Desarrollo de La Comunidad: A.-Concepto

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Desarrollo de la comunidad

CAPITULO I
¿QUE DEBEMOS ENTENDER POR DESARROLLO DE LA COMUNIDAD?
a.- Concepto:
La expresión desarrollo de la comunidad está de turno dentro del lenguaje de los organismos internacionales que se preocupan por la
redención del hombre. El hecho de que exista una especial preocupación por el alcance y significación del concepto, demuestra la
importancia que se asigna a este fenómeno, dentro del proceso de avance de los pueblos.
Tanta categoría se da al término desarrollo de la comunidad, que en varias reuniones anuales de la Unesco se han nombrado subcomités de
los organismos especializados de las Naciones Unidas para aclarar estas definiciones, diferenciándola, especialmente, de «Educación
fundamental».
«En el fondo de ese deseo de definir las palabras, lo que hay es una necesidad de aclarar las relaciones de colaboración entre los
organismos de esa esfera y por extensión, ayudar a los gobiernos que desean definir las relaciones entre sus propios departamentos y los
servicios dedicados a ese trabajo dentro de su territorio. Porque cuando estas cuestiones no están claras (y distan mucho de serlo) se
produce cierta confusión en cuanto a los objetivos y métodos, creando dificultades y a veces rivalidades en relaciones de trabajo que
deberian ser armoniosas; con frecuencia se llega al fracaso en la labor práctica que muy bien pudiera haber alcanzado éxito»1
Los párrafos arriba transcritos corresponden a Lionel Elvin, una de las voces más autorizadas de la Unesco. Parece, según se desprende de
sus palabras, que el grave problema de la coordinación, no sólo de los organismos internacionales, sino también de los nacionales, depende,
en gran parte, de la definición de los términos Educación Fundamental y Desarrollo de la comunidad. La confusión en cuanto al significado y
alcance de cada uno de éstos, es, según lo arriba citado, causa substancial de los roces y recelos entre los organismos que concurren al
desarrollo de la comunidad.
En el fondo, me parece que son innecesarias y artificiosas estas distinciones entre términos, que en el terreno no designan más que a un
mismo fenómeno. Pero entremos de lleno al tema que nos ocupa y veamos lo que las Naciones Unidas entienden por desarrollo de la
comunidad. El 20º. informe del comité administrativo de coordinación al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas dice así, en su
anexo III:
«La expresión desarrollo de la comunidad se ha incorporado al uso internacional para designar aquellos procesos en cuya virtud
los esfuerzos de una población se suman a los de su gobierno para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de
las comunidades, integrar a éstas a la vida del país y permitirles contribuir plenamente al progreso nacional».
Analizando el concepto, dice más adelante:
«Este complejo de procesos, intervienen, por lo tanto, dos elementos esenciales: la participación de la población misma en sus
esfuerzos por mejorar su nivel de vida, dependiendo en lo posible de su propia iniciativa y el suministro de servicios técnicos y de
otro carácter en forma que estimulen la iniciativa, al esfuerzo propio y la ayuda mutua y aumenten su eficacia. El desarrollo de la
comunidad encuentra su expresión en programas encaminados a lograr una gran variedad de mejoras concretas».
En relación a este concepto, creo conveniente agregar que no sólo es necesaria la participación activa de la comunidad y del gobierno. Se
precisa también la colaboración y ayuda de organismos privados y de todas las organizaciones de carácter social y cultural preocupados por
el bienestar común. Al hablar de organismos privados nos referimos, no sólo a instituciones voluntarias, sino también a ciertas empresas de
carácter económico de gran poderío, que adquieren juegos dividendos sin dedicar nada de ello a programas de mejoramiento comunal. Es
necesario que los gobiernos legislen, en el sentido de obligar a estas organizaciones a colaborar activamente en planes de desarrollo
comunal. Naturalmente, esto no puede lograrse sólo por el convencimiento, sino por la promulgación de leyes que creen tal obligación.
En el país, Venezuela, donde la economía privada ha estado dominada siempre por grandes consorcios extranjeros que constituyen un
drenaje para la economía nacional, se impone la creación de medidas oficiales que obliguen a las empresas a invertir parte de sus ganancias
en el desarrollo de las comunidades locales.
