Qué Es El Color
Qué Es El Color
Qué Es El Color
El color es luz. Concretamente la impresión que producen en la retina los rayos de luz
reflejados y absorbidos por un cuerpo según la longitud de onda de dichos rayos. El ojo
humano percibe colores en lo que llamamos el “espectro de luz visible”, que oscila
entre las longitudes de onda de 400 y 750 nanómetros.
En este artículo debemos diferenciar entre lo que vamos a llamar “color luz” y “color
físico”. Existen tres modelos estándar con los que generalmente la industria se rige para
administrar la producción tanto de monitores como de estampado e impresión: RGB,
CMYK y PMS.
• El color luz se rige por el espectro RGB y se genera a partir de la mezcla del
rojo, verde y azul. El RGB es el parámetro de color con el que funcionan
nuestras pantallas.
• El color físico es lo que conocemos como la mezcla resultante de pigmentos
para generar los demás colores. Tradicionalmente se define como CMYK
(cyan, magenta, amarillo y negro) para la impresión estándar pero también
debemos tener en cuenta el modelo Pantone
• PMS (Pantone Matching System) es un catálogo estandarizado de mezclas
por adición resultantes del CMYK que dan lugar a un color puro que queda
registrado con un número de serie. Sus “medidas” las dan su proporción de cada
color y garantizan ser siempre las mismas. Grandes marcas como CocaCola,
Ferrari o T-mobile tienen su propio pantone con CopyRight.
Color RGB
El espacio de color RGB se ha intentado estandarizar desde sus inicios para abarcar
de la forma más fiable posible el volumen de color que se encuentra en el espectro de
luz visible. Actualmente podemos encontrar tres modelos utilizados en RGB.
sRGB
Standard RGB, es el modelo original y más próximo al color real (basado en cian,
magenta, amarillo y negro) o 2200 Matt Paper. También supone el modelo estándar
para internet y la gran mayoría de dispositivos electrónicos dado que su margen de
color es el más reducido del catálogo.
Adobe rgb
ProPhoto RGB
El ProPhoto RGB fue presentado por Kodak en 2011 y es el más reciente de la lista.
De todos ellos es el modelo con el registro más amplio, destacando por incluir más
colores de los que el ojo humano puede percibir. Esto se debe a que es el más cercano a
los más de 16 millones de colores luz RGB existentes. Esto hace que las imágenes y
vídeo creadas con este espectro posean mucha riqueza pero resulten complicadas de
trabajar para los editores dado que para nosotros al menos el 13% de este espectro
son “colores imaginarios” dado que no podemos discernir sus tonos.
Cuestiones técnicas
Una vez entendemos que no hay un único estándar en RGB nos encontramos con
que en nuestro espacio de trabajo digital hay diversos aspectos a tener en cuenta al
movernos en un entorno LED. Saber qué tipos de pantalla nos benefician para
nuestro trabajo o cómo calibrar el color de nuestro monitor son algunos de los
principios más básicos. Éste es el motivo por el que los diseñadores e ilustradores se
preocupan tanto en la elección de sus pantallas en un intento de no desvirtuar los
colores del acabado real frente a lo que ven en sus monitores.
Conocer el tipo de paneles LCD que emplea nuestro monitor es muy importante a la
hora de entender cómo de fideligna es nuestra percepción del color real. Actualmente
existen tres familias, cada una de ellas con sus características propias:
Tabla orientativa de tipos de paneles lcd
Sin duda los modelos IPS son los más recomendados para trabajos de edición de
vídeo, ilustración, diseño gráfico, web y retoque fotográfico. Esto se debe no sólo a la
calidad de sus paneles sino al tipo de contraste que ofrecen.
En los monitores IPS se suele especificar el entorno RGB: sRGB y Adobe RGB son los
más comunes.
Calibrar la pantalla
Una vez controlamos el asunto de tipos de paneles LED y entornos RGB llega el
aspecto de calibrar el color y contraste de la pantalla. Podemos tener un monitor
LED IPS con Adobe RGB pero es posible que su contraste o brillo no sean los idóneos
para trabajar y alteren la forma en que percibimos los colores.
