3 - Gianella - Tipos de Conocimiento
3 - Gianella - Tipos de Conocimiento
3 - Gianella - Tipos de Conocimiento
muchos contextos diferentes. Las subdivisiones que se acaban de presentar, y que se esquematizan
a continuación, son también muy discutibles, pero han sido pensadas para los fines del análisis de
cuestiones que tienen que ver exclusivamente con las teorías científicas:
a) enunciados lógicos
Enunciados analiticos b) enunciados matemáticos
c) enunciados por sinonimia
d) enunciados definicionales
Pretende además ser un saber crítico, rasgo que lo diferencia (leí conocimiento natural, que
como ya se señaló, es a veces poco crítico. Cohen y Nagel dicen en Jntroducción a la lógica y el
Método científico4 que mientras otros tipos de conocimiento apelan a la intuición, a la autoridad o a
la repetición ciega, la ciencia se caracteriza por ser crítica, como opuesta a dogmática. Ese rasgo le
permite ser autocorrectiva. Contra las creencias populares, lo que caracteriza a la ciencia no es su
absolutez o seguridad, sino su corregibilidad y su provisoriedad.
Se caracteriza también por la sistematicidad, que hace que la ciencia no sea nunca la suma de
conocimientos aislados, sino que busca su integración en distintos sistemas y estructuras complejas,
lógicamente articulados.
Es además un saber que intenta ser preciso. Logra esa precisión utilizando por un lado un
lenguaje técnico, con significados menos ambiguos que los del lenguaje natural, y por Otro lado
mediante el empleo de herramientas formales, traduciendo sus hipótesis a ecuaciones y fórmulas de
la lógica y la matemática y distintos recursos simbólicos como los cíe la química.
Otro de los rasgos de la ciencia es su carácter metódico, en el sentido de que requiere del
empleo de determinados procedimientos que gozan de confiabilidad, para la obtención y validación
de los conocimientos.
También tiene la propiedad de ser general. La ciencia busca formular leyes generales que
expresen regularidades, sin perder, en muchos casos, la singularidad. Ya Aristóteles señalaba que la
ciencia es siempre conocimiento acerca de lo general.
A diferencia del conocimiento filosófico, la ciencia acepta la existencia de supuestos que no se
cuestionan acerca de aspectos muy básicos de los objetos de estudio, su existencia, su continuidad
en el tiempo y el mejor modo de conocerlos.
Desde la antiguedad clásica hasta nuestros días se ha formulado una enorme y variada cantidad
de clasificaciones de las ciencias, muchas de ellas englobadas dentro de clasificaciones más amplias
del conocimiento humano en general. Algunas de ellas resultan inútiles o extravagantes a nuestros
ojos, o incluso incomprensibles. Se ha hablado de ciencias experimentales y no experimentales
sagradas y profanas. morales y positivas, naturales y sociales, duras v blandas.
Resulta claro, al comparar distintas clasificaciones el hecho de que cada una de ellas se
construye a partir de algún criterio o propiedad que se desea destacar, y que constituye el
fundamento de la clasificación. Y esto ocurre con cualquier tipo de clasificación.
En muchos casos el supuesto subyacente a la clasificación es ontológico: se da por sentado
que la realidad está formada por distinto tipo de entidades, y a partir de esa división se asigna a
cada disciplina científica el estudio de cada uno de ellos. Así, por ejemplo, si se sostiene que la
realidad está constituida por dos grandes ámbitos, lo material por un lado y lo espiritual por otro, las
ciencias podián clasificarse, consecuentemente, en ciencias de la naturaleza y ciencias del espiritu.
También ha sido frecuente clasifica; a las ciencias desde un punto de vista gnoseológico es decir,
sobre la base de supuestos acerca de cómo conoce el ser humano. Se ha afirmado, por ejemplo,
que la mente humana tiene un determinado número de "facultades" o capacidades y a partir de ellas
se han clasificado las ciencias. Un ejemplo de este tipo de criterio clasificatorio lo constituye la
clasificación de Francis Bacon, quien distingue tres facultades: la razón, la memoria y la fantasía. A
la primera le hace corresponder la ciencia propiamente dicha, subdividida en ciencia natural,
teología natural y ciencias del hombre; a la segunda le corresponde la historia y a la tercera la
poesía.
Ha habido también clasificaciones basadas en criterios metodológicos, que sostienen, por
ejemplo, que hay ciencias experimentales y no experimentales, o inductivas y deductivas.
Cuando los supuestos que dan fundamento a una clasificación son cuestionados, la clasificación
corre la misma suerte y termina siendo abandonada y reemplazada por otra. Si se cuestiona. por
ejemplo, la división irreductible cíe la realidad en naturaleza o materia y espíritu, será también
cuestionada la división de las ciencias basada en ella.
En las últimas décadas se ha impuesto la clasificación que divide a las ciencias en
formales y fácticas. Se trata de una clasificación útil para los intereses actuales de la
epistemología y la metodología y coincidente con más de un criterio sobre el que puede fundarse la
clasificación: el método empleado, el tipo de entidades y el tipo de enunciados propios de cada uno
de estos dos grupos de ciencias.