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Selección poética
ePub r1.0
Titivillus 19.02.15
Guillaume Apollinaire, 1999
Traducción y selección: José Manuel López
a Paul Léautaud
El esposo de Sakuntala
Cansado de vencer se alegró
Cuando la vio de nuevo más pálida
De esperar y de amor mirada melancólica
Acariciando su gacel
He invernado en mi pasado
Vuelve el Sol de Pascua
Para calentar un corazón más helado
Que los cuarenta de Sebaste
Menos que mi vida martirizados
a Max Jacob
a Maurice Raynal
De pronto
Rápido como mi memoria
Los ojos se volvieron a encender
De celda vítrea en celda vítrea
El cielo se pobló de un vivaz Apocalipsis
Y la Tierra llena hasta el Infinito
Como antes de Galileo
Se cubrió de mil inmóviles mitologías
Un ángel de diamante quebró todas las vitrinas
Y los muertos se me acercaron
Con aires del otro mundo
Atravesando la ciudad
Nos encontrábamos a menudo
Con parientes y amigos que se unían
A la pequeña tropa de muertos recientes
Todos eran tan alegres
Tan encantadores y tan saludables de aspecto
Que sólo alguien muy listo hubiese podido
Distinguir los muertos de los vivos
Luego en el campo
Nos separamos
Dos jinetes se unieron a nosotros
Fueron agasajados
Cortaron leña de viburno
Y de saúco
Con los cuales hicieron pitos
Que distribuyeron a los niños
Te esperaré
Toda la vida
Contestaba la muerta
Niños
De este mundo o del otro
Cantaban esas rondas
De palabras absurdas y líricas
Que sin duda son los restos
De los más antiguos monumentos poéticos
De la humanidad
Nuestros hijos
Dijo la novia
Serán más hermosos más hermosos aún
¡Ay! la sortija estaba rota
Que si fueran de plata o de oro
De esmeralda o de diamante
Serán más radiantes más radiantes aún
Que los astros del firmamento
Que la luz de la aurora
Que tus miradas novio mío
Olerán mejor aún
¡Ay! la sortija estaba rota
Que las lilas que acaban de abrirse
Que el tomillo la rosa o la brizna
De lavanda o de romero
A orillas de un lago
Nos divertíamos haciendo rebotar
Piedras planas
Sobre el agua que mecía apenas
Te amo
Decía él
Como el pichón a la paloma
Como el insecto nocturno
Ama a la luz
Demasiado tarde
Contestaba la mujer viva
Reprime reprime ese amor prohibido
Soy casada
Ves la sortija que brilla
Mis manos tiemblan
Lloro y quisiera morir
el 13 de julio de 1909
a Félix Fénéon
a Paul-Napoleon Roinard
Y he aquí el espectáculo
Y por siempre estoy sentado en un sillón
Mi cabeza mis rodillas mis codos vano pentáculo
La llama han brotado de mí como hojas
Tierra
Oh desgarrada a quien los ríos han zurcido
Pobre otoño
Mueres en blancura y en riquezas
De nieve y de frutos maduros
En el fondo del cielo
Gavilanes se ciernen
Sobre las ninfas sencillas de cabellos verdes y enanas
Que no han amado jamás
Oh mi juventud abandonada
Como una guirnalda mustia
Ya se acerca la estación
Las penas y la razón
Ondas
Las ventanas
Del rojo al verde todo el amarillo muere
Cuando cantan los guacamayos en los bosques natales
Batida de pihis
Hay que hacer un poema sobre el pájaro con una sola ala
Lo enviaremos en mensaje telefónico
Traumatismo inmenso
Hace manar los ojos
He ahí una bonita chica entre las jóvenes turinesas
El pobre joven se sonaba en su corbata blanca
Levantarás la cortina
Y ahora ya está se abre la ventana
Arañas cuando las manos tejían la luz
Belleza palidez insondables violetas
Intentaremos en vano descansar
Se empezará a medianoche
Cuando se tiene el tiempo se tiene la libertad
Caracolas Lotte múltiples Soles y el Erizo de mar del ocaso
Un viejo par de botas amarillas ante la ventana
Torres
Las torres son las calles
Pozos
Los pozos son las plazas
Pozos
Árboles huecos que cobijan a las alcaparras vagabundas
Los Chabinos cantan melancólicos
A las Chabinas montaraces
Y la oca cuac cuac trompetea en el norte
Donde los cazadores de ratones
Raspan las peleterías
Centelleante diamante
Vancouver
Donde el tren blanco de nieve y de fuegos nocturnos huye del invierno
Oh París
Del rojo al verde el amarillo se muere París
Vancouver Hyères Maintenon New York y las Antillas
La ventana se abre como una naranja
El hermoso fruto de la luz
Las colinas
Por encima de París un día
Combatían dos grandes aviones
Uno era rojo y el otro negro
Mientras en el cenit brillaba
El eterno avión solar
Profundidades de la conciencia
Serás explorada mañana
Y quién sabe qué seres vivientes
Serán sacados de este abismo
Con universos completos
Acostumbraos como yo
A los prodigios que anticipo
A la bondad que reinará
Al sufrimiento que soporto
Y conoceréis el futuro
Es de sufrimiento y bondad
Que será hecha la belleza
Más perfecta que aquella
Que venía de la armonía
Está nevando y ardo y tiemblo
¡Hombre! Ah Ariadna
Tocaba la flauta y la música dirigía sus pasos
Se detuvo en la esquina de la calle Saint-Martin
Tocando la tonada que yo canto y que yo he inventado
Se iba terriblemente
En ese momento
Los palomos de las Molucas ensuciaban algunas nueces moscadas
Al mismo tiempo
Misión católica de Bôma que has hecho del escultor
En otra parte
Ella atraviesa un puente que une a Bonn con Beuel y desaparece a
través de Putzchen
Al mismo tiempo
Una joven enamorada del alcalde
En otro barrio
Rivaliza pues poeta con las etiquetas de los perfumistas
Cortejos oh cortejos
Como antaño cuando el rey se iba a Vincennes
Cuando los embajadores llegaban a París
Cuando el delgado Suger se apresuraba hacia el Sena
Cuando el motín moría alrededor de Saint-Merry
Cortejos oh cortejos
Las mujeres desbordaban unas a otras tan grande era su número
Por todas las calles cercanas
Y se apresuraban rectas como una bala
Para seguir al músico
¡Ah! Ariadna y tú Pâquette y tú Amine
Y tú Mia y tú Simone y tú Mavise
Y tú Colette y tú la bella Geneviève
Han pasado temblorosas y vanas
Y sus pasos ligeros y apresurados seguían la cadencia
De la música pastoral que guiaba
Sus ávidas orejas
Cae la tarde
El ángelus suena en Saint-Merry
Cortejos oh cortejos
Es como antaño cuando el rey regresaba de Vincennes
Vino un tropel de gorreros
Llegaron vendedores de plátanos
Llegaron soldados de la guardia republicana
Oh noche
Rebaño de lánguidas miradas de mujeres
Oh noche
Tú mi dolor y mi espera vana
Oigo morir el son de una flauta lejana
Corazón y espejo
Estandartes
Llueve
Sombra
Aquí estás de nuevo cerca de mí
Recuerdos de mis compañeros muertos en la guerra
La oliva del tiempo
Recuerdos que formáis uno sólo
Como cien pieles forman una sola capa
Como esos centenares de heridas sólo hacen un artículo de periódico
Apariencia impalpable y sombría que habéis tomado
La forma cambiante de mi sombra
Un indio al acecho por toda la eternidad
Sombra te arrastras cerca de mí
Pero ya no me oyes
Ya no conocerás los poemas sublimes que canto
Mientras que yo os digo y os veo todavía
Destinos
Sombra múltiple que el Sol te guarde
Tú que amas lo suficiente para no dejarme nunca
Y que bailas al Sol sin levantar polvo
Sombra tinta del Sol
Escritura de mi luz
Arcón de penas
Un dios que se humilla
Cofre de armones
Siempre
a la señora Faure-Favier
Siempre
Iremos más lejos sin avanzar jamás
Y de planeta en planeta
De nebulosa en nebulosa
El don Juan de mil tres cometas
Incluso sin moverse de la Tierra
Busca las nuevas fuerzas
Y toma en serio a los fantasmas
a André Ruveyre
Un poeta en el bosque
Mira con indiferencia
Su revólver con seguro
Rosas morir de esperanza
a G. de Chirico
Casa húmeda
Casa ardiente
Estación rápida
Estación cantarina
Los aviones ponen huevos
Atención se va a echar el ancla
Un pastor
Veo un dios oblongo flotar bajo el Sol,
Ojalá se vaya el primer dios visible
Y si fuese un dios moribundo esta maravilla
Roguemos porque caiga lejos de nuestro valle.
