Consejos para Escribir Oraciones de Manera Eficiente
Consejos para Escribir Oraciones de Manera Eficiente
Consejos para Escribir Oraciones de Manera Eficiente
Es necesario utilizar bien los incisos, así como descartar lo innecesario, el estilo nominal y los
elementos de negación
________________________________________________________________________________
En mi artículo anterior https://bit.ly/3LjRgiQ , presenté una pauta básica para escribir con claridad:
escoger las palabras más adecuadas para el sentido y el tono de lo que se desea comunicar. Ello
implica elegir palabras cortas y reemplazar expresiones largas; además, evitar los “verbos de
apoyo”, las palabras repetidas y los “comodines”.
Dicha recomendación forma parte del método de la comunicación clara, propuesto por los expertos
españoles Estrella Montolío y Mario Tascón, y planteado en su libro El derecho a entender. En esta
oportunidad, presentaré algunos de sus consejos para escribir oraciones de manera eficiente.
Cabe precisar que en un artículo anterior https://bit.ly/3KTIAAu , había presentado algunas de sus
recomendaciones sobre ese tema: controlar la longitud de las oraciones: entre veinte y treinta
palabras como máximo; seguir su orden natural (sujeto + verbo + complementos); utilizar la voz
activa y colocar la información relevante al principio.
A continuación, presentaré otros consejos para escribir oraciones, basándome en los aportes de los
mencionados autores y en los planteamientos del experto español Daniel Cassany; además, en el
Manual de escritura académica y profesional, El libro del español correcto y la normativa de la RAE:
En este apartado, he optado por subdividir la recomendación inicial en tres consejos distintos. Cada
uno aborda un aspecto específico sobre los incisos -su puntuación, ubicación y extensión- y los tres
en conjunto les permitirán utilizarlos bien para escribir oraciones de manera eficiente.
Según la RAE, los incisos son elementos suplementarios que aportan precisiones, ampliaciones o
rectificaciones a lo dicho en la oración. Existen secuencias necesariamente incidentales, como las
explicativas. Para explicarlo, se plantea el siguiente ejemplo (se ha destacado con negrita el inciso):
Montolío y Tascón afirman que, si se requiere incluir incisos en la oración para ampliar o matizar
información, se debe marcarlos debidamente mediante la puntuación. Al respecto, la RAE señala
que normalmente dichos elementos aparecen intercalados en la oración y se escriben entre comas.
Ejemplos:
Dicha institución indica que, otras veces, los incisos encabezan o cierran la oración, y deben
aparecer igualmente separados mediante coma. Ejemplos:
Según lo acordado, el proyecto se iniciará en febrero.
Cabe acotar que la omisión de una de las comas que deben encerrar los incisos cuando están
intercalados en la oración es uno de los errores más frecuentes en los documentos. Al respecto, en
su libro Enseñar lengua, Cassany afirma que el mal uso de la puntuación es uno de los "síntomas"
gramaticales habituales de deficiencias en la redacción. En particular, los incisos sin comas -o
solamente con una- son uno de los problemas de puntuación del texto según este autor.
Al acto acudieron más de doscientos alumnos, quienes junto a sus padres, aplaudieron con
entusiasmo las palabras del famoso conferenciante.
Asimismo, cabe precisar que una oración puede variar su significado según se coloquen o no las
comas para marcar los incisos. Para explicarlo, se presenta el siguiente ejemplo, tomado del libro
Redacción sin dolor, de Sandro Cohen (se ha destacado el inciso en la primera versión):
a) Premiaron a todos los trabajadores, que tuvieron un buen desempeño durante el año pasado
(marcando el inciso mediante la coma, se precisa por qué se premió a todos los trabajadores: por
haber tenido un buen desempeño durante el año pasado).
b) Premiaron a todos los trabajadores que tuvieron un buen desempeño durante el año pasado (sin
marcar mediante una coma el elemento destacado en (a), se especifica que se premió solamente a
los trabajadores que tuvieron un buen desempeño durante el año pasado).
