DEPRESION
DEPRESION
DEPRESION
Tipos de depresión
La depresión puede tener varias intensidades. Además, puede alternarse con otros
estados de ánimo que motivan una clasificación distinta de la enfermedad. En general
la depresión se clasifica en alguno de los siguientes tipos:
Depresión reactiva. Los síntomas aparecen en relación con una situación que los ha
podido propiciar y que ha acontecido en los 3 meses previos. El paciente manifiesta
un malestar mayor del esperable para dicha situación, de ahí el nombre de depresión.
Causas de la depresión
Síntomas de la depresión
La depresión produce síntomas que tienen una intensidad variable entre una persona
y otra. Habitualmente no todos ellos están presentes en el mismo paciente:
• Sensación de tristeza sin sentido.
• Decaimiento.
• Indiferencia y apatía sobre el entorno.
• Irritabilidad.
• Sensación de no tener fuerzas para enfrentarse a las diversas situaciones de la
vida.
• Modificaciones en los patrones de sueño (se duerme mucho o se duerme muy
poco).
• Modificaciones en la alimentación (se come mucho o muy poco), con cambios
subsiguientes en el peso (o se engorda o se adelgaza).
• Agitación y nerviosismo o, por el contrario, enlentecimiento en todas las
acciones.
• Dificultad para concentrarse y para tomar decisiones.
• Sentimientos de culpabilidad o vergüenza.
• Pensamientos sobre la muerte.
• Los pacientes no sienten ningún placer en las actividades que realizan, suelen
tener peor humor por la mañana y tienen la sensación de que lo que les ocurre
difiere del sentimiento de tristeza. A veces los pacientes presentan síntomas
poco específicos pero que llevan a los familiares, amigos o al médico a
sospechar que puede haber una depresión. Entre estos síntomas se
encuentran:
• Deterioro del aspecto personal.
• Lentitud en los movimientos, con marcha cansina.
• Cara poco expresiva y triste.
• Tono bajo de voz.
• Facilidad para llorar.
• Problemas para dormir.
• Pesimismo generalizado.
En las personas ancianas y en los niños y adolescentes, las características clínicas de la
depresión pueden diferir de las habituales en personas de edad intermedia:
Depresión en el anciano. En estos pacientes las alteraciones del ánimo pueden ser
poco expresivas y pueden tener síntomas como pérdida de apetito, insomnio,
alteraciones de la memoria, pérdida de interés por las cosas, irritabilidad, ansiedad y
molestias vagas a varios niveles. Todo ello puede confundirse con el inicio de una
demencia.
¿Cómo se diagnostica?
¿Puede prevenirse?
La realización de una vida sana y activa se asocia con un menor riesgo de depresión.
¿Cuál es el pronóstico?
Tratamiento de la depresión
Depresión menor
En caso de que hayan existido varios episodios de depresión puede ser conveniente
mantener el tratamiento de por vida.
Otros tratamientos
Otras recomendaciones
Los pacientes con depresión deben evitar el consumo de alcohol. Algunos de los
medicamentos para la depresión pueden aumentar sus efectos adversos si se
consumen junto al alcohol.
No existe ningún alimento o dieta que sea especialmente beneficioso o perjudicial en
esta enfermedad.
Algunos medicamentos pueden empeorar la depresión, por lo que debe evaluarse
detenidamente si son o no imprescindibles.
Los antidepresivos pueden alterar la capacidad de conducción. Los pacientes que los
consuman deben ser conscientes de este hecho, sobre todo los primeros días de
iniciado el tratamiento, cuando se haya producido un cambio de medicamento o
cuando se modifique la dosis. Estos medicamentos pueden producir somnolencia,
mareo, ansiedad o agitación, temblor, alteraciones de la visión o alteraciones del
comportamiento.
El tema central del cuento es la muerte inexplicable de Alicia, la protagonista, víctima
de un animal extraño que vive en su almohadón de plumas. Los otros dos temas que
aparecen en el título del libro, el amor y la locura, también están presentes en el
cuento, aunque de manera secundaria.
Quiroga eligió estructurar la acción del cuento de manera similar a como lo hacía
Edgar Allan Poe en muchas de sus Narraciones extraordinarias, donde encontramos
esos finales denominados de efecto, justamente por la impresión que quieren causar
en el lector. Al igual que como sucede en “El gato negro”, por nombrar solo un cuento
del autor norteamericano, en “El almohadón de plumas” el autor se guarda para el
final un as bajo la manga con que nos sorprende a todos los lectores. La estructura
del cuento se inscribe dentro de lo que se podría denominar una forma clásica, a
saber, comienzo, nudo y desenlace. En un primer momento, la narración se centra en
la presentación de los personajes y del lugar donde transcurren los hechos, la casa.
Hay un segundo momento, el más extenso, que se centra en la enfermedad de
carácter inexplicable que sufre la protagonista; por último encontramos un tercer
momento cuyo centro de interés es el almohadón de plumas y el extraño animal que
vivía en su interior, que terminó siendo el causante de la muerte de Alicia.
Cuando el narrador dice que “no es raro que adelgazara”, primera referencia física de
una posible enfermedad, no nos sorprende, aunque estamos muy lejos aquí de
atribuir la enfermedad a su verdadera causa.
Las dolencias de la protagonista comenzaron como una simple gripe (influenza), pero
lo extraño del caso era que no lograba superarla, y poco a poco su estado de salud
fue desmejorando.
Es significativo el pasaje que tiene lugar en el jardín de la casa donde Jordán acaricia
la cabeza de Alicia y ésta se pone a llorar. Este es el único momento del relato donde
Jordán tiene una manifestación de cariño hacia su mujer, donde la distancia
emocional por un momento se rompe. Es comprensible el llanto de la protagonista y
la actitud de dejarse proteger, fue como si Jordán con su actitud habilitara a Alicia a
manifestar todo lo que sentía y que justamente por el carácter del marido estaba
obligada a reprimir.
Este segundo momento de la estructura interna del relato, el más amplio, se cierra
con la voz del narrador, quien resume algunos aspectos de la enfermedad pero que
además nombra al pasar el objeto que va a ser el centro de interés del desenlace de
la historia, el almohadón.
Es muy curioso el último párrafo del cuento, parece no formar parte de la ficción y ser
una explicación cuasi científica.
El último momento o desenlace de la historia comienza con la frase “Alicia murió por
fin”. Se dijo anteriormente que el centro de interés de este tercer momento era el
almohadón, y esto es así hasta tal punto que a Alicia ya no se la nombrará más en el
relato. Aparece la sirvienta, otro personaje secundario, ya habíamos visto al médico,
con la única finalidad de enfocar nuestra atención en el almohadón. Como lectores,
acompañamos a la sirvienta en esa mirada extrañada sobre el almohadón y el primer
plano de la atención se detendrá allí, en el objeto que escondía al causante de la
tragedia. Se establece un diálogo entre Jordán y la sirvienta cuyo único centro de
interés es el almohadón. Lo primero que llamó la atención de la sirvienta fueron las
manchas de sangre que había en el almohadón y en segundo lugar, cuando intentó
levantarlo por orden de Jordán se aterrorizó con el extraordinario peso que éste
presentaba.