Ícaro
Para evitar la noche, tu madre incestuosa
Dios circulas y bueno floto entre las nubes
Lejos de la Tierra donde viene, estelar y suntuosa,
La noche esta desconocida entre los desconocidos.
Remeros
Un dios cae al mar, un dios desnudo, con las manos vacías
Con la cara de los ahogados irá hacia una isla
A pudrirse con la cara vuelta hacia el Sol espléndido.
Dos alas se mueven sobre el cielo de Ionia.
En el jardín de Ana[5]
Cierto si hubiésemos vivido en el año mil setecientos sesenta
Yo canturrearía un poco
Y luego habríamos escuchado largo rato los ruidos del crepúsculo.
Montparnasse
Oh puerta del hotel con sus dos plantas verdes
Verdes y que nunca
Florecerán
Dónde están mis frutos
En dónde me planté yo
Oh puerta del hotel un ángel hay ante ti
Repartiendo prospectos
Nunca tan bien se ha defendido a la virtud
Dadme para siempre un cuarto por semanas
Ángel barbudo eres en verdad
Un poeta lírico alemán
Que quiere conocer París
Conoces sus adoquines
Esas rayas sobre las cuales no se puede pisar
Y tú sueñas
Con pasar los domingos en Garches
Ante mí
Aunque estés ausente y tan lejana
Oh prestigiosa
Oh mi amada milagrosa
Mis cinco sentidos te fotografían en colores
Y estás allí toda entera
Bella
Zalamera
Y tan voluptuosa
Linda paloma graciosa paloma
Cielo cambiante oh Lou oh Lou
Mi adorada
Querida querida bienamada
Estás allí
Y te tomo por entera
Mi boca en tu boca
Como antes
Linda extraña criatura amada
Lou mi estrella
La estrella llamada Lou es tan bella tan voluptuosa como una linda
chica viciosa
Está sentada en un meteoro preparado como un automóvil de lujo
Alrededor de ella se encuentran las otras estrellas sus amigas
Alrededor del automóvil estelas se extiende el Infinito etéreo
Los rutilantes planetas aparecen uno tras otro como diosas calipigias
sobre el horizonte
La Vía Láctea sube como una polvareda detrás
Del automóvil meteoro
Guirnaldas de astros decoran el Infinito
El meteoro automóvil lujoso y arquitectural
Como un palacio
Está subido en un bólido enorme que resuena a través de los cielos que
surca con relámpagos
Multicolores y duraderos como maravillosos fuegos artificiales
Y dulces como besos eternos
Y rayos de Sol sombrean
Como hermosos árboles
Primaverales
Al diáfano camino
Oh Lou estrella llamada Lou la más bella de las estrellas
Oh reina de las estrellas
Tu reino se extiende por llanuras animadas de como los pájaros
En llanuras movedizas como un regimiento
De infantería nómada
Estrella Lou bello seno de nieve rosada
Pequeño y exquisito pezón de la dulce noche
Delicioso clítoris de la perfumada brisa de antes del alba
Los otros astros son ridículos y son tus bufones
Representan para ti comedias
Fantasmagóricas
Hacen locuras para que la estrella llamada Lou no se aburra
Y a veces las noches son mortales
La estrella llamada Lou
Atraviesa praderas de asfódelos
Y fantasmas infieles
Llueven en los abismos a su alrededor
Pero esta noche es tan bella
Yo sólo veo a la estrella que amo
Ella es el esplendor del firmamento
Y sólo la veo a ella
Es un agujerito delicioso en las nalgas de las nubes
Es la estrella de las Estrellas
Es la estrella del Amor
Oh noche oh noche dura siempre
Pero he aquí
Las gavillas de obuses deshechos
Que me ocultan
A mi estrella
Bajo los ojos hacia las tinieblas de mi bosque
Y mi inteligencia amorosa
Se hace pájaro
Para ir de nuevo a ver más alto más alto
Siempre más alto
Ese corazoncito azulado
Que es mi estrella llamada Lou
Mi dulce estrella que hace vibrar el cielo
Con palabras de amor exquisito
Que llegan en lentos aires dolientes que corresponden
Matiz tras matiz a cada cosa que pienso
Estrella Lou hazme subir hacia ti
Tómame en tu esplendor
Que quede deslumbrado y casi espantado
Que el horizonte desaparezca
Que todos los astros crezcan
Y por último hazme penetrar en tu Paraíso
Que experimente una sensación
De inefable bienestar
Que absorba con todo mi cuerpo y toda mi alma
Tu luz exquisita
Oh Paraíso mío
Poemas a Madeleine
En abril de 1915, Apollinaire escribió por primera vez a Madeleine Pages,
una joven de Oran que encontró en el tren de Niza a Marsella tres meses
antes. El tono de amabilidad y de gentileza de su correspondencia derivará
pronto hacia la intimidad y el apasionamiento. Guillaume escribe casi todos
los días a Madeleine; en agosto sería aceptado por la señora Pages como el
novio de su hija. Pasó unas cortas vacaciones en Oran, del 26 de diciembre
de 1915 al 9 de enero de 1916, pero a pesar de los deseos manifestados con
anterioridad, no se casó con Madeleine. Después de ser herido, en marzo de
1916, y de la trepanación subsiguiente, apenas volvió a escribirle y sus
relaciones se rompieron. No sabemos las razones de este rompimiento
rápido e inesperado. A las casi doscientas cartas que Apollinaire le envió en
poco más de un año, según su costumbre, el poeta añadía casi siempre sus
versos. Son tanto poemas que quiere enseñar a Madeleine o que le pide que
conserve hasta el fin de la guerra, como poemas originales en los que le
expresa su amor; entre estos últimos, han aparecido en Caligramas con
modificaciones a veces importantes; otros, entre los más apasionados, como
los poemas secretos, no formaron parte de ninguna recopilación hecha por
Apollinaire.