Tal vez sea aventurado hacer semejante afirmación, pero creo que el desarrollo económico y social de un país, para que tenga bases sólidas
sobre las cuales erigir su armazón, debe propender a un desarrollo paralelo de las comunidades y sobre todo de las rurales, tradicionalmente
atrasadas, que viven al margen de la vida económica y cultural de la nación a la cual pertenecen. Esto sólo puede lograrse con la acción
mancomunada de todas las fuerzas de un país.
b.- Algunas características esenciales del desarrollo de la comunidad.
1.- Es un proceso y a la vez un movimiento.
El desarrollo de la comunidad es un proceso, por cuanto no se realiza en forma instantánea, sino a través de una sucesión de etapas. Este
proceso implica desarrollo, desenvolvimiento orgánico de la colectividad. El desarrollo de la comunidad sólo puede darse mediante la
realización de una serie de actividades organizadas en fases que van relacionándose unas a otras hasta formar un conjunto dinámico que es
lo que denominamos proceso.
En ejemplo muy corriente en donde se nos presenta el desarrollo de la comunidad como un proceso, es el siguiente: A veces existe un
problema, cuya solución es beneficiosa para la comunidad, pero ésta no ha llegado a sentir la necesidad de resolverlo. La idea, sin embargo,
existe en una persona o en un grupo muy reducido, que puede servir de agentes estimuladores.
Esta idea, que al principio sólo germinó en tal grupo, va expandiéndose poco a poco, hasta prender en grupos cada vez más numerosos y
así, sucesivamente, puede extenderse en toda la comunidad. Es un movimiento por cuanto puede convertirse en una doctrina de carácter
nacional. En algunos países del mundo –entre ellos la India- el desarrollo de la comunidad ha adquirido un carácter de ideología encaminada

1 ELVIN, LIONEL. La educación y el desarrollo de la comunidad. Boletín Trimestral de educación fundamental. Pátzcuaro, v.IX, p.80
Primavera 1957.
a robustecer la nacionalidad. En estos países los programas están imbuidos en un fuerte contenido nacionalista que ha prendido en todas las
esferas.
Las Naciones Unidas nos hablan del desarrollo de la comunidad como un movimiento de carácter universal, pero el tema está tratando en
forma muy general. Veamos lo que ha dicho el organismo dice al respecto: «Por la importancia que atribuye a las mejoras locales, trata
principalmente de promover el bienestar del ser humano; al mismo tiempo que recuerda a la comunidad, ansiosa de mejorar su nivel de
vida, que el progreso local depende en muchos sentidos de la evolución nacional, del mantenimiento de la paz y la cooperación internacional
y que el objetivo máximo de la totalidad de las empresas cooperativas de los pueblos, es el bienestar de la humanidad entera.
En la frase desarrollo de la comunidad está implícito el conocimiento de que la ciencia puede contribuir a mejorar la humanidad entera. Es
una noción que ha echado raíces y se está extendiendo en muchas regiones del mundo. Puede llegar a ser uno de los movimientos más
significativos de nuestra era, capaz de transformar, más de lo que pueda imaginarse, la economía y la estructura social de muchos países.
El desarrollo de la comunidad no puede realizar por sí sólo todo lo que expresa la Carta de las Naciones Unidas sobre el mejoramiento del
nivel de vida de las regiones insuficientemente desarrolladas del mundo. Pero puede proporcionar mayor energía y entusiasmo que los que
puedan obtenerse recurriendo a cualesquiera otras fuentes para la solución de los problemas económicos y sociales de las masas»2
Yo creo firmemente, que en la situación actual, en que viven casi todos los pueblos de la América Latina, se requiere un movimiento que
haga resaltar los valores nacionales, que dé a nuestros pueblos la confianza en sus propias capacidades y contribuya a liberarlos de la
tradicional sujeción a que han estado sometidos por el imperialismo insaciable de los grandes trusts internacionales.
Y no es sólo el problema de la nacionalidad y de la dependencia económica. Son muchos problemas graves de origen interno que tampoco
pueden resolverse sin crear una conciencia, un fervor, una fé, un entusiasmo.
