La Biodiversidad..

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LA BIODIVERSIDAD: HISTORIA Y CONTEXTO DE UN

CONCEPTO

Irama Núñez. Licenciada en Biología y MC, Universidad Nacional Autónoma


de México (UNAM). Candidata a Doctora, Posgrado en Ciencias Biológicas,
UNAM. Dirección: Departamento de Biología Evolutiva, Facultad de
Ciencias, UNAM, 04510, México, D.F. e-mail: [email protected]

Édgar González-Gaudiano. Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación,


UNED, España. Asesor, Secretaría de Educación Pública, México. Presidente
Regional para Mesoamérica, Comisión de Educación y Comunicación, Unión
Mundial para la Naturaleza (UICN). Dirección: Insurgentes Sur 1685, piso
10, Col Guadalupe Inn. México, D.F. México. e-mail: [email protected]

Ana Barahona. Licenciada en Biología. Doctora en Ciencias, UNAM. Miembro


del Consejo Directivo de la International Society for the History,
Philosophy and Social Studies of Biology. Editora Asociada de History and
Philosophy of the Life Sciences. Consejera, Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación, México. Dirección: Departamento de Biología
Evolutiva, Facultad de Ciencias, UNAM, 04510, México, D.F., México. e-mail:
[email protected]

Resumen

La biodiversidad es un concepto fundamental, complejo y general, que abarca todo


el espectro de organización biológica, desde genes hasta comunidades y sus
componentes estructurales, funcionales y de composición, así como las escalas de
espacio y tiempo. Empero, los múltiples elementos que lo componen y sus variados
significados suelen generar confusión limitando la utilidad del mismo. En este
artículo se enfatiza la importancia de la biodiversidad y se hace una breve reseña
del origen del concepto y de las modificaciones experimentadas al incorporarse
nuevas perspectivas y avances en el estudio de la diversidad biológica. El análisis
de la pluralidad significante de la biodiversidad, comparando definiciones y
acepciones, permite inferir los sentidos provenientes de los distintos contextos en
los cuales se origina, así como esclarecer un marco de referencia útil y apropiado a
los fines de conservación de la diversidad biológica.

Summary

Biodiversity is a fundamental, complex and general concept that embraces the


whole spectrum of biological organization, from genes to communities and its
structural, functional and compositional components as well as space and time
scales. However, the multiple elements that it comprises and their varied meanings
usually generate confusion limiting its utility. In this article, the importance of
biodiversity is emphasized and a brief review is presented about the origin of the
concept and the modifications it underwent upon incorporating new perspectives
and advances in the study of the biological diversity. The analysis of the significant
plurality of biodiversity through the comparison of definitions and meanings allows
to infer the meanings arising from the different contexts in which it originated, and
also allows to clarify a useful and appropriate reference frame to the objectives of
conservation of biological diversity.

Resumo
A biodiversidade é um conceito fundamental; complexo e geral, que abrange todo o
espectro da organização biológica, desde genes até comunidades e seus
componentes estruturais, funcionais e de composição, assim como as escalas de
espaço e tempo. Mas, os múltiplos elementos que o compõem e seus variados
significados acostumam gerar confusão limitando a utilidade do mesmo. Neste
artigo se enfatiza a importância da biodiversidade e se faz uma breve resenha da
origem do conceito e das modificações experimentadas ao incorporarem-se novas
perspectivas e avances no estudo da diversidade biológica. A análise da pluralidade
significante da biodiversidade, comparando definições e acepções, permite inferir os
sentidos provenientes dos distintos contextos nos quais se origina, assim como
esclarecer um marco de referencia útil e apropriado aos fins de conservação da
diversidade biológica.

Palabras clave / Biodiversidad / Conceptos Ecológicos / Conservación /


Diversidad Biológica /

Recibido: 13/05/2003. Aceptado: 19/06/2003

Uno de los temas fundamentales en nuestros días es, sin duda, la conservación de
la biodiversidad. Es un tema que ha adquirido relevancia en diferentes ámbitos de
la actividad humana, pero quienes suelen referirse a él en reuniones, congresos,
conferencias, publicaciones especializadas y periódicos, no hablan de lo mismo e
involucran distintos aspectos de la biodiversidad.