No se trata aquí de una poesía epistolar fácil y divertida como la que
dirigía a sus amigos, sino de una emocionante serie de «poemas de amor y
de guerra».
Las nueve puertas de tu cuerpo
Este poema es sólo para ti Madeleine
Es uno de los primeros poemas de nuestro deseo
Es nuestro primer poema secreto oh tú a quien amo
El día es dulce y la guerra es tan dulce
Si fuese preciso morir
Nyctor
Ansaldin de Roulpe
Van Diemen
El solitario
Mavise
Madame Giraume
Una mujer en el témpano de hielo
Voz de los muertos y de los vivos
Voz de los dioses
En 1918
Acto Primero
Escena 1
Ansaldin
(Entra seguido por sus compañeros, a los que quiere llevar consigo,
mientras Nyctor hace ademán de no querer seguirle).
Por aquí por aquí venid ya
Nuestro avión está presto para volar
Van Diemen
Hermosas noches de la ciudad natal
Sólo en este momento
Siento toda vuestra dulzura
Ansaldin
Veréis será maravilloso
Nuestro viaje se anuncia bueno
Van Diemen
Aquí es donde he vivido y amado
Aquí es donde me he enriquecido
Ansaldin
Creo que ya es hora de marchar
Pues pronto el reino de la muerte
Llegará hasta aquí
Nyctor
Dejadme
Partid si es lo que queréis hacer
Pero yo me quedo
Sí La muerte reina
Pero a pesar de todo
Nuestra patria
No pertenece
A esos reinos
Donde se goza en paz de la vida
Y donde en paz se muere todavía
Ansaldin
Venid lo discutiremos después
Rápido
Nyctor
No es acaso más peligroso aún
Ir a coger la rosa azul
En los grandes jardines aéreos
Ansaldin
Venid pronto ya es tiempo de partir
La muerte llega quién no encuentra justo
Que alguien vosotros vosotros o yo
Escape a su dominación
Aún hay tiempo de partir
Pronto se vera saltar a la muerte
Sí saltará hasta aquí
Como un tigre hambriento en medio
De un perdido tropel de cautivos
Venid pronto AI sur al este y al norte
Corre la sangre de los contendientes
Y sus sombras grandes y atroces
Obscurecerán pronto el horizonte
Al oeste se encuentra el inseguro mar
Que surcan peces nuevos
En fin por encima de nuestras cabezas
Planean pájaros de metal y de madera
Amenazantes tenemos que partir
(Trata de arrastrarlos)
Nyctor
Partid si queréis yo me quedo
Pues no se debe nunca desertar
Van Diemen
Desertar la palabra es un poco fuerte
No tenemos acaso el derecho de partir
Nuestro país goza de paz
Además el ministro me ha dado
Pasaportes y autorizaciones
En fin todo lo necesario
Nyctor
Pero pueden necesitarnos
Y un presentimiento me dice
Que al partir vamos a la muerte
Ansaldin
A la vida
Van Diemen
No sabemos adónde vamos
Ansaldin
A la vida lo juro Venid
Nyctor
Sólo pensáis en mi existencia
Gracias pero yo amo el peligro
Yo soy poeta y los poetas
Son el alma de la patria
Ansaldin
Venid
Nyctor
Platón los sitúa fuera de la República
Están por encima de las leyes y de la moral
Pero un privilegio tal comporta
Muy grandes obligaciones
Y sobre todo la de expresar
Todo aquello que los demás ciudadanos
Pueden sentir de sublime
Ésta es la razón por la que es preciso que me quede
Van Diemen
Entiendo todos tus escrúpulos
Pero he reflexionado sobre nuestra situación
Si partimos salvaremos con nosotros
El alma misma de nuestra patria
Como hizo Eneas dejando Troya
Y Roma nació fruto de esta partida
Una Roma nueva crece en nosotros
Por mí hubiese evitado este viaje
Ya soy viejo es por ti por quien yo parto
Para salvar a un sabio a un poeta
Y más que a ellos a su obra
Partid partid para salvar vuestra obra
Ella es vuestra patria salvadla
Pertenece a la humanidad
Sois responsable de ella partid
Nyctor
Me rindo en fin tú ganas Sea
(Llora)
Ansaldin
Apenas queda tiempo ya Vamos
Nyctor
Llegó el momento de marchar
Lo considero con angustia
Tres hombres para un mundo nuevo
El uno es rico lo que nos ha permitido
Preparar todo para este viaje
Adiós pues Mundo donde nada es gratuito
Representa todo el pasado este ricachón
El pasado es decir la muerte
El otro es un sabio a cuyos conocimientos
Daremos vida él es el presente
Es decir la vida y la lucha
Una cosa en definitiva muy burguesa
Y el cuerpo sí la realidad
El otro al viajar con las manos vacías
Llorará por siempre llorará
Como si todo hubiera fallecido
Como si el presente estuviera muerto
Pues es el porvenir este poeta
Es decir el temor gozoso
Menos que la muerte y más que la vida
El porvenir o lo que es igual el deseo
La belleza misma o la verdad
Ansaldin
Venid
Van Diemen
No habéis olvidado nada
Ansaldin
Todo está dispuesto
Nyctor
Adiós mi hermoso país
Ansaldin
Mi nuevo motor hará maravillas
Tenemos lo suficiente como para dar dos veces
La vuelta aérea al Mundo
Van Diemen
Bien
Nyctor
Y la noche se abre mágicamente
Como un porche abierto entremos pronto
En el palacio desconocido
Ansaldin
Venid
Van Diemen
Estás seguro de tu aparato
Ansaldin
No lo dudéis Vamos hay que partir
Van Diemen
Y ya sabrás orientarte
Ansaldin
Sí venid subid al aparato
Creo que la atmósfera es favorable
Escena 2
(Entre cielo y tierra)
Los mismos
Nyctor
El deseo infinito que nos eleva en el cielo
Me ordena cantar Y además qué dulzura
Olvido todo lo que no sea la suave dulzura
De este viaje aéreo y me parece
Que si cantase en este momento el himno del cielo
Tomaría en mi canto un placer tan noble
Que me detendría para oírlo vibrar
En el espacio Armonía Deslumbramiento dorado
Músicas celestes Resonancias de fuego
de una ardiente luz que llega en grandes oleadas
Las ondas de mi canto asedian al silencio
Al silencio infinito y a la inmovilidad
Pero qué dulzura
La tierra se hunde
El horizonte se eleva
Ansaldin
Se eleva a medida
Que nosotros nos elevamos
Nyctor
Y nubes doradas
Juguetean en torno nuestro
Como los delfines en torno a una carena
Van Diemen
Nyctor no te inclines tanto
Nyctor
Qué son esas huellas esas largas huellas
Que por todas partes marcan el suelo
Es ésta una región volcánica
Van Diemen
Nyctor Nyctor mira hacia el cielo