En Venezuela, por ejemplo (perdóneseme la insistencia) de los 21 millones de tierras disponibles para la agricultura, apenas 2 millones son
explotados, estando el resto ocioso, en poder de los terratenientes. La economía del país gravita sobre un solo punto: la explotación del
petróleo. Pocos regímenes se han preocupado por diversificar las fuentes económicas ni por crear mejores formas de vida en beneficio de
los habitantes del campo. El conuquero, típico agricultor venezolano, es un maltrabajador del campo, que sigue utilizando métodos
coloniales.
Esta situación ¿Podría ser atacada y vencida, si no hay una fe, un fervor, un entusiasmo y un espíritu revolucionario? Yo creo que no. Si el
desarrollo de la comunidad tiene como fin último el hombre, es imperativo que se constituya en movimiento y que, como tal, actúe en todas
las esferas de la vida nacional de nuestros países. Que se convierta, no en bandera política de aquél o este grupo, sino en consigna nacional,
en estado alerta y permanente de conciencia de cada país.
2.- El desarrollo de la comunidad propende a la elevación de los niveles de vida.
El desarrollo de la comunidad contribuye a la elevación de los niveles de vida, por cuanto es una fuerza de progreso, que atiende a la
creación de mejores formas, tanto espirituales como materiales de las colectividades. Introduce nuevas formas de existencia y ayuda a la
dignificación del hombre. Todo paso de avance, todo cambio de actitud favorable, significa elevación a un nuevo nivel.
3.- El desarrollo de la comunidad es integral.
El desarrollo de la comunidad es integral, no sólo porque abarca al hombre en su totalidad, en todo sus aspectos, sino porque se acción se
dirige a toda la comunidad, sin distingos de ninguna índole. En relación a este aspecto, debemos anotar que en la realidad no toda la
comunidad se suma al esfuerzo colectivo desde un principio y a veces el trabajo tiene que comenzar por grupos, algunas veces mayoritarios,
otras en minoría. Esto, sin embargo, no quiere decir que perdamos la vista la totalidad. Ella es nuestro objetivo máximo y hacia ella
debemos propender en todo momento.
Integral tampoco quiere decir que todos los aspectos problemáticos de una comunidad deben ser atacados a un mismo tiempo; la
experiencia demuestra que, a veces, debemos comenzar por un aspecto específico, ya sea de salud, de agricultura, construcción de un
centro social, etc. Lo que interesa en este caso es no perder de vista el enfoque integral, lo que naturalmente debe realizarse a través de
todo un programa.
4.- De prioridad al esfuerzo e iniciativa de la comunidad.
Esta es, a mi atender, una de las características substanciales del desarrollo de la comunidad. Considero de vital importancia la participación
activa de los pueblos en la construcción de su progreso. El hombre sólo prodiga afectos duraderos a aquellos hechos y obras en cuya
realización él participa con su esfuerzo.
La intervención de la comunidad en la solución de sus problemas, hace despertar en los miembros que la integran, conciencia de su valer,
contribuye a aumentar la cohesión social y ayuda al crecimiento de la personalidad individual y colectiva. Crea al mismo tiempo el deseo de
superación y robustece el sentimiento de independencia.
5. Utiliza el estímulo de agentes externos y suma a los suyos el esfuerzo del poder público.
Esta característica se observa de manera sobresaliente en la América Latina. Nuestras comunidades, en la mayoría de los casos, no tiene
una conciencia definida de la gravedad de sus problemas. Viven en un estado de apatía que los sume en el letargo. Las causas de estos
fenómenos son profundas y se remontan hasta siglos lejanos de la historia; analizarlos no es la finalidad de este trabajo. En estas
comunidades se hace necesaria la presencia de un estímulo externo que las haga despertar de su tradicional abandono, que los haga sentir
nuevos anhelos, deseos de alcanzar niveles superiores de bienestar humano. El problema es más complejo de lo que a primera vista parece.
Estas comunidades viven apagadas a formas tradicionales, imbuidas de importancia simbólica, que a veces constituyen serios obstáculos
para la introducción de nuevas técnicas y nuevas formas de vida. Además, los conceptos que nosotros tenemos del bienestar humano, de
una vida mejor, en la mayoría de los casos difieren de los que ellos tienen.

