Conceptos Básicos DE Operaciones Navales.: 1. Definición de Guerra Naval

ESPECIALIZACIÓN EN AVIACIÓN NAVAL.
DOCTRINA DE LAS OPERACIONES NAVALES
CONCEPTOS BÁSICOS DE OPERACIONES NAVALES.
1. DEFINICIÓN DE GUERRA NAVAL.

"Guerra Naval" es el empleo en combate de las Fuerzas Navales para establecer,
mantener y explotar el control de los espacios acuáticos y para negar su uso al enemigo.
"Fuerza Naval" combinación de Unidades Navales, capaces de llevar a cabo
Operaciones Navales.
“Operaciones Navales" acciones navales llevadas a cabo en el medio acuático,
zonas de influencia naval y espacio aéreo relacionado, con el fin de lograr los objetivos
establecidos en una misión.
"Campaña Naval" serie de operaciones navales relacionadas y dirigidas hacia el
logro de objetivos dentro de un tiempo y espacio dados.
"Unidades Navales" son las plataformas de superficie, aéreas, submarinas y los
componentes de Infantería de Marina que conforman una Fuerza Naval.
2. CONCEPTO DEL ESFUERZO NAVAL.

La Guerra Naval incluye todas aquellas operaciones que tienen como propósito
disputar, ganar o mantener y explotar el control de las áreas marítimas, lacustres y
fluviales. La situación que existe y la situación que se desea obtener determinan los
aspectos generales del problema naval. Esta idea de situación proporciona el concepto
básico. El carácter del esfuerzo requerido para conformar los hechos a los fines deseados
dependerá de los medios disponibles, los medios que se nos oponen, las características
del Teatro de Operaciones y de las consecuencias aceptables como costo.
De acuerdo con el grado de control de los espacios acuáticos existentes en un
momento dado, tenemos tres categorías: áreas acuáticas bajo control, fuera de control y
en disputa; por lo que podemos considerar que la guerra naval tiene tres (3) objetivos
básicos determinados por la situación:
a. Negar el control de áreas acuáticas vitales.

b. Ganar el control de áreas acuáticas vitales.
c. Mantener y explotar los tres objetivos secundarios siguientes:
 Destruir o neutralizar al enemigo.
 Contener al enemigo.

DOCTRINA DE LAS OPERACIONES
 Engañar a las fuerzas enemigas.
3. TIPOS DE FUERZAS NAVALES.

Para proporcionar los medios, y así aplicar el esfuerzo naval y ejecutar las
operaciones indicadas en los artículos 4 y 5, dados más adelante, la Armada ha adoptado
un sistema flexible, conformando diversos elementos navales en fuerzas capaces de llevar
a cabo las operaciones propuestas. Puede obtenerse casi una variedad infinita de
combinaciones de buques, aviones y fuerzas terrestres, dentro del sistema, cada una
diseñada para afrontar los requerimientos de la situación específica existente. Las fuerzas
operativas de la Armada pueden considerarse consistentes de los siguientes tipos de
fuerzas; según sea el medio utilizado, la misión asignada o el tipo de unidad.
a. Medio
 Superficie.
 Submarinas.
 Aeronavales.
b. Misión
 Búsqueda y ataque.
 Control y protección del tráfico marítimo.
 Apoyo.
 Guardacostas.
 Fluvial.
 Desembarco.
c. Tipo.
 Se denominan de acuerdo con el tipo de unidades que
conforman la Fuerza Naval (portaaviones, acorazados,
fragatas, etc.).
4. TIPOS DE OPERACIONES NAVALES.

En términos generales el carácter del esfuerzo naval comprende los siguientes tipos de
operaciones:
a. Incursiones, ataques y barridos.
b. Desembarcos anfibios.
c. Ataque al comercio enemigo de ultramar.
d. Ataque a las comunicaciones navales marítimas enemigas y defensa de las
propias.

e. Operaciones de apoyo logístico.

f. Defensa de costas y de puntos focales críticos.
g. Control y protección del tráfico marítimo.
h. Apoyo de las operaciones terrestres.
i. Bloqueos.
El que estas operaciones se lleven a cabo en áreas marítimas fuera de control, en
disputa o bajo control, dependerá del objetivo para el cual se planearon.
5. ASPECTOS DE LAS OPERACIONES NAVALES.

Se observará que los tipos de operaciones navales mencionados en el artículo
anterior pueden a su vez subdividirse, considerando las operaciones subsidiarias que
puedan resultar de un concepto estratégico dado. Por ejemplo un plan para una operación
anfibia puede requerir el negar a las fuerzas de superficie enemigas un área marítima.
Esto a su vez, puede establecer un requerimiento adicional de operaciones de
exploración.
De los tipos de operaciones navales citadas en el artículo 4 puede verse que los
aviones basados en tierra, los portaviones, buques de superficie y submarinos pueden ser
empleados en combinaciones variables que dependen de la situación. Los detalles de las
operaciones navales y de los procedimientos están establecidos en las publicaciones
navales respectivas. Debido a que la comprensión de la conducción de la guerra naval
requiere no solamente un conocimiento de los tipos generales de operaciones navales,
sino también un conocimiento de los métodos para su ejecución, ciertos aspectos
generales de los métodos de empleo de las fuerzas navales estarán establecidos en las
secciones siguientes de este trabajo. Estas discusiones generales cubren algunas de las
consideraciones que afectan el empleo de las fuerzas navales en los tipos y subtipos
básicos más comunes de operaciones navales.
Esta lista, como se notará comprende operaciones que no siempre se incluyen
juntas:
 Operaciones de Ataque.
 Operaciones Aeronavales.
 Operaciones Anfibias.
 Operaciones Submarinas.
 Operaciones de Minado.
 Operaciones de Defensa Aérea.
 Operaciones Antisubmarinas.
 Operaciones de Contraminado.

 Control y protección del Tráfico Marítimo.

 Operaciones de Exploración.
 Operaciones de Defensa de Bases y Terminales
Marítimos.
 Operaciones Logísticas.
 Operaciones de Apoyo.
 Operaciones de Bloqueo.
 Operaciones de Búsqueda y Rescate.
6. CONTROL DE LOS ESPACIOS ACUÁTICOS.

Es la acción estratégica fundamental de la Armada Venezolana, por ser la que
permitirá poder llevar a cabo acciones subsecuentes. Controlar significa: utilizar y tener
la capacidad de negar las acciones de voluntades hostiles en los espacios marítimos,
lacustres y fluviales, incluyendo las áreas submarinas, lecho, subsuelo y el espacio aéreo
asociado. También son objeto de esta concepción, las cuencas hidrográficas de nuestros
sistemas fluviales.
El control de los espacios acuáticos no significa la presencia permanente ni
simultánea; éste debe concebirse en términos de un despliegue y de una capacidad de
medios convenientes y suficientes, que permitan actuar en cualquier área, en cualquier
tiempo y de manera decisiva, para asegurar el transporte acuático, el cumplimiento de las
leyes y la preservación de los recursos naturales renovables y no renovables del medio
ambiente; para lo cual, la Armada Venezolana debe estar preparada a cumplir las
siguientes tareas:
 Vigilar, localizar, destruir o neutralizar Fuerzas Navales Hostiles.
 Controlar y proteger el tráfico acuático.
 Defender los puntos focales, terminales, los litorales y las riberas.
 Hacer cumplir las leyes nacionales y convenios internacionales en
los espacios acuáticos bajo soberanía y jurisdicción.
7. AMENAZA ENEMIGA AL CONTROL DE LOS ESPACIOS ACUÁTICOS.

Antes de que pueda establecerse el control de los espacios acuáticos, ciertas
amenazas serias deben ser vencidas. Estas amenazas incluyen el uso de: ataques de
fuerzas aéreas, submarinas y de superficie contra las fuerzas

navales, tráfico mercante marítimo y bases, minado ofensivo y defensivo de puertos y

pasajes, ataque anfibio e incursiones de demolición submarina contra las bases y
facilidades; ataque atómico, biológico y químico con medios convencionales o
clandestinos, sabotaje, espionaje o técnicas de guerra psicológica.
La preparación para la guerra naval del futuro debe hacerse bajo el supuesto de
que la propulsión nuclear, las armas nucleares de todos los tipos para ser usadas como
proyectiles dirigidos, bombas, torpedos y minas, estarán a disposición de las fuerzas
navales enemigas para ser empleadas ofensiva y defensivamente en operaciones
aeronavales, de superficie y submarinas. La reducción de la efectividad enemiga en los
siguientes tipos de operaciones constituye el mayor campo para el esfuerzo en la guerra
naval.
a. Destrucción, Neutralización o Contención de Fuerzas