Nyctor
Déjame el espectáculo es punzante
Y descendamos a una altitud
Que me permita ver
Van Diemen
Aumentemos más bien la velocidad
Subamos más alto huyamos de esos pájaros
Que parecen querer perseguirnos
Nyctor
Persiguen a aquel avión de abajo
Ansaldin
Tened cuidado pues hay flores extrañas
Que brotan bruscamente junto a nosotros
Nyctor
Antes de dejar estas regiones
Quiero ver esos sitios desolados
Y quiero conocer desde el suelo
El peligro embriagador descendamos
Ansaldin
Eso sería una gran imprudencia
Nyctor
Cobardes tenéis miedo de la muerte
Ansaldin
Yo no temo a la muerte sin embargo
No quiero estar a su merced
Van Diemen
Ninguno de nosotros tiene miedo
Bien sea descendamos
Nyctor
La magia terrible
De esta ardiente lucha
Me retendrá abajo
Sólo unos instantes
Después romperé el encanto
Y partiremos de nuevo
Van Diemen
Está bien
Ansaldin
Descendemos
Escena 3
(Campo de batalla con cruces)
Madame Giraume, después Mavise
Madame Giraume
Aquí es donde ha tenido lugar la batalla
Él cayó herido en la cabeza
(Encuentra la cruz bajo la que reposa su hijo)
Hijo mío estás aquí bajo esta cruz
Aquí estás joya mía preciosa
Aquí estás mi fruto blanco y colorado
Es mi hijo es mi niño es él
Hijo ya no eres más que esta cruz
Hijo mío mi niño eres tú
Oh hermosa fuente rosada
Aquí estás apagada para siempre
Oh tú cuya fuente estaba en mí
Hijo mío mi niño eres tú
Duermes en tu púrpura imperial
Teñida de la sangre que yo te di
Oh hijo bello lirio salido de mi carne
Floración exquisita de mi corazón
Hijo mío hijo mío ahí estás pues muerto
En tu frente una boca nueva
Ríe de todo lo que esta tarde yo sufro
Habla bajo tierra boca nueva
Qué dices boca siempre abierta
Estás muda boca demasiado roja
Mavise
Su madre está junto a su tumba
Oh novio mío tan hermoso y tan fuerte
Tú que moriste vestido de azul
Un trozo de cielo enterrado
Era hábil y mañoso
Él era fuerte y yo instruida
Él el trabajo yo el pensamiento
La Vida y el Orden en una sola pareja
Él el trabajo y yo el pensamiento
Él era fuerte y yo instruida
Madame Giraume
Y qué pesado debe estar tu cuerpo
Cedo ya ante tu recuerdo
Oh hijo mío yo te llevaba en otro tiempo
Cuando apenas pesabas nada
Y ya no tengo leche para alimentar
Tu muerte como he alimentado tu vida
Mavise
Pero mi ciencia no puede
Hacer resucitar su fuerza
Quiero acostarme junto a él
Junto a él en mi vestido negro
Estaba azul como el día
Y yo estoy más triste que la noche
Madame Giraume
Habla hijo mío responde a tu madre
Es la voz que te enseñó a hablar
Mavise
Orgullo orgullo doblégate
Orgullo que no sabes ya sufrir
Desde que todo el Mundo sufre
Pero qué me importan los demás
Él está ahí muerto y azul como el cielo
Donde enrojecen las nubes de la tarde
Madame Giraume
He hecho gestiones increíbles
Para llegar a este lugar prohibido
Y aquí te encuentro muerto hijo mío querido
Qué han hecho de ti te han matado
Todos se han puesto en obra para matarte
Y ya que odiaban mi sangre
Por qué pues para apagar la fuente
No han tomado mi vida oh hijo mío
Por qué tu vida y no la mía
Mavise
Mi amor por ti contiene todo
Las grandes razones de tu muerte
Y este porvenir que nace de ella
Pero responde responde que me amas
Oh novio mío yo soy virgen
Pero toda tu sangre en mí reposa
Me has fecundado al morirte
Y siento en mí todo el porvenir
Madame Giraume
Qué voy a hacer ahora desgraciada de mí
Desolada asesinada llorosa
Escuchad mi hijo mi hijo ha muerto
Mi hijo un racimo de uvas
Al que se ha exprimido todo el vino
Y han bebido ese vino precioso
Están borrachos ved oíd
Están todos borrachos de ese vino
De ese vino mi sangre mi sangre roja
Mavise
Al fin estamos casados
Y el futuro es nuestro hijo
Aquí están los batallones salidos
De tu muerte de tu esperanza
Sabías cuánto te amaba yo
Beso el suelo de tu tumba
Como si besara tus labios
oh maravilla la tierra me ha devuelto el beso
Mavise
Muerte oh muerte oh muerte viviente
Maravillosa y cruel muerte
Mis lágrimas sangre de mi espíritu
Bañan el suelo que me ha devuelto
Su supremo beso oh lágrimas
Manad para mí gran dolor
Y la tierra como un anillo
Te rodea oh mi novio hermoso
Es el anillo de los esponsales
Escena 4
Los mismos, Nyctor, Van Diemen, Ansaldin de Roulpe
Van Diemen
Hay mujeres por aquí
Nyctor
Se oyen gritos
Ansaldin
Esto es la estancia de la muerte
Van Diemen
Señoras este es un sitio malsano
No os quedéis aquí seguidnos
Madame Giraume
Ya que no volveré a ver a mi hijo
Llevadme adonde queráis
Nyctor (A Ansaldin)
Es una compañía imprevista
La mujer es la enemiga del sueño
Y creo que voy a aburrirme mucho
Yo que nunca nunca me aburro
Ayer quizás ellas se divertían
Hoy están enteras llorosas
Mañana habrán olvidado
La muerte para sólo pensar en los vivos
Y ahí están dispuestas a seguirnos
Pero ellas son sólo dos tanto mejor
Podré si me place seguir solo
Ansaldin
Nyctor eres realmente injusto
Ellas no conocen nuestros proyectos
Suponen que queremos
Simplemente alejarlas
De este peligroso campo de batalla
Y no piensan que nosotros vamos
A ver el país divino de la paz
Nyctor
Hay que decirles pues nuestros proyectos
Ansaldin
Oh no entonces no nos seguirían
Más tarde apreciarán mejor
El inefable dulzor de la paz
Pues han sufrido
Nyctor
Miserable
Ansaldin
Y nos serán compañeras útiles
Nyctor
Si tú no les informas
Ansaldin
No
Nyctor
Voy a decirles lo que pasa
Ansaldin
Lo prohíbo si lo intentas
Te mataré no admito
Que tuerzas mis proyectos
Nyctor
No tengo voluntad Ansaldin
Y me encuentro a tu merced
Te odio he aquí la paz prometida
Y ya existe el odio entre nosotros
Madame Giraume
Mavise ven ven tú también
Mavise
Adónde
Van Diemen
Lejos de aquí
Mavise
Madre de mi novio
Te seguiré siempre y a todas partes
Nyctor
Y esta época quiere por sobrenombre
Esa terrible palabra latina «crúor»
Que significa sangre derramada