Veréis, en cuestión de contraste cada monitor es hijo de su padre o su madre. Con esto
queremos decir que no existe un estándar y cada empresa se rige por los parámetros
que considere mejor según los estudios de mercado. Como se dice tradicionalmente,
“en el término medio está la virtud”. Tener justamente el brillo y contraste al 50%
suele ser por general un método idóneo por el que guiarse, pero aquí pueden surgir
varias dudas y/o problemas.
Conociendo estos datos, hay diversas acciones que podemos llevar a cabo.
Tradicionalmente la forma más efectiva de comprobar los parámetros de brillo y
contraste de nuestro monitor es el DDC o Display Data Channel (Canal de Datos de la
Pantalla). Consiste en una lista de protocolos de comunicación digital entre el monitor y
la tarjeta gráfica a la que está conectado. La mayoría de monitores lo incorporan y es
una forma “analógica” de calibrado mediante botones en su margen inferior o uno
de sus laterales.
Para llevar a cabo esta calibración desde el Sistema Operativo os recomendamos que
partáis con la pantalla desde el modo de fábrica dado que si ya está personalizada
pueden darse alteraciones.
Mediante Software
Con colorímetro
Esto ya requiere el uso de un dispositivo dedicado que bien podemos tener de antes o
comprar. Es el método más imparcial y fiable dado que se rige puramente por
números y porcentajes, pero también es la opción más cara. La hemos añadido
porque existe, pero a no ser que seáis profesionales en el ámbito con todo lo citado
anteriormente podréis tener más que suficiente para calibrar vuestro monitor usando
vuestros propios ojos como sistema de calibrado.
Calibrado con colorímetro SpyderX Pro
Formato de archivo
El documento de impresión por excelencia. Sin embargo no basta con coger nuestro
archivo y guardarlo como tal, hay un par de cosillas que os convendrá saber para
obtener la mejor calidad impresa posible:
Aquí tenemos la cuestión del formato de PDF. Aunque la impresión de alta calidad es
una apuesta segura en cuanto a compresión, en una imprenta o copistería lo apropiado
es llevar PDF/X de cualquiera de las categorías que tenga nuestro programa de edición.
Os explicamos de forma sencilla las diferencias principales de cada uno de ellos:
Archivos editables
Hasta ahora sólo hemos visto archivos no editables que presentan las imágenes
rasterizadas o vectoriales. Sin embargo ocasionalmente y dependiendo del tipo de
trabajo (sobre todo hablamos por los diseñadores gráficos) es conveniente llevar a la
imprenta un archivo editable donde se conserven las propiedades de capas, efectos y
transparencias de forma nativa. Los formatos más utilizados son:
En todos los casos el contenido puede presentarse de forma vectorial (lo que vemos
se escala de forma matemática) o rasterizada (el tamaño se basa en píxeles). Este es
un aspecto que depende totalmente de nuestro sistema de trabajo y herramientas que
utilicemos de modo que no lo trataremos en este artículo.
Perfiles ICC
ICC en RGB:
La impresión digital
Es el proceso de impresión directa de un archivo digital a papel u otros materiales.
Éste es el método que más comúnmente utilizaremos dado que en la actualidad no sólo
podemos obtener una muy buena calidad de acabado sino que en general nos ofrecerá
un buen precio. Existen dos variantes.
Impresión Offset
Es un procedimiento de impresión que consiste en una plancha de aluminio con
relieve que imprime con tinta sobre un rodillo de caucho que estampa el color
sobre el papel al pasar. Al igual que en el modelo digital podemos encontrar dos
modalidades.
Cada plancha tiene aplicada cian, magenta, amarillo y negro respectivamente. Estos
se superponen creando la cuatricromía que gracias a su densidad y combinación de
color crea la ilusión de todos los demás.
Impresión digital
Siempre con láser. Se puede hacer en muchísimos materiales y por norma general nos
resultará barata. Merece la pena para producción de bajo volumen (menos de 100 o
300 copias) a color o blanco y negro.
Cuatricromía Offset
¿Es mejor el RGB vs CMYK? No, en absoluto. Ambos están hechos para entornos
diferentes y ser el modo de color más eficiente en el mismo. Un buen conocimiento de
los principios básicos que implican el uso de cada uno de ellos nos garantizará librarnos
de más de un quebradero de cabeza en un futuro y un trabajo de calidad y sin sorpresas