2 NACIONES UNIDAS. El progreso social mediante el desarrollo de la comunidad. New York, 1955. p.16-17.
Nos encontramos en el caso de problemas cuya solución –para nosotros- es impostergable; sin embargo, para ellos no tiene mayor
importancia, aún cuando sus consecuencias sean funestas.
Al contrario, puede que su interés se mueva hacia la realización de algo que para ellos es valioso, aunque nosotros lo consideremos
superfluo. De tal manera que estos diferentes enfoques de la vida, constituyen uno de los problemas más difíciles con que puede
encontrarse un agente de desarrollo de la comunidad. Concretamente, el problema sería ¡cómo armonizar el concepto y la escala de valores
que tiene el campesino con aquellos de los cuales participa el agente externo?
A veces hay que ceder ante el interés manifiesto de la comunidad, aunque éste no se dirija, precisamente, a lo que nosotros juzguemos
primordial. Sin embargo, esto nos puede servir para despertar confianza en la colectividad e ir canalizando su atención poco a poco hacia
problemas esenciales que ella no los considera como tales.
El otro aspecto de la característica que estamos analizando, se refiere a la ayuda del gobierno en el desarrollo de la comunidad. En casi
toda la documentación que los organismos internacionales han publicado sobre el tema, dan prioridad siempre, a participar mayor e
iniciativa de la comunidad. Tanto insisten en la idea, que da la impresión –por lo menos a mí- de que la ayuda eficaz de los gobiernos es
considerada por estas instituciones, como cosa secundaria.
Yo creo, sin embargo, que esto puede ser valedero, en su totalidad, para aquellos países altamente desarrollados. En las naciones
latinoamericanas, con escaso desarrollo económico y social, en donde casi siempre la situación del campesino es de miseria e ignorancia, es
tan importante la ayuda del gobierno, como la iniciativa de la comunidad. Es más, existen zonas en nuestros países, que ni aún
desenvolviendo al máximo su iniciativa y aprovechando en sumo grado sus recursos, podrán salir de la precaria situación socio-económica
en que se encuentran.
«Por importante que sea desarrollar un espíritu de esfuerzo propio a favor del desarrollo económico, social y educativo, si se quiere que éste
tenga resultados prácticos, en los programas de desarrollo del estado, debe dedicarse mayor atención y más dinero al aumento del bienestar
del pueblo. En las condiciones actuales de los países insuficientemente desarrollados, poco es lo que pueden hacer los habitantes de las
comunidades por sí mismos y por sus propios esfuerzos para cambiar su situación. Si se quiere mejorar la situación, deben hacerse
asignaciones presupuestarias importantes para la construcción de escuelas, viviendas, hospitales, clínicas y dispensarios, para proporcionar
suministros y cuidados médicos, organizar campañas en masa contra las epidemias e impartir educación sanitaria»3
Esta es la opinión que sobre los principios de desarrollo de la comunidad, envió el gobierno de la U R S S a las NACIONES UNIDAS, en la
encuesta que este Organismo realizó entre sus países miembros. La he citado, porque me solidarizo con ella, porque creo que es una verdad
irrebatible en muchos países de América Latina.
Hay comunidades rurales en Venezuela, y creo que las habrá en muchos países hermanos, en que dejarlas alcanzar metas superiores con
base en sus propios recursos, es considerarlas a seguir viviendo al margen de la vida económica y social del país. Este deseo de los
organismos internacionales, de destacar en todo momento el papel de la propia iniciativa y la utilización de sus propios recursos, es muy
loable, pero peligrosa, en cierto modo, ya que muchos gobiernos pueden aprovechar la salida que les deja esta concepción, para eximirse de
sus deberes y responsabilidades. Nuestros países son pobres, pero no tanto como se pretende asegurar, que no puedan contemplar en sus
partidas presupuestarias, asignaciones juntas para programas de desarrollo de la comunidad. Creo, más bien, que lo procedente es crear la
conciencia de esta necesidad en los directores de la política nacional.
Venezuela, por ejemplo, tiene uno de los ingresos más altos del continente. Su presupuesto anual de gastos públicos, es tal vez el más alto
de América Latina, con excepción de Argentina.
