Carl Sagan, el gran comunicador
(1934-1996, Estados Unidos)
Carl Sagan fue probablemente el más conocido y
reconocido divulgador científico de la historia. ¿Quién no
recuerda su voz profunda y su capacidad de transmitir la
fascinación por la ciencia? Pero también fue, y quizás esto
no es tan conocido, un importante científico.
Nació en 1934 en Brooklyn (NY) en una familia de
inmigrantes de origen ruso que se trasladó a Chicago
durante la adolescencia de Carl. Se licenció en Física y se
doctoró en la Universidad de esta ciudad.
En 1961 propuso que la alta temperatura superficial de
Venus era debida al efecto invernadero causado por el
vapor de agua en la atmósfera, y advirtió de la posibilidad
que esto sucediera en la Tierra. Más adelante se demostró
que el efecto era causado por CO2, dado que en la atmósfera de Venus casi no hay vapor
de agua, pero la advertencia sobre el peligro de calentamiento global en la Tierra ya estaba
hecha, décadas antes de la constatación del mismo.
Aficionado como era de la ciencia ficción, uno de sus sueños era encontrar vida en el
Sistema Solar, fuera de la Tierra. Descartado Venus, la esperanza más clara era Marte, pero
las naves Viking le hicieron casi abandonar esta posibilidad.
Su colaboración con la NASA duró 30 años, participando en las misiones Mariner, Pioneer,
Voyager y Galileo. En 1971, la nave Pioneer 10 fue equipada con una placa diseñada para
Sagan y Frank Drake, con el objeto de proporcionar información sobre la Tierra a una
hipotética civilización extraterrestre que pudiera localizar la nave en el futuro. También
participó en la elaboración de un disco equipado en las naves Voyager 1 y 2 con el mismo
objeto, pero con mucha más información que la anterior, incluyendo abundante audio, como
saludos en diferentes idiomas, sonidos de la Tierra, etc.
Escribió numerosas obras científicas, entre ellas "Vida Inteligente en el Universo", publicada
en 1966 y escrita en colaboración con el ruso Iosef Shkolvski, a quien nunca conoció
personalmente, pero demostrando que era posible la cooperación en plena guerra fría. Parte
de su obra científica fue escrita en colaboración con su mujer Ann Druyan. Su última obra,
"El mundo y sus demonios" (1995), fue una severa crítica a las supersticiones y las llamadas
"paraciencias" con las que Sagan era muy crítico. Asimismo, escribió "Contact", su única
obra de ficción.
Pero lo que convirtió Carl Sagan en una figura de alcance mundial fue la serie documental
"Cosmos" (1980). Una serie que despertó la pasión astronómica en generaciones.
Carl Sagan murió en 1996 a los 62 años a causa de una neumonía precedida de una
mielodisplasia.