Ensayo Teoria Integradora Maccormick
Ensayo Teoria Integradora Maccormick
Ensayo Teoria Integradora Maccormick
relación con los argumentos con las inferencias; las premisas solo serían ilógicas si fueran
contradictorias, MacCormick, explica que la justificación interna es independiente de la
justificación externa en el sentido de que la primera es condición necesaria pero no
suficiente para la segunda.
La justificación deductiva se produce en el contexto de razones subyacentes por lo
que, sus límites en el sentido de que la formulación de las premisas normativas o faticas
puedan plantear problemas o dicho de otro modo, además de casos fáciles a los jueces se le
puede presentar casos difíciles, de problemas de interpretación, de relevancia, de prueba o
de calificación los dos primeros afectan a la premisa normativa y los dos últimos a la
premisa fáctica. Sin embargo, podemos decir, que la coherencia es una cuestión de grado y
la consistencia es una propiedad que se puede dar o no dar.
La consistencia y coherencia es esencialmente una argumentación
consecuencialista, este autor señala que lo que interesa son las consecuencias en el sentido
de implicaciones lógicas. Más que la predicción de cuál sería la conducta que
probablemente la norma inducirá lo que interesa contestar es que tipo de conducta
autorizaría o prohibiría la norma (el resultado) establecida en la decisión. Se trata de
analizar en relación con una serie de valores como la justicia, el sentido común, el bien
común y la conveniencia pública.
Por otro lado, la exigencia fundamental de la racionalidad práctica, es que a favor de
una acción debe darse algún tipo de razón, bien sea razones valorativas o finalistas, además
en la racionalidad practica existe una dimensión de temporalidad en el sentido que la
racionalidad de una acción particular está condicionada por su pertenencia a un módulo de
actividad a lo largo del tiempo.
En ese sentido, el razonamiento jurídico es en definitiva como el razonamiento
moral, y una forma de racionalidad práctica, aunque la moral, no este gobernado solo por
ella. MacCormick interpreta la antología entre el razonamiento jurídico y el moral, ya que
para él, razonamiento moral no es un caso empobrecido de razonamiento jurídico sino que
es un caso especial institucionalizado y formalizado de razonamiento moral.
A continuación se resumen las críticas a la teoría de la argumentación jurídica de
MacCormick. En cuanto a la reconstrucción de los términos lógicos del razonamiento
judicial, MacCormick lo que hace es reelaborar la justificación del juez e incluso añadiendo
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elementos del caso. Aunque esta crítica no es acertada en el sentido que si tomamos el caso
de una manera abstracta y se podría partir de unos datos para tener una suposición ya que
la justificación que él le da al caso no se aleja de la realidad, es más un juez podría haber
razonado de la misma manera en que MacCormick lo hace.
Por otra parte, se tiene que la utilización de la lógica preposicional no es adecuada
para dar cuenta del razonamiento judicial, siendo preferible la expresión del mismo a través
de la lógica de predicados.
Se aprecia que la aceptación de una concepción deductivista del razonamiento
jurídico lleva al siguiente dilema: o se afirma que el ordenamiento jurídico carece de
inconsistencias lógicas, lo que es insostenible; o bien se acepta la existencia de tales
contradicciones en cuyo caso la tesis deductivista cae por tierra, pues a partir de una serie
inconsistente de premisas se puede justificar cualquier conclusión.
También se critica que su concepción de la subsunción es poco clara; la subsunción
no es un problema exclusivamente jurídico, sino un problema que afecta el uso empírico
del lenguaje.
Respecto a la deducción y conceptos indeterminados: hay conceptos que confunde
MacCormick en el sentido y justificación ya que no hay una existencia lógica de una
justificación, pues su tesis es de carácter deductivo, dados ciertos supuestos, y dentro de
ciertos límites.
En referencia a la necesidad lógica y discrecionalidad judicial: esta crítica fue hecha
en el sentido en que si aceptamos la decisión del juez es un proceso deductivo de
razonamiento, entonces nadie que desee ser racional puede dejar de aceptarla. Pero la
lógica no determina la decisión como tal, es decir, la conclusión de un silogismo práctico
no es una decisión sino una norma.
Mientras que los juicios de valor tienen un uso más restringido que el que
MacCormick considera aplicable a la determinación de los hechos, en la interpretación de
las normas y en la aplicación de términos valorativos.
Finalmente se puede decir que las posturas tanto del autor como la de MacCormick
son interesantes, ya que permite cuestionarnos acerca de cómo se conforma un argumento
jurídico. Aunque también llama la atención cuando habla de que un caso no debía tomarse
desde el punto de vista general, pero si universal. Además, las diferencias entre la
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consistencia y la coherencia dan mucho que pensar ya que para que un argumento tenga
coherencia primero debe de ser consistente.
El requisito de universalidad nos hace reflexionar acerca de las normas, ya que se
habla que las normas no podían ser contradictorias, siendo este uno de los puntos
principales en el derecho, ya que la contradicción entre normas puede crear bastantes
problemas al momento de la aplicación del derecho.
Referencia
https://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/obrasjuridicas/oj_20151108_01.pdf