Ansaldin
Por aquí ya es hora de partir
Oigo las primeras explosiones
De lo que llaman hoy
Una preparación Venid
Escena 1
(Una isla desierta)
Van Diemen, Madame Giraume
Van Diemen
Qué viaje más agradable
Madame Giraume
Sí
Muy agradable dónde estamos ahora
Van Diemen
Muy cerca del ecuador en una isla africana
Que no frecuenta nunca ningún navegante
Según lo que ha dicho de ella nuestro querido Ansaldin
Es una isla desierta a menos que haya cambiado
Y esté poblada desde su exploración
Por los grandes viajeros Livingstone y Stanley
Y encontremos aquí quizás algunos negros
Serpientes y también monstruos poéticos
Que inventaremos para vuestro deleite
Madame Giraume
Qué una isla desierta en África
El ecuador serpientes y monstruos
Es posible eso pero no te estás riendo
Te burlas de mí no es cierto
Van Diemen
No es verdad
Madame Giraume
Te estás riendo
Van Diemen
Oh no
Madame Giraume
No hemos salido de mi país
Será verdad no pero hace calor
Sí hace un calor tórrido
No te estás riendo no veo por ningún sitio
Vegetación tropical
Van Diemen
Es porque no se deja ver
Al principio para distinguir
La vegetación tropical
De la que no lo es se necesitan
Algunos conocimientos de botánica
Pero con la costumbre…
Madame Giraume
Qué
El ecuador es algo increíble
Sin embargo me lo afirmas
Van Diemen
Sí
Madame Giraume
Pero qué clase de gentes sois vosotros
Van Diemen
Nosotros
Amamos la paz y huimos
De los países en los que no existe
Apiadados de vuestro desespero
Os rogamos que vinieseis con nosotros
Y vinisteis voluntariamente
Madame Giraume
Lo que me estás diciendo me aturde
Necesito habituarme a ello
Y además es cierto sí tienes razón
Qué hubiésemos hecho allá
Van Diemen
En efecto
Madame Giraume
Las mujeres están hechas para la paz
Pero dónde encontrar la paz sino
En una isla desierta
Van Diemen
Eso es
Madame Giraume
Pero estaremos aquí tan abandonados
Cinco seres solos en el Universo
Van Diemen
Unidos como los dedos de la mano
Madame Giraume
Solos completamente solos
Van Diemen
Para algunos ha llegado la hora
De soportar
La soledad
Allí de donde venimos un hombre no es nada
Allí el individuo no es más que una partícula
De seres con cuerpos enormes antiguos o nuevos
El hombre es sólo una gota en la sangre las capitales
Un poquito de saliva en la boca
Unas briznas de hierba del campo como un país
Es una simple mirada puesta en un museo
Un billete de a millón en la caja de los bancos
Un poco de vapor en los cristales de un café
Piensa pero es esclavo de las máquinas
Los trenes dictan sus leyes al hombre con el horario
El hombre ya no era nada por eso huimos
Para volver a encontrar un poco de libertad humana
Madame Giraume
Te escucho como el que escucha
A su liberador lo que dices
Me causa una alegría infinita
Un placer
Van Diemen
Ten cuidado señora
Yo no me acostumbraré nunca
A que dejes de estar triste
Tú debes recordarnos sin cesar
En el feliz dominio de la paz
Los dolores que se sufren allá
Escena 2
Ansaldin de Roulpe, Mavise
Mavise
Sí es una infamia
Nos habéis engañado
Os habéis reído
De mujeres desdichadas
Quiero ver de inmediato
A ese señor Van Diemen
Quiero que se nos devuelva
A nuestro querido país
Ansaldin
Oh yo esperaba esta cólera
Este furor eres injusta
Os hemos salvado de la muerte
Y de la tristeza más horrible
Qué habríais hecho allí dime
Simples células madrepóricas
Atolones monstruosos y dolientes
Que suben a la horrible superficie
Del trágico océano humano
Desde aquí domináis el Universo
Mavise
Qué importa el Deber
Es quedarse allí
Es el deber de las mujeres
Cuidar heridas consolar corazones
Ansaldin
Nyctor tenía pues razón
Él no quería que vinieseis
Mavise
Si lo hubierais dicho todo
Habríais obrado bien
Yo creí que simplemente
Queríais llevarnos
Fuera del campo de batalla
Y no al ecuador
Para buscar allí la paz
Pues esa paz sólo se encuentra
En los corazones
Y es lo sabes
El deber cumplido
Ansaldin
Perdóname pues al verte
Me he visto seducido y atraído
Después comprendí que igual que yo
Tú amabas ante todo a la ciencia
Y me pareció que eras
Semejante al terreno en el que lentamente
Por azar y por mil combinaciones químicas
Se forman estas piedras preciosas
Que talladas y pulidas son tan bellas
Mavise
La belleza está en todo
Deber cumplido
Ansaldin
Quieres acaso ser esclava
De los grandes discursos colectivos
Mavise
Esos grandes discursos designan
A seres verdaderos Patria
Nacionalidades o razas
De las que somos sólo una partícula
Qué decir de un glóbulo de sangre
De una simple célula del cuerpo
Quién rehusaría cumplir
Su función
Ansaldin
Sea Y sin embargo
Fuera de tus Estados policiales o no
De la sangre nace un nuevo orden
Nace una nación un gran Estado
La nación de los que no quieren
Más palabras soberanas ni más gloria
Y como los primeros cristianos
Están dispuestos en el dolor
Dispuestos a hacerse universales
Cristo adquirió para los hombres
Sus derechos espirituales
Y Francia inventó
Sus derechos filosóficos
En esta isla desierta
Proclamaremos al fin
Sus derechos físicos y políticos
Mavise
No tenemos derecho
A abandonar así
A los vivos y a los muertos
Ansaldin
Eres esclava de las palabras
Mavise
Devuélvenos a nuestro país
Ansaldin
Nace una catolicidad
Fundada sólo en la ciencia
Y el interés inmediato
De los hombres acaso no sería justo
Dime que su tranquilidad
Iría pareja con del progreso
De la industria
Mavise
Oh locura
Devuélvenos a nuestro país
Ve a buscar al señor Van Diemen
Te espero aquí
Ansaldin
Obedezco
Escena 3
Mavise
Me equivocaré yo quizá
Las mujeres sufren tanto
Y yo he sufrido tanto
Me acechan mil pensamientos
No me reconozco
Protesto contra el rapto
Que me ha traído aquí
Y en el fondo de mí misma
Me siento casi feliz
Oh vida oh inestable vida
Soy como un jardín
Al que el viento o la lluvia
Pueden de un instante a otro
Arrasar Vida pasada