Sin embargo, esta enorme cantidad de dinero, (casi llega a los 3,000 millones de dólares al año) no es distribuida equitativamente entre los
diferentes sectores del país. La mayor parte de este dinero fue empleado durante el gobierno de la dictadura, en la construcción de obras
espectaculares y al sostenimiento de un ejército ostentoso, que ha substraído los recursos, para un desarrollo económico genuino. No existe
hasta la fecha, por lo menos que yo sepa, un plan organizado que pueda llamarse desarrollo de la comunidad. Con que un cinco por ciento
del Presupuesto Nacional se dedicara a programas de este tipo, Venezuela daría pasos agigantados hacia su pleno desarrollo económico.
En claro que esta situación obedece, en cierto modo, a los intereses de ciertas potencias económicas, a las cuales conviene incrementar el
militarismo en América Latina y detener, mientras sea posible, el desarrollo económico autóctono de nuestros países, a fin de que
continuemos siendo los tradicionales proveedores de materias primas.
6.- Es educativo y de organización.
«Es educativo porque con él se procura modificar las actitudes y prácticas que se oponen al mejoramiento social y económico, creando
actitudes especiales que favorecen dicho mejoramiento y, en términos más generales, promueven una mayor receptividad a los cambios.
Esto entraña desarrollar la capacidad de la población para juzgar acerca de los efectos de las actividades y determinar los objetivos que
deben alcanzarse, introducir cambios técnicos y adaptarse a los cambios producidos por causas exteriores. En las actividades propiamente
dichas, los que trabajan sobre el terreno deben ocuparse de conseguir ciertas cosas concretas.
En ese sentido los objetivos inmediatos del desarrollo de la comunidad, consisten en aumentar el número de personas alfabetas, mejorar la
producción agrícola, la salud pública, la nutrición, hacer un mejor empleo de la mano obra, formar capital físico mediante la construcción de
caminos, pozos, centros sociales, etc. Pero el desarrollo de la comunidad no debería considerarse simplemente como una serie de episodios
materializados en realizaciones concretas. Por importante que éstas sean, lo son menos que los cambios cualitativos que se manifiestan en
las actitudes y en la vida de relación, que enaltecen la dignidad humana y aumentan la permanente capacidad de la población para lograr
mediante su propio esfuerzo los objetivos que ella misma se ha fijado. En este sentido puede decirse que el desarrollo de la comunidad es
un proceso educativo.

3NACIONES UNIDAS. CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL. COMISIÓN DE ASUNTOS SOCIALES. Informe sobre los conceptos y principios del
desarrollo de la comunidad. New York. 1957, anexo I, p.7-8 (E/cn.5/325)
Y es un proceso de organización, no sólo porque cuando la población actúa colectivamente está en mejores condiciones para satisfacer sus
intereses comunes, sino también porque apareja la reorientación de las instituciones existentes o la creación de un nuevo tipo de
instituciones que den plena eficacia la iniciativa propia y proporcionen el necesario medio de acción a los servicios gubernamentales. Para
que esto sea plenamente eficaz, requiere la aparición y capacitación de un nuevo tipo de dirigentes locales. La importancia de organizar a la
población, no reside solamente en la ayuda que ésta pueda prestar al logro de determinados resultados concretos, sino también en la
contribución general que ella pueda aportar a fin de acrecentar la cohesión social»4.
Los párrafos transcritos explican con claridad meridiana las características educativas y de organización del desarrollo de la comunidad. Es
innegable que ningún trabajo encaminado a producir el bienestar del hombre, puede realizarse sin acarrear cambios en la conducta del
mismo. La historia del progreso humano, no es sino una secuencia de cambio en la manera de actuar y pensar de los pueblos; los cuales
han sido producidos, en gran parte, por la educación.
Estos cambios, que en el caso del desarrollo de la comunidad, deben traducirse en aumento del beneficio colectivo, requieren una
organización que les encauce y les dé sentido. Es por esto, que el desarrollo de la comunidad propicia la organización de la población. Sin
embargo, debemos tomar en cuenta que no hay grupo humano, por incipiente que sea, que no tenga su organización. Desde el punto de
vista del sentir del grupo, esta organización es eficiente, responde a sus necesidades e intereses. La función del desarrollo de la comunidad
en este aspecto, es crear estímulos, nuevas necesidades e intereses, que requieran la existencia de nuevos tipos de instituciones o la
transformación de las existentes, si éstas no pueden actuar con eficacia en la nueva situación. Este, a mi entender, es uno de los problemas
más complejos y difíciles a que se enfrenta en el terreno, un programa de desarrollo de la comunidad.