Enemigas.
Los métodos de evitar que las fuerzas enemigas compitan por el control de los
espacios acuáticos son aquellas operaciones que tienen como objetivos la destrucción,
neutralización y contención de las fuerzas enemigas.
La destrucción representa lo más avanzado en materia de daños y es de naturaleza
duradera, mientras que la neutralización representa un grado de daño a las fuerzas
enemigas, equipos, bases o apoyo logístico que ocasiona que las operaciones no sean
efectivas. La neutralización es generalmente de naturaleza temporal. La destrucción y la
neutralización pueden lograrse mediante la acción de fuerzas de ataque de submarinos,
aeronavales, de superficie, fuerzas antisubmarinas, anfibias, de minado o una
combinación de éstas. La contención implica detener a las fuerzas enemigas dentro de un
área para evitar su empleo efectivo en operaciones militares. En la guerra naval, la
contención de las fuerzas navales enemigas, con el objetivo de evitar su acceso al mar,
comprende el uso de diversos tipos de operaciones navales, en forma separada o
combinada. Además de estas operaciones empleadas para la destrucción y neutralización
de las fuerzas enemigas, podrán usarse bloqueos, patrullajes y operaciones de cortinado.
La condición estratégica ideal para establecer el control de los espacios acuáticos
consiste en que las fuerzas enemigas que tienen la capacidad de oponerse a nuestro
control, puedan ser destruidas, neutralizadas o contenidas inmediatamente después del
comienzo de las hostilidades. Cuando la destrucción, neutralización o contención de las
fuerzas enemigas (incluyendo la capacidad de empleo de aviones basados en tierra y de
lanzamiento de proyectiles) puede lograrse al principio de la guerra, las necesidades de
planeamiento para controlar las fuerzas son mínimas. Cuando esto no es posible, el
poder y número de las fuerzas requeridas para establecer el control aumenta fuera de
proporción con el poder del enemigo, desde que todas las comunicaciones marítimas
dentro del alcance de la acción enemiga deben ser protegidas o aceptada su pérdida. La
importancia y grado de control de las

comunicaciones marítimas requeridas para llevar a cabo la estrategia nacional tienen

mayor influencia en la determinación del número, tipo y empleo de las fuerzas de control,
que el poder enemigo en si.
8. GUERRA ECONÓMICA.
Aquella parte de la guerra económica que comprende la participación naval tiene
como objetivo el control de las comunicaciones marítimas y la estrangulación económica
del enemigo mediante la captura o destrucción de las cargas enemigas, marina mercante y
transporte aéreo, siempre que se encuentren fuera de la jurisdicción neutral. Puesto que se
tomarán otras medidas para la aplicación de presiones económicas concurrentemente,
con aquellas en el campo de las operaciones navales, se requerirá estrecha coordinación
entre la Armada y las demás organizaciones del gobierno que les hayan asignado tales
medidas.
a. Ataque del Comercio Enemigo.
En aguas bajo el propio control, la intercepción de mercantes enemigos no
presenta serias dificultades. Con buena inteligencia y búsqueda y con fuerzas bien
dispuestas será posible interceptar un gran porcentaje de buques enemigos que operen en
estas aguas. El enemigo puede intentar evitar la intercepción mediante rutas evasivas,
engaño y el empleo de gran número de pequeñas embarcaciones, ninguna de las cuales
puede ser susceptible a una fácil detección y destrucción. Por consiguiente, se requiere el
conocimiento de los movimientos de buques y aviones enemigos y amigos, así como un
conocimiento preciso de sus características. Es frecuentemente la política de los
gobiernos beligerantes emplear todos los medios para evitar que sus buques caigan en
manos enemigas y deben tomarse las más estrictas precauciones para interceptar las
fuerzas y para protegerse contra la acción ofensiva por sorpresa del enemigo. Los grupos
de abordaje deben ser entrenados en medidas contra el sabotaje.
b. Control del Comercio Neutral.
Puede esperarse que el enemigo complemente su comercio mediante el empleo de
facilidades neutrales. Por esta razón se hace necesario establecer un sistema de control de
comercio neutral, para evitar que los suministros destinados para el control o uso
enemigo lleguen a su destino por intermedio de los buques mercantes o transportes aéreos
neutrales. Esto puede lograrse por: visita y búsqueda, desvío a puertos o aeropuertos e
inspección beligerante de cargas, para autorizar y controlar a los buques y aviones
neutrales desde el Puerto de partida.
c. Contacto con Buques Extranjeros en Alta Mar.
Los Comandos Navales o sus representantes establecen frecuentemente contacto con
buques extranjeros en alta mar. La existencia de un estado de guerra hace que surjan
ciertos, derechos bien conocidos de los beligerantes que se oponen al concepto
tradicional de "libertad de los mares". Uno de estos es el

privilegio de visita y registro de los buques mercantes de bandera extranjera para

determinar si están llevando contrabando. Al hacer esto, el Comandante está ejerciendo
un derecho que contribuye al resultado eventual de la guerra, pero que también está
interfiriendo con el comercio de las naciones que tiene el estado de neutrales en la guerra.
Los derechos de la búsqueda son aceptados en el Derecho Internacional. Los métodos a
seguir están estrictamente establecidos y deben seguirse, si el buque que practica la
búsqueda quiere evitar hacer una ofensa a la bandera extranjera y la posibilidad de
motivar que la nación representada por esa bandera se plegue a la potencia oponente.
9. FUERZAS NAVALES EN LA GUERRA ECONÓMICA.

Las Fuerzas Navales pueden ser empleadas en la guerra económica para el
control, interdicción o evitar que el enemigo use los espacios acuáticos, el espacio aéreo y
los accidentes de las costas y/o riberas para su provecho económico. Esta función puede
ser desarrollada mediante la interdicción de la fuente de recursos de exportación del
enemigo y algunas veces mediante la interdicción de las fuentes de recursos que utiliza el
enemigo para sus importaciones. Los artículos exportados por el enemigo pueden ser
controlados por las Fuerzas Navales a través de los patrullajes, el establecimiento de
reglamentaciones en las zonas operativas, la destrucción o captura del contrabando y la
imposición de bloqueos.
a. Control del Contrabando.
Un beligerante puede declarar como Contrabando cualquier material destinado al
enemigo, que contribuya al potencial de guerra enemigo o ayude al enemigo en cualquier
sentido, directa o indirectamente. El control de contrabando es una de las formas de la
guerra económica que comprende la interceptación y captura de cualquier material que
haya sido declarado contrabando.
b. Bloqueo.
Es una forma de guerra usada principalmente para controlar o evitar el comercio y
el tránsito entre un área de bloqueo y el resto del mundo. El bloqueo se diferencia del
control de contrabando en que es aplicable a toda mercadería enemiga en tránsito
mientras que el control de con trabando es aplicable sólo a los materiales declarados
como contrabando y tal control puede ejercerse en cualquier sitio. Un bloqueo puede ser
impuesto en cualquier momento y no es necesario que exista el estado de guerra. Puede
ser establecido mediante la acción colectiva de varias naciones o unilateralmente por una
nación para llevar adelante su política, conducir las hostilidades, conducir la guerra o
autodefensa.
El bloqueo debe ser declarado por la nación bloqueadora, que puede actuar por
intermedio del Comandante de la Fuerza o Flota bloqueadora. Los detalles relativos al
uso del bloqueo están dados en las publicaciones respectivas del Derecho Internacional
para la Guerra Naval.

10. LOS MEDIOS NAVALES DE APLICACIÓN DE FUERZA.

Las Fuerzas Navales Operativas están, generalmente constituidas por las unidades
de superficie, las unidades submarinas, los buques auxiliares y las bases e instalaciones
terrestres. En un ámbito más amplio se incluyen las Fuerzas Aeronavales, las Fuerzas de
Infantería de Marina, las Fuerzas de Guardacostas y las Fuerzas Fluviales que sumadas a
las antes señaladas proporcionan el medio naval de aplicación de fuerza en apoyo a la
política nacional de a cuerdo con la estrategia en juego.
11. OPERACIONES DE ATAQUE.

Una fuerza de ataque es una fuerza naval de combate capaz de: movimientos
rápidos a un punto dentro del alcance de ataque a un objetivo; uso inmediato de sus
aviones y otras armas en concentración efectiva contra ese objetivo. Las fuerzas navales
proporcionan el poder ofensivo requerido para las operaciones navales efectivas. En el
presente, la fuerza de ataque de portaviones es el principal tipo de fuerza de ataque
empleado en las Operaciones Navales. Sin embargo, cualquier organización de unidades
navales que tenga la capacidad ofensiva para llevar a cabo operaciones de ataque
efectivas pueden ser organizadas como fuerzas, grupos o unidades de ataque. La
movilidad y el poder de la fuerza de ataque naval hacen de ésta un instrumento ideal para
el apoyo de la política nacional. Durante los períodos inestables en las relaciones
internacionales pueden servir en aguas internacionales como un factor estabilizador para
evitar la ruptura de hostilidades. Si se produjeran las hostilidades, la fuerza de ataque
estará lista para un movimiento rápido y para tomar acción cuando y donde fuese
requerido.
a. Fuerza de Ataque de Portaviones.
Se caracteriza por su poder aeronaval concentrado y por su movilidad estratégica,
usada con el poder adecuado, tiene la capacidad para golpear en forma efectiva cualquier
objetivo dentro del alcance de sus armas.
El apoyo de las operaciones de otras fuerzas navales y de las fuerzas basadas en
tierra de otros servicios es también una función importante de la fuerza de ataque de
portaviones. También se utilizan como fuerzas aerotácticas móviles que pueden cubrir y
apoyar desembarcos anfibios o retiradas; defender las aproximaciones a la costa contra
ataques aéreos y desplegarse rápidamente en áreas donde no se dispone de bases aéreas-
terrestres.
b. Fuerzas de Ataque de Acción de Superficie.
Estas fuerzas o grupos son organizados principalmente para acción de batalla con fuerzas
de superficie enemigas, o para ataques contra el tráfico marítimo enemigo u objetivos
terrestres. Tales ataques pueden ser particularmente efectivos cuando están coordinados
con ataques aeronavales y con apoyo aéreo. Pueden operar en forma efectiva sin
cobertura aeronaval durante