Si desean conocer cuándo un elemento constituye un inciso y debe ir entre comas, pueden revisar
el contenido de este enlace: https://bit.ly/39YDXr7
Montolío y Tascón señalan que es conveniente colocar los incisos en una posición de la oración en
la que no interrumpan la lectura: al inicio o al final; además, se debe procurar que no rompan la
contigüidad entre el sujeto y el verbo.
Sobre este punto, en su libro La cocina de la escritura, Cassany afirma que el inciso puede estorbar
o incluso confundir la lectura, si se inserta entre elementos que deben aparecer juntos. Asimismo,
brinda la siguiente recomendación, como uno de sus consejos para escribir oraciones eficientes:
“Sitúa los incisos en la posición más oportuna: que no separen las palabras que están relacionadas”.
Para explicar lo expuesto, se presenta el siguiente ejemplo, tomado y adaptado de El libro del
español correcto (se ha destacado el inciso en cada versión):
a) Las empresas eléctricas, después de impuestos, obtuvieron unos beneficios de 230 millones de
euros.
b) Las empresas eléctricas obtuvieron unos beneficios de 230 millones de euros, después de
impuestos.
De estas dos versiones, la (b) resulta mejor, ya que el inciso no interrumpe la lectura en esa
posición -al final-; además, no se rompe la contigüidad entre el sujeto (Las empresas eléctricas) y el
verbo (obtuvieron), que deben aparecer juntos.
En El libro del español correcto, se precisa que se deben limitar las explicaciones y las aclaraciones a
lo imprescindible. Al respecto, Cassany recomienda reducir los incisos a menos de 15 palabras. Ello
es necesario porque dichos elementos desvían la atención hacia aspectos secundarios, lo que
dificulta la comprensión del mensaje.
Para explicar lo anterior, en dicha fuente se presenta el siguiente ejemplo (se ha destacado el inciso
excesivamente largo):
Opción desaconsejable:
a) En estos momentos en los que es entendible que exista preocupación y duda sobre el correcto
funcionamiento y utilización de los recursos y financiación de los diferentes organismos que
contribuyen a complementar la actividad universitaria, se hace necesario, por los que tenemos la
responsabilidad de gestionarlos, el proporcionar una información clara y exacta que permita a la
comunidad universitaria conocer mejor y, si es posible, reconocer la función que se realiza desde
estos organismos.
En este ejemplo, el inciso es tan largo (35 palabras) que supera incluso la máxima extensión
recomendable para una oración (30 palabras). Ante esta situación, en dicha fuente se explica que la
mejor solución es eliminar las informaciones innecesarias. No obstante, si se deben conservar todos
los datos contenidos en los incisos, la solución es dividir la información en dos o más oraciones.
En esa misma línea, para evitar los incisos largos, en su libro Afilar el lapicero Cassany recomienda
colocar las explicaciones y las matizaciones indispensables en otras oraciones. Para explicarlo, se
presenta el ejemplo anterior ya reformulado (se ha destacado la oración derivada del inciso largo):
Opción recomendable:
Para finalizar este primer apartado, cabe precisar que al escribir oraciones no se deben confundir
los incisos -elementos suplementarios- con los complementos circunstanciales. Según la RAE, estos
últimos especifican las circunstancias -tiempo, lugar, compañía, instrumento, cantidad, modo,
finalidad y causa- que acompañan a las acciones o a los procesos.
Si desean conocer los usos de la coma para delimitar los complementos circunstanciales, y más
sobre los incisos, pueden leer este artículo anterior: https://bit.ly/3yKcRhK
2. Eliminar lo innecesario
Montolío y Tascón recomiendan eliminar las palabras innecesarias y la información que no sea
estrictamente relevante en las oraciones. Cassany también sugiere lo mismo, como uno de sus
consejos para escribir oraciones eficientes:
“Elimina las palabras y los incisos irrelevantes. Quédate solo con lo esencial”.
Respecto de este tema, en El libro del español correcto, de igual modo se aconseja eliminar lo
innecesario. En dicha fuente, se precisa que se deben descartar expresiones que pueden
desaparecer de los textos sin que el mensaje se resienta en absoluto.
