Ominical: El Dios de La Vida
Ominical: El Dios de La Vida
Ominical: El Dios de La Vida
Año LXXXV
Hoja
Dominical
Ciclo A
LH: SSal I,
Dominical
El Dios de la vida
a resurrección
L de Lázaro es el
ápice de la libe-
ración de Cristo: Él es
evangelizando
85 AÑOS
el dueño absoluto de la
vida y de al muerte. En
este quinto domingo
de Cuaresma, la Iglesia
nos presenta las gran-
des verdades de la fe:
muerte y resurrección.
A través de su muerte,
Cristo es nuestra vida y
resurrección.
Es interesante seguir
el proceso del relato
evangélico de hoy, Marta
y María pasan un recado
a Jesús. No invocan el
amor de Lázaro, sino el
amor de Jesús a Lázaro:
«Señor, el que tú amas está enfermo» (Jn como su sueño y el despertar es resucitar
11,3). Es la oración confiada que deja a Je- para la verdadera vida. Hay el milagro y
sús la suprema decisión. Jesús da tiempo las reacciones son diversas. Con voz de
al tiempo: «se quedó allí dos días más» (v. autoridad Jesús impera a la muerte. El
6). Llega Jesús en Betania y se encuentra muerto obedece, se incorpora y empieza
con Marta que participa en la creencia de a andar. Es un SIGNO. Una gran oportuni-
la resurrección universal en el último día e dad ofrecida a los judíos para reconocer a
ignora que la Resurrección está a su lado. Jesús como enviado del Padre, condición
Es aquí donde las palabras de Jesús llegan para poseer la vida eterna. Por el milagro
al ápice de la revelación cristiana: «Yo soy muchos creyeron en Él; otros decidieron
la resurrección y la vida. El que cree en mí matarle.
aunque muera, vivirá» (v. 25). Para el creyente la muerte no quita la
Jesús enseña la existencia de otra vida vida; la transforma. Esta es la gran reve-
de la que él mismo es el origen y la clave. lación cristiana: Jesús es la resurrección
Cristo tiene poder sobre la vida y la muer- y la vida. El que cree en Él no morirá para
desde 1938
85 AÑOS
9 Hijo de Dios, luz para todos los hombres:
Señor, ten piedad.
espere Israel al Señor. R.
Porque en Él se encuentra la misericordia
9 Cordero de Dios, que quitas el
pecado del mundo:
y la redención en abundancia:
Él redimirá a Israel
de todos sus pecados. R.
Cristo, ten piedad. 7. Segunda Lectura
M
9 Hijo de Dios, portador de la resurrección
y la vida:
El Espíritu ya habita en nosotros pero vivimos y
somos conducidos por los deseos y pasiones de
Señor, ten piedad. la carne y no agradamos a Dios. Avivemos, hoy, el
Espíritu que nos hace hijos, cristianos y hermanos
4. Oración Colecta de los hombres.
Señor y Dios nuestro, te rogamos que tu gracia nos Lectura de la c arta del Apóstol san Pablo a
conceda participar generosamente de aquel amor que los cristiano de Roma
llevó a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salva- (Rm 8, 8-11)
ción del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive ermanos: Los que viven de acuerdo con
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén. H la carne no pueden agradar a Dios. Pero
ustedes no están animados por la carne
sino por el espíritu, dado que el Espíritu de Dios justicia. Y si el Espíritu de Aquél que resucitó a
habita en ustedes. Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo
El que no tiene el Espíritu de Cristo no pue- Jesús también dará vida a sus cuerpos morta-
de ser de Cristo. Pero si Cristo vive en ustedes, les, por medio del mismo Espíritu que habita en
aunque el cuerpo esté sometido a la muerte a ustedes.
causa del pecado, el espíritu vive a causa de la Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
8. M Evangelio
Jesús le dijo:
Como Lázaro estamos dormidos o muertos porque «Yo soy la Resurrección y la Vida.
estamos lejos del Señor. El Señor viene a quitarnos El que cree en mí, aunque muera, vivirá;
las vendas y a sacarnos de nuestra cárcel y a invi- y todo el que vive y cree en mí,
tarnos a la vida nueva de los bautizados. no morirá jamás.
¿Crees esto?»
Versículo antes del Evangelio
Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que Tú eres el
Jn 11, 25a. 26 Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo».
Honor y Gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús, conmovido y turbado, preguntó: «¿Dónde
«Yo soy la Resurrección y la Vida. lo pusieron?»
El que cree en mí no morirá jamás», Le respondieron: «Ven, Señor, y lo verás».
dice el Señor.
Y Jesús lloró.
¡Gloria a ti, oh Cristo, Verbo de Dios!
Los judíos dijeron: «¡Cómo lo amaba!»
c Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Juan Pero algunos decían: «Éste que abrió los ojos del
(Jn 11, 1-7. 20-27. 33b-45) ciego de nacimiento, ¿no podía impedir que Lázaro
muriera?»
abía un hombre enfermo, Lázaro de Betania,
El Sacramento de la Misericordia
onfesarse es fácil. Se recomienda la confe-