períodos de oscuridad o baja visibilidad. Durante los períodos de buena luz, sin embargo
su efectividad depende generalmente del logro y mantenimiento de la superioridad aérea
local. La fuerza de ataque de superficie proporciona apoyo de tiro naval para las
operaciones anfibias y para las operaciones de fuerzas basadas en tierra, escolta de
convoy y destrucción de incursores de superficie enemigos. Puede esperarse el uso de
explosivos nucleares tanto por las fuerzas amigas como por las fuerzas de superficie
enemigas en aviones, acción de superficie y propósitos antisubmarinos. Las unidades
comprendidas en la fuerza de ataque de superficie generalmente son incorporadas y
actúan como parte de otras fuerzas, tales como: fuerzas de ataque de portaviones o
fuerzas anfibias, hasta que la necesidad de los ataques de superficie requiera su
separación. Dependiendo de su misión, estas fuerzas operan algunas veces
independientemente a través de todo el período de su organización.
c. Objetivos Generales de las Fuerzas de Ataque.
En adición a las operaciones previamente citadas la fuerza de ataque puede
emplearse para conseguir uno o más de los siguientes objetivos:
1) Destrucción, neutralización y contención de fuerzas enemigas empleadas en
operaciones ofensivas o defensivas sobre los espacios acuáticos y en los
espacios acuáticos tanto de superficie como submarinos.
2) Protección del tráfico marítimo amigo
3) Destrucción o neutralización del tráfico marítimo enemigo, transportes,
facilidades portuarias y potencial de apoyo industrial.
4) Aislamiento o neutralización de posiciones enemigas.
5) Interdicción de las comunicaciones enemigas, acuáticas y terrestres.
6) Negar áreas acuáticas a un enemigo.
7) Reconocimiento
8) Protección de fuerzas propias y amigas y de áreas en ultramar.
9) Provisión de cobertura para operaciones anfibias, bases expuestas, operaciones
de minado y contraminado, fuerzas bloqueadoras y otras operaciones amigas o
posiciones dentro del alcance.
d. Ataque, Barrido e Incursión
Un ataque es toda acción u operación realizada sobre un blanco enemigo
específico o complejo de blancos cuya localización e identificación general sean
conocidos. Incluye las operaciones de intercepción, aproximación ataque de un blanco o
complejo de blancos enemigos, en los espacios acuáticos o en tierra, con el objetivo
general de destruirlo o neutralizarlo. El término ataque implica que la operación será
un ataque aeronaval o un bombardeo aéreo, un encuentro de superficie o un bombardeo
de superficie, un ataque submarino, un desembarco o una combinación de éstas. El
término "ataque" implica además que la fuerza de ataque tiene el poder y la capacidad
para mantenerse en las

áreas seleccionadas para el ataque durante el período deseado por su Comandante, así
como la capacidad para lograr el objetivo de la operación como un todo. Una operación
que comprende una serie de ataques planeados contra varios blancos enemigos en un área
de operaciones fija, bien sea en los espacios acuáticos, en la costa y/o ribera puede ser
llamada un "'barrido". Una breve incursión planeada repentinamente para efectuarse en
aguas o territorio bajo control enemigo, para golpear objetivos limitados, con el objeto de
obtener información o para efectuar una finta o engaño operativo, puede llamarse una
"incursión" o “raid"
12. OPERACIONES AERONAVALES.

Los componentes de la aviación naval en operaciones integradas con otros tipos
de fuerzas navales, juegan un rol preponderante en el establecimiento, mantenimiento y
explotación del control de los espacios acuáticos. Son esenciales para el establecimiento
y mantenimiento de la perioridad aérea en las áreas de operaciones navales. Los aviones
navales proporcionan uno de los medios más efectivos de golpear al enemigo, de
contrarrestar esfuerzos, ofensivos de éste y de negarle el uso de los espacios acuáticos.
Las operaciones de búsqueda aérea son invalorables para obtener información al día de
las operaciones enemigas y para proporcionar la vigilancia requerida en las áreas
importantes para el control acuático. En operaciones coordinadas con buques de
superficie o submarinas, los aviones navales proporcionan uno de los medios más
efectivos para oponerse a la amenaza submarina enemiga. Los aviones navales de
transporte aéreo proveen una parte de apoyo logístico requerido por las fuerzas navales
operativas.
Debido a la magnitud del problema de negar al enemigo el acceso a alta mar, la
necesidad de empleo adecuado de las comunicaciones marítimas requerirá normalmente
operaciones defensivas para la protección del tráfico marítimo, junto con ataques
ofensivos destinados a reducir la capacidad enemiga para interferir con el control
marítimo. Las operaciones aéreas son básicas para ambos tipos de operaciones.
Proporcionan el reconocimiento y el poder de ataque lejano necesario para destruir
muchas de las fuerzas enemigas antes de que alcancen la alta mar y para descubrir y
destruir aquellas fuerzas enemigas que alcancen la alta mar antes de que puedan atacar
sus blancos. A menos que las fuerzas aéreas enemigas que amenazan las fuerzas navales
y el tráfico marítimo puedan ser destruidas o neutralizadas, la seguridad de las
comunicaciones marítimas , dentro del alcance de las bases aéreas enemigas puede
ponerse seriamente en peligro. Las fuerzas aeronavales proporcionan un medio efectivo
de contrarrestar esta gran amenaza.
El uso por el enemigo de las áreas acuáticas contiguas a su propio
territorio y áreas de operaciones es de vital importancia para sus operaciones militares,
así como también para su economía nacional. Por estas razones, aunque estas áreas
puedan no ser deseadas para el uso propio, es importante negarlas al enemigo. Las
operaciones aeronavales, operaciones submarinas y

operaciones de minado proporcionan los medios efectivos de lograr este objetivo.

La conducción de las operaciones aeronavales estarán relacionada con la mayoría
de otras operaciones que la doctrina aplicable se encontrará formando parte integral de la
mayoría de las publicaciones de guerra naval.
13. OPERACIONES ANFIBIAS.
Las Operaciones Anfibias se caracterizan por la acción conjunta de los elementos
de las Fuerzas Armadas en un ataque desde el mar, para capturar una posición sobre una
costa hostil. Comprenden la integración virtualmente de todos los tipos de buques de
guerra, aviones y armas en un esfuerzo militar coordinado. Una operación anfibia
comprende aquella porción de una campaña de ultramar u operación que incluye lo
siguiente:
 El embarque, transporte, desembarque y apoyo de la fuerza de desembarco, o el
procedimiento inverso en el caso de operaciones de tipo de cambio de
despliegue.
 Las operaciones de fuerzas dentro del área del objetivo designado en las
playas de desembarco, desde el momento en que las fuerzas asignadas
comienzan las operaciones, hasta que la fuerza de desembarco esta
firmemente establecida en tierra.
 El movimiento y protección local de las unidades de las fuerzas asignadas, desde
y hasta el área del objetivo.
a. Propósito.
Una operación anfibia puede conducirse para lograr uno o más de los
siguientes propósitos:
1) Obtener una cabecera de playa desde la cual se podrán proyectar futuras
operaciones ofensivas terrestres.
2) Obtener un área para Base Aérea Naval o para el Ejército.
3) Negar al enemigo el uso de un área capturada
4) Hacer un re-despliegue de fuerzas amigas desde el mar, desde un área a
otra bajo condiciones de combate activo.
Una operación anfibia es por consiguiente, esencialmente una batalla por un
objetivo limitado, en la cual se requiere el esfuerzo conjunto de buques, tropas y
aviones en el más alto grado obtenible. Para la mayor efectividad el esfuerzo conjunto
demanda control centralizado y positivo.
b. Organización y Comando.
Las fuerzas que ejecutan una operación anfibia están organizadas en una Fuerza
de Tarea Anfibia. Debido a las características navales de las operaciones requeridas para
transportar, desembarcar y apoyar a la fuerza de desembarco, o para efectuar un
redespliegue delante de un ataque hostil, el ejercicio del Comando sobre la Fuerza de
Tarea Anfibia es una función de la Armada. La

Armada debe tener la responsabilidad de desarrollar, en coordinación con las otras

Fuerzas las doctrinas, procedimientos y equipos de las fuerzas navales para las
operaciones anfibias y las doctrinas y procedimientos para las Fuerzas Anfibias
Conjuntas. Así mismo la infantería de Marina tendrá la responsabilidad de desarrollar, en
coordinación con el Ejército, la Escuadra y las Fuerzas Aéreas, las Tácticas, Técnicas y
equipos usados por las fuerzas de desembarco en las operaciones anfibias.
c. La Infantería de Marina.
La Infantería de Marina, al igual que las otras Fuerzas Navales componentes debe
responder a la política nacional. Está constituida de contingentes balanceados de
unidades terrestres, anfibias y aéreas. Estas proporcionan los medios para una acción
ofensiva inmediata para contrarrestar la agresión enemiga, para la captura y defensa de
bases navales avanzadas y para la conducción de operaciones terrestres relacionadas con
una campaña naval. También proporcionan pequeñas fuerzas bien entrenadas y listas para
actuar para servicio en ultramar en casos de emergencia. Estas fuerzas autosubsistentes
sumamente integradas han sido desarrolladas para llevar a cabo operaciones de asalto
anfibio y son ideales como instrumentos de guerra o para ser utilizadas en pequeña
escala, desde que son capaces de ejercer el grado de presión preciso para una situación
dada. Una fuerza de desembarco, mantenida en alistamiento para ser lanzada en un asalto
desde el mar a cualquiera de los puntos a lo largo del perímetro enemigo, puede esperarse
que multipliquen varias veces su poder contra fuerzas enemigas basadas en tierra que
tienen que dedicarse a las defensas de aquellas playas.
14. OPERACIONES SUBMARINAS.