En la actualidad se define a la biodiversidad como toda variación de la base


hereditaria en todos los niveles de organización, desde los genes en una población
local o especie, hasta las especies que componen toda o una parte de una
comunidad local, y finalmente en las mismas comunidades que componen la parte
viviente de los múltiples ecosistemas del mundo (Wilson, 1997). Abarca, por tanto,
todos los tipos y niveles de variación biológica.

Las referencias y menciones del concepto biodiversidad a partir del final de los años
80, han tenido un crecimiento exponencial. Pero no todas remiten a los mismos
aspectos ni dimensiones. Puede apreciarse que incluso difieren dependiendo del
contexto en el que se encuentran inmersas; en el ámbito científico este
comportamiento depende de la disciplina y el área de trabajo del investigador. Más
aún, se ha observado el empleo de diferentes definiciones en la negociación de
convenios y acuerdos internacionales, así como en la toma de decisiones en
distintos ámbitos. Lo mismo sucede al referirse a la biodiversidad en términos de
importancia y valor económico y sus repercusiones sociales. Por supuesto, este
comportamiento también se observa al comunicar el tema de la biodiversidad a la
opinión pública.

El estudio del desarrollo del conocimiento científico enfocado al análisis y la


construcción de conceptos complejos como el de la biodiversidad, puede aportar
elementos que ayuden a comprender diferentes significados, acepciones y
contextos en los cuales se generan conceptos como este. Específicamente para el
caso que nos ocupa, ofrece un marco de referencia para su comprensión y
aplicación en los esfuerzos de conservación de la diversidad biológica.

En este artículo se explora el valor y la importancia de la biodiversidad, se hace una


breve reseña sobre el origen del término o significante biodiversidad y su desarrollo
en diferentes contextos. También se analizan algunas de las definiciones más
representativas de distintos ámbitos, para establecer una relación entre los
diferentes contextos en los que se generan las ideas sobre la biodiversidad.
La Biodiversidad y su Importancia

Durante la última década, la preocupación por la conservación de la biodiversidad


se ha convertido en un "paradigma de lo que tenemos y estamos perdiendo, el
símbolo del mundo en que nuestra cultura y concepción del universo ha
evolucionado, mundo que está a punto de cambiar de manera irreversible" (Halffter
y Ezcurra, 1992), y que "puede eventualmente destruir la base de la existencia
humana" (Leemans, 1999).

El término biodiversidad se acuña en este momento de profunda preocupación por


la pérdida del ambiente natural (Gaston y Spicer, 1998), en instituciones
académicas y organismos nacionales e internacionales dedicados a la conservación
biológica, y "como un concepto sintético que incluye por igual enfoques de la
taxonomía, la ecología y la biogeografía. Implica la finalidad práctica de evaluar los
ambientes naturales perturbados del planeta" (Toledo, 1994).

Sin embargo y aún cuando el ser humano interactúa con la diversidad biológica de
manera cotidiana y en numerosas formas, el significante biodiversidad no ha creado
imágenes suficientemente claras en los distintos sectores y grupos sociales; sus
implicaciones no han sido comprendidas en toda su magnitud y su manejo es
confuso, lo que ha limitado la participación social en la formulación de políticas
públicas en la materia. Esto se debe, en parte, a que la biodiversidad es un
concepto complejo, que trasciende los niveles de vida, desde los genes hasta las
comunidades, así como todas las escalas de espacio y tiempo (Savard et al., 2000),
lo que dificulta su enunciación y su consecuente interpretación en las estrategias
educativas y de comunicación.

La biodiversidad es la propiedad de los sistemas vivos de ser distintos, es decir,


diferentes entre sí; no es una entidad, sino una propiedad (Solbrig, 1994), un
elemento fundamental de todos los sistemas biológicos (Halffter y Ezcurra, 1992).
También es una característica de las múltiples formas de adaptación e integración
de la especie humana a los ecosistemas de la Tierra, y no un recurso (Solbrig,
1994).

