Región Precordial
Región Precordial
Región Precordial
Hay dos signos que se deben explorar ante la sospecha clínica de una herida cardíaca y que hacen
el diagnóstico de taponamiento: la ingurgitación yugular que aumenta o se mantiene con la
inspiración profunda o signo de Kussmaul invertido y el pulso paradójico que corresponde a la
desaparición o disminución de la presión de pulso en por lo menos 10 mm Hg durante la
inspiración
RUIDOS CARDIACOS
Los ruidos cardíacos son la expresión sonora del cierre de las válvulas cardíacas, su
funcionamiento fisiológico siempre es unidireccional, lo cual permite la correcta circulación
de la sangre a través del circuito cardiovascular. La auscultación del área precordial permite
la identificación de estos ruidos y sus matices en los 5 focos de auscultación. Existen ruidos
que no son producidos por el cierre de las válvulas, por mencionar algunos podemos
encontrar los llamados soplos y los ruidos de Korotkoff, ambos producidos por la
interrupción del flujo natural de la sangre (flujo laminar) al convertirse en flujo turbulento
cada vez que se encuentra una disminución del radio de los conductos por donde ésta
circula.
Ruidos cardíacos
Soplos
Roces
Los ruidos cardíacos son sonidos breves y transitorios producidos por la apertura y el cierre de
las válvulas; se dividen en sistólicos y diastólicos.
Los soplos son el resultado de la turbulencia del flujo sanguíneo y son más prolongados que los
ruidos cardíacos; pueden ser sistólicos, diastólicos o continuos. Pueden graduarse en función de
su intensidad, localización y ubicación respecto del momento del ciclo cardíaco. Los soplos se
clasifican en intensidad en una escala del 1 al 6 (véase tabla Intensidad del soplo cardíaco).
Los frotesson sonidos agudos y ásperos que a menudo contienen 2 o 3 componentes separados
y pueden variar según la posición corporal; en un paciente con taquicardia, pueden ser casi
continuos.
CAMBIOS PULMONARES
Los pulmones tienen dos funciones principales: obtener el oxígeno del aire, que se requiere para la
vida, y eliminar el dióxido de carbono del cuerpo, el cual es un subproducto de muchas de las
reacciones químicas que mantienen la vida.
Durante la respiración, el aire entra y sale de los pulmones. Fluye al interior a través de las vías
respiratorias cada vez más pequeñas, llenando finalmente unos sacos diminutos denominados
alvéolos. La sangre circula alrededor de los alvéolos a través de capilares (vasos sanguíneos
diminutos). En el lugar donde se encuentran los alvéolos y los capilares, el oxígeno pasa hacia el
torrente sanguíneo y, al mismo tiempo, el dióxido de carbono pasa desde el torrente sanguíneo
hacia los alvéolos para ser exhalado.
Los pulmones se están exponiendo constantemente a partículas en el aire, como el humo, el polen,
el polvo y microorganismos. Algunas de estas sustancias pueden causar neumopatía si se inhala lo
suficiente o si el cuerpo es particularmente sensible a ellas.
La fuerza máxima que uno puede generar cuando inhala (inspiración) o cuando exhala (espiración)
disminuye con la edad, a medida que el diafragma y los músculos entre las costillas (intercostales)
se vuelven más débiles. El tórax tiene menos capacidad de estirarse para respirar y el patrón
respiratorio puede cambiar ligeramente para compensar la disminución de la capacidad para
expandirlo.
La función pulmonar máxima disminuye con la edad. La cantidad de oxígeno que despiden los
alvéolos hacia la sangre disminuye, la tasa de flujo del aire a través de las vías respiratorias
decrece lentamente luego de los 30 años y la fuerza máxima que uno es capaz de alcanzar al
inspirar y espirar baja. Sin embargo, incluso los ancianos deberían tener una función pulmonar
adecuada para llevar a cabo actividades diarias, debido a que nosotros tenemos una función
pulmonar extra en nuestra juventud. Ésta es la razón por la cual las personas normales pueden
tolerar la extirpación quirúrgica de todo un pulmón y aún así respiran razonablemente bien.
Un cambio importante para muchas personas de edad avanzada es que las vías respiratorias se
cierran más fácilmente y tienden a colapsarse cuando una persona mayor no respira
profundamente o cuando permanece en cama durante un tiempo prolongado. Respirar
superficialmente a causa de dolor, enfermedad o cirugía provoca un riesgo mayor de
desarrollar neumonía u otros problemas pulmonares. Como resultado de esto, es importante para
las personas de edad avanzada permanecer fuera de la cama el mayor tiempo posible, incluso
cuando estén enfermas o después de una cirugía. Cuando esto no sea posible, puede servir la
"espirometría incentiva" que consiste en soplar dentro de un pequeño dispositivo para ayudar a
mantener las vías respiratorias abiertas y despejadas de moco.
La laringe también cambia con la edad, haciendo que el tono, volumen y calidad de la voz
cambien. La voz puede volverse más sosegada y levemente ronca. En las mujeres puede disminuir
el tono (tornarse más bajo) y aumentar (tornarse más alto) en los hombres. La voz puede sonar
"más débil", pero la mayoría de las personas siguen siendo capaces de mantener una
comunicación efectiva.
PROBLEMAS COMUNES
Las personas de edad avanzada tienen un riesgo mayor de infecciones pulmonares. El cuerpo
tiene muchas formas de protegerse de ellas, pero con el envejecimiento, estas defensas se pueden
debilitar.
Es posible que el reflejo de la tos no se desencadene tan fácilmente y la tos puede ser menos
vigorosa. Las proyecciones pilosas que recubren la vía respiratoria (cilios) tienen menos capacidad
de mover el moco hacia arriba y fuera de la vía respiratoria. Además, la nariz y los conductos
respiratorios segregan menor cantidad de una sustancia denominada IgA (un anticuerpo que
protege de los virus); por lo tanto, las personas de edad avanzada son más susceptibles a la
neumonía y otros tipos de infecciones pulmonares.
Los problemas pulmonares comunes en los ancianos incluyen niveles de oxígeno crónicamente
bajos (lo que reduce la tolerancia a la enfermedad), disminución de la tolerancia al ejercicio,
patrones respiratorios anormales incluyendo apnea del sueño (episodios de falta de respiración
durante el sueño), aumento del riesgo de infecciones pulmonares como neumonía o bronquitis y
enfermedades causadas por el daño que produce el tabaco tales como enfisema o cáncer
pulmonar.
PREVENCIÓN
La abstención de fumar es el mejor modo de minimizar el efecto del envejecimiento sobre los
pulmones. El ejercicio y la buena salud general mejoran la capacidad respiratoria, pero la
tolerancia al ejercicio se puede ver afectada por cambios en el corazón, los vasos sanguíneos,
cambios musculoesqueléticos, así como los cambios pulmonares. Sin embargo, los estudios han
demostrado que el ejercicio y el entrenamiento pueden mejorar la capacidad de reserva de los
pulmones, incluso en las personas de edad avanzada.
En segundo lugar, las personas de edad avanzada, más que cualquier otro grupo, necesitan ser
conscientes de la necesidad que tienen de estar levantados y deben tratar conscientemente de
incrementar la respiración profunda durante la enfermedad o después de una cirugía.