Una de las funciones esenciales en el establecimiento del control del mar es la de
negar el uso del mar al enemigo. Es en el cumplimiento de esta función que los
submarinos dan su mayor contribución a la guerra naval. Las operaciones submarinas
contra el tráfico marítimo mercante y contra los buques de guerra enemigos son uno de
los medios más efectivos para negar al enemigo el uso de las áreas marítimas. Esto es
particularmente cierto en las áreas marítimas en las que las otras fuerzas no pueden
operar sin pérdidas aceptables. Puede esperarse el uso de explosivos nucleares, tanto por
los submarinos propios como enemigos, en torpedos submarinos, minas y defensa
antiaérea.
La capacidad de los submarinos para detectar y destruir a los submarinos
enemigos hace de ellos fuerzas antisubmarinas efectivas. Operando independientemente,
pero en coordinación con otras fuerzas, los submarinos llevan a cabo una variedad de
operaciones adicionales importantes, que pueden resumirse como sigue:
a. Exploración, incluyendo búsqueda, patrullajes, traqueo y reconocimiento.

b. Detección de campos minados y minas.

c. Ataque con proyectiles dirigidos.
d. Piquete de radar.
e. Búsqueda y rescate
f. Operaciones anfibias y auxiliares, incluyendo transporte de tropas y carga,
desembarco de agentes especiales y equipos de demolición submarina,
evacuación, apoyo de actividades de guerrillas, informes de tiempo y
reabastecimiento de otras fuerzas y unidades.
Los submarinos y aviones operando en estrecha coordinación pueden constituir la
mayor combinación efectiva de poder naval para ser empleada contra blancos enemigos.
Los aviones pueden proporcionar el reconocimiento de gran alcance de que carece con
frecuencia el submarino, mientras que el submarino puede proporciona su capacidad de
ataque violento por sorpresa. Los ataques submarinos y aéreos coordinados sobre el
tráfico marítimo enemigo y sobre otros blancos puede ser de gran efectividad. Los
aviones pueden también ser empleados en forma efectiva para reducir la amenaza aérea
antisubmarino enemiga para los submarinos propios y amigos.
Para controlar y coordinar las operaciones submarinas en forma efectiva y para
proporcionar información uniforme de inteligencia y operativa, será necesario un
estrecho enlace entre el Comandante de la Fuerza de Tarea Submarina y el Comando
Operativo del Área o el Comandante de Flota a quien concierne. El Comandante de la
Fuerza de Tarea Submarina debe tener acceso directo e irrestricto a las fuentes de
inteligencia disponibles al Comandante del Área o Flota, y estos últimos deben estar
familiarizados con las prácticas submarinas y las técnicas operativas. Para asegurar un
estrecho enlace, el Cuartel General del Comandante de la Fuerza de Tarea Submarina
debe estar localizado cerca o en comunicación fácil y directa con el Cuartel General del
Comando de la Flota.
15. OPERACIONES DE MINADO.

Las Operaciones de Minado ofensivo ofrecen la oportunidad de ocasionar daño a
las unidades enemigas proporcionando al enemigo sólo la oportunidad limitada de tomar
represalia contra el minador. Por medio de estas operaciones las fuerzas navales
enemigas y el tráfico en los espacios acuáticos pueden quedar embotellados en los
puertos o demorar sus salidas pudiendo ser quebradas las rutas del enemigo. La presencia
real o posible de minas, restringiendo o demorando los movimientos del enemigo, puede
motivar a éste al empleo efectivo de un mayor número de buques que supere a las
pérdidas ocasionadas por hundimientos debidos a minas. Los buques enemigos que se
mantienen en sus bases debido a una campaña de minado efectiva son inútiles para el
esfuerzo de guerra inmediato del enemigo, como si hubieran sido hundidos y la demora
impuesta sobre el tráfico enemigo por una campaña de minado, reduce el tonelaje de
carga tanto como lo haría la pérdida de un número

de buques. El uso de explosivos nucleares puede esperarse tanto por las fuerzas de
minado amigas como enemigas.
La naturaleza de las operaciones de minado es tal que su amenaza es flexible. Por
ejemplo, los cambios en los tipos de minas y en los mecanismos de disparo, hacen que las
contramedidas no puedan ser estables. La tarea general de proporcionar contramedidas
puede crear un problema de tal magnitud que grave severamente los recursos industriales
de la nación. Las minas pueden ser sembradas por aviones, submarinos y buques.
a. Sembrado de Minas por Aviones.
Para las operaciones de sembrado de minas, el avión es el único tipo de
siembraminas que puede efectuar el sembrado en aguas ya minadas sin exponerse al
peligro de las minas previamente sembradas. Esta ventaja aconseja el empleo de aviones
para el minado prolongado o para minar aquellas áreas que han sido minadas
defensivamente por el enemigo. Además, los aviones pueden ser empleados como un
elemento de sorpresa en las áreas de minado cuyos problemas de defensa o acceso
impidan el minado por submarinos o minadores de superficie. Aunque el número de
minas que puede llevar un avión por salida es relativamente pequeño, la alta frecuencia
de salida permite el sembrado de gran número de minas en un intervalo relativamente
corto. La principal desventaja del sembrado de minas con aviones es su vulnerabilidad
relativa. Para el minado de áreas enemigas con fuerte defensa aérea, la probabilidad de
grandes pérdidas de aviones pueden hacer inaceptable el riesgo. La protección de escolta
de cazas y el efecto diversionario de golpes aéreos coordinados o misiones de ataque,
pueden servir para reducir la probabilidad de fuertes bajas durante las misiones de
sembrado de minas aéreo.
b. Sembrado de Minas con Submarinos.
Con su ventaja de ocultación, el submarino puede con frecuencia deslizarse en un
área, sembrar sus minas con precisión en la forma planeada y escapar sin descubrir su
presencia al enemigo. Sin embargo las operaciones de minado con submarinos pueden
ser seriamente restringidas en las áreas que han sido previamente minadas o de poca
profundidad, especialmente aquellas que han sido minadas defensivamente por el
enemigo. En consecuencia, casi todo el minado con submarinos está restringido al
sembrado de campos minados de efecto temporal, donde la ventaja de la ocultación
puede ser explotada más ampliamente.
c. Minado con Buques de Superficie.
En la mayoría de los casos los minadores de superficie son más vulnerables en las
operaciones de minado ofensivo que los aviones o submarinos.
16. OPERACIONES DE DEFENSA AÉREA.

Se considera generalmente que la defensa aérea incluye todas las medidas

destinadas a anular o reducir la efectividad de los ataques desde el aire par aviones
hostiles o proyectiles dirigidos. En la defensa aérea pueden tomarse medidas tanto activas
como pasivas. La Defensa Aérea Activa es la acción directa para destruir o reducir la
efectividad de un ataque aéreo enemigo. Incluye medidas tales como el empleo de
aviones interceptores o cazas, cañones antiaéreos o proyectiles dirigidos y contramedidas
electrónicas. Puede también esperarse el empleo de explosivos nucleares.
La Defensa Aérea Pasiva incluye las demás medidas no empleadas en la defensa
aérea activa y que tienen por objeto reducir al mínimo los efectos de la acción aérea
hostil. Incluye el uso de cobertura, camuflado, dispersión y maniobra.
Un ataque aéreo enemigo puede ser en forma de aviones enemigos o de
proyectiles lanzados desde instalaciones terrestres, buques o aviones. Las fuerzas o
unidades que tengan sólo capacidad limitada de defensa aérea deben ser defendidas
mediante el empleo más efectivo de aquellas fuerzas y unidades que sean fuertes en este
aspecto.
Tal como la situación y la disponibilidad de equipos lo permita, los planes de
defensa aérea deben seguir el concepto de "defensa en profundidad". El esfuerzo de
contrarrestar un ataque enemigo debe comenzar a la máxima distancia posible de las
fuerzas o áreas defendidas y debe continuar hasta que el ataque sea vencido o hasta que
el enemigo se retire. La defensa en profundidad no solamente aumenta la probabilidad de
una exitosa defensa contra los ataques aéreos enemigos, sino que mediante la existencia
de una alarma anticipada de ataque enemigo, disminuye el grado de alistamiento
requerido por las fuerzas amigas que no estén empeñadas directamente en las fases
preliminares de las operaciones de defensa aérea.
El empleo de todas las medidas de defensa disponible a una fuerza deben
ser coordinadas y controladas, sobre la mayor área posible, para asegurar la alarma
oportuna de la existencia de una amenaza aérea y la acción inmediata para contrarrestar
dicha amenaza. De una manera similar, todas las unidades, grupos o fuerzas, dentro de un
área de defensa, aunque orgánicamente sean independientes, deben estar coordinadas en
el más alto nivel de comando común y controladas hasta tal punto, que se facilite el
apoyo mutuo efectivo.
a. Categorías de las Operaciones de Defensa Aérea.
Las tres categorías principales de las operaciones de defensa aérea son:
1) Defensa Aérea de la Flota.
Es la defensa de las fuerzas navales operativas y del tráfico marítimo contra los
ataques aéreos enemigos. Esta tarea es de responsabilidad del oficial en
Comando Táctico (OCT). Debe lograrse la integración efectiva de todas las
medidas de defensa aérea activas y pasivas. Cuando las fuerzas están
atravesando un área de responsabilidad de