Violenta y sublime
Y qué chica era yo
Iba a casarme
Y el amor está bajo tierra
Pero qué habría sido el amor
No lo sé no lo sé
Sé que soy bella
Como un campo de batalla
Todo el amor grita hacia mí
El amor de todos los hombres
El amor de todos los seres
Y de todas las máquinas
Pero puedo puedo yo amar
Yo embriagada de deber
Embriagada de asedios
De la tentación
Embriagada de resistirla
A mí ebria de lucha
Me quisieran imponer
La paz innoble y triste
De esta isla desierta
No debo partir
Es preciso que me devuelvan
A esa humanidad
Plena de amor y de odio
Pero dudo en partir
Como un nuevo deber
Ha surgido en mi alma
Ha crecido en mi corazón
Un deber ante
Este niño Nyctor
Que se mantiene apartado
Avergonzado de haber partido
Avergonzado de ser poeta
Avergonzado de estar vivo
Escena 4
Mavise, Nyctor
Nyctor
Te has extraviado Mavise
Mavise
No he rogado a Ansaldin
Que busque a Van Diemen
Nyctor
Ah estás irritada por este rapto
Lo adivino y lo apruebo
Si quieres volver allá otra vez
Es justo y yo me siento muy culpable
Pues sólo yo de los tres compañeros
Sabía el crimen que cometíamos
Trayéndoos sin deciros nada
Lejos del jardín de las explosiones
Mavise
Tu mirada me embriaga Nyctor
Y adivinas bien mis pensamientos
La humanidad entera habla
Por tu voz melodiosa
La humanidad de la que soy esposa
Desde que mi novio murió
Nyctor
Yo sólo soy un poeta una voz
Del Infinito una débil voz
Mavise
Sí hay en tu reserva
En tu gusto por la soledad
Algo Nyctor que no comprendo
Y que sin embargo me atrae escucha
A pesar de haber renunciado
A la engañosa química de los corazones
El amor era para mí un ejército
Que me asediaba que me asaltaba pero vencida
Juiciosa seguía soñando en una dicha
Fundada en el deber cumplido
Y en la libertad de buscar
La lucha sí siempre la lucha
De mi corazón contra la humanidad
De mi cerebro contra la Naturaleza
Nyctor
Y aquí estás reducida a la paz
Mavise
La sacrifico
Nyctor
Tus recuerdos
Mavise
Los sacrifico
Nyctor
Oh mujer oh mujer más mecánica
Más mecánica que las máquinas
El alma de los cañones es más sensible
Que el alma de la mujer pues no grita
En ella el instinto de la especie
Mavise
Soy una mujer muy extraña
Y tan desamparada como lo estás tú
Busco la fórmula sabia
Que contenga la omnipotencia
Permíteme Nyctor que me esclarezca
En la llama de tu cerebro
Si tú quieres uniremos
La ciencia con la poesía
Como fue al comienzo
Más no no me extravío Nyctor
No sé ya nada Nyctor ya nada
He olvidado todo todo
Y además no he adivinado nada
Si es preciso amar sin saber nada
Nyctor
Amar es sin duda la fórmula
Del poder absoluto amar
Pero quién puede amar a voluntad
Mavise
El que no huye del peligro
Nyctor
Es verdad el peligro está en la vida
Como lo sublime en el poeta
Pero qué lejos está eso del amor
Vaya aquí llega Ansaldin él te ama
Adiós
Mavise
Es esto la paz entre nosotros
Nyctor
Adiós
Escena 5
Los mismos, Ansaldin de Roulpe, el solitario
Ansaldin
He recorrido toda la isla
No te vayas Nyctor
No he encontrado a Van Diemen
Mavise
Oh no debe estar muy lejos
Ansaldin
He aquí el único habitante de la isla
El solitario
Os lo repito huid de aquí
Ese volcán dueño de esta isla
Se despierta huid en seguida
Devastará todo huid
O pereceréis conmigo
Huid Huid
Escena 6
Los mismos, Van Diemen, Madame Giraume
Ansaldin
Sí este hombre tiene toda la razón
Vagando por la isla he visto claro
El grave peligro que él nos anuncia
(El solitario está a punto de desmayarse)
Van Diemen
Qué te pasa
Madame Giraume
Este hombre se muere de hambre
El solitario
No no dejad que me reponga
Hace diez años que no he hablado
Con un ser humano
Ansaldin
Cuánta paz
El solitario
Sí si se puede llamar así
A la dura lucha con la Naturaleza
Con los animales y los insectos
Van Diemen
Ven con nosotros por qué continuar aquí
Nyctor
Sí ven
El solitario
No tengo derecho a hacerlo
El deber me retiene en esta isla
Ansaldin
Cuál es este austero deber
El solitario
El deber de expiar un gran crimen
Pero vosotros estáis ahí como jueces
Vosotros que partiréis enseguida
Oh múltiple pájaro inesperado
Voy a deciros lo que expío
Vosotros juzgaréis y después partiréis
Mientras vosotros os vais
Un fuego mortal me purificará
Van Diemen
Habla
Nyctor
Habla
El solitario
Después que mis compatriotas
Injustamente me oprimieron
Cobré venganza traicionándolos
Después fui justamente condenado
Mientras navegaba el barco
Hacia el lugar adonde iba deportado
Conseguí evadirme a nado
Y no tengo ya derecho a partir
Yo mismo he elegido mi prisión
Cuando se tiene conciencia del crimen
No se evade uno de prisión
En tanto no se haya expiado
Y yo aún no he expiado
He llevado una admirable vida
En su salvajismo una vida
De luchas de las que fui siempre vencedor
Dejadme dejadme pues adiós
Yo he querido elegir el castigo
Y no evitarlo Adiós huid
Adiós yo soy sólo un criminal
Nyctor
Lo fuiste
El solitario
Qué oigo Gracias
Van Diemen
Pero si quieres expiar
No tienes derecho a morir
Es preciso vivir y sufrir
El solitario
Es cierto eso
Ansaldin
Ven con nosotros
El solitario
Quiénes sois vosotros
Ansaldin
Hombres que ven en ti a un hombre
Como los demás mientras lejos
Los demás hombres se matan entre sí
El solitario
Dónde ocurre eso
Van Diemen
Allá lejos En todos los países
El solitario
Oh alegría
Oh alegría se puede pues verter su sangre
Se puede morir honorablemente
Se puede morir gloriosamente
Llevadme a los países sangrantes
Moriré por los que he traicionado
Repararé por fin mi crimen
Jueces venidos del cielo a la isla
Queréis absolverme de mi crimen
Para que sea un hombre como los demás
Un hombre que tenga derecho a morir
Lanzando el grito del valor
Un hombre cuya sangre pueda fluir
Como un no en el que me lavaré
Van Diemen
Sí te juzgamos y tu crimen
Ha remitido ven pues con nosotros
Cuando hayamos encontrado el país