7.- Requiere la coordinación de esfuerzos.
Es indispensable que un buen programa de desarrollo de la comunidad coordine los diversos factores concurrentes. En la mayoría de los
casos, las agencias internacionales y también las de los gobiernos nacionales que contribuyen al desarrollo de la comunidad, tienen choques
y fricciones en el campo de la práctica. A veces cada departamento pretende asignarse la paternidad del proyecto y anotarse sus triunfos.
Los fracasos siempre son explicados por causas que escapan a su control. Otras veces cada institución trabaja aisladamente sin importarle lo
que otra hace en el mismo campo, provocando esto un dispendio de recursos y energías, y a veces una situación de rivalidad que repercute
en detrimento de los buenos resultados que pudieran alcanzarse. El Desarrollo de la comunidad en su sentido verdadero, debe ser el
producto de la acción concertada de los diversos organismo. En el capítulo segundo, tendré oportunidad de abordar con mayor amplitud
este tema.
d.- Sus relaciones con el desarrollo económico-social.
Las Naciones Unidas considera al desarrollo de la comunidad, como parte integrante de un proceso más amplio que es el desarrollo
económico y social. Este último es una acción en escala nacional, tendiente al mejoramiento del nivel de vida de todos sus habitantes. Se
diferencia del desarrollo de la comunidad, en que no es imprescindible que la comunidad local intervenga directamente.
Ejemplos de desarrollo económico social pueden ser: la construcción de una carretera, una presa hidroeléctrica, realización de una reforma
agraria, etc. Sin embargo, para que el desarrollo económico y social de un pueblo sea un hecho eficaz, debe ir acompañado de un desarrollo
paralelo de las comunidades locales, porque el progreso de éstas contribuye a acelerar y encauzar a aquél. Cuando los dos fenómenos se
dan paralelamente, uno y otro se ayudan. Un buen plan de desarrollo económico y social, puede crear el ambiente propicio para un
desarrollo eficaz de las comunidades locales y viceversa, un programa de desarrollo comunal puede contribuir poderosamente al desarrollo
económico y social en el ámbito nacional.
Cundo el desarrollo económico y social de una nación no va aparejado de un vasto plan de desarrollo comunal, se pueden producir ciertos
trastornos en la vida de estas agrupaciones. La misión del desarrollo comunal sería preparar a estas comunidades para que sean capaces de
resistir el choque que inevitablemente se produce y puedan adaptarse y sacar provecho de la nueva situación.
Aún cuando ya hemos dicho que en el desarrollo económico y social no toman parte (por lo menos en forma directa) las comunidades,
creemos, sin embargo, que una situación ideal sería que éstas pudieran hacer valer su voz ante los organismos encargados de la
planificación nacional y se tomaran en cuenta sus intereses a la hora de la planificación. Para esto, se necesita que nuestras comunidades
lleguen a obtener una fuente organización que sea capaz de hacer sentir su protesta ante las máximas autoridades. La relación entre
desarrollo económico-social y desarrollo de las comunidades, es pues, por demás estrecha. Tato el uno como el otro ayudan a aumentar la
capacidad, producción y consumo de la población.
En la planificación del desarrollo económico y social de un país, deben tomarse en cuenta, no sólo la situación del país en sí misma, sino la
realidad internacional. Sabemos que hoy día ningún pueblo vive aislado, dentro de sus propios límites. La situación del mundo es tal, que los
hechos ocurridos en una región, pueden repercutir de manera determinante, en países geográficamente lejanos. En los aspectos
económicos, existe como una trama internacional, de la cual ningún país se escapa. Por tanto, al planificar la economía de un pueblo, hay
que tomar en cuenta la actualidad internacional prevaleciente.

4NACIONES UNIDAS. CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL. COMISIÓN DE ASUNTOS SOCIALES. Informe sobre los conceptos y principios del
desarrollo de la comunidad. New York. 1957. Anexo II, p.4-5 (E/CN.5/325)

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