un comando designado que no sea el OCT, deben hacerse todos los esfuerzos
necesarios para coordinar las operaciones de defensa aérea de la fuerza en
tránsito con aquellas del Comando de Área.
2) Defensa Aérea Continental.
Comprende la defensa del territorio nacional contra los ataques aéreos
enemigos. Esta tarea debe ser de responsabilidad primordial de la Fuerza
Aérea. La Armada tiene como responsabilidad principal el control de las áreas
acuáticas vitales, que incluyen las áreas y/o zonas de influencia adyacentes a
las costas y/o riberas. La Armada debe contribuir a la defensa aérea del
territorio nacional y repeler los ataques aéreos enemigos en las aproximaciones
acuáticas vitales. Las fuerzas navales basadas en los puertos nacionales u
operando dentro de los límites de las aguas del mar territorial, que tuvieran
capacidad de defensa aérea, tiene la responsabilidad en una emergencia de
proporcionar la máxima asistencia posible, de acuerdo con su misión principal,
a los organismos que corresponde. Los Comandos que tengan fuerzas que
puedan ser, así empleadas deben asegurarse de que estén entrenadas y
preparadas para las operaciones de apoyo.
3) Defensa Aérea de las Bases Avanzadas.
Comprende todas las medidas para proteger estas bases contra los
ataques aéreos enemigos. Los Comandos de las áreas en las cuales están
localizadas las bases y los comandantes de bases, ambos tienen responsabilidad
de defensa aérea de las bases avanzadas. Las fuerzas navales, en puerto,
basadas en tierra u operando en las cercanías de las bases avanzadas, deben
aumentar las fuerzas del comandante de base y asistirlo en la defensa aérea lo
cual hasta los límites posibles que le permitan conservar la capacidad continua
para llevar a cabo sus misiones principales.
17. OPERACIONES ANTISUBMARINAS.

Las operaciones antisubmarinas son aquellas operaciones que se llevan a cabo
contra los submarinos enemigos, sus fuerzas de apoyo, bases operativas y astilleros de
construcción.
El objetivo de las operaciones antisubmarinas es el negar al enemigo el empleo
efectivo de sus submarinos. Esto puede lograrse con los siguientes tipos de operaciones,
en las cuales pueden participar buques, submarinos y aviones.
a. Tipos de Operaciones Antisubmarinas.

1) Operaciones de Ataque Antisubmarino.
Para destruir o neutralizar los astilleros de construcción de submarinos,
facilidades de reparación y bases de entrenamiento

u operativas (incluyendo los submarinos en aquellas bases).

2) Operaciones de Minado A/S.
Para evitar la salida de submarinos enemigos de sus bases operativas,
para evitar su paso desde un área estratégica a otra y para proteger áreas
marítimas y todas las unidades e instalaciones que se encuentran en
ellas.
3) Operaciones Submarinas A/S.
Para localizar y destruir a los submarinos enemigos que proceden desde
y hacia sus bases operativas y/o navegan a través de áreas restringidas.
4) Operaciones de Fuerzas A/S contra Submarinos
Para localizar y destruir a los submarinos enemigos en aquellas áreas
donde no se previno su entrada y para proteger el tráfico marítimo de
alta mar, de los ataques submarinos. Esta categoría incluye operaciones
"cazador matador", operaciones de apoyo A/S, cortinaje, maniobras
evasivas y operaciones de escolta de convoyes.
5) Operaciones de Defensa de Puerto y de Área
Para proteger puertos, ciertas áreas marítimas fijas, áreas
estratégicas de la costa, a las unidades e instalaciones que se encuentran
allí y para evitar la penetración y ataque de submarinos enemigos en
espacios acuáticos.
6) Control de las Operaciones de Tráfico Marítimo.
Incluyendo el establecimiento de sistemas adecuados de rutas y
desviación del tráfico marítimo mercante para conseguir seguridad y una
arribada oportuna del tráfico marítimo a sus puertos de destino.
b. Amenaza Submarina.
Una de las principales amenazas submarinas es el ataque sobre el tráfico marítimo
transoceánico. La selección del rol de los buques A/S y aviones para eliminar esta
amenaza está determinada por la inteligencia operativa sobre la disposición de los
submarinos enemigos en el mar.
1) En caso de ausencia de Inteligencia Operativa de Confianza sobre la
disposición de los submarinos enemigos, hay disponibles dos cursos de
acción generales para las fuerzas A/S combatan esta amenaza:
a) Empleo de buques y aviones en operaciones A/S para cubrir las áreas
oceánicas.
b) Concentración de fuerzas A/S con el tráfico mercante vital, que
constituye un blanco atractivo para los submarinos.

La primera forma de acción generalmente es poco eficiente y puede

establecer requerimientos de fuerza de tal nivel que es difícil de alcanzar. El
segundo curso de acción tiene muchas características poco atractivas pero
generalmente proporcionara seguridad y arribada oportuna de tráfico mercante en
presencia de la acción submarina.
2) Si se Dispone de Inteligencia Operativa de Confianza.
Esta serviría a los dos cursos dados anteriormente. Será entonces
posible establecer áreas probables de actividad submarina y operar parte
de las fuerzas A/S en forma efectiva contra los submarinos en aquellas
áreas.
c. Protección del Tráfico Marítimo
Desde que la posibilidad de un ataque por sorpresa en cualquier área no puede
nunca descartarse, generalmente cada convoy oceánico por protección estará acompañado
por una fuerza de escolta. Cuando la fuerza de escolta sea pequeña, será necesario su
refuerzo con apoyo adicional en las áreas donde se espere que el convoy está amenazado
de ser atacado.
1) Operaciones de Apoyo Cercano
Son generalmente usadas en áreas que se extienden de 10 a 30 millas
desde el perímetro de una fuerza o convoy. Están diseñadas para
localizar, informar y destruir submarinos que han sido localizados por
la fuerza o convoy antes de que los submarinos puedan alcanzar una
posición de ataque. Las operaciones pueden también servir para
hostigar al submarino para evitar que lleve a cabo sus ataques mientras
la fuerza o convoy sale fuera del alcance de torpedo. Los límites del
área de apoyo cercano pueden variar a discreción del OCT qué lleva el
control.
2) Operaciones de Apoyo Lejano
Son empleadas para dar apoyo a fuerzas y convoyes, localizando,
informando y destruyendo submarinos antes de que los submarinos
puedan localizar la fuerza o convoy o penetrar en el área defendida y
para hostigarlos de tal manera de evitar que localicen la fuerza o
convoy. Esta operación puede también ser usada en la defensa de áreas
geográficas. Las operaciones de apoyo lejano se llevan a cabo
normalmente en las áreas fuera de las 30 millas del perímetro de la
fuerza o convoy o del área protegida pero como en las operaciones de
apoyo cercano este limite pues de variar a discreción del OCT que tiene
el control.
3) Operaciones de Rastreo
Son usadas para localizar, informar y destruir submarinos que
aunque no están en una posición en que constituyan una

amenaza inmediata para la fuerza o convoy, son una amenaza para

otras fuerzas y convoyes, bien sea localizadas en el área u obligadas a
pasar a través de ésta. Normalmente estas operaciones son llevadas a cabo
por las fuerzas de apoyo; sin embargo, si la capacidad de la cortina de la
fuerza o convoy lo permite, pueden destacarse buques o aviones para
realizar operaciones de rastreo y completar la destrucción de submarinos
previamente detectados.
d. Operaciones Cazador Matador.
Las operaciones C/M son operaciones A/S ofensivas en un área de probabilidad
submarina combinando las mejores capacidades A/S de búsqueda, traqueo y ataque de las
unidades y fuerzas de mar y aire, en acción coordinada para localizar y destruir
submarinos. La unidad antisubmarina más efectiva para ser empleada contra submarinos
es el equipo combinado "buque - avión". El submarino A/S se unirá muy pronto a este
equipo. Usados independientemente, los buques y los aviones tienen limitaciones de su
tipo que limitan su efectividad en la detección y ataque contra submarinos. Usados como
un "team" los dos tipos son complementarios; las deficiencias de uno son llenadas por las
capacidades del otro y las ventajas que cada uno posee se gigantan al ser usados como un
"team". Diversas combinaciones de aviones anfibios, aviones de patrulla, aviones de
portaviones, helicópteros comprenden las fuerzas "Cazador Matador". Las fuerzas de
portaviones CIM tienen la capacidad de extender sus operaciones a cualquier distancia en
las áreas oceánicas.
e. Control Centralizado.
El control de las operaciones de tráfico marítimo y otros tipos de operaciones A/S
están tan estrechamente relacionadas que requieren de más coordinaciones. El control
centralizado es particularmente necesario cuando se dispone de fuerzas inadecuadas
como suele ocurrir en las etapas preliminares de una emergencia general de una guerra.
f. Uso de Explosivos Nucleares.
Puede esperarse el empleo de explosivos nucleares en todos los tipos de armas
antisubmarinas, tanto para las fuerzas amigas como enemigas.
18. OPERACIONES DE CONTRAMINADO.

