Sindicalismo en La Era Digital
Sindicalismo en La Era Digital
Sindicalismo en La Era Digital
https://doi.org/10.5209/crla.82792
Históricamente los cambios tecnológicos han sido impulsados por las empresas, aunque
en las últimas décadas han contado también con el apoyo público en forma de I+D+i que
ha derivado en innovaciones aún en otras empresas e instituciones, públicas y privadas
que no se han dedicado a la investigación. Por otro lado, las políticas públicas han contri-
buido a regular las consecuencias de la innovación sobre el empleo, al menos desde hace
un siglo. Las formas han sido varias: leyes laborales, instituir el derecho a la negociación
colectiva, regular salario mínimo y coste del despido, etc. Así mismo, las negociaciones
entre sindicatos y empresarios han buscado un timing beneficioso también para los tra-
bajadores o la salvaguarda de derechos y condiciones de trabajo de aquellos que podían
quedar desfavorecidos. También el estado ha intervenido de otras maneras, aparte la re-
gulación, como puede ser cambiando los modelos fiscales o las políticas económicas,
además de inversión en desarrollo e innovación (Mazzucato, 2013). Por tanto, con la re-
volución digital no debería ser menos, sino al revés, dado que el impulso público podría
ser más fuerte y por tanto ganarse más que en el pasado el derecho a regular. Quienes
hablan de cuarta revolución tecnológica como disruptiva del sistema económico-laboral
establecido no deberían olvidar que el Estado o la Unión de Estados tienen instrumentos
“preventivos” que pueden dirigir la inversión pública hacia una dirección u otra. Siem-
pre, claro está, que los gobiernos busquen el bienestar general.
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Catedrático emérito y fundador del Centre d’Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball en la
Universitat Autònoma de Barcelona. Correo electrónico: [email protected].
2
Profesor Titular de Sociología y miembro del Centre d’Estudis Sociològics sobre la Vida Quotidiana i el Treball
en la Universitat Autònoma de Barcelona. Correo electrónico: [email protected].
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Rifkin en su libro El fin del trabajo, aparecido en 1994, nos advierte que la nueva revolución tecnológica susti-
tuye rápidamente a los seres humanos en la mayor parte de los sectores económicos, por lo que “la gran mayoría
de trabajos van a desaparecer para no volver nunca jamás”. Mucho más recientemente y con más rigor analítico,
Frey y Osborne predicen que cerca de la mitad (el 47%) de los trabajadores norteamericanos tienen una elevada
probabilidad de ver sus ocupaciones amenazadas por la informatización.
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1.4. Papel de los actores sociales, los empresarios y los sindicatos, los tradicionales
y los nuevos, ante las nuevas tecnologías
Las grandes conquistas laborales de los últimos 100 años, en los países llamados
desarrollados, han sido protagonizadas total o parcialmente por los sindicatos, con
frecuencia gracias a su afinidad con algunos partidos que han gobernado o podían
aspirar a gobernar. Los sindicatos han sido “equilibradores” importantes de las rela-
ciones de poder entre los trabajadores y los empresarios, haciendo crecer las oportu-
nidades para los primeros. La razón fundamental, a nuestro entender, ha sido que los
sindicatos han desarrollado una notable capacidad de negociar con los empresarios
o bien oponerse a ciertas situaciones laborales gracias a su capacidad de afiliación o,
al menos, de representación de los trabajadores. En esta lógica de fondo la economía
digital no ha cambiado necesariamente, aunque muchos de los antiguos asalariados
sean ahora “trabajadores independientes”. Por ello, el actor sindical sigue siendo
fundamental para obtener un cierto “equilibrio” entre las partes. Pero los cambios
tecnológicos y económicos requerirán que los sindicatos adopten nuevas estrategias
y nuevas formas, es decir, nuevos objetivos colectivos a largo plazo y nuevos méto-
dos a corto y medio plazo para conseguirlos. Por ello es tan importante explorar las
nuevas realidades sindicales que están surgiendo, las adaptaciones de los sindicatos
tradicionales, los lazos entre los sindicatos tradicionales y los nuevos. Esta es la
aspiración de este número de Cuadernos de Relaciones Laborales que se une, como
el lector podrá constatar, a muchas investigaciones que se han llevado y se están
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llevando a cabo. Para mayor precisión, estos artículos son, mayoritariamente, fruto
de tal tipo de investigaciones.
