Ensayo Cosmovisión Bautista Gomez
Ensayo Cosmovisión Bautista Gomez
Ensayo Cosmovisión Bautista Gomez
El estudio e interés por las culturas indígenas alejadas de la normalidad y percepción occidental
permiten tener lo que nombra como realidades desconocidas e inesperadas. Consigo se permite lograr
en si mismo una aplicación de la ciencia, la cual no es más que una interpretación de la realidad a
través de los distintos medios que puedan existir.
Esto es un factor clave, ya que las observaciones sobre diferencias son los principales nutrientes del
análisis aquí considerado, la diferencia, pienso yo que en primer plano va permitir conocer e identificar
lo que dentro de nuestra cultura es la verdadera realidad, y simplemente por contraste se señala o es
posible vislumbrar la forma en la que se percibe la realidad para los demás.
Las cosmovisiones son las distintas maneras de ver la existencia, y no existe una sola forma de hacerlo;
si todas las personas tuvieran una sola perspectiva, entonces no cabría forma para una diversificación y
concepción de lo que se considera conflicto, por lo tanto, no podrían existir distintos tipos de liderazgo.
Como se menciona: “si todo es negro, ¿para qué hablar de colores?”
Dentro de los puntos anteriores podemos encontrar que la lengua y el cómo esta estructura es un factor
importante para el liderazgo, debido que, la lengua es la principal herramienta con la que cualquier
individuo va a poder llevar a cabo la manifestación e interacción conforme a la cual percibe su realidad.
Bajo estas condiciones, es importante señalar que al mismo tiempo, el liderazgo también es una forma
de manifestarse ya que un líder debe ser capaz de promover y compartir su voluntad hacia los otros,
dicha voluntad está fundada en su propia percepción, que en complemento también estará sujeta a
algún tipo de validación.
Dentro de las similitudes que se pueden encontrar entre el concepto de cosmovisión y el de liderazgo
son los dos factores o aspectos fundamentales señalados del primer concepto, es decir, sobre un
carácter englobante y además universal.
Del primero, el cual considero se encuentra relacionado de manera más estrecha, hacer referencia al
hecho de que repercute en la mente y en los demás sentidos. Ciertamente el liderazgo o dominación
también repercute en todos lo sentidos y de igual manera, como es mencionado, abarca todas las facetas
de la vida.
Me atrevería a decir que en ningún momento somos verdaderamente libres, de manera constante y
permanente estamos involucrados en algún tipo de relación que regule algún factor de nuestro
comportamiento. En mente y cuerpo estamos dominados por figuras sociales, legales o morales que
dictan el comportamiento, ya sea dentro de la familia, la escuela o algún entorno.
Con respecto a la universalidad, considero que es un rubro que existirá en distintos niveles de expresión
por cada cultura, donde cada una de ellas podría también compararse con una persona.
Las personas son difíciles de cambiar cuando no existe motivación suficiente, y en conjunto con esto,
mayoritariamente se encontrarán posturas que a pesar de los argumentos que se contrapongan a la
misma, dichas personas seguirán inmutados sobre dicha percepción.
Así sucede con la universalidad de las cosmovisiones, hay un grado por querer imponer tu propia
realidad, necesidades y ambiciones, como ciertamente es necesario para liderar. Y a su vez interviene
otra relación con la lengua, para poder imponer tu voluntad sobre la de otros, por ley se tiene que
establecer un proceso de comunicación.
Como ya se ha establecido que papel juega la comunicación, podemos comenzar a hablar sobre lo que
Carlos presenta como el nombramiento de las cosas, lo cual sigue estando en contacto directo con la
comunicación. En este caso se refiere al enfoque que expresan las personas a través de su lenguaje.
Dado así, la lingüística es lo que él llama como el camino a través del cual se interpreta y se relaciona
con la realidad. En otras palabras, lo que vendría siendo “nombrar las cosas”, lo podríamos ajustar al
concepto de la expresión oral, a la manifestación de lo que se vive y cómo es qué se vive. El nombrar,
presenta un sentido de pertenencia único para cada situación, objeto o sentimiento.
Sugiere que esta acción del nombramiento de las cosas la pasamos por alto, debido principalmente a
que está normalizado dentro de la sociedad. Ya de manera definida está muy arraigada la necesidad de
expresarse.
Desde que somos recién nacidos, vamos adquiriendo la forma en que nombramos, ya que ue gritamos,
lloramos o nos movemos para obtener comida, ayuda, cariño, etc. Por lo tanto, el nombramiento es
innato.
Plantea que el idioma es una de las formas que se tienen para poder, captar, representar, explicar y
analizar la realidad que percibe aquel que se está expresando.
Retomando lo que se mencionaba al inicio sobre la falta de diversificación, entra en juego lo que
podríamos interpretar como el problema de la unicidad al ejercer el liderazgo. De manera puntual
representa todos aquellos monismos en los que podamos pensar. Es decir, en lugar de promover las
cosmovisiones en su diversidad esperada; se obtiene una perspectiva que se encuentra limitada y
condicionada por la cultura a la cual se le ha “encadenado”.
La implicación que se tiene al caer dentro de está unicidad es que se tenderá a caer dentro de una poca
o nula tolerancia por otro tipo de percepciones o realidades. Lo cuál en parte ya representa un objetivo
por sostener la solidez y consistencia de los juicios y observaciones establecidos.
Aquí se puede comenzar a hablar de otro aspecto que surge a raíz del nombramiento de las cosas.
Debido a que el nombramiento es la interacción con su entorno, al nombrar los objetos y condiciones
establecidas, se nombran también cada una de las relaciones que pueden surgir entre cada uno de los
objetos nombrados, estableciendo así vínculos particulares.
Dichos vínculos particulares, surgen también de manera distinta de acuerdo con cada cosmovisión.
Para el caso de la cultura occidental están basadas de forma piramidal las relaciones. En dicho arreglo,
la problemática por el actuar recae y depende del objeto actuador. Este objeto está ligado a lo
determinado por el sujeto que lo fija. Resumido, en la punta de la pirámide se encuentra el sujeto,
seguido del verbo que impone y que finalmente el objeto aplica.
Dentro de una perspectiva tojolabal, la relación piramidal desaparece por completo. No implica de
manera rigurosa que se tiene que existir una nivelación o equidad de identidad. Cada individuo
conserva su identidad, con funciones específicas dentro de su entorno.
Teniendo con esto lo que plantea el autor cómo idea principal, “la pluralidad de las cosmovisiones nos
enseña que todo tipo del mundo produce una captación y arreglos relativos y no absolutos ni
universales”