Las operaciones de contraminado son aquellas que comprenden todas las
medidas que pueden ser empleadas para contrarrestar la amenaza de un esfuerzo de
minado enemigo.
La importancia de las operaciones de contraminado en la guerra naval se
desprende del hecho de que una vigorosa campaña de minado enemiga, aún cuando sea
llevada a cabo por una nación débil, en esfuerzo naval, puede afectar seriamente las
operaciones de las fuerzas navales más poderosas. Cada mina inutilizada por las fuerzas
de contraminado disminuye las probabilidades de

perder buques y unidades de la flota. La detección exitosa y la inutilización de un simple

campo minado del enemigo puede influenciar apreciablemente el resultado de una
campaña naval.
Debido a la falta de tiempo y facilidades para la inutilización, las fuerzas navales
deben frecuentemente aceptar el riesgo de operar en aguas donde permanecen algunas
minas. En tal situación, viene a ser responsabilidad del Comando Operativo determinar el
grado de riesgo de minas que puede ser aceptado. El uso de explosivos nucleares puede
ser esperado tanto por las fuerzas amigas como enemigas.
19. CONTROL Y PROTECCIÓN DEL TRÁFICO MARÍTIMO.

El establecimiento del control del mar a la ruptura de las hostilidades requiere la
institución anterior de los medios para este control y para la protección de los lugares
propios, aliados y de aquellos que trabajan con el país, con el objeto de conseguir su
empleo más efectivo y asegurar su arribo seguro y en tiempo al puerto de destino, frente a
las medidas ofensivas del enemigo. Ello también comprende la forma de controlar el
tráfico neutral en tal forma que se pueda conocer si este viola la ley de neutralidad.
En tiempo de guerra, para obtener el más efectivo uso, del tráfico marítimo en
todos los mares deberá organizarse una agencia aliada centralizada que esté en posición
de informar con respecto a la situación estratégica general, la cual tendrá el control de la
asignación y uso de los Buques Mercantes dejando el control de su movimiento y
protección a cargo de la Armada.
a. Sistema de Convoy.
Durante los períodos cortos de emergencia en guerra, o inmediatamente luego de
comenzadas las hostilidades, el cerrar todos los lugares mercantes para su defensa
contra ataques directos es un asunto que debe ser decidido de acuerdo a la política
nacional. Cuando la amenaza de ataque a las comunicaciones marítimas es inminente la
protección al tráfico puede generalmente conseguirse mejor, organizando o instituyendo
el sistema de convoyes. Se podrá disponer que los buques zarpen en convoyes o
independientemente de acuerdo con la velocidad que puedan mantener, importancia
relativa, grado de posibilidad de ataque de parte de submarinos o aviones y las
necesidades de un viaje particular. Un sistema efectivo de convoy no solo involucra la
designación de rutas a través de las cuales los buques son convoyados sino que incluye
una detallada organización en que se predisponen los zarpes y arribos hasta donde es
posible. Es necesario una especial atención con el objeto de asegurar un flujo de tráfico
constante, así como del uso más efectivo y económico de las fuerzas de escolta
disponibles.
1) Fuerzas de Escolta bajo Control Naval.
Consisten de varios tipos de buques y aviones que se
designan para proporcionar protección contra las dos amenazas
más peligrosas a los buques, los aviones y los

submarinos. A pesar de que las minas, los buques de guerra y los

corsarios son considerados también una amenaza de menor grado,
sus posibilidades no deben ser pasadas por alto, debiendo
proporcionar medidas de protección adecuadas cuando las
circunstancias lo requieran. En algunos casos el convoy puede ser
incluido dentro de una disposición de crucero de buques de guerra.
Cuando existe una eminente amenaza aérea, deberá proporcionarse
al convoy una cobertura aérea suficiente y constante, incluyendo
aviones de portaviones. En el futuro puede esperarse el uso de
explosivos nucleares, tanto para el ataque como para la protección
del tráfico marítimo.
2) Medidas Evasivas.
En adición a la protección del trafico marítimo con fuerzas
de escolta se deberán emplear medidas evasivas incluyendo rutas
específicas y desvíos de ellas, navegación en zig zag y la
ejecución de maniobras de emergencia. La designación de rutas
especiales a los desvíos tanto de los convoyes como de las
unidades sueltas se hacen con el objeto de evitar o disminuir los
efectos de situaciones peligrosas conocidas o esperadas.
3) Operaciones de Exploración.
Deberán disponerse operaciones de exploración rutinarias
de largo alcance que incluyan búsqueda, patrullaje, traqueo y
reconocimiento, con el objeto de dar el alerta adecuado, cooperar
y. proteger el tráfico marítimo contra el ataque de aviones y
submarinos. En el pasado las patrullas de superficie no han
constituido un medio muy efectivo de protección contra ataques
de aviones o submarinos. En aguas restringidas o pasajes donde se
pueda llevar a cabo patrullas densas, su efectividad aumenta
especialmente cuando pueden ocupar posiciones relativas a los
buques protegidos de manera de ser un escolta durante su tránsito
por el área patrullada. Sin embargo el uso de explosivos nucleares
en la defensa anti- aérea y anti-submarina puede en el futuro
incrementar la efectividad de las patrullas de superficie.
4) Operaciones de Cobertura.
Cuando sea necesario se deberá disponer operaciones de
cobertura que serán llevadas a cabo por grupos de soporte que
operen aparte del convoy, con el objeto de interceptar, atraer la
atención, retrasar, desorganizar o engañar a la fuerza enemiga
antes de que pueda atacar a la fuerza protegida. Las operaciones
anti-

submarinas "Matador -Cazador" contra submarinos enemigos,

están incluidas como fuerzas de soporte de convoys dentro de esta
categoría de operaciones de protección.
5) Coordinación con Agencias Civiles
En adición a las medidas de protección enumeradas se
requiere coordinación organizada con las autoridades de agencias
civiles tales como la Marina Mercante, la industria pesquera y la
aviación civil, con el objeto de asegurar su cooperación en el
reconocimiento de áreas del océano para detectar al enemigo.
b. Medidas Ofensivas.
Las medidas defensivas indicadas antes no son
normalmente suficientes por si solas para proporcionar protección
completa al tráfico marítimo. Es esencial una ofensiva vigorosa
contra todas las fuerzas enemigas que amenacen el transporte
marítimo. Habrá casos en que tal ofensiva constituye el esfuerzo
naval más importante como un preludio necesario para la fase de
iniciación de una campaña naval. Los Comandos deberán estar
siempre alertas a este útil uso ofensivo de fuerzas.
c. Buques en Puerto.
Cuando los buques están en puerto o cerca de ellos, son protegidos contra ataques
o sabotaje por las fuerzas defensivas de la base y puerto de la localidad. Aquellos buques
que tengan armamento nuclear deberán coordinar sus esfuerzos con los de los sistemas
de defensa local. Es de esperar que el uso de explosivos nucleares de parte de los
contendores cambiará los conceptos actuales referentes a defensa de Buques en Puertos.
20. OPERACIONES DE EXPLORACIÓN.

La exploración comprende las operaciones de obtención y diseminación de la
información referente al enemigo. Estas operaciones son de capital importancia en la
guerra naval debido a que pueden proporcionar el reconocimiento requerido de áreas
esenciales para el control de los espacios acuáticos por las fuerzas amigas o el enemigo.
A la iniciación de las hostilidades, para el control de los espacios acuáticos es un
requisito inmediato el poseer información referente a la situación y movimientos del
tráfico marítimo y fuerza naval enemiga así como de todas las fuerzas enemigas que
constituyen una amenaza a las comunicaciones propias. Aunque las agencias de
inteligencia pueden ayudar en esta tarea, mayor confianza se puede poner en las
operaciones de exploración que cubran las áreas vitales de los espacios

acuáticos.
a. Operaciones.
Las operaciones de exploración incluyen todo tipo de búsqueda, patrulla, traqueo
y reconocimiento efectuado por aviones, buques de superficie, submarinos e infantes de
marina.
1) El objetivo de la búsqueda es el localizar e informar de la presencia o
confirmar la ausencia de fuerzas hostiles o instalaciones en el área
cubierta por la búsqueda. La búsqueda puede ser instituida como una
búsqueda de rutina de seguridad o como un medio para localizar una
fuerza enemiga específica o información de otro tipo, si es así, las fuerzas
de búsqueda pueden también obtener información del medio, de valor
para las fuerzas propias. Las búsquedas aéreas de gran alcance de rutina
son una medida normal esencial para la seguridad de las comunicaciones
marítimas y bases. Los planes para tales búsquedas deberán ser
diseminados entre todos los comandos interesados.
2) La operación de patrullaje tiene por objeto prevenir por investigación
sistemática y continua, que cualquier objeto o unidad cruce la línea de
patrulla (o barrera) sin ser detectado. Cuando se patrulla se puede obtener
información importante referente a las condiciones meteorológicas y al
uso de equipos electrónicos por el enemigo lo que será informado cuando
y si la seguridad de las comunicaciones lo permiten.
3) El objetivo del traqueo es obtener información continua de las fuerzas
enemigas y de sus movimientos cuando han sido localizadas.
4) El objetivo del reconocimiento es obtener información concerniente a las
actividades y recursos del enemigo o recolectar información
meteorológica, hidrográfica, geográfica o electrónica referente a un área
determinada. Cuando sea posible deberían efectuarse misiones de
reconocimiento con el objeto de evitar el que escojan el área bajo
vigilancia como una en que planeen futuras operaciones. Con este fin,
deberán llevarse a cabo estas misiones como parte de una actividad amplia
o de forma rutinaria por un periodo de tiempo prolongado.
21. DEFENSA DE BASES Y TERMINALES MARÍTIMOS.