Para situar en contexto al lector, dedicamos las siguientes páginas a un breve
resumen sobre el contenido del número de Cuadernos que tiene en su pantalla o en
papel en su mano.
dicales para representar a los trabajadores más afectados por la digitalización; entre
las cuales destaca el proyecto “Work 2020” impulsada por los sindicatos alemanes.
A continuación, siguen dos textos que se centran en la organización y representa-
ción de los trabajadores en nuevos sectores digitalizados. Por una parte, Holm-Det-
lev Köhler, profesor de la Universidad de Oviedo, en su texto “Sindicalismo ‘Gig’ o
la acción colectiva en la economía de las plataformas”, analiza las posibilidades de
organización de los trabajadores en la economía de plataformas a partir de las teorías
de poder sindical. Las experiencias de acción colectiva y de organización sindical le
permiten identificar las principales dificultades y potencialidades de la acción sindi-
cal en la economía de plataformas, así como qué posibles impactos puede tener este
modelo de negocio para el futuro del capitalismo digital.
Antonio Martin Artiles y Alberto Pastor, catedrático emérito y profesor de la Uni-
versidad Autónoma de Barcelona, respectivamente, en su texto “Nuevas formas de
representación colectiva. Reacción a la digitalización”, parten de una aproximación
cuantitativa y cualitativa para analizar las nuevas formas de representación colectiva,
sindical y cuasi-sindical. En su estudio contrastan las estrategias de representación
colectiva impulsadas desde “abajo” con la acción sindical desde “arriba” impulsada
por las organizaciones sindicales tradicionales.
Fernando Rocha, sociólogo de la Fundación 1º mayo, en su artículo “El (emer-
gente) papel del diálogo social en la gobernanza de la dimensión laboral de la digi-
talización”, aborda los principales retos y propuestas del sindicalismo de clase ante
el desarrollo de la economía digital, centrándose en el contexto europeo y español.
El autor aborda la intervención sindical en relación con dos ejes principales de ac-
tuación: el papel de las relaciones laborales y la negociación colectiva en la digita-
lización de los sectores productivos y empresas; y el impulso a través del diálogo
social de marcos normativos adecuados y políticas de apoyo para las trabajadoras y
trabajadores. Un diálogo social que el autor valora como emergente, aunque registre
algunos avances en los últimos años.
Los sindicatos nacieron con la revolución industrial, porque las máquinas les pu-
sieron las primeras barreras que parecían infranqueables. Ritmos de trabajo que no
podían dominar, fábricas enormes por las que no podían moverse libremente –tenían
que convocar a los trabajadores en el campo, en las iglesias, en las plazas–, difi-
cultades para que los patronos negociaran condiciones dignas o de supervivencia y
similares para todos, orígenes muy diversos de los trabajadores, desde campesinos a
artesanos con diferente cualificación. Eran obstáculos enormes, posiblemente supe-
riores a los que ahora existen. Pero con el tiempo tuvieron dos ventajas con las que
afrontaron la primera, la segunda y la tercera revolución industrial: grandes masas
de trabajadores concentrados en grandes empresas y la capacidad persuasiva de la
palabra. Resultaba plausible explicar a los trabajadores y trabajadoras que las de-
mandas colectivas redundaban en beneficio de todos. Era factible conseguir unidad
de acción contra las arbitrariedades. Con el tiempo, esto se vio acompañado por una
negociación colectiva efectiva. En algunos países, por ejemplo, los nórdicos, los
sindicatos llegaron a pactar la introducción de nuevas tecnologías y el aprendizaje
nuevo por parte de los trabajadores. La formación en el puesto de trabajo se acabó
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partido puede alzar la bandera de recorte del empleo público. Hay que explicar la
nueva situación a los ciudadanos. Frente a la robotización de la industria y el trans-
porte, sólo aparecen dos salidas razonables. La una es formación y más formación
de los trabajadores que les lleve a gestionar los robots. La otra, que el incremento de
beneficios provenientes de la robotización, acaben tributando adecuadamente en fa-
vor del estado del bienestar. Sin olvidar que la revolución digital implica e implicará
ganadores y perdedores, quienes tengan posibilidad y facilidades de adaptación y
quienes tengan más dificultades. Ahí tienen un papel importante no sólo las adminis-
traciones públicas, también los sindicatos.
4. Referencias bibliográficas