Anexos: Intimidación Aislamiento Abuso Emocional Coerciones y Amenazas
Anexos: Intimidación Aislamiento Abuso Emocional Coerciones y Amenazas
Anexos: Intimidación Aislamiento Abuso Emocional Coerciones y Amenazas
Violencia psicológica:
1. Intimidación
2. Aislamiento
3. Abuso emocional
4. Coerciones y amenazas
Anexos
Violencia Física:
Se refiere a los ataques que buscan agredir el cuerpo de la persona. Abarca empujones,
codazos, bofetadas, puntapié, combos, golpizas, quemaduras, fracturas, estrangulamiento.
En síntesis, toda agresión con las manos u objetos, que ocasiona desde lesiones a la
pérdida de la vida.
Pero siempre la violencia física, la más evidente, es precedida por un patrón de abuso
psicológico, que es usado sistemáticamente para degradar a la víctima, para erosionar y
aplastar la auto-estima de la mujer.
Violencia económica:
Consiste en un ejercicio de poder abusivo de quien contando con los medios económicos, se
niega a entregar el dinero para la mantención del núcleo familiar, o bien usa el dinero para
manipular e imponer su voluntad.
Sentido de culpa:
Esto tiene su explicación en que las mujeres también interiorizan el código patriarcal, y se
echan a sí mismas la culpa inducidas por ideas patriarcales del tipo «si yo hubiera servido la
cena a tiempo el no me hubiese agredido». Estas ideas están reforzadas por la dependencia
psíquica y económica respecto al agresor y por la tendencia psicológica de defenderse del
sin sentido. De alguna manera, las mujeres reproducen la explicación social tan extendida de
justificar al agresor y pensar que «algo habrán hecho ellas para merecerlo».
Anexos
La depresión:
. La violencia es muy eficaz para conseguir los objetivos que persigue, que son
fundamentalmente limitar la libertad y capacidad de actuar de las víctimas mediante el terror.
Los mecanismos que pone en marcha reducen paralelamente las defensas psicológicas de
la mujer que, muy frecuentemente, ofrece un cuadro de debilidad psíquica y deterioro de
toda su personalidad.
Se produce una disminución de los recursos personales por el amedrentamiento que se
apodera de ella, resultando frecuentemente que pierda su asertividad y se vuelva
sumamente complaciente con los deseos de los demás. La depresión acrecienta la
inseguridad y con ella la incapacidad para tomar decisiones. Hay una reducción del
rendimiento laboral y de la capacidad de concentrarse.
También habría que evaluar todos los costes que supone para la sociedad este tipo de
violencia contra las mujeres, en reducción de las capacidades y recursos humanos de miles
de mujeres disminuidas física y psíquicamente, y en daños sociales por la reducción de sus
oportunidades, y en costes directos de todos los servicios e instituciones dirigidos a prevenir,
castigar y proteger a las víctimas de la violencia.