La efectividad de un sistema de bases de ultramar depende de la habilidad de
control de las comunicaciones marítimas y áreas del mar contiguas, en el grado necesario
para su apoyo y seguridad. Cuando las comunicaciones son sometidas a interdicción, las
bases pierden su capacidad para desempeñarse. Cuando las bases tienen apoyo y
protección, prestarán los medios más efectivos de fuerza en las áreas de decisión crítica.

Desde que las bases navales son un elemento importante del poder naval, su
defensa es una obligación principal e importante en operaciones Navales. Las
Operaciones de Defensa de Bases son aquellas medidas tomadas para proteger las bases
contra ataques o sabotaje del enemigo y ello incluye la protección de las líneas de
comunicaciones. El objetivo de estas operaciones es preservar la integridad operativa de
una base para asegurar la función de cumplir con sus labores de apoyo.
La doctrina de defensa de bases pone énfasis en la importancia de un sistema
mutuo de apoyo entre bases dentro de un área y luego señala la obligación de sus fuerzas
navales de proveer defensa con carácter de prioridad a cualquier base naval aislada.
La defensa de los terminantes marítimos, bases y apostaderos navales es una
operación fundamentalmente naval, pues exige el control de un área acuática restringida
y del espacio aéreo correspondiente, mediante el empleo del concepto de defensa de
área, visualizando una reacción amplia y eficiente contra amenazas que evolucionan
rápidamente. La defensa de área conduce a una defensa en profundidad, donde los
medios actúan integrados, proporcionando protección continua en espacio y tiempo.
Las amenazas podrían provenir de:
a. Acciones de superficie a través del empleo de buques para efectuar
bombardeos, lanzar misiles y torpedos, desembarcar tropas e incursores.
b. Acciones submarinas mediante el empleo de submarinos de pequeño
desplazamiento.
c. Acciones aéreas con aviones basados en tierra.
d. Acciones terrestres mediante el empleo de tropas
22. TERMINALES MARÍTIMOS ESTRATÉGICOS.

Son las zonas litorales con los espacios acuáticos asociados que contienen
puertos, instalaciones, industrias básicas e infraestructuras de alto valor estratégico para
el funcionamiento de la nación. Para Venezuela se definen cinco terminales marítimos
estratégicos:
a. Terminal Marítimo Nº 1 : Entre Castilletes y Cabo San Román.
b. Terminal Marítimo Nº 2 : Entre Punta Tucacas y Cata.
c. Terminal Marítimo Nº 3 : Entre Punta El Fraile y Puerto
Caraballeda.
d. Terminal Marítimo Nº 4 : Entre Puerto Píritu y Mochima.
e. Terminal Marítimo Nº 5 : Entre Punta Araguapiche y Punta Playa.

23. BASES Y APOSTADEROS NAVALES.

Estas expresiones de despliegue logístico deben atender y satisfacer requisitos de
despliegue operacional, tanto por su capacidad de adiestramiento como por la posición
relativa al Teatro de Operaciones. En este sentido, cabe destacar, entre otros, la creación
de la Base Científico Naval en Isla de Aves y del Apostadero Aeronaval en la Isla de
La Orchila, denominaciones que han sido hechas por razones de carácter geopolítico y
de facilidades para entrenamiento de las unidades navales y para el ejercicio de la
autoridad del Estado en los territorios marítimos que generan.
24. OPERACIONES LOGÍSTICAS.

La logística provee los medios para la conducción de la guerra naval. Su
importancia es tal que con frecuencia puede ser el factor principal en la determinación
del éxito o la derrota. En su sentido más claro, la logística esta constituida de aquellos
aspectos de una operación militar que tiene que ver con: determinación y desarrollo,
obtención, almacenamiento, evacuación y disposición de material, transporte, evacuación
y hospitalización de personal, obtención o construcción, mantenimiento, operación y
disposición de facilidades; y adquisición o previsión de servicios, comprende también el
planeamiento logístico (incluyendo la determinación de las necesidades logísticas) y la
implementación.
Los tres elementos básicos de la logística: determinación de necesidades
logísticas, obtención y mantenimiento, y distribución son los mismos en cualquier nivel
de comando y es responsabilidad de todos los comandantes en todos los escalones de la
Armada.
La organización y facilidades que proveen apoyo logístico directamente a los
buques y unidades de la flota son:
a. Bases Navales.
b. Las Bases Navales permanentes de ultramar.
c. Las Bases Avanzadas.
d. Apostaderos Navales.
e. Los Grupos de Apoyo Móvil (Bases Flotantes Móviles).
f. Los "Grupos de Unidades de Reabastecimiento en la mar.
Uno de los objetivos de la logística naval es hacer a las fuerzas operativas tan
independientes de las bases navales de tierra como sea posible.
Esto no quiere decir que se debe eliminar las bases continentales, las que
proveen el apoyo logístico principal, sino que este apoyo sea suplementado por otros
medios que no sean el regreso de los buques de combate hacia bases terrestres distantes o
vulnerables.

25. APOYO LOGÍSTICO MÓVIL.

Los medios para obtener la flexibilidad, movilidad y tiempo, en la marcha
necesaria para llevar a cabo las operaciones navales en o cerca de las áreas de combate
estarán provistos por el sistema de apoyo logístico móvil. Se lleva a cabo este apoyo a
través de un sistema de bases permanentes de ultramar, bases avanzadas, grupos de
apoyo móvil (bases móviles o flotantes), grupos de reabastecimiento en la mar, y
unidades aéreas de apoyo logístico de la flota. El apoyo logístico móvil provee un medio
de apoyo para las fuerzas operativas que siempre esta listo a capacitarlas para ejercer una
presión constante sobre el enemigo cuando operen a grandes distancias desde sus bases
permanentes.
El grupo de apoyo logístico móvil da el apoyo logístico a las fuerzas flotantes
incluyendo a los grupos de reabastecimiento en la mar, pudiendo también apoyar
temporalmente a las fuerzas con base en tierra. El grupo de abastecimiento en la mar
proveerá un apoyo logístico limitado con el fin de facilitar a las fuerzas flotantes la
continuación de las operaciones por largo tiempo eliminando la necesidad de regresar
hacia un grupo de apoyo móvil o una base avanzada con el fin de reabastecerse en
mayor cantidad y rehabilitar al personal. Las unidades aéreas de transporte logístico
proveerán un apoyo logístico rápido de alta prioridad, no solamente a las bases
avanzadas y a los grupos de apoyo logístico móvil sino también directamente a las
unidades.
No es usual establecer una doctrina de equilibrio e interrelación para la
utilización de las bases avanzadas, los grupos de apoyo logístico móvil y los grupos de
abastecimiento en la mar. Si se desea que esta doctrina sea efectiva, debe tomar en
consideración muchísimas formas de empleo estratégico y táctico, de las fuerzas navales,
las fuerzas de apoyo logístico asignadas y la disponibilidad total de ese apoyo logístico.
Sin embargo, será práctico determinar el equilibrio entre los medios de apoyo logístico
para un plan de campaña dado. Este equilibrio será válido solamente si se le relaciona a
un plan específico como agencia de apoyo logístico principal, los medios móviles
encajan particularmente para apoyar un tipo de guerra con un frente que se mueva
rápidamente.
Al moverse el frente con una mayor rapidez se hace mayor la necesidad de que la
movilidad de las fuerzas logísticas de apoyo sea igual a la movilidad de las fuerzas que
deban apoyarse. Un frente que se mueve rápidamente demandará el uso de grupos de
abastecimiento en la mar, los que a su vez deberán ser abastecidos por los grupos de
apoyo móvil o desde las bases avanzadas. Un frente que se mueve despacio o durante
una situación estática, podrá cambiar la importancia de los grupos de reabastecimiento en
la mar usándolo solamente para abastecimiento de artículos vitales. En las situaciones en
que sea necesario una máxima condición de operaciones continuadas de las fuerzas
flotantes, se deberá usar como método principal de apoyo en las áreas de operación el de
abastecimiento en la mar.

26. OPERACIONES DE APOYO.

En el sentido más amplio, todas las operaciones militares necesitan de apoyo por
su naturaleza misma, ya que ellas apoyan uno de los objetivos nacionales. Las
operaciones de las Fuerzas Armadas, deben coordinarse de tal manera que provean el
máximo esfuerzo integrado. En un sentido operacional más estricto una fuerza apoya a
otra con el fin de ayudarse para llevar a cabo su misión inmediata.
a. Definiciones.
1) Apoyo.
Es la acción de una fuerza que ayuda, protege,
complementa o mantiene a otra fuerza de acuerdo con una
directiva que impone la tarea de apoyo.
2) Apoyo General.
Es aquel que se da a la fuerza apoyada como un todo
y no a una subdivision particular de la misma. Este tipo de apoyo
se llama algunas veces apoyo estratégico.
3) Apoyo Cercano.
Es la acción de una fuerza de apoyo contra blancos u
objetivos que se encuentran suficientemente cerca de la fuerza y
que necesita integración o coordinación de la acción de apoyo del
tiro, el movimiento y otras acciones con la fuerza ayuda. Este tipo
de apoyo se llama algunas veces apoyo táctico.
4) Apoyo Mutuo.
Es aquel apoyo que se prestarán las unidades debido a las
tareas que se les ha asignado, a sus posiciones relativas con
respecto una de otra y con el enemigo y a sus posibilidades
inherentes que conjuntamente pueden emplearse contra el
enemigo.
5) Operaciones de Cobertura.
Son operaciones de apoyo, cuyo único objetivo es la
protección de una fuerza que se encuentra desempeñando una
operación específica. La fuerza de cobertura deberá tener la
movilidad y la fuerza necesaria para interceptar y destruir a las
fuerzas enemigas que están creando una amenaza.
b. Doctrina.
La doctrina para las operaciones navales de apoyo está dada en las instrucciones
navales para maniobras, operaciones anfibias y operaciones con fuerzas de ataque.