Para explicar lo expuesto, se presenta el siguiente ejemplo, tomado y adaptado de la Guía Práctica
de Comunicación Clara del Ayuntamiento de Madrid, elaborada por Montolío y su equipo (se han
destacado las palabras que no aportan información relevante):
a) Insistió reiteradamente en que el tema que claramente preocupa es lo que sería la falta de
espacio.
De estas dos versiones, la (b) resulta mejor, ya que se ha eliminado todo lo innecesario y se ha
considerado únicamente lo esencial.
Montolío y Tascón sugieren optar por un estilo verbal que por uno nominal; es decir, utilizar más
verbos conjugados que sustantivos de significado similar. Cassany también recomienda no abusar
del estilo nominal, como uno de sus consejos para escribir oraciones eficientes. Según este autor,
en los lenguajes periodístico y administrativo modernos, existe una creciente tendencia hacia el
estilo nominal; esto es, la proporción de sustantivos supera ampliamente la de verbos en cada
oración. Así la redacción pierde claridad y se torna abstracta.
Sobre este punto, en el Manual de escritura académica y profesional se indica que el estilo verbal
(más verbos) facilita más la comprensión que el estilo nominal (más sustantivos), en parte porque el
nominal se basa en palabras más largas, derivadas y abstractas. Al respecto, en El libro del español
correcto se indica que usar verbos en lugar de sustantivos para expresar acciones permite ser más
directo, claro y breve al redactar.
Para explicar lo expuesto, se presenta un ejemplo tomado y adaptado del Manual de escritura (en
la primera versión, se han destacado los sustantivos que pueden reemplazarse por verbos):
b) La propuesta que constituye una comisión que revise los sistemas de seguridad se aceptó.
En estas dos versiones, la (a) presenta un uso excesivo del estilo nominal: se utilizan 6 sustantivos y
solamente un verbo. Por el contrario, la (b) resulta mejor, ya que se han transformado algunos
sustantivos -constitución y revisión- en verbos -constituye y revise-; así se facilita más la
comprensión, dado que se ha redactado de manera más directa, clara y breve.
Montolío y Tascón aconsejan que, si se puede elegir (más adelante desarrollaré esta condición)-, se
debe optar siempre por la formulación afirmativa de la idea, más comprensible y fácil de
interpretar. Ello es necesario porque las oraciones que incorporan varios elementos de modalidad
negativa son más difíciles y más lentas de procesar que las oraciones afirmativas correspondientes.
En esa misma línea, Cassany también recomienda no abusar de las negaciones, como uno de sus
consejos para escribir oraciones eficientes. Este autor afirma que las oraciones negativas son
difíciles de entender, porque requieren más atención y tiempo que las afirmativas. Asimismo,
añade que muchas veces podemos sustituir las negativas con formulaciones más positivas.
Para explicar lo expuesto, en su libro Afilar el lapicero Cassany plantea el siguiente ejemplo (se han
destacado las modificaciones realizadas en la formulación afirmativa, es decir, la segunda versión):
De estas dos versiones, la (b) resulta mejor, ya que según este autor se ha ganado claridad en la
oración al transformar la negación (a) en una afirmación.
Sin embargo, Cassany matiza esta recomendación en dicha obra. Allí también este autor señala que
no siempre es posible transformar una negación en una afirmación equivalente, dado que entre
ambas puede haber matices significativos. Para explicarlo, plantea el siguiente ejemplo:
Según lo que se expresa en la carta, la asociación no desea que la reunión con nuestros
representantes sea difícil y poco amistosa.
En este caso, Cassany explica que la idea de “no desear una reunión difícil y poco amistosa” es
bastante diferente de “quererla fácil y amistosa”. Es decir, dicha negación no se puede eliminar sin
modificar el significado de la oración. Por tanto, en este ejemplo no se puede elegir la afirmación.
Con este artículo, culmino la serie de aportes dedicados a explicar las pautas básicas para escribir
con claridad, incluidas en el método de la comunicación clara. En lo sucesivo, me comprometo a
presentarles recomendaciones para redactar textos funcionales en los entornos profesionales. Me
despido hasta una próxima oportunidad.