Donde yace esa paz que buscamos
Te devolveremos a los países
Donde corre la sangre
Ansaldin
Rápido venid
Rápido hay que colocar ya el aparato
Ganaremos el polo venid
Mavise
Este traidor tiene con más fuerza que nosotros
El sentimiento de su deber
Nyctor
Ah mirad el volcán lanza llamas
La lava brota es la Naturaleza
Que se declara nuestra enemiga
Ansaldin
Venid
Nyctor
Ved pues qué terrible es
Esta paz que buscamos en vano
Acto Tercero
Escena 1
(Entre Cielo y Tierra)
Nyctor, Ansaldin de Roulpe, Van Diemen, el solitario, Madame Giraume,
Mavise; (después) las voces de los dioses
Van Diemen
Es un resplandor horrible
Ansaldin subes demasiado alto
El Sol tiene hoy realmente
Un brillo que no se puede soportar
Ansaldin
Sin embargo es preciso subir más
Ved esos nubarrones que suben
Nos elevamos para huir de la tormenta
Mavise
Oh algunas tienen forma humana
Otras nubes parecen monstruos
Nyctor
Si tienes razón y desde hace un cuarto de hora
Las veo subir son los dioses Mavise
Los dioses sí todos los dioses de nuestra humanidad
Que se reúnen aquí y no hay duda de que
Es la primera vez que hacen una cosa así
Los dioses de madera de piedra y de oro los dioses sutiles
Y los del pensamiento vienen hacia el Sol
El Universo bajo su sombra oscila de terror
Y la misma atmósfera está entera turbada
Bella hendidura en la inmensidad con sus doce cuernos
Se han abierto todos los templos y todos los dioses
Han venido de todas partes para hablar al Sol
Todos son buenos incluso los que aman las víctimas
Han querido siempre la paz de sus creyentes
La mayoría aman al hombre y quisieran que fuese bueno
Quisieran que nunca se diese muerte
Quieren que sólo a ellos se inmolen las hostias
Regalos sagrados de paz entre el hombre y la vida
Hasta los más sangrientos los más crueles aman la paz
Por eso vienen todos a concertar
Con ese gran Sol que nos vivifica a todos
Mirad esos dioses son un mar desencadenado
Es un gran incendio que avanza y que ruge
He aquí los viejos genios toros con frente humana
Cuya barba fluye y peinados con mitra
Todos esos dioses monstruosos obscurecen el azul
Los dioses de Babilonia y todos los dioses de Assur
He aquí Melquarth el nauta y el moloch
El hambriento que siempre alimenta su vientre ardiente
Baal el de los múltiples nombres adorado en las costas
Ese torbellino Belcebú dios de los malvados
Y de los campos de batalla escuchad escuchad
Tanit viene gritando y Lilith se lamenta
Y sobre un trono hecho de llamas escalonadas
De ángeles espantados y de bestias celestes
Terrible y magnífico rodeado de alas de oro
De círculos luminosos con resplandor en movimiento
Jehová el celoso cuyo nombre espanta
Llega fulgurante Infinito adorable
Ahí están los dioses siempre dioses siempre dioses
Los antiguos dioses llegados de las pirámides
Las esfinges los dioses de Egipto con cabezas de animales
Los gnomos Osiris y los dioses de Grecia
Las musas las tres hermanas Hermes los Dioscuros
Júpiter Apolo todos los dioses de Virgilio
Y la trágica cruz de donde mana la sangre por oleadas
Por la frente desollada por las cinco plagas divinas
Domina al Sol que la adora temblando
Ahí están los manitús los dioses americanos
Los espíritus de la nieve y sus moscas gánicas
Los Teutatés galos las walkyrias nórdicas
También los templos indios se han vaciado
Todos los dioses reunidos lloran al ver a los hombres
Matarse entre ellos bajo el Sol que llora también
Van Diemen
Aquí estamos ya en el polo amigos míos
Es ésta acaso la morada de la paz
Ansaldin has prometido hacernos la vida agradable
Y temblamos de frío y de miedo
Nyctor
Ay
Mavise
A veces me gana el sueño
Como si todo se helase en mí
Madame Giraume
Yo hecho en falta un balconcito
Que diese sobre una calle tranquila
Y el lejano ruido de los tranvías
Témpanos de recuerdos helados
Mavise
Recuerdos recuerdos
El solitario
Espero
Que no nos quedaremos aquí mucho tiempo
En este desierto habéis prometido
Devolverme a mi país
A los países del gran valor individual
Nyctor
La soberana blancura que brilla
Por todas partes es la imagen de la paz
Implacablemente fría la paz
Hacia la que Ansaldin
De Roulpe nos ha traído al fin
No tardaremos en conocer
Esta paz en todo su horror
Madame Giraume
La profunda y eterna muerte
Van Diemen
Fuertes brisas acompañadas
De duros granizos mirad
Caen continuamente
Y cubriendo todo de una niebla lívida
Hecha de rocío y de humedad
Congelan la atmósfera
Nyctor
Ay
Van Diemen
Oh sí el señor Ansaldin de Roulpe
Tiene éxito con sus sabios espejismos
Ansaldin
No os impacientéis
Organizaré todo inteligentemente
Alojamiento calefacción iluminación todo
Y todo lo sacaré del hielo
Mavise
Mis palabras se hielan al salir
De mi boca
Madame Giraume
Me siento morir
Ansaldin
No desesperéis por favor
Tened todos confianza en mí
Ya estoy viendo la ciudad blanca
Que pronto se elevará aquí
Haré brillar una luz
Y todos los témpanos brillarán
Como diamantes
Mavise
Está loco
Ansaldin
Y nuestras moradas serán palacios
La Tierra dará el calor
De las profundidades una vida mágica
Nacerá aquí pronto
El solitario
Pero yo quiero
Ir a los países donde se combate
Oh recuerdos crueles recuerdos
Nyctor
El frío aumenta muriendo aquí
Tendremos el consuelo
De que no se pudrirán nuestros cadáveres
Durante siglos seguiremos intactos
Como si durmiésemos pues la muerte
No es la putrefacción
En este lugar maravilloso de la paz
Sino sólo un sueño sin fin
Van Diemen
Vamos no nos abandonemos
A la desesperación y separémonos
Para ir todos de exploración
Por mi parte entre los bloques dispersos
Voy sobre esas pendientes de cristal
A reconocer nuestro blanco reino
Escena 3
Mavise, Nyctor
Nyctor
Sus siluetas en la niebla
Son como fantasmas
Mavise
Ay
Eres cruel Nyctor sí lo eres
Has destruido toda esperanza
Ya no tenemos fe en Ansaldin
Es culpa tuya