27. OPERACIONES DE APOYO EN ACCIÓN CONJUNTA.

a. Fuerzas Navales que están Apoyadas por otra Fuerza Armada.
Cuando hayan fuerzas navales que están apoyadas por otras fuerzas armadas en
operaciones para obtener el control de los espacios acuáticos o negarle su uso al
enemigo, será esencial que dichas operaciones se integren estrechamente. Una directiva
emitida para una fuerza con el fin de apoyar a otra no afecta la transferencia de comando
o del control operacional con respecto a las fuerzas concernientes, pero si requiere que
ambos comandantes planeen sus operaciones en la más estrecha coordinación en forma
tal de sacar la mayor ventaja de sus posibilidades respectivas y acciones planeadas.
En el caso de que el logro de la misión involucre el control de los espacios
acuáticos y/o las áreas de influencia correspondientes, o la negación de su uso por el
enemigo y que se tenga un objetivo específico limitado, deberán integrarse muy
estrechamente los esfuerzos, estableciendo una fuerza de tarea conjunta en donde el
Oficial en Comando sea un Oficial Naval que ejerce el control operacional de toda la
fuerza.
b. Otras Fuerzas Armadas apoyadas por las Fuerzas Navales.
El uso de fuerzas navales en apoyo de las operaciones de otras fuerzas armadas
deberá hacerse de tal manera de no poner en peligro el cumplimiento de la misión naval
principal de control y uso de los espacios acuáticos y la negación de este uso por el
enemigo. Sin embargo las exigencias de las situaciones estratégicas o tácticas podrán
incentivar las operaciones de apoyo aunque puedan temporalmente ir en detrimento de la
misión naval principal. En este caso, el Comandante del más alto nivel involucrado en la
operación deberá apreciar el efecto probable de la decisión sobre la misión naval
principal. Tal requerimiento deberá solucionarse a la luz de las ganancias o pérdidas que
esa decisión podrá tener sobre la estrategia de guerra general.
c. Doctrina.
La Unidad de Esfuerzo es la clave del éxito en la conducción de operaciones que
involucren el empleo conjunto de las Fuerzas Armadas en caso de conflicto interno o
externo, bajo la Dirección Estratégica del Presidente de la República, del Ministro de
la Defensa y de la Junta Superior de las Fuerzas Armadas Nacionales. Para lograr
esta unidad, es necesario que en caso de conflicto las Fuerzas asignen por orden del
Presidente de la República Unidades de Combate, Apoyo de Combate y Apoyo de
Servicios de Combate a los Comandos Unificados o Específicos que se establezcan para
cumplir misiones conjuntas de combate.
Los Comandos Unificados se establecen para planificar y ejecutar operaciones
conjuntas, en cumplimiento de una misión amplia y continua en un área geográfica de
responsabilidad claramente definida. En casos de emergencia le son asignados a estos
comandos, componentes importantes de dos o más fuerzas, los cuales se colocan bajo
su Comando Operacional

Conjunto.
28. APOYO NAVAL DE LAS OPERACIONES TERRESTRES.

Es esencial para conseguir el éxito en las operaciones de ultramar efectuadas con
fuerzas basadas en tierra, el contar con un apoyo naval adecuado. Además de dar apoyo
logístico los requerimientos navales para prestar apoyo incluirán:
 Limpieza de campos minados en los puertos que son esenciales para las
operaciones de las fuerzas navales y de las fuerzas terrestres.
 Operaciones anfibias para el asalto, redistribución, raids y misiones de inteligencia.
 Apoyo directo de tiro naval y apoyo aéreo cercano de las líneas del frente.
 Interdicción del tiro naval y aéreo de las líneas enemigas de apoyo logístico.
 Apoyo aéreo en general.
29. OPERACIONES DE DECEPCIÓN TÁCTICAS.

El objeto de las operaciones tácticas deceptivas es el de engañar al comando
enemigo. Consiste de aquellas operaciones que se efectúan en apoyo de los planes
militares para engañar al comandante enemigo con el fin de ganar y mantener la ventaja
táctica. Abarca la decepción, a que se mantendrá durante un período corto de tiempo, en
cumplimiento de misiones limitadas y bien definidas de carácter local. La decepción
táctica se usa generalmente con los siguientes propósitos:
 Para preservar a las fuerzas amigas.
 Para hacer que el enemigo revele sus intenciones, su fuerza o disposición de
fuerzas.
 Para divertir una porción o todo el poder de ataque del enemigo.
 Para inducir al enemigo a la retirada al encontrarse con la superioridad
aparente de su oponente.
Las medidas de decepción a menudo producen resultados no proporcionales al
número del personal y al grado de esfuerzo material necesario para llevarlas a cabo. Es
imperativo que los planes de campaña sean muy bien comprendidos por los comandantes
navales con el fin de que las medidas deceptivas tomadas en las operaciones secundarias
o de apoyo no anulen o comprometan otras operaciones coordinadas o relacionadas a
ellas.
30. BLOQUEO.
Cuando se aplica el bloqueo los comandantes navales, o sus

representantes se mantendrán en contacto frecuente con buques que navegan bajo

bandera extranjera. El bloqueo involucra la negación de la entrada a los puertos de una
nación beligerante, impidiéndoles el paso a los buques neutrales y haciéndolos regresar.
La Ley Internacional establece reglas definidas, las que deben seguirse estrictamente si
se desea evitar ofensa a cualquier otro país. Además de la posibilidad de ofender a un
país neutral, existe la posibilidad de hacer que se demande al país por daños tales como
deterioro de la carga o retardo en su entrega. El bloqueo es un medio que está a
disposición de una potencia naval para ejercer presión política, económica y militar
sobre un enemigo con un mínimo riesgo para sí mismo. La imposición de un bloqueo
sobre un poder naval inferior forzará a esa potencia a declarar un tipo de guerra para la
cual no está bien preparada.
31. OPERACIONES DE BLOQUEO.

Las operaciones de bloqueo darán cierto grado de control sobre los espacios
acuáticos específicos y así contener el transporte comercial enemigo con el fin de retener
o prevenir el intercambio comercial por agua y aire, con el resto del mundo. Estas
operaciones podrán usarse para contener a las fuerzas militares enemigas con el fin de
prevenir su salida y conducir operaciones contra fuerzas navales y tráfico mercante
amigo.
Durante las operaciones de bloqueo deberá explotarse vigorosamente la
oportunidad de destruir las unidades navales enemigas, a menos que haciendo esto se
pueda interferir con el cumplimiento de la misión principal del comandante. Los planes y
órdenes de operaciones deberán indicar cuando la destrucción de los buques o aviones
enemigos sea considerada como cuestión secundaria a las tareas principales del
comandante.
Las operaciones de bloqueo varían considerablemente de acuerdo con la posición
geográfica, las posibilidades del enemigo, las condiciones políticas y económicas
existentes y la disponibilidad de nuestras propias fuerzas. El número infinito de
combinación de factores que afectan a las operaciones de bloqueo hace que no se pueda
establecer en detalle una doctrina para tales operaciones. El comandante encargado de
llevar a cabo una operación de bloqueo deberá organizar y operar sus fuerzas de tal
manera que su apreciación encaje con las circunstancias existentes.
32. MEDIDAS PARA EVITAR 0 REDUCIR AL MÍNIMO LA MUTUA

INTERFERENCIA
Son aquellas acciones coordinadas tomadas por los comandos para asegurar que
las operaciones de las fuerzas bajo su dirección son conducidas de tal manera que
prevendrán los efectos adversos de las acciones de cualquiera de sus unidades con las
operaciones de los otros. El propósito es:
 Prevenir a las fuerzas amigas que se ataquen unas a otras.

 Actuar de manera inmediata para entablar contacto efectivo con las fuerzas
enemigas.
 Prevenir alarmas innecesarias y gastos innecesarios de esfuerzo por parte de las
fuerzas amigas al aproximarse a otras fuerzas que no se han reconocido o
identificado como amigas.
Estas medidas incluyen lo siguiente:
 Asignación de misiones lo más claramente como sea posible.
 Explicación de la importancia relativa de las misiones cuando existan
misiones en conflicto.
 Programación de las tareas tácticas de manera de limitar cualquier
conflicto en espacio, tiempo o área.
 Previsión de procedimientos adecuados para reconocimiento e
identificación.
 Intercambio oportuno de informes operacionales esenciales entre las fuerzas
que podrían tener interferencias.
Los comandantes hasta el más bajo escalón serán responsables de las medidas
que deban tomar para prevenir la interferencia con las operaciones de las fuerzas amigas.
Cada comandante deberá asegurarse que las reglas, procedimientos, planes y métodos de
operación según sea necesario, sean diseminados en los niveles de comandos respectivos
para su conocimiento y fiel cumplimiento.


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