y distribuyen 308
bibliotecas de aula entre ellas 8 bibliotecas parlantes para alumnos ciegos. Durante el 2003 se
distribuyeron materiales específicos a 60 escuelas especiales, 30 bibliotecas de aula y textos
escolares a la totalidad de las escuelas.
Durante el año 2002 y 2003 se realizó un trabajo con las familias en el sentido de proporcionarles
información actualizada acerca de la oferta educativa de Educación Especial y fortalecer iniciativas
de asociatividad de este colectivo. Para ello se preparó una guía llamada “Escuela, Familia y
Discapacidad”, que también se imprimió en sistema Braille para promover la participación de
padres y apoderados ciegos. Esta guía sirvió de base para la implementación de jornadas regionales
y provinciales.
También se realizó una jornada nacional con representantes de asociaciones de y para personas con
discapacidad, a través de la cual se reflexionó sobre cómo el MINEDUC puede responder de mejor
manera a las necesidades educativas de los colectivos que ellos representan.