La biodiversidad resulta de procesos y patrones ecológicos y evolutivos irrepetibles


(Jeffries, 1997). Por lo mismo, la configuración actual de la diversidad biológica
puede explicarse históricamente mediante el análisis de los procesos que han dado
origen, han mantenido y han alterado la biodiversidad, tales como la diversificación
genética y de especies, las extinciones y la dinámica de las comunidades y los
ecosistemas. La propia evolución humana debe verse como un proceso vinculado al
origen y mantenimiento de la diversidad biológica en su conjunto (Solís et al.,
1998).

La biodiversidad provee ciertos servicios ambientales; es decir, proporciona las


condiciones y procesos naturales de los ecosistemas (incluyendo las especies y los
genes) por medio de los cuales los seres humanos obtienen variados beneficios.
Algunos de los servicios proporcionados por la biodiversidad son la degradación de
desechos orgánicos, la formación de suelo y el control de la erosión, la fijación del
nitrógeno, el incremento de los recursos alimenticios de cosechas y su producción,
el control biológico de plagas, la polinización de plantas, la regulación del clima, los
productos farmacéuticos y naturistas, el secuestro de dióxido de carbono y muchos
más (Loa et al., 1998). Los seres humanos se benefician de todos estos servicios y
bienes, muchos de los cuales se encuentran profundamente asociados a valores
religiosos, culturales, éticos y estéticos (de Alba y Reyes, 1998).
No obstante, el panorama actual muestra una creciente degradación y agotamiento
de los sistemas biológicos y de su diversidad. Los seres humanos han impulsado
estrategias acordes con los patrones económicos imperantes para convertir
ecosistemas complejos en ecosistemas simples, poniendo en peligro la estabilidad
de los procesos biofísicos de la vida y desencadenando lo que se ha dado en llamar
"la crisis de la biodiversidad" (Toledo, 1994). Esto ha implicado la extinción de un
creciente conjunto de especies de plantas y animales. Ante esta situación,
disciplinas como la economía y la ecología se empeñan en cuantificar y asignar
valor a la biodiversidad, aunque para algunos autores esto es algo imposible teórica
y metodológicamente de realizar (Toledo, 1998). No obstante, se conocen algunos
estudios cuya finalidad es estimar el valor de una gran variedad de servicios
ecológicos. Por ejemplo, Costanza et al. (1997) determinaron valores para los
servicios ecológicos por unidad de área por bioma, multiplicado por el área total de
cada bioma y sumado a todos los servicios y biomas. Dicha estimación ofrece, entre
otros aspectos, una primera aproximación de la magnitud relativa y el valor
económico de los servicios ecológicos globales, lo cual ayuda a apreciar nuestra
dependencia de los sistemas biológicos y establece la base para desarrollar políticas
públicas con el fin de proteger esos servicios (Reid, 2001).

A través de los distintos periodos históricos los grupos humanos han influido y
alterado los ecosistemas de muy diferentes maneras (McNeely et al., 1990). Ello no
debe verse como un proceso enteramente negativo, toda vez que en muchas
regiones del planeta la biodiversidad ha aumentado gracias a la domesticación de
ciertas plantas y animales. Desde esta perspectiva, muchas actividades humanas
han sido el soporte para mantener las especies y la diversidad genética (McNeely et
al., 1990), procesos que responden y ponen de manifiesto la diversidad
sociocultural (Solís, et al., 1998; Takacs, 1996).

Sin embargo, la relación entre las culturas y los entornos naturales no ha sido
benéfica en muchos casos, y las perturbaciones se han agudizado en las últimas
décadas. Así, debido al aumento en las presiones que ejercen las poblaciones
humanas en constante crecimiento y el desarrollo de la agricultura moderna, el uso
de la biodiversidad ha perdido su importante papel en los sistemas biológicos. Esta
tendencia ha ocasionado la rápida destrucción de la biodiversidad local y regional
en los sistemas agrícolas, despreciando a la vegetación natural y la fauna silvestre
como recurso natural. Ello porque al descansar la agricultura moderna en una
menor variedad de cultivos y en el uso intensivo de fertilizantes, riego y pesticidas
para el control de plagas y malezas, ha originado cultivos estables, pero con una
significativa reducción de la diversidad genética de las cosechas más utilizadas y del
ganado (Leemans, 1999). Articulados a estos modernos patrones de producción
primaria, existen otros factores que amenazan la biodiversidad, como la alteración
y sobreexplotación de especies y hábitats, la introducción de especies exóticas, y la
modificación de las condiciones ambientales (Leemans, 1999).