Nyctor
Pero si está loco
Mavise
La locura ha hecho cosas grandes
La duda ha causado siempre la muerte
Debes saber que se puede utilizar todo
Incluso las auroras boreales
Que caminan espléndidas en el cielo
Arrastrando su gran capa de seda
Nyctor
Pero estamos más cerca de la muerte
Más cerca que con una metralleta
Apoyada en nuestro pecho
Mavise
Qué
Oh cobarde te desprecio El hombre
No está acaso siempre y en cualquier parte
En peligro Loco o no Ansaldin
Espera Tú sueñas con la muerte
Ya que pareces estar en tu sano juicio
Sálvanos inventa sé hombre
Nyctor
Oh noche oh espléndida noche en la que se arrastran
Las celestes bestias de fósforo
Bella música agonizante
En la redondez de la inmensidad
Gozo plenamente de la paz
De sus esplendores y de sus blancuras
Y la eternidad que las hizo nacer
No las verá nunca morir
Mavise
Ah
Se ha vuelto loco está loco
Todos se han vuelto locos
Nyctor
Creo que es
Una promesa de eternidad
El morir en esta fina paz
Me voy a pasear
Mavise
Tengo miedo de él y tengo miedo de estar sola
(Grita)
Venid todos socorro socorro
Escena 4
(Otro lugar del Polo con un témpano de hielo transparente que encierra un
cuerpo de mujer)
La mujer en el témpano de hielo, Nyctor
Nyctor (Entrando)
Qué bella es pero estoy loco
Es posible lo que veo o no es más que un sueño
Estoy viendo ante mí la belleza
La adorable belleza de mis sueños
Es más bella que en los libros
Que lo que todas las imaginaciones
De los poetas habían supuesto
Es más bella de lo que fue Eva
Más bella que fue Eurídice
Más bella que Elena y Dalila
Más bella que Didon aquella reina
Y que Salomé la bailarina
Más de lo que fue Cleopatra y que
Rosamunda en el Palacio Maravilloso
Oh belleza yo te saludo en nombre
De todos los hombres de todos los hombres
Soy yo quien te había imaginado
Soy yo quien al fin te ha inventado
Yo te he creado hija de mis sueños
Yo te adoro creación mía
Escena 5
Los mismos, Ansaldin de Roulpe
Ansaldin
Qué veo qué es esta maravilla
Pero hay ahí un fenómeno único
Se habla de milenarios mamuts
Encontrados intactos en Siberia
Es una mujer y qué belleza
Ésa es ésa es la vida inmortal
La paz armoniosamente bella
Es la ciencia perfecta y pura
Es la más bella que se pueda ver
Y sin embargo es más antigua
Que la más antigua de las bellezas
Que hayan celebrado nunca los poetas
Ella es real no es un espejismo
Está ahí detrás de ese hielo
Es la belleza la juventud misma
Y es el ser más antiguo
Nyctor
No será Eva misma acaso
Ansaldin
Qué importa su nombre es la ciencia
La que desde los orígenes
El frío de la paz ha conservado
Bella y pura para siempre
Nyctor
Y yo la amo
Ansaldin
Atrás quien ose amarla
Nyctor
Yo la adoro y ella es mía
Mía sólo mía que la vi primero
Ansaldin
Y qué me importa ella es sólo mía
Porque sólo yo podría conservarla
Soy el único en poder asegurar
La perpetuidad de su belleza
Nyctor
Yo la idealizaré
Ansaldin
Y yo la guardaré a salvo
Nyctor
Es el Ideal
Ansaldin
No es la ciencia
Pero qué gloria para un sabio
Yo la transportaré a Europa
Y qué gloria me rodeará
La gloria misma de su belleza
Ante la que palidecerán los artistas
Ante la que palidecerán los poetas
Se construirá un museo para ella
Será su palacio eterno
Donde ella pervivirá para siempre
Se transportará ese bloque de hielo
Sin cesar noche y día habrá máquinas
Ocupadas en conservarla
Fría y dura transparente como
Un diamante sí un diamante
Un inmenso diamante helado
Es el único esplendor digno
De su belleza preciosa y pura
Nyctor
Pero si no me hubieses seguido
No habrías encontrado esta mujer
Confiesa que ella es mía
Ansaldin
Mía
Nyctor
Soy yo quien la ha inventado
Ansaldin
Soy yo quien puede conservarla
Nyctor
Pero ella es hija de mis sueños
Y de mi imaginación
Ansaldin
Ella es una realidad
Ella pertenece a la ciencia
Y no a la irreal poesía
Escena 6
Los mismos, Van Diemen
Van Diemen
Ah
No estoy soñando no Qué belleza
Nyctor
Es mía
Ansaldin
No es mía
Van Diemen
Es mía sí es mía
Pues soy yo quien ha venido aquí
Y vosotros me habéis seguido gracias
A la bondad que tuve tranyéndoos
Conmigo No es verdad Responded
Sin mí os habríais quedado allá
Hela aquí la paz la bella paz
La inmóvil paz de nuestros deseos
Es mía marchad sí marchad
Ansaldin
Ella es mía
Nyctor
Ella es sólo mía
Escena 7
Los mismos, el solitario
El solitario
Oh qué bella es Es vuestra pues esta maravilla
No no Es mía sólo mía
Es mía y no vuestra
Locos engañadores Quiero
Que os vayáis Dejadme
He estado mucho tiempo solo dejadme
Quiero vivir aquí con ella
Marchaos vamos marchaos
Os he salvado a todos de la muerte
En la isla volcánica no es cierto
Dejad esta mujer solitaria
Al solitario que yo he sido
Marchaos pues por favor
Ella es mía y no vuestra
Nyctor
Eva modelo de la belleza
Ansaldin
La ciencia que no cambia
Van Diemen
Inmóvil y por siempre hermosa
Es la paz misma que buscamos
El solitario
Ya que así lo queréis será
Por ella nos batiremos
Ansaldin
Hasta la muerte
Nyctor
Sí hasta la muerte
(Se baten)
Escena 8
Los mismos, Madame Giraume, Mavise, voces de vivos y muertos
Mavise
Y he aquí esta paz que se buscaba
Esta inmóvil paz por la cual
Se baten esos desgraciados locos
Van Diemen
Ah me habéis matado Asesinos Asesinos
Mavise
Qué horror y seguiremos aún viviendo
Hasta que el frío soberano
Haciendo remolinarse un gran viento
Sobre nuestras acurrucadas siluetas
Grite desesperadamente su triunfo
Nyctor
Muero con alegría por su belleza
Ansaldin
Muero satisfecho lo he conocido todo
El solitario
Ah me ha matado mi sangre me lava
Mavise
Hela ahí esa paz tan blanca y bella
Tan inmóvil y tan muerta
Hela aquí esa paz homicida
Por la cual los hombres se baten
Y por la cual los hombres mueren
Madame Giraume
Oh hijo mío te había olvidado
Tú moriste en favor de la vida
Nosotros morimos por una paz que se parece a la muerte