Por lo anterior, es posible inferir que la gran riqueza cultural todavía existente en
distintas partes del mundo ha sido fundamental en las formas de valoración,
percepción, mantenimiento, uso y conservación de la biodiversidad (Heywood y
Watson, 1995). Pero ello significa un reto político de gran envergadura por las
tendencias a la homogeneización cultural y de procesos económicos que derivan de
los fenómenos de globalización. De este modo, la pérdida de biodiversidad
representa uno de los problemas globales más importantes (de Alba y Reyes,
1998).

En este sentido, la Convención sobre la Diversidad Biológica ha contribuido a


establecer un clima político en el cual la biodiversidad se despliega como un tema
clave, tanto ambiental como de desarrollo (Walls et al., 1999), toda vez que una
idea-fuerza que emana de esta Convención, es que la existencia y el futuro de la
biodiversidad dependen tanto de los procesos biológicos, como de los
socioculturales (Kamppinen y Walls, 1999).

Origen y Evolución del Concepto de Biodiversidad

El término o significante biodiversidad es de reciente formulación, aunque su


configuración discursiva se ha sofisticado rápidamente, toda vez que en un plazo
relativamente corto ha ido articulando nuevos elementos. Apenas en la literatura
científica anterior a los años 80, la diversidad biológica aludía a la diversidad de
especies en tanto característica estructural de los ecosistemas (Toledo, 1994).

La explosión significante del concepto de biodiversidad emanó básicamente de dos


publicaciones aparecidas en 1980. Por un lado, Lovejoy (1980), quien realizaba un
estudio para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), hizo algunas
contribuciones para el Reporte Global 2000, dirigido al presidente de los Estados
Unidos, J. Carter. En ese estudio, Lovejoy revisó varios temas ambientales globales
como la energía, las poblaciones humanas, la economía, así como los recursos
forestales globales y consecuencias de su explotación como el cambio climático;
también se destacaron algunas estimaciones sobre la extinción de especies.
Lovejoy escribió en el Reporte acerca de la diversidad biótica o biológica y aunque
no la define formalmente, la emplea al referirse al número de especies presentes.
Por otra parte, Norse y McManus (1980) quienes colaboraban en el Consejo en
Calidad Ambiental de la Casa Blanca, también durante el mandato del presidente
Carter, elaboraron un capítulo para el 11º Reporte Anual del Consejo en Calidad
Ambiental (Jeffries, 1997; Harper y Hawksworth, 1995). El capítulo examina la
biodiversidad global y la definen incluyendo dos conceptos relacionados entre sí:
diversidad genética (la cantidad de variabilidad genética dentro de las especies) y
diversidad ecológica (el número de especies en una comunidad de organismos).
Estos autores colocaron en el mismo nivel a la diversidad ecológica con la riqueza
de especies, al referirse al "número de especies en una comunidad de organismos"
(Jeffries, 1997).

En ambas publicaciones, la biodiversidad se discutió a una escala global


relacionándola con temas más amplios y no solamente con el aspecto biológico. La
importancia de la biodiversidad, actual y potencial, quedaba de manifiesto,
reconociéndose que la actividad de los ecosistemas naturales provee lo que ahora
se denomina servicios o funciones vitales para la salud del planeta. Quedaba claro
en dichos documentos que la biodiversidad no debía verse únicamente como un
objeto de estudio de la biología (Jeffries, 1997).

Posteriormente se registran diversas aplicaciones del concepto en los Estados


Unidos, sobre todo en algunos eventos en los que participaron Norse y sus
colaboradores, como la Conferencia Estratégica sobre Diversidad Biológica de
Estados Unidos, celebrada en noviembre 1981 (Departamento de Estado, 1982;
citado por Harper y Hawksworth, 1995). Fueron estos autores quienes difundieron
un concepto más amplio al referirse a la diversidad biológica en tres niveles:
diversidad genética (dentro de las especies), diversidad de especies (número de
especies) y diversidad ecológica (comunidades).

La forma condensada ‘biodiversidad’ fue acuñada por Walter G. Rosen en 1985


(citado por Harper y Hawksworth, 1995) durante la primera reunión para planear el
Foro Nacional sobre BioDiversidad, que se llevó a cabo un año más tarde en
Washington, DC, bajo los auspicios de la Academia Nacional de Ciencias y el
Instituto Smithsoniano. La memoria de ese evento fue editada por Wilson en 1988
bajo el título Biodiversidad, lo que propició la difusión de este significante para su
utilización general. El propio significante ‘biodiversidad’ incluía el amplio espectro de
tópicos y perspectivas que fueron cubiertos durante el foro de Washington (Wilson
y Peter, 1988; Heywood y Watson, 1995). Para Wilson, el foro no sólo abarcaba los
aspectos biológicos y el origen de la biodiversidad y la extinción, sino también otras
preocupaciones como la ecología, la biología de poblaciones e incluso la economía,
la sociología y las humanidades (Takacs, 1996).

Dicho foro estaba enfocado a llamar la atención de educadores y políticos hacia la


transformación y la "rápida destrucción de los hábitats naturales de la Tierra y la
subsecuente pérdida de plantas y animales". Después de dicho evento, el
significante ‘biodiversidad’ se integró rápidamente al vocabulario público. Conforme
fue incorporándose a una gran variedad de marcos, su significado fue adaptándose
a un uso más general con diferentes valores y perspectivas (Weber y Schell, 2001).

Desde entonces, la biodiversidad como significante clave se ha complejizado y


extendido más allá de las fronteras de la comunidad científica, ya que hasta la
segunda mitad de los años 80, conceptos como diversidad biológica y conservación
de ecosistemas eran de manejo exclusivo de científicos (Weber y Schell, 2001). Los
amplios horizontes científicos, sociales y filosóficos incorporados por el concepto de
biodiversidad son evidentes en gran parte de la literatura reciente (Jeffries, 1997).

Para 1992, la biodiversidad se había convertido en un tema toral de los debates de


la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, también
llamada "Cumbre de la Tierra", adquiriendo una centralidad discursiva en la
preocupación e interés científico y político en el mundo entero (Jeffries, 1997;
Wilson, 1997).

En el marco de esta emblemática Conferencia surge la Convención sobre la


Diversidad Biológica, suscrita por 156 naciones y la Comunidad Europea, entrando
en vigor el 29 de diciembre de 1993. Actualmente, 174 países de todo el mundo
han aprobado su contenido, aunque no todos la han ratificado y hay algunos que
incluso no la han firmado (Gaston y Spicer, 1998).

La Convención sobre la Diversidad Biológica (1992) es tal vez el acuerdo


internacional más importante para el mantenimiento y la conservación de la
biodiversidad. El marco de referencia que provee dicha Convención es un intento
por registrar el impacto perjudicial de la actividad humana en la biodiversidad,
constituyéndose en un compromiso histórico de las naciones del mundo. Es la
primera vez que la biodiversidad se presenta en un tratado unificador y global, la
primera vez que la diversidad genética se incluye específicamente y la primera vez
que la conservación de la biodiversidad se reconoce como un interés común de la
humanidad (Gaston y Spicer, 1998).

Otro documento de vital importancia para la conservación de la biodiversidad global


es el Protocolo de Cartagena, surgido con base en el Principio 15 de la Declaración
de Río sobre Medio Ambiente y el Desarrollo. El objetivo del Protocolo es contribuir
a garantizar un nivel adecuado de protección en la esfera de la transferencia,
manipulación y utilización seguras de los organismos vivos modificados, resultantes
de la biotecnología moderna que pudieran tener efectos adversos en la
conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, sin soslayar los
riesgos para la salud humana.

Para puntualizar, se pueden hacer algunas observaciones con base en la evolución


del concepto biodiversidad:

a) La atención otorgada al significante biodiversidad en todo el mundo, sobre todo


por científicos y políticos, ha sido resultado del esfuerzo de muchos gobiernos por
traducir la Convención sobre la Diversidad Biológica de 1992, en medidas y
acciones concretas para los diferentes países (Dreyfus et al., 1999).

b) Si bien los primeros conceptos de biodiversidad eran limitados en sus


significados, aplicándose principalmente para caracterizar la pérdida de especies y
la deforestación tropical, en muy poco tiempo se formularon definiciones más
amplias en publicaciones científicas con orientación política. El significante ahora
abarca la variabilidad de genes, especies y ecosistemas, así como los servicios que
proveen a los sistemas naturales y a los humanos, pero esta dispersión significante
dificulta las estrategias de comunicación y educación.

c) Desde el momento en el que el significante biodiversidad fue introducido en el


léxico científico por Rosen en 1985 y lanzado a la arena pública durante el
mencionado Foro Nacional sobre BioDiversidad, se ha transformado tanto en el
ámbito científico como en el no científico. Lo que en un principio fue un llamado de
atención hacia la destrucción de los ambientes naturales del planeta, ahora se ha
convertido en un abanico de marcos de referencia con diferentes elementos útiles,
según el enfoque e interés de científicos y políticos (Weber y Schell, 2001).

d) El significante biodiversidad como lo conocemos actualmente congrega


diferentes enfoques y disciplinas científicas, para contribuir a explicar la magnitud
del deterioro del ambiente. Esta confluencia de enfoques le confiere la característica
de ser un campo en construcción, como menciona Toledo (1994), en el cual las
demandas sociales y la búsqueda de solución de nuevos problemas, suelen ser
importantes incentivos para crear nuevos campos del conocimiento, toda vez que
los campos y paradigmas existentes no están aportando respuestas a las
necesidades que demandan las condiciones actuales de vida en el planeta. El
significante biodiversidad desempeña un papel crucial en este sentido.

e) Cada una de las disciplinas que está generando este campo aporta nuevos
objetos de estudio y elementos característicos. Así, al tratar de explicar esta
complejidad al público no especializado, suelen crearse confusiones debido a las
múltiples escalas y jerarquías que la constituyen.

f) Finalmente, para autores como Weber y Schell (2001) los medios masivos de
comunicación han desempeñado y desempeñan un papel fundamental en la
interpretación y reconstrucción de conceptos científicos, como el de biodiversidad,
así como en su transformación en realidades sociales y políticas. Es decir, los
procesos de comunicación han influido en la construcción social de los significados
de este significante.

Definiciones de Biodiversidad en Diferentes Contextos

A partir de la publicación del libro Biodiversity editado por Wilson y Peter en 1988,


ha habido un crecimiento exponencial en el número de artículos sobre el tema
(Harper y Hawksworth, 1995). Un fenómeno similar se aprecia en la cantidad de
definiciones que sobre el concepto han aparecido en la literatura. Juthro (1993)
registró 14 definiciones recientes de las más citadas. Una de las definiciones más
extensas es la que contiene la Convención sobre la Diversidad Biológica: por
‘diversidad biológica’ se entiende la variabilidad de organismos vivos de cualquier
fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros
ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte;
comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los
ecosistemas (Convention on Biological Diversity, 1992). La definición más breve es
la de la Estrategia Global sobre Biodiversidad, registrada en 1992 (WRI, UICN y
UNEP) que se refiere a la biodiversidad como la totalidad de genes, especies y
ecosistemas en una región (di Castri y Younès, 1996).

En las Tablas I, II y III se muestran algunas definiciones de biodiversidad


reportadas en la literatura, agrupadas con fines de comparación. La información
presentada es producto de una selección de más de 22 definiciones y se eligieron
de acuerdo con su representatividad en el ámbito político, científico y público
(divulgación, educativas y medios masivos de comunicación).

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